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| El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado | |
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Autor | Mensaje |
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goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
Cantidad de envíos : 667 Edad : 49 Alas de Fuego : 310088 Fecha de inscripción : 04/06/2008
| Tema: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Sáb Jun 14, 2008 6:01 pm | |
| TITULO: EL ANGEL DE LA DESTRUCCIÓN Serie: Saint Seiya Renuncia o Disclaimer : Los personajes son propiedad de Masami Kurumada, y son utilizados en esta historia sin fines de lucro Resumen:Las promesas hechas deben cumplirse hasta el final esto es lo que nos enseñará el protagonista de esta historia. Pareja: Shaka & Shun, Iki & Aioros, Shion & Dohko, entre otras Clasificación: NC-18 Advertencias: Romanticismo, Lemon, Mpreg, Acción [center] CAPITULO 1: LA PROMESA ¡Mi ángel de la destrucción! Un potente cosmos le llamaba directamente a su alma. ¿Quién me llama? se preguntó y lentamente fue abriendo sus ojos y sus retinas no determinaban más que la penumbra del vacío, se veía sumido en la oscuridad total, no se podía mover, su cerebro emitía las órdenes pero sus músculos no obedecían, se sentía indefenso y desesperado. ¿Quieres que ellos vivan, que Atenea vuelva a la vida? Le inquirió en el mismo instante que le mostraba las imágenes de sus amigos y hermanos, y Atenea, en aquel vacío. El cuerpo inmortal de Hades, había sido derrotado, él era su reencarnación, sabía que el Inframundo, era parte de un equilibrio perfecto, y ninguno de ellos merecía morir, así que escuchó con atención lo que la voz le tenía que decir. Su cuerpo flotaba en la nada, pero su alma podía sentir el dolor de los demás habitantes del mundo de los muertos, oía los lamentos de los espectros, los habitantes del Eliseo, tanto sufrimiento y él podía calmarlo y a la vez volver a la vida a sus hermanos y a su amado. Acepto tu proposición, dijo sin pensarlo mucho, es mi destino, al cual no puedo eludir. Entonces, sea hecho- expresó cerrando el trato con esa hermosa criatura. Pero de éste trato y de los conocimientos que te he dado, nunca podrás revelarlo, si no todo será inútil, ellos volverán a la oscuridad. Le sentenció. Soy Andrómeda Shun, el hermano menor del Caballero del Fénix, y nunca rompo mis promesa expresó orgulloso. Cuando, sintió una mano acariciar su rostro delicadamente. “¡Ahora y siempre mi precioso Ángel de la Destrucción!” En el santuario todo fue alegría dónde volvieron todos los santos dorados incluidos el Patriarca con su diosa. El caballero del Fénix, le abrazaba cariñosamente, a su lado venía Hyoga, quién le sonreía dulcemente. Pegaso siempre al lado de Saori, el Dragón caminaba al lado de un rejuvenecido Dohko, quién le abrazaba consolando. Detrás ellos, se encontraba él, quién no le quitaba el ojo de encima y su semblante se denotaba muy serio. En los brazos de su hermano se volvió, para enfrentarlo, le sonrió dulcemente, y él bajo su mirada. Pero la felicidad fue pasajera, después de una reunión de todos los dorados con el patriarca y su diosa, determinaron algo que fue impensable. Todo había pasado tan rápido, que ahora no podía creer lo que estaba pasando, sabía que se encontraba por el momento en la sexta casa, con su maestro. Cuando Camus, se lo comunicó en Acuario, no lo podía digerir ¿Cómo era posible que Atenea, se atreviera a juzgar a Andrómeda como un traidor? No cabía en su mente. ¿Esto no puede estar pasando?, es inconcebible.- repetía una y otra vez. Hyoga corrió desde el onceavo templo hasta el sexto, con estos pensamientos en su mente, su corazón corría acelerado en su pecho y golpeaba sus sienes dolorosamente. Llegó al templo de la virgen sin aliento, en la entrada del mismo se encontraban sus compañeros, y entre ellos el Fénix, quién discutía con Aioria y Milo, para que le dejasen verlo. ¡No puedes entrar, Fénix! Se escuchó la voz firme del Caballero de Leo. Atenea lo ha prohibido, ninguno puede acercarse al traidor-concluyó Milo sin mirarlo. ¡Mi hermano no es ningún traidor, desgraciado!- le gritó asiéndolo del cuello. ¡Trágate tus palabras Escorpión! nosotros luchamos al lado de Atenea cuando todos ustedes eran traidores bajo las mandatos de Saga, ¿Cómo te atreves a llamarlo traidor? continuo el Fénix Tú también fuiste un traidor, el hermano de un traidor, también lo es él, aseveró Milo. Aquellas crueles palabras lastimaron el corazón de Iki. Aioria recordando todo lo que pasó con Aioros bajó su mirada. Y apretando sus dientes, expresó con voz susurrante. ¡Cállate Milo, no es bueno luchar entre caballeros!-le ordenó alzando su cosmos. Él ha luchado, por Atenea en innumerables batallas y ha derramado su sangre por ella, así que tenle respeto. Expresó en el mismo momento en que tomaba de los hombros al hermano mayor de Andrómeda, como su maestro que era, lo llevó a su templo. Iki, acompáñame, no empeores la situación, abogaré con Atenea para te dé permiso de verlo, expresó a la vez que lo alejaba de allí. Entiendo perfectamente tu situación, yo estuve en tu caso, con mi hermano, así que puedes contar con mi apoyo, le expresó al momento de que su mano descansaba en el hombro del indomable fénix. Aioria, levantó sus ojos a las estrellas del firmamento y la brisa jugaba con su melena caoba, dándole la apariencia del León dorado que era. Mi hermano, no me abandonó cuando pelee en contra de Atenea, le soltó el Fénix, a la vez que imitaba la posición de su nuevo instructor. Leo le escuchó en silencio, asintió con su cabeza, permitiéndole seguir. Shun, nunca abandonó a Atenea, proclamó con su cuerpo temblando de furia. Aún cuando Hades, le tenía dominado, él logró salir de su dominio por un momento, me rogó que acabará con su vida, para evitar la pelea, le expresó, con sus manos fuertemente apretadas, en el mismo instante que densas lágrimas resbalaban por su tez morena. ¡Yo no pude hacerlo! ¡No pude matar a mi niño! a mi hermanito-sollozó desconsolado. Mi hermano, no es ningún traidor, aseguró con firmeza. Aioria le miró conmovido de conocer el lado más sensible del rudo caballero del Fénix, su amor por su hermano menor y le recordó tanto a su querido Aioros. Le sonrió dulcemente, a la vez que le brindaba su hombro para que se desahogue completamente. Shaka, no permitirá que lo lastimen, eso nos ha dicho y dejo bien claro, Shun es su alumno y sucesor le calmó mientras que revolvía los mechones azulados del fénix. Y yo abogaré por mi indomable alumno. ¡Eh, arriba ese ánimo Fénix!- le dijo muy serio. Creo que mi hermano mayor también lo hará. El fénix asintió a la vez que caminaba hacia el jardín alrededor del quinto templo, se perdió de la vista del caballero dorado, en el momento que él más joven atravesaba una formación de rocas que daba al acantilado, de dónde podía observar el mar iluminado por la luna llena. El león dorado suspiró, y dirigió su vista hacia el sexto templo, odia todo lo que estaba pasando, se enrumbó de nuevo a su puesto. ¡Milo, déjame pasar! Exigió el cisne firmemente, y su mano coloco enfrente de los ojos del Escorpión enseñándole un pergamino con el sello de Atenea. "Tengo el salvoconducto de Atenea, solicitado por mi maestro Camus," sin inmutarse le enfrentó fríamente, al mismo tiempo su cuerpo difuminaba su gélido aliento. Milo asintió, dejándolo pasar al templo de la virgen. Hyoga, caminó adentrándose por el elegante edificio, en el centro del mismo se encontró con Shaka de Virgo, quién permanecía en posición de loto, meditando con sus ojos cerrados. Arrodillándose frente a él, el hombre más cercano a un dios, él así llamado Tesoro del Cielo. ¿Cisne Hyoga? Preguntó intrigado el caballero dorado por la presencia del caballero divino en su templo más aún cuando Leo y Escorpión por mandatos de Atenea, no dejaban pasar a nadie. Tengo el permiso de Atenea, para hablar con él. Expresó tendiéndole el pergamino, con su cabeza baja en señal de respeto. Abandonando su posición de loto, se levanta para tomar el rollo con sus manos, suspiró, tocándole el hombro a Hyoga, le dijo con voz tranquila. ¡Ve, sé alegrará de verte, Cisne! El más joven asintió y se dirigió a las habitaciones privadas de ese templo, hasta llegar a una puerta de madera antigua la cual golpeo suavemente pidiendo permiso para entrar. ¡Adelante Shaka, sabes que no tienes que tocar! el eco de una voz melodiosa desde dentro de aquel recinto llegó a sus oídos. y se apresuró a ingresar en la habitación, para obtener la más fascinante visión, que le cortó la respiración. Sentado en el marco de la ventana observaba la luna llena, con la recámara en penumbra, su cabello esmeralda era mecido por la brisa salada del Mediterráneo, con sus brazos sostenía sus rodillas, una larga túnica blanca cubría su delicado cuerpo. Al sentir la presencia en su cuarto que no era la Shaka, volvió su rostro, hacia su interlocutor, encontrando a Hyoga recostado en la puerta de madera. ¿Hyoga? Inquirió al denotar su silencio. El caballero del Cisne, le tendió la mano, invitándolo a acercarse a él. Dejando su improvisado asiento, se dirigió a su llamado. Hyoga acortó rápidamente la distancia abrazándolo. El menor le asió de la cintura, con sus ojos cerrados. ¿Cómo sucedió esta pesadilla, Shun? Susurró a su oído, deleintándose en su aroma fresco. ¡No te preocupes, por mí Hyoga! Su delicada voz, llenó sus sentidos y con gracia interrumpía su abrazo sobre el mayor, a quién le tomó de la mano y le guío al lecho, para sentarse a conversar. ¿Cómo me dices que no preocupe, que esto te esté pasando en tu estado…? Las palabras salían desembocadas de la boca del Cisne, los pequeños dedos de Andrómeda le acallaron. Hyoga, tú eres el único que lo sabe, le dijo sonriendo, mi querido hermano y confidente. Tomando la mano de Hyoga, la llevó a su vientre, en silencio suspiró. Iki debería saberlo, le sugirió, no obstante Shun negó con su cabeza. No quiero preocuparlo más de lo que ésta. Se negó a involucrarlo y encaminándose a la única ventana de esa habitación, se aferró a la fría piedra suspirando para luego volverse a su interlocutor. Y el padre de la criatura, lo sabe amigo, le preguntó colocándose a su lado. Andrómeda le miró seriamente y con su mano retiraba un mechón dorado que rebelde caía sobre el ojo de Hyoga. El padre de la criatura, soy solo yo, afirmó al no desear revelar su nombre. Pero Shun…Andrómeda de nuevo le acalló. Lo prometiste Hyoga, que no harías preguntas, ni contarías nada a nadie, ¿Cierto? El cisne asintió. ¿Pero lo que no entiendo amigo, como es que te acusan de traidor? Porque, en cierta forma lo soy, para ellos soy el causante, de todas las guerras santas, que ocurrieron en esta época, de la toma del santuario por parte de Arles, del asesinato del Gran Maestro Shion, del despertar de Poseidón. ¡Ah, se me olvidaba!, de la rebelión interna de los santos dorados, sus labios iban enumerando, cada una de sus acusaciones al momente de también representarlas con sus dedos, y a cada situación que denotaba le sonreía tiernamente.
Última edición por goddesniquel el Dom Abr 11, 2010 11:03 am, editado 12 veces | |
| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Sáb Jun 14, 2008 7:20 pm | |
| ¿Cómo puedes decir así como así, todas las infamias de las que te acusan con esa sonrisa en tu rostro, niño? Le gritó el Cisne sacado de sus casillas y visiblemente afectado por la situación, mareado se tuvo que sentar en el primer lugar que encontró. Andrómeda se arrodilló frente de dónde él estaba sentado y colocando su cabeza en su regazo suspiró. Porque yo mismo me las creo. Tal vez sea ese monstruo que describen, Cisne, exhaló cansado, sin querer dar más argumentos. ¡Tú eres el caballero del sacrificio! Jamás serías ese monstruo, que esos estúpidos te acusan, le aseguró dejando su asiento para hincarse a su lado, tomando su rostro con sus manos, continúo: ¡Eres, la persona que primero se sacrificaría por cualquiera de nosotros, a la que debo mi vida! ¿Quién te acusó de traición, Shun? Sus diamantes se clavaron en sus esmeraldas, y le preguntó sin dejarlo apartar sus brillantes ojos de los suyos. Shun, su mirada estaba cargada de una solemne seriedad. Hyoga solicitaba saber el nombre de su acusador. Le acarició la mejilla al Cisne y le habló quedito: ¿Para qué quieres saberlo, no cambia la situación? ¡Por favor, Shun no me ocultes nada! Quiero entender el ¿Porque los caballeros dorados no te defendieron? Inquirió suplicante. Andrómeda negó con su cabeza, no pudiendo evitar el dolor que iba a sentir su casi hermano ante su revelación. Fue Atenea, le confesó y dejando su postura se ponía en pie, jalando consigo. ¿Pero porqué Saori, haría tal cosa, Shun? Aquí debe haber una equivocación, en el momento que lo tomaba por los hombros con sus manos temblorosas, negando con su cabeza la verdad emitida por los sonrosados labios de Andrómeda. Muy sencillo amigo mío, porque soy el hermano legítimo de Pandora, compartimos la misma sangre, Pandora nunca mintió cuando dijo que era su hermano menor, le soltó al mismo tiempo empujándolo levemente hasta chocar con la puerta de la habitación. ¿Qué? Gritó ahogado por el peso de sus palabras y sin entender. ¡Tú eres Shun, el hermano pequeño del Fénix Iki! Nacieron de la misma madre, continúo emitiendo cada vocablo lentamente. Sí, estas en lo correcto, nacimos de la misma madre, pero no indica que tuviéramos el mismo padre, soy el hermano del Fénix, por lazo de sangre materna, y de Pandora por nuestro padre, él cual es Hades, el dios de los muertos. ¿Ahora comprendes amigo? Le gritó al momento de soltar su agarre sobre él. Sí, esa es la mirada de espanto de los caballeros dorados al saber la verdad, se sonrió con ironía al ver su faz contraída y fríamente le empujó lejos de sí, aunque su corazón se partía por dentro al ver el terror marcado en los ojos de hielo, de su mejor amigo. Era mejor así, que le pensarán traidor, suspiró y se dio la vuelta para volver a su recién formado refugio en el marco de la ventana de la habitación de Shaka. ¡Shun! Su tmbre de voz apenas audible le convocó. El caballero de Andrómeda sin retirar su mirada de la luna llena, dio por terminada la conversación. Caballero del Cisne agradezco tu visita, pero estoy cansado deseo retirarme a dormir, si eres tan amable de dejarme solo. Hyoga tembló ante la frialdad con que le había respondido Andrómeda e iba a decirle más, pero la puerta de la habitación se abrió apareciendo por ella el caballero dorado, guardián de la casa y dueño de la alcoba. Al verlo el caballero de bronce hace una reverencia y sale del recinto, aún con sus piernas temblando, escucha el rechinar de la puerta de madera al cerrarse. Se apresura a salir de ese templo para buscar al Fénix, para contarle lo que le es permitido sin faltar a su promesa. El debería saber sobre el nacimiento de Shun, eso le ayudaría para demostrar su inocencia, se determinó en el instante que desembocaba en la salida del templo, encontrándose de frente con el Dragón y Pegaso, quiénes le cayeron de improviso cortándole el paso, desesperados por saber como se encontraba el pequeño Andrómeda, él les miró como ido. Pegaso lo sacudía tratando de que él hablara, hasta que por fin él reaccionó, sacado de sus pensamientos, tomó con sus manos, las de Pegaso bajándolas de sus hombros. ¡Disculpa Pegaso, pero debo localizar a Fénix, inmediatamente, con su cosmos le buscó, lo sintió cercano al templo de Leo, sin perder más tiempo se enrumbo escaleras abajo, perdiéndose de la vista del Pegaso y el Dragón que le veían alejarse, sin comprender nada. ¡Ustedes dos! Se pueden retirar de aqu, les ordenó Milo. Nada hacen ahí parados, que por más que nos rueguen no podrán entrar sin un salvoconducto-continúo haciendo un mohín de disgusto en su rostro. Ambos sabían que ya era tarde, que Saori no les recibiría en su santuario así que optaron por retirarse cada uno a su templo, en compañía de sus maestros. Milo suspiró cansado, y sus piernas por fin mostraban su nerviosismo al no querer sostener su cuerpo más, descansando sus contraídos músculos relajaba su posición al dejarse caer sentado en suelo con su cabeza gacha. ¡Aioria, esta situación la detestó! Vociferó al instante que golpeaba con su puño las lozas del atrio del templo de virgo. ¡No eres él único Milo! ¿Qué culpa tiene él de quién fue su padre y como lo utilizó? Pero esa sinvergüenza que tenemos de diosa, lo ha acusado. Milo asintió cansado, cerrandos sus ojos y sintió como Leo se sentaba a su lado recostando su cabeza en el hombro del Escorpión. El Caballero guardián del octavo templo por su parte descansó su martirizada cabeza, en el duro Muro de piedra que sostenía el techo del templo. ¿Por qué insultaste a Fénix, Milo? Fue lanzada la pregunta esperando respuesta, pero lo único que obtuvo, es que el caballero del Escorpión alzara sus hombros, sin contestar. Sin importar lo que pensarán los estuvieran de guardia en su templo ni lo que pensará el mocoso, alumno de Camus, Shaka, había ingresado en su habitación. Tras haber escuchado parte de la conversación entre los dos más jóvenes, se le quedó observando detenidamente en la posición que tenía en el momento, sentando con la luz de la luna bañando su figura, sí, más hermoso que las mismas nereidas de Poseidón. Con sus ojos abiertos, contempló cada detalle de aquel cuerpo que él conocía perfectamente, y al cual adoraba. Sin hacer ruido se encaminó hacia aquel etéreo joven, suspiró en el momento que estiró su mano para acariciar aquellas sedosas hebras que brillaban bajo el encanto de la luna llena. ¡Shaka! Con anheló en su voz Andrómeda, le invocó. Brahman le rodeó con sus brazos, sus zafiros disfrutaron con el paisaje nocturno, con el hechizante ir y venir de las olas del Mar Mediterráneo que se contemplaba desde esa ventana, así como la luna reflejaba una hermosa estela de plata, en el ennegrecido mar. Andrómeda le echo un vistazo más al imponente Mediterráneo, para luego pasar sus delicados brazos por el cuello del mayor y esconder su rostro entre las cascadas doradas que poseía de cabello. Por su parte Virgo, le asió de su cintura y pasando su otro brazo por debajo de sus rodillas le levantó pegándolo contra sí. Shun le besó suavemente el cuello a su alcance y el mayor gimió ante ese amoroso contacto. Con delicadeza, se sentó con él en el lecho que compartían desde hace mucho tiempo. ¡Shun! Le llamó quedito, y sus dedos delinearon la piel del rostro, en una agradable caricia . ¿Sabes que puedes contar conmigo? ¡Yo te defenderé! Afirmó Andrómeda, le enmarcó el rostro delicadamente acariciándolo con las yemas de sus dedos, delineo cada parte del mismo con devoción, ante el delicado roce, Shaka se estremeció, tomando delicadamente su mano le detuvo, hasta que selló sus labios en un apasionado beso. Con él entre sus brazos se dejó caer en el lecho. Andrómeda se incorporó sobre el pecho del mayor apoyándose en sus manos, para mirarlo a los ojos con inquietud. Shaka le acarició el rostro hasta delinear sus labios, con deseo, sus dedos jugaron en ellos hasta que él los abrió y con su otra mano el caballero dorado le tomó la nuca para acercarlo a sus labios, fusionando sus bocas, y ambas lenguas probaban la miel que de ellas emanaban. Las ávidas manos del mayor iban desatando la túnica que cubría el delicado cuerpo de su amante, hasta retirar la vestimenta por completo que él mismo lanzó fuera del lecho. Exponiendo su gracia nata virgo, con sus ojos cerrados reconocía ayudado de sus manos, toda la extensión del cuerpo juvenil debajo del suyo, comenzó desde su rostro, primero palpando con sus dedos, y luego con su lengua y labios, logrando que él menor emitiera gemidos ahogados, los cuales acalló el mismo Andrómeda mordiéndose su mano. Al llegar a su pecho, pasó la lengua entre los pectorales, Shun se retorció de placer debajo de Shaka, al mismo tiempo que sus hombrías se rozaban despertándose una a la otra. Andrómeda recordó la vigilancia apostada por Saori, fuera del templo, y cuando Shaka iba a tomar con su boca una de sus tetillas, le detuvo el rostro con su mano. ¡Para, por favor! Le suplicó. No estamos solos, ellos nos podrían descubrir y serías castigado conmigo. Shun, yo te amo y ellos lo saben, quiero disfrutar esta noche contigo, sus palabras expresaron su juramento eterno y sin esperar más ansioso tomaba la hombría de Andrómeda con sus manos, jugando con la punta de la misma, con su dedo índice. El gemido de Andrómeda, retumbó en el templo, al mismo momento que la sangre de su corazón se desbocó por todo su cuerpo golpeando duramente su cerebro. Pero… el caballero dorado de Virgo le acalló tomando con su boca la erección de su amante, la cual atendió como sólo el sabía hacerlo hasta que el néctar de su cuerpo se desbordó en su boca. Tragó toda la esencia que brotaba de él relamiéndose los labios. Quiero que sepas que he perdido todo el respeto que Atenea me merecía, ella al acusarte de traidor, solo por tu nacimiento, del cual no tienes culpa alguna, perdió mi respeto de reconocerla como diosa. Con sus palabras se consagraba a su único amor con la seriedad de su ser milenario, sus manos se dirigieron a asir las delicadas extensiones que resguardaban la entrada de su más ansiado tesoro, después de comprobar su tersura con sus yemas, le separó sus piernas, en un elegante rito, para ubicarse entre ellas. Se lamió los dedos de una de sus manos, admirando la perfección de su amado, le grababa con los zafiros que ocasionaban la muerte de sus enemigos al momento de contemplarlos, sus largos cabellos dorados esparcidos sobre sus hombros y rozaban sus rodillas levantadas a cada lado del cuerpo de aquel hombre que es el más cercano a un dios. Mañana si deciden ejecutarte, el sonido de su voz susurrante, y afectada de una solemnidad de un ofrecimiento, declaró su voluntad: Me tendrán que ejecutar contigo, porque pelearé a tu lado, porque sin ti no tengo vida, lentamente pronunció cada vocablo y sus dedos se internaron dentro de su amado, preparándolo para recibirlo, a su vez que una de sus palmas descansó en el plano vientre, sintiendo sus reacciones. El caballero del sacrificio, cerró sus ojos sosteniendo entre sus manos la sábana del lecho y echando su cabeza hacia atrás gimió en cada movimiento de los dedos expertos de su amado. Al momento de penetrarlo Shaka, le tomó su mano entrelazando sus dedos, ubicando su hombría en la estrecha entrada que él mismo había preparado para él, con su otra mano asió la cadera para sostenerla en la posición deseada, tomó posesión de él despacio, y sus labios degustaban las mieles oculta en ese ser, le besaba con pasión recibiendo en su boca todos sus gemidos. Cuando ambos se acostumbraron uno al otro, Shaka impuso su ritmo tanto con su cuerpo como con su mano, lento algunas veces en otras rápido, quería que esta fuera su mejor noche y tal vez la última. Andrómeda le susurró entre besos ¡Te amo, Shaka! Como si de un mantra se tratase. El imponente caballero de Virgo, le observaba guardando en su mente y corazón cada una de sus expresiones, delineaba su rostro con sus dedos trémulos, sus labios de los cuales salían aquellas palabras que eran las mejor de las oraciones emitidas por un ángel. Hasta que llegó al clímax, estallando dentro de él y Andrómeda en su vientre y mano. ¡Te amo, Andrómeda, más que a mi vida o mi rango de caballero! Le juró en el momento que lamía sus dedos, y caía en su pecho escuchando el sonido que más amaba en esta vida, él canto del corazón de un ángel. Aún entrelazados uno en el otro cayeron en un reparador sueño. Sin importar lo que el mañana les reparara.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
Cantidad de envíos : 667 Edad : 49 Alas de Fuego : 310088 Fecha de inscripción : 04/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Sáb Jun 14, 2008 8:03 pm | |
| CAPITULO 2: La Coalición Dorada. Milo con sus ojos cerrados, y sintiendo a Aioria apoyado en su hombro, ambos descansaban la situación los estaba minando, pensaba el Escorpión que sería de Camus, quién había peleado al lado de Hades, en busca de la cabeza de Atenea, de seguro ellos serían los siguientes en ser de nuevo los llamados traidores, entendía perfectamente la actitud de Shaka, pero él debía seguir las mandatos de Atenea. Camus, susurró desesperado. Aioria le escuchó susurrar, y colocó la mano en su pecho, como para recordarle su presencia, el Escorpión dorado, le tomó la mano y estalló en llanto reprimido. El León le acunó en su regazo, sin mirarle acariciándole, la sedosa melena turquesa de su amigo. ¡Ay, Milo! Eres como un verdadero escorpión cuando te sientes en peligro o triste tratas de defenderte aguijoneando a todos con tu veneno. No has tenido ni compasión por el dolor de mi alumno, solo has visto el tuyo propio. ¿No, amigo? El Escorpión asintió en silencio, mientras era consolado por su compañero de armas. Nunca he sabido reaccionar de otra manera, amigo. Aioria le escuchaba con atención sin dejar acariciar los mechones rebeldes. Mira en la situación que se encuentra Shaka, esa maldita a la cual servimos, ha decidido acabar con el chico, por primera vez hoy observe la desesperación en los ojos del caballero más pacífico de nosotros, el que siempre se encontraba en estado de vanidad, continúo. Me pongo a pensar en Camus, y los demás que sirvieron a Hades, en la batalla pasada, que al igual que Andrómeda no tuvieron culpa, serán tratados igual, tarde o temprano, aunque la desgraciada, sabe que para juzgar a Andrómeda necesita a la Coalición Dorada. Terminó por fin el Escorpión, acallándose a sí mismo, en el momento que siente la llegada de sus relevos, deja su cálido resguardo en el regazo del León, para levantarse al mismo momento que lo jalaba consigo. Al estar ambos en pie se seca sus lágrimas con el dorso de su mano, y sensualmente acomoda su larga cabellera. En el mismo momento que de la escalinata que comunicaba el templo de Leo con el de Virgo, aparecía Saga, con sus cabellos alborotados divinamente por el viento a su lado asido de la mano de Géminis, caminaba con su cabeza baja Mü de Aries. Milo caminó determinado hacia Saga, a quién apretó su mano en saludo y abrazó a Aries y con cariño le levantó el rostro, ¡Vamos Mü, quita esa cara!, verás que las cosas se solucionaran, le animó Milo, lo cual le ganó una sonrisa de agradecimiento en el rostro de Géminis, quién asintió devolviéndole el gesto, para después apartarse para cederle campo a su compañero. Aries abrazó fuertemente a Aioria, y le preguntó al oído: ¿Cómo han estado? Fue el susurro, inquiriendo sobre los habitantes del sexto templo. A Aioria se le fueron todas las fuerzas, que había guardado en ese momento y escondiendo su rostro entre el cuello y el aromático cabello de Mü, le contó: Shaka, se encuentra con él, bueno tú sabes, ni siquiera le ha importado nuestra presencia, suspiró cansado a la vez que levantaba su rostro al estrellado cielo. ¿Por quién hemos peleado todo este tiempo, Aries? Pregunta a la cual no esperó respuesta, ya que soltando su abrazo, sin echar de ver a Saga, ni despedirse de los demás avanzó a su templo sin mirar atrás. Los tres caballeros dorados, se le quedaron observando en el momento que desaparecía de sus vistas, y el destellar minutos más tarde de la casa de Leo a recibir a su dueño, y el lamento de la armadura del León dorado resonó en el Santuario, como un fuerte rugido, que heló las almas de sus compañeros de armas. Aún en la planicie cercana a la casa de Leo, Hyoga, lloraba ocultó en las sombras, pudo sentir claramente, lo ocurrido en el sexto templo, al momento de su partida, ahora conocía con claridad quién era el padre de la criatura, con su mano acalló sus sollozos. Con razón Shun, no le quería develar el nombre del padre, y quería ocultarlo al Fénix. Pensó mientras su cuerpo se convulsionaba en un desgarrador llanto. Sintió que alguien le abrazó acunándolo en su pecho, con sus ojos nublados en lágrimas logró divisar a la persona que buscaba, quién también pudo adivinar lo pasaba en ese templo, tembló en sus brazos. ¿Iki, tú…? iba preguntar Hyoga, pero se acalló, pensándolo mejor, trató de mentirle. No es lo que piensas, Shun jamás te traicionaría… le defendió desesperado con sus palabras desbocadas entre sollozos que no podía reprimir: las cosas no podían estar peor, ahora Iki, se enteraba de lo que Shun le había ocultado a sus hermanos, pensó. Y no me ha traicionado, hermano. Le contestó calmado, y con sus dedos le limpiaba las lágrimas en el rostro de mármol del Cisne. ¡No entiendo! exclamó mirándolo extrañado. Iki, le levantó consigo, a la vez que lo llevaba por el sendero que solo los caballeros de Leo conocían hacia el mirador de un acantilado, que era su lugar de retiro. Sentándose debajo de un enorme árbol de almendros, invitó al Cisne a acompañarlo, lo cual el menor hizo de inmediato y lo hizo callado sabía que Fénix necesitaba hablar y él iba escuchar, simplemente. Sabes, después de la Batalla por la doceava casa, yo me le declaré a Shaka, se sinceró con él sin dejar de mirar el ir y venir de las olas, pero él, me dijo que se sentía muy honrado por mis sentimientos pero no podía corresponderme, porque su corazón le pertenecía a Shun, a quién había conocido desde su entrenamiento en la isla de Andrómeda, cuando fue enviado por el Patriarca a conocer a su sucesor, aunque claro Shun nunca lo supo porque Virgo se lo ocultó, para protegerlo. Hyoga, le miró de reojo, sabía que a Iki, le costaba mucho sincerarse, y que lo hiciera en este momento era que lo estaba tomando como si él se fuera su querido hermano menor, era lo más cercano a él que tenía. Así que posó su mano en el hombro del mayor, como indicándole que continuara sin palabras. Aunque por lo que noté sus diferencias quedaron atrás hace mucho tiempo, le soltó sonriendo hermosamente, lo cual me alegra, así que no debes angustiarte, por ello. Hyoga le devolvió el gesto tímidamente y se atrevió a preguntar ¿Iki, tú todavía amas a Virgo? Y esperó en silencio sin dejar de mirarlo a los ojos seriamente. El Fénix, suspiró como tomando valor, ante la mirada inquisidora, pero le contestó con otra pregunta ¿Y tú Hyoga, aún amas a mi hermano, sabiéndolo de otro hombre? Porque ese llanto desesperado no era sólo porque tenías lástima de mí. Le afirmó sosteniéndole la mirada, a la cual Hyoga bajó sus ojos, afligido. ¿Cómo lo sabes, Iki? Balbucéo temblando de dolor y angustia. Yo nunca tuve el valor decírselo, es algo que guarde en mi corazón, aún sin conocer al hombre que me lo había arrebatado, ahora que sé quién es, me veo en desventaja, jamás podré competir con el Tesoro del Cielo, le declaró quedito. Tú mismo has contestado tu pregunta hacía mí, ¿Como podría competir yo con un ángel como mi hermano? Le enunció sonriendo, ambos perdimos Hyoga, pero sin embargo no estamos deseándoles el mal, porque los amamos no es así. Cuando veo los ojos de mi hermano mirar a Shaka me siento feliz, porque notó su gran amor y dedicación, continúo con orgullo. A lo que Hyoga asintió mirando las estrellas de la Constelación de Andrómeda. Pero duele perder su brillo, saber que no nos pertenece, que su estrella brilla para otro. Concluyó sonriendo. Iki, he podido ver a Shun, y me ha contado que Atenea, fue quién le acusó, le informó esperando la reacción del Fénix, quién le miró con sus ojos entrecerrados, levantándose de su lado como si hubiera sido electrocutado. El se incorporó con rapidez y enfrentó al Fénix quién empezaba a brillar envuelto en su cosmos y tomándolo del brazo le detuvo, aplicando su aire congelado para llamar su atención. Y con voz firme continúo: ¿Qué sabes del nacimiento de Shun, Iki, es importante para salvarlo? Se ha confirmado que Shun y Pandora Diermissen comparten la misma sangre por parte de padre, por lo cual lo hace su legítimo hermano menor. Iki sopesaba cada palabra, sus ojos centellaban potentes llamas, sin quitar sus ojos de los hielos que poseía Hyoga, que lo veía seriamente, esperando su respuesta.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Sáb Jun 14, 2008 8:50 pm | |
| Iki, se adentraba en su mente, tratando de recordar pero todo en su memoria era sombras. Hyoga le miraba ansioso por su respuesta, en el momento que su espíritu rogaba al mismo Hades, que salvara a su niño, ya que Atenea le había abandonado. Dentro del sexto templo, Shaka permanecía con sus ojos cerrados aún cubriendo a su amor con su cuerpo, y enfundado en él sintió su acompasada respiración lo que le indicaba que ahora por fin dormía algo a lo cual sonrió. Pudo percibir claramente, el cambio de guardia, suspiró hastiado, con delicadeza salió de él, Shun emitió un pequeño quejido al sentirse separados, abrió cansadamente sus ojos, para encontrarse con los de Virgo quién le miraba sonriendo, y acalló cualquier queja mientras le besaba sus labios, contra ellos le susurró: ¡Descansa, los dos lo necesitan! ¿Y tú? Preguntó aún soñoliento, hasta que las palabras de Shaka penetraron completamente en su adormilado cerebro. ¿Los dos? Susurraron sus labios lentamente. Al mismo momento que sus ojos miraron los de Shaka asustados, inquiriendo lo que sus labios habían declarado. Virgo acarició sus cabellos, besando su frente, cuando su mano siguió el trayecto que lo guiaba a su vientre, dónde se detuvo y apretó levemente la suave piel. Hace dos meses que me indica su presencia, nuestro hijo me llama cuando estoy lejos de ti y me saluda al estar a tu lado. ¿Por qué no me lo habías comunicado? Estaba esperando oírlo de tus labios, Shun, le reclamó sin retirar el cobijo que ejercía en su vientre. A Andrómeda se le llenaron los ojos de lágrimas, las cuales había jurado a sí mismo no volver a dejarlas salir. Tendió sus brazos hacia él, quién le recibió en su pecho sin dejar acariciar su vientre. ¡Yo no quería contrariarte e incomodarte con un hijo! Y menos con una nueva guerra santa encima, me extrañó tanto cuando aceptaste que Saori me mandará a Japón, me sentí ofendido, así que decidí guardarlo en secreto más tiempo, hasta saber en que terminaría todo, sé sinceró refugiado en su pecho. Pero quería protegerlos, y ese fue mi error, se lamentó. Hades…, Shun le acalló asaltando sus labios con su boca, besándolo apasionada y sus dedos le acariciaban su cabello, poco a poco el le tumbó de nuevo en el lecho, profundizándolo. Al sentir la falta de aire, se separaron en delicados besos. Shun tomó con sus manos trémulas el rostro de Shaka enmarcándolo con ellas, le susurró con una sonrisa: ¡Shaka, vas a hacer padre, espero un hijo tuyo! ¡Oh Shun, te amo! Los labios desesperados no dejan lugar sin ser adorado por ellos, probó de sus labios las mieles de sus palabras y de su alma y su voz cargada de felicidad confesó su gran júbilo: ¡Me has dado el regalo más grande de este mundo! La mano de Shun se posó sobre la Shaka, que no se había retirado de allí. Virgo se levantó delicadamente viéndole a los ojos que le veían con devoción besó su vientre delicadamente: Cuida de papi mientras regreso, bebé, le habló a su hijo, causando una sonrisa amorosa en su amado, ambos permanecían con sus manos enlazadas delicadamente. Ahora tengo que salir un momento; le explicó descansa un rato, te traeré algo de tomar no has comido nada, puede ser una infusión de hierbas para que tu estómago se asiente; le sugirió a la vez que se colocaba su sari, y se acomodaba su cabello, mientras le conversaba y le miraba con preocupación esperando su respuesta, Andrómeda asintió con sus ojos. No has retenido nada de tu alimentación, los achaques te han pegado duro. ¿Verdad? le preguntó sentándose en la cama al mismo momento que le acariciaba el vientre. Andrómeda le sonrió como un niño descubierto en una travesura y le contestó tímidamente: Sí, últimamente es poco lo que retengo en él, todo me provoca nauseas. ¡Ya veo! Dijo distraídamente, al poner toda su atención al asir con delicadeza los cobertores con ellos cubrió su cuerpo desnudo, aferrándolo de la cintura le acomodó en las almohadas, besando su frente, me ocuparé de eso, pediré algo a Afrodita, él sabe de algunas hierbas para calmar las nauseas, ahora duerme un rato, yo te despertaré cuando lo tenga listo. A lo que Shun asintió acomodándose de medio lado, cerrando sus ojos. Aún con sus párpados bajos, ocultando sus esmeraldas, escuchó como su querido Shaka abandonó la habitación al oír el rechinar de aquella antigua puerta de madera, abrió sus ojos, observando la penumbra frente a sus gemas. ¡Ay, Shaka ahora seremos dos los que sufriremos! se lamentó. Al momento que recordaba los hechos sucedidos esa mañana. Como todas las mañanas había despertado en los brazos de su amado, sin querer sintió su estómago convulsionar en arcadas, con cuidado de no despertarlo, corrió envuelto en una de las sábanas hacia el retrete dónde vacío todo lo que contenía, sostenido de él, sus piernas temblaban debido al esfuerzo, respiró profundamente tratando de calmar nuevas náuseas, que le quemaban las entrañas. Inclinándose de nuevo sobre él, vomitó su propia bilis. Cuando pudo terminar de vaciar su estomago, Andromeda todavía mareado, se sentó en el piso del baño, acariciando su vientre con sus ojos cerrados. Shaka quién sintió el movimiento de su niño con permanecía con sus párpados bajos haciendo la alusión que dormía le sintió apresurarse al baño, percibió perfectamente, como vomitaba, se sentó en la cama para luego levantarse y caminó hasta la puerta del mismo, dónde escuchó preocupado, como nuevas arcadas se hacían presa del menor y con su mano apoyada en la puerta dudo en entrar. Esperó unos segundos, y luego tocó levemente la puerta ¿Puedo pasar? Shun se levantó rápidamente y se fue al lavado enjuagando su boca y cara con abundante agua, dejó correr el agua del retrete, le abrió sonriendo ¡Buen día, amor! Virgo tomó con sus manos el rostro, y le besó en los labios ¡Buen día!, ¿Cómo amaneciste? Sin soltarlo esperó su respuesta ¡Excelente! ¿Y tú? Magníficamente porque estoy en tus brazos, bebé, le dijo tomándolo en brazos, las sábanas cayeron a sus pies, él se adentró en la regadera dónde ambos se bañaron. Andrómeda se encontraba sentado un buró frente a un espejo cepillaba sus sedosas hebras de esmeralda aún húmedas con delicadeza, por medio del reflejo del mismo observó a Shaka secarse su largo cabello con una toalla, sonrió ante la hermosa imagen de su adorado, bañado por los rayos del sol y su dorada cabellera desordenada, húmeda. Se sonrió, al ver su dificultad con la misma, delicadamente abandonó su posición y se ubicó hincado a espaldas de él subiéndose en el lecho, dónde se encontraba Brahman y tomó la toalla de sus manos y él empezó a secarla delicadamente. ¡Tienes un cabello hermoso! Admiró pasando sus dedos con suavidad entre ella, Shaka sonrió al verse mimado de ésta manera. Tomando un mechón de su cabello lo peinó a conciencia, encargado de esa labor, le preguntaba: ¿Qué piensas hacer hoy? Dentro de un rato quedé de encontrarme con Mu, hay algo importante que desea decirme, después nada, le aseguró. Tal vez podemos ir al Ágora, en los suburbios de Atenea, damos una vuelta y compramos lo que nos hace falta ¿Te parece? Por mí está bien, será divertido. Asintió sonriendo. Entonces en la mañana iré a dónde Iki, como todos los días al alba, ya sabes dónde encontrarme. Cuando hubo terminado de acicalarlo, se levantó de la cama, besándolo ligeramente en los labios salió como la brisa rápidamente de la habitación, dejando a Shaka muy preocupado. Ni siquiera había tomado el desayuno que estaba servido en la mesita de noche, suspirando cerró sus ojos, nadie aparte de Shun tenía el privilegio de obsérvalos. Ya hablaré con él, se dijo. Salió tras él, desde el atrio de su templo, pudo observar como Iki, ya le esperaba en la entrada trasera que comunicaba con su templo. Andrómeda corrió a los brazos del Fénix. Quién le alzó como si fuera un niño pequeño sobre su cabeza girándolo, al ver la hermosa sonrisa que se dibujó en sus labios, se sonrió, apoyándose en una columnas, cuando Shun le ve, le envía un beso con su mano. El fénix delicadamente le pone en el piso, y haciendo una reverencia ante el caballero dorado toma de la mano a Shun y se enrumba hacia un trillo lateral al camino principal, al lado de la ladera ambos desaparecen de su vista hacia el mirador. Iki, caminaba jalándolo delicadamente de su mano, Shun rápidamente corta la distancia asiéndolo del brazo fuertemente, sin querer, a sentido un mareo y para no perder el equilibrio, se sostuvo ferreamente de él, lo que ha hecho que su hermano pare de inmediato sosteniéndolo preocupado. Al notar la preocupación en el rostro de su hermano, Andrómeda le sonríe, excusándose: ¡Me has dado muchas vueltas, hermano, que me he mareado! Iki sin esperar más le toma en sus brazos, y camina hasta la sombra del almendro dónde siempre conversan por largos ratos. Me fascina, el aroma del mar, hermano, le dijo acomodándose en su regazo, con su cabeza apoyada en su hombro sintiendo el calor del cuerpo del poderoso fénix. Iki asintió, dirigiendo su mano hacia su cara le acariciaba absorto en la belleza de su rostro. Yo la paz que ahora vivimos, que todo haya terminado por fin, que te encuentres libre de él, terminó besando su frente. Shun, le sonrió tristemente. Más no le contestó nada. Así pasaron gran rato conversando, ahora Shun estaba de pie a orillas del acantilado e Iki en silencio le observaba, se le notaba más delgado, y sus mejillas habían perdido algo de color. Le preocupaba que Shaka, le hiciera sufrir, si era necesario tendría una conversación en privado con él, se dijo. Iba a levantarse para interrogar a su hermano, cuando sintió su presencia acercándose. Terminó de incorporarse y sacudir sus indumentarias de entrenamiento, las cuales eran de color negro, y llegaban a medio muslo, su cintura era ceñida con un cinturón plateado, al igual que sus krepis. Su hermano menor, ahora vestía una indumentaria parecida solo que de color blanco, su cintura la ceñía un cinturón color dorado, sus cabellos esmeraldas caían en hermosas hondas sobre sus hombros. Shaka por su parte portaba su sari blanco, con un manto azul encima, traía una capa negra, la cual colocó sobre los hombros de Shun, asiéndola con su indumentaria. ¡Buen día, Fénix! Le saludo amablemente, voy a tomar prestado a tu hermano, va ir conmigo al ágora en los suburbios de Atenea. ¡Buen día! Le contestó secamente, a la vez que se alejaba de hacia su templo sin ni siquiera despedirse. Andrómeda suspiró derrotado, siempre su hermano se comportaba así con Shaka. El caballero dorado lo sacó de sus pensamientos, besándolo en los labios, en el momento que le cubría la cabeza con la capucha, es hora de partir, le indicó. Ambos se encaminaron, bajando por un trillo al lado del mirador que daba a la playa, para luego, rodear la ladera del acantilado y tomar el camino hacia los suburbios. Shun tomado de la mano de Virgo, caminó a su lado observando maravillado, aquel pequeño pueblo a las afueras del Partenón, el ágora, era un gran mercado dónde todos los vendedores ofrecían sus productos y en dónde también se encontraba el gobierno tanto político, social y religioso de la Ciudad de Atenas, desde los tiempos antiguos. Las personas iban y venían sin que ellos llamaran la atención, los niños corrían alegremente a su alrededor, él no les quitaba la vista de encima, algo que detecto Shaka de inmediato, susurrándole al oído: algún día tendremos a nuestros hijos corriendo por aquí también. Shun al notarse descubierto se sonrojó y movió su cabeza afirmando tímidamente y sin darse cuenta acaricia su vientre. Shaka sonrió satisfecho, y disfrutaron de los pequeños en un alegre bullicio jugaban en una de las lujosas plazas. Fue cuando sintió la presencia de alguien que le observaba. Shun miró de reojo a Shaka quién estaba distraído sentado a su lado, tomando con sus dos manos la capucha que le cubría la cabeza, la corrió levemente para observar hacia el lugar dónde provenía las presencias, entrecerrando sus ojos los pudo ver, una mujer de cabellos color ébano y ojos plateados, con una armadura negra, a quién reconoció como Hécate, la bruja de los dioses, y a su lado se encontraba el primer juez Radamantis. Iba a levantarse hacia ellos, pero la mano de su amado le detuvo, él le volvió a ver sin pronunciar palabra, solo le veía algo agitado. ¿Pasa algo? Shun, negó con su cabeza, aún pálido de la impresión. Te ves agotado, será mejor que compremos lo que necesitamos y regresemos, le sugirió. Aferrándole de la mano, se encaminó hacia el mercado de víveres con él, Virgo fue adquiriendo todo lo necesario para su despensa, entre ambos, escogían las frutas, verduras, granos, que necesitarían. Cogiendo una manzana se la ofreció a Shun, indicándole que la comiese, en el mismo momento que tomaban asiento amparados bajo la sombra de un gigantesco olivo, en una plaza. Debes comer, hoy no desayunaste ¿Qué te pasa, porque no confías en mí? le recriminó quedito, a la vez que le sostenía de la barbilla, delicadamente. Shun le iba a contestar, pero fue interrumpido, por un destello dorado que los cegó por un momento.
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Sáb Jun 14, 2008 9:29 pm | |
| Caballero Shaka de Virgo, Atenea ha convocado a la Coalición Dorada al Partenón. Caballero divino de Andrómeda, contra ti pesa una acusación de traición debes acompañarme de inmediato, le informó Mü de Aries con su rostro afligido mientras le tendía la mano a Shun. Andrómeda, le miró sin comprender, pero a lo poco que entendió era que estaba siendo arrestado, así que observó la mano del caballero de la primera casa, e iba a tomarla para partir con él, pero la mano de Shaka lo retuvo firmemente. Todo el cuerpo de Shaka brilló al elevar su cosmos al séptimo sentido, interponiéndose entre Shun y Mü de Aries, quién venía con su armadura. Todas las personas de la plaza al observar lo que ocurría huyeron del lugar espavoridos. La armadura de Virgo se enfiló fuera del sexto templo buscando a su amo, al cual cubrió, adhiriéndose a su piel. ¡Shaka! Le llamó para calmarlo. Mü solo cumple órdenes. Así que si se me ha convocado por parte de Atenea, como su caballero debo presentarme. En ese caso Mu, partiremos juntos, expresó Shaka, que volviéndose a Shun, le rodea con sus brazos descansándolo en su pecho, Aries posó su mano en el hombro de Shaka usando su telequinesia los trasladó hasta el inicio de las doce casas, ambos escoltaron a Andrómeda por los pasadizos secretos que solo conocían los caballeros dorados hasta el Partenón en la cima de aquella colina. Andrómeda caminaba en silencio en medio de los dos, sabía que tarde o temprano Atenea querría saber como fue que resucitaron, era algo que se veía venir, ahora entendía la presencia de los sirvientes de su padre en los suburbios, ellos querían advertirle sobre esta situación. Aún así pudo sentir la presencia de los dos a sus espaldas, dispuestos a atacar en cualquier momento. Utilizando sus poderes, sin ser percatado por los dos dorados, les habló por medio de su mente: ¡No hagáis nada! Si fuera necesario yo mismo me defenderé, les advirtió. Sin mucha tardanza pasaron por aquel oscuro túnel, con su mano se hizo sombra para acostumbrar a sus ojos de nuevo a la claridad producida por el sol, sus ojos esmeraldas ante el resplandor del astro rey, le dolieron haciéndole emitir un pequeño gemido. Shaka llamó a uno de los sirvientes del templo y le entregó algunas bolsas con víveres, indicándole que las llevará hasta su templo, y dispusiera de ellas a como era debido, lo cual fue realizado de inmediato, Shun se quitó la capucha que le cubría la cabeza, adentrándose con Mü en el atrio del Templo Principal del Santuario. En esa hora de la tarde los sirvientes iban de un lado a otro con sus tareas, los jefes de personal, atendían en los salones dispuesto así que se hallaba poblado del bullicio de los aprendices a caballero, instructores de menor rango que cuando veían a los caballeros dorados hacían reverencias. Por otro lado, varios de los visitantes, murmuraban señalándolo, al parecer todos se habían enterado, de que trataba su presencia en ese lugar. ¡Ese es el chico, que fue el causante de las últimas guerras santas! Exclamó uno en voz, alta. Al escuchar esto Shun se detuvo en seco, se volvió hacia el emisor de tal acusación, vio que se trataba de uno de los sirvientes, con sus ojos llenos de dolor, le miró asombrado. Mü y Shaka, que también le escucharon, se plantaron de igual manera frente al . Shaka totalmente, encolerizado, se iba a abalanzarse sobre el sirviente, pero fue detenido firmemente por Shun. - Instructor Shaka, no vale la pena –le detuvo usando el formalismo que se debía a dirigirse a su superior, como debía tratarlo en este momento. Y se adelantó al salón del Patriarca. Shaka, iba a detenerlo, pero Mü, colocando la mano en su hombro, le instó a seguirlo. Cercano al salón se encontraban los demás dorados, Shun se detuvo en una distancia prudencial de ellos, esperando a ser llamado, se apoyó en unas de las columnas. Dejó que Shaka y Mü siguieran delante de él, hacia los demás dorados, que le veían de arriba a bajo, como si de un bicho raro se tratará. Sin embargo, él no alzó sus ojos a verlos. A su lado sintió a sus sirvientes dispuestos a sacarlo de allí. Quitándose la capa negra, jugó con ella en sus manos, esperando a lo que sucedería. Al oír el chasquido metálico de las armaduras de los caballeros dorados al colocarse en firme supo que Atenea se acercaba. El también en silencio imitó a los guerreros dorados. Por primera vez, vio que Saori le dirigía una mirada fría y cargada de odio, por un momento ambos ojos unos violetas y otros esmeralda se encontraron en silencio, el entrecerró sus ojos tratando de descifrar el porqué del odio de la persona a quién había salvado. Pero ella siguió sin importarle mucho lo que él pensara. Andrómeda suspiró. Y de reojo la vio adentrarse en el Salón del Patriarca, le extraño sobremanera que no fuera escoltada por el Patriarca sino por Tasumi, pero no le tomó mucha importancia, ella fue seguida por los 12 dorados que entraron en la cámara del Patriarca, dejándolo fuera, por el momento. Una mano se posó en su hombro, la diosa Hécate solo visible para él, le habló, abrazándolo contra sí, él asintió a todo lo que ella le expresó. Yo te acompañaré mi señor, le indicó la diosa. ¡Ay de Atenea si toca uno sólo de tus cabellos! El le tomó la mano, delicadamente y le advirtió: ¡No harás nada, Hécate, que yo no te ordene! No había terminado de hablar cuando la puerta se abrió de nuevo y uno de los sirvientes le llamó. ¡Andrómeda Shun! Se solicita su presencia ante la Coalición Dorada. Sin perder tiempo y con paso firme, manteniendo su cabeza en alto ingresó al salón, ambos lados del mismo se encontraban en grupos de seis de acuerdo a su posición de casa ubicados a la derecha e izquierda del salón, los dorados, en el centro en la silla que pertenecía al Patriarca de la Orden del Zodiaco, Atenea sentada y a su lado Tasumi. Los caballeros dorados lo observaron en silencio acercarse hasta el inicio de la escalinata que conducía al sito del Patriarca e hincarse frente a Atenea sin pronunciar palabra. Andrómeda Shun, como uno de mis santos divinos te insto a que me reveles que fue lo que le brindaste a Hades a cambio de nuestras vidas. Le interrogó con su voz cubierta de frialdad. Shun alzó su vista hasta mantenerla fija en los ojos de su diosa, por juramento de protección. Es algo que no puedo revelarle, habló con su voz firme y calmada. Atenea, he prometido no hacerlo. Entonces mantienes una promesa con un dios extranjero y no a mí que eres mi guerrero, le espetó molesta. No obstante Shun no le respondió, sino que bajó su vista a las lujosas lozas del recinto que le hacían reflejar su rostro. Sabes que puedo leer en tu mente todo lo que me ocultas, Andrómeda Shun. Aún así, no se revelará nada de que lo busca, mi señora, le respondió tranquilo, sin alzar la vista del suelo esta vez. Sin inmutarse vio como Tasumi se acercó a él. Con un gesto de sus dedos casi imperceptible para los demás indicó a Hécate no se moviera, ni hiciera nada en contra de él. Aquel horrible hombre le tomó del cabello haciéndolo levantarse. Shun le miró de reojo, pero no le hizo nada. ¿Cómo te atreves a hablarle así, a la Señorita Kido, maldito bastardo? Al momento que le golpeaba en el rostro con su puño, al no alzar su cosmos para defenderse, le enrojeció su mejilla. Shaka fue detenido por Aioria, al intentar ayudar a Shun, el cual le sostenía firmemente, le susurró al oído. No es el momento Virgo. Fue Dohko, quién habló por él indignado, en representación de la Coalición Dorada exclamó: Atenea le recuerdo que ese hombre, no tiene rango para participar en este santo consejo, si le permitimos estar aquí, es como un favor hacia usted. No habiendo terminado de decir esto, Afrodita de Piscis, se lanzó sobre Tasumi, golpeándolo levemente lo expulsó contra un pilar de ese salón. ¡Afrodita! Gritó Atenea, enojada por la conducta del caballero del doceavo templo. Su excelencia Atenea, en este caso la Coalición Dorada, puede determinar castigo inmediato a quién considere actúe fuera de la nobleza de éste Magno Consejo, le aclaró Piscis, a la vez que acomodaba su cabellera con su mano elegantemente, y camina hacia su lugar. Andrómeda de pie observaba directamente a la joven por quién había peleado todo este tiempo y ahora le volvía la espalda. El movimiento de Atenea fue rápido sin darle tiempo a reaccionar lanzó a su frente un rayo desde Niké, en forma de báculo en las manos de Atenea. Su cabello flotó como producto de la onda de energía que chocó contra su mente. Todos quedaron en silencio. ¿Andrómeda Shun, declara a este consejo, los secretos del Inframundo? Le inquirió haciendo alarde su poderío enfrente de sus caballeros dorados. De repente dos alas de fuego salieron de la espalda de Shun, que rodeado de su cosmos brillaba por toda la habitación calcinando las cortinas que lo adornaban, muebles y cuadros todo lo que pudiera ser combustible del fuego. Los caballeros dorados tuvieron que retroceder ante el calor de su cosmos Te diré parte de la verdad, que me es permitido que conozcas, aunque sólo será para satisfacer tu curiosidad. Pronunció cada palabra con voz fuerte y firme. Mijael Diermissen, creo que conoces ese nombre, porque fue co fundador de lo que hoy conocemos como la Fundación Kido, era un alemán descendiente de griegos, de una familia noble de quiénes se creían sucesores del emperador del Inframundo según contaban las leyendas. Ese era mi padre, pero a él poco le importaba esos comentarios. Esto sucedió hace dieciocho años, su familia se preparaban para celebrar el nacimiento del nuevo integrante, cuando una misteriosa enfermedad atacó al señor Diermissen, dejándolo prácticamente en coma, Mitsumasa Kido tomó la presidencia de las empresas en sociedad, pasándolas a nombre de los Kido, dejando en la miseria a la joven madre Elena, quién recién se había contraído matrimonio con él joven Mijael, era madre de un varón de su anterior esposo y había adoptado amorosamente a la pequeña hija de su actual marido, se vio desprovista de la noche a la mañana de todas sus posesiones con dos niños que alimentar y uno en camino. El día en que los juzgados dictaminaron debía abandonar la casa apareció una misteriosa mujer de cabellos azabaches, llevándolos al sótano de su mansión, por medio de un pasadizo secreto, que daba a una interminable escalinata. Tanto Iki, como Pandora ayudaban a su madre a bajar las escaleras y fue cuando le vinieron los dolores del parto, en medio de ese lugar la joven Elena dio a luz a otro niño, sus cabellos y ojos eran de un maravilloso color esmeralda que destellaban hermosamente. Hécate, le susurró algo al oído de Elena quién la miró muy seria, a la vez que guardaba en su mano algo que la mujer le dio, le dijo: vamos llévame dónde él inmediatamente. Como pudo Hécate limpió a Elena y la ayudo a incorporarse ayudada por Iki, ella en sus brazos llevaba al recién nacido quién lloraba desconsolado. Hécate guiaba de la mano a Pandora, cuando escucharon las pisadas de varios hombres detrás de ellos, eran liderados por un hombre calvo, de mal aspecto. Hécate alzó a Pandora y corrió por aquellas escaleras con ella en brazos, Iki, hizo lo que pudo hasta que les dieron alcance, él observó como la mujer se perdía detrás de una gran puerta de oro con el signo de un ave envuelta en llamas, viéndose rodeado por los hombres de Kido, que veían a su madre de mala manera. Él les enfrentó diciendo: Largaos de mi propiedad soy Iki Diermissen, dueño de ésta mansión, señor de ésta propiedad hasta que mi padre se recuperé. El hombre calvo se acercó y le dio una sonora bofetada, cayendo él del golpe varios escalones, pudo observar como su madre fue golpeada por el detestable hombre ese.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Sáb Jun 14, 2008 9:38 pm | |
| Elena como pudo protegió a su bebé, Iki perdió el conocimiento. Cuando despertó el se encontraba sólo y a su lado un pequeño niño que de su cuello pendían un hermoso pendiente con un dije en forma de estrella, con las palabras Yours Forever, Tuyo por siempre. Así las propiedades de los Diermissen, pasaron a ser las de los Kido, por eso ese hombre de allí, dijo señalándolo a Tasumi, golpeaba hasta casi matar a mi hermano mayor, todo para que él no recordará nada.
Sin embargo, continúo, tanto fénix como yo luchamos a tu lado, sin faltarte ni una sola vez. ¿Cómo es que ahora somos traidores? Shun Diermissen, claro que conocía la historia, las palabras de su boca salieron con un dejo de ironía. Ahora has declarado tu traición al nombrarte sucesor legítimo del Inframundo. Tasumi, lee los cargos en su contra. Shun comprendió todo en ese instante Atenea siempre había conspirado para obtener el Inframundo, y antes que el perro fiel de Atenea comenzará hablar lo hizo él.
Atenea, debes comprender que éste mundo está divido entre los dioses por partes iguales, que tu te adueñaste, de la tierra de los vivos, que era pertenencia de todos en común, pero aún así ninguno reclamó nada, viéndote favorecida por tu padre Zeus.
Estos son gobernados de la siguiente manera, declamó. Zeus, señor de los cielos, Poseidón señor de los Mares, Hades, señor del mundo subterráneo y de los muertos, y Atenea gobernaría la Tierra de los vivos, en concesión. Ninguno tomaría partido por los demás reinos, cada uno gozaría de sus secretos, para que el equilibrio fuera perfecto, entre todos.
Si tu padre, quería la tierra de los vivos, por eso provocó el gran eclipse, no es así, Shun, le reclamó. Entiendo todo perfectamente, por lo tanto, te no diré Atenea nada más que ésto: Sí soy el hijo varón de Hades.
Andrómeda Shun. Te… Atenea, Gritó Shaka, no aguantando más su furia, le recuerdo que esto no es un juicio, a mi alumno no le puede quitar su rango de caballero, sin que el Patriarca quién preside la Coalición Dorada esté presente. Y menos con los agravios encontrados en esta reunión hacia Shun y acortó la distancia que los separaba lo tomó de los hombros empezó a retirarse con él. Un momento Shaka de Virgo, le detuvo la diosa. Milo, Aioria escóltenlo hasta su templo, nadie puede acercarse a ese traidor sin mi consentimiento. Ambos caballeros hicieron una reverencia y siguieron a Virgo hasta su templo.
Última edición por goddesniquel el Dom Abr 11, 2010 11:18 am, editado 2 veces | |
| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
Cantidad de envíos : 667 Edad : 49 Alas de Fuego : 310088 Fecha de inscripción : 04/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Sáb Jun 14, 2008 10:02 pm | |
| Capítulo 3: El Veredicto de la Coalición dorada. Tanto Iki, como Hyoga permanecían en silencio uno tomando asiento apoyado en el tronco del almendro, y el otro descansando en la hierba con sus brazos cruzados debajo de su cabeza, observaba melancólicamente la constelación del Caballero del sacrificio. Ninguno hablaba solamente la presencia del otro les daba consuelo en esa difícil situación. Iki de Fénix, una sombra le llamó de manera tranquila, el aludido se puso en pie abandonando su rústico asiento en el almendro. Hyoga al notar la presencia también se pone en alerta incorporándose del césped. De las sombras sale el legendario caballero de Sagitario a su encuentro. ¡Aioros! Exclamaron los dos a unísono. El hermano mayor de Leo se acercó a ellos, les miró con sus ojos verdes. ¡Fénix deseo hablar contigo un momento! Iki le devolvió una mirada con sus ojos cobaltos entrecerrados, para luego asentir con su cabeza, sin pronunciar palabra. Hyoga sabes que los caballeros herederos de las doce casas están bajo toque de queda, debes volver de inmediato a los terrenos de acuario, le regañó firmemente. El salvoconducto que te dio Atenea era para ver a Shun, no para que te quedaras fuera después de la hora indicada. Hyoga iba protestar, pero Iki, le puso su mano en el hombro, vamos no busques problemas que te pueden dar una azotaina en el trasero por niño desobediente, le expresó con su habitual tono de burla que le caracterizaba, no sea que te dejen ese blanco trasero bien rojo y no puedas ni sentarte mañana. Hyoga ofendido bufó: Iki eres un maldito, ¿Como te atreves a decir esas cosas?, fue a ti que Tasumi dejaba sin sentarse una semana , le soltó, para después taparse con sus manos su boca arrepentido de lo que había dicho, y le volvió a ver asustado, lo lamento, yo no quise -susurró lentamente, acercándose al mayor, pero la mirada de Iki cambió a una fría y rehusó de su contacto. No te preocupes Hyoga, es mejor que te vayas , la tranquilidad de su voz asustó al menor, yo trataré de averiguar algo de lo que me pediste. El caballero de los hielos eternos se dispuso a salir de ese lugar aún arrepentido de lo que le había dicho al Fénix, le había ofendido y tan solo Iki, le había bromeado algo raro en él y lo arruiné recordándole lo maldito que era Tasumi con ellos, vio de nuevo cruzar aquella frialdad en sus ojos. ¡Maldición soy un bocón! Mi hermano me ha expresado que desea estar solo en este momento y me ha pedido que te reciba en mi templo, le expresó al acortar la distancia con el menor. Aioros era el hermano mayor de Leo, pero sus cabellos eran más oscuros que su maestro, sus ojos de un color verde oscuro, su tez era morena, su rostro mostraba una docilidad y solemnidad única. En tamaño se parecía a él. Iki, le vio de arriba a bajo, aún en sus brazos se notaban algunas de las cicatrices provocadas por la Excalibur de Shura. Aioros notó que estaba siendo objeto de un examen y le miró divertido, sonriéndole al menor Hay algo que te disguste de mi cuerpo, le expresó jocosamente a la vez que se giraba modelándole al Fénix. Iki se sonrojó al verse descubierto lo que hace se vuelva y se disponga a abandonar el lugar. ¿A dónde vas Fénix? Le detuvo de su brazo, y lo atrajo hacia él. Lo lamento no es momento para hacer bromas, con su mano le sostiene una mejilla, Iki le observa con sus ojos entrecerrados. Debes estar ansioso por conocer lo que pasó en la Coalición Dorada, ¿Verdad? En ese momento capturó su atención, a lo cual el mayor sonrió dulcemente, acarició la cicatriz que sobresalía en su frente, apartando algunos de sus mechones azulados rebeldes. Iki por primera vez en su vida se quedó estático sin saber que hacer, ni que decir, su distracción la aprovechó Sagitario para tomarlo de la mano jalarlo consigo, hacia el pasadizo secreto que comunicaba con los templos. Fénix le siguió aún sin salir de su asombro y extrañamente su mano apretó la del mayor, quién le vio de reojo sonriendo para sí. Hyoga después de salir de la explanada de leo, se encuentra de frente con Capricornio que le mira seriamente con sus ojos grises ¿Pero que haces mocoso, fuera de acuario? Hyoga tragó hondo ante la seriedad del caballero más fiel a Atenea. El mayor le lanzó una fría mirada que le heló el alma y tomándolo de los hombros, le detuvo. Tu instructor me envío a buscarte te alojarás por esta noche en mi templo. Sin dejarlo pronunciar palabra le guío lejos del sexto templo. Al cerrar la puerta tras de sí, Shaka respira profundamente. Se apresura a encontrarse con los nuevos guardianes, caminó apresuradamente entre las columnas que comunicaba a las habitaciones privadas y el salón principal de su templo, su sari se movía rítmicamente a su paso, de sus pies desnudos, que rozaban las frías lozas de su templo. Casi corrió cuando ingresó al salón principal. Allí en la entrada se encontraban los dos, Mü al verlo se precipitó hacia él brindándole su hombro de refugio. ¡Shaka, debes sacarlo de aquí de inmediato! Atenea no se detendrá hasta acabar con él. Tengo entendido que ha solicitado que se reabra en el promontorio de Atenas, la prisión de Cabo Sunion así como las salas de interrogatorio, ella está decida que el muchacho le brinde la información que necesita, le previno Saga. Lo torturara hasta que hable o lo maté, concluyó. Sabes Saga, este templo ha servido a Atenea por alianza como su representación de la virginidad que ella juró que permanecería intacta, así Virgo es uno de los tres líderes del Santuario, el Patriarca líder de los ochenta y ocho caballeros que servimos a Atenea, el segundo es Libra quién puede brindar armas a los caballeros aún sin que este sea el deseo de Atenea, y el tercero soy yo, quién puedo determinar en que momento rendir el Santuario. La Casa de Virgo siempre la ocupado una divinidad aliada a Atenea, en mi caso bien sabéis que soy la reencarnación de Brahmán, siempre he servido a como aliado a Atenea por convicción propia, porque en sus anteriores reencarnaciones era una diosa de gran piedad y bondad, ahora la que se llama Atenea ya ha roto esas virtudes, por lo tanto no existe tal virginidad en el Santuario, y no voy a exponer a mi hijo, debido a esta razón, pienso retirarme del Santuario. Me imaginaba que esta sería tu decisión Shaka, una voz melodiosa interrumpió la conversación detrás de Aries y Géminis. Afrodita de Piscis, detrás de él dos sombras más se acercaron. Créeme que te apoyamos en tu decisión amigo, determinó Cáncer. Cuenta con nosotros, pues la guerra entre caballeros dorados comenzará. Nosotros seremos juzgados por Atenea al igual que Andrómeda. La Coalición Dorada se ha reunido sin ti, y nos hemos dividido en sí apoyar a Atenea, en esto o retirarle el apoyo de la noble asamblea de los caballeros dorados. Los que estamos aquí te acompañaremos, dos de nosotros distraerán a Iki e Hyoga y en este momento se dirigen a hacerlo, explicó Camus. Libra ha abandonar el Santuario con su discípulo no tomando partido, hay un tercero que nos servirá de espía. Los demás debemos tomarlos como enemigos y no dudaran en acabarnos. Caballeros de las doce casas, presentes en esté templo declaro que esta es la noche más oscura del Santuario, en que hermano luchará contra hermano, el frío se deposita en todos los rincones de mi alma, expresó a la vez que ellos lo rodearon. Toma Shaka, debemos darnos prisa, aseguró Mü en el momento que le da un pequeño paquete, el cual Shaka toma con sus manos y lo observa: dáselo es un calmante le hará dormir, es necesario que Atenea no lo pueda localizar hasta que lleguemos al triángulo dorado del Norte en Delhi. Cada uno de nosotros hemos decidido partir en diferentes direcciones para confundirlos, explicó Saga. Nos encontraremos en la Ciudad Rosa de Rajastan. Shaka asintió y de allí en adelante les guiare a mi templo escondido entre el triángulo dorado. Nadie sabe su ubicación y eso incluye a Atenea, sentenció Virgo. Entonces partiremos de inmediato, lo haremos en parejas, informó Camus. Les dejaremos a ustedes escapar primero. Y yo iré con Shaka para ayudarlos, le expresó Mü tomándole las manos con las suyas. Vamos no debemos perder tiempo preparemos la infusión Shaka. Le apresuró Estás seguro que le no hará daño a la criatura Mü. Sabes que no le haríamos daño amigo. Sintiendo un escalofrío en su cuerpo y la presencia de varios dorados en el templo, Andrómeda no logró concebir el sueño, sintió el frío de nuevo calarse en la boca de su estómago, y la contracción de sus músculos buscando desahogarse por medio del vomito. Trato de ignorarlo pero no pudo, rápidamente se levantó envuelto en la sábana para cubrir su desnudez y fue a buscar el retrete rápidamente. Justo en ese instante ingresa Shaka en el recinto al observar que no está en la cama se apresura a colocar el recipiente con el líquido caliente en la mesa de noche y corre al cuarto de baño localizándolo allí, sin preguntar abre la puerta y al verlo convulsionarse para vomitar el mismo le sostiene en el momento que sus piernas flaquean. Tranquilo aquí estoy, le sostuvo de la cintura y tomando una toalla la mojó con agua fría, esperando a que terminará le sentó con él en el piso acunándolo en su pecho, le limpió su boca delicadamente, Shun respiraba agitadamente tratando de calmar nuevas nauseas, Shaka deposita su mano en el vientre desnudo y empieza aplicar levemente su cosmos tratando de relajar sus músculos ¡Vamos bebé concéntrate, amor mío! Pon tu mente en blanco alimenta con energía tus chacras, le ayuda a colocarse en posición de loto, debía dejar que él calmará sus nauseas, si no de nada serviría el elíxir que Mü preparó. Para ayudarlo a relajarse le iba besando su nuca suavemente y sus dedos acariciaban delicadamente sus cabellos. Lentamente su vientre entra en calor, es el frío que ha entrado en tu vientre lo que te ocasiona las nauseas, le hablo a su oído casi como un susurro, la respiración de Shun se fue acompasando a la tranquila de Shaka. Andrómeda asintió sonriendo. Lamento dar tantas molestias, le hablo ya más tranquilo. He estado pensando regresar a la isla de Andrómeda, para luego bajar su rostro observando su vientre aún plano, pero Atenea no me dejará partir. Suspiró cansado tratando de incorporarse, pero sus piernas flaquearon. Shaka le sostuvo para evitarle una caída, había escuchado todo lo que él le dijo en silencio. Incorporándose le tomo en brazos. Así que tú solo te embarazaste Shun, le expresó serio, que sepa Shun, fue mi semen el que formó esta criatura en tu vientre y eras virgen cuando te entregaste a mí, así tu irás dónde yo vaya le guste a Atenea o no. Aunque no me creas no te dejaré sólo, uniremos nuestras vidas a como es debido. Shun tomó con sus manos el rostro de Shaka, cuando la Coalición Dorada dicte sentencia dónde me ejecutarán Virgo, en el jardín de los Salas Gemelos o en el Cabo Sunion, no lo harán en tu Casa, será en Cabo Sunion en el promontorio de Atenas como el traidor que ellos creen que soy, le habló fríamente Quieren eliminar la sangre Diermissen, después de acabar conmigo seguirán con Pandora. Y mantendrán vivo a Iki, para adueñarse de la fortuna de mis padres y la Fundación Kido mantenga su poderío financiero a nivel mundial. Esa es la razón del exterminio de mi familia. Y tu crees que me perdonarán por mi criatura, con más razón me matarán sin falta y a ti si te interpones. Lentamente le deposita en la cama sentándolo apoyado en las almohadas sentándose el a su lado, tomó sin contestar nada el recipiente, colocándoselo en las manos ¡Toma esto, ten cuidado porque está caliente! Sonrió al apartar de su rostro algunos cabellos húmedos despejándolo. Si te ejecutan lo harán conmigo también, porque no permitiré que toquen a mi amado ni a mi hijo, deja que yo me preocupe por esas pequeñeces. Pequeñeces, repitió incrédulo, su Shaka realmente comprendía lo que sucedía se pregunto a sí mismo y le miró con sus ojos tristes, en su esperanza no veía lo difícil de la situación a la vez que lentamente bebía del recipiente. Fue cuando de nuevo sintió las presencias en el templo. En total cinco contó, después de tragar un poco de aquel agridulce brebaje hizo una mueca por su sabor, cuando has visto mi amor que la medicina tenga buen sabor, le expresó en el momento que le pasaba un vaso de agua, para quitarle mal sabor de su boca.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Sáb Jun 14, 2008 10:29 pm | |
| ¿Qué hacen aquí vienen por mí, es eso Shaka? Inquirió levantándose rápidamente, Shaka le detiene suavemente, abrazándolo. No vienen por ti, tranquilo, le indicó a la vez que le daba de nuevo el cuenco con el elixir. Anda toma un poco más, te ayudará mientras te alcanzó tu ropa. Al ver que él quería vestirse. Bebió otro poco más y empezó a sentir una corriente fría en sus venas que corría a su cerebro rápidamente. Sacudió su cabeza, como tratando de quitar esa horrible sensación, llevó su mano a la sien, ya empezaba a sudar frío. Shaka, no me siento bien, balbucéo con su voz entrecortada, aún cuando empezaba a ver borroso. El mayor le abrazó fuertemente a él, besando su cabeza le dijo : perdóname amor, yo me encargo de todo de ahora en adelante. Tomo sus labios en asalto hasta que él se durmió. Le colocó en el lecho y tomó los ropajes más abrigados de su guardarropa y lo arropó con ellos. Rápidamente se cambió de indumentarias se colocó unas botas negras y unos pantalones y suéter del mismo color, también tomó una de sus capas negras y se la colocó sobre los hombros recogió su larga cabellera en una coleta y se cubrió la cabeza con la capucha de la misma, toma otra y se la coloca a Shun. Su niño ahora duerme plácidamente, acaricia todo su cuerpo delicadamente y descansa la mano en su vientre, siente el cosmos de su hijo brillar sin ningún problema lo que lo tranquiliza, si algo saliera mal, pensó. Por lo menos no sufriría, si ambos morían, no se daría cuenta de nada y despertaría en Nirvana junto con él. Viendo una vez más aquel rostro color nácar enmarcado por hermosos bucles esmeraldas sonrió, cerrando sus ojos, lo cargó en brazos, se dispusó a encaminarse hasta el salón principal de su templo, Aries ya se encontraba también listo, llevaba una botella con el elixir, por si era necesario volver aplicar la dosis Todos se encontraban sentados alrededor del altar en forma de loto que resguardaba la armadura de virgo, Cáncer acariciaba distraídamente uno de los mechones del cabello del hermoso color del cielo de Afrodita, quién movía preocupado uno de sus pies, observando hacia las habitaciones privadas del templo de la virgen espectralmente iluminado por unas antorchas ubicadas en las columnas, el brillo de las mismas se reflejaban en las alas de la armadura, quién se encontraba como implorando en silenciosa oración, con sus manos juntas elevando su rostro a la cúpula del templo. Mü descansaba en el pecho de Saga su cabeza, con los ojos cerrados. Camus por su parte esperaba calmadamente con sus párpados bajos. Por fin, ya era hora, la voz de Afrodita lo sacó de sus cavilaciones. Shaka cual un hermoso cuadro romántico traía en sus brazos a su ángel dormido. Todos se precipitaron rápidamente hacia él cuando dos presencias se materializaron detrás de Shaka, haciéndoles detenerse en posición de ataque, el caballero dorado atrajo a su ángel más a su pecho. ¡Caballeros dorados! Aun en contra de sus deseos me dejo ver, exclamó la diosa. Shaka de inmediato se volvió hacia ella dejando al momento que su capucha resbalara de su cabeza permitiéndole ver su rostro. La diosa y el espectro lucían con la palidez de la muerte en sus rostros, se hincaron ante él "Tú eres Brahmán, sin comienzo, supremo: más allá de lo que es y más allá de lo que no es". "Incomprensible eres aquella Alma Suprema, ilimitada, no nacida, que no puede racionalizarse e impensable". Hécate, susurró Shaka, al ser invocado por los labios de la diosa. Nosotros servimos a Shun, por disposiciones del Señor Hades, como sus guardianes. Les puedo decir que mi amo no deseaba que Shun volviera con Atenea, el Eliseo era su palacio, pero él no te quería abandonar ni a su hermano mayor, explicó su presencia en ese lugar. Shaka asintió, dónde vaya nuestro ángel iremos con él, aseguró Radamantis, sin dejar su posición. Los caballeros dorados allí presentes, relajaron su posición. Además creo que de ahora en adelante necesitaran nuestra ayuda y mis conocimientos de las artes curativas, afirmó la diosa. Entiendo, cumplid con vuestro deber, entonces. Hécate acortó la distancia tomando la capucha de Shaka, la colocó en su lugar de nuevo, sabed, que les cubriremos las espaldas, no permitiremos que nada malo le pase a nuestro príncipe, a su vez acariciaba la frente de Shun. Después de hacer esto volvió a su invisibilidad de siempre. Mü tocó levemente el hombro de Shaka, indicándole que era el momento de partir cubriéndose él con su capucha, los tres avanzaron acompañados de sus cuatro compañeros hasta el atrio del templo. De inmediato todos tomaron posiciones, a la señal de emitida por Saga que no había obstáculos decidieron enrumbarse a la explanada de Leo. Aunque era de madrugada la luna estaba brindando su luz plateada, las antorchas del camino de las doce casas relampagueaba sus llamas mecidas por la aromática brisa del Mediterráneo, ambos guerreros avanzaban en silencio, Aries delante de Shaka, quién abrazaba contra sí a Shun, brindándole calor con su cuerpo. Ambos se encaminaron por las escaleras, en las sombras de la explanada de Leo, Aioria les esperaba ocultó entre las sombras, sin su armadura, él les iba a guiar por sus territorios hasta la escalinata que daba al arrecife cercano. Solo el ruido de los grillos, alguno que otro búho se lamentaba reclamando a la luna, el lejano reventar de las olas al crecer la marea. Mü se volvió a su compañero de viaje, indicándole que debía esconderse, porque había detectado movimiento al frente, Shaka de inmediato se oculta en las sombras esperando la señal para salir, siente una mano posarse en su hombro, más no ve a nadie, pero entiende que es la señal de Hécate que ella se encuentra allí, a su lado dispuesta a atacar. Su respiración es agitada, teme por lo que pueda pasar – que me pasa- se dijo- debo estar tranquilo, respiró profundamente hasta calmarse, con sus ojos cerrados sintió a Mü acercarse. Es Aioria, le indicó. Nos espera el camino despejado. El asiente, ambos avanzan y Aioria les ve pasar a su lado. Shaka se detiene enfrente de él. Gracias, amigo, en el instante que apoyaba su cabeza en el hombro de Aioria, y el León dorado le abrazó en despedida. Cuídate, y cuida de tus tesoros, cuando la tormenta haya pasado, deseo conocer a tu bebé. Virgo asintió: ahora dense prisa, que pronto amanecerá y les será más difícil movilizarse. Ellos asintieron. Encaminándose a la escalinata por detrás del mirador, la cual bajaron rápidamente, debían darse prisa para pasar el promontorio de Atenas antes de amanecer que era cuando no había guardia. Mü al llegar a las arenas de la ribera le indicó a Shaka que esperará revisaría que no estuvieran caballeros vigilando en los alrededores, Mü como lemuriano que era, podía pasar desapercibido sin necesidad de hacer sentir su cosmos era parte de sus poderes telequinéticos, aprovechando su don revisó todos los contornos. Dejándose ver al otro extremo, Shaka se apresuró corriendo con Shun en sus brazos, acortó la distancia entre los dos. El resto por mientras se organizaron para salir, llamando la atención sobre sí y para distraer la huida de Shaka y los demás. Camus y yo iremos con rumbo a Palestina. coordinó Saga. Afrodita y yo, por Europa, de esa forma los perderemos, ya saben nuestro punto de encuentro es en la Ciudad Rosa de Rajastán. ¡Adelante Coalición Dorada! Aioria cuídate mucho, estaremos pensando en ustedes, ya puedes dar la alarma de traición, le expresó Saga tocándole el hombro. Aioria asintió: ¡Vuelvan con bien caballeros! Hasta que el santuario sea purificado y la reencarnación indigna de Atenea, sea derrotada. Díganle a Andrómeda que protegeremos a Iki tanto mi hermano como yo. Ellos asintieron. Por mientras en el templo de Sagitario Iki, estaba descansando sentado en la sala principal de las habitaciones privadas, cercano a una chimenea, con sus ojos fijos en las llamas, allí se encontraba sin pronunciar palabras, Aioros le observa desde hacía largo rato, sin moverse de esa posición, sus rebeldes mechones azulados le llegaban por debajo de la nuca, brillaban con matices dorados emitidos por el fuego, la habitación era escasamente iluminada por esas llamas. Aioros desde que lo trajo a su templo no había podido establecer conversación con él. Suspiró cansado Y encantado por el hechizo del fuego sobre el imponente fénix, se acercó a él sentándose a su lado, observó las llamas con él. Sabes Iki, somos muy parecidos, ambos daríamos la vida por nuestros hermanos, le expresó sin dejar de mirar el fuego, y de manera mécanica que colocaba un tronco más en el fuego, para alimentarlo, lo que provocaba que brillantes chispas se elevaron. Iki asintió con su cabeza. Aioros, continúo lograría que ese joven hablará con él, se dijo. Sabes Shun, se enfrentó a Atenea, enfrente de la Coalición Dorada acusándola de sus crímenes a la familia Diermissen ¿Que sabes de esa historia, Fénix? Iki, por primera vez vuelve su vista a su interlocutor, le miró con sus ojos tranquilos y serios a la vez, lo que hizo que el mayor se estremeciera visiblemente, sonrojándose. Aioros dime maltrataron a mi hermano, en esa audiencia. El mayor movió su cabeza en afirmación, lo lamento, fue Tasumi, pero Afrodita le dio su merecido. No había terminado de pronunciar estas palabras, fue en el momento en que se acalló al ver unas lágrimas deslizarse de esos ojos azulados, sin que el fénix pudiera retenerlas, sus manos las apretó fuertemente sobre sus piernas. La mano de Aioros se movió de inmediato y con sus dedos las limpió, a la vez que apreciaba la piel morena de ese rostro. Iki, trató de apartarse de él, pero Aioros le detuvo firmemente hasta que logró abrazarlo. Te prometo que tendrán mi ayuda siempre fénix. El menor se tensó entre sus brazos, Sagitario aún así no le soltó mas bien lo asió con más fuerza, no eres más que un chiquillo que ha cargado con una gran responsabilidad en sus hombros, llora Iki, tu te guardas todo en tu corazón, llora la muerte de tus padres, llora las humillaciones que te hizo pasar ese desgraciado, llora todo lo que guarda tu corazón, deja que pueda ser tu amigo, tu confidente. Iki sin saber porque soltó sus lágrimas silenciosas en el pecho del mayor, quién se limitó solamente a sostenerlo entre sus brazos en silencio. Aioros levantó sus ojos hacia una de las ventanas de esa sala observando el cielo despejado, rogó que a los demás les fuera bien, ellos se quedarían a evitar que la maldad se extendiera en el Refugio Sagrado, serían el apoyo de Shion. Fénix, es un niño jugando a adulto, pensó, que ha cargado con mucho dolor en su corazón, los hermanos Diermissen, eran dos niños que la tragedia les había rodeado, tan parecidos a ellos. Fénix, escúchame por favor, déjame hablar a mí ante la Coalición. Tu hermano está noche ha abandonado el Santuario con Shaka, quién le esconderá fuera del alcance de esta diosa corrupta. Iki, quiero que me acompañes al Star Hill, allí se encuentra el Gran Maestro. Después de eso obtendré el permiso para llevarte con Pandora, he hablado con el Patriarca Shion, el piensa que debes ir con ella, y ayudarla a recuperar las posesiones de su familia, para cuando Shaka regrese con Shun. Claro y Atenea me dejará salir de este lugar así de fácil, no me hagas reír, Aioros, la única forma que saldremos es por los pies por delante, como cuando le salvaste la vida y te costaron estas heridas en tu cuerpo, reafirmó en el momento que deshacía su abrazo y le tomaba el brazo señalando sus cicatrices. Yo sé de lo que son capaces esos animales de la Fundación Kido, descubriéndose la espalda le mostró las sendas cicatrices que la cubrían. Aioros recordó las palabras de Andrómeda señalando a Tasumi : “golpeaba hasta casi matar a mi hermano mayor, todo para que él no recordará nada”. Iki, su voz tembló, con sus dedos temblorosos tocaron la espalda del Fénix. No vengas a hacerte el héroe conmigo Aioros, no necesito de la lástima de nadie, soy un lobo solitario y herido, que mi único amor me rechazó, a mi hermano mi única alegría y amor verdadero lo quieren matar como un perro traidor, le gritó enfurecido. No juegues conmigo, quieres interrogarme ¿Verdad? para saber que sé yo sobre los Diermissen. Aioros, le miró serenamente, Iki no aguantando más permanecer en esa sala, se colocó de nuevo la parte de arriba de su túnica, dispuesto a marcharse, le dio la espalda. Sagitario cerró sus ojos y le soltó con su voz entrecortada del enojo que le había ocasionado sus palabras ¿Cómo eres capaz de juzgarme tan bajo?, niño. Acorrolándolo lo tomaba de los hombros fuertemente, y le arrebataba en asalto los labios en un beso. Desde que te vi en el Inframundo me atrajo ese fuerte carácter y devoción por tu hermano, te he amado todo este tiempo, le dijo entre besos. Iki se quedó frío, ni en sus mas locos sueños se había imaginado, que el Gran Aioros, la Leyenda le estuviera declarando su amor por él, que sin darse cuenta va cediendo ante sus besos lentamente. Aioros le tomaba de la nuca para profundizar el beso, enredando sus dedos en los cabellos azulados del menor, yo quiero cazar a este lobo solitario que está en mis brazos, Iki eres mi presa y no te soltaré, le susurró, separándose un poco de él, coloca su pierna entre las de Iki, haciéndole perder el equilibrio, ambos caen en suelo aunque Aioros evita que Fénix se golpeé, ya que hábilmente le retuvo contra su pecho y se apoyó con su mano para luego depositarlo contra el suelo y el arquero le aprisionaba contra él. Esos fieros ojos son los que me roban el sueño todas mis noches, crees que no me da ira ver como suspiras por Shaka, quién está perdidamente enamorado de tu hermano. Y no te fijas que mi corazón desfallece por tu calor. Iki iba a contestar algo pero los dedos de Aioros le acallaron posándose sobre ellos y sus ojos verdes le sostenían la mirada. Iki se estremeció al ver como se reflejaba su rostro en las verdes lagunas de sus ojos, el fénix experto en el control mental se adentro dentro de ellos, leyendo en su mente que no le mentía, que sus palabras eran sinceras, leyó el deseo en ellos. Iki parpadeo sin saber que hacer, por primera vez Aioros, vio la confusión en su rostro. Fénix llevó su mano al rostro del mayor y apartó de sobre sus ojos un cabello que rompía la magia de esa mirada. Sagitario, ¿Qué voy hacer contigo? Realmente quieres estar a mi lado, mi vida está marcada por una mala estrella.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Sáb Jun 14, 2008 10:49 pm | |
| Pues somos dos los marcados por una mala estrella, suspiró al recostar su cabeza en el pecho de Iki, escuchando el latido de su corazón que se aceleró al sentirlo tan cerca. Cuanto he deseado poder escuchar el latido de tu rebelde corazón de esta manera. Percibir tu aroma como ahora lo hago. Iki le abrazó cerrando sus ojos, retuvo todo el aire que sus pulmones le permitían y los soltó, pronunciando su nombre en llamado desde el fondo de su alma ¡Sagitario! El acudió a su llamado, asaltando los labios que le dieron paso dentro de su boca, al momento que sus manos ansionsas le comenzaba a retirar la ropa que cubría a el juvenil cuerpo bajo el suyo, quiero que seas mío. Fénix. Sus manos acariciaron el firme pectoral morena conociendo cada músculo y curvatura del mismo, con su dedo delineo sus tetillas. Iki suspiró entrecortado estremeciéndose, más le contestó nada, se dedicó a sentir estas nuevas sensaciones desconocidas para él. Hipnotizado por la magia del cazador Sagitario fue cediéndole espacio poco a poco al sentir la leve presión de las piernas de Aioros pidiéndole campo entre ellas. No supo en que momento sus vestimentas habían abandonado su cuerpo, el cual Sagitario observó bañado por las llamas de aquella chimenea, Fénix permanecía con sus ojos cerrados, su respiración era agitada. El recorrió con su mano desde la base de su cuello hasta su ombligo, al verlo que se entregaba, confiando en él sin palabras, se hincó en el espacio entre sus piernas. Es tú primera vez. ¿Verdad? Pues esto me lo tomaré con calma, lo determinó al ver como temblaba de deseo con sus ojos cerrados y mordiéndose sus labios, nervioso, era la primera persona que veía tan vulnerable, al indomable fénix de fuego. Tomando su cadera con sus manos lo atrajo a su regazo colocando cada una de las piernas morenas de Iki alrededor de su cintura, acarició lentamente sus caderas, hasta que sus manos tocaron delicadamente la hombría de Iki, despertándola. Iki mordió una de sus manos, desesperado y la otra trataba de asirse del suelo, Aioros de inmediato empezó a prepararlo para él cuando ingresó su primer dedo, Iki abrió los ojos para mirarlo, los mismos lucían nublados por la excitación que sentía, Aioros se ayudó de otros dos dedos más hasta que éstos le fueron dilatándolo y provocó que su esencia brotara contra su vientre y la mano de Aioros, quien la lamió con sus ojos cerrados, con cuidado retiró sus dedos. En este momento por fin he podido cumplir mi sueño, que es tenerte, hermoso niño, y ten por seguro que nunca dejaré que te apartes de mi lado. Aioros unió sus cuerpos lentamente, dejando que Iki se acostumbrará a él. Iki suspiró sonoramente al sentirlo dentro de él, e hizo algo que Aioros nunca pensó que haría, se incorporó sentándose sobre él le abrazó y escondió su rostro en su hombro, Aioros le movió guiándolo, hasta que ambos alcanzaron el orgasmo, de lo que ocurría fuera de ese templo ninguno quiso enterarse. La quietud de la noche fue interrumpida por el mejor ataque del León Aioria y la contestación de cuatro cosmos más, fue lo que dio la alarma de deserción rápidamente los caballeros de todos los rangos corrieron a su ayuda. Rápidamente los dorados que se quedaron en el Santuario acudieron en su ayuda, al cual encontraron desmayado. Milo se apresuró en su auxilio con terror en sus ojos vio como el brazo de la armadura de Leo estaba congelado y a su lado incrustada en la roca del acantilado una rosa negra, su rostro y cuerpo lleno de golpes y heridas. El le alzó entre sus brazos Aioria, responde ¿Que paso? Asiéndolo contra su pecho trataba de reanimarlo. Observó a su alrededor, cruzando su mirada con Aldebarán, Shura y Dohko. Virgo retiró su apoyo al Santuario, rompiendo con la alianza, ha dejado de reconocer a Atenea como su diosa, sentenció Libra, declarando al santuario impuro.
Última edición por goddesniquel el Dom Abr 11, 2010 11:30 am, editado 3 veces | |
| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
Cantidad de envíos : 667 Edad : 49 Alas de Fuego : 310088 Fecha de inscripción : 04/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Sáb Jun 14, 2008 11:38 pm | |
| Capítulo 4: La Noche Oscura del Santuario batallas entre hermanos. Libra, ¿Pero que dices? Inquirió preocupado Aldebarán. Shaka no pudo hacer esto, el Santuario se ha dividido, sabes que servimos a Atenea, sus mandatos son absolutos. Expresó golpeando una de las columnas que se desmoronó antes sus ojos.
Caballeros no podemos perder el tiempo, debemos seguir los rastros de los cosmos, y traer a la cabeza de los traidores a los pies de Atenea, le refutó Milo, colocando a un inconsciente Leo en las lozas del atrio de su templo, Aldebarán y Shura asintieron, mas Libra, negó con su cabeza. La Casa de Libra como he dicho no tomará partido por ninguna parte, regreso a mi tarea milenaria en los Cinco Picos de China, iré por mi discípulo, para retirarme, con el permiso de Su Excelencia Shion. Muy conveniente de tu parte Dohko, siempre ha sido así te escondes vigilando un sello inservible, rezongó Milo. Cerrando sus ojos concentrándose encontró por medio de su cosmos la presencia de Camus y Saga, con su corazón comprimido del dolor de tener que volver a enfrentarse en el campo de batalla con su amado Acuario. Separemos yo iré por este lado. Aldebarán encontró la presencia de Afrodita y Death, señaló el lado contrario a Milo, yo me encargaré de ellos. Yo me encargaré de revisar la zona porque no encuentro a Mü ni a Shaka, Aioros está en su templo en ese sitio, siento su presencia. ¡Partid con bien amigos! De inmediato comenzó la persecución de los traidores.
Dohko y Shura, se volvieron a ver. Esto es detestable, les allanaré el camino hasta el promontorio, por favor cuida de Hyoga, que le he dejado encerrado en mi templo, su maestro me lo encargó, si puedes llévalo contigo y tu discípulo a tu templo por el momento. Libra asintió Fénix, dónde se encuentra. Inquirió curioso. Con Aioros en su templo, Sagitario se encargarán de que no lo culpen ni interroguen. Perfecto, opinó Dohko, y arrodillándose pasó sus brazos debajo de la nuca y las rodillas de Leo alzándolo consigo, le llevaré conmigo a mi templo. Emprendió el viaje de vuelta a su templo sintiendo la partida de Shura. Al subir las escaleras que daban al templo de la virgen se detuvo observando como la casa presentaba una barrera impenetrable, la cual no podía ser vencida, el rodeó el templo, encaminándose a los túneles secretos.
Habían logrado pasar la ribera, hasta llegar a las ruinas del templo de Poseidón cercanas al promontorio, desde su posición ambos lograban observar las escaleras que guiaban hacia la antigua prisión dónde habían encerrado a Kanon, ahora en este momento apenas se veía parte de las rejas incrustadas en la áspera roca, allí Atenea abandonaba a los guerreros que consideraba traidores, en aquel hueco dónde el sol les calcinaba durante el día la piel, por la exposición del sol, luego cuando subía la marea, el agua salada hacía escocer las heridas, a su vez aún bajo estas deplorables condiciones, les ampliaban los suplicios, los prisioneros no eran alimentados ni hidratados, el falta de agua y inanición, les iba acabando el cosmos hasta que no podían mantener sus estados de supervivencias en el agua que inundaba aquella prisión como en este momento muriendo sin que ellos pudieran hacer nada, las rejas eran imposible de romperlas con sus fuerzas, ya que eran forjadas por los mismos dioses. El único que sobrevivió a este tormento fue Kanon y gracias a la piedad de Poseidón, quién escuchó sus oraciones.
Shaka y Mü se encontraban esperando el alba, sentado uno a la par del otro, Shaka tembló al solo imaginarse el tormento que sería para Shun, el encontrarse allí encerrado, con él en su regazo le descubrió un poco apartando la sábana que le cubría, su rostro, dormía plácidamente, su respiración era calma, delicadamente pasó sus dedos, por su rostro, comprobando su temperatura, su piel estaba fresca pero no muy fría, con amor delineo sus facciones, al observarlo con más detenimiento, sus ojos se entrecerraron, al poder observar el moretón que se formó dónde Tasumi le había abofeteado –¿Por qué no te defendiste mi niño?. Entre sus brazos el pequeño suspiró profundamente en su sueño, al sentir su contacto, lo que provocó una sonrisa en Shaka. El caballero de Virgo observó desde el promontorio de Atenas, que tenía una vista panorámica del Santuario, observó el movimiento entre los templos, de los primeros sirvientes en levantarse apagando las antorchas, también hace rato percibió como Aldebarán y Milo habían salido en pos de los otros dos grupos, quienes habían tomado diferentes direcciones.
Mü ahora se encontraba observando hacia la bahía, con su mano sobre su frente tratando de ver entre los matices rosados y lilas del amanecer, hermosamente pintados por el dios Helios despertando y descubriendo su cara a través de los dominios del dios Poseidón, ellos se habían refugiado en las antiguas ruinas del Templo de Poseidón, edificado por el dios marino cuando la Tierra era posesión comunitaria de todos, Atenea, en el momento que asumió el dominio de la misma había mandado a sus caballeros a destruir dicho templo, así como el de los dioses, que se encontraban es sus territorios, destacando en la principal colina de Grecia la ubicación de su principal Templo el Partenón. Detrás del templo se encontraba una imponente estatua representativa de su poderío.
Sin darse cuenta, por estar absorto en sus pensamientos, no vio venir una sombra, que se detiene frente suyo, un hombre envuelto en una capa negra, pero por las botas que se dejaban ver por debajo de la misma, le hizo que su corazón brincará dolorosamente en su pecho. Capricornio Shura, el había sido el encargado de ejecutar a Aioros como traidor sin ninguna compasión, asió fuertemente a su niño, cerró sus ojos instintivamente, y a la velocidad de la luz se movió de su lugar, quitándolo del alcance de Shura y le depositó en el suelo, colocándose en posición de ataque, con Shun a sus espaldas. Shura, de inmediato es inmovilizado por dos fuerzas no visibles. Mü se da cuenta de la situación y se materializa entre los dos. –Calma Shaka, Shura es nuestro aliado –expresó extendiendo sus brazos entre los dos. El caballero de Virgo confiando en Aries se relaja y se vuelve por Shun.
Por el momento he retrasado la guardia, ¿todavía no ha llegado Kanon?-preguntó descubriéndose el rostro en el momento que se ve liberado de ese poder, ¿es alguna nueva técnica tuya Virgo? No, son los guardianes de Shun -explicó, a la vez que se disponía a tomarlo en sus brazos de nuevo.
Que me pasa porque me pesa tanto mis ojos-se dijo-movilizando sus dedos, su cuerpo estaba pesado, pero sentía una fresca brisa jugar con su rostro, sintió mezclado con el aroma del mar, su aroma, él de Shaka se esforzó en abrir los ojos, suspiró fuertemente y su diafragma se expandió, topándose con unos azules que le miraron preocupados –Shaka, ¿dónde estamos?-ya que pudo admirar el firmamento en el alba detrás de él, le observó vestido totalmente de negro y con su cabeza oculta tras esa capucha. –Mi amor has despertado ¿Cómo es posible? Si... iba a continuar, cuando apareció Hécate a su lado y le tomó por debajo de los hombros incorporándolo – mi señor tomé esto le ayudará a sentirse mejor, de sus ropajes sacó una pequeña botella, de la cual dio a beber, su cuerpo fue adquiriendo de nuevo fuerzas.- Es mejor así Shaka, que éste conciente así podrá defenderse, sé que lo quieres proteger, pero él también sabe cuidarse, eso tenlo por seguro, no se dejara matar. Cuando estuvo totalmente repuesto, fijo su mirada en Shaka y los otros dos dorados.
Lo lamento, pero teníamos que sacarte del Santuario, como tú dijiste Atenea no te perdonaría la vida, no me pidas que te vea morir, frente a mis ojos, has entendido Shun – le expresó con su voz cargada de angustia. –Mi hermano, ¿dónde está mi hermano? Shaka le vio angustiado pues en sus planes no había contemplado al fénix, pero fue Shura, quién hablo –No podíamos sacarlos a los dos porque Atenea les tiene fuertemente vigilados, en este momento se encuentra con Aioros en su templo, él le protegerá con su vida.
Pero mi hermano va ser culpado si yo escapó, le matarán en mi lugar no lo puedo permitir, debemos regresar por él.- se desesperó sabiendo de lo que eran capaces. Andrómeda Shun Diermissen, tu hermano está bajo la protección de su Excelencia, Aioros le llevará al Star Hill, de allí partirá para Alemania dónde tu hermana mayor, no desperdicies el sacrificio de los caballeros dorados para que tu vivas – le regañó Shura. Shaka le toma por los hombros, al sentir las energías de los caballeros dorados enfrentándose entre sí. La perturbación del cosmos se hizo sentir en los enfrentamientos.
Escúchame por favor- rogó Shaka- los tenemos que separar, Iki, estará seguro con Pandora. Aioria no permitirá que le hagan nada, además tu hermano es el indomable Fénix, que se ha enfrentado a tu lado a diferentes dioses, Fénix se podrá defender ya no es un niño pequeño, mi amor tu eres el que esta en peligro –le abrazó contra sí. Shun asintió contra su pecho.
El enviado de Poseidón ha llegado- informó Mü, señalando hacia el océano, Shaka caminó abrazando a Shun, y observaron una pequeña barca pesquera que se acercó a la orilla. A lo lejos se veía el naviero, perteneciente a la Familia Solo - No me gusta mucho la idea de tener que depender de otro dios- aseguró Shun.- Lo sé, pero no tenemos opción., a mí tampoco me gusta la idea, pero debemos asegurarnos permanecer con bien por lo menos hasta que lleguemos a Turquía, de allí por tierra nos enrumbaremos a nuestro punto de reunión con los demás.
Apretando su abrazo sobre él le hace esconderse en su pecho, delicadamente le susurra para que solo Shun le escuche - Esto lo hago por el momento por tu bien y el de nuestro hijo, iremos a mi templo en la Ciudad Rosa, allí Atenea no podrá ingresar sin declararme la guerra-.
Gracias Shura, por toda tu ayuda- tendiéndole la mano, Capricornio les brindó una tórrida sonrisa y la estrechó con fuerza. Sabes que tienes todo mi apoyo Shaka -le jaló suavemente atrayendo a la pareja hacia él- cuida de este tesoro que tienes en tus brazos, amigo.
En cuánto a ti pequeño, cuida que no se meta en problemas. Tu amigo el rubio está en mi templo, dile a Camus que le cuidaré como es debido – tomando la fina barbilla de Andrómeda entre sus dedos, le miró a las hermosas esmeraldas con sus ojos grises –Aioros te manda a decir, que cuidará de Iki, con su vida como una vez protegió a Atenea, muchacho obedece a Shaka y Mü, vuelve para tu hermano, tu vida ahora tiene precio para ella, y no descansará hasta acabar contigo, recuérdalo. La Coalición Dorada ha decidido volcarse por tu causa, no nos falles.
Andrómeda asintió- la Saori que le gustaba humillar a los demás, es la verdadera, la que hemos servido todos estos años era una máscara que buscaba tener nuestro apoyo para hacer sucumbir a las demás reencarnaciones de los dioses-expresó abatido. Por favor no dejes que Hyoga se meta en problemas e informa a Iki que volveré por él. Capricornio se aparta de ellos para despedirse de Mü, al cual abraza efusivamente, para luego separarse y darse la vuelta y salir con su paso orgulloso, hacia el camino que llevaba a los doce templos.
Shaka toma en sus brazos a Shun, quién se asió de su cuello, y alza su vista a los primeros rayos del sol, a la vez que Andrómeda oculta su rostro entre el cálido refugio de su cuello, en el momento que Shaka y Mü brincan el acantilado, cayendo en suavemente en la arena, juntos se apresuran a ingresar en el agitado mar, siendo bañados por las olas, hasta llegar a la barca donde Kanon les ayuda a subir primero tomando a Shun en sus brazos y colocarlo con delicadeza en una de las tablas que servían de asiento, para después tenderle la mano a Mü, a quién ayuda a subir, al igual que a Shaka, quién se acomoda a la par de su ángel ambos con sus ropajes mojados, sintiendo como su Andrómeda se estremecía todo su cuerpo, a causa de la brisa lo abrazó más tratando de darle calor, por lo menos hasta llegar al naviero.
Kanon, que alegría verte – exclamó efusivamente Mü abrazándose al General Marino Dragón del mar. Mü, que dicha que todo salió bien por el momento. Shaka, Andrómeda, les saludo. No te tengo palabras para agradecerte tu ayuda, Kanon –el agradecimiento sincero emitido por la voz serena y suave de Shaka, hizo que el General Marino le sonriera asintiendo, Andrómeda por su parte le tiende la mano la cual el toma besándola, Shun por su parte le jala suavemente indicándole que se acercará le besó delicadamente la mejilla –perdona todas las molestia que te has tomado en una causa que no es tuya Kanon, el se perdió en las brillantes esmeralda que le brindaban todo su agradecimiento sincero, rápidamente toma su lugar, debían salir de la costa lo antes posible, aferrar un remo y el otro se lo da a Mü, y empieza adentrarse en el mar, mecidos por las olas. Shun puede observar por medio de su cosmos las batallas acaecidas en diferentes puntos, al sentir como los poderes chocan, cierra sus ojos ocultando su rostro en el pecho de Virgo, temblando de impotencia y sintiéndose culpable de ese enfrentamiento –todo es por mi culpa.
Mü y Kanon dejaron de remar, ese sin duda era el cosmos de Saga, enfrentándose al de Escorpión –Saga- murmuró Mü, cerrando sus ojos, Kanon de inmediato le pasa su brazo por los hombros y le atrae, hacia él – tranquilo mi hermano se sabe defender bien, ¿no es cierto, Mü, Saga es después de Shaka el caballero dorado más poderoso.
Lo lamento Mü, todo es mi culpa- se disculpó Shun- pero Aries tomando su rostro niega tal razonamiento – no te culpes, tu no nos obligaste a nada, lo hicimos porque te estimamos, pequeño ángel.
A lo lejos, Saga y Milo se encontraban en posición de pelea, Géminis con su ataque más poderoso en sus manos y Milo en su mano destellaba la aguja escarlata, ambos rodeados por sus poderosos cosmos destellaban en dorado, Milo cubierto por su armadura, Saga, sin ninguna protección. ¡Explosión de Galaxias! – Gritó Saga lanzando su mejor ataque- Antares- fue el ataque lanzado en contestación. Ejecución de la Aurora – intervino Camus, lanzando las dos energías al firmamento. El halo frío de Camus, fue rodeando a Milo, conforme se iba acercando Camus, su cabello turquesa era mecido por sus ráfagas frías, sus ojos que semejaban los témpanos del Ártico, que le miraron sin sentimiento alguno, el corazón del Escorpión se estrujó ante esa mirada indiferente del Amo de los Hielos –Sabes Milo, que por mis enemigos no tengo piedad alguna –le expresó con su voz sin sentimientos, cuando estuvo frente de él Escorpión le abrazó fuertemente, escondiendo su rostro en sus cabellos –Camus –susurró dolido.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Sáb Jun 14, 2008 11:40 pm | |
| El Amo de los hielos, no le devolvió el abrazo mas bien le recriminó – ¿Por qué, apoyas a esa diosa indigna, Milo?- El Escorpión le susurró: temo por tu vida, Camus, con esto demuestras que eres un traidor. Atenea no tendrá piedad de ti – expresó el Escorpión temblando al momento que lo asía fuertemente. Camus le abraza fuertemente, Milo alza su rostro para besarlo, Camus se dejó besar al momento que le golpea en la nuca fuertemente y el Escorpión cae en sus brazos, con sus ojos fríos devuelve la mirada a su compañero de viaje Saga, quién asiente, el acuario deja caer en sobre las arenas, el cuerpo desfallecido del Escorpión esquivándolo acorta la distancia con Saga y prosiguen ambos sus caminos por aquel desierto, se cubre con su capa de nuevo al igual que Géminis y prosiguen su camino – ¡Lo lamento tanto Camus!- clamó Géminis. No es nada, Saga así tenía que ser, Milo no puede ser tan ciego, si me ha llamado traidor, a mí, no se le he de perdonar así de fácil. Saga asintió en silencio, al mismo momento que abrazaba a Camus, sabía que su orgullo no le permitía pedir ese abrazo, pero el comprendió en silencio sus sentimientos, observó de reojo como cálidas lágrimas se deslizaban de aquellos ojos fríos. Saga suspiró en el momento que caminaban con sus pies hundiéndose en las ligeras arenas del desierto árabe. Ambos se dirigieron bordeando el oeste del Mediterráneo, entrarían en esas tierras, para luego enrumbarse en avión hasta las faldas de los Himalayas y esperar a Shaka y los demás que ingresarían por Turquía y por lo que sabían Afrodita y Death, lo harían por Rusia.
Puede ser que en una semana, que nos encontremos todos en nuestro lugar de destino- determinó Saga, a lo que Camus asintió.
Por su parte en el Santuario todo estaba revuelto, Dohko, se encaminó a su templo que era vecino del Virgo bordeándolo, se apresuró para atender las heridas de Aioria, lentamente subió las escaleras hasta el atrio de su templo. ¡Shiryu, Seiya! salgan por favor, necesito su ayuda- ambos jóvenes se apresuraron a su llamado. Maestro, ¿que es lo que sucede porque tanto alboroto? ¡Dioses, Aioria! –terminó exclamando el Dragón
¡Seiya alista vendas!, ¡Shiryu apresúrate!, trae lo necesario para atender a Aioria, y se encaminó a las habitaciones privadas. Seguido de los dos caballeros divinos, quiénes estuvieron prestos a auxiliarlo en lo que necesite. Entre Dohko y Shiryu fueron quitándole al Leo su armadura, Libra observó las heridas que tenía su cuerpo, con una gasa las limpiaba, las observó y sonrió no son graves apenas son rasguños, y suspiró. Solo le desmayaron no tiene heridas graves, dejémosles descansar un rato. Por mientras sigan con sus deberes muchachos.
Pero, Libra ¿que pasó?-inquirió Seiya, alterado. Libra le miró serio y expresó Seiya lo mejor es que nos acompañes a los Cinco Picos, después que Aioria se recupere me iré con Shiryu del Santuario, la Coalición Dorada, en su mayoría ha abandonado a Atenea.
¿Qué? ¿Por qué?, son unos traidores, yo protegeré a Saori- determinó. Libra no le expresó nada tan solo asintió con su cabeza, entonces Seiya deberás quedarte con Aioros, porque nosotros partiremos apenas Aioria se recupere.
Sin embargo la situación contrastaba en el templo de Sagitario, Aioros sentía todos los movimientos de los guardianes de un lado a otro, el Fénix ahora dormía a su lado y él le abrazaba de su cintura, con su cabeza apoyada en la firme y marcada espalda de su niño sentía su tranquila respiración, cubiertos apenas por una delgada sábana, y el suelo por lecho, Iki, tenía apoyada la cabeza en el fuerte brazo de Sagitario. Quién por primera vez en mucho tiempo podía dormir en paz, sintiendo ese calor que emanaba de aquel santo de fuego.
Lo sacaron de su letargo, varias presencias que interrumpieron en su templo, él se levanta con cuidado de no despertar a Iki, y se coloca sus indumentarias y sale al salón principal, para saber que querían. Antes de partir arregla la sábana que le cubre. Se enrumba al salón principal de su templo, cerrando la puerta tras de sí, al desembocar en el mismo, se encuentra con Atenea, acompañada de Tasumi y varios jefes de guardia, apostados alrededor del altar de Sagitario.
¡Gran Diosa Atenea!, ¿Qué le trae al templo de su santo de Sagitario?- exclamó al momento de postrarse hacia ella con su cabeza baja en señal de respeto.
¿Dónde está el sinvergüenza del Fénix?- resonó la despreciable voz del mayordomo de Atenea. Aiorios al escucharla sus ojos brillaron por el odio y repulsión que sintió hacia ella. Le recuerdo mi señora, que según el deseo mi hermano, que estaba enfermo, el caballero del Fénix, se aloja en mi templo y en este momento se encuentra indispuesto, para recibir visitas. – explicó.
¡No me mientas caballero! – Exclamó la diosa- seguro Fénix sabrá que fue de Andrómeda. Llévame a él de inmediato Sagitario. Iki se sobresalta al oír el alarido de Atenea, a su mente vuelven los recuerdos de la madrugada, y siente una pequeña molestia al moverse, trata de ponerse en pie dificultosamente, pero al oír los alterados gritos de los que se encontraban afuera, sale cubierto por la sábana atada a su cintura, aún con su cabellos desordenados, camina lentamente hacia ellos, al estar cerca del salón principal, su paso vuelve ante ellos a hacer elegante y firme, cuando está a su presencia.
¿Qué es tan gritería?- expresó con su voz altanera de siempre. Colocándose al lado de Aiorios solo cubierto con aquella sábana, Atenea le mira de arriba, abajo, estaba descalzo, su atlético torso moreno desnudo, aquella mujer retuvo la respiración con sus ojos llenos de lujuria, lo cual no pasó desapercibido a los ojos de Aioros que su mirada por un momento se convirtió fría y en su corazón deseo arrancarle los ojos.
Fénix, desde este momento quedas arrestado, hasta que nos digas dónde ésta tu hermano Andrómeda tenemos un bonito lugar para ti en el promontorio de Atenas, desgraciado- soltó Tasumi. ¡Ya veo! ¿Tú y cuántos más maldito calvo? -sonrió irónicamente el Fénix. ¡Mi señora! Lamento no estar informado de que es lo que pasó en el Refugio Sagrado, me gustaría estar al tanto. –interrumpió Sagitario, a la vez que se incorporaba y ponía su mano en el hombro desnudo del menor, atrayéndolo, hacia sí para luego abrazarlo por la cintura- si puede observar mí novio y yo tuvimos una noche muy ocupada, y no nos enteramos de nada – a la vez que su mano acariciaba sus pectorales desnudos, la diosa se estremeció deseando ser ella la que mimara aquel escultural torso, algo que aprovechó Aioros para distraerla.
Hace poco hablaba con mi amado niño que deseamos pedirle un salvoconducto para que Iki, pudiera hablar con él y convencerle de decir como fue que nos revivió y sé que mi niño, le lograría sacar esa información. A la vez que le besa el cuello, Iki se quedó callado sin saber que hacer, más que sonrojarse. Pero Aioros ¿que haces?- caviló su mente y en el mismo momento que su corazón se aceleraba. Si nos disculpan, más tarde ambos iremos a su templo, mi señora.- Aioros tomó en sus brazos a Fénix y se encaminó hasta el salón privado del templo, Iki todavía mareado por todo lo que pasaba se dejó llevar a la vez que observaba con sus ojos entrecerrados a Sagitario- espera que explicaré todo-le calmó Aioros Atenea les siguió con la mirada y toda azorada. Tasumi solo observó el rubor cubrir el rostro de la diosa.
Cuando ingresa en las áreas privadas del templo, le deposita en el piso. Iki reacciona inmediatamente golpeando en el rostro a Aioros con su puño, el cual es expulsado contra la pared, Aioros se lleva la mano a su boca limpiando la comisura de sus labios, le mira con sus ojos entrecerrados. Le oía bufar, sin defenderse ¿Cómo te atreves a decir tantas tonterías?, y peor aún él que yo traicionará a mi hermano- caminando dificultosamente, empieza a recoger sus indumentarias del suelo. ¡Dioses!, ¿En que estaba pensando cuando accedí a todo esto? – rezongó
Aioros se levanta inmediatamente, y acorta la distancia entre los dos tomándolo firmemente su mano le retiene – Iki, eres poderoso de eso no tengo ninguna duda, pero un solo guerrero no puede contra un dios, mira que Atenea trabajó con intrigas contra tu familia, ahora es el momento que se le pague con la misma moneda, Fénix piénsalo.- jalándolo de su mano le acunó en su pecho, Iki se revolcaba tratando de salir de sus brazos, pero Aioros ejerció su cosmos sobre él, ambas energías chocaban una sobre la otra por tener la supremacía.
Aioros, le sostuvo fuertemente en el momento que le arrinconó sobre la pared, besándolo vigorosamente, hasta que el aire les faltó aún sin soltarle se abraza a su pecho agitado, continúa expresando: si quieres engañar a tus enemigos, Fénix, engaña primero a tus amigos Debes convertirte en el peor enemigo de Shun, ganándote la confianza de Atenea, y cuándo ella se fíe ataca a su yugular como el Lobo que dices ser, amor mío.
Iki, con su respiración agitada, le volvió a ver, tratando de entender todo lo que él le trataba de decir-sigue todo lo que te diga mi niño y salvaremos a tus hermanos y sobrino. ¿Sobrino?- las palabras salieron de sus labios lentamente- ¿a qué te refieres?, le dijo tomando la cara de Sagitario con sus manos trémulas. Shun, espera un hijo de Shaka.- sonrió al ver sus ojos asombrados. Él no le había dicho a nadie, pero nosotros los caballeros dorados que dominamos el séptimo sentido a plenitud, el nacimiento de un nuevo cosmos no se nos puede ocultar, porque crees que Shaka le envío a Japón en la Guerra Santa pasada, para que Shun no estuviera en la pelea en su estado, pero de poco le valió más bien, al estar solo fue más vulnerable.
Iki asintió: ¿Por qué me ocultaría algo así? Llevándose las manos a sus sienes, las lágrimas luchaban por no salir de sus ojos. ¡Que martirio debió sentir todo este tiempo, mi pobre hermano!- Aioros le acalló besándolo a la vez que acariciaba todo su cuerpo de nuevo con deseo. Fénix tembló ante sus caricias y poco a poco volvía a caer en su encanto, con las palabras “sobrino”, “espera un hijo de Shaka”, “salva a tu familia” revoloteando en su mente.
Sin saber como Aioros se había vuelto a colar entre sus piernas y ahora él le acunaba dentro de sí de nuevo, sostenido su peso en vilo por sus caderas por el poderoso caballero dorado de Sagitario, quién se movía dentro de él, el apoyaba su cabeza contra la pared a la vez que sus ojos se perdían en él firmamento azul que se dejaba ver a través de la ventana del templo de Sagitario. ¡Aioros!-exclamó en el momento de llegar al clímax.
Las piernas de Aioros lentamente se van doblando hasta dejarlo de rodillas con Iki en su regazo, Fénix, recupera su propio aliento con su cara escondida en el hombro de Sagitario sus manos fuertemente asidas en la espalda del mayor, a su vez Aioros mantenía sus dedos enredados en los azulados cabellos del Fénix.
Iki -le llamó suavemente- ¿quiero preguntarte algo? Fénix levanta su cabeza para verlo a los ojos apoyando la cabeza y la espalda contra el muro, que en este momento le servía de respaldo. Por un momento quedó pensativo, pues a él no le gustaba que indagaran sobre su persona, ese era privilegio único de su hermano, él por lo general sólo contaba lo que quería, perdido en los ojos que eran del color del olivo, asintió dudoso. -¿Tú eres fértil?- soltó al mismo momento que le tomaba el rostro con sus manos evitando que escapara de sus ojos, al mismo tiempo que Iki se sonroja y sus ojos demostraron su incredibilidad, ante lo insólito de su pregunta. –Bueno tu hermano es fértil, y quería saber si tu lo eres, porque sí es posible que ya hayamos encargado nuestro primer hijo- sonrió al emitir el comentario.
¿Qué?-exclamó el Fénix- la verdad es que no sé, nunca me hice la prueba porque no la creí necesaria, pues no tenía pareja. ¡Dioses! Y a estas horas preguntas esto Aioros, -expresó llevando su mano a su frente- y si en verdad puedo quedar en estado, sería terrible en esta situación, mi futuro es incierto – se lamentó. Iki, ¿tú me amas?-le inquirió acariciando sus mejillas. ¡Ay Aioros! En verdad, te mentiría si te digo que estoy enamorado, pero si te puedo decir que me gustas, te respeto que esa es la base que me puede llevar a amarte, mi corazón es difícil de descifrar. Me siento halagado por tus sentimientos hacia mí, y te he permitido intimar conmigo, porque no eres indiferente, pero dame tiempo, para asimilar todo lo que ha pasado todos estos días.
Iki, lo que te dije hace un momento no era broma, deberías ir a revisarte, porque si eres fértil debemos cuidarnos hasta que sea tiempo y por decisión mutua engendremos niños, aunque ahora existe la posibilidad de que hayas concebido, pero eso se sabrá en unos días. Le expresó calmadamente al momento que lo abrazaba – y si es así yo me haré cargo de los dos en eso no tengas la menor duda.
Las batallas se habían calmado, ningún cosmos había desaparecido, aún acunado en el pecho de Shaka, sentía el leve movimiento de la barca mecida por el oleaje del mar, ya casi habían alcanzado al naviero anclado. Observaba a Mü y Kanon remar vigorosamente ambos ya sudaban copiosamente por el esfuerzo y el calor del sol. –Mü, si quieres cambiamos –ofreció Shaka, pero el lemuriano negó con su cabeza. ¡Tu cuida de Shun, Shaka, quieres! Y yo remo, necesito tener mi mente ocupada en algo, por favor amigo. Virgo asintió inmediatamente entendiendo lo que su amigo le quería decir.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Sáb Jun 14, 2008 11:42 pm | |
| No tardaron mucho tiempo para llegar a la gran embarcación de la Familia Solo, cuando la barca ancló cerca de ellos, le tiraron una escalerilla, por la cual debían de abordar, Kanon la sostuvo con su mano en el momento que ayudaba a Shun a incorporarse, sosteniéndole para que no perdiera el equilibrio debido a que el mar se encontraba picado a estas horas del día. Andrómeda agarró fuertemente el primer escalón izando su cuerpo al ascender por aquella inestable escalera, Shaka le sostenía de la cintura para ayudarle a ascender, Kanon con un gesto de su cabeza le indicó que le siguiera, cuando Shun hubo escalado dos peldaños, lo hizo él manteniéndose siempre a sus espaldas acompañándolo al momento de ascender –yo te sostengo, vamos despacio, no quiero que te resbales, ni te marees, mi amor, Andrómeda asintió al momento que la brisa marina mueve sus cabellos hermosamente y hace que la escalera vibre y Shaka subió rápidamente hasta sostenerlo de su cintura protegiéndolo con su cuerpo, luego ambos ascendieron juntos, en el momento de abordar fue el propio Poseidón quién le tendió la mano a Andrómeda sujetándolo fuerte le ayudó a pasar la barrera para luego tomarlo en sus brazos, después de eso le baja delicadamente al momento que Shaka aborda también, detrás de ellos llegaron Mü y Kanon.
Que gusto verte mi hermoso ángel, eres tan parecido a Elena tu madre- a la vez que le abrazaba fuertemente, Shun se quedó frío sin saber que hacer, Poseidón conoció a su madre ¿Cuándo?
Última edición por goddesniquel el Dom Abr 11, 2010 11:52 am, editado 4 veces | |
| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
Cantidad de envíos : 667 Edad : 49 Alas de Fuego : 310088 Fecha de inscripción : 04/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Sáb Jun 14, 2008 11:49 pm | |
| Capítulo 5 Promesas de dos corazones. Aún sintiéndose ahogado dentro de los brazos de Poseidón, Andrómeda no sabía como reaccionar, cuando siente las lágrimas del Emperador de los siete mares rociar sus cabellos. Lentamente Poseidón se separa de él colocando sus manos sobre sus hombros le mira con sus ojos que parecen dos lagunas claras – de los dos eres el más parecido a ella- tienes sus facciones, y esa mirada sincera. Por su parte Shun, le miraba confundido - Emperador Poseidón, ¿conoció a mi madre?- inquirió en el momento que Shaka se acerca a ellos, haciendo una reverencia ante Poseidón, a la vez de tomarle la mano a Shun. Poseidón les miró a los dos y sonrió – cómo no la iba a conocer si era mi hermana mayor, Elena Solo Diermissen. ¡Yo soy tu tío! muchacho, tanto por descendencia divina al ser el hermano menor de Hades y por reencarnación porque Elena era mi hermana mayor.
¿Qué? – Shun sin comprender mucho le miró inquiriendo una respuesta - Pero, ¡claro! que tú no debes conocer la historia, ese maldito Kido, él los apartó de nuestro lado –bufó a la vez que acariciaba el rostro de Shun, con su mano- pero para eso habrá más tiempo para ponernos al día- para Andrómeda, de pronto todo empieza a darle vueltas a ver borroso y se abraza de Shaka, tratando de no caer al sentir ese horrible mareo, desvaneciéndose y él de inmediato lo toma en sus brazos. -¿Si tiene un lugar dónde podamos descansar? Se lo agradecería mucho Emperador Poseidón – su voz se notaba llena de angustia y el rostro de Poseidón se contrajo de preocupación - y algo de ropa para cambiarnos – solicitó Shaka preocupado por lo pálido que Shun se había puesto.
Poseidón se acercó, acariciando su rostro – está muy frío. Preparad algo caliente, seguidme por favor-indicó a la vez que dirigía a Shaka, a los camarotes del naviero. Mü les acompañó en silencio.
Virgo ¿Qué tiene mi sobrino? He notado una perturbación en su cosmos, ¿Atenea le hizo algo?, he notado que desató el cosmos de la familia Diermissen, el llamado Ángel de la Destrucción. Shaka se detuvo en seco ante el comentario de Poseidón -¿El Ángel de la Destrucción? - le volvió a ver confundido. -Atenea atacó directamente a su mente con Niké- le soltó lentamente el caballero dorado de la sexta casa. Él sacó unas alas de fuego en su espalda, y le habló a ella de una manera que nos hizo retroceder- terminó de hablar Mü a la vez que cruzaba mirada con Virgo. Su mirada cambió a un esmeralda brillante, que me heló el corazón por un momento era fría y sin piedad, algo que no había visto en sus ojos en ningún momento- Shaka expresó cada palabra sopesando en su mente la situación vivida el día anterior.
Poseidón asintió – es peligroso que eso vuelva a pasar Shaka, su vida puede estar en peligro, es el ataque más poderoso y fatal de la familia Diermissen, en ellos todo su cosmos se concentra quemándose en forma de alas, las ventanas de sus almas se abrirán acabando con sus enemigos, puede destruir todo el Santuario de Atenea con todo y sus legiones de caballeros, exterminándolos de la faz de la Tierra, pero tal poder tiene un precio, su propio cuerpo no resistirá, el curso de la sangre se revertirá al extender sus alas empezará con lágrimas de sangre, que brotarán de sus ojos, luego se vaciará por todos sus poros, sus órganos internos se reventarán y morirá en una agonía tremenda y muy dolorosa- Virgo oía cada palabra como puñales que le atravesaban el alma le apretó apegándolo más a su cuerpo.
¿Atenea sabía esto?- preguntó sacado de sí completamente- Poseidón asintió. ¡Maldita no se lo perdonaré!, ella despertó ese cosmos dentro él, sabiendo que le causaría la muerte y si no hubiera intervenido, ¡dioses!, Shun – su corazón temblaba de rabia, sin querer mostrar su lado vulnerable el orgulloso caballero de la sexta casa no podía retener sus lágrimas que rebeldes resbalaron por su faz. Acaso aquel ataque de vómito tan fuerte era efecto de la técnica.
Con ojos de desesperación al comprender la magnitud del daño que pudo causar la técnica. ¡Dioses un médico, Shun espera un hijo mío!-gritó desesperado. Aunque sentía en buen estado a su bebé, la técnica le pudo dañar o lastimar algún órgano, en alguno de los dos debía ser revisado por personal médico de inmediato. El semblante de Poseidón cambio de inmediato, volviéndose sombrío así como una poderosa tormenta marina. ¡Atenea maldita seas! Rápido por aquí, los tres corrieron hasta la enfermería del barco, atravesando los lujosos pasadizos de aquel naviero, hasta llegar a la enfermería que era dos pisos abajo. Poseidón azotó la puerta metálica sonoramente en el momento que ingresó por ella, allí se encontraba un médico muy anciano, quién se sobresaltó ante tal interrupción.
¿Señor Solo? –exclamó sobresaltado. El médico se levantó de su escritorio rápidamente al ver la cara de angustia de todos. – Es mi novio, él está en estado de dos meses, y tuvo un percance, por favor, quiere revisarlo- explicó con su voz entrecortada tratando de calmarse el mismo. –es mi sobrino no escatime en nada para atenderlo. Mü, sosteniendo su mano en su pecho observaba angustiado todo rogando por sus amigos, sintió propia la angustia del caballero de virgo, pero no se atrevió a entrar en la enfermería observaba todo desde el marco de la puerta.
El doctor ayudado de Shaka le empezó desvestir quitándole la sudadera que le cubría y a la vez que le abría el pantalón y se lo quitaban, dejándolo solo en los bóxer, con sus manos palpó el vientre y luego con el estetoscopio le oyó su corazón, revisó minuciosamente su cuerpo buscando alguna herida, pero no la encontró, solamente el pequeño morado en su mejilla. Luego de hacer esto apuntó algo en su libreta, Shaka y Poseidón seguían todos sus movimientos ansiosos. Mas el anciano no les decía nada.
Sabiendo las miradas encima de él, suspiró y les miró serio – aparte del morete en su mejilla, no tiene nada dañado, el corazón del niño se oye bien, pero quiero que apenas que lleguemos a puerto, se haga estos exámenes, debe alimentarse bien, ¿entendió?, se le ve muy delgado, y es por eso que se ha desmayado. Shaka asintió ¿cuándo fue la última vez que fue al obstetra? La verdad no lo sé, ¡dioses, que idiota he sido! –se lamentó cerrando sus ojos, apoyado en la camilla, sintió como la suave mano de él acogía la suya. –Lamento causar tantos problemas, no te preocupes estoy bien. - Shaka se hincó a la par de la camilla apoyando su cabeza en la mano de él- no éstas bien, no te has alimentado apropiadamente, y yo fui un idiota que te envío a Japón, dioses en que estaba pensando estabas mejor a mi lado, no puse el cuidado adecuado, yo sabía de tu estado, ¡Perdóname amor! -Shun acarició aquellos cabellos dorados delicadamente -Yo no tengo nada que perdonarte tu creísteis hacer lo correcto en ese momento, no sabías lo que iba pasar, ni yo mismo lo sabía. Y yo si fui al obstetra en Japón, Hyoga antes de partir para Siberia me llevó, al ver que me sentía mal, fue cuando me enteré de mi estado, yo sólo creí que estaba enfermo. Cuando me enteré y tú me habías enviado a Japón, pues creí que era lo mejor no comentártelo todavía y que mi bebé sería solo mío.
Jovencito, su estado es de cuidado, deberá ir a una clínica a hacerse todos estos exámenes y un ultrasonido para verificar que todo este bien.- ordenó a la vez que le daba las recetas a Shaka, aquí hay algo que conseguirá en el barco, debe comenzar con este tratamiento de suplementos vitamínicos. Shaka asintió, a la vez que Shun se incorporaba para bajarse de la camilla, Shaka de inmediato le retuvo- tienes que descansar, no hagas esfuerzos, que estas muy débil- le regañó amorosamente. Shun le sonrió divertido – desde cuando acá un caballero divino necesita tanto cuidados, Shaka- haciendo un mohín de disgusto. Desde que ese caballero lleva en su vientre a mi hijo, ¿entendido?- a la vez que le besaba la nariz delicadamente. Shun resopló fingiendo molestia, para luego hacer un guiño a Poseidón y Mü, sacándoles después la lengua graciosamente. Ambos sonrieron más tranquilos.
El doctor le pasó su ropa y Shaka le ayudó a vestirse para luego tomarlo en brazos. Poseidón les guío a sus habitaciones, que eran en la primera clase, Shun en los brazos de Shaka observaba todo, en uno de los niveles era sólo para tiendas y diferentes restaurantes, muy parecido a un gran centro comercial, las personas iban y venían, ya varias mujeres y hombres que le seguían con la vista, Shaka sintiéndose observado suspiró apretando más el abrazo sobre su amado que le observaba todo curioso, un joven ya le había guiñado seductoramente, el caballero de Virgo le miró de reojo, Shun sintiendo el cambio de su humor, le besó en los labios para después sonreírle descansando su cabeza en el hombro del mayor. Aries venía detrás de él, sonriendo ante la singular escena un divino Shaka celoso, -y éste es caballero que siempre está en estado de vanidad – pensó, observando a la pareja y viendo que él tampoco pasaba desapercibido lo que hace que se sonroje, visiblemente, por lo que apresuró el paso para alcanzarlos.
Rápidamente pasaron ese nivel para desembocar en las escaleras que llevaban a las suites de primera clase, subieron las escaleras metálicas – es por aquí esta área es reservada solo para nuestra familia, les guío a tres camarotes lujosamente equipados, en el primero le indicó a Mü, que sería el suyo. A la par estaría el de Shun y Shaka, y al fondo eran sus habitaciones. –Shaka pronto les traerán algo de comer, por el día de hoy descansen, mañana quiero hablar seriamente con los dos. Su situación no puede seguir así. Ambos se volvieron a ver – ya hay un niño por medio deben resolver su situación piénselo, bueno aunque no es momento para sermones, ahora quiero mi niño, que descanses, mañana hablaremos – acarició la mejilla de Shun apartando algunos de sus cabellos del rostro, le besó en la frente. Para luego desaparecer de un aura celeste.
Mü se acerca a ellos colocando la mano en el hombro de Shaka –descansen, apenas comas algo, Shun, debes alimentarte piensa en tu niño. Shaka has que coma algo, y no permitas que le dé, nauseas. –acariciando los cabellos sedosos de Andrómeda le besa en la cabeza, para luego despedirse con un beso en la mejilla de Virgo. Shun se acomoda en el cuello de Shaka escondiendo sus ojos en ese aromático refugio, él al sentirlo a sí de cerca suspira ingresando a la habitación. Cierra la puerta tras de sí, ésta tenía un gran ventanal del cual podían observar el mar mediterráneo, una gran cama en el centro, poseía una sala de estar con televisión, al fondo un mini bar, con refrigerador, ambos observaron todo, detenidamente, para luego sonreír. Quieres bañarte así te quitarás el agua de sal y te podré dar un masaje para que durmamos un rato, después de que nos hagan llegar algo de comer- arrodillado enfrente de él apoya su cabeza en su regazo esperando su contestación. Shun acaricia los dorados cabellos enterrando sus dedos finos en ellos.
Ambos chocaron sus miradas y Andrómeda asintió en consentimiento a la petición de su amado. Él sonrió dulcemente en el momento que se pone de pie, voy a listar la ducha y vengo por ti. Shun niega con su cabeza –vamos los dos alistar todo- él se levanta abrazándose a su cuello le besa, mi amor si vamos a unir nuestras vidas esta es una empresa de dos, trabajaremos juntos, criaremos juntos a nuestro niño, y todo será compartido. Estimo sobremanera que me quieras proteger, pero –le expresó mirándolo a los ojos firmemente. Soy un caballero igual a ti, he peleado, asesinado y derramado sangre en cruentas batallas, mi cuerpo ha probado las inclemencia de los golpes, y tú lo sabes, quiero que confíes en mi aunque sea un poquito, se que no seré tan corpulento como Iki, pero igual tengo mis técnicas y mi poder. He de utilizar todas ellas en batalla prometo que no me dejaré vencer tan fácilmente- virgo con sus ojos le mira serio y sus dedos le acallan delineando sus labios con deseo.
Hay una que quiero nunca utilices y es el Ángel de la Destrucción. –Shaka le tomó de la cintura amoldándolo a su cuerpo ¿El Ángel de la Destrucción?, sus ojos se entrecerraron preguntándose como sabía el nombre de la técnica, pues él no la había mencionado en ningún momento. ¡Shaka!, ¿Tú me prometes no utilizar el tesoro del cielo? – le inquirió besando su cuello y pasando su lengua en él, un escalofrío recorrió su espalda, al sentirlo mimándolo de esa manera. – ¿No me contestas, amor? ¿Podría pedirle a mi hermano que no utilice, sus alas ardientes o su puño fantasma, sus mejores técnicas?- tomándole el rostro con sus manos empezó a besarle –no me hagas prometerte cosas que no puedo cumplir. Utilizaré esa técnica en el momento que sea necesario.
Shaka le alzo tomándolo de su cintura a la vez que lo depositaba en la cama y él cubriéndolo con su cuerpo, le besó como si la vida se le fuera en ello. Shun acariciaba su espalda a la vez que agarraba sus ropas fuertemente y las jalaba tratando de quitárselas, Virgo le tomó la barbilla con sus dedos, y delicadamente le expone su cuello, pasando su lengua saboreando su piel y para luego besarlo en toda la extensión del mismo. Sentándose el mayor en sus piernas se quitó su suéter, a la vez que suelta sus cabellos dorados, que caen como cascadas en sus hombros, Andrómeda retiene la respiración, observando el hermoso cuadro de su hombre, con su torso desnudo, suelta su pantalón, y se dispone a desvestir a su ángel con adoración, lentamente, toma el borde de su sudadera, pasando sus dedos delicadamente por debajo de ella en el mismo momento que acariciaba su vientre, bajo de él le sentía estremecerse de placer.
Sus zafiros le miraban bañados de excitación, sonrió al ver las mejillas sonrosadas de Andrómeda, tomándolo de la cintura le levantó para abrazarlo, y él le besó en los labios apasionadamente, los dedos de Shaka se fueron colando por sus prendas hasta quitarle la sudadera completamente. Ambos con sus torsos desnudos se reconocían uno al otro. Brahmán- susurró Shun al tocar su firme tórax, delineando sus tetillas con sus dedos trémulos, Shaka cerró sus ojos, su respiración era profunda a causa del ardor que sentía emanar de su cuerpo. Shun traza su tórax con sus manos suavemente y él se sostiene firmemente de las sábanas, sosteniéndose arrodillado en él lecho libera las piernas aprisionadas bajo su cuerpo. Shun se postra en enfrente de él, y jugó con la pretina de su pantalón, hasta que le ayuda a quitárselo. Desnudándole a sus ojos. Shaka termina él mismo lanzando sus indumentarias fuera del lecho. Y luego toma con delicadeza la cintura de su ángel, y a la vez que le desnuda completamente.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Sáb Jun 14, 2008 11:58 pm | |
| Shun quiero compartir mi vida contigo, para siempre- y ya nuestras vidas se han unido y perpetuado –colocó su mano en su vientre – es una parte mía y tuya, somos ambos en uno nuevo ser. Andrómeda asintió colocando su mano en la de él sonriendo dulcemente.
Todavía no se nota mucho, pero… ¿Qué harás cuando mi vientre crezca? Me veré enorme, no te va a gustar. – le expresó avergonzado bajando su rostro. - No hay nada, ante mi vista que me disguste, bebé, y cuando tu vientre crezca te verás divino, siempre serás el más hermoso Ángel a mis ojos. Le sonrió tomando su cara con su mano acariciándolo delicadamente y le besó en los labios, a la vez que con la otra mano tomó la de su Ángel, para depositar en ella dos anillos de oro -¡Brahmán! Pronunció su verdadero nombre casi en un susurro, a la vez que observaba los anillos nupciales en medio de su mano. ¿Quieres ser mi esposo? - enmarca con sus manos su rostro, acariciándolo con sus dedos. Las lágrimas se deslizan de sus esmeraldas y sonríe asintiendo, con una hermosa sonrisa en sus labios – En esta vida y en la eternidad, Brahmán- fue su respuesta.
Shaka se acomodó con su mano su cabello detrás de sus orejas y sonriendo nerviosamente, le toma de las manos. Dejando los anillos dentro de ellas. -Esta es la ceremonia nupcial de mi tierra natal, porque ahora pertenecerás a mi casa.- Shun asintió, Shaka acarició su rostro sonriendo -quiero que los dos repitamos nuestros votos. -“El día de hoy, prometemos dedicarnos por completo el uno al otro, con cuerpo, palabra y mente. En esta vida y en la otra, en cualquier situación, en la abundancia o en la pobreza, en la salud o la enfermedad, en los momentos felices o difíciles, trabajaremos para ayudarnos el uno al otro de manera perfecta. El propósito de nuestra relación será alcanzar la iluminación, perfeccionando nuestra bondad y compasión hacia todos los seres.”-inició el rito nupcial Shaka.
“Nosotros Shaka Brahmán y Shun Diermissen, estamos felices porque podemos compartir la alegría de nuestro amor con nuestros amigos y familiares y también expresar nuestras aspiraciones para el futuro.- expresaron los dos con más testigos que su propios corazones y pensando en los que no podían presenciar su unión.”
“Prometemos ayudarnos el uno al otro a desarrollar la mente y el corazón, cultivando la compasión, la generosidad, le ética, la paciencia, el entusiasmo, la concentración y la sabiduría con los años y los altibajos de la vida, con el fin de transformarlos en senderos del amor, la compasión, el gozo y la ecuanimidad. Reconociendo que las condiciones externas de la vida no siempre estarán libres de problemas y que internamente nuestras propias mentes y emociones se verán obstruidas por la negatividad. Entendiendo que así como somos un misterio para nosotros mismos, cada persona también es un misterio para nosotros. Y cuando llegue el momento de separarnos, recordaremos los momentos que compartirnos con alegría, hasta que nos podamos encontrar de nuevo”
Shaka tomando de las manos de Shun uno de los anillos, se lo coloca en el dedo a Shun. Cuya mano tiembla nerviosa, al tomar el otro y colocárselo a Shaka quién, le sonríe hermosamente, al ver la timidez que adoraba en su amado. –Estos anillos son nuestros signos externos y visibles de nuestro lazo interno y espiritual que nos une en dos corazones leales en nuestra relación de pareja. Uniendo sus manos -ahora somos esposos –juntaron sus frentes sonrieron felices.
Andrómeda se recuesta, jalándolo consigo y le cede espacio dentro de sus piernas, sonriendo entre delicados besos, ambos reconocen sus cuerpos entre besos y caricias, Shun acaricia el firme torso de su amado, a la vez que le lame sus tetillas delicadamente, Shaka en respuesta, gime a la vez que el escalofrío que recorre su espalda hace que esta contraiga, lanzando su cabeza hacia atrás, totalmente hechizado ante la cálida sensación, apretando fuertemente la tela delicada de la sábana en que estaba apoyado. El joven debajo de él no dejaba parte sin consentir con su boca. Y él le abraza delicadamente, probando el delicado cuello a su alcance, ahora Shun quién gemía ante la pasión de Shaka que a su vez ha buscado con una de sus manos, la hombría del menor, ya despierta.
Shun en respuesta hace lo mismo acariciándola suavemente, en la punta de la misma, con sus dedos, la respiración de Shaka, se detuvo casi, en reacción, esta vez es su Ángel, quién lo acuesta y se sienta en sus piernas, simultáneamente que jugaba con el miembro de virgo en sus manos. Le sonríe a la vez que lo toma con su boca, y con sus manos acaricia las caderas rítmicamente, sin quitar sus esmeraldas del rostro de su adorado tesoro, le ve retorcerse de placer jadeando, tratando de reprimir los gemidos que luchaban por salir de su garganta. Al ver como sus manos desesperadas buscaban de que asirse, él las toma con las suyas, sin dejar de atenderlo como él le había enseñado, no tardó mucho en obtener el néctar que de él brotó inundando sus sentidos, al ver al imponente caballero de virgo caer exhausto sobre el lecho con su respiración agitada sonríe al momento de apoyarse sobre su pecho escuchando el acelerado latido de su corazón, el mayor le abraza fuertemente
¿Te he complacido?- le preguntó suavemente entre besos. Shaka totalmente extasiado de probar su propia esencia en los labios de su Ángel, le toma de la cintura e invierte posiciones, ahora era su momento de adorar el cuerpo que ahora le pertenecía plenamente a él. Lamió su pecho y le mordisqueo suavemente por todo su tórax hasta llegar a su ombligo con el cual jugó delicadamente entre besos y lamidas, y le sostenía firmemente la cadera entre sus manos, beso toda la extensión de su vientre. Disfrutó de él – quiero verlo moverse dentro de ti, quiero ver tu linda pancita, pasó su lengua delicadamente, lo que hizo que Shun se arqueara casi sentándose de la sensación y Shaka le recibiera entre sus brazos, para luego volverlo a depositar en el lecho, acostándolo bocabajo, acariciando su espalda, y besándolo en el cuello delicadamente.
Andrómeda se aferra a las sábanas desesperado cuando Virgo le prepara para él, ingresando sus dedos dentro él, cuándo le sintió preparado para recibirlo, le toma de la cintura para apoyarlo en sus rodillas, se guío para acoplarse dentro de él lentamente, acarició su espalda esperando que él se acostumbrará y sosteniéndole de la cintura empezó a penetrarlo rítmicamente, lentamente fue cambiando de posición hasta dejarlo sentado en su regazo y Andrómeda apoyó su cabeza en el hombro de Shaka y sus manos se asieron de los muslos de Virgo para sostenerse firmemente, quién no dejaba de guiarlo, acarició con su mano libre la extensión de su pecho hasta llegar a su miembro el cual tomó aplicando el mismo ritmo de sus embestidas hasta que los dos llegaron al clímax. ¡Brahmán! ¡Mi hermoso Ángel! Ambos temblaron aún unidos,
Shaka sostenía su peso más el de su Ángel, mientras recuperaban la respiración, acariciándole suavemente espero a que se recobrará se retiró de él y ambos descansaron sus cuerpos en el cálido lecho, y con la mitad del cuerpo de Shun sobre su pecho jugaba con los cabellos del color de la esmeralda. Virgo desde el ventanal podía observa el tranquilo mar, así como las gaviotas revoleteaban alrededor del naviero, en este momento su mirada se perdió en una que planeaba como observándolos.
Es un hermoso día – expresó aún con sus dedos enredados en los sedosos cabellos de su esposo. Y todo hasta el momento ha salido a la perfección. Shun asintió con sus ojos cerrados contra su pecho ahora el disfrutaba de la calmada respiración y el rítmico latir del corazón de su tesoro del cielo. Cuando fue interrumpido por unos golpes en la puerta. Shun se levanto permitiendo que Shaka se incorporara bajándose de la cama le cubrió con una sábana a la vez que se colocaba su pantalón y dirigiéndose abrir la puerta.
Cuando abre, una salonera apareció con un carrito con un suculento menú en ella – el señor Solo nos solicitó que les trajéramos esto, además en la parte de abajo viene parte de su equipaje señor. –Gracias, señorita- a la vez que le dejaba pasar después de inspeccionar que su amado estuviera presentable.
Shun cubierto con las cobijas observaba como todo era dispuesto, algo sonrojado. La joven le había visto de reojo y estaba nerviosa ante la belleza de esos dos hombres. Se volvió haciendo una reverencia hacia Shun - usted debe ser el joven señor Solo, es un placer conocerlo – Andrómeda asintió desde el lecho, sonriendo apenado.
El Chef se ha esmerado en prepararles esto de bienvenida, espero que todo sea de su agrado, cuando necesiten algo no duden en pedirlo, cuando se le acabe lo que tienen el refrigerador por favor nos informan. Bueno me retiro, mi nombre es Abigail, y estaré encargada de esta suite personalmente –Muchas gracias Abigail, dile al señor Solo que mañana a las 9:00 a.m. estaremos en su oficina. –la joven asintió y rápidamente salió de la habitación.
Shun se levantó envuelto en la sábana, de la cama y se acercó a Shaka que le esperaba en el mini bar. Destapando uno de los platos le mostró una crema de espárragos, acompañada de unos panes tostados, esa era el plato de entrada, en conjunto con una ensalada verde, y unos filetes de corvina reina, de postre un Mouse de Fresa. – Se ve muy bueno- tendiéndole la mano a Shun para este se acercará a él. Abrazándose a él, degustó con su olfato los aromas, y sonriendo asintió. –Pero primero mi señor esposo, debemos darnos un baño y jalándolo hacia donde la joven había puesto la ropa enviada por Poseidón buscó algo que le gustará y escogió la indumentaria de Shaka también a su gusto.- Cuando estemos presentables celebraremos nuestra cena de Bodas.
Abrazándolo contra sí Shaka sonrió – si me parece una excelente idea, ya deseo poderte bañar y tomándolo en brazos, le dio vueltas y Shun se asió fuertemente a su cuello –Señor si no quiere un accidente en su lindo rostro, no debería darme tantas vueltas –bromeó sonriendo. Recuerde que llevó a su hijo en mi vientre y le encanta hacerme devolver mi estómago y no respetará ni a su querido padre. Shaka se detuvo lentamente, sonriendo – No le dejare, evitaré que tengas más achaques, debes alimentarte bien, mi hijo debe saber que soy muy estricto en todo.- Los labios de Shun dibujaron una hermosa sonrisa. –Sí lo sé eres un maestro excelente – guiñándole el ojo. Virgo se sonrojó recordando la consumación de su matrimonio. – ¡Brahmán te amo! – besándolo tiernamente.
Shaka se encaminó con él al cuarto de baño cerrando la puerta tras de sí, con delicadeza coloca a Shun en las lozas de la regadera, descubriéndole su cuerpo, él también se quita su única vestimenta – Me gusta como te ves con esos pantalones – comentó al momento que le tendía la mano para que lo acompañará. Shaka tomando la manija de la regadera y la abre, y la fresca agua cae sobre sus cuerpos, impregnándolos, rápidamente sus cabellos escurren el vital líquido, tomando un jabón allí dispuesto lo esparce por la espalda de Shun a la vez que le masajeaba todos sus músculos, tratando de disolver cualquier contractura. Andrómeda cerró sus ojos dejándose mimar de esa manera. Ninguna parte de su cuerpo se quedó sin atención.
Cuando Shun creyó que era suficiente le detuvo su mano tomándola con la suya delicadamente se abalanzó sobre su cuello besándole -ahora es mi turno- susurró a su oído. Le enjabonó de la misma manera, con adoración atendió el cuerpo de Shaka, levantándose de puntilla en los lugares que no podía alcanzar debido a la estatura de su esposo, arrodillándose cuando fuese necesario, Shaka al igual que Shun cerró sus ojos dejándose hacer. Cuando creyó que había terminado le tomó de su cintura alzándolo le besa en los labios apasionadamente, las piernas de su Ángel se aferraron a su cintura como indicándole, que le deseaba en ese instante sin pensarlo dos veces se adentra entre sus piernas, alojándose dentro él, renuevan su unión entre gemidos y frases de amor repetidas como mantras, hasta que estalla dentro de él, apoyándose en la pared, ambos recuperan el ritmo normal de sus cuerpos.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Dom Jun 15, 2008 12:04 am | |
| Shun pensaba en su hermano, fue la única situación que le causó nostalgia y tristeza, reflejado en los espejos de su alma, lo cual notó de inmediato virgo, atrayéndolo a su pecho desnudo acarició su suave espalda, su melena esmeralda caía en su tórax cubriéndolo, con la vista de su ángel desnudo en sus brazos -te prometo que Iki y tú estarán juntos de nuevo y que conocerá a nuestro bebé y podrá mimarlo al igual que lo hizo contigo.
Terminaron con su baño, ambos ahora se vestían. La indumentaria de Shun consistía de un hermoso pantalón negro tipo pesquero y una camiseta sin manga de color blanco, Shaka utilizaba unos pantalones de color negro, y una camiseta también sin manga de color negro, se sentaron en torno a la mesa que Andrómeda había arreglado, con velas, dos copas, en el centro un hermoso jarrón de cristal con un ramo de rosas príncipe negro.- Sí, Afrodita las viera moriría de la envidia, son sus favoritas – sonrió Shun ante el comentario- pues claro son muy difíciles de conseguir, tomando una, aspiró su aroma con fervor, aquella imagen Shaka la guardó en su corazón, con miedo de romper el hechizo de su Ángel le acaricia su mejilla, en el lugar que Tasumi, le había golpeado- Ese desgraciado, debí ser yo quién le matará, en lugar de que Afrodita le golpeara. Andrómeda negó con su cabeza – no vale la pena.
Tomando un pedazo de fresa se lo colocó en la boca de Shaka- ¡Esto si vale la pena! Ambos disfrutaron de la cena, degustando de los sabores de cada platillo, así como de su primer día como esposos.
Poseidón se encaminaba hasta su oficina cuando sintió una presencia a su lado, vuelve a ver de reojo, deteniéndose lentamente, se gira de improviso. -Hécate no es necesario que te escondas en mi presencia. Justamente en ese instante él la toma del brazo, haciendo que ella se materialice frente de él. –Mi señor Poseidón- haciendo una reverencia. Poseidón la mira con sus ojos entrecerrados -¿cómo es posible que le dejaras hacer esa técnica? Sabes lo que le hizo Mijael. La diosa asintió, pero sabes que soy su subordinada y él me dio una orden directa, la cual no pude obviar.
Hécate sabes que le debes proteger, a toda costa, ahora ve dónde Aioros, mientras mi sobrino esté aquí, yo le protegeré te necesito con mi otro sobrino, con Iki, darás mi mensaje a Aioros y Shion, que lo que planeo mi hermano en el Inframundo debe realizarse de inmediato, y Fénix será el ejecutor de tal venganza. Atenea pagará por la muerte de Elena y Mijael. Mandaré a la quiebra la Fundación Kido. -Hécate de rodillas escuchaba los mandatos de Poseidón, para luego levantarse y desvanecerse de allí regresando a Atenas.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Dom Jun 15, 2008 12:05 am | |
| Capítulo 6: El Ángel y el Fénix, los hermanos del destino. Con las estrellas por techo, en el silencio de aquel salón vestido con sus togas ceremoniales, el imponente Patriarca, meditaba concentrándose en su mente, podía pasar horas, días hasta meses, esperando los designios de los dioses. -¡Dohko, es lo mejor vuelve a Rozan! - sus palabras fueron emitidas por el cosmos, con rumbo a la mente de su querido caballero de Libra, por él fue informado de la convocatoria a la Coalición Dorada.
Cual si su cuerpo emitiese su centenaria alma fuera, brilló intensamente cubierto por sus poderes. Una presencia llegó a sus sentidos, él la conocía. –Shion, Shion de Aries – aquella voz suave a la vez de hechizadora, llegó a sus oídos- Ruegas por respuestas a los dioses, sobre que camino debes seguir, Shion sabes lo que correcto- aquella voz le rondaba, le mareaba, susurraba cual brisa tranquila.
¿Atenea te ha defraudado como diosa? He visto la indigna actitud de la hija de Zeus. Su reino ha si puesto ante los ojos de los dioses, y ha sido hallado corrupto – Aquella presencia le instó abrir sus ojos al rodearlo con sus brazos, descansando su cabeza en su hombro
Hécate, hechicera de los dioses- Ella le sonrió al tomarlo de la mano y hacerlo ponerse de pie, sus ojos violetas le miraran extrañados. Zeus ha quitado la protección sobre su hija, al juicio de Brahmán, quién ha declarado impuro el Refugio Sagrado, la Coalición Dorada ha sido dividida, entre los caballeros que son fieles a su corazón y los que obedecen ciegamente a una diosa, a la cual le han jurado servir.
El Consejo Olímpico se ha reunido, por la convocatoria del Emperador Poseidón, y ha determinado que sea la sangre Diermissen quién cobre venganza. Ya Shun está bajo la protección de Poseidón, falta poner a salvo a Iki, y esa será tu tarea. Los dioses confiamos en tu desempeño y astucia. No queremos derramamientos de sangre, ni más luchas encarnizadas. Estaré al lado de Fénix sin que se de cuenta hasta llevarlo al Inframundo al lado Pandora.
Sus ojos violetas veían hechizados aquella diosa de cabellos del color del ébano, acercarse con su grácil movimiento hasta quedar muy cercana a su rostro –No nos defraudes Shion, al rozar lentamente sus dedos en una de sus pálidas mejillas desapareció de su presencia Sus pulmones empiezan a soltar paulatinamente su respiración retenida. Rascándose distraídamente su barbilla, planeó la mejor manera de sacar al Fénix, de Grecia burlando a esa maldita mujer.
Por primera vez, compartía el lecho con alguien, apoyado en las almohadas de que le servían de respaldar veía su musculoso vientre -¿Fértil, yo? Bueno nunca lo había pensado…- se dijo- ¿Podrá ser cierto? Mi hermano lo es y ahora espera un hijo de Shaka, un bebé, a de seguro se parecerá a mi niño – sonrió al contemplar a su hombre dormir a la par de él.
Aioros, ¿Qué va a ser de mi si estoy en estado? Como podré hacer todo lo que me pides, sabes yo no soy una persona que me guste el engaño ni conspirar, no es mi estilo, el mío es tomar el toro por los cuernos, de frente, sin tapujos ¡dioses! Todavía perdido en sus cavilaciones con su vista fija en el ventanal de aquella habitación, su mirada se encontraba pérdida, cuando sintió una mano acariciar su vientre delicadamente.
¿En dónde te encuentras, amor? Delicadamente le tomó la barbilla con sus dedos, y los ojos cobalto de Iki, le miran extraviados, hasta que sacado de sus pensamientos, le miró como indagando, sus vistas siguieron el trayecto que se dirigía a su vientre, dónde se encontraba su mano la cual era sujeta por Aioros, quién le sonrió seductoramente
¿Piensas en mis palabras de hace un rato?- le susurró al abrazarlo descansando su cabeza en el hombro moreno ¿Sería tan terrible que estuvieras en estado? –Suspiró tratando de responder –Es algo extraño, nunca había pensado en esa posibilidad, y pienso en como será mi sobrino, sueño con poder verlo, me encantaría estar al lado de mi hermano, de ayudarle cuando nazca su bebé, son tantas cosas en tan poco tiempo.
Aioros acaricia su mejilla, hasta que le besa en los labios, cubriéndolo de nuevo con su ardor –bueno quieres seguir intentándolo a lo mejor, le damos la sorpresa a Andrómeda y te apareces con nuestro hijo en brazos, y así podrán intercambiar bebés para arrullarlos. Iki sonrió ante esa idea -¿Cómo eres, sabes que puedo quedar en estado? Pues no sería tan terrible Fénix. Tomándole de la cadera le acomodó para él. ¡Hey!, espera Aioros... - Ya no pudo seguir con sus protestas, sus labios ardientes buscaban calmar su sed, en los de Sagitario, sus piernas le rodearon la cintura.
Fénix poseía un cuerpo atlético, moreno, en contraste con él de su hermano que era más etéreo, su piel blanca como la nieve, su elegante caminar, su fino trato, pero fénix su piel era de color canela, su caminar felino, sus modales directos y agresivos, pero era un hermoso diamante a quién él quería mostrarlo. Nada en su cuerpo tenía imperfección, ambos dos bellezas completamente diferentes, como la luz y la oscuridad. Uniéndose de nuevo -¡Ay Aioros deseo tanto poder ser fértil, dioses! Aioros sonrió satisfecho, tomando de sus labios despacio, y seductoramente –Te amo mi Ave de Fuego.
Con su cuerpo cubierto con la camisa de Shaka, buscaba en el refrigerador una botella de agua, tomó un vaso y vació el líquido en él, para después tomarlo. – ¿Quieres dar una vuelta por el naviero?- pasando sus brazos por su cintura le atrajo hacia sí, besando su cuello -aunque te ves, muy tentador con mi camisa puesta. Shun sonrió divertido ante su comentario.
Me gustaría conocer el navío, y podemos quedarnos un rato en la cubierta.- planeó moviéndose en sus brazos, hasta apoyar sus delicados brazos en su cuello, junta sus labios a los de Shaka amorosamente. –Se hará como tú digas, pero antes… ¿Cómo te sientes? – Las esmeraldas que eran sus ojos brillaron alegres – no me he sentido mal, tus cuidados, me han ayudado mucho.
Virgo presa del encanto de esos ojos, acarició su mejilla. –Bueno mi amor, será mejor que nos arreglemos para salir, cumpliré con tus deseos de inmediato. Si no quieres que te tome de nuevo aquí apoyado en el mueble del bar.
Para el disfrute de los tripulantes, el naviero disponía de bares, discotecas, salas de cine, cafeterías, casinos. Tiendas de ropa, tanto para mujeres, niños como caballeros, ambos recorrieron todo el lugar, tomados de la mano.
Como si de una criatura pequeña se tratase Shun se abalanzó sin pensarlo dos veces en cuánta tienda para niños había. Veía con ilusión los juguetes, la ropa, muebles hasta cunas. Shaka también sonreía ilusionado.
¿Te gustaría una cuna así? Le expresó señalándole una de color blanco- Sería perfecta, cuando lleguemos a mi casa, tu y yo iremos a buscar lo necesario para nuestro bebé. - Jalándolo consigo Andrómeda le llevó hasta dónde se encontraba las vestimentas de bebés, tomando unos escarpines blancos con su mano sonrió enseñándoselo.- ¡Qué pequeños son! – Shaka los miró con detenimiento -¿Te gustaron? Andrómeda asintió – ¡Son hermosos!-
Virgo observó el resto de las indumentarias allí exhibidas, y encontró una bata muy acordé con los escarpines – Van bien con esta. Tomando ambas prendas se las llevó a la dependiente, ante la mirada atónita de Andrómeda. – ¿Se lo envuelvo?, Shaka asintió acomodándose sus dorados cabellos se vuelve a su esposo con una sonrisa en sus labios, le ofreció su mano para que él se acercará, sonriendo se abraza a él –Es mi primer regalo para nuestro hijo.
Andrómeda recibe en sus manos aquel paquete, estrechándolo contra su pecho amorosamente. Virgo tomó uno de sus mechones de cabellos entre sus manos, jugando con él. Esta vez Shaka le guío por el lugar, las miradas de todos se centraban en ellos, los zafiros magnánimos observaban con detenimiento en el momento que una mirada se posaba mucho en su esposo, había visto a más de uno se paraba en seco, cuando les pasaba a su lado, muy al contrario Shun sonreía orgulloso, si las miradas se centraban en su esposo, y tratando de no dar mucha importancia al asunto se abrazaba más a él.
Shaka le enrumba a cubierta, en este momento el naviero estaba anclado, ambos alzaron su vista al firmamento estrellado, una que otra pareja observaba la luna y las constelaciones, y la perfecta línea de la Vía Láctea, la brisa marina refrescaba el ambiente, las aguas pintadas de plata le daban ese toque mágico al Océano.
¡Brahmán, que noche tan maravillosa! -apoyándose en uno de los barandales de estribor. Shaka retuvo su respiración, pues la hechizadora luna desplegó su influencia sobre su amado, sus cabellos brillaban en tonalidades plateabas, bañado en su albor, le daba la apariencia de una ninfa marina, sus hebras esmeraldas cuales hilos de esa piedra preciosa mecidos por el viento.
Andrómeda por su parte observaba en él aquella magnánima presencia, su serenidad, aquellos mechones de oro que caían sobre sus hombros que destellaban, sobre pecho ancho y fuerte cubierto aquella camisa de seda color azul marino de manga larga que caía libre sobre unos hermosos pantalones negros, siempre se había acostumbrado a verlo con su sari blanco, pero ese cuerpo perfecto moldeado por los dioses radiaba entre lo divino y humano.
Artemisa y Selene juegan con mis sentidos, como aquella noche en la isla de Andrómeda- recordó en el momento que acortó su distancia con él, le asió de sus hombros, con sus manos delicadamente para abrazarlo ha su cuerpo. Andrómeda se iluminó recordando ese momento.
Siendo enviado por su Santidad, a buscar en el campamento de Etiopía dirigido por Albiore de Cefeo, a su sucesor, prefirió ir de incógnito, observaría a todos los muchachos nacidos bajo el signo de virgo que se encontraban albergados en ese lugar.
Albiore, amigo ¿tanto tiempo sin verte? –Shaka de Virgo, a que debemos la presencia de uno de los doce de la Coalisión Dorada, en este campo de entrenamiento. – Virgo de inmediato captó su incomodidad por su visita. –He venido por encargo de Su Santidad Arles por mi alumno, me han dicho que escoja en este campamento entre los aprendices a caballeros nacidos bajo el signo de virgo.
Albiore bajó su mirada preocupado, y Virgo observó inmediatamente a través de sus párpados cerrados el cambio en su fuerza cósmica. –Solo hay un aspirante que cumple con esas características- le informó. Sacando de sus archivos, el perfil del aspirante se le entregó en las manos. Shaka asintió, saliendo de su oficina –le estudiaré primero, luego te aviso.
Albiore, se levantó de su asiento apoyando sus puños en su escritorio, le vio traspasar la puerta -¡Shun!- murmuró entre dientes. -¿Dónde puedo encontrar a Shun? Preguntó deteniéndose en el marco de la puerta, esperando su respuesta. -A esta hora, pues cercano a los alojamientos de aprendices. Continúo con su camino, perdiéndose en las sombras de la noche.
Desde su ubicación pudo vislumbrar las antorchas dónde los aprendices de caballeros pasaban la noche, vio varios jóvenes en grupos, pero ninguno era el joven de la foto que tenía en su mano. Percibió con su cosmos, que más allá del campamento, se encontraba un cosmos y otro que se movilizaba hacia ese lugar.
Bordeando la ladera se guío por medio de sus presencias hasta un pequeño oasis rodeado entre las inclementes dunas. Observó que él cosmos en movimiento era el de una joven rubia que corría con varios vendajes en su mano y equipo médico. Entre las sombras y ocultando totalmente su presencia se adelantó, hasta llegar a tener una vista cercana de la persona a quién buscaba.
Claramente sintió su presencia dentro del agua del oasis, él se encontraba zambullido en ella, cuál si fuera una hechicera marina surgió de las aguas, sus cabellos centellaban con pequeñas piedritas de plata, la luna le bañó completamente con su luz, su corazón sin querer brincó en su pecho.
La joven al otro lado de oasis, ante la visión dejó caer las vendas de sus manos sorprendida – ¿June, que haces aquí? –inquirió con una dulce voz, la joven se vuelve en el momento que él sale del agua. –He venido a curar tus heridas, ¿cómo es posible que dejes que te golpeen así, amigo?
Sus piernas toman vida propia y salen de su escondite, en el momento que él joven abandona la superficie del agua con su cuerpo desnudo. De inmediato los dos jóvenes se vuelven hacia él alertados de una presencia ajena a ese campamento.
No deberían estar con los demás. ¿Tú eres Shun, verdad? El joven asintió nervioso y sonrojado, él quitándose el manto que cubría su sari caminó hacia él y le cubrió con el mismo -¿Debería saber aprendiz de caballero femenino que no se les permite estar en el lado de los aspirantes varones? Esta vez pasaré por alto esta trasgresión. La joven inmediatamente abandonó el lugar en busca de Albiore su maestro.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Dom Jun 15, 2008 12:07 am | |
| Aún con sus manos puestas en sus hombros, sintió como el joven se estremeció con ese leve contacto, el bajó su vista para encontrarse con un par de esmeraldas que le veía curioso- Soy el caballero dorado Shaka de Virgo. Se presentó, sin apartar sus zafiros de esos dos luceros que le hechizaron, con delicadeza quitó de su rostro algunos cabellos despejándolo para luego sonreírle, en contestación obtuvo una tímida sonrisa estampada en un sonrosado rostro.
Aquel día te tomé como mi alumno, aunque no te lo dijera –le confesó. Vaya por eso te encargaste en tu estadía en la isla de estar siempre a mi lado y yo que pensé que era porque te gustaba- reclamó haciendo un puchero de enojo fingido. Shaka no pudo más que reírse, acrecentando su enojo. Las dos cosas mi amor, te quería como mi alumno para que estuvieras siempre a mi lado y me hechizaste desde que vi mi ángel.
Muchachos, que gusto verlos en cubierta, veo que te sientes mejor Andrómeda – Kanon se acercó a ellos, sonriendo. -Sí, quería tomar un poco de aire, así que decidimos darnos un paseo por el naviero –Kanon le acaricia su rostro, y sonrió.
Para Shun no pasó desapercibido un cambio en la energía de su guardián desde que pasearon por la cubierta Radamantis, les seguía de cerca. Shun le volvió a ver sonriendo. Kanon ¿El Emperador Poseidón se encuentra ocupado?- el Dragón Marino asintió. Ya veo puedes hacerme un favor, darle alojamiento a mi guardián.
¡Radamantis déjate ver! Me imagino que recuerdas a Kanon. El espectro se hizo visible hincándose en frente de su príncipe, con el casco debajo de su brazo. ¡Radamantis! –exclamó Kanon sorprendido de no detectar su presencia en ese lugar.
Shun se acercó a su guardián y le besó la frente – mi fiel Radamantis, debes descansar, comer algún alimento, tomar liquido, no solo cuidar de mí hasta desfallecer, todos hemos estado bajo mucha tensión, te puedes enfermar y no son mis deseos- le tendió la mano indicándole que se incorporara de su posición. El primer juez asintió en silencio.
Kanon, pone su mano en el hombro de aquel imponente hombre, ¿Por qué no me dejaste sentir tú presencia, Radamantis?- le regañó volviéndolo hacia él. ¡Mira como eres siempre me dejas de lado! Perdóname Kanon, no quise preocuparte. Ante la mirada atónita de Andrómeda y Shaka, el Dragón marino tomó la mano del Primer Juez arrastrándolo fuera de la cubierta.
Aioros en la mañana, logró el permiso para que Iki, pudiera salir, en los suburbios de Atenas, fueron a una clínica privada, deseaban precisar si Iki, era fértil. Ambos se adentraron en las instalaciones.
Los nervios del Fénix, estaban a punto de reventar, lo que causó gracia en su amante. Poco a poco le fue estudiando sus comportamientos movía nerviosamente su pie, mantenía sus brazos cruzados y fruncía su ceño, con sus ojos cerrados. Aioros sonriendo coloca la mano en su muslo apretándolo levemente para llamar su atención y le susurra al oído – dentro de unos minutos nos sacaremos de dudas
Iki abrió sus ojos y le miró haciendo una mueca de fastidio. -¿Por qué tardan tanto? Impaciente se levantó para dirigirse al mostrador, a preguntar. Aioros le sostiene su mano, con sus ojos cerrados, niega con su cabeza- acabo de comprobarlo la paciencia no es tu virtud, mi amor.
Señor Diermissen, el doctor le dará los resultados, pase por aquí. – le indicó una de las enfermeras. Iki jaló consigo a Sagitario, quién sonrió al ver su impaciencia. Al adentrarse en el consultorio, el doctor revisaba los resultados. Al fénix su cuerpo empezó a emitir su ardiente cosmos, Aioros trató de calmarlo apretando su mano.
Ambos se sentaron dónde el doctor les indicó. Señor Diermissen, felicidades usted puede concebir. Iki bajó su mirada nervioso, sosteniendo fuertemente la mano de Aioros. –Nosotros hemos mantenido relaciones sin protección –determinó de inmediato Sagitario – me gustaría que le hiciera la prueba de embarazo.
El doctor, escuchaba mientras escribía una prescripción, sonriendo se la dio a Aioros. Deberá presentar esta receta en el laboratorio clínico, aquí detallan todas las pruebas que le harán, cuando tenga en mis manos los resultados les llamaré, pero ahora les indicó que no podrán mantener relaciones hasta que determine si está en estado, por favor dejen un número de telefónico dónde pueda localizarlos. Sagitario asintió dejándole el número de su teléfono celular.
Iki, todavía sopesaba las palabras del doctor, su semblante era como si hubiera sido victima de su propio ataque. -Es por aquí Iki – él solo le seguía como ido -¿puedo estar en estado?- se hizo la pregunta para sí mismo pero en voz alta. Sagitario al percibir como detenía sus pasos. El le abrazó – eso es lo que vamos averiguar amor. Iki asintió nervioso.
¡Un hijo, puedo haber concebido de Aioros! Hermano, ¿esto es lo que sentiste, en ese momento? Me hubiese gustado haber estado a tu lado, así como hoy estuvieras conmigo. Su corazón retumbaba en su pecho sonoramente, suspiró al entrar con la receta para las pruebas, las cuales entregó a la recepcionista, sin mirarla.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Dom Jun 15, 2008 12:12 am | |
| Capítulo 7 El Patriarca regresa. Lentamente abrió sus ojos y sonrió al ver a su esposo, profundamente dormido, con sus cabellos dorados esparcidos sobre la almohada, su brazo le cubría amorosamente. Pero lo que había ocasionado que despertará a esa hora de la noche, le llama directamente a su cosmos. Con mucho cuidado de no despertarlo se incorporó de su lecho, y buscó algo con que cubrirse del frío de la madrugada, tomando su sabana se la colocó en su espalda y sin hacer ruido se dirigió a la puerta de su camarote. La cual abrió sin hacer ruido, sigilosamente revisó que Shaka durmiera, al comprobarlo salió de la habitación encontrándose con Radamantis al otro lado. El espectro le sonrió en el mismo instante que intentaba postrarse ante él, Shun le detiene sosteniéndole de los hombros. –Amigo no es necesario, no eres un súbdito para mí sino mi gran amigo. Pensé que pasarías la noche con Kanon. Radamantis tomándolo de la mano, le guío hasta unos escalones más abajo dónde se sentaron para conversar.
El espectro le abrazó hacia su cuerpo para brindarle calor –Señor sabes que mi prioridad es cuidarlo. Shun asintió, y le abrazó –pero no hasta que te enfermes. Tomándole la mano, le dio una pequeña botella en ella- No me enfermaré, aquí la diosa Hécate, le manda esto. Suspirando giró la botella en su mano pensativo –Odio depender de esto, Wyvern. Radamantis le detiene la mano y asió la botella abriéndola, el mismo la guío a sus labios, y como a un niño pequeño, le obligó a bebérsela.
Mi ángel, sabe que no puede faltar a ninguna de sus dosis – tomándole de la barbilla le levanta el rostro y mirándolo a los ojos, le aparta algunos mechones de su frente para probarle la temperatura. Sonriendo ante su puchero de fastidio. Andrómeda le detiene la mano gentilmente. -No te preocupes por lo que no tiene remedio, agradezco todos tus cuidados de corazón. Haciendo el intento de levantarse, para retornar al lado de Shaka, su guardián le detiene tomándolo de su brazo.-No debería esforzase tanto, convendría él estuviera al tanto de la verdad, Shun. Shaka se asustó mucho cuando usted perdió el conocimiento ayer. Andrómeda escuchó en silencio cada una de sus palabras.
Ahora que me lo dices –observando su anillo. Mi esposo, sabe sobre mi técnica ¿Tú me podrías informar como se enteró de la misma? Fue el Emperador Poseidón que le relató sobre el Ángel de la Destrucción. Respondió sin tardanza. Shaka cree que solamente la ha utilizado frente a la Coalición Dorada, a causa del ataque de Atenea. Pero usted y yo sabemos que ha sido efectuada, cuatro veces incluyendo esa vez y la rosa blanca de Afrodita, al perforarle su corazón le convirtió en el órgano más vulnerable al Ángel de la Destrucción. En su estado aumenta el riesgo de su corazón dañado, puede morir en cualquier momento si no se atiende.- previno sin soltarle el brazo.
¿Hécate, dónde se encuentra?- le preguntó para cambiar de tema. Ella se encuentra en el campamento de Atenas, cuidando de tu hermano mayor. – respondió al momento de soltarle el brazo. Me alegra saberlo, sé que ella evitará que nada malo le suceda.
¡Shun! ¡Radamantis! ¿Sucede algo? –Shaka al notar su ausencia en el lecho, fue a buscarlo de inmediato encontrándolo con el espectro, sentados en la escalera conversando. ¡Brahmán!, creí que dormías –exclamó sorprendido. Lo mismo pensé de ti, ¿Qué sucede Radamantis? Levantándose de manera altanera le respondió- Nada que te interese Virgo. Únicamente he informado a mi príncipe palabras que solo él puede escuchar- haciendo una reverencia se retira dejando a Shaka con la palabra en la boca.
¿Shun, tú podrías explicarme qué pasa? No son horas para que venga informarte de nada. Andrómeda le calmó tomándole de la mano le hizo sentarse a su lado. –Hécate ha partido para el Santuario, a proteger a Iki, y me avisado qué el encargado de protegerme de ahora en adelante será su persona, que no dude en llamarlo.
Pero ¿por qué no pudo esperar hasta mañana? Ahora debes descansar más que nunca.- pasando sus brazos por debajo de sus rodillas y Andrómeda abrazando su cuello, permitió que su esposo le llevara de nuevo al lecho.
Al recostarlo, le coloca con sumo cuidado – es de madrugada y la brisa marina enfría el ambiente, pudiste haber pescado un resfriado.- le regaño frunciendo su ceño. Perdóname no quise preocuparte, pero al ver que dormías profundamente me pareció injusto despertarte. Colocando la mano sobre su vientre, sonrió mas tranquilo. – ¡Shaka! Atrayéndolo sobre sí, le cedió campo a su lado. ¿Quiero preguntarte algo, cómo te enteraste de la técnica del Ángel de la Destrucción?- con él abrazándolo, Shun cubre sus cuerpos con las sábanas, jugando con sus dedos en el pecho desnudo de Virgo, esperó pacientemente su respuesta. Shaka distraídamente, pasó su mano por la cintura de él le acercó más. Poseidón me puso al tanto de la misma. No quiero que la vuelvas a utilizar ¡dioses! Shun puede ocasionar tu muerte.- su cuerpo se tensó entre sus brazos. –Entonces conoces las consecuencias, Shaka, debo hacerte saber he utilizado esa técnica tres veces antes, una cuando gane la armadura de Andrómeda, en esa ocasión fue de manera involuntaria, casi cuando perdía la conciencia debajo del agua, claro apenas fue un pequeño destello de ella -le confesó. No terminando de hablar Shaka le levanta el rostro para verlo directo a sus esmeraldas, Shun le sonrió asintiendo al saber que con este gesto Virgo le indicaba que continuará.
La otra fue cuando salve a Hyoga en el Templo de Libra, había perdido lo que más amaba en el templo de Virgo, a ti y a mi hermano, deseé morir ¡dioses! Así que haría un intercambio mi vida por salvar la de Hyoga, aunque el Cisne me detuvo antes de completar la técnica, pero el pobre se llevó el susto de su vida, de mis ojos brotaban lágrimas de sangre, claro eso me debilitó bastante, fue hasta el Templo de Sagitario que recobre la conciencia y bastante desubicado por cierto- los ojos de Shaka cambiaron a unos de preocupación absoluta de inmediato. Shun suspiró besándolo en los labios – el problema se dio en Piscis, con mis poderes menguados, me descuide y permití que Afrodita atravesara mi corazón, bueno aunque eso no es un secreto para ti.
Shaka movilizó su mano por su cintura, hasta llegar a su vientre al cual bordeó por debajo de su camiseta hasta llegar al centro de su pecho dónde se localizaba una pequeña cicatriz, la cual delineo- lamenté esa herida por días no podía sacarte de tu inconciencia después de que volvieras a enfrentar a Saga, aún tan débil todo por ella, que los lanzó al ataque sin piedad, las altas fiebres que te atacaron me estaba volviendo loco, tratando de que sanarás hasta que al fin respondiste al tratamiento que Mü y yo, te brindamos. - por último en el Inframundo, al derrotar a mi padre. Aunque fue ante la Coalición Dorada, que la intromisión de Niké a mi mente, hizo despertar completamente al Ángel.
Lo que te quiero decir, es que mi corazón tiene un pequeño soplo, por causa de la rosa de Afrodita, eso me lo diagnosticaron en Japón, cuando descubrí lo de mi embarazo, desde la batalla del Inframundo, Hécate me lo ha tratado con sus artes, pero lo que pasó en la Coalición no sé que consecuencias pudo tener para mi corazón es por eso que Radamantis, se ha atrevido a hablarme a estas horas, para llamarme la atención de tu debías conocer esto.
Shun, ¿Por qué no me dijiste? ni siquiera debería haberte esforzado tanto. – Shun le acalló besándolo. Yo te amo, Shaka por estar en tus brazos moría gustoso, sé que suena egoísta, pero me moriría sin acunarte dentro de mí, pero quería que lo supieras porque deberé de tomar los remedios que Hécate, me envíe, y no quiero ocultártelo, además te lo prometí en la salud y en la enfermedad y sabes que siempre cumplo mis promesas, y que no haría nada que dañará a nuestro bebé, ni tú tampoco. – Virgo acortó la distancia de sus labios, uniéndolos suavemente. –Más tarde hablaré con Radamantis quiero estar al tanto de tus dosis, y yo mismo me encargaré de que las bebas sin chistar- le bromeo.
Incorporándose un poco, le levantó la camiseta dejándole ver su vientre, el cual acarició, para luego besar su ombligo causándole cosquillas y una dulce risa salió de los labios de su esposo. –Ya quita esa cara seria, que no me gusta, verás que todo saldrá bien, tu corazón mejorará de eso nos encargaremos Mü y yo. Pensaba que el parto natural sería lo mejor, pero ahora no lo sé, bueno eso lo hablaremos después. Siguió mimando su vientre entre besos y pequeñas lamidas, espero que nuestro bebé sea igual que tú de sensible porque me encantará verlo sonreír al igual que mi ángel.
Creo que ya hemos jugado mucho contigo bebé, es hora que te duermas, porque nosotros también lo haremos, buenas noches, hijo- besando su vientre de nuevo, para luego acunar a Shun en sus brazos, se acomodaron en el lecho para conciliar de nuevo el sueño.
¡Vamos Iki, ven a dormir! Deja de caminar como león enjaulado, por más que estés nervioso, no lograrás que los resultados antes de tiempo- le ofreció Aioros señalando con su mano un lugar a su lado, y vas a despertar a Seiya y luego quién le aguanta. –No me importa si se despierta medio Santuario- gritó hastiado- me mata está angustia, de no conocer nada de mi hermano- golpeando la fría piedra que era el templo de Sagitario –para mi Seiya puede irse al dormir con la desgraciada esa, y calentarle la cama si se le da la gana.
Anda ven aquí, aviva la mía- le rogó cariñosamente. Si claro, es por calentar tu lecho es que estoy metido en este enredo. Aioros no pudo más reír ante sus quejas – Pues a mi percepción Fénix, tú también lo disfrutaste bastante –logró que Iki le volviera a ver con sus ojos entrecerrados y visiblemente sonrojado.
Sagitario se incorporó graciosamente dejando ver su atlético cuerpo desnudo, se acercó a su indomable amante, abrazándolo contra sí – sabes que debo tener bastantes testículos para dominarte, mi amor, pero también para no hacerte daño, hasta quede en claro si ya te preñado. Ahora debes descansar, te puede causar daño que estés en ese estado de nervios – besándole el cuello moreno suavemente, le empujó levemente a su cama.
¿Tienes tu celular encendido, Aioros?- Sagitario asintió en el mismo momento que masajeaba los hombros de Iki, para calmarlo- Sabes que si no quiero morir calcinado jamás lo apagaría, duerme un rato. ¡Hazlo por nuestro bebé, Iki! –Fénix de inmediato se giró sobre su hombro hasta quedar enfrente de esos ojos color olivo- ¿Aioros? Eres un tramposo – le miró con sus ojos encendidos en potentes llamas, tú lo sabías desde que me indicaste que podía ser fértil, ¿verdad? - Sagitario le asaltó los labios en un apasionado beso – tú sabes la respuesta Fénix, te lo explique con respeto a Shun, eso no se nos puede ocultar. Así que no estés pendiente de ese teléfono. Además tu también lo has sentido nuestros cosmos se han unido en tu vientre, solo que querías confirmarlo, amor.
Entonces ¿Para qué toda la pantomima de ir a esa clínica? Sí ya sabías que me habías preñado, ¿por qué juegas con mi paciencia? – Expresó incorporándose de inmediato para abandonar el lecho molesto. Aioros le retuvo –porque necesitaba sacarte del Santuario con alguna excusa y traerte de nuevo, todo es para ganarnos la confianza de Atenea, ella debe creer que estamos de su lado.
Su Excelencia me ha pedido que mañana le vaya a ver contigo, creo que nos tiene una misión. – le comentó. Acéptala sin poner objeciones, te lo suplicó confía en mí. Te prometo que trataremos que tu encuentro con hermano sea en lo más breve posible y que nuestro hijo no nacerá en el Santuario, será con tu familia. ¡Aioros! –esta vez es Iki quien toma desprevenido a su amante, besándolo apasionadamente y las manos del cazador se pierden entre sus cabellos profundizando su ósculo
Creo que vamos a celebrar el pronto nacimiento de nuestro bebé- esta vez Iki tomó a Aiorios por los hombros, volviéndolo empezó a besar su cuello bajando por él hasta sus pectorales, tomando las manos de Aioros las retuvo por encima de su cabeza, sentado sobre el firme vientre de Sagitario, tomó sus tetillas lamiéndolas ávidamente Aioros alucinaba entre gemidos y su atrevida erección rozaba el firme trasero del Fénix, el mayor se revolcaba debajo de él. –Así que te pasaste de listo, ¡mi querido Cazador! Y te jactas de tener suficiente hombría para domarme, eso tendré que verlo. No será que la presa se convierte en cazador.
Soltando sus manos se bajó de su vientre, en el momento que se arrodilla a su lado, con la hombría de Aioros entre sus manos –Entiende un asunto, tu amiguito no se adentrará en mí hasta que esté seguro de que no le hará nada a mi bebé, pero no indica que pueda yo poseerte.- Aioros le vio divertido a la vez que le cedía espacio entre sus piernas a Iki, quién primero tomó el miembro de Aioros acariciándolo con la punta de su lengua, lo que provocó que Sagitario se retorciera de placer, luego engullendo rítmicamente. Sintiendo que Aioros pronto terminaría se detuvo, excitando un quejido en su amante, lamiéndose los dedos de su mano, le dirigió su mirada a los ojos nublados de su cazador, quién le dio permiso elevando su cadera para que Fénix tuviera mejor ángulo, sus dedos ingresaron en su entrada, sintió como el cuerpo de Sagitario se estremeció ante su intromisión, lentamente le preparó para él a la vez que le daba consuelo, acariciando su miembro, al mismo movimiento de sus dedos, no tardó en obtener el néctar de él.
Cuando le sintió preparado, los sustituyó por su miembro, que levemente ejerció presión en él, deslizándose fácilmente, dentro de él. Sagitario suspiró al tenerlo dentro, rodeándolo con sus piernas le insto a moverse. Fénix se irguió imponente sobre Aioros y se movilizó en él con su indomabilidad, al momento que Sagitario se contorsionó de placer. Iki, le fue quemando en su ardiente aura, hasta acabar los dos juntos, y el mayor le acunó en su pecho –¡No tengo quejas, mi vida eres único! -le dijo entrecortado, cuando tengas gusto seré tuyo. Iki sonrió – ¡Lo sostengo Aiorios eres un tramposo! – en el instante que le ganó un bostezó –duerme mi niño, descansa por los dos, a la vez que le cubría con las mantas, Fénix dormía en su pecho y acunado dentro de él mayor.
Última edición por goddesniquel el Dom Abr 11, 2010 12:09 pm, editado 3 veces | |
| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Dom Jun 15, 2008 12:14 am | |
| Leo corrió como desesperado desde el Partenón hasta el templo de su hermano, entrando por el atrio trasero se dirigió hasta las habitaciones privadas por los pasadizos que conocía desde pequeño. – ¡Hermano, ha ocurrido una desgracia! ¡Dioses! – exclamó al encontrar los dos cuerpos desnudos entrelazados en el lecho.
¿Qué se supone que éstas haciendo con mi alumno Aioros? Aioros se restregó los ojos con el dorso de su mano. Señaló con su mano a su hermano menor que hiciera silencio, acomodó a Iki, quién dormía plácidamente, entre sus brazos. –No le vayas a despertar, con su estado tiene muy mal carácter- le susurró a la vez que se levantaba. ¿Estado? ¿Aioros te atreviste a meterte con mi alumno? – Él asintió – ¡Felicítame! vas ha hacer tío. Aioria le toma por los hombros sacudiéndolo - ¿Serás imprudente, Aioros? No sabes que viene la bruja para tu templo, con Milo, Aldebarán y Shura, van a darle caza a Shaka y a los demás como traidores, nos van a exigir la cabeza de ellos en bandeja de plata. ¡Shun pobre niño! que lo traslademos encadenado, a la prisión de Cabos Sunión, para su ejecución y a Shaka con vida, para que observe como le ajustician ¡Esa Bruja, desgraciada! –rabió Aioros.
Ellos estaban tan enfrascados en su conversación que no notaron que Iki, ya se había incorporado y tomaba sus indumentarias colocándoselas al percibir los cosmos que se acercaban. Fue Aioria quién le vio -¡Fénix! Le llamó no obstante el orgulloso caballero divino no le contestó sus ojos radiaban el fuego indomable de su alma, que se extendió al octavo sentido, y de inmediato la armadura divina surgió cubriendo su cuerpo. La famosa energía del odio que tanto había hecho temblar a sus enemigos, Aioros trató de acercarse a él, al igual de su hermano, pero ambos fueron repelidos, se desató con toda su intensidad la furia de Iki, su cuerpo fue consumido como el Fénix, --¡Jamás permitiré que pongan un solo dedo encima de mi hermano! – el Recinto Sagrado tembló ante su ira, con sus flameantes alas extendidas.
Aioros traspasó sus alas ardientes alzando su poder hasta tomarlo en sus brazos, apegándolo a su cuerpo, y con su muslo atrevidamente rozó su entrepierna haciéndole perder la concentración, a la vez que asaltaba sus labios, lentamente se fue bajando su furia a sólo sentir esas caricias, la diosa con sus caballeros irrumpieron en la habitación, trataron de abalanzarse sobre él.- Aioros se distanció de él un poco para hablarles con una hermosa sonrisa en sus labios –Pues si, que le vamos a hacer, amor por más que te enojes, nos van a interrumpir, primero mi hermano, ¿Ahora quienes? ¡Ah, lady Atenea! Disculpe nuestra efusividad, que vergüenza creo que despertamos todo el Santuario, ves todo esto por tu culpa hermanito, yo te he enseñado a tocar las puertas, antes de ingresar a la habitación de una pareja.
Ante la jocosa salida de Aioros, los dos habitantes de leo se sonrojaron viéndose el uno al otro. ¡Deja de decir estupideces que me avergüenzas hermano! Si he venido a tu templo es porque Atenea te ha convocado. Le expresó al momento de lanzar un puñetazo a su mejilla, lanzándolo contra una pared, tomando de la mano a Iki, le empezó a jalar fuera de la habitación. –Con su permiso mi señora, he venido por mi alumno, puesto que ya mi salud se ha restablecido, volverá a mí templo como es debido. Haciendo una reverencia, se dispuso a pasar entre ellos –debo aprovechar que Iki, se encuentra desprevenido –pensó. Pero no contó que la mano de la diosa se posará en el brazo del Fénix deteniéndole. –No necesario Leo, Iki de ahora en adelante, te alojarás en mi templo. Los ojos cobaltos de Iki, se posaron en los lilas de la diosa que se autonombraba de la Sabiduría –Te recuerdo Atenea que él Fénix no sirve a nadie, y jamás tendrás poder sobre mí –le exclamó con su voz imponente, logrando que la diosa retrocediera y él soltará su agarré.
Detenedlo, tú harás lo que se te ordene Fénix, y si te digo que irás a mi templo, irás – exclamó temblando en su rabia. Llevadle a mi habitación. Los ojos de Iki irradiaron su furia avanzando hacia ella rodeado con su cosmos de odio –Y tú crees que podrás dominarme, pequeña zorra, tienes a Pegaso para que caliente tu cama, él si esta a tu altura, tener a mí entre tus piernas, faltaría más de dos de tu vidas inmortales, y aún así lo dudo. – todos los presentes sostuvieron la respiración ante sus palabras, la diosa levantó su mano, para abofetearlo, pero él se la retuvo firmemente. –Shun siempre te paso muchas cosas, pero ninguno de ustedes podrá poner una mano encima mío, ni siquiera Hades, ni Poseidón lo lograron, menos tu que no pudiste derrotarlos sin nuestra ayuda.
Atenea entrecerró sus ojos peligrosamente a la vez que su energía cubría su cuerpo, el fénix tampoco se quedó atrás, ambos empezaron un duelo de energías, en las cuales los caballeros dorados lucharon por ingresar para detenerlos. La diosa se soltó del agarre del Fénix, pero hizo algo que nadie esperó que hiciera se abrazó a su pecho –Si eres el único a quién yo quiero, Fénix, el único que merece ingresar a mi lecho.- a Iki, se le revolvió el estómago y las nauseas lucharon por hacerlo devolver sus bilis, empujándola lejos de sí, la mujer cayó sentada en medio de sus caballeros.
En los atrios del Partenón, Shion observó la furia del Fénix –No esperaba menos de ti mi orgulloso Fénix. Sus ojos bajaron hacia los templos notando varias casas sin la protección de sus guardianes – A los caballeros dorados de las doce casa presentes les convocó a presentarse de emergencia a la Sala del Patriarca- habló por medio de su cosmos. Y eso no te excluye a ti, Atenea.
¡Shion! –exclamó la diosa a la vez que sus ojos se entrecerraban ante su inoportuna aparición. Iki, le devolvió una mirada llena de toda la repugnancia que sentía por ella, cuando su vientre se empezó a revolcar en arcadas, abandonó la habitación a toda prisa, dejando a todos boquiabiertos, en su huida chocó con Seiya, quién le vio pasar a su lado sin ni siquiera saludarlo.
Hyoga quién a ver el escándalo que se había formado en el templo de Sagitario, se enrumbó a él detrás de Shura. Esperaba en la explanada del noveno templo, con ansias, cuando se topa de frente con Iki, quién le evade totalmente pálido. Apenas el Fénix pudo dar dos pasos más cuando cayó de rodillas, devolviendo todo de su vientre. – ¡Iki, por todos los dioses! ¿Que te sucede?-gritó asustado, a la vez que le ayudaba con otro descargo de su estómago.
Al sentir los cosmos de los demás caballeros acercarse, le tomó por debajo de sus brazos asiéndole fuertemente de su pecho le irguió consigo. -¡Vamos Iki, sé que no querrás que te vean en este estado! Te llevaré a Leo. Iki asintió y le agradeció con un gesto con sus ojos.
Ambos se dirigieron por los túneles, hasta la casa de Leo, dónde ingresaron hasta la habitación de Fénix, el cisne le recostó en la cama – ¿Quieres algo de tomar? Iki, negó de inmediato, con su cabeza a la vez que cerraba sus ojos tratando calmar las nauseas. –Gracias amigo- Hyoga se sentó a su lado a la vez que tomaba la cabeza de Fénix y la depositaba en su regazo, acariciando los mechones azules entre sus dedos. -¿Fénix, que tienes? Por usar tus técnicas no deberías estar en este estado, me preocupas, hermano. –Iki se sonrió – Vaya cisne, como ya no tienes a mi hermano, cerca me busca de sustituto, ¿Es eso? -El cisne ignoró, su sarcasmo. ¡Jamás podrías reemplazar a Shun! Ni en tus sueños y tú lo sabes, pero esos vómitos los he visto en otro y sé lo que significan, Fénix. –Le expresó fríamente- acaso crees que en el templo de Capricornio, no puedo sentir lo que pasa en el de Sagitario. Tanto Shura como yo estamos al tanto de lo que sucede en él. No me mal interpretes, porque me alegra que decidieras rehacer tu vida, lo mereces. Pero un hijo en este preciso momento.
¡Hyoga!-susurró a la vez que se sonrojaba, sentándose al frente de él le sostuvo la mirada perdiéndola en los pedazos de hielo que le miraban seriamente, el menor llevó su mano a su mejilla, la cual acarició, hasta sonreírle dulcemente - ya te imagino con tu vientre ya crecido, te verás hermoso- y dos cálidas lágrimas cayeron por su faz, las cuales Iki, limpió con sus dedos, atrayéndolo a su regazo. Si Shun estuviera aquí sería tan feliz, como yo, perdóname por llorar en este momento que debería ser alegría para los dos, pero me siento tan sólo. No me apartes de tu lado Fénix, quiero ayudarte, sé que jamás reemplazaré el cariño de tu hermano, pero permíteme quererte como un hermano.
Iki, le levantó, tomándolo de la barbilla, le miró seriamente, secando sus lágrimas con sus manos -¡Ay, Hyoga!- acercándose a su frente le besaba amorosamente. Y lo abrazaba contra su pecho. Hyoga le acarició el vientre –No te imaginó dentro de unos meses, serás un lindo globo – le bromeó. -¡No seas tonto, Hyoga! Aún así te podría dar una buena paliza. El cisne le jaló consigo, acostándolo en su pecho –Ahora descansa, indomable Fénix, hasta que Leo y Sagitario regresen con noticias.
¿Hyoga, te puedo preguntar algo?- inquirió con sus ojos cerrados, disfrutando de las caricias que el menor, le brindaba en su frente. Sí, ¿Qué quieres saber? -Fénix suspiró – ¿Abrirás tu corazón al verdadero amor? Sé que amas con locura a mi hermano, hasta para estar a mi lado, aunque no te caiga muy bien. Hyoga sin dejar de acariciarlo le escuchaba. -Yo, quisiera poder encontrarlo como tú. Sé que no entregarías tu cuerpo si no fuera por amor. Sé que hemos sido poco amables el uno con el otro, pero nunca me has caído mal, más bien te he admirado todo este tiempo, hermano.
El cisne apretó su abrazo sobre él, y él Fénix se fue durmiendo en sus brazos, tan seguro como si estuviera en los de Andrómeda. ¡Fénix, Andrómeda, mis queridos hermanos! Susurró al cerrar sus ojos buscando descansar algo.
Al entrar en el atrio principal del Partenón, Atenea y sus caballeros dorados, los sirvientes se hincaba a su paso, los jóvenes aprendices se retiraban de su paso, se veía claramente a la diosa con su rostro desencajado por la furia, con su poder abrió las puertas de la sala de la Coalición Dorada, en la cual sentado desde su trono Shion, le esperaba con sus ojos cerrados, y con toda la imponencia de su presencia. Sus largos cabellos verdes destellaba, hermosamente, a su lado se encontraba Libra en él lugar que le correspondía como segunda cabeza del Santuario, más el espacio de Virgo se encontraba vacío.
-Diosa Atenea, ¿Quisiera saber que pasa con mis caballeros? Vengo de mi estancia en el Star Hill, y me encuentro con sólo la mitad de mi Coalición Dorada y que se ha declarado la sentencia de muerte al caballero divino de Andrómeda- Si se da cuenta, en la sala de Sesiones de la Coalición la silla de Virgo, se encuentra vacía.
Escucha con atención Palas Atenea, Brahmán no te ha reconocido como diosa digna, el Consejo Olímpico se ha reunido y te ha quitado el poder sobre la tierra, por lo tanto volverá a ser regida, por Zeus, Poseidón y Hades, y vuelve a ser propiedad común de los tres.
Conservarás tus residencias en este templo. Pero no podrás dar órdenes a mis caballeros – sentenció. Te puedes retirar.- sin dejarla ni siquiera quejarse fue echada de la sala del Patriarca. Tras cerrarse la puerta detrás de ella, su mirada brilló malignamente –Shion, pagarás por esto lo juró, tendré de nuevo a la Tierra y a Fénix conmigo, su exquisito cuerpo y la codiciada fortuna de los Diermissen Solo. Gobernaré el Océano y el Inframundo y con un hermoso esclavo a mi servicio. Arreglándose sus vestimentas camina con una sonrisa de inocencia en sus labios.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Dom Jun 15, 2008 12:16 am | |
| Capítulo 8 Las verdades ocultas.
Caballeros acérquense – expresó en el momento que se levantaba y le tendía la mano, a Dohko, quién la tomó sonriendo. Amigos agradezco, la forma tan genial que trabajó mi Coalición Dorada. Dohko le sonrió con picardía. –Si queríamos engañar al enemigo, primero debíamos confundir a nuestros amigos- concluyó Dohko. –Atenea fue la causante de confundir la mente de Saga, para que asesinará a Shion y la de culpar a Aioros tu legítimo sucesor, es algo que después yo descubrí, al igual que Kanon, por eso fue que le encerró en el Cabos Sunión.
Fue gracias a Mijael Diermissen, que descubrimos toda la verdad, no es cierto Shion, el nos comentó como los Kido conspiraron para tomar control del mundo entero- declaró Aioros. – Así es Aioros – afirmó en el momento que les indicaba tomar sus lugares en el Consejo, con un movimiento de su mano.- Esta es la historia, de lo que pasó ese día, creo que ustedes saben la versión que conoció Shun, por medio de Pandora Diermissen. Sobre la muerte de la hermana mayor del Emperador Poseidón, Elena Solo Diermissen.
¿Cómo? ¿Qué dices Gran Maestro? ¿Ambos son descendientes del Reino Marino?- se sorprendió Milo. Sí, por eso Atenea quería acabar con Shun, para poder tomar control del Inframundo y el Mundo Marino, por medio de Iki, su hermano mayor, aunque Pandora legítima sucesora de los Diermissen junto con Andrómeda no podía ser cabeza de su familia al ser mujer, por la tradición del linaje de Hades, solo pueden heredar los varones en ese caso Shun. Por otro lado Mijael había adoptado a Iki como su hijo brindándole el apellido Diermissen, por lo tanto al acabar con Andrómeda, Fénix heredaría todo el poder de los dos reinos. Ya que su madre es la primogénita de la sangre de los Poseidón. De esa forma Atenea tendría el control del Mundo de los Muertos, el Marino y la Tierra.
Hace 18 años, en Alemania, en las empresas de los Diermissen, su presidente un hombre de unos treinta años, de cabellos negros, y ojos violetas se encontraba, terminando de firmar unos documentos, cuando se presentó su socio un hombre mayor de ascendencia japonesa de nombre Mitsumasa Kido. – Hades, rey del Inframundo. – al ser invocado por su verdadero nombre dejó de firmar los papeles para levantar la vista hacia su interlocutor. –Kido, ¿qué dices?- inquirió sonriendo. ¡Déjate de hacer bromas! –ofreciéndole con su mano asiento. Distraídamente volvió a sus papeles. Cuando escucha el ruido que produce un metal al colocarse sobre una superficie y en el momento que alzó su vista un destelló dorado, le cegó. ¡Niké! –vociferó presa de un dolor espantoso en todo su cuerpo, toda la oficina se alzó en llamas, y dos alas brotaron de su espalda extendidas quemaron todo a su alrededor. De la diosa de la victoria, emanó el cosmos de Atenea –ahora yo me adueñaré de todas las propiedades del Inframundo, acabaré con tu descendencia, pero primero dejaré que me brindé los secretos del mundo de los muertos. - La voz resonaba en su atormentado cerebro, hasta que cayó inconsciente, en un charco formado por su propia sangre.
Entonces quiso hacerle lo mismo a Andrómeda, enfrente de la Coalición, todavía recuerdo lo temible que era esa energía, si logramos ver sus alas ardientes, pero no las extendió, si lo vimos resistir muy bien al poder de Niké.-determinó Aioros. Shaka le entrenó muy bien controlando sus emociones y fue lo que le salvó la vida ese día.
No debemos todavía buscarlos, ella aprovechará cualquier momento para acabarlo y ahora más que espera un hijo de Shaka. –declaró Shura.
Mientras esto sucedía, en Atenas, en medio del Mediterráneo, Radamantis adentrado en sus pensamientos sostenía su casco entre sus manos, cuando unos dedos masajeaban sus hombros sacándolo de sus preocupaciones. -No te preocupes tanto, él está con Shaka, y le cuidará tan bien como tú. –susurró seductoramente. Besando su nuca y hombros, en el mismo instante que le abraza y sus largos cabellos azulados caían sobre su pecho. ¡Te he extrañado todo este tiempo Wyvern! acariciando sus pectorales y vientre, Radamantis le toma sus manos entre las suyas fuertemente en el momento que suelta su casco que cae en las lozas de la habitación. ¡Kanon! - gimió al sentir su creciente erección chocar contra él, la lengua traviesa del Dragón Marino jugueteaba en su piel, las manos ávidas del general, tomaron su cintura, levantándolo en vilo para acomodarlo para él y le hizo sentarse en su miembro penetrándolo, completamente en su ya acostumbrada entrada, lo cual provocó un gemido ahogado de los labios de Radamantis, al sentir el estremecimiento total del primer juez, esperó a que se adaptará a él, delineando cada músculo del escultural cuerpo moreno. Apoyándose en las piernas musculosas de Kanon, él mismo empieza a penetrarse a su ritmo y Kanon le acaricia con sus manos y boca por todo su cuerpo, hasta que le toma la erección entre sus dedos frotándola desde su base hasta la punta, cuando cree que ya ha sido suficiente, le detiene, antes de terminar, y él se acuesta en el lecho con sus piernas abiertas –Hazme tuyo, Radamantis, -sus ojos dorados brillaron al momento de tomar las piernas del General Marina y colocándosela en sus hombros expone su entrada, en la cual entra y sale con fuerza y rápidamente, provocando gemidos de placer descontrolados en su amado Dragón Marino, tocando el punto exacto que le hizo brotar su simiente entre los dos y los espasmos de su cavidad, le hicieron brotar su semilla en él, terminando ambos entrelazados uno en el otro en el lecho con sus respiraciones agitadas y muy felices.
Radamantis acunó la cabeza de su amante en su pecho, a la vez que pasaba sus dedos entre los azulados cabellos –Sabes mañana anclaremos en puerto- determinó Kanon. – Poseidón me ha solicitado que les acompañe como guarda personal de Shun, al igual que tú. ¿Kanon, tú no habrás tenido nada que ver con esa decisión?- afianzando su abrazo sobre su espectro -¿Y qué si así fuera? Creo que te he complacido, además extrañaras que abra mis piernas para ti. Además los dos juntos seremos invencibles. ¡No tienes remedio! Eres un engreído de primera calidad, mi querido general marina. –el cuerpo de Kanon se estremeció a causa de la risa que le provocó las quejas de Radamantis. –Bien que te gusta, Wyvern, ¿de qué te quejas?- le respondió entrecortado por sus carcajadas, causando una cara de fastidio en su amante. Ya duérmete. – le gruñó, se acomodó para dormirse, con Kanon entre sus brazos.
Aún a altas horas de la noche La Coalición Dorada seguía reunida, hasta que el caballero de Libra, tomando una de las manos de Shion, llamó la atención del Patriarca – Hermanos, creo que es necesario descansar, mañana continuaremos con la sesión. –Mocionó Libra – además creo necesario, felicitar a Aioros, si ustedes se han dado cuenta, pronto será padre. Sagitario sonrió –Siempre tan perceptivo, Dohko. A ver cuando le das a Shion un descendiente –le inquirió el Cazador. Vaya ni siquiera el Gran Fénix pudo escapar de tus encantos- le bromeo Milo, al momento de abrazarlo – tú más que nadie merece la felicidad, amigo. Gracias, espero que tu querido Camus te pueda dar un niño también – Milo escondió el rostro en su cuello –No creo que sea pronto, pues no perdonará tan fácilmente el haberle llamado traidor – se lamento. Milo, Camus no es un niño, sabrá la verdad, cuando regresen, además quién puede escapar de las garras del Escorpión Dorado. ¡Eh arriba ese animo amigo!
Aunque amigos, ninguno se le ocurra, tener bebés en está época – determinó Tauro seriamente, con sus brazos cruzados manteniendo sus párpados bajos – porque tendremos suficientes problemas con el niño que Aiorios preñó con el hermoso carácter que se carga, ese. Las carcajadas de todos llenó la habitación. Apoyo la moción de Aldebarán – concluyó Shura, levantando su mano –Sin Mü, ni Shaka en el santuario, el Patriarca no se dará a vasto atendiendo tanto parto, y creo que nosotros tendremos que apoyarlo.
Oye Shura, ¿cómo te ha ido con el muchacho de Camus? Pues creo que bien, es igual a Acuario, como un témpano, sólo he visto su lado cálido, Andrómeda y Fénix. Aioros asintió. Por cierto, mi muchacho está en tu templo hermano, creo que iré por él, no quiero que se separé de mi lado, ¿podrías alojar a Seiya, en el tuyo? O viceversa tú alojarte en mi templo y yo en Leo. – Esperó la respuesta de Leo, quién le miraba con sus ojos entrecerrados –Hermano, sé que eres un hombre honorable, ¿Cuándo piensas arreglar tu situación con mi alumno, no quiero que llamen bastardo a mi sobrino? –sentenció Leo. Aioros sonrió nerviosamente –La verdad creo que no podré lograr nada hasta que Andrómeda regrese, él no querrá tomar ninguna decisión al respecto ¿Crees que no se lo he planteado en todos estos días? Desde que nos enteramos. Es un hombre bastante terco y cuando toma una decisión es imposible que lo saques de ella. Pero si no fuera así no sería el hombre que yo amo. – La mano de Aioria se posó en su hombro. –Vamos a mi templo, si deseas pasa la noche allí, creo que ellos ya están durmiendo. Shura, si quieres puedes ir con nosotros, para que acompañes a Hyoga a tu templo. El español asintió –pero haremos una parada en Capricornio, para llevar algo con que abrigarlo.
Los tres se adelantaron a los demás bajaron por los túneles que comunicaban los templos hasta la explanada de Leo, después de recoger lo que necesitaban en la casa de Capricornio, los tres caballeros dorados se enrumbaron al quinto templo. –Shura ¿Cómo te va con el discípulo de Acuario?- el español sosteniendo una manta entre sus manos, les miró serio alzando sus hombros- No sé realmente, es un poco distante, se siente muy solo pero no abre su alma. En todo este tiempo le he visto muy deprimido desde que Shaka se llevó a Andrómeda.
Los hermanos asintieron –Sí el pequeño Cisne, ama a mi cuñado, eso lo noté desde un principio. Pero Andrómeda ama con locura a Virgo, sin embargo ama al Cisne como un hermano y eso él no debe obviarlo.- Shura detuvo sus pasos, suspirando le contestó-: Tienes razón el me pidió cuidar de él todo este tiempo, lo que me preocupa es que Andrómeda no se veía bien su cosmos después de recibir el ataque de Atenea, no brilla con la misma intensidad, y no es a causa de su embarazo y ahora al escuchar la historia que nos contaron, me preocupa más, Shaka no aguantará si le pasará algo. -Los tres se detuvieron unos escalones antes de Leo, frente al templo de Virgo -¿Qué será de Shaka o de su hermano si ese niño muere?
Ni de broma lo digas- le regaño Aioria- los dioses nos han encargado proteger a ese pequeño y su bebé, no hemos de fallar- dirigiendo su mirada al templo de Virgo con determinación, Capricornio colocó su mano en su hombro –Aioria, tú y yo somos los únicos solteros de los caballeros dorados, no hemos tenido suerte en el amor- sonriendo Leo se alzó de hombros –algún día nos llegará el amor.
Cierto hermanito, ¿No tienes algún prospecto por ahí? –Indagó Sagitario –Soy muy joven para preocuparme- se defendió. Pero por dicha atrapaste a Fénix, porque ya casi te deja el tren- se burló, causando una cálida sonrisa en Capricornio. -No me hagas reír- golpeando su hombro. Aioria tú eres fértil, cuando vayas a meterte con alguien ten cuidado oísteis, y solo hazlo por amor- le aconsejó, en el instante que se les adelantaba.
¡Espérame, Aioros!- gritó Capricornio, alcanzándolo, ambos se adentraron en el templo de Leo, mientras su guardián esperaba fuera, para acompañar a Shura parte del camino de regreso. Sagitario conociendo sus pasajes rápidamente ingresa en las habitaciones privadas, llegando a la habitación que correspondía a Fénix, abriendo la puerta se adentró en el recinto, seguido del español, ambos observaron a los jóvenes recostados en el lecho. Hyoga acunaba al Fénix en sus brazos, Iki dormía con su cabeza recostada en su pecho.
Shura se acercó al lecho tocando suavemente el hombro de Hyoga le despertó –Cisne, es hora de partir- El más joven entreabrió sus ojos soñoliento. Observando a los dorados, iba a preguntar algo, pero ellos le hicieron señas de que mejor no despertará al Fénix. Él entendió de inmediato –ha tenido muchas náuseas- informó en susurros a Sagitario en el instante que delicadamente se mueve para no despertarlo, incorporándose del lecho. Shura, le acomodó un mechón dorado de su cabello que rozaba en sus ojos y él más joven se sonrojó, colocando la manta en sus hombros- Es hora de irnos- sin previo aviso, le toma en brazos. –No es necesario, se quejó, pero capricornio hizo caso omiso a sus reclamos.
Con él en sus brazos, sale de la casa de Leo, siendo observado por Aioros, quién sonríe pensado -sería una bonita pareja-. Quitándose sus vestimentas para recostarse al lado de Fénix, suspira al verlo, tan dormido, sentándose en el borde del mismo, acaricia suavemente sus cabellos ¡Amor!-le llamó suavemente, Iki reconociendo su voz, se vuelve a él, escudriñando con sus ojos, el porque no estaba a su lado, durmiendo. –Regresaste, es tarde- susurró- Y ¿Qué haces así? No pienses que voy hacerte el amor a estas horas, tengo sueño- le regañó. Aioros negó con su cabeza sonriendo- no es eso- besándolo en sus labios. –Iki ¿Puedo entrar en tu cama?- Fénix abrió sus ojos grandemente y le miraba incrédulo –Aioros, ya has entrado a mi corazón, esta es tu cama también, no seas tonto, que no queda bien en ti- jalándolo contra sí, le recibió en sus brazos- ambos te hemos extrañado, pero ahora duérmete, que tengo sueño, mañana me contarás ¿Qué sucedió? – acomodándose contra su cuerpo desnudo, buscó nuevamente conciliar el sueño. Las manos traviesas del mayor le fueron despojando de sus vestiduras, ante los leves quejidos soñolientos del menor- ¡Harás que pesque un resfriado! – se quejó. ¡Va!, no pasará nada te brindaré calor entre mis brazos. ¡Así está mejor! Es la forma que me gusta tenerte en mis brazos.- Iki asintió- lo que digas, pero déjame dormir, que no te gustara si me haces enojar.- Aioros acunando al menor en su pecho, hallaron la posición necesaria para dormir.
Cercanos a la explanada de Sagitario, Aioria se despide de sus acompañantes de viaje. Shura, continúo en silencio hacia su templo. Bajo la vista a su acompañante entre sus brazos, cuando éste pasó sus brazos alrededor de su cuello, apoyando su cabeza en su hombro, buscando su calor, sonrió. Algo que notó el menor, mirándolo sonrojado –Pensé que los guerreros de hielo, no sentían frío tan fácilmente, pequeño –exclamó al sentir como el joven se estremecía. – Es el peor de los fríos, Capricornio, el del alma, a ese hasta los amos de los hielos somos vulnerables, ¿Tú no los has sentido nunca, Capricornio? –Unos ojos del color del ébano se adentraron en sus pedazos de hielos – Shura tu casi nunca hablas con nadie, todos estos días que me hospedado en tu templo, lo he notado eres amable conmigo, pero siempre te mantienes solo, es difícil verte tratar con otros. Ni discípulo tienes, tanto fue así que tu mejor técnica se la heredaste al alumno de Libra- los ojos del español parpadearon recelosos -¿Tan mal aspecto doy?- susurró.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Dom Jun 15, 2008 12:18 am | |
| El menor negó con su cabeza, besando su mejilla -¡Gracias, Shura! Por cuidarme todo este tiempo, no había tenido la oportunidad de expresarlo – en el instante que bajaba su rostro avergonzado- No ha sido nada Cisne, pero creo que no te he hecho muy buena compañía. – Acariciando su pómulo- No puede tener mejor compañía, para el momento que me encontraba, estuviste solo con tu presencia y me diste espacio para reflexionar sin preguntar nada, entonces descubrí que había más personas a mi alrededor, que necesitaban de mí. Capricornio continúo con su camino- Entonces, fue un gusto servirte, Cisne, vamos a casa.
Capricornio, puedes llamarme Hyoga – se asió más fuerte a su cuello, quedando acunado en él - así es como me llaman mis amigos. Llámame Shura, que es la forma que los míos lo hacen – Ambos sonrieron relajados – Vamos que si no pescarás un resfriado y Aioros no te dejará ir dónde Fénix.-Hyoga rió sonoramente – si que vamos a tener problemas, con Iki en estado, ¡Pobres de nosotros! Ante el comentario Shura no pudo retener su sonrisa, la cual salió libremente, quitándole ese aire grave de su rostro atormentado- Te ves mejor, cuando te ríes- y los dedos suaves de Hyoga capturaron esa sonrisa, lo que hizo sonrojar a Capricornio.
¡Amor! – Le llamó suavemente, en el instante que le levantaba de sus hombros – es hora de tu medicina- se abrazó a él, besándolo en su pecho, asintió contra él, bebiéndosela, le sonrió, tomando el rostro de Shaka con sus manos, le acercó fundiendo sus labios con deseo. Virgo acariciaba su espalda desnuda, pasando sus dedos, por el sedoso cabello color de la esmeralda, lentamente se fue recostando, colocándose encima de él, asiéndolo de la cintura le acerca más hacia si mismo y masajeaba con sus manos las caderas y los glúteos del menor, sin dejarlo de besar, sus piernas presionaban levemente entre las de Andrómeda incitándolo a cederle lugar entre ellas. Soltando sus labios, bajo a su cuello, el cual devoró con sus labios –Nunca me cansaré de hacerte mío, mi ángel.
Andrómeda saboreaba cada una de sus palabras con sus labios hambrientos, los zafiros de Shaka le reflejaban el rostro, deteniéndose besó su nariz delicadamente- Julián me ha pedido, que viajemos en su avión particular, hasta la India y quiere acompañarnos, a una clínica de su compañía, me ha dicho que solicitó el traslado de uno de sus médicos de planta para ella, para que me revise ¿Tú qué dices? Se hará lo que creas conveniente- Acariciando su rostro, le vio seriamente, a su vez Shun le acarició su Tilak, que sobresalía en su frente. Sin responderle nada todavía le gira rápidamente hasta dejarlo debajo de su cuerpo, pero apoyándose en sus codos para no cargarlo con su peso, besa sus labios y luego se incorpora hasta quedar acunado entre sus piernas, con sus manos acaricia sus muslos suaves, utilizando sus dedos, seguidos de sus labios y lengua. Andrómeda se retorcía ante el ardor de sus caricias, Virgo asciende rodeando su hombría hasta llegar a su vientre, al cual resguarda con sus dos manos, sonriendo, las descansa allí.
Shun con sus ojos resplandecientes, le miraba curioso, acercándose hasta casi acoplarse con él - ¡Dame tus manos! – Su ángel le obedece –Siente, ¿Qué notas diferente?- colocándolas debajo de las suyas –Ya no está tan plano, se está empezando a ensanchar. Ambos sonrieron –Sí, nuestro hijo quiere mostrar su presencia- Aún sosteniendo sus manos con una de las suyas, la otra le ayuda a acoplarse dentro de él, su miembro se desliza suavemente en su cavidad –Ahora somos uno- enlazando sus manos con las de él, le cubre con su cuerpo besándolo, y penetrándolo profundo para luego retirarse parcialmente una y otra vez, acariciándolo, bajo la fricción de sus cuerpos, sin dejarlo de besar y de recibir sus gemidos en la boca, los estremecimientos de su cuerpo, le anunció a su esposo, su pronta liberación, el mismo sentía su cuerpo pronto a finalizar dentro de él, apresuró sus movimientos hasta profundizarlo más y ambos terminaron al mismo tiempo.
Con él en su pecho Andrómeda esperaba la recuperación de su aliento, con sus dedos acariciaba los hilos dorados de sus cabellos – Creo que sería conveniente hacer lo que nos pide Poseidón, quiero saber las implicaciones que puede acarrear la herida que te ocasionó Afrodita, no estaré tranquilo hasta ese momento.
Mañana cuando desembarquemos en Turquía y en conjunto con el Emperador Poseidón, hacia nuestra casa, Brahmán.- un bostezó le ganó en su hablar –No sé porque tengo tanto sueño- acariciando su pecho y besándolo, le hablaba susurrante.-Es por tu estado, mi amor, nuestro bebé consume mucho de tu energía, es por eso que te cansas, durmamos un rato más- saliendo delicadamente de él, se acomoda para descansar, cubriendo sus cuerpos con las sábanas. Se amoldó a las formas de Andrómeda, descansando su mano en su vientre, suspirando guardó en sus sentidos aquel aroma dulce de su pequeño, besando su hombro, cerró sus ojos para descansar sintiendo la acompasada respiración y sus manos podían sentir el latido de su vientre.
Al amanecer Shaka como todos los días hacía el saludo al nuevo día, recitando sus mantras, al ver por el ventanal, de su cuarto a Helios salir de dentro de las coloridas aguas del Poseidón, observó a su niño dormir plácidamente en sus brazos, su mano no se había separado de su vientre, éste se había abultado un poco, pero sus demás formas estaba iguales a siempre, admiró con amor cada una de sus curvas, los brazos, sus muslos, tobillos, todo en él era perfección, sus ondulantes cabellos contrastaban con su piel nácar, sus sonrosados labios, la estilizada nariz, besando su frente, abandonó el lecho.
Arrodillándose frente al sol, recitaba su saludo, cuando hubo terminado de hacerlo se incorporó, dirigiéndose a su cama empezó a despertarlo, acariciándole en su pómulo suavemente hasta que las esmeraldas le observaron soñolientas-¡Buen día! Pronto atracaremos, mira las costas de Turquía- le enseñó girándolo hacia el ventanal. Andrómeda se abrazó a él y le hizo acostarse acunado en sus brazos, descansando su cabeza en la espalda de Shaka –Todavía falta algunas horas- su suave respiración chocaba contra su cuello y su cuerpo sin quererlo va reaccionando, recordó la primera vez que estuvieron juntos, el día que se entregaron –Shun, quiero ser tuyo de nuevo- su trasero en la posición que estaba acariciaba su miembro- ¡Brahmán!
No solo tú deberías disfrutarme dentro de ti, yo también quiero disfrutarte adentro mío, como la primera vez y en esta posición es fácil- movilizó una de sus piernas doblándola sobre su abdomen, exponiendo su entrada tomó una de las manos de Andrómeda, lamiendo sus dedos, en el mismo momento que se movía contra su miembro despertándolo. Con su otra mano Shun, tomó la hombría de su esposo, jugando con ella, pasó sus dedos por su prepucio, descubriendo su punta, lo que ocasionó que él se estremeciera apegándose a su cuerpo mas, empezó a succionar su cuello expuesto. El soltó la mano de su ángel, la cual se dirigió a su entrada lubricándola al girar sus dedos en su intimidad, las piernas de Andrómeda se posicionaron dentro de las suyas y su muslo le masajeaba al ritmo de la mano de su esposo, logrando una primera descarga entre sus dedos y el colchón, los labios desesperados de Shaka buscaron los suyos, al abandonar su mano la tarea de lubricarlo, acogió el gemido del mayor en sus labios, lentamente guío su miembro a la entrada, en la cual ejerció presión suavemente ingresando en ella.
Shaka, le tomó su cadera y él mismo le ayudó a profundizar- No temas, no me lastimarás- luego se quedó quieto dejándolo hacer a su ritmo. Su ángel se incorporó apoyándose en sus manos, empezó a penetrarlo profundamente, los dedos de Virgo se asieron desesperada y fuertemente a las sábanas, Andrómeda con sus ojos cerrados se movía dentro de él, manteniéndolo bocabajo, su ritmo le masajeaba su miembro contra el colchón, las penetraciones se aceleraron hasta hacerlo terminar contra el lecho y las contracciones de su cavidad, hicieron que su Ángel brotará su esencia dentro él. Virgo se arqueó al sentir el cálido líquido bañarlo en su interior, se agitó hacia atrás girando su cintura, se abrazó a él, le besó con pasión, hasta que le hizo descansar sobre su pecho –Extrañaba tu fogosidad, mi ángel precioso, así quiero amanecer todos mis días entre tus brazos- Shun sonrió contra él- Dentro de un rato desayunaremos- Andrómeda asintió, disfrutando de sus caricias en su cuerpo desnudo. Tocando su vientre en la elevación que era donde se encontraba su hijo, él le buscaba por medio de su cosmos- Todavía no le hallo dónde se ubica, quiero saber exactamente dónde esta su nido-. ¿Hay alguna diferencia en ello, mi amor? –Brahmán sonrió- Pues claro que sí, ya lo verás, espero con ansias el ultrasonido, después te contaré- guiñeando su ojo, robó de sus labios un cálido ósculo, se separó de él, incorporándose dificultosamente.
¡Ves, te lastimé!- se acongojó Andrómeda- Es tu culpa amor, todavía no me acostumbró, porque no me tomas muy seguido, pero verás que las próximas no me lastimarás, es cuestión que me acostumbre al igual que tú. ¿O crees, que me gustaba, las veces que te veía lastimado por mi culpa? Creo que es algo que compartiremos los dos, puede que nuestro próximo bebé lo tenga yo.- Lo que ocasionó que Andrómeda abriera grandemente sus ojos, asustado, lo que hizo que Shaka sonriera cálidamente- no pensabas que fuera fértil- acariciando su rostro – Pero tranquilo no me has preñado, un hijo a la vez, mi amor.- recostándose en su vientre, cerró los ojos tratando de percibir a su hijo.
Brahmán, prefiero ser yo quién tenga a nuestros hijos- soltó suspirando- Pero ¿tú deseas ser preñado? – Preguntó con su semblante tranquilo- No lo he pensado todavía- se sinceró. Su esposo asintió. Pues prefiero ser yo quién tenga a los niños – sonrió- justo como ahora. Virgo besó su vientre- Pero si un día me antojo de embarazarme, cumplirás mi deseo, amor- tomando su mano, entrelazó sus dedos- Claro que lo haré- ambos dormitaron un rato más.
Dos horas después, unos golpes en la puerta de su camarote, les hicieron despertar. Shaka, fue el que se levantó, renqueando un poco – lo lamento- le susurró Shun, se vistió rápidamente, al momento de terminar, abrió la puerta a la mucama, les traía el desayuno, pero esta vez Virgo no se movió de al lado de la puerta, esperando que la muchacha terminará rápido. Andrómeda le observaba preocupado desde el lecho. Shaka le sacó la lengua, haciéndole sonreír.
Cuando la muchacha del servicio se retiró, Shun, se incorporó de la cama, caminando hacia él le abrazó- Ya ves, porque no quería hacerlo, es doloroso las primeras veces, te ayudo, vamos al baño- tomándolo de la cintura- No exageres, yo puedo solo- guardándose un poco del orgullo, que le quedaba. Aún así Shun, le ayudó, pasando su brazo debajo de sus hombros, caminaron hacia el baño, dónde le desvistió y ambos se bañaron, para desayunar.
Luego de que se vistieron, Shun se sentó con él en el diván que estaba al borde de aquel ventanal, tomando el cabello de su esposo, le empezó a peinar, pasando el cepillo suavemente por él-¿Cómo te sientes? Ya no te molesta tanto- él negó con su cabeza. Andrómeda le abrazó, besando su cuello – Mentiroso – le susurró al oído- Si quieres te lo demuestro ¿quieres probar?- El menor sonrió –No mi amor, no quisiera tener que alzarte para salir del Barco- riendo amenamente. -¡Óyeme Shun! No te burles, bien que te dolió las primeras veces. Andrómeda le besó cálidamente su mejilla- Por eso no quería, lo lamento- acunándolo contra su pecho- ¡Te amo, Shun!- le abrazó, buscando sus labios y sus manos acariciaron su vientre, ¡A ti también mi bebé!
Shun, se levantó y arregló la mesa, para los dos, tomaron tranquilamente sus alimentos, en esta ocasión constaban de huevos con jamón, tostadas, café, algunas frutas y jugo de naranja, después de acabar entre los dos recogieron los platos y se dispusieron a lavarlos. Andrómeda se encargaba de lavarlos, y Shaka de secarlos, toda había transcurrido tranquilo en esos días, las nauseas habían dejado de atacarlo tan seguido, pero hoy sintió su estómago contraerse rápidamente y su característico mareo, tratando de calmarse se agarró fuertemente del borde fregadero, respirando fuertemente, cerró sus ojos. Virgo se dio cuenta de inmediato, en el instante que agarraba su mano, pero por más que lucho, su vientre se rebeló a él, por lo que haciendo gala de todos sus dotes de caballero, se dirigió rápidamente al retrete. ¡Shun!- al momento que le alcanzaba en el cuarto de baño, le vio estremecerse devolviendo lo que se había acabo de comer, acariciando su espalda, le sostenía de su cintura- Ya sabes que estoy contigo, tranquilo- nuevamente su cuerpo se convulsionó expulsándolo todo, tomando un paño cercano lo mojó con agua fría, para limpiarlo, sosteniéndolo, cuando hubo terminado le llevó al lavatorio, para que se enjuagará la boca, lo cual hizo.
Shaka le tomó en brazos hasta llevarlo a la cama- A nuestro hijo no le gustó lo que comimos hoy, recuérdame, no volverlo ha hacer- le sonrió cansadamente, el mayor asintió, colocando la toalla mojada sobre su frente – Descansa un rato, traeré a Mü, para que me ayude con una infusión. Tomando el teléfono que estaba en la repisa- operadora, por favor, con la habitación Marina Azul, gracias espero.-con la cabeza de Shun en su regazo, observaba lo pálido que se había puesto, muy preocupado –Ya casi desembarcamos, amor, apenas lleguemos a la India, te llevaré a esa clínica me preocupas enormemente- acariciando sus cabellos- Mü puedes venir a mi habitación, de nuevo se ha puesto mal, gracias. Recostándolo en la almohada, se encaminó abrir la puerta, por dónde ingresó Aries, llevando en su mano, una taza con una infusión de hierbas, para evitar las nauseas.
Ambos se acercaron al lecho, sentándose en la orilla Aries, Shun se incorporó para tomar de sus manos la taza, la bebió lentamente, Shaka se sentó detrás de él, sirviéndole de apoyo.- Despacio si no te causará nauseas- aconsejó Mü acariciando sus piernas, las esmeraldas de Andrómeda le devolvieron una mirada llena de agradecimiento -¡Mi amor tranquilo! – le susurró Shaka. La blanca mano de Aries se posó en su frente -¡Estas frío! Dentro unos cuarenta minutos, atracaremos en el puerto, me informó Kanon, quién desayunó conmigo y tu espectro. Allí nos esperara una limosina de la Familia Solo, nos trasladaran a las empresas de tu familia, en dónde un jet particular, nos transportará a la India, dónde serás atendido. Creo que será mejor que descanses un poco más y luego suban a cubierta. Yo estaré allí con los demás esperándolos con los demás.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Dom Jun 15, 2008 12:19 am | |
| En el momento que desembarquemos, subiré con él-declaró Shaka. Después que Mü abandonó la habitación, se recostó a su lado, dándole consuelo por medio de sus caricias- Duerme, amor, yo te llevaré en brazos- Shun suspiró sintiéndose protegido- ¿Y podrás hacerlo con tu pequeño problema entre tus piernas? – le preguntó con cara de inocencia, mordiéndole suavemente su nariz –eres incorregible, hay momentos en que me recuerdas tanto a tu hermano mayor- Su ángel sonrió acomodándose en su pecho -¡Vaya que hermoso cumplido, Brahmán! Gracias ‘¡Sabes que te amo más que cualquier cosa, en esta vida! Y yo a ti bebé.
Conforme el barco giraba para acoplarse en el puerto. Shaka vigilaba el sueño de su esposo. Espero que los motores del barco se detuvieran, la infusión siempre le causaba soñolencia, así que tomándolo en sus brazos, se encaminó a la cubierta, su ángel dormitaba en ellos, los demás pasajeros, le miraban admirados, así como a su paso los tripulantes les despedían, tomando un ascensor el encargado le informó – El Sr. Solo les espera en cubierta. Gracias- le respondió al momento de bajar de él- Esperamos volverlos a ver pronto, Señor. Virgo asintió y continúo con el camino hacia los demás, la rampa del barco tocó tierra, fue fácil el descenso del naviero, guiados, por Solo y asistido por Radamantis, quién le sostenía de su brazo previniéndolo cualquier tropiezo, llegaron al bullicio del muelle. Las personas iban y venían de un lado a otro, pudo distinguir varios idiomas, suspiró afianzando su abrazo sobre su esposo, en el instante que se entreabrieron sus ojos, tuvo que volverlos a cerrar rápidamente a causa de la brillante luz de Helios, que le hizo doler sus pupilas- Estamos en el muelle- aclaró Virgo, en el momento que unos guardacostas, les pedían sus papeles, fue el mismo Poseidón quién les brindó sus pasaportes. Kanon y Mü se acercaron. El Dragón Marino acarició su frente -¿Cómo te sientes, pequeño?- Shun suspiró –Cansado, soñoliento, un poco embarazado, por lo demás bastante feliz – le sonrió, tomando la mano de Mü que descansaba sobre su pecho amorosamente, la llevó a sus labios besándola- ¡Gracias amigo! Pronto veremos a Saga.
¡Ay, niño ahora debes preocuparte por ti mismo!- besando su frente -Brahmán, creo que puedo caminar, si quieres puedes bajarme- Virgo le miró sorprendido-¿Pero qué cosas dices? Mi amor, ni en tus sueños. Hasta que me digan que estás en perfecto estado no te dejare esforzarte más, no me gusta tu palidez ¿Qué voy ha hacer contigo amor? Pero te amo, Brahmán.
¡Muchachos! Por aquí- Julián les guiaba, hasta la limosina, ingresando el primero, luego Shaka deposito a Shun, quién se acomodó al lado de Poseidón, quién le abrazó a su cuerpo, después ingresó él, seguido de Mü, Kanon y Radamantis, quién dentro del vehículo se hizo visible. Acunado en el pecho de su tío, dormitó un rato más. Virgo tomó su mano, con sus ojos cerrados. Quince minutos después llegaron a las empresas Solo. Entrando en el complejo- En el jet, hay una habitación privada, allí podrá descansar Virgo, quiero que descanse bastante. Ten en cuenta todo lo que hablamos aquella mañana, el especialista que le verá es un antiguo amigo. Sabremos si el tratamiento que Hécate le está brindando, es el más efectivo- acariciando sus cabellos besó su cabeza. Los ojos color del agua miraron a todos con su ser milenario.- El olimpo les deja su más preciado tesoro en sus manos caballeros, protéjanlo con su vida.
Poseidón al salir del vehículo lo hizo con el pequeño en sus brazos, detrás de él Brahmán, seguidos de los demás. Un Jet de color negro, les esperaba en el hangar privado de la compañía, ascendió hasta él, siguió hasta la habitación, depositándolo suavemente en el lecho, acarició suavemente su rostro, para luego levantarse y apretando el hombro de Virgo salió de la habitación – Dentro de tres horas sabremos todo, no te apartes de él, yo estaré con los demás. Sentándose a su lado en la cama, abrazándolo fuertemente contra su cuerpo, aspiró su aroma y disfrutó al sentirlo buscar su calor.
Al aterrizar el avión en suelo hindú, Shun se despertó abrazándose fuertemente a su esposo, sonrió buscando su pecho- Ya hemos llegado a casa- Acariciando sus cabellos dorados, fundió sus labios en un beso- Deseo fervientemente conocer nuestra casa- contestando a sus besos.-Pero primero te llevaremos, dónde tu tío pidió, porque estarás en un completo chequeo hasta que nazca nuestro bebé- Enmarcando con sus manos el rostro de su esposo, sostuvo su mirada sincera en la determinada de Shaka –Te juró que abrazarás a nuestro hijo en tus brazos, pase lo que pase- Se incorporó jalándolo consigo- No te preocupes, ya me siento mejor- Sin embargo, trato de dar dos pasos y se mareo, si no hubiera sido por su tesoro del cielo, habría caído al piso sin remedio – No te encuentras bien, deja de fingir – le regañó. Al alzarlo en sus brazos- Siento que en lugar de mejorar, estuvieras retrocediendo y temo que es por mi culpa también, te he esforzado mucho todo este tiempo - se lamentó. No te eches culpas que no te pertenecen, mi amor, es normal en mi estado que me maree, y que tenga nauseas. Lo mismo te pasaría si estuvieras en mi situación.
Salieron de la habitación para encontrarse con los demás, Shun les sonrió, desde su refugio en los brazos de su amado esposo. Todos descendieron de la aeronave, dónde les esperaba un automóvil que les llevaría al complejo médico. Andrómeda sentado en el regazo de su esposo, observaba cada uno de los faustosos edificios –Todo esto nos pertenece – le indicó Poseidón- y a tu hermano, podrás vivir de las utilidades de tus acciones, las cuales depositaré a una cuenta a tu nombre- le sonrió depositando los documentos en sus manos- también tengo las de tu hermano, las acciones de Elena se repartieron en partes iguales entre los dos, y las utilidades de todos estos años, han sido depositadas y ganado intereses. – Shun asintió a la vez que volvía a ver a Shaka –Emperador Poseidón, a mi lado no le faltará nada, la fortuna de los Brahmán, estará a su disposición y sus acciones seguirán ganando intereses y las podrá utilizar en lo que desee, porque en su manutención y la de mi hijo, me encargaré yo, así como la de cualquier tratamiento-Poseidón le miró con orgullo – En cuánto a su atención médica, no te preocupes. La corporación la hará sin ningún costo, ya que son sus empresas. Bueno hemos llegado.
Todos salieron y observaron la clínica que era enorme y lujosa, en la entrada principal les esperaba un joven de cabellos morados y ojos violeta, quién se acercó a ellos, las esmeraldas de Shun, brillaron extrañamente cuando sus miradas chocaron, siendo retenidas en el momento que Poseidón se colocó en su campo visual- El es Escolapio Gravas, nuestro Jefe de Médicos y Director del Centro Médico. Los ojos de Andrómeda volvieron a encontrarse con él. Sus almas milenarias, se hablaron en secreto, en el momento que se acercaron – Es un placer Señor Diermissen Solo, si me acompañan- señalando el interior de la clínica- el placer, es para mí, pero lo correcto es Brahmán Diermissen y él es mi esposo- abrazándose más a Shaka. Los ojos violetas le miraron de arriba a bajo, para luego indicarle con su mano por dónde seguirlo, la comitiva entró en la clínica que se movilizaba con todo el bullicioso de un hospital llegaron al ascensor, que les llevó al consultorio del Director de la misma.
Dentro del mismo ingresaron Shaka, Shun y Julián, seguidos de Wyvern invisible a los ojos de los humanos y de los dioses, por órdenes de Shun susurró al oído del doctor- mi príncipe desea hablar contigo a solas- colocando su mano en el hombro de Escolapio. Éste miró de reojo al joven Diermissen, quién confirmó con sus ojos- Según tengo entendido ha presentado problemas con su corazón, joven Shun, para ello es necesario primero hacerle todos los exámenes incluyendo un electrocardiograma y una revisión total del estado de su bebé, tiene casi tres meses ¿Verdad? ¡Así es!, respondieron tanto Shun como Shaka a unísono.
Bueno, de acuerdo a su estado de seguro le recetaré reposo absoluto, pero no nos adelantemos. Señores serían tan amables de quedarse aquí. Ya he ordenado, que traigan una silla de ruedas- La pareja se volvió a ver, cuando el artefacto ingreso guiada por una enfermera – Lo siento es el protocolo de la clínica, de ahora en adelante será mi paciente- Andrómeda vio con desdeño la silla, pero Shaka le depositó en ella, luego hincándose a su lado, besó sus manos – Es por tu bien y el de nuestro bebé, se paciente pequeño.- Por respuesta recibió un suspiro cansado de afirmación- No me gusta la idea Brahmán- le susurró al besarle la mejilla.-Doctor lo dejo en sus manos- incorporándose después de devolverle un beso en sus labios.
La enfermera le sacó de la oficina, siguiendo al doctor como siempre Radamantis no abandonó a su amo en ningún momento, caminaba a su lado con su mano apoyada en su hombro. Llegaron al piso de cardiología e ingresaron a uno de los consultorios. En el momento que la enfermera salió de la habitación el primer juez se hizo visible. El médico se arrodilló frente de Shun -¡Hades, Rey del Inframundo!
Te diste cuenta apenas me has visto, dios Escolapio –expresó con sus ojos cargados de frialdad- Puedo ver las auras de los dioses y humanos- se explicó- Entiende nadie absolutamente nadie, debe saber que soy Hades para ellos soy su hijo, el caballero de Andrómeda. Sin saberlo te has hecho participe de mi juramento. Y juró que si faltas a él, mi primer juez te encerrará en el Tártaro para siempre- de la dulce voz de Shun no quedaba nada, su voz era fría y profunda- Entonces al desaparecer el cuerpo mitológico del dios de los muertos, tú has tomado su milenaria alma dentro de ti ¿Es así?
Y no puedo permitir que sigas con ese conocimiento, lo siento tanto mi querido Escolapio – no había terminado de decir esto, cuando Radamantis, le toma aprisionándolo fuertemente, haciéndole abrir su boca, en las manos de Shun apareció una botella de cobre –aunque te amenace con encerrarte en el abismo más oscuro del Tártaro y siendo torturado por todas mis furias, no estaría seguro que mi secreto, estuviera a salvo, perderás todo el conocimiento de tu milenaria alma, serás un simple humano, Escolapio tú karma siempre ha buscado rivalizarme y tengo que exterminarte.
¡Hades, piedad! Nunca revelaré tu secreto. – La mano de Shun acarició sus cabellos –Me encantaría mostrarte mi piedad, pero no puedo, conservarás tu conocimientos médicos y los de ésta vida, no obstante los inmortales los perderás. Debo proteger a mi familia, no arriesgaré a ninguno, a riesgo de mi propia vida. El mismo le obligó a tomar del agua de Lete. Radamantis le soltó y Andrómeda le abrazó en el momento doloroso de la separación de su alma inmortal. El primer juez convocó una de las vasijas del Eliseo en ella depositó la esencia del dios Escolapio, enviándola directo al Inframundo. Hades con su energía protegió su alma humana. Aunque se debilitó bastante, siendo sostenido por su guardián, que volvió ha ser invisible- ¿Doctor Gravas, se encuentra bien?- le inquirió con su voz entrecortada, sentía una opresión sobre su pecho. El doctor abrió sus ojos lentamente y pudo observar al joven, que le sostenía en sus brazos, que se veía pálido y sudaba copiosamente -¡dioses!- se incorporó rápidamente, llamando al personal de apoyo, mientras ayudaba a Shun a acostarse en la camilla.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Dom Jun 15, 2008 12:21 am | |
| Capítulo 9 La Enfermedad del Ángel y El despertar del Fénix Escolapio tomó en brazos a Shun, y le colocó en la camilla cuidadosamente, mueve sus manos apresuradamente desabotonando su camisa exponiendo su pecho agitado, saca su estetoscopio y le coloca sobre él tratando de buscar el latido de su corazón – Respire despacio- cerró sus ojos, para agudizar su oído, a la vez que con su otra mano asía la muñeca de Andrómeda tomándole el pulso.
Andrómeda observaba su semblante de preocupación, y le hacia desembocar más su corazón, Gravas no perdió tiempo de inmediato tocó el timbre de emergencias fueron segundos y el personal de apoyo llenó la sala –Tiene una opresión en el pecho, dificultad para respirar y un estado de embarazo de dos meses quince días, tiene 19 años de edad- habló apresuradamente casi sin respirar. Gravas le alzó pasándolo a una camilla de emergencias, la cual fue guiada por varios enfermeros mientras corrían por los pasillos hasta llegar a una sala con varios aparatos que Shun no conocía muy bien. El latido en su cerebro y su estado de pánico por su bebé le hacían ver todo en cámara lenta. . En su pecho desnudo le colocaron varios electrodos y en su brazo una banda inflable conectada al aparato electrónico que medía su presión sanguínea y pulsaciones. Además de una máquina en la que podía escuchar el ritmo de su corazón así como también en su vientre otros electrodos para escuchar las pulsaciones de su bebé. Vio a una enfermera tomarle el otro brazo buscando su vena y luego sintió el pinchazo en el momento que le colocaban la vía para administrarle los medicamentos necesarios por ella así como el suero.
Sus esmeraldas seguían los movimientos de los doctores, les veía escribir en sus bitácoras, sin dirigirle la palabra, sentía el nerviosismo de Radamantis a su lado el cual se dejaba ver en su agitado cosmos, que seguro llamaría la atención de los demás le sonrió como para darle ánimos. Fue cuando Gravas se le acercó tocándole su hombro- Ya te hemos estabilizado, llamaremos a tu esposo. Estarás internado por lo menos dos días en observación y según sea tu evolución te daremos de alta. Si no pasarás el resto de tu embarazo en esta clínica.
Aún escribió un poco más en la bitácora y dirigiéndose a la enfermera -Alistad el salón del ecocardiograma. Señorita avise a su familia, y los hace pasar a la sala de espera. Tomando la mano de Shun – dentro de poco su esposo le acompañará- Algo nervioso asintió a las palabras del doctor y oía su propio corazón y el de su bebé en sonido electrónico de la máquina. Fueron escasos minutos, en que Shaka ingresó en la sala su rostro se mostraba serio lo sabía por la forma en que adoptaba sus cejas. Se acercó a él, le tomó su mano entre las suyas, besando su frente – ¿Cómo te sientes?- su mirada le indicaba su preocupación.
Nervioso, y un poco mareado. -Andrómeda suspiró -Shun no quiero que vuelvas a esforzarte ¡Dioses todo esto es mi culpa! – él quería hacerse el fuerte para no asustarlo, pero el verlo con todos esos cables, le minó su voluntad y de sus zafiros brotaron las lágrimas sin cesar. Escondiendo su rostro en el cuello de Shun sollozó.
Shaka- le llamó suavemente apoyando su cabeza en la de él – ¿No escuchas el latido del corazón de nuestro hijo? – le inquirió suavemente, cierra tus ojos, y le podrás encontrar entre el latido del mío, pon atención mi amor. -Le expreso acariciándolo en los cabellos dorados.- No es tu culpa mi amor, esto es una vieja herida de guerra, ya te lo había comentado, nada es tu culpa. -Besó suavemente su cabeza.- Brahmán, bésame te necesito- Virgo aprisionó sus labios suavemente entre los suyos, acariciando su rostro. -No me apartare del lado de los dos, estaré aquí contigo.- Atrajo una silla la cual colocó al lado de la camilla. -Duerme un rato amor, que yo vigilaré tu sueño- le dijo al cerrar con sus manos sus párpados, para después desplazar su mano a su frente apartando varios mechones rebeldes, que se habían apegado en ella.
Mientras esto sucedía en la India, en la casa de Leo, Iki despertaba en los brazos de Aioros, la mano de sagitario descansaba en su vientre, brindándole refugio, sus piernas estaban entrelazadas y la acompasada respiración del mayor rozaba su cuello calidamente. Suspiró perdiendo su mirada en el espacio vacío enfrente de él –Te extraño tanto Shun.
Con su mano movilizó la mano de Aiorios de su vientre, y se incorporó con cuidado de no despertarlo. Sus ojos observaron las ropas tiradas en el suelo. Estiró su mano para recoger sus prendas, con ellas dentro de sus dedos, observó su vientre plano, sin saber como sus lágrimas fueron cayendo de sus ojos, hasta mojar sus muslos.
Aioros al sentirlo que se separaba de él abrió sus ojos y le observaba en silencio. Le vio cubrirse sus ojos con sus ropas y empezar a sollozar desesperadamente. Apoyado en su mano, se impulsó en un rápido movimiento, se abrazó a su espalda y le acunó en su pecho. Besó sus rebeldes cabellos azulados suavemente, dándole consuelo en sus brazos. Iki se abrazó a él, permitiéndole ser mimado de ésta manera -¿Quieres que busquemos a tu hermano?- le preguntó besando su hombro, para luego ascender a su cuello, llegando a su rostro moreno succionó sus lágrimas, entre sus labios, las manos traviesas del arquero acariciaron su espalda. Alzándolo de la cintura le sentó en su regazo, y le meció suavemente, tratando de calmarlo. -Vamos bebé, sabes que puedes confiar en mi. –pasando sus dedos entre los cabellos azulados de Iki.
Aioros, yo me pienso marchar lo antes posible, iré a buscar a Shun y a Shaka, no aguanto estar sin saber nada de él, lo necesito a mi lado así como él creo que me necesita. Fui un imbécil que no noté su estado, debió sufrir mucho tratando de ocultármelo, pensando que yo todavía quería a Shaka. Pero yo sabía que él ya se le había entregado a Shaka, ¡dioses! si vivían en el mismo templo, yo no nací ayer.- Sus lágrimas bañaron el pecho desnudo de Aioros, quién sonrió dulcemente, al fin Iki le mostraba sus sentimientos sin límite, entonces supo que había entrado en su corazón, tomándole de la barbilla le alza el rostro, para juntar sus labios en un apasionado ósculo, y fue recostando a Iki, debajo de su cuerpo.
¡Te amo Fénix! – se apartó de sus labios fundiendo sus esmeraldas en los azul marino de Iki, espero respuesta. Acarició sus mejillas con sus dedos suavemente. ¡Aioros, yo…! Fue interrumpido por un nuevo asalto en sus labios, Iki se abrazó a su cuello y separó sus piernas para cederle espacio entre ellas… ¡te amo!- logró terminar al soltarlo Sagitario.
Los ojos risueños de Aioros le veían desbordando su felicidad ante sus palabras, pasó su lengua por su cuello, saboreándolo e Iki le cedió espacio para dejarlo, acariciando la espalda de cazador, fue descendiendo sus manos hasta sostenerse de sus antebrazos. La boca deseosa del mayor lamía los pectorales del color de la canela de Fénix, hasta detenerse en una de sus tetillas la cual capturó con sus labios, causándole un hormigueo en toda esa zona, que lo hizo gemir y estremecerse debajo de él, sin soltarla empezó a succionarla enloqueciendo al joven entre sus brazos.
Las manos de Iki, apretaron fuertemente sus antebrazos, movilizó sus brazos suavemente al momento de descender, por el abdomen del fénix para jugar en su ombligo aprisionó sus caderas firmemente con sus manos. -Iki, también nuestro hijo necesita de mi atención –le susurró a su vientre – así que le saludo desde aquí su pequeño refugio. -Besando y lamiendo el abdomen de Iki, que se arqueaba ante las sensaciones. Viendo la creciente erección de su amado, se detuvo como para pedirle permiso recordando las palabras de su niño con respecto a su amiguito de abajo, quién estaba más que ansioso por entrar en él.
Iki algo confuso le vio al momento que se detiene -¿Aioros? Inquirió entrecortado de lo excitado que se encontraba. - Iki, mi amiguito ¿Puede hacerte los honores? Fénix pestañeo sin entender, por lo nublado de su mente, se movió buscando acoplarse con él abriendo sus piernas más, lo que le indicó a Sagitario que era un sí, así que buscó preparar su entrada, ofreciendo dos de sus dedos a Iki para que los lamiera y él los tomó como si de un caramelo se tratará, la otra mano del cazador se dedicaba a la erección de Iki, acariciándola, encendiendo más su fuego interno.
Iki en un gemido soltó sus dedos y Aioros entonces se dedicó a lubricarlo moviendo sus dedos dentro de él, provocando estremecimientos en todo el cuerpo del menor, lo cual anunció su pronta liberación, fue cuando el mayor aprisionó su hombría entre sus labios ayudándolo a liberarse y tomó en su boca la semilla de su amado niño.
Sacando sus dedos de la entrada de Iki, buscó acoplarse en él deslizándose suavemente, y apoyándose en sus manos, buscó sus labios acallando los gemidos de su amado fénix dentro de sus labios al momento de cada embestida, a la vez que en su roce volvía despertar la hombría del menor, quién se movía a su ritmo, y se sostenía abrazado a su espalda buscando profundizar sus besos, y cada vez sus embestidas eran más fuertes, hasta que en un estremecimiento total del cuerpo de Aioros brotó su esencia dentro de Iki, quién al recibirlo dentro se arqueó viniéndose contra sus vientres con la respiración agitada y gimiendo fuertemente.
Sagitario lo sostiene apegándolo a su cuerpo para luego depositarlo suavemente en el lecho, y caer rendido en el pecho moreno, en él cual su corazón resonaba agitado, golpeando fuertemente su cavidad toráxica. Besando su pecho suavemente, Aioros se incorporó suavemente del cuerpo de Iki, retirándose de él con cuidado de no lastimarlo. Se acostó a su lado, para luego acunarlo en su pecho
Hoy hablaré con Shion, pero debes saber que Shaka, ocultará a Shun de Atenea, así que nos será difícil encontrarlo, me contó Shura que ahora están en manos de Poseidón. El no querrá que nadie se entere de su ubicación, para eso llevan a dos de los asesinos del santuario, Mü experto en el traslado de la materia, y a Saga como estratega y por supuesto el primer juez de Hades que no se ha separado de tu hermano, ni solo momento, Shion y yo hemos sentido su presencia al lado de Shun. Así como ahora en este momento Hécate se encuentra aquí. Cubriendo la desnudez de Iki con una sábana.
La diosa dejó sentir su presencia en la habitación, hincándose enfrente del lecho de los dos- Príncipe Iki, su tío el Emperador Poseidón me ha enviado a cuidar de usted, como hace un tiempo lo hice con su hermano. ¿Pero qué dices?, no te entiendo- dijo incorporándose de repente, alterado por la situación. Sin tener cuidado de que estaba desnudo, tan rápido fue su movimiento que se mareo a causa de su estado, siendo retenido por Aioros.- Amor debes cuidar ese carácter, que te puede hacer daño, mira como te has puesto- le regañó en el momento en que lo tomaba en brazos y le depositaba en su lecho.
Hécate, sacó de inmediato uno de sus frascos dándoselo a Aioros, –es para estabilizarlo- quién se lo ofreció a Iki, -¿Estas loco o te haces Aioros?, ¿Qué clase de veneno será? Yo no tomaré nada que venga de un dios. Golpeando la botella en su mano, la cual se estrelló en el piso, haciéndose añicos.
Vete, tu a mi no tienes que cuidarme nada – entrecerrando sus ojos se quedó en silencio un momento –Tú debes saber dónde ésta mi hermano, ladina, ¡Dímelo! - Lanzándose sobre ella evadiendo los brazos de Aioros. Hécate se dejo agarrar, para luego abrazarse a él – ¿Es qué acaso no me recuerdas mi niño hermoso? ¿Tanto daño te han hecho para que ahora no confíe en mí, el heredero de los siete mares?
Las lágrimas centellaron en los ojos plateados de la hechicera de los dioses. Yo siempre he cuidado de tu familia mi señor, no recuerdas a Elena tu madre, ella es descendiente del Emperador Poseidón. Iki fijó su poder sobre los plateados ojos de Hécate, envolviéndola con su poder, se adentró en su milenaria alma, reviviendo los últimos momentos de su madre.
Hécate aprovechando su distracción en rápido movimiento vierte un poco del agua de Mnemósine, por sus labios, Aioros trató de impedirlo pero no pudo, fue en el momento en que la verdadera energía cósmica del Fénix azotó la casa de Leo. La rabia dibujada en sus azules ojos, era impresionante, Hécate le abrazó a sí misma tratando de calmarlo.
Recuerda quién es tu verdadero enemigo, mi príncipe heredero, recuerda quién merece recibir toda tu venganza, amado fénix. Tú eres ave fénix, quién no tiene dueño, la indomable ave inmortal que al extender tus alas devastas hasta los dioses. Tu servicio lo has ofrecido a la familia Diermissen desde la eternidad.
Aioros temiendo por la salud de su niño, se abre paso entre las ardientes alas que hacían destrozar hasta los mismos dioses se abrazó a él acunándolo en su pecho, al sentir el aroma de su querido sagitario, fénix se soltó a llorar en su pecho desgarradoramente. Hécate haciendo una reverencia desaparece su presencia del lugar, dejando a la pareja sola. Aioros le tomó en brazos para luego llevarlo a la cama, en dónde le depositó y para luego acostarse a su lado, acarició su espalda pasando sus dedos entre las cicatrices lo que lo hizo maldecir por dentro por cada una de ellas.
Shaka, no se cansaba de acariciar los cabellos de su niño, que dormía a causa del medicamento, sabía que en media hora alistarían un ecocardiograma, estaba tan nervioso aunque el doctor, le explico que no le lastimaría en absoluto, que era solo para localizar el daño en su corazón, estaba que se moría de los nervios. En silencio escuchaba, el sonido metálico del corazón de Shun en cada pulsación, entre las de su esposo la pulsación de un corazón que caminaba más rápido, era la de su bebé. Mentalmente se grababa el sonido de la misma.
El tiempo pasó rápidamente, el momento que la puerta del cuarto dónde se encontraba se abrió, el dirigió su mirada hacia la entrada, vio a la enfermera que se acercó hacia dónde ellos estaban, cruzaron miradas por un instante y empezó a revisar el marcador de las pulsaciones, y apuntó en la bitácora, sin pronunciar palabra salio de nuevo.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Dom Jun 15, 2008 12:23 am | |
| Shaka suspiró- al parecer todo estaba establece- pensó, observando el rostro de Shun, que dormitaba pacíficamente, acomodó la sábana para cubrirlo, con cuidado de no interrumpir su vía, la cual prestaba atención desde hace tiempo en su lento goteo. Un suspiró emitido en sus sueños, desvío sus zafiros a su faz de nuevo, se veía tan hermoso, pero también muy pálido, acarició sus labios suavemente, los sintió secos, así que tomando un algodón y un recipiente con agua que le habían dejado, para que lo hidratara cuando fuera necesario, humedeció el algodón en el líquido, para luego pasarlos por los labios delicadamente.
Al sentir el fresco líquido en sus labios Shun abrió sus ojos lentamente, lamió el agua en ellos –quiero un poco más, por favor- le indicó suavemente, Y Shaka así lo hizo –así esta bien- le ayudó a levantarse, para que tomara más líquido –despacio- en el momento en que le acercó el vaso a sus labios. ¿Te sientes mejor?- Andrómeda asintió, en el momento de volver a descansar su cabeza contra la almohada. –Me duele un poco la espalda de estar en esta posición, pero ni modo, no lo puedo remediar. Shaka le besó su frente suavemente – desearía cambiarte de posición, pero por los electrodos no se puede. Lo lamento tanto amor
De repente la puerta se vuelve abrir, pasando por ella, Gravas y la enfermera. –Que bueno que lo encontramos despierto.- La enfermera se encaminó hasta dónde se encontraba Shun, descubriendo su tórax y vientre, fue quitando los electrodos, bueno lo llevaremos a la sala cuatro, allí le haremos el ecocardiograma y un ultrasonido de su bebé. Por el momento lo hemos estabilizado y ambos han respondido bien la medicamento y se encuentran fuera de peligro- les expresó sonriendo.
Una sonrisa nerviosa se dibujó en los labios de Shaka, y las lágrimas abotagaron las esmeraldas de Shun, que por primera vez las dejaba correr libremente por sus mejillas. Virgo, le abrazó ocultando su rostro en su pecho, besando su cabeza suavemente, y Andrómeda se abrazó a él, liberando todo lo que tenía acumulado en su corazón durante esas horas.
Virgo le separó un poco de su pecho y alzando su rostro, le besó suavemente, y con sus dedos limpiaba los rastros de sus lágrimas, y sus labios se fundían suavemente y el sabor amargo de las lágrimas de Andrómeda inundó los sentidos de los dos -¡dioses, mi bebé esta a salvo!- Soltó entre los labios de Brahmán –si mi amor, si ya están fuera de peligro los dos- le confirmó besándolo sin importar que estuvieran allí presente Gravas ni la enfermera.
¡Ejem! – Llamó la atención sobre él el doctor, con una sonrisa iluminando su rostro- es hora del ecocardiograma, para ello lo trasladaremos a otra sala- les repitió de nuevo- y después podrá pasar a una habitación privada para que estén más cómodos, le tendremos en observación otras veinticuatro horas, después de hacerle de nuevo una revisión general, le daremos de alta.
Por otro lado, ¿Han visto algún ultrasonido de su bebé? -Ambos sonrieron y negando con su cabeza. La ilusión llenó de vida de nuevo las esmeraldas de Andrómeda. -¡Esta bien! No se diga más. -Apunto las instrucciones en la bitácora y entre él y la enfermera trasladaron la camilla hacia la sala indicada.
Shaka caminaba a su lado con la mano entrelazada con la de Andrómeda, y vigilaba que el suero se mantuviera en la altura indicada, con cariño admiraba el rostro que había recuperado su rubor natural, que le miraba con sus ojos llenos de esperanza, y una sonrisa de orgullo se dibujó en su rostro, al pasar por la sala de espera, sus tres acompañantes se levantaron de inmediato saliendo a su paso. ¡Shun! ¡Shaka!
La mano de Kanon se posó en el brazo de Shaka, para luego tomar la mano de Shun, quién le sonrió – no te preocupes no estoy tan mal- Mü posó su mano en las piernas de joven en silencio examinando por medio de su cosmos su estado, para luego sonreírle al notar su mirada preocupada sobre él. -¡Gracias a los dioses estas bien, niño mío!- Poseidón se acercó besando su cabeza, le acarició sus bucles esmeraldinos.
Le llevamos a un ecocardiograma para localizar la herida y ver su tamaño para que en las próximas visitas ver su evolución, lo que quiero decir es que de ahora en adelante tendrá una cita cada quince días, y un régimen estricto, quiero que el medicamento que le demos sea efectivo antes del quinto mes de su estado me preocupa cuando el niño ocupe más espacio y aprisione sus órganos, pues le será más difícil sanar a su corazón.
Si quieren pueden esperar en esa sala, será un poco más de media hora lo que dura el ecocardiograma – les indicó su consultorio privado. Los tres asintieron y se enrumbaron al lugar indicado, por Gravas. Poseidón les siguió con su vista hasta que se perdieron doblando por el pasillo. Gravas les guío por aquel pasillo lleno de salas en las cuales Shaka, observaba a pacientes que estaban conectados a máquinas respiradoras, se estremeció de saber que Shun podía estar así.
Fijó su vista al final del pasillo allí se encontraba la sala cuatro. Al entrar allí le solicitaron a Shun que se pasara de camilla, pero fue Virgo quién lo pasó en sus brazos para depositarlo suavemente en ella besando su frente le sonrió- ahora sabré en dónde se ubica nuestro niño y después te contaré porque quería saberlo, le susurró a su oído, acariciando su mejilla. La enfermera le ubicó una silla a lado de la camilla –aquí ambos podrán observar el monitor, trataremos de grabarlo en un CD, para que lo tengan de recuerdo.
Tapándole sus piernas y cadera con una sábana le quitaron la bata, para comenzar con las ecografías, aplicaron en su pecho el gel –sentirá un poco de frío pero nada más. El especialista movilizó aquel aparato en su pecho buscando su corazón, encontró una imagen de ese órgano y poco a poco les iba explicando cual era el problema, al poco rato detectaron el pequeño orificio. Ambos dirigieron su vista al monitor tratando de ver lo que veía el médico, pero se les hizo muy difícil, listo, ya lo he señalado, ahora se lo daré al cardiólogo. Sacando el CD, se lo entregó a una de las ayudantes.
Limpiando el pecho de Shun, aplicó un poco más de gel sobre su vientre -bueno es hora de conocer a su bebé, confirmaremos la edad del feto y su desarrollo, así que listos estos son los ultrasonidos que más me gustan hacer- explicó a la hora de deslizar el sensor sobre su vientre, en este ultrasonido se puede observar claramente al bebé, vamos a ver, miren aquí esta, aunque es muy pequeño todavía se puede apreciar su corazón esta es la bolsa, sus latidos son normales, está localizado en su pared derecha, al escuchar esto Shaka sonríe, besando la mejilla de Andrómeda, le susurra al oído – te aseguro que será un varoncito. Shun sin quitar la vista del monitor asiente, para luego fundir sus esmeraldas en los zafiros de su esposo, sin entender mucho de lo que le decía- que seremos padres de un lindo bebé. ¡Oh, Brahmán! ¿Que cosas dices? Acariciando su rostro.
Hemos terminado puede vestirse - les anunció. La enfermera toma el brazo de Shun, y le retira la vía. Shaka le ayuda a vestirse y le toma en brazos para colocarlo en la otra camilla, cubriéndole con la sábana. ¡Has perdido algo de peso, amor!- Andrómeda le sonrió –Veamos dentro unos meses, si te quejas por que este delgado, no me vas a poder alzar ni siquiera porque voy a estar como un globo.
¿Tu crees, vida mía? Creo que te vas a ver adorable todo rellenito. Andrómeda suspiró besando su mano.- Lo que digas mi amor-. Fueron llevados por los mismos pasillos las esmeraldas se perdían entre todas las personas enfermas de todas las edades, heridos, quemados. Y en su mente se rememoró cada una de sus batallas, los caballeros que cayeron bajo su poder- yo tengo mis manos manchadas de sangre, que puedo heredarle a mi bebé. Ahora mismo no sé cuando tendré que volver a entrar en el campo de batalla- pensaba en el momento veía detenidamente la mano que sostenía Shaka entre la suya, le veía caminar a su lado un poco más relajado. Somos guerreros que en cualquier instante tendremos quedar la vida. No sé de que me preocupó juré vivir el momento.
Por otro lado en el Partenón exactamente en las residencias del Patriarca, todavía no comenzaba el movimiento característico del salón principal y en las habitaciones de Shion, que todavía dormitaba con Dohko entre sus brazos, ambos se despertaron de súbito al sentir la furia del Fénix resplandecer por todo el Santuario, llenando cada espacio del Refugio.
¿Dioses, que sucede? –Dohko se disponía a salir de inmediato a las doce casas. Pero el Patriarca le detuvo abrazándole a su cuerpo - calma, ese es el despertar del Fénix, sabía que en cualquier momento Hécate lo haría, Dohko –besando su cuello suavemente haciéndole estremecer- sabes que está con Aioros, él se encargará de calmar su energía cósmica de odio, ese es el gran poder del guerrero legendario de Zeus.
Las manos acariciaban los fuertes pectorales de Libra, y jugaban con sus pezones. Causándole escalofríos en todo su cuerpo con su lengua recorrió el tatuaje en forma de tigre en su espalda. ¡Mi ansioso tigre! -volviéndole el rostro le besó fusionando sus labios y explorando con sus lenguas, cada una la boca del otro, en un ritual conocido por ellos por centenas de años, la mano del patriarca viajo el trayecto de su pecho y abdomen hasta llegar a su miembro el cual se dedico a despertar, y sus labios empezaron saborear sus hombros y cuello.
¡Shion! Fue el gemido ahogado del tigre de Libra, su cuerpo se estremecía contra el cuerpo color del marfil del maestro, los cabellos verde claro caían sobre su pecho moreno y sus brazos le aprisionaban contra su creciente erección, la cual rozaba su firme trasero. ¡Vaya, Shion hoy quieres jugar!, dame que me encargo de tu fogoso amigo, y separándose de él se hincó frente a él y con su mano le empujó levemente para hacerlo recostarse contra el lecho.
Con una sonrisa traviesa Libra tomó el miembro del lemuriano, con sus dedos corriendo aún más su prepucio. -Ah si que mi querido carnero quiere jugar a cazar un tigre, cuidado que este tigre te puede devorar querido amigo- sin perder tiempo con su boca engulle su erección jugando primero con su lengua en la punta de la misma provocando un escalofrío general en cada músculo de ese poderoso cuerpo a su disposición, y sus dedos masajeaban las bolsas de su esencia. ¡Dohko!, repetía sin cesar y amorosamente, hasta que el tigre saboreo su esencia en su boca.
¡Mi lindo carnero! – le susurró entre sus labios al momento de darle a probar su esencia, así que aún guardas secretos para mí, eres un divino sinvergüenza y ladino carnero. Shion de Aries. Porque dejas a esa maldita de Atenea, en este santuario después de su traición a los dioses, sé que dirás porque a tus enemigos hay que tenerlos cerca y fue por eso que te asesinaron la vez anterior, de nuevo te pones en peligro, mi amado, y no pienso volver a pasar por tu pérdida ¿Me has entendido?- le decía lamiendo sus tetillas, logrando que él se revolcaran debajo de sus muslos que le aprisionaban causándole una fuerte erección en cada roce.
Los ojos violetas su perdían en los cabellos castaños de que era dueño el tigre que le torturaba le vio buscar como encajarse con su miembro otra vez despierto, lo cual hizo lentamente hasta quedar unidos, y con sus manos apoyadas en el firme vientre se impulsaba una y otra vez.
He pensado todo este tiempo en lo que Aioros nos dijo hace unos días – Shion se incorporó y tomándolo de la cintura profundizó más sus estocadas y susurrando a su oído, en el minuto que le lamía su oreja – en que tengamos hijos, Dohko ¿Es eso?- gimiendo a causa de su excitación asintió contra su hombro. ¿Eso quieres? Sabes que… pero Libra le acalló besándole, y el mismo impulsándose sobre él fuertemente le aprieta dentro suyo logrando retener toda su esencia en su interior, sintiendo como sus cosmos se entrelazaban en sus entrañas
Es mi deseo Shion, yo creo que a nuestra edad, estamos más que preparados para esto. Si dos niños como Andrómeda y Fénix se lo propusieron porque nosotros dos no – la mano de Shion descansó sobre el vientre moreno de Libra y sus ojos violetas se cruzaron con los verdes de su amado tigre. Dohko siempre has querido hacer las cosas a tu manera, y por eso te amo, mi rebelde Tigre. Confió en tu juicio pero no había otra época mejor para procrear. Libra le sonrió – Es que el Gran Shion de Aries, le teme al impetuoso Fénix._ Besando sus labios y enredando sus dedos en larga cabellera de su amante –Aioros, es nuestro impetuoso cazador, él le sabrá cuidar bien además de domarlo.
Si tienes razón, pero no me gusta el silencio que ha guardado Atenea, creo que es la calma antes de la tormenta, Dohko. Pero esta vez no me dejaré tomar desprevenido te lo prometo, porque tengo mucho porque vivir.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Dom Jun 15, 2008 12:26 am | |
| Capítulo 10: Encuentros y situaciones adversas Aioros acariciaba los azulados mechones de cabellos de Iki, con sus dedos, había logrado calmarlo, tenía curiosidad por saber lo que él fénix había recordado del pasado para lograr que su niño saliera de control de esa manera. Ahora solo se había quedado callado, abrazado a su pecho, sintiendo su respiración. No se había atrevido ni siquiera ha hablarle, le dejaría que él le contará, desde hace buen rato las esmeraldas de Sagitario observaban en silencio las piedras que conformaban el techo del templo de Leo. Podía claramente leer la furia en el corazón de Iki.
_ ¿Sabes porque murió mi madre, la verdadera razón? - El cazador asintió- sé lo que Shun declaró ante la Coalición que fue lo que le pudo narrar Pandora Diermissen. Iki levantó su rostro hacia él y sus ojos cobaltos le veían instándolo a continuar – Aioros contó todo lo que sabía, incluyendo la versión dada por Mijael, le escuchaba sin inmutarse hasta que él termino de hablar y contar de nuevo lo sucedido en las distintas reuniones de la Coalición. Sentándose frente a él en la cama, le vio seriamente, para después suspirar –Eso es todo.
Si eso es todo, lo que yo sé__ vio el cambio en la conducta de Iki, con especial interés. El moreno se levantó y camino hacia el baño _ ¿No piensas bañarte hoy, Sagitario? Yo si lo haré, porque pienso ir a ver al Patriarca y pediré el permiso de buscar a mi hermano dónde sea que se encuentre_ Aioros siguió con sus esmeraldas aquel escultural cuerpo moreno ingresar al cuarto baño con una toalla en su hombro. Alzó unas de sus cejas, algo en su forma de actuar no le gustaba, demasiada calma para el impulsivo carácter del Fénix, así que no espero segunda invitación, se incorporó del lecho y le acompañó en la regadera.
Corrió la puerta de cristal por la cual se reflejada cuerpo de Iki, quién debajo de los refrescantes chorros de agua se mantenía con los ojos cerrados, disfrutando del recorrido del agua sobre su cuerpo. Sagitario apoyado en la puerta le miraba detenidamente, una sonrisa picara se dibujó en su rostro al observar el jabón, el cual tomó entre sus dedos, oliéndolo reconoció en él perfume natural de Fénix, se dirigió con él directamente a enjabonar al menor, quién abrió sus ojos, al sentir esa manos sobre su pecho masajeándolo. _ ¿Aioros?_ inquirió retrocediendo a su toque_ deja que yo puedo asearme solo.
Lo sé, pero así es más divertido_ le expresó al volverlo y encargarse de su espalda y cabellos. El resoplido de molestia por parte del menor no se dejó esperar. Pero poco le importó al Cazador porque igual siguió con su tarea tatareando una melodía felizmente y al Fénix no le quedó más remedio que dejarlo hacer cerrando sus ojos a sus mimos. Cuando su mano llegó a dónde la espalda perdía su nombre, el moreno pegó un brinco quitándole el jabón de la mano_ Gracias, pero de aquí en adelante me encargo yo ¿Quedó claro?_ Aioros al mirar el sonrojo en sus mejillas sonrió, acercándose al cuerpo menor _ Como quieras mi niño, pero de tu cuerpo no desconozco nada, y no he tocado nada que haya tocado antes_ le recordó a besar sus labios suavemente __y tú del mío nada desconoces tampoco, lo que me oculta tu mente es lo que me preocupa, recuerda que no estás solo, tu llevas en tu vientre a mi hijo_ descansando su mano allí_ y tienes mi corazón _ tomando la mano del menor al momento de descansarla en su pecho. Los ojos cobaltos le miraron adentrándose en sus ojos verdes. Y el cazador le empieza a aprisionar contra los azulejos del baño.
-Y tú sagitario no me escondes nada _ le expresó al momento que en un rápido movimiento invirtió posiciones dejando aprisionado al mayor bajo su cuerpo, y acercando su rostro, le besa la mejilla_ he terminado, cuando estés listo ven a desayunar, que allí te contaré lo que desees saber, que por el momento no estoy de humor para jugar contigo, amor._ Aioros le vio con sus ojos entrecerrados, al momento que abandonaba el cuarto de baño.
Fénix preparó lo mismo que hacía para su hermano en todos los desayunos, esperando a Aioros se sentó a la mesa y se quedó pensativo en todo lo que le había narrado de la coalición dorada, en sus ojos todavía veía pasar los últimos momentos de su madre, sus cobaltos brillaban en un dejo de frialdad._ Aquella mirada no pasó desapercibida a los ojos de Aioros que le contemplaba desde hace un rato en silencio. Iki notó su presencia y le indicó que se sentará a desayunar. Sagitario tomo en silencio asiento enfrente de él. Y empezó a comer, y observaba detenidamente los movimientos distraídos de su novio. Aquella mirada de un asesino se reflejaba en los ojos cobaltos del Fénix, no la inquietud que siempre presentaba, sino un odio inmenso se reflejó en ellos.
Aioros _ le llamó suavemente _ quiero partir lo antes posible, y lo que te voy a decir espero que de nosotros no salga, sé que mi cabeza esta de ahora en adelante en juego porque he recordado todo lo que sucedió ese día. Bien sabes que fueron los sirvientes de Kido quienes atacaron a mi familia. Pero lo que no saben es la verdadera razón por la cual perdí mi memoria, fue que en momento que nació mi hermano, ellos le acercaron a Niké, la diosa de la Victoria emitió un rayo que cayó directamente a su mente, recuerdo el llanto desesperado mi hermano, y un poderoso cosmos arremetió contra todo el lugar, con lo que quiero decir que Shun ha extendido ya las alas del Ángel de la Destrucción y ha sobrevivido. Yo le protegía con mi cosmos de Fénix no morí como los demás por mis características pues ave fénix me revivirá solo para cuidar de mi hermano, pero en el momento que él deje este mundo yo lo haré con él _ le sonrió tristemente_ que será de nuestro bebé si le pasará algo a Shun, yo ya he muerto en ese día, como te dijera soy también un espectro a su servicio.
Iki_ le susurró acariciando su rostro_ Nunca permitiré que nada malo le pase a mi familia, porque ahora como Aioria. Tú y Shun son mi familia ahora también y nuestro bebé nos une y él bebé de tu hermano es mi sobrino. Ambos le buscaremos verás que pronto podrás alzar a tu sobrino y a nuestro hijo, y cuando les ubiquemos nos casaremos no quiero que mi bebé sea un bastardo, si yo te adoro Iki.
La mañana en la India era calurosa como todos días, el aire acondicionado de la habitación evitaba que el bochorno fuera mayor, Shaka había recogido su larga cabellera dorada en una coleta, había dormido en la cama del acompañante al lado de la cama ortopédica que ocupaba Shun quién este momento dormitaba a causa de los medicamentos, los demás habían pasado la noche en el complejo habitacional. Las guardias nocturnas cada tres horas, le habían mantenido despierto gran parte de la noche. Se levantó de esa silla y caminó hacia la ventana, por ella observó el movimiento de las personas dirigiéndose a sus funciones en esa enorme corporación. Tenía vista al puerto de la naviera Poseidón, grandes grúas embarcaban en los transnacionales los productos que exportaban. Las personas iban y venían como hormigas sin detenerse ni un momento.
Estirando sus músculos un poco comprimidos de la falta de ejercicio de los últimos días, suspiró para dirigirse al baño para asearse un poco, no sin antes detenerse al lado de Shun y besarle suavemente su frente. En aquel pequeño baño se aseó rápidamente, y se cambió de ropa. Al salir de allí se encuentra con una de las enfermeras que vigilaba los signos vitales de su esposo. Ella le sonrió al verlo _todo normal, estará un poco adormilado por el tratamiento, pero por demás todo bien_ le explicó al ver sus ojos de preocupación__ El doctor Gravas vendrá dentro un rato, me ha dado el mensaje que desea hablarle en privado, yo le llamaré cuando sea el momento.
Virgo asintió _ por supuesto, apenas llegue avíseme._ la joven enfermera terminó de apuntar en la bitácora y sin mediar más palabras salió de la habitación. Los zafiros penetrantes de Shaka la siguieron hasta el momento que ella salió de la habitación. Sentándose de nuevo al lado de Shun, le tomó su mano, y jugó con sus dedos suavemente, girando la sortija en su dedo anular _ le quedó un poco grande_ pensó sonriendo sin soltar su pequeña mano._ ¡Si los dioses quieren esta tarde estaremos en casa, mi amor!_ Vio la extensión de su brazo, y él lugar dónde la había colocado la vía, la blanca piel presentaba un pequeño morete, siempre al más mínimo golpe su piel le resentía, era tan delicada como la de un niño pequeño.
Al poco tiempo de pasar esto, Mü se hizo presente para acompañarlos, llevaba algo de comida para Shaka, en una bolsa plástica _Shaka, amigo debes comer algo y descansar, tu no te debes enfermar también, debes estar fuerte para dos._ le recomendó y sacó de la bolsa un emparedado y un jugo de naranja se lo ofreció_ Te lo agradezco, Mü, pero tengo mi estómago cerrado, a pesar que lo peor ya pasó, aún no están del todo a salvo. Aries haciéndose el que no le escuchaba le puso en las manos los dos paquetes_ Ve afuera, come allí en un lugar tranquilo y de paso te despejas un poco, amigo. Yo me quedaré con él y no acepto un no por respuesta, Shaka_ tomándolo de la mano lo hace levantarse y le empuja levemente fuera de la habitación, a puros regañadientes logra que Virgo salga de la habitación. Al cerrar la puerta suspira apoyado contra ella. Dirige su mirada violeta al joven que duerme ajeno a todo lo que pasaba a su alrededor a causa de los medicamentos y negando con su cabeza_ nunca he confiado en esos medicamentos moderno_ se dijo así mismo.
Radamantis, vamos tú también deberías ir a comer algo no es bueno que los dos se enfermen también, mi cuñado te espera en el restaurante, es dos piso debajo_ le expresó al momento que se sentaba en la silla que recién había abandonado Shaka.
Sabes que mi deber es cuidar de mi príncipe, Aries, yo no importo_ le dijo haciéndose visible. Aries le sonrió _Pero pareces un verdadero fantasma Wyvern, mira estás más pálido que costumbre, así que… en un rápido movimiento de mano, le trasladó al lado de Kanon.
Acercándose más Shun, le acomodó un mechón de su cabello que tapaba su rostro. Le acomodó en el lecho de manera que quedará completamente sobre su espalda, colocó sus dos manos sobre el pecho de Andrómeda, empezó a trabajar con sus cosmos sobre él, la cálida energía de Aries empezó a recorrer el cuerpo de Shun, las artes curativas aprendidas de su maestro Shion de Aries, son tan antiguas como lo era su tierra natal Lemuria, ellos no confiaban en los medicamentos de la medicina modernas, ellos creían que eran venenos que corroían los cuerpos y en vez de fortalecerlos los minaban poco a poco. De su parte haría que la medicina que Hécate le había brindado y su carisma curativo sería el detonante que cerraría la herida ocasionada en el enfrentamiento de las doce casas y Shun no volvería al hospital de nuevo.
El calor de Aries fue despertando a Andrómeda de su letargo, quién posó sus esmeraldas en el amable rostro de Mü_ Buen día amigo ¿Qué haces, te pueden descubrir?_ preguntó sonriéndole, y tratando de incorporarse, sin embargo Mü le detuvo con una de sus manos_ Buen día, Andrómeda, pues que más podía hacer, sanándote con mi cosmos, aplicándolo en tu herida, como lo hice en el Santuario ¿Porqué nunca me dijiste que no estaba completamente cerrada? No entiendo porque Afrodita nunca se ha disculpado contigo por lo que pasó esa vez. ¿Cómo se atrevió a lastimarte así?... Pero Shun le acalló asiéndole de las manos, incorporándose se sentó en el lecho.
Ya olvida ese incidente Mü, todos peleamos por lo que creímos verdadero en aquella ocasión, yo al igual que tú y los demás nos equivocamos peleando del lado de Atenea, y resulta ser verdadero lo que Afrodita me expresó en esa ocasión, que Saga era el que tenía la razón que lo único que hizo fue mantener el Santuario bajo control. Hasta tú te pusiste en contra de tu amado Saga y yo pelee contra Shaka, en aquella ocasión. _posando su mano en su pecho _Mi herida la conservó como recordatorio de mi propio error, si se puede decir así, pero la verdad es que no arrepiento de nada fue una pelea justa, entre dos guerreros que usaron sus mejores técnicas, en una milésima de segundo recibí su rosa blanca en mi pecho y él mi tormenta nebular. El murió irremediablemente y yo tuve la dicha de tenerlos a Shaka y a ti, si no estuviera aquí, y esperando a mi bebé.
Se deslizó suavemente hacia el borde de la cama, e hizo el intento de bajarse de la cama, pero Aries le detuvo._Deja y te ayudo_ Andrómeda negó con su cabeza, y él mismo se incorporó en el suelo, sosteniéndose de la cama._ tranquilo amigo que soy un caballero divino, que he peleado encarnizadas batallas, y levantarme de mi cama no es ningún esfuerzo.
Espérame aquí _le señaló la silla_ que voy a bañarme, eso me hará sentirme mejor_ se dirigió al baño y se encerró en él. Mü se sonrió _ese niño es tan terco como su hermano mayor. Sé que no se dará por vencido tan fácilmente. Saga hoy te veré de nuevo, pronto estaremos con ustedes. Perdió su vista en aquella cama de hospital_ suspiró _demuestra siempre ese espíritu pequeño, que tu familia te necesita, y Shaka ya no sabe vivir sin ti ¿Quién lo diría del poderoso Shaka de Virgo, el corazón de la princesa Andrómeda le ha capturado en su cadena?
Virgo, después de comerse lo que Mü le había traído en uno de los jardines aledaños a la clínica dónde solían sacar a los pacientes a tomar algo de sol, se levantó de la sombra de un árbol que era dónde se había sentado para degustar el desayuno, observó detenidamente a una joven que sacaba al sol a su bebé, soñó con ver a su hijo en sus brazos de esa manera. Dirigió su vista a dónde se emitía el cosmos de Andrómeda y Mü, sonrió tristemente, y se encaminó para devolverse a la habitación de nuevo. Iba algo distraído, pero fue sacado de sus pensamientos por la mano del doctor Gravas, que le detuvo firmemente. _Señor Brahmán, que dicha que lo encuentro aquí, deseaba hablarle a solas_ Shaka asintió con su mirada algo seria.
Siguió al doctor hasta unas bancas de cemento del lugar_ ¿Qué es lo que desea que mi esposo no escuche, doctor? Es por eso que accedí al salir de su habitación y dejarlo con mi amigo._ El doctor, se alisó su gabacha blanca_ Es necesario que entienda que debe guardar reposo absoluto, eso se lo dije a su tío también y ahora se lo repito a usted, el cardiólogo dice que es tratable, que es como el soplo de un recién nacido que se puede ir cerrando con él tiempo, pero su esposo no dispone de tiempo, en dos meses, su bebé ocupará más espacio_ Shaka asintió, como dándole a entender que prosiguiera_ su corazón se esforzará más para bombear sangre en su cuerpo, y llevarle la alimentación necesaria a su niño. Sé también por su amigo el lemuriano que él ha estado recibiendo un tratamiento especial y el señor Solo quiere que siga ese tratamiento, pero debe saber que la medicina moderna es lo indicado para él, no antiguos remedios que le pueden hacer daño. Quiero que usted el permiso para que comencemos con su tratamiento, pero también puede tener efectos secundarios en el bebé ese sería el problema principal, pero al paso que va pueden morir los dos.
Última edición por goddesniquel el Dom Abr 11, 2010 12:54 pm, editado 3 veces | |
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| | | | El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado | |
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