Gran comedor

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Dejando traslucir mi presencia, abrazo a Cronos, descansando mi barbilla en su hombro, colocando mi mano en su corazón. mientras observo a mi hermana sentada frente a él.


- Mi señor tiene el corazón agitado, es que acaso no le gusta como he tejido la historia-le expreso al dejar ver el hilo de su vida enrollando en mi mano, saliendo de su pecho, enroscandolo entre mis dedos, mientras tamborileo mis dedos en su firme pecho. Acaricio suavemente mi rostro en su cuello, es que acaso el Gran Cronos, el Señor del tiempo tiene temor, porque ve como su hilo empieza a perder su brillo, mi señor, será la oscuridad y el fuego quienes gobiernen, será el Hielo y el mundo de los Muertos, quien quien sucederá quien se sentará en el trono vacío del tiempo, cuando Cronos, pierda su poder.


Mmmm.. ve mi señor puede ser muchos sus presentes, que alteren el reino de mi hermana.

-Veo que viene a ver a mi padre… entonces he llegado a tiempo! – Una voz suave y calmada me saca de mis pensamientos. Volteo y me encuentro con el joven que el día de ayer parecía discutir con Cronos. No puedo evitar sentir que esto no traerá nada bueno.

- ¡Por qué mejor no pasamos, mi padre es una persona a la cual no le gusta que le hagan esperar! - Me dice con sinceridad mientras llega hasta mi lado.
-Tiene razón, joven dios Poseidon - Le sonrió y me giro en dirección a la puerta y la empujo con decisión. Mis ojos no tardan en encontrar la imponente presencia del dios del tiempo. Avanzo unos pasos, a su lado dos mujeres miran atentamente a quien acaba de interrumpir. Me sorprendo al ver a láquesis, siento que hay demasiados secretos a mi alrededor.

-Cronos, dios del tiempo. Es un honor que me invitara a compartir el desayuno con usted - Me inclino mientras espero su respuesta - Siento la tardanza.

Sonrio ante la caricia de mi Rey, cerrando mis ojos, para luego besar la mano que acaricia mi rostro deteniendola con la mía. Al momento que alzo la vista hacia los invitados de mi señor, pero no es tiempo que hable con ellos, no es momento, pues mi tela indicaba otra cosa. Dejo mi apariencia de la tejedora, para convertirme en la guerra que hacia temblar a las Keres.


Alzando mi poder rozo los labios de Cronos con los míos, suavemente mientras le hago desvanecerse, conmigo sin dar aviso ni a él mismo, desviando mi mira a la de mi hermana que me sonría de manera picara, y traviesa. Indicándole con mis ojos mis intenciones ante la mirada zafiro del Señor del Tiempo.

[color=orange]Parece que las sorpresas no se detienen. Frente a nosotros, al lado de Cronos, una inmensa e imponente mujer que parece deshacer todo a su alrededor con su mirada. Intrigado y porque no decirlo, intimidado, me mantengo a la espera de las palabras de dios del tiempo, ya que nos ha visto a mi y a poseidon....Sin embargo es cuando ella se inclina y le besa. La sorpresa es tal que busco la mirada del joven poseidon tratando de entender que sucede, más ante mis ojos, ambos han desaparecido.

-Se han indo... - Me digo sin entender todo esto. En el fondo me siento molesto. He tenido que dejar Hades para..., sonrió al darme cuenta que todo gira en torno a él ahora. Las ganas de regresar corriendo a su lado me abordan, pero, ¿debería reaccionar tan atolondradamente? Todo ya es demasiado sospechoso ya como para no pensar cual será mi actitud. Me pregunto si Hades me recibirá otra vez al regresar, ya que antes de irme, practicamente me le he confesado.

-Maldición - Sólo quiero regresar al templo de Hera. [/color]

- Seas bienvenido al reino del tiempo, príncipe de los hielos - Me saluda una de las muchachas que despreocupada disfruta de un pastel. ¿Quien es? me pregunto mientras la observo reír gracisosamente con toda la inocencia de una pequeña y observarnos como si fuera dueña del destino. Exasperado inclino la cabeza y me decido a responder costésmente a su bienvenida - Muchas gracias, mi nombre es Baldur encantadora princesa.

- mi querido Poseidón - Saluda ahora al dios a mi lado. Seguramente se conocen de antes.

- Perdone, pequeña princesa ¿Sabe usted si el señor del tiempo, regresará a esta habitación? - Me mantengo en el mismo sitio, he querido preguntarle a Hades que está ocurriendo, ya que se trata de su padre. Pero también ahora es cuando me sorprendo. ¿Para que Cronos me querría aquí junto a uno de sus hijos, el poderoso Poseidon deidad de los mares? No puedo dejar de estar inquieto.

Después de haber pasado la noche entera disponiendo todo para la cacería finalmente me encamine hacía el templo de Cronos, acompañado por mi perro Nerón, y llevando las ropas mas ligeras que tenia, sin ningún fragmento de armaduras o la usual capa que suelo llevar sobre mis hombros, únicamente iba acompañado de Nerón y de una espada larga y delgada que colgaba de mi cintura. Me adentre en el Templo dirigiéndome de inmediato hacia el comedor, topándome con algunas de las deidades que suponía estaban invitadas al evento que organizara Cronos. Sonreí divertido y me acerque hasta la mesa seguido por mi perro que ladró con fuerza para llamar la atención de los presentes.

- Espero no interrumpir nada importante - Volteo a ver a los presentes observando la ausencia del anfitrión - Tío, Atropo - sonrío inclinando la cabeza - gusto en verlos de nuevo, incluso el príncipe de los hielos nos acompaña, es un placer verte aquí - Sonrío de nuevo.

Me dirijo hasta Atropo y tomo un pedazo de su pastel con mi dedo indice llevándolo hasta mi boca - ¿como pueden gustarte las cosas tan dulces?

Toco la mejilla de Atropo con el dedo, con el cual probé su pastel y volteo a ver a mi tío al momento en que me ofrece asiento - No gracias tío, por el momento así estoy bien - le lanzo una sonrisa a Nerón y de inmediato se acerca a mi sentándose a un lado de Atropo, viéndola fijamente mientras su lengua pasaba alrededor de su hocico, antes de ladrar nuevamente y continuar viendo a Atropo con los ojos fijos en el pastel, me paso por detrás de la silla y me inclino hasta alcanzar el oído, de la pequeña, con una sonrisa en los labios.

- A Nerón le encantan las cosas dulces - digo en voz baja con un tono de voz que delataba mi diversión.

A pesar de que estar jugando con Atropo he permanecido atento a la conversación escuchando atentamente como de costumbre cada palabra que dicen, me toma por sorpresa el comentario acerca de mi alma y me incorporo mirándoles como si hubiera escuchado mal, voltee a ver a Nerón con el ceño fruncido sin entender de donde alguien puede hacer semejante comentario de mi persona solo por un perro, como de costumbre Nerón me devuelve la mirada imitando mi gesto y acomodándose en su lugar como si el también estuviera indignado por semejante comentario.

La verdad es que es el comentario mas benévolo que he oído hacia mi persona y me a tomado con la guardia tan abajo que no puedo evitar bacilar un poco con mis acciones después de eso, por lo que solo me dirijo a una silla y me siento antes de tomar un pan y llevármelo a la boca sin hacer el menor comentario.

Nerón me sigue con la mirada y luego de un momento se hecha a un lado de mi.