Salón de Armas

-¿Acaso crees que aceptara compañía?- dije desganado mientras observaba el rostro de Poseidón - Francamente dudo que mi "padre" sea del tipo social, - sonreí pensando que tal vez era lo único en que me parecía a el, después de todo el relacionarme con otros tampoco es algo que se me de bien, al menos no sin proponérmelo - Estoy seguro de que será un conversación muy interesante, es una lastima que no pueda estar presente para ver la cara de Kronos cuando su hijo le diga que desea matarlo para ocupar su lugar.

Tome la copa de vino y volví a beber mientras mi mente intentaba imaginar la escena que se llevaría acabo en cuanto esos dos se encontraran... para mi es tan fácil armar una guerra cuando hay gente como ellos.... seria maravilloso que hubiera mas personas como ellos aunque fuera en el mundo de los humanos.

Le observo de reojo y llevado de nuevo por mi costumbre le acaricio la cabeza de nuevo, aunque me sigue pareciendo rara la acción y vuelvo la mirada de nuevo hacia la puerta - No creo que tarde mucho en volver, después de todo aunque no desea compañía le gusta hacer rondas para averiguar como esta todo. Pronto estará de vuelta en este templo o en el tuyo, incluso podría intentar ir de nuevo con Hera.

Dudo mucho que lo que pase entre esos dos sea tan grabe como para que abandonen sus extraños hábitos... Voltee a ver de nuevo a Poseidón tal vez ahora prefiera ir a ver a mi madre que permanecer aquí sin hacer nada mientras que Zeus y Cronos hacen una de sus rabietas ya conocidas por todos

Lo miro alzando un ceja, no se de que habla pero tampoco pienso contradecirlo, después de todo supongo que hace lo que yo, cada vez que quiero irme de un lugar argumento ese tipo de cosas "no quisiera seguir molestando" y con una sonrisa fingida me marcho del lugar sin terminar en malos términos, es decir aun mas malos, ya que aquellos a los que visito de improvisto suelen asustarse, jaja...

- No es nada tío, ve con cuidado si es que piensas seguir a mi padre - sonreí de lado y me acomode sobre mi lugar - eres bienvenido siempre que lo desees, digo mientras dejo de sonreír para levantarme - Espero que no te moleste que no te acompañe a la puerta pero tengo algo que hacer

Asiento con la cabeza ante su comentario de cuidarme, ja como si me cuidara, como le dije a Zeus no necesito cuidarme y aunque lo necesitara dudo que lo hiciera, lo vi en la puerta y luego de despedirme con un gesto desaparecí entre las sobras igual que lo hacen mis perros, iré a buscar algo divertido mientras que llega alguna otra visita inesperada... como están las cosas puede que no pase mucho tiempo antes de que eso ocurra.