Los Jardines

- Ayúdame a que mi jardín te perdone tu cruel abandono para con nosotros... Vamos a sacar del estanque las rosas que deben haber florecido hoy o se marchitaran...

Le veo aparecer una canasta pasando distraídamente a mi lado, tomándome de la mano haciendo una mueca un tanto infantil y divertida, por lo que sin evitarlo comienzo a reír suavemente dejándome llevar por mi hermana.

- Por mi encantado, haré todo lo posible para que este bello jardín perdone mi “cruel abandono” – sigo riendo, desde pequeños Hera siempre lograba sacarme una sonrisa aún cuando estuviera triste – además ansío ver las hermosas rosas que habrán nacido en el estanque.

- sal de una vez y deja de estarme vigilando zeus - Dice Hera provocando que sonriera, después de todo, entre dioses, es dificil esconderse.
-No te vigilo Hera, sólo pasaba por aquí - Le sonrió picaramente - Que ya no seamos esposos y que ya no me ames, no significa que no podemos ser amigos ¿Verdad? - Avanzo un par de pasos hacia ella - Antes, me habrías invitado una taza de té.

Le admire en silencio unos minutos, desde la mirada hasta los pasos que dio hacia mi tentativamente. Me apoye en el otro pie pensativa, si quizas podriamos empezar como amigos, eso seria un comienzo.

- como amigos - que tipo de amigos pense levantando una ceja por su sonrisa picara. - creo que tengo te en la cocina, te apetece una taza con un pedazo de pastel... si mal no recuerdo aun ahi de tu preferido en la nevera .

Me voltee para cubrir la rosa y que no se marchitara, para luego levantarme y dirigirme a mi casa mirandole mientras le senalaba el camino amistosamente. "ahi que darle credito por que lo esta intentando".

- bueno, vienes? - esa pregunta era tonta, si el mismo me habia practicamente pedido la taza de te.

- como amigos, creo que tengo te en la cocina, te apetece una taza con un pedazo de pastel... si mal no recuerdo aun ahi de tu preferido en la nevera .

Me sorprendo ante su amabilidad, sinceramente no me lo esperaba ni me lo merezco. Será que ya nada de mí le duele? si es completamente indeferente a mí, esta actitud es la más obvia. Pero justo ahora me he quedado entre nada.

- bueno, vienes? - interrumpe mis pensamientos mientras avanza con su andar siempre tan delicado y sexy. Mi boca se seca ligeramente mientras mi pulso se acelera un poco, aún creo en mi enorme suerte y después de todo, soy encantador. Encontraré la forma de recuperarte Hera. Pero esta vez será para siempre.

- QUE CREES QUE ESTAS HACIENDO ZEUS!!!! - Me grita Hera justo entrando en el momento justo en el que he desaparecido el cuadro. ¡Maldita mi suerte! Era obvio que lo notaría, pero tenía que ser justo ahora? Juro que no vi venir esa bofetada!.
- PARA ESTO QUERIAS UNA OPORTUNIDAD, PARA VENIR A CASA AJENA A DESTRUIR COSAS!!!!- Está casi descontrolada, me apuro y le sujeto con fuerza, su cabello suelto se arremolino entre mis dedos y sus antebrazos... su cabello sedoso y largo.
-Tienes suerte de ser la única persona que puede golpearme y vivir para contarlo Hera - Un poco de presión demás en su piel me hizo recapacitar de a quien tenía sujetada, afiancé la fuerza para acercarla con fuerza a mi pecho y abrazarla sin escapatoria.
-Siempre he odiado ese cuadro y siempre he odiado que seas tan perfeccionista - Le susurro - ¿Qué importa ese asqueroso cuadro? No hacía justicia a tu belleza Hera - Le levanto el rostro por el mentón, ahora mismo quiero besarla hasta el cansancio.

- que lo odies no quiere decir que iras desapareciendo cosas que no te pertenecen ¡a mi me gustaba! - Se aleja de mi hasta sentarse en un sofá, dejando claro que ya no soy bienvenido, aunque, vamos, nunca lo he sido.

-Así que te gustaba... - Murmuro mordaz, la sangre está hirviendo dentro de mi, amo su carácter en estas situaciones - ¿Y porqué no pedimos a un artista que nos pinte ahora mismo? - Me acerco arrodillándome frente a ella mientras huelo levemente el aroma que despide de su cuello - ... totalmente desnudos?... - Toco otra vez su cara, su piel parece más suave que nunca - Hera, ... ¿ Discúlpame sí? siento haber destruido ese cuadro...

Sonrei apenada por sus palabras - eres un atrevido - le dijo sonrojada. Cabecee afirmativamente perdonandole el error cometido.

El cuadro no me gustaba, lo que me gustaba era el recuerdo tan bonito que habia tras su confeccion. En ese tiempo en que nuestros problemas matrimoniales ya se conocian y que me hacian sentir la burla del olimpo. Pero apesar de todo mi esposo saco ese dia para hacer ese retrato en el que salia la barriga que tenia de unos 3 meses de embarazo.

-Eres un atrevido - Dice sonriendo con esos encantadores labios que siempre me enloquecieron.
-¿Significa que me perdonas? ¿Aun puedo quedarme a tomar el té a tu lado? - Le sujeto suavemente la mano y comienzo a darle suaves besos en sus dedos, sin dejar de mirarla a sus hermosos y profundos ojos.

- si, puedes quedarte a tomar el te conmigo - le dijo mirandole besar sus dedos mientras no despegaba sus ojos de los de ella. Retiro su mano cohibida y sonrio apenada por su actitud de adolescente enamorada.