Biblioteca

- Siendo sincera estan ahí por que a mi hermano le gustan, yo no los entiendo. - Me dice al escuchar mi comentario sobre sus atlas, al momento siento que mi corazón se acelera ¿Le gusta la ciencia a mi hermoso príncipe? respiro hondo feliz, sabiendo que tenemos algo en común, que maravilloso sería pasar una tarde hablando del universo y las estrellas - Yo prefiero mas bien las novelas con finales tristes - Me dice ella con una risilla nerviosa, se ve simplemente adorable.

- ¿Qué leía justo ahora? Si no es mucha imprudencia preguntar - Ante mi pregunta sonríe y se pierde momentáneamente en sus pensamientos. Mira con algo de tristeza el libro que leía antes de que la interrumpiera, siento algo de pesar, al parecer hice una pregunta algo dolorosa.

- Romeo y Julieta, me gusta su trama mas no su triste final, me trae tristes recuerdos - Me responde finalmente casi en un susurro al final. Sus ojos están profundamente nublados por dolor. Me siento inevitablemente contagiado de su melancolía.
-Es un triste final - Le respondo sin querer herirla más - Pero el amor parece traer mas sufrimiento que felicidad, sin embargo, amar, es el sentimiento más maravilloso que se puede tener, aunque duela... - Me acerco a ella y lentamente llevo mi mano hasta su pecho - Significa que aquí hay un corazón. Un corazón puro... - retiro mi mano lentamente - Y yo puedo verlo.

Me quedo en silencio esperando no haber sido demasiado atrevido, pero siento que quiero confortarla, decirle que siempre se puede luchar por amor y que también se puede volver a amar.

- no me haga caso - Me dice limpiándose las lágrimas de sus mejillas. Con el dorso de mi mano le ayudo suavemente - Soy una llorona empedernida - Me dice tratando de justificar su llanto, pero es evidente que algo muy doloroso le ha sucedido.

- ¿Y a que ha venido? no ha sido para verme llorar - Me dice empeñándose en terminar con sus lágrimas para sonreír con esa cálida sonrisa, que me confirma que junto a mi príncipe son hermanos, los dos son inmensamente bellos.

-Es cierto, no quiero verte llorar, sino sonreír. Si en algún momento sientes que... yo puedo ayudarte, no dudes en decírmelo, yo haré todo lo que sea necesario para que sólo una sonrisa ilumine tu rostro siempre - Suspiro ahora algo avergonzado, porque la verdadera razón del porqué he venido, es el joven Hades.
-Yo vine para ver a su hermano, al príncipe Hades - Tartamudeo levemente - Sé que he venido antes de la hora, pero... el dios Cronos no llegó al desayuno al que me había invitado y yo no he querido desperdiciar tiempo esperando sin noticias... preferí venir aquí antes - Mientras le cuento, me siento algo incómodo, debo lucir como un psicópata - Antes pasé a la embajada, Ares, Poseido y la hermosa atropo, me acompañaron hasta allí, ahora conozco el camino - Le sonrió mientras me acaricio el cabello nervioso - Me preparé más presentable, Atropo, me ayudó con las cosas en la embajada, ella es encantadora.

- Siento decirle que mi hermano esta descansando en estos momentos, hasta hace poco que se acostó y no creo que despierte hasta la tarde - Me dice con una expresión cariñosa y comprensiva.
-¿Durmiendo? - Balbuceo mientras algunas alucinaciones se me vienen a la mente de un adorable Hades durmiendo tiernamente - Debe ser... maravilloso - Susurro para mí.
- Si gusta puede esperar a que despierte, ya debe despertar dentro de un rato puesto que debe hacer la cena - Me dice sonriendo.
-¡CLARO!... - Grito sin querer - Perdón - Me inclino rapidamente, no puedo creer lo grosero que puedo ser - No quise asustarla, claro que esperaré, junto a usted será una grata espera.

- Creo que mientras esperamos podría enseñarme sobre estos atlas que mi hermano y usted adoran tanto - Me dice caminando hasta el sitio que antes me había detenido a inspeccionar y cogiendo con sus delicados brazos un inmenso libro que seguro pesaba el doble que ella.
-¡ Permita me! - Me acerqué para coger de sus delgados brazos el atlas y colocarlo sobre un taburete junto al diván - Siempre me he apasionado mucho por las ciencias y me encanta la astrofísica. He tenido maestros que me han enseñado mucho, aunque ahora continuo de forma autodidacta.

Mientras ella se acomoda en el diván yo me siento a su lado, abriendo la pesada tapa con delicados enchapados dorados. En su interior, las hojas delgadas parecen ser de hace siglos. La letra y los dibujos son preciosamente detallistas y delicados. La primera ilustración, representa un mapa celestial de todas las constelaciones.

-Lo más increíble de las estrellas, es que están tan lejos de nosotros, que al mirar al cielo por la noche, no sabes si ya ha dejado de existir. El brillo de muchas de ellas, tarda millones de años en viajar para que nosotros podamos verlo... mirar al cielo, es mirar al pasado.

- pues yo prefiero un buen libro frente a la chimenea con una taza de chocolate, pero desde pequeños solíamos sentarnos en la alfombra delante de la chimenea y pasábamos horas intentando que Hades me hiciera entender como estaban ahí y demás cosas tan maravillosas de esas hermosisimas estrellas.

Le sonrió al ver su hermoso rostro. Yo más que nadie puede ver la inocencia de su corazón. Es reconfortante descubrir que hay dioses tan nobles y bellos. Puedo ver cuanto se aman con su hermano y no puedo entender como alguien pudo hacer sufrir a esta hermosa joven.

- aunque aun sea la hora en que no eh logrado entender casi nada, supongo que no estoy hecha para esto - Me dice intrigada señalando las hojas del libro.
-Quizás sea porque estás sólo viendo letras y dibujos... las estrellas hay que mirarlas al cielo. No es necesario entender nada... son bonitas, eso basta. ¿Te gustaría que al anochecer, si el príncipe durmiente desea, fuéramos los tres a ver las estrellas a campo abierto? Caminando hacia acá, he visto un par de colinas altas, serían perfectas. Podemos llevar chocolate caliente y mantas.

- pues en eso estoy deacuerdo contigo, me es mucho mas interesante con solo recostarme en el cesped y ver las estrellas en la noche. - Sonríe algo nerviosa, me causa una enorme ternura verla así, ambos son tan parecidos, tan inocentes que me siento conmovido constantemente - aunque no sepa muy bien que constelación es cual jaja... - Ríe mostrando una hermosa expresión en su rostro, la profunda tristeza que tenía al llegar yo, pareció quedar a un lado. Espero que al menos su corazón pueda tener algo de alegría. No sé por qué estará sufriendo, pero sé que no lo merece en absoluto.

- claro que me encantaría, le desfalcare la nevera a Hades ya veras! - Me dice finalmente aceptando la invitación.
-Y yo espero que él no crea que somos un par de dioses infantiles e inmaduros - Contesto mientras casi me relamo los labios de imaginar los manjares del príncipe. Mi estómago gruñe levemente de tanto imaginar y saborear mentalmente - Creo que tengo algo de hambre - Me disculpo apenado.

- No, él jamás pensaría eso de nosotros - Me dice sonriendo al notar el sonido que hizo mi estomago.
- Y a que hora vendra mi querido hermano - Al escuchar la mención de Hades la piel se me erizó levemente. Sólo pensar en él un instante hace que me sienta así de nervioso y ansioso.

Veo como Hera con el libro que antes leía camina a un estante para guardarlo. No sé porque pero parece que algo le pasó y algo muy doloroso. Aún cuando sonríe, su corazón está sufriendo.

- "Gusta de unos aperitivos en la cocina mientras mi hermano despierta, asi su estomago no se quejara nuevamente - Me saca de mis pensamientos haciéndome avergonzar.
-Me encantaría - Me entusiasmo ante la idea, en verdad que tengo hambre - No me gustaría que me rugiera el estómago en frente de... de él - Sonrío pensando en el momento en que lo vea. Me siento realmente ansioso - ¡Vamos!

-Me encantaría - Sonrió para mi al verlo tan emocionado "ahí dios lo que es el amor no?" Pensé al ver el brillo característico del amor en sus ojos - No me gustaría que me rugiera el estómago en frente de... de él - Asiento con la cabeza acercándome a el y extendiendo la mano hacia la puerta le digo - Pues acompañeme entonces - Le digo en el momento en que siento un aroma riquísimo entrar en cuanto abro la puerta de la biblioteca dispuesta a salir - mmm, aunque creo que Hades ya esta haciendo la cena... que rico huele - Le miro desde donde me encontraba parada - Entonces vamos? -


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