Comedor del templo de Hermes

Sonrió mientras me pongo mis ropas - Tan rápido estas celoso? - pregunto riendo antes de sentarme tal como me lo pide acomodándome tan cómodo como me es posible - No tenia idea de que tenias esclavas

Continuo sentado sonriendo ante la vista que me ofrece el dios, para luego voltear a ver el lugar recorriéndolo con la mirada - ya veo... - comento ante su justificación para los esclavos, jamas tendría uno en mi casa son chismosos y pueden alearse con enemigos para derrocar al amo solo por un par de monedas.

Sonrió al ver que llega la comida y tal como Hermes lo dijo me doy cuenta de que sus esclavas son un poco chismosas pero las ignoro y comienzo a comer y disfrutar de los platillos - No, yo prefiero los amantes a los esclavos.

-Lo soy, aparte de darles placer en la cama, los dejo ir a hacer lo que quieran, y jamas han tenido que hacer ninguna de esas labores, tengo mis maneras de arreglar todo - como pulverizar la comida o la ropa sucia que hay en el templo y solo cuando es realmente necesario tomo el control de algún cuerpo para que haga el trabajo por mi

Sonrío viéndolo fijamente al oír su comentario - Interesante manera la tuya de conquistar a un dios, pero no te preocupes no me ofende en lo mas mínimo - pruebo la comida observando a la joven que sale de la habitación después de recibir instrucciones y luego tomo un poco del vino que sirve en mi copa.


-Esta delicioso, gracias

Termino de comer poco después de el cuando me comenta lo del baño de un modo que me parece un poco peculiar pero que decido adjudicar a su forma de ser.

-No quisiera abusar de tu hospitalidad Hermes, ¿si molesto tal vez deba marcharme? - respondo sonriendo divertido por lo que implica quedarme después de haber aceptado la apuesta.

"No quisiera abusar de tu hospitalidad Hermes, ¿si molesto tal vez deba marcharme?" me dice y yo lo miro con sorpresa.


- Mi querido Ares, si molestaras te lo hubiera dicho y no te habría invitado al baño, ¿No crees?- digo sonriendo mientras sacudo levemente mi cabello.

-Esta bien, vallamos pero me temo que no podré permanecer mucho tiempo mas aquí, como comprenderás ser el dios de la guerra te mantiene ocupado ya que los humanos son muy conflictivos, para mi suerte.

Sonreí dejando en la mesa mi copa y me limpie los labios con una servilleta listo para partir cuando lo indique.