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| El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado | |
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Autor | Mensaje |
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goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
Cantidad de envíos : 667 Edad : 49 Alas de Fuego : 310088 Fecha de inscripción : 04/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Dom Jun 22, 2008 6:01 pm | |
| Capítulo 18 Nuestro Consuelo en el dolor Dohko no había dejado de abrazar al caballero divino del fénix, aún cuando su esposo, los trasladó al Castillo Diermissen, en este momento se encontraban justamente sentados en los atrios del mismo, la suntuosidad del lugar, reedificado después de la batalla, el olor a tierra húmeda, les cubrió sus sentidos, el frío ambiente de la campiña alemana, tan diferente a la cálida Grecia, a orillas del Mediterráneo, el Patriarca bajó sus brazos respirando profundamente.
Aioros, Shura y los dos jóvenes caballeros divinos se acercaron más al grupo. “No tardarán en darse cuenta, de que hemos llegado…”. Sus palabras fueron interrumpidas en el instante que los rodearon los espectros encargados de cuidar la entrada, así como Hécate, se dejó ver al frente de ellos, quienes se postraron ante la Hechicera: “¿Como osáis levantar la mano a uno de vuestros amos?”
El líder de la Coalición tendió la mano a su esposo que estaba sentado en los pórticos, al mismo tiempo que al joven Diermissen, que se volvía al llamado silencioso que le hacía la diosa, e Iki en un paso elegante se colocó al lado de la Hechicera, se orientó a la entrada principal deseoso de saber de Shun y la única que en este momento lo podía ayudar era su hermanastra Pandora.
De nuevo se adentró en esa estructura que hace algunos meses, le pareció el Infierno, sin recordar que era su hogar, el lugar dónde su madre fue feliz, en cuyos jardines jugaba con Pandora, detrás de Cerberos su pastor alemán, sus pies se quedaron fijos al mosaico de la entrada, y en su mente, le asaltaron las imágenes de una niña de cabellos borgoña recostada en sus piernas, de mirada violeta y dulce, ambos al lado de una chimenea que mostraba ardientes llamas y destellaba chispas anaranjadas, a su lado aquel perro de ojos marrones suspiraba disfrutando de la caricia de su mano. Sus zafiros recorrieron la habitación, era una gran biblioteca, en uno de los sillones, un hombre joven de mirada pacífica, sostenía entre sus brazos, a una doncella que por su apariencia podía ser la gemela de Shun, una sonrisa iluminó su rostro al él guiar su rostro a ella, aquellos cabellos celestes y unos ojos como esmeraldas relucientes, esa sonrisa tan conocida: “Su madre” y una mano acarició su rostro suavemente.
¡Bruder! (hermano), ¡Mi pequeña Primavera! Fue su apelativo cariñoso, a la jovencita que descansaba en su regazo y ella se abrazó a su cuello, reposando su rostro en su hombro. Y esa imagen se fue esfumando como una bruma ante el amanecer, para sentir el peso sobre su cuello, y aquel calificativo de su infancia susurrando entre lágrimas a su oído y el aroma de las más exquisitas flores en sus sentidos.
¡Bruder! Repetía entre sollozos, hasta que sus brazos la envolvieron suavemente, apegándola a su cuerpo y escondiendo su rostro en esas cascadas borgoñas, besó su hombro. ¡Mi pequeña Primavera! ¡Begrüßen Sie Haus! (Bienvenido a casa) pronunció ahogada en su llanto de alegría. El mayor suspiró suavemente al separarla apenas lo suficiente, para enmarcar su rostro con sus manos, de dónde nunca debí partir, con cariño besó la frente de su hermana menor.
Pandora asió su mano, al momento de adentrarlo en la mansión a su vez se volvió a sus acompañantes, posando su mirada en Sagitario le tendió su mano para que se acerque, ahora eres mi hermano también Aioros, le aseguró feliz de recibirlos. Pero por favor, no se queden allí, les incitó a seguirla al verlos plantados en la entrada.
Caminó unos cuantos pasos cuando recordó la situación de su hermano ¿Cómo es que Shun, fue sólo al Olimpo Pandora? Soltó deteniéndose en su caminar, esperando su respuesta, las retinas violetas de la diosa de la Primavera, se posaron en sus zafiros, como no conociendo de lo que le hablaba, al percibir el temblor de su mano, le hizo saber que su hermana tampoco sabía lo que pasaba lentamente su vista se desvío hacia el Gran Patriarca, quién asintió a lo expresado por su hermano mayor. Pero si, balbuceo. Sus ojos cambiaron a un destello plateado, dirigidos a la hechicera de los dioses: “¿Porque no fui informada de esto; Hécate?
La diosa iba a contestar pero Shion, intervino, el Señor Hades, fue en lugar del Emperador Poseidón, al parecer fue un arreglo que se hizo entre ellos, y enfrentó a Atenea en juicio, bajó su mirada al suelo, tomando todo el aire que podía, lo soltó suavemente, junto a sus palabras: juro que pensé que perdería el juicio, en más de una ocasión, pero logró voltearle los papeles a Palas Atenea, concluyó.
La ira llenó el espíritu de la diosa de la Primavera, al dirigirse a Hécate: Yo te puse a cargo de ese caso, Hechicera. ¿Cómo es posible que mi hermano, se encuentre en el Olimpo, sin protección alguna? Su subordinada se postró ante ella. Porque por encima de sus ordenes están la del Señor Hades. El Rey del mundo subterráneo, ahora es parte del Consejo de los Olímpicos y en lugar de Atenea, quién fue expulsada de él. Informó la diosa, por sus mandatos escolté al Príncipe Iki a casa, mi señor se quedó con Radamantis.
No, Hécate, aunque Radamantis sea el más poderoso de nuestros guerreros y nuestro primer juez, no podrá solo, no debiste dejarlo solo aunque fuera su orden directa, se quejó. Minos, Eacos, llamó a través del cosmos, a los otros dos jueces, los cuales se postraron ante ella, Hécate, tú también, partimos de inmediato al Olimpo por el Señor Hades. Me llevarás contigo, Pandora, porque no pienso quedarme aquí, le expresó Iki al agarrarle el brazo, reteniéndola. Pandora negó suavemente con su cabeza, “no puedo exponerte a ti también y menos en tu estado, ya es suficiente peligro que Shun esté allá y sólo con su embarazo tan avanzado.
Las esmeraldas de Aioros estudiaron la situación y por fin se atrevió a hablar: Iki, yo iré en tu lugar y traeré a tu hermano conmigo, le sugirió al tomarle el rostro con cariño, para tratar de hacerlo entender. Los zafiros de Iki, empezaron a cubrirse de un reflejo dorado, no pienso quedarme aquí, y es mi última palabra. La furia resonó en sus palabras al sisear cada una de ellas. Y de repente un temblor sacudió los cimientos del castillo y gemido surcó el Inframundo proveniente de los mismos Eliseos. Los dos jueces junto a Hécate y Perséfone, se volvieron a ver entre sí, una palidez mortal cubrió el semblante de la Reina del Inframundo y apenas pudo pronunciar casi en un susurro: Lord Hades, mi amado Rey.
La Hechicera de los dioses fue la primera en reaccionar, Minos, Eacos localicen a Radamantis, y muévanse, y fue Perséfone quién balbuceo, al momento de alzar su mano para recibir en ella la lanza del juicio: a Rajastán, mi hermano, está en ese lugar. Aioros solo atinó a abrazar al Fénix, quién nervioso trataba de hablar, pero su lengua era incapaz de pronunciar palabra alguna, el temor se hizo presa de su alma, y empujó a Sagitario, para tomar rudamente, del brazo a su hermana menor, no te atrevas a irte sin mí Perséfone, porque conocerás mi furia la amenazó al cubrirse con su ardiente cosmos y ella asintió al momento de soltar todo el aire de sus pulmones.
En Rajastán simultáneamente:
En las retinas de Radamantis se repetía una y otra vez la escena de ver a Hera, ser empujada por su Señor y como el caballero divino del Pegaso se abalanzó sobre él, sin que el pudiera eludirlo a tiempo, y como un autómata solo siente caer su cuerpo y él de su amo en el Templo de Brahman, sus retinas, se clavaron en el techo de piedra, y como un grito de su alma detalla lo sucedido, siente el cuerpo mas pequeño y frágil temblar ante la caída, sobre su pecho, un gemido ahogado de su parte. ¡Por los dioses! ¡Shun! Virgo, se lo arrebató de sus brazos.
El corazón se desbocaba en su pecho, sus zafiros solo pudieron determinar, un mango dorado que sobre salía de su hombro así como una profusa hemorragia salía de él, con cuidado lo retira de los brazos del primer juez, primero apoyándolo en su pecho, para luego de pasar sus brazos tras sus rodillas y aferrarlo a su torso se incorpora con él para su habitación, no ha notado ni siquiera que Poseidón le seguía, ni tampoco dijo una sola palabra al espectro que totalmente acongojado no atina ni a levantarse del suelo dónde esta recostado.
Hasta que se detuvo en seco al sentir la mano cálida y temblorosa de Andrómeda acariciar su rostro, manchándolo con el vital líquido, ¡Brahman! Su voz delicada llegó a sus oídos y casi con temor bajó su vista para encontrarse con unas esmeraldas, cansadas. Y sus piernas empezaron a perder su fuerza, tambaleándose apenas si logró sostenerse, cuando siente que de sus brazos es robada su preciosa carga al momento que otros le rodean evitándole una caída, intenta removerse de ese agarre, y al hacerlo se encuentra con los sabios ojos violetas de Shion, casi por inercia sus zafiros se dirigen al rostro bronceado de Aioros, que con su seño contraído observaba con preocupación el puño de la daga que sobresalía sobre el hombro del más joven, “la daga de Atropo”. Un nuevo gemido brotó de los labios de Andrómeda debido al rápido movimiento, dirigiendo su mano temblorosa al metal clavado en su carne, sus esmeraldas estudian cada uno de los rostros de sus amigos y guardianes para después sonreírles como un niño que atrapado en una travesura. Y sus gemas ansiosas buscaron el cosmos de su hermano, y le encontró de pie al lado de Dohko y Hyoga, estático con sus zafiros acerados clavados en su rostro. Ni-san, le convocó con alegría e Iki se acercó apresuradamente a él, para asir su mano con sus ojos llorosos, y fue en ese movimiento que le rozo su vientre abultado, y su atención se clavó en esa zona, descansando su mano allí, para calmarse respiró profundamente y su niño le sonrió con dulzura.
Iki, estoy bien no te preocupes, a su vez, que busca de nuevo con su vista a su esposo casi descompuesto, sostenido por Shion, sentía perfectamente el remolino de emociones en esa alma que nunca había experimentado tantos sentimientos humanos y dirige su mirada hacia él preocupado, ¿Brahman, me perdonas? Y desvía un segundo sus gemas a las de Aioros que entendió perfectamente lo que ansiaba, le acercó a Shaka y los brazos temblorosos del caballeros más cercano a los dioses, se extendieron hacia él, acunándolo de nuevo en ellos su voz salió como un susurro de sus labios: Lamento haberte preocupado, Esos ojos siempre pacientes ahora llenos de angustia, le reflejan en silencio, y sin decirle nada más que besar su frente, se encamina a su habitación, apegándolo fuertemente a su pecho, cierra sus ojos concentrando su poder en su cuerpo.
Y se encamina con él hacia el recinto, pasando entre su cuñado y el Emperador Poseidón, envuelto en su poderosa aura, y tras ingresar en ese lugar, cierra la puerta tras de sí. Aioros al estar más cerca de él no le impidió el que se llevará a su esposo, ni quiso hacerlo, todos quedaron estáticos en el momento que el Tenbu Hourin se desató simultáneamente Shaka cargó a su niño. ¡Virgo! Iki se volvió a él, inquiriendo en sus esmeraldas, mas el Cazador tan solo le acarició el rostro suavemente, negando con su cabeza, Brahman se encargará de ayudarlo, en este momento está demasiado alterado, para aceptarnos a su lado. Ellos deben arreglar sus problemas solos. A sus palabras los demás asintieron entre sí. El Cisne se permitió respirar algo aliviado, y la mano de su amante se posó en su hombro en señal de comprensión.
Dentro del Recinto, Shun suspiró inmediatamente al estar a solas con él. Y sus esmeraldas bajaron a enfocar sus manos, Yo tenía que hacerlo, sopesó la reacción de sus palabras, necesitaba tiempo para nuestro hijo, no podía permitir, que llegaran a buscarte como a un paría, para que me ejecutaran frente a tus ojos y después a ti. Yo, expresó al momento de asir con firmeza el puño enchapado en oro macizo, además debía recuperar, esta arma robada a mi padre, el día que destrozaron mi casa. Aquel movimiento no pasó inapercibido para Virgo que permanecía en alerta, escuchando su argumento. Al igual que yo has sentido que está cubierto con el cosmos de Atenea, porque si no Pegaso no hubiera sido capaz de tocarme, tan siquiera.
Pegaso, balbuceo Shaka, al abrir sus ojos. Pero Andrómeda le retuvo: no lo hagas, mantente así como éstas, le sugiero cerrando sus parpados el mismo, Llévame al lecho, amor. Shaka le deposita en él con delicadeza, y Andrómeda, posó su mano en su rostro, la fuerza que en este momento Virgo sentía manar de él era la de Hades, el Señor del Inframundo, aquella seriedad y porte, el mismo que meses atrás, le partiera el corazón, pero era su Shun el que ahora le decía: Voy a sacar la daga, ella no puede hacerme daño, menos empuñada por un humano, le acercó a sus labios, y de ellos bebió la miel, que le fortalecía, despierta Brahman, despierta tu ser inmortal, como hace dos años despertaste el mío. Sus labios sonrosados, carnosos, ejercían sobre los suyos un extraño poder, sus manos se afianzaron en su cintura buscando profundizar esa corriente que le revivía cada punto de sus chakras.
Ese renacer en un brillo intenso que cubrió esa habitación, fue cruzando las paredes, del templo y los que estaban a las fueras de la misma se pusieron alertas, y su presencia fue advertida a los demás habitantes del templo quiénes corrieron hacia el área de descanso encabezados por Francesco y Afrodita, ambos dispuestos acabar con los intrusos, tras ellos, Saga, Camus y por último, Mü Por su parte los tres jueces, se desvanecieron como una niebla hasta posarse enfrente de la puerta de la habitación principal. Dispuestos a ultimar a cualquiera que quisiera traspasar hacia la misma. Pandora se resignó asiendo fuertemente su lanza, para luego sonreír tristemente.
Última edición por goddesniquel el Lun Abr 12, 2010 10:22 am, editado 3 veces | |
| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Dom Jun 22, 2008 6:05 pm | |
| Y ajenos a todo lo que ocurría a su alrededor, más que el mundo que compartían dentro de su santuario, los dedos de Andrómeda, se deslizaban entre sus sedosos cabellos, mientras el permanecía con sus zafiros ocultos tras sus parpados, Brahman fue su llamado delicado, y se sonrió era el momento, besando la frente de su esposo, retiene todo el aire que le permite sus pulmones para luego, de besarlo, y tomar todas las fuerzas necesarias trasladó su mano a asir enérgicamente, la empuñadora dorada, concentraba todo sus cosmos a esa zona desde que recibió la herida impidiendo que él de Atenea, le dañara, eres una serpiente traicionera, pequeña cobarde. Se dijo al empezar a sustraer de su cuerpo la filosa daga, el temblor de toda su fisonomía, el dejar de concentrar su energía en él le fueron despertando de su letargo para que lo primero que viera con sus zafiros iluminados como en fulgores azulados así como todo su ser se estremeció al verlo con su rostro contraído de dolor, al momento que la punta de ese metal salía cubierta con su sangre y la misma brotaba abundantemente por su brazo, ¡Shun! Siseó al momento de tomar una de las sábanas de su cama, usándola de comprensa para detener la hemorragia.
Y Andrómeda recostó su rostro en su hombro, respirando agitadamente, apenas controlando el dolor sentido. Con la daga en su mano. Shaka, llama a los demás, ya no hay peligro con mi sangre he quitado el cosmos de Atenea sobre esta poderosa arma. Creo que tendrás que coser la herida para que sane es un lugar de difícil cicatrización, asintió a sus palabras para luego retirar la compresa de su herida, y con cuidado, revisó la profundidad y características del corte, soltó todo el aire que sus pulmones contenían.
Lo primero es desinfectarla, e iré a calmar a los demás, después tu y yo tendremos una conversación muy seria mi amor, determinó al posar su mano en su mejilla suavemente, eres mi esposo, no me dejes de lado, lo prometiste, en las buenas y en las malas, y da la casualidad de que me ocultas todo lo malo que pasa a tu alrededor, no me has cumplido tu promesa, Shun Brahman, y lo que te ofende a ti a mi también, lo hace. Y el reflejo de esas esmeraldas amorosas, clavadas en su rostro, le hizo perder todos sus argumentos. Déjame realmente compartir tu vida, Andrómeda.
Amor, yo dejare de ocultarte las cosas en el momento que tu no me ocultes a mí la verdad, Shaka, Sus manos candorosas y suaves se posaron en su rostro atrayéndolo a sus labios, no volveré a partir sin ti, nunca más Brahman, pero debes saber algunas verdades, que he pensando mucho en revelártelas pero creo que es el momento propicio, susurró delicadamente, al posar su frente en la del mayor. Todas las profecías sobre el renacimiento de Hades, se han cumplido, el día del equinoccio, yo me he convertido en su cuerpo, y he venido a tomar venganza de las injusticias cometidas por la diosa de la Sabiduría.
Ahora pediré, la cabeza de Seiya para el Inframundo, no puedo dejarlo sin castigo pero tampoco puedo permitir que sean los olímpicos quienes los ejecuten. Ahora he ganado tiempo para nuestro hijo, el ataque de Atenea a mi persona será tomado como un acto de rebelión contra el Consejo de los dioses, no será fácilmente perdonada, pero también ella debe estar conciente de ello, y lo hizo porque algo se trae entre manos. Shaka, le convocó en el momento de abrazarse a su cuello escondiendo su rostro en sus cascadas doradas, la guerra ha comenzado. Ambos nos hemos desenmascarado, al estar así abrazados su bebé siente la presencia de los dos, moviéndose vigorosamente en sus entrañas, y Andrómeda sonrió con alegría, esta contento de sentirte. Ambos son unos consentidos, y de inmediato se acalló para luego recostarse en su vientre, suspiró como única respuesta para luego besar el resguardo de su hijo y lentamente soltó un hecho que le carcomía el alma desde hace un rato, tuve un extraño sueño, amor. Y puede ver esa daga en las manos de Atenea, y con ella quería matarte, y yo no podía hacer nada para evitarlo. Ni mi voz salía para despertarte, hasta que en mi angustia, logré gritar tu nombre, confesó gozando de las caricias de su pareja que le escuchaba con su semblante serio, y yo desperté con Atenea en mi cuarto terminó las frases de su esposo, yo te vi Shaka, y en ese momento pude despertar por fin del cosmos de Atenea, que gobernaba al mío, trataba de luchar pero fue inútil, hasta que sentí la luz de tu cosmos llamándome, entonces… su mano descansó en su frente aún impregnada en su propia sangre, vi por primera vez el odio disimulado en sus falsas lágrimas, como ante los Olímpicos cuando me pidió perdón, sabes hoy también recordé el momento en que me entregue a ti por primera vez, a su vez fue el momento en que desperté como Hades.
Brahman asió la mano que descansaba en su frente, la llevó a sus labios, lamiéndola la limpio de su sangre. Bueno, por el momento creo que lo mejor es atender esa herida tuya, y dejar a Iki que te vea, esta nervioso, y más en su estado. Las esmeraldas de Andrómeda se posaron en sus zafiros, y se sonrió al capturar sus labios, en un ardiente ósculo, su bebé reaccionó al nuestro. Ya veo, te diste cuenta amor, me alegra nuestra familia crece, tendremos un sobrino, Shaka, Virgo guío su mano en dirección a la puerta y esta se abrió, ante su poder. Y después de besar su frente, le acomodó entre los almohadones del lecho, y se preparó para atender la herida con las medicinas que tenía a mano, en su buró, dónde siempre guardaba un botiquín.
Cuando la puerta se abrió, los tres jueces ingresaron seguidos de Hécate y Pandora y tras ellos Iki y Hyoga acompañados de gran parte de la Coalición Dorada. Shaka se acomodó al lado de él, descubriendo su pecho, se empleo en desinfectar la lesión, en silencio, y fue Shun quién habló a sus guardianes: Minos, Eacos, deben buscar a mis caballeros dispersos por el mundo y traerlos aquí, a todos los que puedan, Shiryu, Tauro, Leo, Escorpión. Y los dos jueces sin quejarse empezaron a cumplir sus deseos, sin demora al momento en que sus esmeraldas se encontraron con los ojos ambarinos de Radamantis: querido amigo, ve al Olimpo, pide justicia en mi nombre y tráeme a Seiya acusado de blasfemia, ya que ahora es mi guerrero y será en el Inframundo que el Pegaso, será ajusticiado.
La imponencia de sus palabras, congeló los movimientos de su hermano, en el momento que se aproximaba al lecho, y sus zafiros le determinaron absortos ante sus palabras, pudo sentir la incomodidad de Aioros, ante la condena de su discípulo, y sus miradas se cruzaron en un segundo, pero las esmeraldas de Shun, detallaron su estupor y tendiéndole la mano le indicó que se acercará y éste la asió delicadamente, y Andrómeda lo atrajo hacia él. Iki, te he extrañado mucho, susurró al descansar en su hombro, ansiaba verte, y con una sonrisa en sus labios posó su mano en su vientre ¿Cómo está tu bebé Ni-san?
Fénix, clavó su mirada en el rostro sonriente de su niño, le inquirió casi en un susurro y algo sonrojado: ¿Como lo sabes? Tu niño me ha saludado a gritos, hermano, asió la muñeca morena del mayor la guío a su abdomen, siente es tu sobrino, está despierto, le encanta jugar y embelesado al sentirlo directamente debajo de la piel delicada de su hermano, como se movía en ondas, levantaba secciones del mismo, así como golpeaba con fuerza contra su mano, sus labios dibujaron una hermosa sonrisa alzó sus zafiros, y emocionado besó la frente de su hermano, no pensé que estuviera ya tan grande, en verdad no me imagina que estuvieras así, el mío todavía no se nota. Expresó al momento en que ve como Shaka inmoviliza su otro brazo y dirige la aguja para cerrar su herida. Espera Shaka ¿Que haces? Inquirió Fénix al seguir la mirada de su hermano. No es nada, Iki, se apresuró a decir Shun, solo me está curando la herida y para que cicatrice es necesario, más la mirada de Fénix se contrajo al ver de nuevo la herida, y fue Aioros quién de inmediato comprendió su angustia.
Y Shun sintió las miradas de todos en su esposo y en él, se sonrió algo travieso al momento que les expreso con un dejo infantil: Muchachos, pero porque tan serios, es como si nunca hubieran recibido una herida en batalla, les regañó sutilmente, en el momento que ve como en silencio Aioros camina bordeando su lecho para dirigirse a Shaka, apoyando la mano en su hombro: Me dejarías hacerlo a mí, las esmeraldas del mayor, le suplicaron en silencio, pero aún no entendiendo, a ver su propio nerviosismo, asintió, y que ellos lo notaran, y no solo Sagitario le detectó también Camus que se les acercó: creo que seria conveniente, que les ayudará un poco, y apartando a los dos se sentó con Shun en el lecho. Shaka sería mejor que fueras a comer algo, y de paso lleva a tus nuevos invitados contigo, Afrodita hizo desayuno como para un ejercito así que alcanza para todos y me traes algo para Shun, le ordenó haciendo gala de su carácter calculador, Aioros si quieres tu e Iki también van a comer algo que Mü y yo nos encargaremos de la herida.
Ni lo pienses, Camus yo me quedaré con mi hermano, de aquí no me muevo hasta ver que su herida esté bien, refutó encolerizado el Fénix, a su vez que cruzaba mirada con Radamantis y Pandora, la Reina del Inframundo y el primer juez asintieron a la queja del mayor de los Diermissen. Mu, les agradezco pero serías tan amable de traer algo para Iki, mientras me ocupo de su herida con Camus, y Shaka, gracias por dejarme que me haga cargo de esto, sé que fue un atrevimiento de mi parte, pero amigo en este momento no estas en condiciones de hacerlo.
Acuario, reconoció que habría la posibilidad de que fuera lo mejor que Fénix se quedará, Shun me harías campo un momento, y con delicadeza entre Aioros y él lo levantaron lo necesario para que Andrómeda descansará en el regazo de Camus, a su vez Shaka observaba al lado de Poseidón desde el marco de la puerta de su habitación una cálida sonrisa de su niño le calmó su ansia, por favor por mi no se preocupen, dentro de un rato iré acompañarlos. Brahman suspiró, para luego contradecirlo: a mi parecer será mejor que hoy no te muevas de aquí, mañana ya veremos, determinó enérgicamente, a lo que su niño asintió sin refutar.
Me temo Shun, que esta vez, estoy de acuerdo con Shaka, le advirtió Iki, llevando su mano a su mejilla, le guió el rostro hacia dónde él estaba, y la fría mano de Acuario se posó cercana a la herida emitiendo una fría onda que se adentró en su hombro, adormeciendo sus nervios, Aioros pasó su mano alrededor comprobando que no tuviera sensibilidad en la misma y aprovechó el momento en que Fénix y Andrómeda conversaban, para iniciar con la sutura. Solo es mi hombro Iki, susurró algo abatido, espero un hijo, no estoy enfermo de muerte, concluyó. Bueno y como tu también esperas un bebé sería conveniente que tampoco te muevas de aquí, ya que has visto bien mi encierro, te condeno a acompañarme, Aioros estas de acuerdo conmigo. Andrómeda se volvió a su cuñado que estaba concentrado en suturar su herida, Acuario no pudo retener una risita ante la mirada de asombro del Fénix, tras de nuevamente insertar la aguja en su piel y traspasarla al otro lado, ante la atenta mirada esmeraldina de su cuñado, cambio su rostro a uno muy serio, y luego sonreírse, llevando su mano hacia la mejilla lozana del más joven, estoy de acuerdo contigo, es lo justo, expresó al sacarle la lengua a su novio.
Iki hizo una mueca de disgusto y pero después se sonrió, guiñándole su ojo, entendió perfectamente el mensaje, tendría el jornada entera para ponerse al día con su hermano en tantas cosas que quería contarle y preguntarle. Listo hemos terminado, concluyó luego de aplicar algo de medicamento en la sutura y cubrirla con algo de gasa. Tendrás el brazo adormecido por un rato debido al aire frío de Camus, pero si te duele nos avisas, porque te ayudaremos con pequeñas dosis del cosmos de Acuario o del Cisne.
Aioros, Bienvenido a nuestra familia, expresó al asir su mano con delicadeza, y el Cazador comprendió el amor desquiciado que poseía Shaka, por esa criatura de tan singular belleza, solo su hermano, se le comparaba, aunque como el lo había determinado, a su vez era diferentes. Fortaleza y fragilidad, orgullo y paciencia, Decisión y valentía, pero algo los unía definitivamente una gran capacidad para amar sin medida. Para mí es un placer, hermoso ángel, descansó su mano en su vientre, ¿Cuántos meses tienes? Sus dedos sintieron la tersura de su piel y la blancura de la misma, y su pequeño sobrino golpeaba con vigor contra su mano. Shun se sonrió al colocar la mano en uno de sus costados, calma pequeño, emitió pequeños resplandores de su cosmos, Cinco meses y medio.
Última edición por goddesniquel el Lun Abr 12, 2010 10:25 am, editado 3 veces | |
| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
Cantidad de envíos : 667 Edad : 49 Alas de Fuego : 310088 Fecha de inscripción : 04/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Dom Jun 22, 2008 6:15 pm | |
| Aioros, Iki, ¿Cuántos meses tiene mi sobrino? Pues dos meses, pequeño.
Vaya eso es casi cuando salí del Santuario. ¿Cuéntenme como fue su boda? Ambos se volvieron a ver sonrojados, al momento que Acuario terminaba de recoger todo, se despedía de Shun besando su frente: Ten en cuenta la conversación que tuvimos ayer, por mientras iré a ver a mi alumno. Andrómeda asintió: Uno a la vez, lo tengo bien claro, Camus. Ambos lo tenemos presente, gracias por todos tus consejos.
Pero cuando se disponía a marcharse, la mano fuerte del Arquero le detuvo: Acuario, pequeño me podrías llevar a dónde se encuentran los demás, deseo desayunar algo, mientras tanto Iki y Shun descansan aquí.
Shaka traerá algo, después mi adorada presa veré dónde nos alojarán y tu vendrás conmigo a descansar porque Shaka querrá estar a solas con su niño. Le expresó al momento de lanzarle un beso a su pareja y de acariciar aquellos cabellos esmeraldinos del más joven, y ambos lo siguieron con la mirada mientras abandonaba la habitación.
Sin embargo, su primer juez y Hécate permanecían arrodillados al lado de su lecho, así como su hermana se sentaba a su lado. Suspiró antes de dirigirse a ellos: Deberán presentarse al Olimpo, abrir la causa contra el Pegaso Seiya por blasfemia contra Hades, el Señor del Mundo Subterráneo, su mirada bajó a sus manos todavía cubiertas por los guantes negros de sus vestimentas entrelazándolas, continúo y el castigo para tal crimen, Radamantis tu lo conoces perfectamente, por lo tanto lo dejo en tus manos, mi primer juez. Pandora, le tendió sus manos y ella se abalanzo descansando en su pecho desnudo, y su cabeza fue besada con ternura. ¡Mi hermosa Primavera! Te pediré que tomes mi lugar una vez más hasta que nazca mi hijo, y éste recuperado para ponerme a la cabeza del Inframundo. Le susurró ante la mirada seria del mayor, que se acomodaba a su lado abrazándolos a ambos. Perséfone asintió contra su pecho.
Sabes que nunca ha sido una carga para mí, es un gusto ayudarte. Ahora estoy tranquila Iki por fin esta contigo, y Atenea esta descubierta, el camino a que su castigo se complete esta cerca. Shun pasó sus dedos por sus suaves cabellos y suspiró: Eso espero mí amada Primavera, eso espero. La mano de Pandora descansó en su vientre acariciándolo suavemente, escuchaba sus palabras, para después izar su rostro al de su hermano, se sonrió y pensó en quedarse unos momentos más con ellos antes de partir y se acomodó en medio de Iki y Shun, con su cabeza reposando en el hombro fuerte del mayor, disfrutaba de ese calor de familia que sus padres Mijael y Helena les habían enseñado, cerró sus ojos gozándose de esa paz momentánea. Me encantaría quedarme eternamente así se siente tan bien, como cuando era pequeña. Expresó luego de unos minutos, recostada en esa fisonomía que en su infancia fue su refugio y fortaleza, y de asir con fuerza la mano del menor que descansaba en su regazo, recostado de medio lado. Sus dos guardianes esperaban en silencio sin romper esa posición de sumisión.
A las afueras de la habitación el General marina de Poseidón esperaba a su pareja, con nerviosismo, sabía que Radamantis, ya no permanecería tanto tiempo en un solo lugar y cuando esto pasaba siempre cambiaba su temperamento al frío Juez que siempre fue. El deber era lo que lo caracterizaba siempre, y ante él todo lo demás era insignificante, y el que hayan herido a su príncipe bajo su cuidado, de seguro lo tendría al borde de un colapso nervioso. Ahora solo permanecían en la habitación, la cabeza del Inframundo hasta al mismo Shaka lo habían sacado de allí, y Aioros se había retirado alegando cualquier tontería, debía de reconocerlo solo estorbarían al estar presentes allí.
Permanecía allí con sus zafiros clavados en los mosaicos de ese templo, contemplando el jugueteo frenético de su pie, cuando la sombra de otra persona allí presente le sacó de sus cavilaciones, al enfocar al recién llegado, soltó en un resuello melancólico que demostraba todo su estado de animo: “Hermano” Y el mayor se colocó en una posición parecida a la suya recostado contra la pared al lado suyo y Kanon apoyó su cabeza en su hombro, totalmente abatido. Ni siquiera ha alzado a verme, soltó su angustia, así como si nada. Sabes como es el carácter de tu marido, Kanon, no le exijas más de lo que te puede dar, ahora se encuentra humillado, y enfurecido. Aunque todo sabemos que no fue un descuido de su parte, Rada se recrimina así mismo como tal. Y hasta que el se crea merecedor de su rango de Primer Juez, volverá a ti, con la misma pasión de antes, le explicó la conducta de su cuñado.
Pero él debería saber que yo estoy para apoyarlo. Y el mayor asintió, mi querido niño, el es Radamantis, el Primer Juez de Hades, orgulloso de ese título, y que Pegaso volviera a lastimar a su Rey y peor bajo su cuidado, recalcó su punto para calmar a su hermano, y este solo asintió. Dale su espacio no lo abrumes, el vendrá a ti cuando se sienta bien, Radamantis te adora. Conforme se movía de su posición y le acunaba entre sus brazos, acariciando sus cabellos turquesas suavemente, mientras besaba su mejilla con amor.
Dentro de la habitación Pandora, no quería moverse de ese lugar, su mano se movilizaba sobre el abultado vientre en un calido masaje, su hermano menor dormitaba, su regazo y el mayor se sonría al acariciar su rostro con suavidad, aspiró ese aroma de Iki, para abrazarlo con fuerza, ya es el momento de partir, iré con Hécate y Radamantis, para que su deseo sea cumplido en representación de mi Soberano Hades, como Perséfone, su esposa desde la mitología, se confesó ante el Fénix, quién clavó sus zafiros en esos ojos violetas de su hermana menor. Ella se sonrió, sí aún tengo ese rango aunque su verdadero esposo en esta era es Shaka, en convicción y acción.
“¿Esposos?” Inquirió suavemente, dirigiendo su vista a Andrómeda quién dormía agotado. Ves la joya en su frente, esta hermosa diadema en su cabello, una es el símbolo que le pertenece a Shaka, y la otra es su regalo de Bodas, contestó Radamantis. Mi príncipe. Ellos contrajeron matrimonio en el Barco que nos transportó hasta la India, y la ceremonia se concluyó apenas ayer, cuando se decreto que su hermano estaba fuera de peligro de muerte, aunque debo hacer honor a la verdad, estas festividades duran tres días así que han llegado a tiempo para su celebración.
¡Ya veo! Su contestación algo triste y se encontró con la mirada de su hermana, quién asintió, con cariño besó sus labios en despedida, será por poco tiempo hermano, además no te enojes con Shun, Shaka hizo lo correcto. Si, confirmó secamente, pero me hubiese encantado entregarlo. Y a mi estar presente, apoyó Pandora. Pero ya habrá tiempo para eso, expresó a juntar sus frentes e Iki descansaba la cabeza de Andrómeda en su pecho, ayudado de Radamantis, quién le alzó entre sus brazos al momento que su Reina se despedía de su hermano, su joven monarca se acurrucó contra su pecho, y sus ámbares se posaron de inmediato en sus vendajes. Un destelló de irá cruzó esas retinas fieras y con cuidado le depositó en los brazos del Ave Inmortal, haciendo una reverencia a su príncipe se coloca su casco, y apenas Perséfone indicó su marcha. Caminó al lado de la Hechicera de los dioses.
Cuídense, fue la despedida del Fénix. No se vayan a poner en peligro innecesariamente, los tres asintieron y en el momento que Radamantis abre la puerta de la habitación los tres salen para encontrarse de frente con Saga y Kanon, sus ámbares chocaron con unos zafiros que le inquirían en silencio, pero solo los fijó un momento, y desapareció en una bruma negra en compañía de Perséfone que les saludo con una inclinación de su cabeza, de la Hechicera que apenas si los determinó. La mano de Saga en su hombro presionó con fuerza para demostrarle su presencia a su lado y apoyo, sin embargo no pudo aguantar esa frialdad en el trato de su esposo, así que con delicadeza apartó su agarre, para enrumbarse a su habitación apresurado, sin deseos de mantener más conversación con su gemelo, quién le siguió con la vista hasta el momento en que casi choca con Mü quién traía una bandeja de alimentos para Iki y Shun.
Kanon, susurró al verlo tan alterado y la mirada angustiada de su cuñado, le hizo mover su mano para acariciar su rostro con amor, pero el evitó el contacto, con su voz alterada: Perdona Mü, no es tu culpa pero no es el momento, se excusó y salió corriendo por el pasillo. Aries soltó el aire de sus pulmones, algo distraído no se percató de la presencia de su Saga, allí. Te ayudo, amor. Su mirada se clavó en ese semblante que amaba y asintió. Radamantis se fue con Pandora y Hécate, ignorándonos olímpicamente, exclamó de golpe con un dejo de seriedad en su voz y a Kanon le ha dolido hasta la médula. Esta situación no esta afectando a todos, determinó suavemente, al comenzar a su trayecto a la habitación principal. Shaka no está en mejor estado, y Andrómeda no sale de una para caer en otra, esto nos está minando poco a poco, le comentó a su pareja, quién caminaba a su lado en silencio escuchándolo.
Pues la verdad, que sí pero lo que ocurre era necesario, no crees, Shun tendrá sus razones, además si se quedaba callado, bueno has oído, la explicación de Poseidón, ahora su cabeza, la Shaka y nosotros serían las más codiciadas por los caballeros divinos al mando de Zeus. Hay veces que hay que hacer cosas que no le agraden a los demás por el bien de todos, sigo manteniendo mi opinión de hace unos años, ese chico es un verdadero león al acecho, concluyó al llegar a la habitación principal, y con suavidad pidieron permiso para entrar.
Y al hacerlo, sus ojos les contemplaron en el lecho, dónde encontraron a los dos hermanos, Iki sentando contra el respaldar en su tórax dormitaba el menor, Saga entró con Aries, y se acomodó en uno de los sillones esperando a su esposo. El fénix aspiró el aroma de sus cabellos esmeraldinos, e inquirió suavemente a Aries, para no despertar a su hermano. ¿Siempre está así de adormecido? Las gemas brillantes de Mü, le buscaron al momento de dejar la bandeja en la veladora, y asintió, es a causa de su embarazo, su bebé absorbe también su energía para crecer, le explica casi murmurando. ¿Con que es eso? Acarició suavemente esa cabellera sedosa. Me preocupa que esté así, yo no he sentido mayor molestia con mi embarazo, les informó, y los ojos de los otros dos se clavaron en él, y una risa alegre invadió al mayor de los Diemissen. ¡Vaya! Si que son distraídos, y pensé que eran de los caballeros dorados más poderosos, no es que pueden detectar un cosmos como el de mi bebé que ha estado emanando desde que sintió a mi hermano, ahora mismo el cosmos de mi sobrino se comunica con el de mi hijo.
Mü se sonrió sonrojado y Saga, se acomodó sus cabellos con sus dedos, pues no sabemos ¿que decir? En nuestra defensa, además sinceramente no nos imaginábamos que tu… bueno ya sabes, y una ceja del Fénix se enmarco. ¡Oh dioses! Ese cosmos es muy parecido a Sagitario, exclamó Aries, y moreno no pudo retener su risita despertando a su hermano en el proceso, y las esmeraldas soñolientas de Shun se posaron en ellos. Estos genios que te acompañaban no detectaron a mi niño, y hasta ahora se enteran que es de Aioros, pues que has hecho de ellos en este tiempo pequeño, están fuera de forma, tal vez deba encargarme de su entrenamiento personalmente, les bromeo, causando que Saga se olvidara de sus problemas y soltara una sonora carcajada al ver la cara de ofendido de su esposo, y la mirada extrañada de Andrómeda.
Cuando quieras Iki te demuestro si estoy en forma o no, pero después no te quejes, Mü puede dar fe, si estoy en buena condición física ¿No es cierto cariño? Por lo que veo Aioros entrenó mucho contigo también, así como Shaka con tu hermano. Bueno, pero alegra mucho verte de nuevo, pequeño pendenciero. A mi también me alegra verlos y más que todo quería agradecerles por cuidar de mi hermano, todo este tiempo. Y los mayores asintieron.
¿Shun, como se encuentra tu hombro? Preguntó Aries, algo inquieto por su herida. Mejor expresó al incorporarse y sentarse al lado de su hermano y sus esmeraldas se posaron en los zafiros de Saga que veían fijamente la daga de Atropo. Si Géminis, es la daga que estaba cubierta por el poder de Atenea, la que te controlo en aquella ocasión y con la que asesinaste a Shion, y la que descubrió Aioros en tus manos. La misma estaba en poder de Seiya hoy, y Pegaso intentó asesinarme con ella, determinó bajando su mirada, para luego subirla con determinación, esa arma ya no tendrá poder sobre ninguno de mis caballeros, por que la he impregnado con mi sangre, así como Atenea bañó con la suya la lanza del Juicio de mi hermana.
Última edición por goddesniquel el Lun Abr 12, 2010 10:28 am, editado 3 veces | |
| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
Cantidad de envíos : 667 Edad : 49 Alas de Fuego : 310088 Fecha de inscripción : 04/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Dom Jun 22, 2008 6:17 pm | |
| La verdad, me molesta esta situación, sus cabellos empezaron a ondear a su alrededor cubierto por sus poderes, yo pude matar a Pegaso, como he liquidado a todos los que me seguían todo este tiempo, creen que no puedo sentir cada pensamiento y designio, pero Seiya es un querido amigo, que esa víbora utiliza en nuestra contra, puede cegar su vida sin que nadie lo notase, pude distinguir que tu y Shaka acabaron con dos espías, pero yo acabé con diez ese día y no pudieron percibirlo ¿Verdad?. Suspiró, no me crean débil, por favor. Los brazos de su hermano lo rodearon meciéndole suavemente, ya calma mi pequeño ángel, besando su hombro, nadie aquí ha dicho semejante cosa, le expresó con ternura. No lo han pronunciado, lo han pensado, esa idea ronda sus cabezas constantemente, se las he leído todo este tiempo, y me enfurece.
Mü, por favor estas cansado de atenderme, mira amigo no tienes porque hacerlo, te lo agradezco pero no quiero ser carga para nadie, eres libre de hacer lo que quieras, por mi me hubieras dejado en Grecia, de todas formas mis espectros estaban dispuestos a defenderme de Atenea. Aries retrocedió algo sorprendido de sus palabras, y Géminis se puso en pie. Saga, te lo suplico yo no quiero esclavos a mi servicio, solo amigos así he tratado a mis espectros como hermanos, Mü de Aries me ofendes, con tus pensamientos, te libero de toda responsabilidad sobre mi persona, la vez que te pedí ayuda era porque confiaba en tu amistad, no en un sirviente ciego.
¡Saga, por favor! Suplicó suavemente el Fénix, ese ruego del orgullo Iki apresuró a Saga a tomar de los hombros a su pareja, para guiarlo fuera de la habitación, y después de despedirse con una suave sonrisa e Iki sostenía a su hermano apoyado contra su pecho tratando de calmarlo.
Cuando Saga sacó a Mü de la habitación, le cubrió con sus brazos y el caballero dorado del primer templo, se soltó a sollozar amargamente. Ya pasó Mü, me temo que era necesario que te hablara en ese tono. Abrazado a su cuerpo caminaron hacia fuera de ese pasadizo hacia los jardines, topándose con Aioros que le veía algo curioso pero una mirada de Saga, que le suplicaba no preguntar, la entendió rápidamente. Y siguió su camino en busca de Shaka, quién se había retirado para estar solo a su jardín.
Camino lentamente hacia el Caballero más cercano a los dioses, le encontró meditando sentando en posición de loto, entre los Salas Gemelos, con sus largos cabellos dorados flameando ante la suave brisa. ¿Aioros? Pronunció casi en un susurro, cuando el mayor se acercó a él, sentándose a su lado, y sus dedos morenos acariciaron la hierba debajo de ellos.
Sabes, es hermoso este paisaje, declaró al momento que sus esmeraldas estudiaban el lugar y su interlocutor solo le escuchaba con sus zafiros ocultos tras esas cortinas hermosas de sus párpados. No te inquietes por lo que haga tú pareja. Brahman se sonrió, al abrir sus ojos y posarlos en el mayor, no me inquieta lo que haga Shun, la verdad es que confío en lo que hace, le conozco bien, pero lo que me molesta es que me deje de lado. Aunque debo reconocer que yo también lo he hecho lo mismo, se sonrió, tengo miedo de perderlo, de que la situación se me salga de las manos.
Creo que lo mismo he sentido con Iki, al menos Shun es más abierto para hablar que su hermano mayor, ¿Tú crees eso? Mi Andrómeda suele ser tan hermético, como el Fénix, Aioros yo le conozco bien, sus miradas, sus gestos todo lo de él, sé cuando me oculta algo, por solo un pequeño movimiento, y también sé que me es sincero. Creo que pronto lograrás esa misma comunicación con Iki. Tal vez te puedo decir que Fénix es más sencillo en su carácter no sabe ocultar sus sentimientos, el va siempre de frente. En cambio mi esposo, es más sutil en el trato.
¿En verdad? Si yo siempre he visto una sonrisa en el rostro de tu niño, y unos ojos llenos de bondad, nunca turbios como los de mi Fénix. Shaka se sonrió recuerda que fue mi alumno, fue mi novio a la vez que mi amante, así como ahora mi esposo, el padre de mi hijo, te puedo decir que le conozco desde que era un niño hasta ahora un hombre, detrás de esa mirada se oculta un montón de sentimientos y si le pones atención verás en el fondo de su alma toda esa hermosa gama de sensaciones de tristeza, furia, valentía, sinceridad, fidelidad, fortaleza, decisión, bajo una fachada de pureza. Aioros ese el Andrómeda que yo amo y me enseñó la humanidad a mi espíritu desierto de todo esos sentimientos pero hay momentos en que me abruman, no los entiendo.
Sagitario, le abrazó hasta descansarlo en su pecho, Aioros, yo me pierdo sin él, eso es lo que me aterra, y cuando nazca mi hijo ¿Seré buen padre? Son una serie de interrogantes que llenan mi mente, y por otro frente esta Atenea que quiere matarlos, juró que casi me desquicio cuando oí que lo encerrarían en el promontorio en Atenas. La hija de Zeus no tendrá piedad para Shun, ni para Iki, ni para nuestros hijos. Shaka, ahora no están solos nos tienen a todos nosotros, además a Iki, Pandora, y a mi que una extraña manera ahora somos familia. Y el más joven asintió, creo que necesitas estar a su lado y él depende de tu fortaleza, en este momento es más susceptible, debes ser esa guía que siempre has sido para él, su compañero, su todo.
Actualmente debes prepararte para el nacimiento de su hijo, y yo para el mío, determinó sonriéndose, te juró que sigo pensando que Shun es más tranquilo que Iki, no quiero pensar como me irá en la hora de su parto, tiemblo al pensar que no saldré muy bien librado, hasta que terminó su broma en una sonora carcajada. Y los zafiros de Brahman se concentraron en su rostro mirándolo incrédulo, para luego comenzar a reírse con él como hace tiempo no lo hacía. ¿Te parece si vamos por ellos? Además mientras estemos aquí estaremos a salvo. Determinó con su voz tranquila al momento que se pone en pie y le tiende su mano, al más joven quien la agarra para incorporarse.
Hay una cosa que no entendí muy bien, soltó al momento de caminar a su lado, y los zafiros le miraron de reojo, Camus, le dijo a Andrómeda que recordara algo, preguntó curiosos y tu esposo contestó ambos lo sabemos, uno a la vez. Brahman se detuvo, y sus zafiros se posesionaron en las esmeraldas del Cazador, y algo azorado contestó: Vaya con Camus, pues que yo soy fértil al igual que Shun, terminó bajando su rostro, se dispuso a continuar con su camino, cuando la mano del Arquero le detuvo, abrazándolo contra sí. No tienes porque avergonzarte conmigo, ya te estás cuidando ¿Verdad? Virgo asintió contra su pecho, entonces el próximo lo podrás tener tú. No obstante recibió de respuesta solo una sonrisa. Bueno es mi fiesta de bodas, ya he estado demasiado tiempo lejos de mi esposo. Y por cierto, Iki y tu, como está su relación, porque no veo vuestras alianzas.
Veras Iki, no quería casarse sin estar Andrómeda presente, así que tu conoces lo obstinado que es y… No se han casado terminó Virgo y Sagitario confirmó con un movimiento de su cabeza. Entiendo, eso nos dará la oportunidad de celebrar su boda en Rajastán, se sonrió Brahman y Shun estará feliz de hacer los preparativos para la misma.
Shun, su convocación amorosa trataba de calmar esa furia desbocada en ese ser que siempre fue paz, aún asombrado de su violenta conducta, acariciaba su cabello con amor y los besaba: "Ya cálmate mi niño hermoso", hasta que su bebé se dejó notar más sobrepasando por instantes el cosmos del Fénix, como queriendo consolar también a su tío, la criatura en el vientre de Andrómeda empezó a moverse con más fuerza, e Iki, le sentó en su regazo. Lo lamento hermano, no quiero preocuparte, ni a tu bebé, descansó la mano en el abdomen moreno de su hermano, pero de inmediato lo retiró vio sus guantes y trató de movilizar su brazo hacia su mano para quitárselo pero la herida en el mismo le hizo dar un respingo.
Déjame y te ayudo. Los dedos del mayor desataron las cintas que lo sostenían en su lugar así fue liberando sus manos, de esos guantes de cuero negros que generalmente usaban en sus entrenamientos o bajo el de las armaduras, que cubrían sus delicadas manos sirviéndoles de protección en ese instante fue cuanto pudo ver el tatuaje de henna en ellas, y sus zafiros le admiraron las imágenes grabadas en él asiéndolo de su muñeca, siguió el gravado hasta su palma, es hermoso.
Y Andrómeda iluminó su rostro con una hermosa sonrisa, ya te fijaste en mis pies, alzando su túnica mostró la delicada extensión también engalanada con dibujos parecidos a la de sus manos, es de mi… se acalló bajando su rostro, recordó que su hermano no estuvo presente en la ceremonia. Es de tu boda, terminó embelesado en el efecto que causaba esos tatuajes sobre su piel de porcelana. Andrómeda confirmo abriendo y cerrando sus parpados. No te preocupes, cuéntame fue tu día más hermoso, fue como lo soñaste hermano.
Iki fue hermoso, pero mi felicidad, te he de confesar… que no fue completa, intervino Virgo al entrar a la habitación junto con Aioros, por que no estabas Fénix, Andrómeda asintió buscando al dueño de su corazón, y él le tendió su mano al sentarse en su lecho, y su amado niño se soltó del abrazo de su hermano mayor buscando el calor de los brazos de Brahman, quién lo acunó entre ellos. Aioros posó su mano en el hombro de Iki, creo que es el momento de que comas algo, veo que no la has hecho Iki, así que ambos iremos a nuestra habitación, para que te bañes y desayunes algo, ¿Estamos de acuerdo?
Shaka y Shun, les mantendremos informados apenas tengamos noticias de los demás, por el momento dedíquense a disfrutar de su luna de miel, que nosotros también lo haremos. Lo que se ganó un codazo departe de su pareja, que le veía algo molesto. ¿Cómo que luna de miel? Si todavía no nos hemos casado, Aioros. Y las esmeraldas de Shun se clavaron en los dos: Ni – san. Quería hacerlo contigo presente, aunque solo era una excusa, es que este tonto no me termina de convencer, dijo algo avergonzado, y se encaminó fuera de la habitación seguido del Cazador que tomó una de las bandejas y se fue detrás de él.
¡Vaya con Iki! Nunca cambiará hasta me da pena Aioros, soltó Shun recostando su cabeza en el hombro de su esposo. Shaka, quiero darme una ducha, me acompañas.
Brahman no espero segunda invitación, se levantó con él en sus brazos y se dirigió a la termas, dónde le deposito suavemente las frías lozas del baño, aún sosteniéndolo de su cintura, sus labios unidos en un ardiente beso, las delicadas manos de Andrómeda empezaron a desatar el sari de Virgo y su esposo a su vez hace lo mismo con sus ropajes, y los labios de Shaka se pierden en su cuello suave, disfrutando de ese aroma a mirra y sándalo que desprendía de él y sus oídos se gozaban de sus gemidos acallados contra su hombro y sus dedos se enredaban en eso hilos sedosos formados de las misma esmeraldas, la otra mano descendió el trayecto de su espalda detallando esa piel tersa en ese trayecto, bordeando hasta detallar con amor su vientre, sonriéndose capturaba sus labios en delicados mordiscos y besos, hasta que su traviesa mano logró alzar una de sus piernas.
Andrómeda buscó profundizar su unión rodeando su cuello con sus delicados brazos y Shaka aprovechó para levantarlo apoyado en su cuerpo, besó suavemente el vendaje sobre su hombro a su vez, que iba ingresando en el agua con él, al estar dentro de ella la mano de Andrómeda se amoldó a su hombría acariciándola suavemente, y sus labios degustaba su cuello entre besos y el roce de sus dientes, que le hacían recorrer corrientes frías por su columna vertebral y su propia mano descendía por su espalda acariciándola y buscó el prepararlo para acoplarse a él, ante su intromisión lo sintió que se estremecía sobre su pecho dónde ocultó su rostro, y ésta vez fue Virgo quién tomó la iniciativa, al apartar su cabello con su otra mano besó toda la extensión de su hombro hasta su cuello, y sus dedos en su interior le masajeaban hasta que sintió estaba lo suficientemente dilatado para recibirlo sin problemas, se separó un poco de él y alzándolo lo suficiente para girarlo con facilidad, ya que se encontraban en el agua, lo hace descansar en su regazo, al momento de penetrarlo y su espalda reposó en su firme pecho, así como la cabeza de su amado en su hombro y aferrándolo de su cintura, le empezó a mover lentamente a la vez que le embestía en un parsimonioso movimiento.
Shun se acopló a su ritmo al sostenerse con sus manos en sus muslos y comenzó el mismo a dirigir las penetraciones, y una de las manos de Shaka a imitar su vaivén en su miembro. En esa posición Brahman podía besarlo, así como también darle instrucciones, con su otra mano en su cintura le indicó aumentar el ritmo, hasta que los dos en un estremecimiento de sus cuerpos dejaron salir sus esencias a unísono, pronunciando sus nombres, en un sonoro gemido.
Shaka reposó contra el muro con Andrómeda entre sus brazos esperando a que sus respiraciones se normalicen. Y la criatura en su vientre empezó a movilizarse dejando mostrar su presencia. Por fin Shun, rompió el silencio entre los dos, que disfrutaban de la compañía de uno y del otro. Sabes, siempre le hemos llamado nuestro consuelo en el dolor, a lo Virgo, ratificó con un beso en su hombro en el minuto que su niño guía su mano a su abdomen, Aquiles. Es lo que quiere decir. Así le hemos llamado desde hace mucho, te parece que sea su nombre Shiva Aquiles Brahman Diermissen. Shiva es el calificativo para dios de la muerte de tu nación, y Aquiles el mayor héroe de Grecia. Entonces así se llamará nuestro hijo, concuerdo contigo. ¡Aquiles!
Última edición por goddesniquel el Lun Abr 12, 2010 10:33 am, editado 3 veces | |
| | | fliss_lete Arcangel - Lete - Adonis
Cantidad de envíos : 96 Alas de Fuego : 300302 Fecha de inscripción : 06/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Lun Jun 23, 2008 3:02 am | |
| ya estan juntos los hermanossss weeeee que bonitooo por fin luego de tanta penuria jajajajajajaja
rada arriba le animo aun te puedes vengar shiiii puedes puedes weeeeeeeee desquitate con confianza total es seiya el aguanta juas juas jaus
eso shun imponte recuerdales que eres un dios shiiiii ikki que pues mi chavo y la boda pa cuando ustedes los hermanos haciendo las cosas al reves primero los hijos y luego la boda mal mal jajaja | |
| | | KoKoRo Némesis
Cantidad de envíos : 17 Edad : 31 Localización : Enclaustrada en mi casita u.u Alas de Fuego : 300323 Fecha de inscripción : 09/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Lun Jun 23, 2008 11:54 am | |
| HOLA GODDESNIQUEL Como estas?, espero que muy bien. Mi vida ya estan los hermanitos juntos n.n que lindo pero que triste que Ikki no pudo ir a la boda de Shun u.u Pero lo bueno es que Shuni si va a poder ir a la voda de Ikki n.n Bueno, nos leemos luego n.n SIGUE ASÍ, SABES QUE ME ENCANTA COMO ESCRIBES Bye bye : | |
| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
Cantidad de envíos : 667 Edad : 49 Alas de Fuego : 310088 Fecha de inscripción : 04/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Miér Jul 09, 2008 4:12 am | |
| Capítulo 19 Todo lo que se hace por amor se hace más allá del bien y el mal El agua de la terma les daba ese momento de paz que tanto ansiaban los dos, más que una celebración pública deseaba una privada, las manos de Shaka le daban un masaje en su cintura con delicadeza, tratando de aliviar el peso en esa zona, y con cariño sus dedos rozaban su vientre. “Aquiles” le llamó suavemente y su bebé contestaba dando pequeños golpes contra su mano, las esmeraldas de Shun no perdían detalle de ese hermoso galanteo de su esposo, hasta que sus dedos viajaron hasta la dorada cabellera húmeda, que se apegaba a las bellas facciones de Brahman. Sus propios cabellos lucían casi negros a causa de la humedad en ellos, todos sus hilos de esmeraldas resplandecían acomodados, de tal forma que dejaban ver completamente su rostro.
¿Y ahora que sucederá Shun? Le inquirió suavemente, una sonrisa suave fue lo que obtuvo por respuesta, mientras el tomaba una de sus contorneadas piernas brindándole un masaje, continuo hablando sin dejar de quitar su atención de su persona, suspiró tratando de leer sus misteriosas gemas, Andrómeda detuvo la mano que le brindaba esa reconfortante caricia. Humedeciendo sus labios, se sonrió de nuevo, pues la verdad, no sé. Expresó como en un susurro, pestañeo tratando de descifrar que decirle, llevó su mano a sus labios en un elegante gesto, como pensando cuales serían los siguientes movimientos de Atenea. Bajó su mirada al agua que los cubría, hasta un delicado agarre en su barbilla le hizo elevar su vista hasta unos zafiros que le veían preocupados. “No sé, si solo Pandora podrá con esto… sé que pasará y es que en definitivo no pienso dejar a Seiya bajo su poder, amor”. ¿Y piensas volver al Olimpo? Indagó al momento de tomarlo de la cintura para hacerlo descansar contra su cuerpo envuelto en sus brazos y los dedos de Andrómeda se enredaron entre sus mechones dorados. De ser necesario lo haré, definió sin duda alguna, sintió que los músculos de su esposo se tensaron, sé que temes que la hija de Zeus me lastime, lo percibo en tu mente, Shaka. Sí, respondió casi como un gemido de su alma apretando su abrazo sobre él.
Brahman, la daga que portaba Seiya, es un arma para asesinar inmortales, empuñada por las manos de un dios es un arma mortal, pero en las manos de Seiya no era peligrosa aunque estuviera cubierta por el cosmos de Atenea, pero claro siempre fue doloroso, soltó suavemente. Los labios de Virgo no dejaban de besar sus cabellos y sus dedos de comprobar la sedosidad de los mismos. Tenía que bañarla con mi sangre así se quitaría todo efecto que la sangre de Atenea ejerciera sobre ella.
Vaya la sangre es la mejor de las ofrendas para los dioses y como debes saber la de un dios es un sello personal, el sacrificio de la casta de un dios tiene sus repercusiones, eso es una de las leyes divinas más complicadas, le convino decir.
Sabes los descendientes de Cronos somos muy difíciles, nuestro niño nacerá bajo estás leyes como mi descendiente y el tuyo, nuestro niño une dos linajes divinos, será algo especial cada uno de los hijos que procreemos, Brahman estamos haciendo historia. Y no veo porque no me puedas acompañar al Olimpo dentro dos días si no hay noticias de Pandora, Hécate y Radamantis. Esto último casi lo dijo medio dormido lentamente sus ojos se cerraban disfrutando del calor de su esposo, el agua había relajado su cuerpo, su propio bebé después de jugar con ellos se adormilaba en su vientre tal pareciera que estuvieran sincronizados, de una manera especial algo que Shaka gozaba orgulloso, al determinarlo por los flujos de energía que cruzaba su cuerpo. Brahman, creo que mañana después del final de nuestra celebración iremos al Olimpo, no quiero dejar sola a Pandora en esto, determinó entre bostezos.
Ya veremos, por ahora vamos al lecho, debes descansar, le susurro a su oído y con delicadeza emergió del agua con él en sus brazos. Andrómeda le sonría tratando de mantenerse despierto y con distinción aferra unos lienzos y besando el cuello de su esposo, permíteme antes enjugar el agua de nuestros cuerpos, con cuidado lo pone en pie, el mismo toma de su mano la suave tela y se la coloca en su espalda, estrujando con sus palmas por toda su piel hasta tomar sus cabellos, quitando todo el exceso de humedad de los mismos, para después descansar sus manos en sus hombros. Creo que lo mejor es que lo haga yo, le expresó sonriendo al momento de depositar su mano en su vientre, te ves hermoso, sus zafiros acariciaron de nuevo su abdomen con una mirada de devoción, hasta besar su frente. Andrómeda se sonrió con dulzura, al guiar su mano sobre la de Shaka, apretándola suavemente: entonces no te arrepientes amor, cada día crece más mírala que grande que esta y todavía le falta por desarrollarse, le expresó con un semblante de seriedad, pero dentro de sus retinas Brahman pudo leer la picardía de su comentario.
Y rozando con sus labios su nariz se sonrió, sabes que eso nunca pasará, le susurro suavemente a su oído en el momento que le abrazaba y los brazos de Andrómeda le rodearon al asirse de su cintura, envolviéndolo dentro de la reconfortable tela, le empezó a secar, al instante que sus labios buscaron esos sabios y expertos del dueño de su corazón. Abrazados salieron de esa habitación, dejándose guiar por los pasos de su esposo, que le depositó en el lecho, al momento que él mismo se recostaba con él.
Suspiró al momento que sus delicados brazos le rodearon, descansando sobre su pecho, el sol todavía estaba alto en el cielo, pero aún así, le acompañaría en su adormecimiento, disfrutaba de esa cercanía, de sentir la frescura de su cuerpo, su aroma inundando los sentidos, su acompasada respiración, su vientre acariciando su costado, su bebé refugiado en esa amorosa cuna, oculto entre su piel y apegado a su calor, cerró sus ojos como en sus antiguas meditaciones, podía sentir el recorrido de su sangre en un rítmico latido de su corazón, además pudo determinar claramente un segundo latido casi idéntico que se aferraba al corazón de su Andrómeda. Sus dedos no se cansaban de acaricia en ese cabello de sedosos rizos, que caían en su espalda desnudo, sus manos descansaban relajadas sobre su costado y pecho. En sus caricias llegó a su piel lozana, hasta reposar su mano cercana al vendaje, en pequeñas descargas empezó a tratar la herida con su cosmos. El cual rodeó cada célula del organismo de su niño. No tenía ganas de moverse de su lado, gustoso le acompañaría cuando duerme, no se separaría de su lado ni después de su despertad. La Fuerza del mismo Nirvana manaba de su cuerpo para el más frágil en su abrazo, ahora permanecía en una deseada meditación, era como la princesa del sacrificio durmiese resguarda en la mano de Buda mismo.
Cuando Iki llegó al comedor, pudo observar un Shura, bastante dolido, pero en una actitud de orgullo conversando con los otros dos ejecutores del Santuario Máscara de la Muerte de Cáncer y un extraño Afrodita con el cabello corto. La mano de Aioros, se posó en su hombro. ¿Iki? Inquirió casi como un susurro, el menor sostuvo su mano un momento para luego bufar: ese niño estúpido, expresó dejando notar un tono de preocupación, ve con Capricornio Aioros, que yo buscaré a ese melindroso de Hyoga y deseara no estar llorando por lo rincones porque le yo le daré una paliza que se acordará de mi toda vida, y Shura no se podrá divertir en un tiempo con él, amenazó al momento de buscarlo con su comos dirigiendo sus pasos al jardín de ese templo. ¿Amor? Pero el fénix ya no le escuchaba, simplemente en un ágil e imponente paso abandonó el salón y el mayor se sonrió, vaya cisne ahora si cumplirán la amenaza que te hicieron hace unos meses, dejaran ese trasero blanco tuyo bien rojo, se sonrió al momento de caminar indolentemente hacia los demás.
¿Y tú que te ríes Aioros? Le inquirieron los tres caballeros más temidos del Santuario, y el Sagitario, solo se rió más fuerte, casi al borde de las lágrimas, nada solo pensaba en el buen lío que me he metido con mi adorable criatura, por cierto a la tuya Shura, amigo creo que deberás conseguirle una buena pomada para los azotes. Los grises ojos del Caballero del décimo templo se entrecerraron no comprendiendo lo que su compañero, le decía. Sin poder parar de reírse, los demás le fueron rodeando, tanto el gran Shion quién abrazaba contra su cuerpo a su querido Dohko, como los demás de nuevo casi toda la Coalición Dorada estaba reunida. ¿En verdad, Aioros que es tan gracioso? Nada amigos, simplemente que por primera vez, me siento lo suficientemente feliz para reírme como un tonto. Y además tengo de pareja una joyita tan solo comparada a su hermano, quién puede hacer perder su postura de solemnidad al poderoso Shaka de Virgo.
En otra parte del templo de Rajastán, Iki se encaminaba por los pasillos hasta llegar al jardín exterior, el cual determinó con sus zafiros acerados, ese pequeño travieso del cisne todavía sentía algo por su hermano, lo notó apenas sus diamantes determinaron a ese ser que ambos amaban de distinta manera, pudo sentir el desgarre de su corazón en verlo perderse en la habitación junto a Virgo, así como también la unión de sus cosmos en una sola fuente de energía. Ahora eso sería muy común de sentirlo, ya no les era prohibido ambos se pertenecían plenamente, así como el le pertenecía a Aioros. No fue mucho lo que tardo en encontrarlo recostado en la hierba con sus ojos cerrados, rápidamente acortó la distancia entre ellos hasta que se sentó a su lado, en silencio. Veía su respiración fuerte lo que indicaba que no estaba dormido simplemente le ignoraba, sus cabellos dorados algunos caían sobre su rostro cubriéndolo, hasta que la mano calida del mayor se los retiró.
¿Y bien? Indagó de manera directa y seca como siempre será, una persona que no se andaba con tapujos ni por las ramas, directo al grano, el joven se volvió hasta aprisionar su cintura con sus brazos y sollozar oculto en su vientre. No creí que me afectará tanto, la verdad es que lo había ignorado todo este tiempo, le tenía lejano entonces la herida no sangraba, pero verlo en sus brazos, y sentir como Shun acuna a Virgo en su ser, me vuelve loco, traté de sacarme este amor del cuerpo con Shura, te juro que le estimo mucho, me atrae pero todavía no ese amor que me hace rabiar de dolor ahora, ¿Cómo podré soportar? ¿Iki como te sacaste a Shaka de tu corazón? El mayor suspiró porque fue más que un amor idílico, que solo fue de mi parte, mi cuñado respira por mi hermano, vibra solo en sus brazos. Y yo destelló en los de Aioros, el es mi estabilidad, aunque sea un desgraciado inconsciente, es justo mi complemento.
Shun, te adora como su hermano al igual que yo, por eso te acogí en la fundación bajo mi cuidado al lado de nuestro querido niño, pero fue Virgo quién llegó a su corazón adolescente, se le metió en las venas, así como Andrómeda encadenó a Virgo a su corazón. En ese momento le perdiste como hombre, más no como hermano y amigo. No te atormentes, por lo que nunca fue tuyo, el tenía otro dueño. Además ambos tu y Shura se necesitan uno al otro. Mira a Camus, ahora es feliz con mi tío, cuando fue siempre la pareja del Escorpión, ahí si hubo algo pero no estaban destinados a estar juntos, tal vez tu felicidad esté en Shura, aunque solo el tiempo lo dirá.
No estabas deseoso de encontrar a mi hermano, pues ya le hemos encontrado, ahora le compartimos con Shaka y muy pronto con su niño, así que no seas egoísta Hyoga, ya es hora de dejar partir a Shun, ahora busca tú felicidad la tuya. “Cisne no debes perder tu oportunidad con Capricornio” le expresó suavemente casi como un suspiro, soltó lentamente el aire de sus pulmones, sentía como el joven en su regazo lloraba su pena escondido en él. Callado contemplaba el paisaje, esta vez no quiso reprimir ese desahogo del corazón del caballero de los hielos eternos. No muy lejanos a ellos observaba como Saga trataba de dar consuelo a Aries quién recostado sobre su regazo, disfrutaba de la caricia de su esposo.
¡Oh Shun! Suspiró en voz alta. Esa admiración hizo que el menor en su regazo alzará sus enrojecidos ojos, curioso de esa expresión tan llena de dolor del Fénix. Hyoga, nuestro niño trama algo lo sé, su corazón y alma están a la expectativa. Se aleja de nosotros, esta susceptible hoy le gritó a Mü con furia, tuve que rogarle a Saga, que se le llevará. ¿Y será a causa de su embarazo? El cisne pestañeo varias veces, tratando de asimilar el comentario de su querido hermano mayor, hasta que se sentó enfrente de él, limpiándose sus lágrimas con el dorso de su mano, ¿pero que fue lo que le dijo Aries para que se enojara de esa manera? Bueno esa es una larga historia pequeño, expresó de manera casi autómata, perdido en sus cavilaciones, logró que el Cisne dejará de auto compadecerse, sus zafiros estudiaron seriamente al joven sentado al frente suyo, para luego sonreírse acariciando su mejilla, hasta apartar uno de sus mechones dorados acomodándolo detrás de oreja con delicadeza. Mi querido caballero de los hielos, ya sabes esa es la actitud que quiero que mantengas de ahora en adelante, la que me exaspera en cada momento y me hace rabiar. El que mi hermano lo haga me hace orgulloso, se ve que sacó mi carácter también.
El alumno de Camus, le vio como si de un loco se tratará, pero no se atrevió a contradecirlo, nada más se sonrió tímidamente. Pero si Andrómeda causó eso de allá, expresó señalando sutilmente con sus ojos hacia los dos mayores, pues te aseguro que te ganó en furia. Es que quisieron ser más protectores que yo, y se llevaron tremenda regañada que creo que no les quedará ganas de tratar a Shun como un niño, ese privilegio es solo mío, expresó guiñándole un ojo al ponerse en pie. Hyoga negó con su cabeza suavemente, para luego reírse alegremente. Asiendo la mano que el mayor le tendía, ahora ya te has despedido de ese sentimiento, que bien porque tendrás que lavar mis vestimentas, por que no pienses que yo limpiaré este desastre. Mira que usarme a mí de paño de lágrimas es el colmo.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Miér Jul 09, 2008 4:14 am | |
| Haciéndose el molesto, se encaminó de nuevo al templo, seguido del más joven que se asió de su brazo recargando su cabeza en él, e Iki bufó. Óyeme la próxima vez que te vea llorar por los rincones por mi hermano te juró que me arderán las manos de la golpiza que te daré. El menor se puso en puntillas para besar su mejilla, sí Iki, así será.
En el Olimpo, todo esta revuelto los caballeros divinos guardianes de los reyes de los dioses, no habían tardado de apresar a Seiya y le tenían sometido a los pies del Rey, de los dioses, Atenea en fingida pena, sollozaba desesperada: ¿Por qué Seiya? ¿Por qué me deshonraste de esta manera? Las retinas almendradas de su joven guardián se clavaron en su rostro, un mar de piernas le taparon la visión con su amada Saori, el no entendía nada, ella a la que siempre había defendido le daba la espalda, cerró sus ojos totalmente abatido no sentía ganas de seguir respirando, él solo había seguido sus órdenes. Se dejó llevar por la marea de golpes que le propinaban, los guerreros de mayor elite, sintió como el metal de sus armaduras se clavaban en su cuerpo desprotegido de la vestidura sagrada de Pegaso, ahora su vestimenta no le llegaría a auxiliar ni estaban sus compañeros que le brindaban su protección, pronto sus costillas se desquebrajaban en los constantes golpes, su rostro empezaba a perder su forma, la blanca piel ahora lucía con una máscara carmesí de su propia sangre apegada a él, la guardia personal del mismo Zeus era la encargada de propinarle este castigo, una sonrisa cruzó los labios de su diosa Atenea.
Sea reo de muerte, su blasfemia no será perdonada, la voz de su protegida llegó a su oídos, como un cruel hierro incandescente se le dejo marcada a su alma. ¿Porqué, yo peleé por ti? Levante mis manos ante los dioses para protegerte. Al escuchar su queja, ella se rió al momento que con su mano, apartaba a los guerreros divinos enfrente de ella, se inclinó hasta quedar lo más cerca posible de él. Sosteniéndole de su barbilla le levantó el rostro ensangrentado, yo no soy tu diosa, tu atacaste a tu dios a Hades, querido Pegaso nunca me perteneciste, así que el que traicionó a su señor fuiste tú querido. Padre, el levantó la mano contra mi madre no merece tan solo manchar el piso sagrado del hogar de los dioses. La mano que destilaba la sangre de su dueño se aferró a su blanca túnica. ¡Saori, vuelve a mí te lo suplicó! De mala gana soltó la elegante tela de su vestido de esos dedos inmundos a su parecer. Humano ¿Como osas posar tu miserable presencia en mi, una diosa?
Zeus, solo asintió al grupo de guerreros en señal de ejecutar su sentencia. Cuando uno de ellos iba a destrozar el cráneo de un aniquilado Seiya, la mano de Radamantis detuvo su trayectoria, tan solo la brisa de la fuerza del golpe agitó algunos cabellos que no estaban apelmazados por la sangre que los bañaba. Entonces una armadura femenina negra fue lo que pudo observar al momento de materializarse entre los demás dioses y él. A su lado una túnica negra, de elegante seda ondeaba libremente ante sus ojos, medio volvió su rostro al guerrero que se postraba a su lado.
“¿Perséfone?” La diosa de la Sabiduría se adelantó para abrazar a la Reina del Inframundo, es una sorpresa verte fuera del mundo subterráneo, las lilas retinas de la diosa de la Primavera la vieron de reojo, le siseo a su oído sin abrazarla: Tu hedor me da nauseas, no ensucies mis ropajes con tu inmundicia Atenea. Juro que un día. Tu hermano y tú, lucirán peor, que ese despojo detrás de ti, me encantará ver como besas mis pies pidiendo clemencia. Bienvenida Hermana, expresó en voz alta, se apartó de ella, dándole espacio para que ella se dirigiera a Zeus.
En nombre del Gobernante del Inframundo, mi amado esposo Hades, solicitó que no se tomé ninguna represalia por parte del Olimpo contra el Caballero de Pegaso, espectro del señor del Inframundo, quiero abrir causa contra Pegaso y que sea deportado a nuestro Reino que según nuestras leyes le enjuiciaremos. Expresó esto de forma pausada, con firmeza en su voz.
Hermosa Primavera, querida niña, Pegaso ofendió al Consejo de los dioses atacando a tu marido, el castigo debe ejecutarse en este lugar. Querida Perséfone aquí o en el Inframundo, no veo cual sea la diferencia, intervino Atenea. Nuestro querido Hades, se debería contentar que se le hará pronta justicia.
Mi señor, el Inframundo desea la cabeza de Seiya, si es necesario pediremos audiencia al Consejo de los dioses, iba continuar pero Zeus le retuvo alzando su mano, indicándole que debía callar. Bajó su vista en señal de sumisión aferró con más fuerza su lanza, entonces me encontraré en mi templo junto a Demeter, Radamantis, Hécate encargasen de Seiya, hasta que mi esposo sea convocado a una reunión del Consejo. Gran Zeus, entonces me retiro. Se acercó al trono del rey de los dioses, con un agraciado paso, ascendió las escaleras hacia su tío, al estar frente ellos, se postró en señal de saludo, tomando la mano de Zeus, la besó y éste se incorporó aún sosteniendo su delicada mano la incorporó permíteme que te acompañe. Con delicadeza asintió, el mismo señor del Olimpo, la guío a su templo, en su espalda sentía la mirada asesina de Atenea, tratando de perforarla.
A sus espaldas, Radamantis, trataba de alzar al caballero del Pegaso, sin que el caballero muriera en el intento de debía sobrevivir ese era el deseo de su rey, paso en un desfallecido Seiya, entre las filas de los caballeros divinos y solo le bastó una de sus miradas doradas para hacer retroceder a esos soldados de Zeus. El temido Primer Juez de Hades, caminó orgulloso, entre ellos. Un murmullo general se extendió a causa de los recién llegados. No deseaba tardar tanto así que uso su poder para trasladarse en una bruma negra. Ese halo que emitió causó el escalofrío de todos los allí presentes.
Varias horas, más tarde
Shaka entre sus dedos asía un mechón del cabello de su niño, al momento que lo cepillaba con delicadeza, sin dejar sus zafiros de determinar la imagen de ambos reflejaba en ese espejo, dejó sus cabellos caer libremente sobre espalda, dónde sus rizos engalanaban su ese hermoso rostro, trenzó solo una parte dejando al descubierto las delicadas formas de la faz de Andrómeda, cuando finalizó colocó aquella diadema que le había regalado, ese sari aguamarina resaltaba su figura hermosamente, así como el suyo, celeste le favorecía haciendo resplandecer sus zafiros. Perfecto, siempre las mas bella de las ninfas, le susurró a su oído al momento de inclinarse para besar su mejilla, sonriéndole a través de su reflejo en el espejo, Shun asintió compartiendo su alegría. Y tú estas soberbio. Se posó adecuándose a su altura, aferrando sus manos: bueno vamos a darles la sorpresa. Ahora celebraremos, que Iki por fin nos acompaña y que hemos protegido en nuestro templo a más de nuestro amigos. A lo cual afirmo capturando sus labios en un delicado roce, y guiado por su esposo salieron de la habitación, esté día será más relajado para nosotros, como era una de sus costumbres desde niño se coloco un sari ligero al igual que Shun, y ambos se dirigieron a dónde se encontraban los demás descalzos, aprovecharían que no esperaban su presencia, así ellos podrían disfrutar de una ceremonia más familiar.
En su trayecto al salón dónde se localizaban sus amigos, se fueron encontrando con los sirvientes que prendían las antorchas de los pasadizos, a estas horas debido a que el sol empezaba a caer, éstos hacían reverencias exageradas ante su paso, a lo que Shaka y él respondían con el saludo característico de la región y una de sus hechizadoras sonrisas, que contrastaban con la solemnidad de su esposo. A pesar de estar bajando la intensidad del sol, el día había sido caluroso, así que sentir el fresco mosaico en sus pies daba algo de alivio y la reconfortante brisa empezó a bañar sus cuerpos. Cuando nadie los veía parecían dos niños jugando, pues entre besos y abrazos poco avanzaban ya que alguna columna, o resguardo en la pared les daba refugio, cansado de estar saludando a cada monje o personal de servicio apenas sentía la presencia de alguno se escondían, a lo que aprovechaba Virgo, para demostrar su amor, con besos robados, degustando su cuello, o simplemente riendo como dos criaturas nerviosas al cometer una travesura. Ya Shun no sabía cuantas veces había tenido que arreglarse sus vestimentas, así como nunca se le había hecho tan largo el trayecto al comedor.
Ya los sonidos que de la noche caían sobre la silenciosa estructura, por fin los criados se habían retirado para realizar sus labores dentro del templo y los pasillos se encontraban finalmente libres de tanta solemnidad, rápidamente desembocaron, a las escaleras que los enrumbaban al salón principal. Por lo visto había una gran algarabía entre sus amigos, ya que las risas, y el murmullo de conversaciones entre ellos resonaban en el pasadizo lateral al mismo.
Hasta que llegaron al salón, por la entrada de la cocina, dónde los sirvientes apresurados preparaban los alimentos de esta noche, al verlos se extendió un silencio completo todos abandonaron sus funciones, reverenciado a Brahman y éste extendió su mano, indicándoles que volvieran a sus labores, para que en un momento les sonriera, llevando su mano a sus labios les indicó que guardaran silencio, le guío por ese lugar hacia el comedor, allí, desembocaron para encontrarse con una de las escenas más hermosas, habían corrido las mesas, los manteles se encontraban en el centro del salón sobre el pulcro mosaico a su alrededor sus amigos conversaban y degustaban de bebidas y de toda clase de bocadillos. Sus esmeraldas buscaron los zafiros tranquilos de su esposo, que le rodeo desde la cintura, absortos los dos en ese calido coloquio, la alegría del corazón de Andrómeda desbordó al ver a su hermano recostado sobre el regazo de Aioros, a su lado estaba su otro querido hermano Hyoga, entre los brazos de Shura, Mü un poco más tranquilo, jugaba con Kiki, mientras Dohko, Shion y Saga platicaban. Afrodita quién se encontraba recostado en el suelo medio revolviendo el líquido de su vaso, alzó su vista al sentir su leve presencia, para Piscis, nada pasaba desapercibido.
¡Bienvenidos! Les saludó con una de sus elegantes miradas, a lo que Andrómeda correspondió con otra igual, la mirada de todos inmediato se posaron en ellos y ahora el fue el tomó la mano de su esposo y ambos se encaminaron a tomar el lugar que Iki que les cedía a su lado. De inmediato todos se incorporaron para saludarlos en especial los que recién había arribado ese día. De parte de Dohko recibió un gran abrazo, y Shion saludó con el cariño de un padre a su esposo, mano de Libra descansó en su vientre y a su vez la de Shun, buscó el suyo. Felicidades, maestro. Su voz resonó al oído del mayor. Pronto estaré así como tu, expresó acariciando su vientre de cinco meses, que se apreciaba dibujado en su sari. Luego, fue el patriarca quién se le acercó, el Gran Shion, quién en su vida siempre había guardado ese respeto a los dioses se iba a postrar ante él pero el abrazo cálido del joven Diermissen se lo impidió y con cariño besó su mejilla.
Luego les dejaron pasar, al caminar al lado de Mü, Andrómeda posó su mano en su mejilla, para luego sonreírle, sin más palabras se dirigió a dónde le esperaba su hermano mayor, y el caballero de los hielos eternos, asido a su cintura Shaka caminaba a su lado, hasta que sus pasos se encontraron con los de Capricornio y el Cisne.
Shura sintió como el joven a su lado se tensó al sentir la cercanía de Andrómeda, los diamantes mostraron su asolación al ver la mano de Shaka en su cintura de inmediato puso su mano en su hombro a lo que el Cisne desvió sus diamantes a los ojos del mayor quién le inquirió en silencio sobre su perturbación, solo recibió como respuesta una sonrisa, a su vez que la mano temblorosa de su amante le asió fuertemente buscando su apoyo, lo cual Capricornio no le negó su ayuda sosteniéndola fuerte, al momento de guiarlo hacia los recién llegados.
Última edición por goddesniquel el Lun Abr 12, 2010 11:00 am, editado 3 veces | |
| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
Cantidad de envíos : 667 Edad : 49 Alas de Fuego : 310088 Fecha de inscripción : 04/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Miér Jul 09, 2008 4:15 am | |
| El Cisne casi pierde el equilibrio al momento que la mano de Andrómeda se poso en su mejilla, en una delicada caricia, sonriéndole amorosamente: Hyoga susurró su nombre con amor, y él sintió que perdería su cordura en ese momento, lo que pudo hacer fue aferrarse a su cuello, como un naufrago al último vestigio de su salvación. Mi querido hermano como te he extrañado todo este tiempo, a los dos Iki y tú, son mi familia más cercana. Le expresó al agarrar con sus manos su rostro besando su frente en un candoroso beso. En ese momento el caballero de los hielos no pudo retener sus lágrimas que rebeldes cruzaron su faz, y como hipnotizado sus manos buscaron el vientre contra el cual su abrazo le apegó. ¡Tu niño! El más joven asintió en una graciosa afirmación. Y luego sus esmeraldas rodaron al mayor que estaba detrás del Cisne. Shura, nos vemos de nuevo en una mejor situación, gracias por toda tu ayuda, a lo que el mayor cerró sus párpados con delicadeza, asintiendo a su agradecimiento: me da gusto que cuidaras de Shaka pequeño, y que los dos no se metieran en problemas más de lo necesarios. Virgo besó el cuello de su niño, atrayéndolo dentro de sus brazos a su cuerpo: Pasamos muchas dificultades, angustias, pero todos nuestros momentos juntos compensan esas horas de malos ratos.
¿Cómo sigue tu herida? Indagó Hyoga determinando en sus ojos la verdad, a lo que Andrómeda se sonrió: he tenido peores, te lo aseguro no es nada de importancia. No entiendo Shun, como te atreves a decir esas cosas en tu estado, deberías cuidarte más. Le regaño suavemente. Los delicados dedos del señor del Inframundo se posaron en sus labios silenciándolos: lo prometiste sin preguntas. Ante esa contestación el caballero divino bajó sus diamantes para encontrarse con los de Iki que le veían recordándole su conversación de esa tarde, al momento que Shaka se sienta en medios de los dos más jóvenes colocando sus manos alrededor de la cadera de su niño, le ayudó a descansar en su regazo, sirviéndole de respaldo para su espalda.
Entre conversaciones, risas degustando bebidas y algunos bocadillos, todos olvidaron sus problemas más recientes. Lo que nunca te perdonaré Virgo es que me robaras a mi alumno, determinó seriamente Afrodita. Andrómeda siempre ha pertenecido al campamento de entrenamiento de Piscis. Mi querido Shun, es digno de la armadura de Piscis. A lo que el aludido sonrió divertido. Mi estimado Afrodita, en honor a la verdad, mi destino nunca fue el ser caballero de Atenea, al decir esto sus mirada se tornó algo seria, sostuvo su aire un momento para luego sonreír de nuevo, aunque nunca me arrepentiré de esa fortuna de los destinos, porque nos permitieron conocerlos a todos, y el poder conocer a Shaka.
Aún así, sigo molestó todo el entrenamiento que recibiste todos estos años, es el de los caballeros de Piscis. Yo también pasé por el mismo, lo único que nunca me atrajo la armadura de la princesa del sacrificio y menos que me atarán a esa piedra debajo del mar. Pero si me acuerdo de la ceremonia secreta, antes del día de la prueba. Esa noche, el aspirante, es llevado a la playa por todo el campamento de Piscis, se dice que Andrómeda bailó esa noche a Poseidón, una antigua danza de cortejo en su tierra, fue su última dádiva en pago al ofrecimiento de su cuerpo virginal a favor de su pueblo. Ante tal relato, todos volcaron sus ojos a Shun quién afirmó, a todas sus palabras y el continúo el relato, ante la hechizadora danza el hijo de Zeus, se quedó prendado de la joven princesa y eso fue lo que la salvó de morir el día siguiente, al ser rescatada y reclamada por el mismo. Sí, Afrodita yo tuve que aprender esa danza, como también la ejecuté en la noche a la orilla del mar, rodeado por centenares de antorchas, ante los ojos de mis instructores y compañeros.
Shaka afirmó ante sus palabras, para mí algo extraño como bien dices siempre el heredero de Virgo, esta en el campamento de la India, el que un Virgo fuera asignado a la isla de Andrómeda se me hizo demasiado extraño, sus costumbres y entrenamientos son totalmente distintos de los míos, pero Shun siempre supo nivelar las dos enseñanzas, con una perfección admirable. Para mí fue que le atrajo más su maestro y por eso le puso más empeño, expresó haciendo un puchero infantil en su mirada Afrodita, a lo que Shun abrió sus ojos.
¿Qué va, eso dices? En mi concepto fue el maestro el que le andaba detrás al alumno, expresó el Fénix, al momento que en sus labios se dibujaba una sonrisa irónica, que se ganó un regaño silencioso de su hermano menor, a lo que el mayor solo alzó sus hombros, guiñándole tranquilamente. No ha tener ninguna magia esa danza, comentó Francesco al momento de beber algo de su copa.
No te creas cáncer, ningún aprendiz de caballero ha pasado la prueba, si la danza no es ejecutada a la perfección, la misma tiene que agradar al Emperador Poseidón, determinó Shion, se dice que por eso es privada y casi nadie, excepto los aspirantes a caballeros de esa isla la han contemplado, se puede decir que Shaka lo hiciera es un privilegio que muy pocos pueden tener. Y por lo que veo Shun pasó la prueba de la danza a la perfección. Porque después de Andrómeda es el único que ha sobrevivido al sacrificio.
Bien has dicho, Shion de Aries, esa danza es privada solo para mi disfrute, a ese respeto caballero de Cáncer, le puedo informar que es realmente hechizadora, suspiró al ponerse en pie, envuelto en su poder milenario, con sus cabellos como torrentes de aguas a sus espaldas se acercó a su sobrino, me harías el honor de deleitarnos con ella. Has mordido la curiosidad de los humanos, ellos piden por verte danzar como aquella noche, en la cual solo vi la perfección de tu alma. Y renovar el momento que seguro asegurasteis a tus cadenas el corazón de Virgo.
Ahora verán el poder de un dios manifestarse, le expresó al momento de asirlo de su mano, e incorporarlo a su lado, Andrómeda sonrió con algo de timidez a su esposo, y con nerviosismos a sus hermanos, algo sonrojado caminó al lado de Poseidón al frente de dónde ellos estaban. Esta bien calmaré su curiosidad, trataré de hacerlo igual que aquella noche, pero les advierto que llevó un pequeño polizón que talvez rompa esa magia, llevó su mano al lugar que se amarraba el manto que le cubría como adorno de su vestimenta, para luego de despojarse de él, quedarse en esa tela ligera cual túnica en su cuerpo, con agilidad rasgó a ambos lados de sus muslos para permitirles mejor movimiento, e extendió el manto sobre el suelo, al hacerlo el mismo Poseidón llevó a su mente el día en que la misma princesa Andrómeda, fue arrastrada a la playa a su alrededor una multitud de sacerdotes con antorchas, el ruido ensordecedor de los tambores, la gritería el pueblo, el sonido profundo del mar embravecido les sobrevino de repente, estaban allí no pero a la vez no. Virgo recordó algo parecido pero no con la violencia que se daban las cosas ahora su mismo corazón empezó a latir apresuradamente.
Nunca crean que fue una situación fácil la que vivió Andrómeda en esa ocasión, o que la simple danza, le fue mérito para descansar en la bóveda celeste, con un héroe antiguo. Un sonido metálico desquebrajó el ambiente, los tambores cesaron, y una suave melodía surcó el silencio recién impuesto. Ante la mirada atenta de todos el joven se derrumbó al suelo, con su frente apegada al frío mosaico, por unos momentos, para luego levantarse guiado por la música, sus brazos, torso, cintura seguían aquella dulce melodía imitando su ritmo, en una elegancia y carisma innatos, con sus párpados bajos, cada paso, y movimiento lo habían visto alguna vez los que habían peleado con él era el mismo danzar de la cadena, algunas veces lento y anhelante buscando una presa, con sigilo, otras veces feroz , rápido e intimidante.
Todo ello de una sensualidad, que cortó el aire hasta el mismo Iki, que no podía separar sus zafiros acerados de cada son en su paso, sus cabellos merecidos a su alrededor, todo en una precisión perfecta, envidiable. Pero algo, de esa danza cambió a los ojos de Shaka, Andrómeda elevó sus párpados sus esmeraldas destellaban un extraño resplandor de frialdad, de su mano surgió la cadena cuadrada, al momento que esta se devolvió contra su dueño rasgando en su ataque la palma de su manos, la cual empezó a sangrar abundantemente, lo que ocasionó que la ilusión de Poseidón llegará a su fin, el vital liquido manchara el suelo del salón, llevó su otra mano con delicadeza hasta su herida, sin quitar la vista del señor de los siete mares, y sus cabellos empezaron a rodearse de una llamas poderosas.
En este instante Brahman se pone rápidamente al igual que los demás, prevenidos por su agresividad, al momento de separar sus manos de su sangre empieza a formarse la espada que los Cíclopes regalaron a Hades, y en un gracioso giró atacó algo en la nada, al hacerlo dos figuras se materializaron a su alrededor. Ahora si lo he visto todo, querido Hades, expresó el individuo al cual tenía apuntado con el filo de su espada apegado a su garganta. El Rey del Inframundo, bailando como una vulgar ramera para los hijos de los humanos, el primogénito de Cronos no debió nunca ser visto por ojos de los mortales. Tenía razón Atenea, no eres más que la meretriz del hindú.
Vaya si tienes una lengua afiliada querido Ares. ¿A qué debo tu visita? Inquirió molesto. No creas que no te había sentido, me molestan que me espíen. El joven hijo de Zeus, caminó pasando su dedo por el filo de esa espada, rasgando su piel dejando manar su sangre por la misma hasta limpiar con su lengua aquel líquido carmín. Hermes y yo hemos venido a escoltarte ante el Consejo de los dioses, se requiere tu presencia en el mismo, lo antes posible. Entiendo expresó bajando su espada. La misma convocatoria va para ti, Poseidón.
Las gemas de Shun se posaron en la mirada celeste del Señor de los océanos quién asintió. Pero Hades intervino de inmediato: ¿Es para el caso de mi espectro? Inquirió sin alzar su voz. Así es Lord Hades, nuestro padre requiere su presencia, el ahora se encuentra el templo de Demeter. Veo que no quisieron aceptar como mi emisaria a Perséfone. Entonces les acompañaremos sin tardanza, debo pedirte un favor muy especial amado Poseidón, permanece en nuestro templo hasta que regresemos.
Ahora si no entiendo, si Poseidón, no viene con nosotros, porque hablas en plural cuestionó el dios de la guerra. A los que unas gemas completamente descargadas de un milenario poder que emanaba el aroma de la muerte le fijaron, muy fácil, mi esposo viaja conmigo, así que me esperaran hasta que estemos listos. Vaya querido tío, arruinas mi diversión, pensaba que calentarías mi cama esta noche, después de tan seductora danza, es imposible no querer estar dentro de tus piernas. Ya quisieras Ares, pero es que no has aprendido tu lección de no meterte con las parejas de otros. Busca quién caliente tu cama, insolente.
Cuando sus caballeros se ponían en pie para vengar la ofensa, la mano de Shun los detuvo: permaneced al lado de Poseidón hasta mi regreso con Perséfone y los demás. En cuánto a los dos, compórtense, como bien han dicho soy el gran Hades, el primogénito de Cronos, y pueda que tenga un lindo lugar para sus bocazas, en el Tártaro, en el cual les vendrían bien unas vacaciones.
Por primera vez, Brahman deja mostrar la fuerza que revivió de su sueño eterno, se desvaneció dónde se encontraba sentado al lado de su niño, pasando su brazo por su hombro, realizó lo mismo de nuevo. Ya en su habitación, le abrazó a su pecho: no me gusta que venga ellos por nosotros, no me suena bien, expresó su preocupación.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
Cantidad de envíos : 667 Edad : 49 Alas de Fuego : 310088 Fecha de inscripción : 04/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Miér Jul 09, 2008 4:17 am | |
| Lo sé, contestó a las palabras de Brahman, por eso es que dejo a Poseidón aquí, pero aunque quisiera dejarte a ti también, creo que no estarías de acuerdo, la verdad ya no quiero contrariarte, además te prometí que iríamos juntos al Olimpo tu lugar es a mi lado, pero te prevengo en el Consejo solo pueden participar los miembros del mismo, así que permanecerás al lado de Perséfone en el templo de Demeter. La verdad es que tampoco me conviene tirar mucho de la cuerda en este momento y Atenea lo sabe, la negación de que se me sea entregado Pegaso, es que quiere que dé un mal paso. Pero si no me lo entregan, yo le acabaré en medio del Consejo, y lo lamentaré por Aioros, pero tendré que actuar en bien de todos los que se pueda. Ya muerto, pues sigue siendo mi súbdito no, pues haré con él lo que quiera, allí ni el mismísimo Zeus podrá intervenir, porque existe un pacto más antiguo que este conflicto.
El ambiente era tenso en el salón, como las cosas pueden dar un giro tan vertiginoso de un momento a otro, hacia poco todo era alegría y algarabía, ahora, el aire se podía contar por el brazo derecho de Shura. Los tres dioses charlaban entre sí ignorando a los mortales. Iki, se paseaba nervioso, enfurecido como león enjaulado, Aioros trataba de calmarlo, apegándolo a su cuerpo le susurra en su oído: tranquilo, Shaka irá con él. Además es Zeus, quién le llama, es su deber presentarse para presenciar la sentencia de Pegaso. Oh, dioses, que buen maestro he sido, para que ejecuten por traición a mi alumno, justo como me pasó a mí, el dolor de sus palabras llegaron al corazón del Fénix el no había entendido lo terrible que esto era también para su amado sagitario. Lo lamento Aioros, no quise… pero sabía que sus palabras no valían ahora tanto como los hechos, separándose un poco de él asaltó sus labios, en un desenfrenado beso que hizo perder el equilibrio al Cazador, al momento que este le retenía en su regazo en un fuerte abrazo.
No fue mucho lo que tardó, Hades en aparecer al lado de su esposo. Al ver la angustia de sus amigos, les sonrió: Aioros, lamento lo de tu alumno, solo veré que no le maten deshonrosamente, pero la blasfemia cometida no tendrá perdón. Así como tampoco lo habrá para quién la propicio.
El mismo se adelantó al Olimpo de la mano de su esposo, lo que hizo que los otros dos dioses se apresuraran a seguirlo. Poseidón suspiró y luego sonrió a los demás, bueno creo que será la última vez que Shun se presente ante el Consejo. Y todos le volvieron a ver preocupados. “No aceptan su matrimonio con un dios extranjero, Atenea ha presentado causa contra su matrimonio es por eso que mi sobrino lleva a su esposo, quiere darle el lugar que se merece como su compañero.” Ves no debieron ir solos reclamó Kanon, ante la confirmación de los demás. A lo que Poseidón respondió: Ellos son los gobernantes de dos reinos, que han unido sus esencias en una sola, así que los dos deben defender su posición.
En el Olimpo se dejó guiar por Hermes, hasta el lugar que le esperaba su hermano, de su mano Shaka camina a su lado, el arribo de esa deidad extranjera hizo revuelo en el Inframundo, sin embargo se apegó al torso de su esposo descansando su cabeza en su pecho, el reino de los dioses se hallaba bañado por las luces de las constelaciones, la música que brindaban las musas, varios olímpicos ebrios ante los atributos de Baco, todo el salón quedó en silencio cuando Hades vestido con las indumentarias del Santuario de su esposo, se presentó ante el Gobernante de todos los dioses, de su mano Brahman, un murmullo general se extendió, la música se detuvo todo el ambiente se tensó con su presencia, ambos se postraron ante Zeus.
Me alegra que hayas aceptado mi invitación, mañana será hará la audiencia, allí hablaremos, entonces Hades asintió, y se incorporó sonriendo a su esposo quién usa su legendaria armadura, la cual constaba de un peto de oro que le cubría la mitad de su pecho en sus brazos pendían dos protecciones de oro macizo, dos botas también del mismo material altas, a diferencia de la que portaba con Atenea, el resto de su cuerpo era cubierto por un manto blanco, sus cabello lacio suelto, lo que le hacía lucir su atlético cuerpo. Shun por su lado, lucía un sari blanco al igual que él, además que el manto le cubría la cabeza, había decido ir con las vestimentas de su nueva nación si le aceptaban tenía que ser bajo esa nueva condición, ya que tanto su bebé como su marido, eran ahora su mundo. Pero a diferencia de Shaka quién no portaba ningún arma Shun llevaba en su cinto la espada de los Cíclopes. Las miradas de todos se posaron en ellos, así como los siguieron hasta perderse fuera del templo principal, ambos se encaminaron de inmediato al templo de Demeter, allí Radamantis les guío a la habitación de Pegaso, dónde su hermana mayor curaba sus heridas.
El joven caballero divino apenas vio a sus compañeros escondió su rostro avergonzado, tembló ante la mirada de reproche del mayor, sintió un peso acomodarse a su lado y contra el respaldar del lecho la frágil figura de Andrómeda, se sentó a su lado, tomó uno de los lienzos y el mismo se dedicó a limpiar sus heridas, no hubo palabras más que Seiya trató de moverse y aferrarse a ese ser a su lado, pero sus huesos rotos no se lo permitieron. Algo abatido se detuvo “¿Como osas miserable humano, posar tus manos sobre mí?” Recordó las palabras de su amada Saori, Seiya todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal. Al momento que unos brazos frágiles le envuelven. Yo sé que no fuiste culpable y si lo eres tanto como Saga, cuando mató a Aioros y a Shion. Atenea pagará por todas tus heridas, tal vez no por mi mano, ni la tuya, pero toda acción tiene una reacción. No desesperes no permitiré que sufras más, de mi recibirás el beso de la muerte, mañana, lo es más que puedo hacer por mi mejor guerrero, le infló el animo aunque Seiya sabía que no era cierto, Jabú y su diosa se lo habían echado en cara un millón de veces, ahora si sentía un verdadero despojo. Shun se acomodó a su lado abrazándolo con cuidado de no lastimarlo. Y empezó a susurrar algo en su oído y las lágrimas de Seiya manaron libremente en un desahogo desesperado de su alma.
Cuando el joven caballero de cabellos caoba se durmió arrullado por la voz de Shun, Brahman le cargó en sus brazos: “es el momento de descansar” llevándolo a la habitación del templo de Demeter que les fue asignada. Andrómeda descansó sobre su pecho desnudo, durmió en sus brazos plácidamente, sin embargo Shaka no lo hizo permaneció alerta toda la noche a cualquier movimiento extraño.
Horas más tarde en el Olimpo
Por más argumento que quiso expresar el solo hecho que Hera estuviera en la línea de fuego le condenaba, debía ganar esta batalla, y con añadidura libertar a Seiya. Todo esto lo analizaba sentado en su trono, con su barbilla apoyada en su mano, se mostraba serio, frío, sus esmeraldas se posaban de vez en cuando en el destrozado cuerpo de Pegaso, quién estaba sentado en el centro del Consejo vigilado por dos caballeros divinos, a su lado Radamantis esperaba en silencio, con ese porte agresivo que hacía temblar a los mismos Olimpicos, después de muchos argumentos, fue entonces su turno: Entiendo perfectamente, expresó al momento de ponerse en pie, e indicar a Radamantis ir dónde Seiya su primer juez puso en pie a un destrozado Pegaso que tuvo la virtud de sostenerse así solo por la fuerza ejercía por Wyern, Que el hecho que nuestra Reina estuviera en peligro es un hecho que no tiene indulgencia por parte de este noble Consejo y jamás he querido contradecir este abominable hecho. Lo que mi emisaria quería era que la justicia se llevará a cabo en mi reino. Por lo tanto, mi juicio es que reciba el justo castigo a su blasfemia, en mi reino sería condenado al Cocitos, pero si quieren ser testigos de su exterminio para mi no hay problema en ello, la vida de los humanos es tan frágil que sólo un minúsculo pensamiento, bastaría para estar aniquilado. Se puso en campo visual de su amigo, sus esmeraldas por un minuto mostraron el gran cariño de antaño y de siempre, su mano viajó a su rostro descansando en él.
La verdad es que la muerte de este caballero no es tema de discusión aquí, creo que fui traído bajo otra intención indicó de inmediato. Retirando su mano de aquel rostro lastimado se volvió al trono de Zeus, suspiró así como sus esmeraldas determinaron cada uno de sus diez acompañantes guío su mano a sus labios en un gracioso movimiento soltó suavemente: “Creo que la razón es mi esposo”. Determinó la reacción de sus palabras en los demás, comprobando que sus sospechas eran ciertas. Evacuó el aire de sus pulmones para expresar su molestia: Ese si no es tema de discusión, es mi vida privada y a ninguno le incumbe. Determinó con firmeza. Shaka es mi compañero, mi todo y no separé de él y es mi última palabra en ese sentido. Al ver la cara de asombro del señor del Olimpo, se sonrió sabes que siempre ha sido mi mayor virtud ver lo que está más allá de sus mentes.
Cuando Zeus lo iba a refutar, Hades levantó mano deteniéndolo al momento que se acercaba al caballero que estaba sostenido por su guerrero más poderoso en medio del salón de los doce dioses, vaya siempre me ha gustado no mostrar su poder delante de los demás pero ya no se podía hacer nada la lengua viperina de Atenea lo había obligado a eso, sus cabellos se tornaron negros como la noche misma, así como sus ojos de un azul profundo indescriptible, el vacío se hizo presente en ese lugar, el mismo poder de los olímpicos era absorbido por ese hoyo negro, la luz de esa zona fue suprimida, no era mi intención que me vieran ejerciendo mi poder sobre la vida, pero como queréis ser testigo esta ejecución no les queda más que aguantar, la desolación de la muerte, sonríe a la muerte Pegaso, el que exterminarán a Tánatos me hizo acreedor de sus poderes, para poder nivelar el delicado equilibrio de la existencia y buscó los labios del caballero divino del Pegaso, ese poder negro a su alrededor impidió todo el aliento de vida a su alrededor, Radamantis cubrió sus ojos con sus párpados conocedor de que en ese momento no se podía ver directamente a su Señor, eso sería una muerte segura, Hades el no visible mostraba el porque de su nombre, así como lentamente Seiya iba perdiendo su fuerza absorbida por esa alma, cuando le soltó ya no respiraba ni su corazón latía. Es el beso de la muerte, ahora todo termino, para este guerrero. “La ofensa ha sido cobrada, ahora está en mis dominios y será allá juzgado de acuerdo a sus actos por mis Jueces.” Un resplandor zafiro salió de sus ojos, cubriendo el cuerpo exánime del que fuera Pegaso, desapareciéndolo de la vista de todos.
Ante el silencio de los demás se disponía a abandonar el Consejo: Espera hermano, se lo impidió Hera, tienes razón en tu apreciación que es por tu marido que te hemos traído aquí, expresó al instante que su mano se dirige a Hebe para ordenarle abrir la puerta del Salón, mostrando la figura de Brahman escoltado por dos caballeros divinos. Instintivamente su mano se aferró la empuñadura de su espada, al igual que en su pecho, su corazón latió dolorosamente cortándole casi la respiración. Radamantis de inmediato se puso en alerta, desplegando su fuerza a lo que los siete dioses restantes se pusieron en pie, prestos a atacar. Unos zafiros tranquilos, se posaron en su rostro, le rogaba que no intentara hacer nada, el mismo no puso resistencia cuando fue buscado por los caballeros divinos, simplemente les acompañó, calmando a una angustiada Perséfone quien insistió en acompañarlo pudo distinguir a su hermana detrás de su esposo, el mismo caminaba con esa presencia y elegancia hacia el jurado sin inmutarse.
Hemos pensado, que la criatura que los dos engendraron, no puede nacer en el mundo de los mortales, he abogado para que su matrimonio sea respetado, aclaró sonriéndole, la voz de la Reina de los dioses, resonó tranquila, suave como un bálsamo para su alma adolorida por la angustia. He de reconocer que no incumple en nada, con lo que yo llamó matrimonio, se sonrió así que aunque muchos Olímpicos traten de disolverlo nada mas que por envidia tienen mi protección, pero también comprobado que tu poder es extremadamente inmenso, en el momento de tu parto no lo podrás controlar, mi niño más aún no se sabe con que virtud contará tu bebé, en el momento de su nacimiento tendrían que ser en la dimensión de los inmortales, comprendes, te aconsejó sea en el Olimpo, más bien te ruego, no te marches querido hermano.
No estaré solo Hera, expresó sonriéndole. Brahman estará conmigo, mi hijo nacerá en la casa de su padre como es la costumbre de mi esposo, además nuestro hermano Poseidón no se ha separado de mi lado, cuento también con los servicios de Hécate quién siempre ha traído a los descendientes del mundo subterráneo a la luz de Cronos. Entonces no veo porque tenga que incomodar a mis hermanos con mi presencia, más que para una visita. Ahora deseo partir lo antes posible, tenemos muchos deberes que hacer en este momento. Al igual que mis hermanos.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Miér Jul 09, 2008 4:19 am | |
| Tu bebé será el símbolo de paz entre nuestras dos castas, si las Parcas ha decidido unir sus esencias, es porque era el momento, expresó Zeus quien hasta el instante había permanecido en silencio estudiando la situación. A lo que Hades asintió sonriéndole, Brahman solo te ruego cuidar de nuestro amado ruiseñor, el cual nos es muy querido, además queríamos disculparnos por el ataque que recibiste estando bajo nuestra protección. Todo está en paz entre nosotros hermano, pero lo mejor es respetar nuestro antiguo pacto, cada uno tendría su territorio, y en él haría lo que le plazca, mi lugar es el Inframundo, y mi hogar el Nirvana de mi esposo. Poseidón las corrientes y el inmensidad del Océano, la bóveda celestial y el Olimpo son tuyos. Como el mundo mortal común gobierno de los tres.
Así como tu lugar en este Consejo será guardado siempre para ti, hermano. Expreso Zeus, incorporándose de su trono se enrumbó hasta él, descansando sus manos en sus hombros, besó su frente, aún pienso que Brahman nos ha robado esta belleza, es una verdadera lástima, expresó acariciando su mejilla, sería un gran amante, murmuro aferrando la mano de su esposa, se encaminó con ella fuera del Consejo. Entrecerró sus esmeraldas, para luego respirar más calmado, su mano soltó la empuñadura de su espada. Al hacerlo se sintió envuelto en los brazos de Shaka quién alzó su poder saliendo de los territorios de Zeus sin pérdida de tiempo al igual que sus tres acompañantes.
Le llevó a un lugar distinto, era un hermoso jardín dónde caminó con él en sus brazos necesitaba calmar su agitada alma. Shun se había dormido apegado a su cuerpo, aquel pacífico lugar les sirvió de resguardo, al sentarse en la hierba con él, le acariciaba constantemente, tratando de calmar su agitado corazón, sintió el temor invadir el alma de su niño, en el momento que le llevaron ante el Consejo.
Shaka, murmuró suavemente contra su cuello rodeándolo con sus brazos, lamento que hayas pasado ese mal rato, ellos mis hermanos, no son de los que mantengan un solo sentir, su voluntad es voluble, así como hoy nos dieron su apoyo nos lo pueden retirar, juró que iba a pelear contra ellos si tan solo hubieran atentado contra tu vida, cada palabra la soltó de manera acelerada casi ahogado de su temor, los dedos suaves de su esposo, dibujaron sus labios con deseo, hasta separarlos de nuevo, dirigiendo su rostro a sus labios los asaltó en un beso demandante, deseando succionar con ello las penas de su niño. Lentamente le recuesta contra el césped aromático, todo esta bien ahora, cariño. Descansa aquí a mi lado, calmemos nuestros espíritus en algo concuerdo con Hera. No puedes descontrolarte, alrededor nuestro hay muchos mortales, nuestro bebé puede emitir tu frecuencia, el no sabría si lastima o no, puede ocasionar muertes no necesarias. Ahora si estamos en un buen lío, expresó al recostarse en su pecho abrazándose a él, disfrutando su calor. Tenía la esperanza que Mü y Shion me ayudaría con tu parto. Pero no podrían soportar tu presencia descontrolada.
¿Y nuestro bebé? En el Inframundo, ¿te parece que des a luz, en tu Reino? Los dos podemos vivir allí. Andrómeda le escuchaba ver los distintos panoramas del nacimiento de su hijo, sé que Hécate nos será de ayuda, pero pienso en tu hermano y en Dohko, debemos pensar en sus niños. Lo sé, creo que lo más conveniente sería enviarlos con Pandora a mi Reino, tu deseo es que mi niño nazca en nuestra casa. Y si le organizamos una boda a Iki, y hablamos con Poseidón para que se los llevara de luna de miel en un crucero, hasta nazca nuestro pequeño. Los demás podrán irse a mi mansión en Alemania y cuando el peligro haya pasado, verán a nuestro Aquiles.
Te parece que no vayamos directo al templo, quiero encargar algunas cosas para nuestro bebé, además empezar a planear la boda de mi hermano. Enviaré a Radamantis a informarles, que nos encontraremos en la salida del templo. Aunque creo que a Iki y Aioros les gustará más una boda estilo occidental. A lo que Shaka asintió, la verdad no creo que a Fénix, le guste estos tatuajes de henna, que por cierto en mi esposo se ve encantadores. Le expresó besando sus manos, con devoción. Pero antes dejemos que pasen unas horas en este lugar, solos los dos, le susurró moviéndose de su lugar buscando sus labios. A su vez los pensamientos de Hades, viajaban a su lugarteniente, indicándole sus deseos, para que fueran expresados a su hermano.
Rajastán horas más tardes
Tanto Shaka como Shun se fueron directo a la Corporación Solo, es el lugar dónde aguardaban a Iki y a Aioros, en la oficina que le correspondía Shun tenían algo de ropas, además allí disponían de vehículos, por este momento sabía que se podía mover libremente, Atenea, ya había hecho mucho aspaviento en el Olimpo y no se iba a arriesgar a ocasionar más problemas.
No tuvieron que esperar mucho, un ansioso Iki entró como un torbellino, para abrazarse a su hermano quién estaba sentado en frente al escritorio, sobre el mismo se apoya Shaka ataviado de unos pantalones negros y camisa del mismo color, su hermano con un sari color perla, con su cabello recogido, le sonrió casi sin animo más cuando vio a su cuñado, puedo leer la ansia en el rostro del mayor de ellos. Sagitario se acercó a ellos, para abrazar a Virgo contra su cuerpo, en señal de saludo, a su vez, se dirigió a Shun en el momento en que Fénix le cedió campo, al ver el rostro moreno de Aioros, el más joven de ellos abrió sus brazos en señal que se acunará en ellos. Y así lo hizo, beso esos cabellos castaños, dos pares de esmeraldas se encontraron, Andrómeda abrió sus labios, para confesar al mayor sobre la muerte de su alumno, más los dedos de su cuñado le acallaron. No tienes que decirme nada, sé lo que pasó, mi alumno cayó en la trampa y no pudo salir, no es tu culpa, sé que en tus brazos no sufrió. Lo lamento Aioros, pero ahora Seiya está en mi reino, allí no podrán dañarlo más. Tarde o temprano la verdadera culpable pagará por tu sufrimiento, le aseguró al momento de acariciar su rostro.
No sólo de lo de Seiya pretendíamos hablar con los dos, soltó Shaka al ponerse en pie, tanto Shun como yo queremos que no atrasen su boda, sé que Iki no había querido formalizar su unión porque no estaba presente nuestro niño, los aludidos se miraron entre sí, Andrómeda asió las manos de su hermano con cariño, para luego besarlas no deseo que te sigas sacrificando por mi, dime como quieras que sea tu ceremonia y la respetaremos a tus deseos. El Fénix suspiró, para luego sonreír: desde cuando a los dos les dieron certificados de casamenteros, lo que se ganó una mirada de reprobación de su interlocutor, Ni –san, esperas un bebé del hombre que amas, porque si no estarías en este estado, porque te niegas a unir sus vidas. ¿A qué le tienes miedo?
Aioros y Shaka solo los escuchaban en silencio, no queriendo interrumpir su coloquio, Shun, yo… pero los dedos finos de su amado hermano, se posaron en sus labios, solo quiero oír de tus labios, como debo organizar tu boda, no quiero excusas, expresó con firmeza. La verdad es que no quiero ninguna celebración, no va conmigo, sus palabras salieron suavemente de sus labios, Aioros no esta para celebrar, a pesar que ese tonto de Seiya se equivocó tanto pues también fue nuestro querido hermano, tal vez no tan cercano como Hyoga, pero el fin que tuvo, es algo que los dos lamentamos lo puedo leer en tus ojos, más tu que tuviste que ejecutar su sentencia.
Ni-san el aroma de la traición que saboreo Seiya aún lo tengo presente en mis labios, su único pecado fue el de amarla con locura, al decir esto sus manos temblaron entre las del mayor, Seiya luchó incansablemente por protegerla aún cuando estaba medio muerto se incorporaba solo por el amor y fidelidad que le tenía, el ver a nuestro amigo hecho un despojo, humillado ante la burla de quién le confió su corazón fue más fatal que cualquiera de los golpes que le propinaron. Mi pequeño bebé, borra esas imágenes de tus retinas, no las conserves, recuerda al joven travieso y jovial que fue nuestro pequeño hermano. Fue entonces en esa frialdad en que se había cubierto, se desmoronó ante las palabras de su hermano, para demostrar el dolor que sentía al tener que ejecutar una sentencia que no deseaba el tener que escoger la vida de una persona por el bien de muchas más, rebalsaron su alma, saliendo en un torrente silencioso de sus esmeraldas, casi asustado de sus propias lágrimas, las recogía con sus dedos, no entendiendo porque las derramaba, hace tiempos que no lo hacía.
A lo que Shaka sonrió algo más tranquilo sabía a Shun le costaba mostrar el dolor, casi nunca lo hacía lo guardaba dentro, escondido en una actitud de serenidad el mismo se odiaba cuando mostraba esa faceta, ya que fue parte de su entrenamiento. No pasa nada Shun, es bueno sacar la amargura de vez en cuando, no te la tragues no es bueno ni para ti, ni para tu bebé, lo que sientas el también lo hace, si estas triste, el estará así como sonríes, el lo hará también. En cuanto a nuestra boda, ya lo teníamos pensado, no es que no quiera que los demás estén con nosotros, pero nos gustaría que por el momento como lo hicieron ambos, sea privada pero los queremos de testigos, que sea algo familiar. Le expresó besando su nariz, solo los cuatro.
¿Ya tienen planeando cuando lo harán? Inquirió Virgo algo más despreocupado. Lo antes posible, soltó Aioros, lo íbamos a conversar cuando volvieran. Entonces no les importaría que fuera hoy. Pues entonces debemos darnos prisa. En el juzgado nos están esperando. ¿Shaka ya tenían todo planeado? Se admiró Sagitario, a los que la otra pareja se sonrió cómplice. Querido Aioros creías que iba a permitir que mi sobrino naciera fuera del matrimonio, pues no, además si no lo hacemos así Iki, se podría arrepentir, así que es hora de partir, expresó Shun jalando consigo a su hermano.
Los caballeros dorados caminaron detrás de sus parejas, te lo dije Shun es más complejo que Iki. Es una verdadera gama de emociones, en ese frágil ser. A lo que Aioros asintió algo nervioso, ya empiezo a creerte.
Andrómeda con su mano descansando entre las de su esposo, admiraba con alegría como su hermano firmaba en el acta, sin ni siquiera pensarlo dos veces ante la mirada orgullosa del quién es ahora su esposo. Un leve sonrojo cubrió sus mejillas en el momento que Aioros, le tomó en sus brazos besándolo. Shun rodeó a Shaka acercándose a él, sonreía lleno de alegría, cuando por fin terminaron los trámites, y se entregaron las alianzas que tanto Shaka como Shun, les habían regalado, se apresuraron a felicitarlos, por ahora les cumplimos sus deseos de una ceremonia privada, pero cuando el momento sea propicio lo celebraremos a lo grande. Le susurró Andrómeda al Cazador que prácticamente le alzó en sus brazos, por encima de su cabeza besando a su nuevo hermanito en los labios, a su vez Virgo abrazó al Fénix descansando su cabeza en su hombro, e Iki rodeo su cintura para después besar su mejilla sonriéndole tan dulcemente como su hermano.
Como es una noche especial para todos, queremos terminar de celebrar nuestro matrimonio, y comenzar la conmemoración del suyo, con una cena en el mejor restaurante de la capital. Ya hemos preparado todo. Relataba Shaka el itinerario de esa noche. Al abandonar el edificio los cuatro subieron al vehículo que pertenecía a Virgo, Iki y Shun viajaban en el asiento trasero y los dos mayores al frente. Pronto llegaron al elegante restaurante, de una bella estructura antigua. Ellos habían reservado una mesa con privacidad, las parejas degustaron de deliciosos platillos, bebieron algo de vino, en especial los dos mayores, Iki y Shun tan solo para el brindis después tomaron bebidas naturales, por sus embarazos.
Es hermoso, tener una relación de tantos años Shaka, Shun en eso nos aventajan. Expresó Aioros, tú eras apenas un adolescente Virgo cuando conociste a Shun en el campamento de Andrómeda, fuiste uno de los caballeros dorados que más joven recibió su armadura. Bueno algo así, expresó yo tenía 19 años cuando llegué por mi alumno, y Shun catorce años.
Nosotros siempre crecimos bajo tu leyenda Aioros, se dice que tú también recibiste tu armadura muy joven, además el Gran Maestro te escogió como su sucesor a muy temprana edad. El otro se sonrió, algo distraído como vagando en hechos pasados. Aunque nosotros esperamos bastante tiempo, para comenzar con nuestra relación más en serio, expresó Andrómeda. En verdad, me admiré mucho cuando Pandora me contó que los dos eran pareja. Pero no me malinterpreten me alegra porque mi hermano ya no esta solitario, esa era una de mis mayores preocupaciones.
Entonces la curiosidad gobernó el corazón del fénix y se atrevió a preguntar: ¿Cuándo te entregaste a Shaka, cuando tiempo tenían de estar juntos, Shun? Andrómeda se sonrió por fin logró que su hermano le hablará de esos temas de una manera abierta y familiar ante sus parejas. Tres años después, le expresó suavemente. Y dos años después exactamente el mismo día que los dioses guerreros atacaron el Santuario, quedé en estado.
¿Shun? Inquirió algo asustado, sabía lo duro que habían sido esas batallas, nunca se dio cuenta del estado de su hermano, pero tampoco se había dado cuenta del suyo propio, pero recordó las palabras de Aioros y entonces sus zafiros se clavaron en Shaka, en forma de reproche. ¿Cómo lo dejaste, partir al campo de batalla en su estado Virgo? No, tuve oportunidad de darme cuenta a ciencia cierta expresó algo sonrojado, la verdad esos temas para mí eran desconocidos, no había recibido la instrucción de Mü en ese sentido, además para nosotros fue algo nuevo, difícil de detectar.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Miér Jul 09, 2008 4:20 am | |
| ¿Quieres decir que ambos eran vírgenes cuando se entregaron? Inquirió Aioros que hasta el momento había permanecido callado, escuchando a los más jóvenes, ambos asintieron, bastante sonrojados. Bueno sabes que la instrucción de Virgo es algo rigurosa, la única vez que estuve fuera de ella fue en la isla de Andrómeda, bueno allí mis ideales cambiaron, pero tampoco éramos ignorantes en esos temas, al menos lo básico lo sabíamos.
¡Oh no! Vaya yo hasta hace dos meses era virgen, expresó Fénix, y se supone que yo soy el mayor, y lo mejor que ni enterado, yo pensé que lo de ustedes era más reciente. Aioros, al menos tú no eras virgen, de eso estoy seguro, expresó Iki. Aunque sé que no fue en mi año por lo tanto no es mi daño. Me gustaría conocer el nombre de mi rival. El sagitario alzó su mano para acariciar la mejilla de su niño: Fue hace tanto tiempo, que no vale la pena que te preocupes por ello. Esa persona ya no tiene que ver nada en mi vida, ni la quiero cerca de mí, teniéndote a ti. Su mente divagó en los caballeros que fueron compañeros de Aioros en ese tiempo, y que podían ser sus amantes, Saga, Kanon, Shura. Sus cuentas llegaron a tres. En esos pensamientos se quedó de repente callado, sopesó la relación de Shura y Aioros, era muy cercana. Su ceño se frunció, en silencio se forzaba a sonreír mientras el gusano de los celos le carcomía el alma, pero su orgullo le negaba expresarlo abiertamente. De vez en cuando sintió la mirada de su hermano posarse en su rostro, para disimular bebía algo de su refresco o contemplaba su reloj.
Ni- san, me acompañarías al tocador, creo que mi niño se incomodó, algunas de las virtudes de mi embarazo, a lo que Iki asintió fingiendo una sonrisa, abrazó a su hermano y ambos se perdieron de la vista de los dos mayores. Aioros, creo que tocamos un tema escabroso, afirmó Virgo. Debiste decirle quién fue, Iki no insistirá porque es igual de orgulloso que Shun, de dónde crees que mi niño sacó su carácter. No tiene nada de malo que te lo pregunté, desaprovechaste la oportunidad de que Iki te hablara abiertamente, te aseguro, que de ahora en adelante, no se volverá a dar. Bueno, la verdad que en líos de pareja, lo mejor es cada uno experimente en cabeza propia, nadie lo hace por la ajena.
Lo sé, pero tampoco es una historia bonita, Virgo. No vale la pena, que se entere de ese capítulo oscuro de mi vida, el cual tiene que ver con mi muerte, ya basta con que yo le aborrezca, para que también mi esposo se contamine con ese sentimiento. Disculpa Aioros, me hablas del Fénix, quién ha visto el mismo infierno, más que ninguno de nosotros, su alma ha conocido el odio en su más pura esencia. No creo que le vayas a contaminar nada. El ya ha superado ese sentimiento, su verdadera personalidad la muestra a su hermano, y al cisne quién a regañadientes, se ha metido en su corazón. Entiende te lo cuento porque a pesar de ser tu esposo, no le conoces bien, no busques su odio, te puedes arrepentir, a como hoy a firmado el acta mañana le podrías perder, sin que puedas hacer nada, su conducta es pura dinamita.
Lo sé por experiencia, el me odió con todas sus fuerzas al momento que le expresé que amaba a su hermano, el no te escondió quien era tu rival, anterior. La verdad mejor me calló ya he hablado suficiente, perdona mi imprudencia. No había terminado de expresar esto cuando los dos jóvenes venían riéndose. En una amena conversación, y al sentarse Andrómeda en su lugar descansó su cabeza en el hombro de su amado, suspiró. No quisiera arruinar esta noche, pero ya no doy más. Quisiera retirarme a descansar, pero antes quiero hablar con los dos de una petición importante.
Alzó sus esmeraldas, a su esposo, quién le sonrió en afirmación. Hemos estudiado nuestra situación, en un momento creímos que lo más seguro es que nuestro niño naciera en el templo de Brahman, y que sería Mü quién nos ayudaría, pero ya me han advertido que en su nacimiento no podrá haber ningún mortal cerca. No sabes que poder tenga nuestro bebé, ni tampoco que reacción tenga yo en el parto, sé que he aguantado como caballero momentos y heridas con mucho dolor, pero me he defendido con mi cosmos, ese es el pequeño gran detalle cuando mi hora llegue, puede que haga lo mismo, lo que sería muy peligroso para tu bebé. Por lo tanto les rogaría que disfrutaran de su luna de miel, en estos meses y cuando regresen, ya les tendré un nuevo integrante en la familia.
En definitivo, me opongo a abandonarte, ya he sobrevivido a muchas batallas, además al poder del Angel de la Destrucción en tu nacimiento, le reveló con furia en su voz, Aioros se podrá ir con los demás a Alemania, pero yo me quedaré a tu lado, se te olvida que yo soy descendiente de Poseidón, por lo tanto no me afectara. Eso lo sé hermano, refutó suavemente Andrómeda, pero Aioros como dices es un mortal, no se precisar si tu bebé, tenga más de nuestras esencias, o de la de Aioros.
Está dentro de mi cuerpo el mismo le protegerá. Te propongo un trato Ni – san, Hécate será la que determine si puede haber peligro para tu bebé, si lo hay partirás para Alemania.
Sí hay peligro, entonces me hospedaré cerca en la capital en los días de su nacimiento, hasta que el peligro pase. Porque he decidido trabajar para Julián, en la Corporación Solo, haré uso de la parte de mis acciones, así que tampoco se sientan comprometidos a pagarme ninguno de los gastos de esto. ¿Iki? Inquirió casi en un susurro Aioros. El fénix le volvió a ver y con una sonrisa en sus labios, determinó: Shun es la cabeza de la familia Diermissen, sin embargo yo soy el heredero del imponente Océano. Tampoco tú, despreocúpate por mantenerme, la verdad es que no lo necesito, nunca he necesitado de la caridad de nadie. Ni siquiera la tuya querido hermanito.
Está bien, si no me quieres en el nacimiento de tu hijo, no te obligaré, la furia resplandeció en potentes llamas en sus zafiros, como siempre lo he dicho soy un lobo solitario y siempre lo seré. En ese instante entre llamas desapareció su presencia del lugar. Shaka se apresuró a cancelar la cuenta, al momento que Shun le indicará que debía irse en el carro. Y tomando la mano de Aioros, se desvaneció tratando de seguir el rastro de su hermano, éste llegó al templo de su esposo, dónde todos estaban ansiosos por su regreso.
Fue cuando Hyoga salió corriendo a su encuentro. ¿Qué ha pasado entre ustedes, Shun? Iki ha venido por sus cosas, y no le hemos podido detener se ha ido sin decirnos dónde, ha atacado a Shura, y los demás que han querido impedir su partida. Hace mucho que no veía tu hermano tan enfadado. Shun sintió un profundo mareo y al momento que quería responderle al Cisne, desvaneciéndose en los brazos de Aioros. El corazón del mayor dio un vuelco en su corazón. “No busques su odio, no lo conoces” las palabras de Virgo resonaban en sus oídos.
Lentamente abrió sus ojos, se sentía muy pesado, su cuerpo le dolía, sus ojos se apresuraron a tratar de adaptar su retina a la luz tenue luz de su habitación. Sentía algo frío en su frente, hasta que pudo enfocar bien el rostro de Shaka y el de Shion a su lado, revisó la habitación con sus esmeraldas con la esperanza de ver el rostro de su hermano, más no estaba, se dejó caer abatido.
¿Shaka? Inquirió casi en su susurro. Nadie sabe dónde se fue, pero pronto le localizaremos, tiene que usar sus cuentas personales y entonces le mandaremos a buscar. Aioros ha ido tras su rastro. Andrómeda se sonrió: mi hermano está celoso, enfurecido, hasta ha tomado represalias en mi contra, no se dejará encontrar, aun creo que mi tío le esconderá de nosotros, si es su deseo, en otras palabras no lo encontrará. Solo espero que se su furia se pase pronto, pero no lo sé, expresó cubriéndose con sus manos sus ojos. A lo que Shaka, le tomó de sus costados y le incorporó para abrazarlo. Shun recuérdame nunca más volverme a meter en los problemas de otros, y lo mismo te recordaré a ti, en especial si se trata de tu hermano, afirmó, al momento que Andrómeda buscó el refugio de sus brazos ocultando su rostro en su pecho. Al rato le escucho reírse suavemente.
¿Shun? Inquirió algo extrañado, amor nunca olvidaré la cara de Aioros, cuando mi hermano se enojó, luego soltó el aire sus pulmones, esto va ser difícil se ve que en verdad no le conoce realmente, en su vida había sentido la furia de mi hermano dirigida a su persona. Sé quedó frío, la verdad es que tente mucho el destino, Iki, ya estaba a punto de reventar y lo hizo. ¡Amor! Murmuró se había preocupado por su desmayo el mismo Aioros estuvo muy apenado por toda la situación, ahora se le veía mejor, solo le dejaba hablar escuchándolo. De no haber hecho eso me hubiese preocupado por entonces no sería mi hermano mayor.
Tres meses después.
Esa mañana posterior al desayuno, como era la costumbre realizaba una caminata alrededor del templo por los jardines algunas veces le acompañaba Shaka, cuando sus obligaciones no se lo impedían, otras lo hacía con Dohko, hoy le tocaba el turno a Hyoga. El cisne acompasaba sus pasos a los suyos, ya tenía ocho meses y medio. Su vientre estaba enorme lo que indicaba que su bebé sería grande, nunca había descuidado su condición física, cuando los meses transcurrieron pues aunque sea una caminata como ahora lo hacía.
El caballero de los hielos eternos, iba asido de su brazo, mientras le comentaba y recordaban tiempos antiguos, atrás de ellos Capricornio les seguía dándoles algo de privacidad, ese día harían un picnic en el jardín así que los tres buscaban el lugar propicio para realizarlo, los demás habían salido a disfrutar del fin de semana, la reciente paz que disfrutaban lo hacían a lo grande. Se detuvo en seco de un momento a otro, haciendo que los dos que le acompañaban se alarmaran y en especial su amigo quién le tomó el rostro entre sus manos.
¿Shun? No puedo evitar elevar mi vista al firmamento, para luego soltar el aire lentamente, movilizando mi mano a mi vientre, vamos tranquilo, bebé. Se ha movido muy fuerte, le susurró al momento de descansar mi cabeza en su hombro y siento las manos de Shura en mi cintura, aflojando mis adoloridos músculos, en el instante que Hyoga me sostiene en sus brazos contra su cuerpo. Tal vez deberíamos regresar Shun. Las palabras de Capricornio denotan su preocupación, en su tono, simplemente niego suavemente. Estoy mejor es que mí bebé se mueve muy fuerte, en estos días. Aquiles está impaciente por salir se sonrió, pero todavía no es el momento.
Después de algunos minutos, el niño se fue calmando, respirando profundamente les sonrió, dándoles a entender que ya había pasado, pero el mayor no quiso arriesgarse más. Ya ha sido suficiente ejercicio por hoy, y le cargó en sus brazos, vamos a merendar lo que trajimos y nos iremos directo al templo sin excusas Shun. Creo que aquel es buen lugar, expresó el español, denotando unos hermosos nogales que les brindarían sombra, entonces el cisne se apresuró a dirigirse a ese lugar, Andrómeda descanso su cabeza en el hombro del mayor. Quieres que llame a Shaka, pequeño te veo con mucho dolor. Es lo normal amigo, este mes es de preparación, además mi esposo esta averiguando dónde esta mi hermano ya me preocupa su enojo con nosotros ha durado mucho.
Pues la verdad, no entiendo mucho lo que pasó ese día, afirmó capricornio, pero la verdad es que estaba hecho una furia. Entre todos tratamos de calmarlo pero se lanzó sobre nosotros, hasta que tu tío se le llevó, bueno aún recuerdo sus golpes. En eso tienes razón, cariño, apoyó el cisne. Sentándose en la manta, recibió al menor en sus brazos, acomodándolo entre sus piernas, al frente de ellos se acomodó Shura.
Shun la vez pasada te desvaneciste, por lo que no quisimos indagar más pero ahora que has tocado el tema, también he estado muy preocupado ya que tu hermano hace tiempo que no se enojaba de esa manera. Shun soltó todo el aire que pudo despacio, recostándose contra el pecho del caballero de los hielos eternos que le besó su cabeza cariñosamente. La verdad todo comenzó por una conversación, como les dijera expresó jugando con la tela de su vestido, algo sonrojado: hablábamos de cómo nos conocimos y el tiempo de nuestro noviazgo y a quién le entregamos nuestra primera vez, todos enumeramos a quién había sido, pero cuando llegó el momento de Aioros, el no quiso decir su nombre expresando que no valía la pena, porque fue hace mucho tiempo. Shura, le escuchó, al momento que bebía algo de refresco. Se quedó mirando al joven frente suyo, de repente se puso pálido, dejando el vaso, en la manta. Se puso de pie. Con la mente que siempre le había caracterizado como uno de los caballeros, más estratégicos, ¡Por todos los dioses! Ese imbécil de Aioros, dónde se le quedó el cerebro.
Los dos le volvieron a ver de inmediato, al ver la creciente furia en Capricornio, juró que si lo tuviera enfrente le mataría de nuevo con mi Escalibur. ¿Shura? Balbucearon los dos a unísono. Y el les determinó, ahora entiendo perfectamente: Miren si esto ocurrió hace mucho tiempo fue antes de su muerte, verdad. Pues en esa época los únicos caballeros que pudimos ser sus amantes somos tres: Saga, Kanon o yo. Porque Dohko y Shion eran pareja. Los otros dos están con pareja, en este momento, no es así, los dos asintieron, pues quién esta siempre con Aioros, pues tu servidor, entonces quién pago los platos rotos de Saga, pues este imbécil que se metió a detenerlo, pensó que le estaba bajando a su marido. Pues porque crees que Sagitario, descubrió a Geminis, fue porque él le fue a buscar en esa noche, para una de sus sesiones de sexo, y claro descubrió el asesinato de Shion.
Se topó con un Saga completamente enloquecido, claro que nosotros no lo sabíamos, yo fui el encargado de ejecutarlo, pero si saben porque no regresó con nosotros porque no soporta a su ex amante, le odia no puede ni verlo. Si estaba en el templo era por Iki. Ahora ha complicado todo, porque me metió en un enredo, ahora comprendo porque se las desquitó conmigo. Bueno, en fin la próxima vez que venga a preguntar por Fénix, le daré una golpiza que ni su madre aunque reviva o la veamos en el Inframundo no le va reconocer. Y después yo mismo buscaré a tu hermano y le aclararé la situación. Si estoy con una persona con esa me quedó.
Eso me consta, por eso eras llamado el caballero más fiel a Atenea, aunque ahora me asalta una duda, no te ofendas… iba a preguntar el cisne algo apenado, pero se calló, no olvídalo. Se corrigió. Shura se sonrió. Fue con Mü. Le contestó a la pregunta no formulada, años antes que comenzará su relación con Saga, pero la verdad, Aries estaba que se moría por Géminis, así que ya saben el fin de nuestra relación.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
Cantidad de envíos : 667 Edad : 49 Alas de Fuego : 310088 Fecha de inscripción : 04/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Miér Jul 09, 2008 4:22 am | |
| Bueno, la verdad es que lo más sano, es esperar a que Iki decida contactarnos, mi hermano es especial. Y de seguro de debe estar al tanto de todos nosotros por Poseidón. Alzándose de hombros: algún día esos dos se arreglaran. Todos guardaron silencio, gozando del paisaje, el frescor de esa sombra generada por los árboles. Hasta que la presencia de Virgo, llegó a sus sentidos, Brahman llegó justo dónde estaban.
Sostuvo la mano que Andrómeda le tendió invitándolo a sentarse con ellos. Besando sus labios al igual que acariciaba su vientre. Lo lamento muchachos Iki, no quiere que sepamos dónde esta por más que le rogué a Julián no quiso revelarme su ubicación. Les comentó algo abatido, quería traerle noticias a su niño. Ya veo, creo que es lo justo, el tampoco conoció nuestra ubicación.
Lástima quería antes de irnos saber que se encuentra bien, y que no tuvieran esa preocupación, soltó el cisne algo triste, pero todos sabemos que en estas fechas en cualquier momento, en verdad no queremos irnos, pero si es su deseo, siguió expresando. No es que no quieran que estén a mi lado en ese momento, pero no sabemos que poderes tenga Aquiles, ni como me comportaré durante el parto aunque los dos hemos practicado, una profunda meditación para ese momento, pues la verdad no sé. Además Radamantis estará con nosotros, el les llevará noticias apenas se llegue la hora.
¿Meditaciones? Les preguntaron. Sí, aunque Hécate, me ayude, yo también me he preparado, con las nuevas técnicas, es por eso que he salido todo este tiempo, hemos optado por el parto en el agua. Les explicó en el instante que tomaba a su esposo de los brazos del Cisne. Y en este mes, le ayudado con algunos masajes a que el peso en su espalda sea menos, estos me los enseñó Dohko. También sirven para ayudarle abrir la cadera.
Aunque la verdad, Shaka es que Aquiles ya se le hace pequeño el espacio, y se molesta bastante. Le determinó Shun, acariciando su vientre. Si lo he notado, confirmo Shura, al momento de acunar a Hyoga entre sus brazos, por ahora nosotros pasamos de esto. Queremos esperar a que todo se resuelva concluyó el caballero de los hielos eternos, por lo tanto yo me estoy cuidando, si no Camus me mataría, quiere que primero me case antes de encargar familia.
Sí, en eso es muy estrito Acuario, a nosotros nos tiene sentenciados, por lo que Shaka se esta cuidando todo este tiempo, también. Hablando de su partida, ya Pandora me informó que Aioria, Shiryu, y Milo se encuentran en el Inframundo. Y Aioros está con ellos, así que cuando lleguen allá será una sorpresa agradable para ellos. Verlos a todos. Suspiró al terminar de decir esto, acomodándose en los regazos de su esposo, pero de pronto sintió una fuerte punzada que le cortó el aire, que le hizo sostenerse fuertemente del brazo de Shaka. ¿Amor? Algo asustado puso la mano en su vientre, y lo notó endurecido. Vaya que estirón se ha dado mi pequeño. Brahman ayúdame a ponerme en pie, ya no le gustó esta posición.
Los otros tres se preocuparon, ya que el semblante de Andrómeda palideció en ese momento, su esposo asintiendo le sostuvo en contra su cuerpo, en el instante que lo incorporó. Hyoga y Shura, le ayudaron en el instante que Shun hizo el intento de moverse un poco, sostenido por los dos mayores, mientras el Cisne recogía todo, para retirarse al templo. Shaka, Shun, lo mejor es retirarnos ya, la voz quebrada por los nervios del caballero divino de Siberia, expresó su preocupación, mi querido niño debes descansar no estas bien, te has esforzado mucho hoy.
Brahman lo cobija en sus brazos, desapareciendo con él, hasta llegar a su habitación. Tanto Shura como Hyoga se miraron entre sí. No sé amor, pero creo que no será mucho lo que tengamos que esperar para conocer al bebé de Virgo, concluyó Capricornio. Eso me pareció una contracción, pero puede ser como dice Shun, es normal en esta etapa de su embarazo.
El cisne se abrazó a Shura, descansando su cabeza en su torso, no quiero dejarlo solo, y no puedo dejar de pensar en Iki que se encuentra solo y con su embarazo como la estará pasando, la verdad es un cabeza dura, no tenía que irse así, con solo que le diera hasta por debajo de la lengua a Aioros, para que le dijera con quién se acostó en esa época era suficiente, sino empezó a huir como cuando murió, Esmeralda.
Los dedos de Capricornio se perdieron en esos hilos de oro puro, recogidos en una coleta, el no lo pudo hacer porque se sintió ofendido, herido. Aioros, es su vida, y prefirió ser el que quién se marcharse por miedo a un rechazo además demostró ser un orgulloso empedernido.
Shaka recostó a Andrómeda en el lecho colocándolo en una posición de medio lado, le desprendió de su sari, dispuesto a realizarle un masaje, se ungió la mano con aceite de oliva, aplicó la presión necesaria para calmar el dolor, con dosis de su cosmos. Esa fue una contracción amor, siento además que tu cadera está cediendo, tal vez sería lo mejor revisarte, le acomodó de manera que lo pudiera hacer, acarició suavemente la pierna que le sostenía en el proceso, su corazón se sobresalto al comprobar que estaba dilatando, tres centímetros, nada porque alarmarse, lo normal para dos semanas antes del parto. “Tienes tres centímetros de dilatación”. Puede que se mantenga estos días así, además de que ya está en posición. Pero creo que sería mejor que ellos partieran mañana. Reposa mejor, no hagas muchos esfuerzos amor. Se acomodó con el en el lecho, acariciándole sus cabellos en un ritmico movimiento que le ayudó a conciliar el sueño, lo vigiló en su dormitar hasta que llegaron los demás.
Comprobando que dormía plácidamente acomodado, fue al encuentro de sus amigos. Les previno que lo mejor era adelantar el viaje. Esa tarde la pasó conversando con Shion y Dohko, en el momento en que Hyoga le sirvió de relevo, cuidando del sueño de Shun, los dos trataban de calmar sus ansias, y le daban las últimas instrucciones.
Shaka, he tomado una decisión, me quedaré contigo por cualquier cosa, he estado en presencia de los dioses al igual que Radamantis, podré soportar el poder de Shun, pero los demás partirán mañana a primera hora, sin refutar convino a decir el lider de la Coalición Dorada, Virgo tiene que tener en quién apoyarse en este momento, sé por lo que está pasando, yo te daré ánimos pequeño, porque deberás ser fuerte con Andrómeda, habrá instantes en que se quiera dar por vencido, y en esos deberás exigirle con firmeza.
Aquella tarde Andrómeda permaneció adormecido la mayor parte del tiempo, Virgo le despertó para ingiera algo liviano, pero le costó comer, sentía constantes molestias en su espalda, que ya no le calmaba ni los masajes, pero no quería alarmar antes de tiempo a su esposo, pensando que simplemente era posición en que había dormido. Por su parte, Brahman notó la alteración de su cosmos, y el como le costaba el simple hecho de respirar, le rodeó con sus brazos haciéndolo descansar en su pecho. No te sientes bien, Shun no me lo ocultes, voy a revisarte.
¿Estas con mucho dolor? No, apenas murmuro, es como una opresión en mi vientre. Vamos mi amor, le recostó de nuevo, a su vez, detalló que no había mucho cambio, por lo tanto le volvió a cubrir con la sábana, le ubicó de medio lado le brindo un masaje reparador en su cintura con leves vibraciones de su cosmos para aplacar esa molestia, cuando de nuevo Andrómeda cayo rendido ante el sueño se dispuso a dormir a su lado, envolviéndolo con sus brazos descanso sus manos sobre su vientre, después de besar su cuello cerró sus párpados.
Fue como a las dos de la mañana que sintió como el cuerpo de Andrómeda se estremecía en un espasmo de dolor, así como sintió un liquido caliente extenderse entre los dos, cuando Andrómeda trató de levantarse se lo impidió sosteniéndole suavemente entre sus brazos, calma déjame revisarte, le susurró suavemente aunque su corazón se desbocó ya sabía lo que era, alzó la sábana que los cubría y notó que la fuente de Shun se había roto, se encontró con sus esmeraldas, que le veían bastante asustadas, cuando iba a avisar a los demás, la mano de su niño capturó su brazo. No me dejes solo, le rogó.
Tengo que avisar a los demás Shun, no pueden quedarse aquí es peligroso, su voz casi como murmullo rompió el silencio de esa madrugada. Una fuerte contracción azotó el cuerpo de Andrómeda no pudiendo retener un gemido de dolor, profundo. Shaka vio la intensidad de la misma, sobresaltado se apresuró a revisar su dilatación, le separó las piernas sosteniendo con una de sus manos, unas esmeraldas inquietas, le esperaban porque le dijeran su estado. Amor, nuestro niño está empujando contra mi mano. Alzó su cosmos, en forma de alerta. Con cuidado le apegó a su cuerpo quitándole sus vestimentas, y le tomó en brazos, llevándolo a las termas a toda prisa, a su vez su niño se asió con fuerza a su cuello. Le sintió ponerse en meditación como tantas veces lo habían practicado pero aun así, no pudo evitar que su corazón latiera con fuerza casi ensordeciéndolo.
La emisión de su fuerza de manera tan descontrolada, provocó que todos se levantaran de súbito, Shura retuvo entre sus brazos al joven que intentó lanzarse del lecho. Todos pudieron determinar la irregularidad de los cosmos de los dos virgos. Y en respuesta el poderoso cosmos de Shion de Aries, les habló a sus espíritus, deben evacuar, Andrómeda ha entrado en labor. Todos se encontraron en el pasillo, en la puerta de la habitación principal Radamantis se encontraba sentado, en espera de lo que aconteciera, Dohko se encaminó hacia el grupo de dorados, alejándose de su esposo que emitía instrucciones a Shaka, a su vez que rogaba porque Hécate hiciera su aparición en el templo. La diosa últimamente no había dejado mostrar su presencia.
Shun permanecía con sus ojos cerrados, tratando de acompasarse a los empujes de su bebé, apenas si abría la boca en busca de aire, mientras un nervioso Shaka, le ayudaba presionando en su vientre, esperando a que su niño coronara. Con calma, le decía con su voz temblorosa, el agua tibia de la terma le ayudaba enormemente mitigando mucho de su dolor.
Le sentía relajado a pesar de todo, llevó su mano a su rostro acariciándolo, mostrándole que él estaba allí. Un nuevo espasmo le cortó su respiración y Shun empujó con fuerza. Para finalizar en un jadeo.
Esas distorsiones en la fuerza de los dos tenían a todos en vilo no se atrevían a moverse de sus lugares. ¿Shaka? Preguntó alertado Shion en voz alta. ¿Virgo? Le repitió. Sin embargo el no le contestó.
Shun, le convocó suavemente para que abriera sus ojos, lentamente sus párpados dejaron mostrar sus gemas, que se adaptaron a enfocarlas en su rostro. Tiene el color de mis cabellos, le susurró con lágrimas en sus zafiros. Andrómeda con su respiración agitada le sonrió, cuando una nueva contracción le hizo escapar de sus labios un gemido de dolor, sus piernas temblaron, y por fin la cabeza estuvo fuera. Shun, ahora jadea cariño, dame tu mano, Virgo le guío sus manos a la cabeza de la criatura, ya casi tenemos a Aquiles con nosotros. Densas perlas brotaron de sus esmeraldas en el momento que sus dedos acariciaron los rizos de su pequeño, sintió otra presión en los segundos que duró, Brahman había ayudado a nacer a su bebé quién salió completamente por la leve fuerza de un pequeño empuje por parte de su amado, se apresuró a tomarlo en sus brazos, el agua había amortiguado su salida.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
Cantidad de envíos : 667 Edad : 49 Alas de Fuego : 310088 Fecha de inscripción : 04/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Miér Jul 09, 2008 4:28 am | |
| Aun acostumbrado a su ambiente solo lloró unos segundos después, que sintió en su piel el frío de la madrugada. Shaka cayó sentado en el agua con él, calmando su acelerado corazón, todo había pasado tan rápido y en relativa calma. Con una gran sonrisa colocó en brazos de Shun a su criatura. Besando sus labios en un desesperado acercamiento. Nuestro Aquiles, nuestro hijo, le susurro Andrómeda casi al borde de las lágrimas, besando la cabeza de su pequeño bebé, el mismo Brahman sollozaba de felicidad, entre besos a sus dos amores. Aquiles buscaba el aroma de su papi, fue instante que él aprovechó para terminar con el alumbramiento, y cortar el cordón umbilical.
En las afueras de la habitación el llanto de Aquiles, le hizo saber que todo había terminado, ahora un cosmos pacífico, rodeó el palacio, el silencio roto con los sollozos del recién nacido, atrajó un desfile de los monjes y guardianes con sus antorchas. Uno de ellos traía una gran vasija de oro macizo. Todos se ubicaron en la entrada de la habitación principal, recitaron mantras ante la suave melodía de algunas flautas. r…-rudra uv€ca jitaˆ ta €tma-vid-varya- svastaye svastir astu me bhavat€r€dhas€ r€ddhaˆ sarvasm€ €tmane namaƒ (El Señor Shiva se dirigió a la Suprema Personalidad de Brahman con la siguiente oración: ¡Oh, Suprema Personalidad de Brahman, toda gloria a Ti! Tú eres la más excelsa de las almas autorrealizadas. Siempre eres auspicioso para las almas autorrealizadas, y por eso Te pido que seas auspicioso para mí. Por las perfectas enseñanzas que transmites, eres digno de adoración. Eres la Superalma; por eso Te ofrezco mis reverencias, pues eres el ser viviente supremo.) namaƒ pa aja-n€bh€ya bh ta-sk mendriy€tmane v€sudev€ya €nt€ya k˜a-sth€ya sva-roc00i Mi Señor, Tú, por medio de la flor de loto que brota de Tu ombligo, eres el origen de la creación. Eres el supremo controlador de los sentidos y de los objetos de los sentidos, y eres también el omnipresente . Tu paz es plena, y debido a que resplandeces con Tu propia luz, las seis clases de transformaciones no Te perturban. atha tvam asi no brahman param€tman vipacit€m vivaˆ rudra-bhaya-dhvastam akutacid-bhay€ gatiƒ Mi querido Señor, las personas realmente eruditas saben que Tú eres el Brahman Supremo y la Superalma. Aunque todo el universo teme al Señor Rudra, que finalmente lo aniquila todo, para los devotos eruditos Tú eres el destino libre de temor que todos deben alcanzar. Brahman todavía terminaba de atender a Shun, cuando oyó su invocación, y la de su hijo. Ya han venido a darle la bienvenida a nuestro bebé, su voz orgullosa le indicó lo que pasaba a su niño en el instante que le cargaba al lecho después de haber cambiado las sábanas, y de haber cubierto a su hijo con una manta de lino blanco, dos ojos de hermosos matices esmeraldas y zafiro les contemplaban. Ahora es el momento que lo presente formalmente, a nuestros guerreros. En seguida volvemos, tomó en sus brazos a la criatura, y se dirigió abrir la puerta, al hacerlo los monjes y Radamantis en representación del Inframundo se postraron ante él, aquel niño que emitía un brillo dorado, Shaka lo sumergió en el agua de la vasija la cual fue recogida del Ganges, “Eres el así llamado Rudra Shiva, el dios de la destrucción, así como Tánatos Aquiles, deidad del Inframundo, heredero de Hades, como también mi heredero”.
Y alzó al niño mostrándolo a amigos y súbditos que aplaudieron felices, a su vez Andrómeda admiraba el rito con sus ojos cansados a punto de cerrarlos.
Última edición por goddesniquel el Lun Abr 12, 2010 11:35 am, editado 5 veces | |
| | | fliss_lete Arcangel - Lete - Adonis
Cantidad de envíos : 96 Alas de Fuego : 300302 Fecha de inscripción : 06/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Miér Jul 09, 2008 1:48 pm | |
| vivaaaa alaben al neneeee alaben al neneeee nacio el principeeeee wuaaaaa que viva el :king: que viva el :king: que hermosooooooo shunii eres papiiiii wuaaaa solo falta ikki y hacemos fiestaaaaa | |
| | | KoKoRo Némesis
Cantidad de envíos : 17 Edad : 31 Localización : Enclaustrada en mi casita u.u Alas de Fuego : 300323 Fecha de inscripción : 09/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Jue Jul 10, 2008 1:28 pm | |
| Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii...................que alivio, al fin nacio Aquiles n.n
Goddesniquel, que felicidad, que lindo te esta quedando tu fic (ya lo sabes verdad n.n)
Plissssss, continualo pronto
Cuidate mucho......viva Aquiles n.n | |
| | | Morfeo_guru Moira Cloto - Koré
Cantidad de envíos : 151 Alas de Fuego : 290222 Fecha de inscripción : 06/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Dom Jul 13, 2008 10:59 pm | |
| ¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH!!!! amiguita... perdon por la demora pero aqui estoy para animarte a que sigas con la continuacion jejejeje....
Que hermosa manera de estar con su pequeño Shun jejejejej... ^^... ese Shaka es muy cuidadoso y muy cariñoso cuando esta a solas con su amado niño hermoso...
Espero pronto la continuacion ^^
Saludos ^^
Adiosin ^^ | |
| | | Solmarie, The Dark Angel Arcangel - Hera
Cantidad de envíos : 249 Edad : 35 Alas de Fuego : 301890 Fecha de inscripción : 12/07/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Sáb Ago 09, 2008 1:14 am | |
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
Cantidad de envíos : 667 Edad : 49 Alas de Fuego : 310088 Fecha de inscripción : 04/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Vie Ago 15, 2008 3:16 pm | |
| Capítulo 20 El sacrificio en nombre del amor El pequeño niño apenas sintió el frío del ambiente al estar su cuerpo humedecido por las aguas del Ganges, rompió a llorar fuertemente, emitiendo aún más su poderoso cosmos, sincronizado al de su padre, quién orgulloso sonreía al ver como su nene respondía al estimulo, era un niño grande y fuerte, de cabellos de oro mismo, ahora sonrojado al estar enojado ante la incomodidad del ambiente, rápidamente el sacerdote principal le pasa una sábana de lino blanco con que envolverlo, detrás de los monjes de su templo sus amigos esperaban ansiosos de que la ceremonia terminará.
Shun desvío un momento su vista hacia el lugar dónde se encontraba su otra familia, oculto en la penumbra de la habitación como lo había prometido su hermano mayor le sonreía orgulloso al lado de Hécate, su presencia, fue de gran ayuda, pero como era su deseo no quería que los demás supieran de su llegada, Iki había estado todo este tiempo al lado de Hécate, la diosa ocultaba su presencia, en obediencia a su mandato, Andrómeda suspiró al estar bastante adolorido y cansado, apenas si podía mantener sus ojos, abiertos, cuando por demás unas presencias demasiado conocidas, se enrumbaron siguiendo el rastro de su cosmos, se forzó abrir sus párpados pesados, ante su latente debilidad, aterrorizados los enfocó en los acerados de su hermano mayor y en silencio les ordenó desaparecer el que les vieran juntos arruinaría el gran sacrificio de su separación.
Hécate fue la que alzando una de sus capas negras le cubrió con la misma desvaneciendo de su vista, algo nervioso, se removió en su lecho cuando la mano fría de la diosa de la Guerra se posó en su hombro desnudo, al lado de su cama, Ares, Ilitía, Zeus y Hera, le acompañaban. Su corazón se desbocó no tenía fuerza ni para ponerse en pie, el latido doloroso, le comprimía su cerebro, su vista empezaba a fallarle a causa de saberse desprotegido y su familia expuesta.
No te esfuerces, mi amado Hades, la diosa de la Guerra le besó la mejilla abrazándose a él, Brahman cubrió a su niño con la sábana de lino, evitando que le viera, pero también sabía que no podía iniciar una batalla con Shun en el medio y su bebé. Con una de sus manos ordenó que sus monjes retirarse, ante el nerviosismo de sus amigos pasó un mensaje mental a Shion para que les calmará, “gran maestro entraré con ellos a mi habitación, en consideración a Andrómeda no los provoquen”. Se volvió lentamente a la habitación y cerró la puerta tras de sí.
Atenea descansó la cabeza de un agotado Hades contra su pecho acariciando sus cabellos, al momento que Zeus y su hijo se apartan para cederle campo a las diosas de actuar, Shun simplemente se dejó hacer, Hera se sentó en su lecho, al igual que Ilitia y éstas alzaron la sábana que le cubría su desnudez, al momento que la Reina de los dioses le tomaba una pierna y le doblaba dándole vista a la diosa de los partos de la zona afectada. La diosa le revisó a conciencia al mismo momento que un gemido de dolor salió de sus labios, al revolcarse al sentir el entuerto en sus entrañas. Nada de que preocuparse, la salida del bebé fue limpia, sin daño más que el necesario al paso del mismo por el canal. Ahora solo esperar que sanes naturalmente.
Hera se alegró, se apresuró a abrazarlo de su torso descansando en su pecho. Me alegra mi querido hermano, hemos venido a dar la bienvenida a tu bebé e investirlo con las honores del primogénito de la casa de Hades. Apenas si podía mantenerse despierto, se sonrió cansadamente. Atenea acariciaba sus cabellos y los besaba, a su vez pensaba en la forma en que se podría disfrutar de su victoria con la cabeza de Shun Diermissen en sus brazos como este momento. Ver la misma angustia en los zafiros de Virgo en este momento desbordada, ante la impotencia de la perdida de lo que más amaba, siguió a su madrastra con la vista, al instante en que la reina de los dioses bordeaba el lecho para acercarse a Brahman, y posaba su mano en el pequeño bulto que se removía entre los brazos de su progenitor quién inmediato buscó la opinión de su esposo, quién asintió y el descubrió a su pequeño, mostrando al nene que jugaba con su mano en su boquita, hambriento trataba de satisfacerse vanamente.
Hera tomó a la criatura en sus brazos y le llevó al lecho al lado de su papi, y allí le depositó en una almohada de satén blanco, y de sus vestimentas sacó dos pequeños frascos de oro macizo con los símbolos del Reinado de Cronos y Zeus, abrió el primero y llevó a los labios de su sobrino algunas gotas de ese elixir, esto es la Ambrosia nuestro alimento, símbolo de que eres un descendiente de la casa de Cronos, tu abuelo. Eres victorioso, hijo de Hades, por lo tanto te unjo con el fruto del olivo, para que mantengas el brillo de tu linaje divino por siempre, con cariño besó sus pies, sonriendo alzó sus ojos tranquilos hacia el Rey del Inframundo, suspirando, soltó suavemente: Es soberbiamente hermoso, cual es su nombre. Hades se sonrió nuevamente y con un hilo de voz, apenas audible, le recordó como que no te imaginas su nombre mi hermosa Hera, si tu me lo proporcionaste, “mi consuelo en mi dolor” ¡Mi Aquiles! Que sea el nombre que siempre pronuncie y tal vez sea el último que mis labios expresen, se dijo en su mente.
Aquiles Tánatos, ese es su nombre, se sonrió levemente antes de dormirse en los brazos de su enemiga más férrea, duerme en mis brazos, amado Hades, pronto lo harás para siempre junto a Cronos. Ella se sonrió al descansar la cabeza de Andrómeda en su regazo al momento que acaricia los lacios y finos cabellos de Aquiles, la emisión del cosmos del pequeño le quemó sus dedos, al momento de disfrutar de los mimos de la Reina de los dioses, sus retinas claras le reflejaban, la diosa de guerra retiró su mano, la cual sangraba, algo que notó Hera, quién de inmediato la auxilio, indicándole a Shaka acercarse.
Lo lamento Atenea, Shiva, es el destructor como dijo tu madre se emociona sin saber emite con fuerza sus poderes. No te preocupes, Virgo, es un joven dios vigoroso, hijo de dos dioses que son guerreros, expresó Ares, quién no quitaba su vista del rostro de Hades, quién dormía agotado en el lecho, Shaka lo acomodó a su lado, descansándolo en su regazo, cubriéndolo con la sábana de la lujuriosa mirada del dios de la Guerra. Atenea con su mirada fulminaba a la criatura protegida en los brazos de su padre.
Zeus se acercó esta vez, caminando elegantemente entre los dioses presentes hasta el lecho, se sentó frente a Brahman, con su mirada seria, le desafío, para luego depositar su mano en el rostro de Andrómeda acariciando su faz, cuando la puerta se abrió y por ella el Emperador de los Siete mares, ingresó de manera apresurada, y con algo de nerviosismo saludó a los visitantes, se caminó aceleradamente al lecho, se hincó entre Shaka y Zeus, atrapando el rostro del Rey de los dioses entre sus manos le saluda con un beso en sus labios. Estaba en mis empresas cuando mi pareja me anunció del nacimiento de mi sobrino, se apresuró a decir, sonriendo hermosamente, Zeus, recorrió sus labios con su dedo. “Si, míralo, es hermoso igual que nuestra adorada Helena. Esta muy agotado, y débil, creo que es el momento de partir, lo dejo en tus manos, Poseidón cuida de los dos, Brahman, no permitas que ningún mal les ocurra, porque no podrás escapar de mi furia.
A lo que Virgo asintió algo cansado, “Zeus, Shun es mi vida, Hades es mi familia y lo que más amo” Zeus se fijó en su rostro, también cansado debido a la angustia del parto, y larga noche casi en vela, las horas anteriores que se declarara el alumbramiento, y asintió:”Aún así no confió en deidades extranjeras y no entiendo como es que el descendiente del primogénito del Cronos rompió con la traición milenaria de ser una deidad griega la que engendrara en su vientre. No lo tomes a mal, pero es una tradición milenaria es la conservación de la sangre de nuestros antepasados.
Suspiró suavemente, no te preocupes Aquiles aprenderá la historia de las dos naciones, eso lo tenemos bien claro, nuestro hijo no perderá ninguna de las tradiciones de sus pueblos, además lo mismo pasará con los que vendrán después sea Hades o yo quién los tengamos, eso no variará, puedes quedarte tranquilo, nuestro hijo es tanto Shiva Rudra, como Aquiles Tánatos. Convino decir al mecer a su bebé que se inquietaba al sentir la falta del calor y aroma de su papi, además necesitaba alimentar, por lo que rebuscaba en su padre, lo que él no estaba en capacidad de darle.
Tanto el Rey de los dioses como los demás visitantes, entendieron ante la exaltación del pequeño, que era la hora de marcharse, así lo hicieron en paz, tan solo Poseidón y Brahman se quedaron en la habitación no sin antes notar el agresivo cosmos de Atenea, hacia ellos, por lo que bajó la mirada a su niño dormido, se lamento tener de despertarlo, a lo que Julián Solo le sonrió con tristeza también. Se acomodó a su lado recostándose frente de él en el instante que dios Poseidón salía de la habitación para brindarles privacidad, y con la firme convicción de anunciar a los demás que todo estaba en calma y además de tranquilizar a su pareja y al alumno del mismo, que estaban con los nervios a flor de piel, al igual que los demás tener a cinco dioses en el templo sin saber si eran hostiles o no, con el recién nacido hijo de Shun y Andrómeda en su estado más vulnerable, estaba haciendo mella en sus paciencias.
Brahman colocó a la criatura entre los dos, y sus dedos trémulos despejaron la frente de su amado, para besarla con fervor. “Shun” le llamó casi en un murmullo, acariciando su mejilla, con sus dedos, volvió a repetir su convocatoria, además su pequeño le llamaba, también como balbuceando, y agitaba vigorosamente sus piernitas, tratando de quitarse sus abrigos. Fue después de rato que empezó a reaccionar abriendo lentamente las protecciones de sus gemas, de esmeraldas, para reflejar algo soñoliento el rostro de su amado Virgo, hasta bajar a su hijo que removía entre los dos chupando su pequeña mano.
Lamento despertarte, sé que precisas descansar, pero Aquiles te necesita, le explicó con sus palabras brotando delicadamente en sus labios, como hablaban en la intimidad, ahora tenían su adorado tesoro entre los dos, con delicadeza Shaka recogió el cabello de Shun, y el mismo acomodó la criatura acercándola a su pecho, para que buscará su calor y alimento y así lo hizo, Shiva se asió de él, vigorosamente, mientras los zafiros sabios de Brahman disfrutaban de la escena añorada en estos casi nueve meses de espera.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Vie Ago 15, 2008 3:25 pm | |
| Poseidón al cerrar la puerta tras de sí, se encontró con los caballeros dorados en pleno ansiosos de saber que había pasado pues sintieron claramente la presencia de su antigua dueña, rápidamente se encontró rodeado de los brazos frágiles de Acuario, quién descansó sobre su torso, y le abrazó contra sí al momento que tomaba su barbilla y asaltaba sus labios en un desesperado beso. Y sus dedos acariciaban su sedosa cabellera, al momento de separarse para declarar algo más tranquilo sin soltar a su amante. Ya todo pasó, Atenea no pudo hacer mucho, pues su padre estaba a su lado, vino más que todo a confirmar que el era un heredero a la Corona del Inframundo, por lo demás todo bien, ahora Aquiles se está alimentando expresó con calidez y la sonrisa de un niño, para luego besar la cabeza de Camus que estaba apoyada en su pecho, sus retinas como los océanos tranquilos, les estudió poco a poco.
El cisne apenas era retenido por Capricornio en sus brazos, Dohko, estaba sentado en una de las gradas de acceso, era atendido por Mü y Kanon quién nervioso no quitaba la vista de su esposo que se mantenía al lado de Shion el primer Juez de Hades permanecía aún en estado de alerta, se topó con sus ambarinos ojos, y después de sonreírle, Wyern relajó su posición. “Esta adolorido, y algo cansado” , le susurro Poseidón, “pero es normal, para lo acaba de suceder, es por eso la inquietud en sus cosmos, además es la ruptura de la unión de Aquiles y Hades, lo que causa el desequilibrio, en ellos, sin embargo ya Shaka esta trabajando en los dos, así que tan solo muchachos es de esperar”.
Y Aquiles es bastante fogoso, y astuto, les contó, ya lastimó a Atenea, y eso que tan solo le tocó el cabello, junto a Hera, el pequeño sintió sus intenciones, es poderoso como sus padres. Así que caballeros, creo que sería bueno terminar descansar, ellos por el momento necesitan estar a solas, expresó abrazándose más a Acuario, y asiendo su barbilla, besó suavemente sus labios, creo que el nacimiento de nuestro sobrino nieto, debe celebrarse con sus permisos amigos, Camus se sonrojó ante el comentario. “Julián” le reclamó suavemente, el mismo murió entre los labios del Emperador de los siete mares que no pierde tiempo y le toma en brazos desvaneciéndose con él.
Radamantis algo nervioso, se vuelve hacia la puerta de la habitación mordiendo su labio inferior, apoyó su mano en el muro de piedra, estaba molesto Atenea se había acercado a su Rey, y no pudo hacer nada para evitarlo, la sangre resbaló por su barbilla, estaba distraído pensando en como redoblar la guardia o si era el momento de volver al Inframundo, cuando los cálidos brazos de Kanon, se aferraron a su cintura y su cabeza descansó en su espalda. Y el primer juez sonrió levemente, agarrando suavemente las manos de su amado marina, sabes Wyern, creo que voy a seguir a mi señor en su apreciación, vamos a nuestra habitación, quieres. Ves también puedo ser obediente, como tú, le bromeo besando su cuello. Kanon, que pretendes, su voz apenas audible para su esposo. Quiero a mi hombre en mi lecho, le afirmó con voz seductora. Shun ahora está con Shaka, ellos permanecerán en ese recinto un buen rato, ya Atenea tiene su curiosidad satisfecha, no atacará el día de hoy, es astuta como la víbora que es, no se expondrá hoy, además Poseidón a puesto una barrera nueva, ya que la del Rey del Inframundo debido a su estado, no pudo ser contenida, más.
Le asió de su barbilla, limpiando con sus dedos la sangre que resbalada por ella para después lamerlos, en un elegante movimiento. No tienes remedio, Kanon. ¿Qué voy ha hacer contigo? Se quejó sonriéndole suavemente.
Es que acaso tengo que recordarte, lo que podemos hacer juntos, cariño. Le guiño, asiéndolo de las manos, le guío hasta su habitación, así como los demás volvían al refugio de sus recámaras, y los monjes volvían a sus labores, este día ellos se encargarían de la atención del templo, de proporcionarle todo lo que su amo necesitará.
Shaka, pudo percibir como sus amigos se retiraban a sus habitaciones, sin dejar de acariciar el rostro de Andrómeda, suavemente, no había tenido problemas para alimentar a Aquiles, pero debía ayudarle con una alimentación que le suministrará más energía, para ello. Suspiró, al besar su frente. ¿Estás cómodo, Shun? Sus palabras fueron casi murmullos, para no despertar a Aquiles que dormía entre los dos calidamente resguardado, ambos llevaban un buen rato tan solo observándolo dormir, en silencio sonriéndose de vez en cuando y besándose. Hasta que un cosmos querido de nuevo hacía su aparición, Iki de nuevo, regresaba al cerciorarse que Atenea y los dioses se habían alejado lo suficiente. Hermano te esperamos suspiró Andrómeda con su voz cansada, como todos los días, y en especial este te prometí no dejarte solo a ninguno de los dos.
Besando el hombro de su hermano, se recostó con ellos en el lecho abrazando a Andrómeda contra su cuerpo, el abultado vientre de Iki rozaba su adolorida espalda, y el leve calor del cosmos del Fénix, calmaba las constantes contracciones del vientre, vacío de su hermano volviendo a su forma original. Tanto mi niño como yo, estamos felices. Le expresó rodeándolo, con sus brazos. A lo que el caballero divino del sacrificio sonrió. Pero realmente fue difícil que este hermoso niño saliera, pero ambos estuvieron muy bien, prácticamente no tuve que hacer nada más que sostenerte en el agua.
La pareja asintió, no crees que deberías, decirle la verdad a Aioros, hermano, Brahman le inquirió suavemente. Los zafiros acerados del mayor de los Diermissen se posaron en su rostro, entrecerrándolos, negó rotundamente: No lo haré, nosotros de alguna forma podemos defendernos, contra ellos. Pero si el Olimpo se ha opuesto a tu matrimonio con Shaka porque es una divinidad extranjera, que pasará cuando conozcan que yo tengo por marido a un mortal. Expresó desanimado.
Suspiró escondiendo su rostro en los perfumados cabellos de su hermano, Shun se removió lentamente entre sus brazos hasta descansar en su pecho, disfrutando del refugio poderoso del torso de su Ni-san. No puedo exponerlo, soltó lentamente sus palabras, nuestras cabezas son las más cotizadas por Atenea, sé que me ha seguido al Inframundo, tiene sospechas de que me encuentre allí, pero lo mejor es que piensen que no tengo ningún interés en él. Para engañar a tus enemigos, lastimosamente hay que engañar primero a tus amigos.
Si nos llegará a pasar algo, Shun, que será de nuestros hijos, sé que Shaka peleará a nuestro lado en poder es un igual, yo no puedo esperar eso por Aioros, he visto lo que le hizo Atenea a Seiya, y Sagitario en ese sentido está indefenso, aún tiemblo por el momento que casi borra mi memoria de nuevo si no fuera por Hécate, Aioros hubiera estado en verdadero peligro, le prefiero que me odie o que lloré por mi desaparición, a asesinado y humillado de nuevo. Terminó de decir, para preceder a un silencio incomodo, nadie le podía refutar sus palabras, tan sólo la respiración de los tres, como estos últimos meses, desde su separación un secreto compartido por tres. Ahora el silencio roto por el dulce suspiró del reciente integrante de la familia. Que dormía apegado a su padre.
La verdad, hermano yo te prefiero en el Inframundo, solo espero el momento en que pueda trasladar sin problemas a Aquiles y estaremos juntos de nuevo, y sabes que Aioros entrará conmigo a nuestro Reino, no puedo evitar que te encuentre. Además no permitiré que estés solo cuando nazca mi sobrino, ambos Shaka y yo te ayudaremos con tu bebé.
Paris y Aquiles, de nuevo vuelven a esta tierra, se sonrió Iki, espero que en esta época se puedan llevar bien, expresó en el momento que Shun le acariciaba el vientre, y Paris reaccionaba a su presencia, cuando Aquiles se durmió completamente Shaka se incorporó del lecho. Para colocar al pequeño en su cuna, y acercarla al lecho dónde se encontraban los dos hermanos. Se sonrió al verlos que le inquirían en silencio. Cerrando el toldo soltó el aire lentamente: "es momento de que comas algo amor, debes recuperar energía, iré por algo ligero", le expresó al sentarse de nuevo en el lecho y pasar sus dedos con delicadeza en el sedoso cabello de su esposo. Después de comas algo cambiaré las comprensas. Por mientras aprovecharé que todos duermen excepto mis monjes para salir.
Iki, en verdad, debes tener más cuidado al salir de los Campos Eliseos, no queremos que Atenea te descubra. Ya tienes cinco meses, es mejor que no hagas muchos esfuerzos tu poderes están inestables por el niño, al igual que Shun, Paris, se alimenta de tu cosmos, sangre, aire y alimentación tu le ayudas a vivir, hasta que esa unión sea rota, no debes exponerte, hazlo por Paris. Le convino a decir Shaka al momento que se inclinó para besar el hombro desnudo de Andrómeda con devoción, aún así cariño no has recuperado la estabilidad de tu presencia, tu fuerza fluctúa debido a la separación de Aquiles de tu cuerpo. Nuestro hijo posee gran parte de tu cosmos, pero también del mío, más su propia fuerza, como explicarles.
Lo sé cariño, mi mente tenía que controlar tres poderes al mismo tiempo que había veces discutían entre ellas, pero también es maravilloso era como tener dentro de mí una parte de ti, también de eso ten seguridad que lo fue mi gran gozo. Expresó al acunar entre sus manos la de Virgo, quién le sonrió al capturar sus labios en un apasionado beso. Vaya muchachos, esto si estuvo bueno, comen delante del hambriento, no se vale, les regaño con su tono de siempre entre irónico y divertido. Pero no me hagan esas caras, me alegra molestarlos es lo único por lo que no me regañan en mi estado, es lo único que me queda hasta que mi bebé nazca. En cuanto al desayuno que piensas traer Shaka no te olvides de Paris y de mi, ya mi niño se resiente de mis desvelos. Determinó haciendo un puchero, a lo que Virgo asintió. No me he olvidado de mi sobrino, el también debe alimentarse así que tengan paciencia, será solo unos minutos.
No se retuvo más se dirigió hacia la cocina del templo, después de cambiarse de túnica y recogerse el cabello en una coleta, apenas el día comenzaba hacia unas cuantas horas, e iba hacer largo, pensó al momento de salir del recinto, cerrando la puerta tras de sí. Por su parte Iki acunaba entre sus brazos a su hermano menor que el consuelo de sus caricias empezaba a quedarse dormido de nuevo, escuchando el latido tranquilo del mayor, que jugaba con sus cabellos esmeraldinos. Ni- san, quería tener esta conversación a solas contigo, se sinceró casi en un murmullo, al cual el Fénix contestó con un pequeño gruñido. Atenea ya tiene certeza que el Inframundo tiene un nuevo heredero, mi propio bebé en su inocencia determinó su culpabilidad.
Iki resopló: Deja pensar en una tragedia que evitaremos, Atenea no se acercará más a ti y a mi sobrino, de eso nos encargaremos todos tus ejércitos inclusive el travieso de Seiya se preparan con ahínco para hacerle frente a lo que venga. Pegaso se ha recuperado satisfactoriamente, ya tiene a los pobres de Minos y Eacos vueltos locos, que con gusto cambiarían guardia con Radamantis, Pandora, por su lado ha estado cuidando de mi y a su vez, tratando de engañar a Aioros, mi esposo tiene la certeza de que estoy escondido en los Eliseos, y no se da por vencido, no se que hasta que momento podremos guardar más tiempo el secreto. Me duele el verlo sufrir así, Andrómeda le escuchaba al mismo momento que acariciaba su vientre, y su sobrino se removía dentro de él.
Con dificultad se incorporó hasta casi sentarse, emitiendo un gemido ahogado, a lo que Iki se apresuró a abrazarlo contra sí, no debes moverte Shun, todavía no, es cierto que el parto fue tranquilo pero no indica que no estés lastimado, Aquiles abrió tu cuerpo como el canto de esos monjes lo expresaron, como un loto recién abre sus pétalos. Yo mismo tiemblo cuando llegue mi momento, se sonrió tu temblabas en mis manos, aunque no te quejaste. Tenías una meditación muy profunda, pero igual sentías el dolor. Ahora hazme el favor, de no moverte más pequeño. Mas Andrómeda le retuvo su mano, con firmeza. Iki, quieres estar cerca de Aioros de nuevo, si es así daré el permiso para que él pueda entrar a los Eliseos, esto se mantendrá hasta que tu lo desees, es por ti que aceptamos esta locura.
Sabes porque no puedo darle a conocer mi ubicación aunque me muera de ganas de hacerlo, le recordó besando su frente, si algo nos ocurriera, los primeros en salvarse serían nuestros niños, y Pandora, Aorios y los demás les protegerán. Que mejor que Aioros para que se haga cargo de Aquiles y Paris, no crees, esa será su recompensa por mi desaparición, pero en cambio si se entera de nuestros planes querrá participar y será el eslabón más débil de la cadena. Suspiró cuando su hermano posó sus dedos en sus labios suavemente.
No pienses esas cosas, como dijisteis Atenea ya no tiene poder sobre nosotros nunca más, con delicadeza delineó la piel de su hermano que cada vez adquiría un matiz más parecido a la suya propia, el Inframundo les daba es etéreo color blanquecino del mármol llevaba más de tres meses sin ver la luz del sol, que le daba una profundidad más dramática a sus zafiros. Sus esmeraldas le contemplaban con adoración, su querido Ni-san, tomó todo el aire de sus pulmones, para descansar en su pecho ancho, caluroso y fuerte, como el Muro de los Lamentos.
Última edición por goddesniquel el Lun Abr 12, 2010 11:51 am, editado 3 veces | |
| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
Cantidad de envíos : 667 Edad : 49 Alas de Fuego : 310088 Fecha de inscripción : 04/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Vie Ago 15, 2008 3:30 pm | |
| Iki, mi querido hermano, gracias por estar aquí cuando más te necesitaba, le expresó con su voz afectada por el cansancio, lo que preocupó al mayor, quién le abrazó fuertemente a su cuerpo, y con delicadeza le alza el rostro, para inquirir en él. ¿Shun? Su voz sonaba preocupada su hermano sudaba frío, y su cuerpo temblaba contra el suyo. Con delicadeza le acomodó en el lecho entre las almohadas buscándole la posición que el mismo se colocaba cuando su espalda le molestaba. ¿Ahora estas mejor? Le cuestionó casi en un susurro para no despertar a su sobrino, que dormía en la cuna al lado suyo. Andrómeda asintió con sus ojos cerrados, mientras su respiración se acompasaba en un rítmico respirar el mismo cuando se caen en un profundo sueño, las caricias y masajes amorosos del Fénix, le fue relajando hasta que logró descansar su adolorido cuerpo. Iki soltó todo el aire que pudo, al levantarse con cuidado de no despertarlo ni hacer un mal movimiento, se incorporó completamente del lecho tras cubrir a su hermano con una sábana e ir al baño por una toalla, la cual mojó un poco y se la colocó en el cuello, para brindarle algo de frescura en ese caluroso día. Su hermano se veía agotado, por lo que no intentó en despertarlo más, caminó hacia el pequeño que aún dormido como Hades emitía su poderoso cosmos, llenando el recinto se acercó a la cuna, y descubrió el bebé de su estirpe, el pequeñito adoptó la misma posición de su hermano al descansar y su rostro se iluminó ilusionado, aún ellos estaba unidos, en sus acciones eran tan parecidos pasó sus dedos por sus mejillas suaves y sonrosadas, su piel estaba tibia, sus cabellos de oro sedosos y tan brillantes, era un bebé robusto. Sus bracitos eran bastante rellenitos así como sus piernas. Su nariz todo era tan perfecto, su hermano era más pequeño cuando nació, pero igual de suave y ese aroma dulce que emana de Aquiles era el mismo de su Andrómeda, su pequeño nene.
Con delicadeza lo tomó en brazos descansándolo en su pecho y se sentó con él cercano a una de las ventanas que daban al jardín, no le importaba ser visto, la verdad quería disfrutar de ese cálido aroma de antaño soñó con tener a su bebé de la misma manera, y mejor aún a los dos niños en sus brazos, Aquiles se acurrucó en su pecho y su respiración suave le acariciaba el brazo, así que eras tu el pequeño que me daba guerra dentro de mi amado hermano, eh Aquiles, que te ha parecido, el mundo. Le preguntó al momento de mecerlo entre su abrazo. Mi dulce bebé, no sabes como me alegra que la estrella que te cubre sea una estrella de fortuna, tienes a tus padres a tu lado, a tus tíos que te adoran. Un primo en camino, el cual será tu propio hermano. Tu futuro es brillante, estás protegido por dos naciones, que te idolatraran. Cerró sus ojos disfrutando de esa paz que amaba tanto y que desde pequeño no disfrutaba, su mente voló al tiempo que sus padres estaban vivos, que su madre sonreía al abrazarlos con ella y los mecía de la misma manera, esa sonrisa, que adoraba al momento que iluminaba el rostro de Shun.
El ruido del crujir de la puerta al abrirse lo sacó de esa remembranza, y se encontró con virgo acompañado de dos sirvientes, los cuales dejaron las bandejas con el desayuno en una mesa que habían portaban consigo, así como las sillas necesarias, Fénix le sonrió: Pronto vendrá Hécate y tendré que irme, se lamento. Esta será la última vez que pueda salir del Eliseo, Shun tiene razón, no puedo exponerme más. Quiero tener a mi sobrino así por los meses que no lo tendré conmigo, hasta que ambos puedan viajar sin peligro. Brahman asintió al momento de acercarse al lecho dónde su amado dormía, suspiró algo abatido se sentía culpable de su debilidad y de todo el dolor por el cual había pasado, sus zafiros se centraban en su rostro pálido, en las hebras de su cabello que caían sobre el mismo y con cuidado le despejo esa amada fisonomía besando su tez. Se empeñó en ser el que tuviera nuestros hijos, expresó casi en confesión a su cuñado, ¿Mira como esta? Desesperado llevó sus manos a su rostro, cubriéndolo, lleno de angustia. El es muy estrecho, no sé como pudo …
Shaka, deja de decir tanta barbaridad, ves este pequeño aquí en mis brazos el culmino del gran amor de los dos, y es la mayor prueba que te ha dado mi hermano. Shun te dio este niño porque el mismo lo ansiaba con todas sus fuerzas, este es el encuentro de sus cosmos, es el vigor de los dos, y por lo que dices has sentido el dolor de tu esposo como tuyo, no hay nada de lo que debas lamentarte, nuestro Andrómeda te dará los hijos que ambos deseen, sin ningún problema. Y si quieres, pues el próximo tenlo tu, así quedan a mano te parece.
Andrómeda se río suavemente, vaya con mi familia, y abrió sus párpados nuevamente. Shaka, nuestra nueva estirpe, vendrá por mi vientre, es algo que ya pactamos, aunque no te negaré si realmente es tu deseo que tus entrañas conciban, yo te complaceré. Se sonrió tan dulcemente que hechizó a sus interlocutores con su mirada, pero después no te quejes si no te puedes sentar como me pasa a mi ahora. Saben algo muchachos, no quiero ver esas caras en los dos, yo estoy bien, algo cansado pero no es para menos. Algo incomodo, y además mi querido esposo, creo que voy a necesitar tu auxilio en este momento. Le indicó algo sonrojado, y Brahman inquirió en su rostro con preocupación. Shun se sonrió nuevamente y soltó casi como un niño descubierto en una mala acción: pues creo que necesito ir al baño.
Con cuidado le tendió los brazos a Shaka quién no pudo más que iluminar de nuevo su rostro en un gesto de alegría, a ver de nuevo ese carácter dulce, a veces bromista de su esposo y le alzó con cuidado y se dirigió con él al cuarto de baño, cruzaron la habitación pasando junto a Iki y unas esmeraldas brillaron con picardía guiñándole con elegancia, a su hermano, que le hacía esa cara de travieso que solo Fénix podía hacer. La mano que se apoyaba en la espalda de Brahman le hizo un gesto de despedida en el momento que Virgo cerraba la puerta tras él.
Iki bajó su vista aun sonriendo al pequeño que se movió de forma involuntaria, sus manitas en un sueño, le acomodó mejor en uno de sus brazos, para sentarse a la mesa que habían dispuesto, tomando algo de jugo, para calmar su sed, suspiró esperando a que sus hermanos salieran del baño. Cada vez quedaba menos tiempo, la Hechicera vendría por él, en esos pensamientos Paris pateo contra su vientre, como algo celoso, de su primo.
Entonces su mente viajó al momento que dormía a Shun de la misma manera que ahora lo hacía, nunca pensó tener de nuevo un bebé en sus brazos ni menos que fuera el pequeño hijo de su hermano, ni que en su vientre crecía el suyo propio, siempre se vio como el indomable Fénix, orgulloso e inalcanzable. Paris mi niño este es Aquiles tu primo, será casi tu hermano mayor.
Aquiles el que te llama es Paris, tu hermano menor. Le expresó acercándolo a su vientre, sin darse cuenta que tanto Shaka como Shun estaban a su lado, Virgo se agachó hasta quedar a la altura dónde el Fénix se encontraba con su niño en brazos, sentando a Andrómeda en una de sus piernas, aún sosteniéndole de su cintura.
Shun guío su mano al vientre de Iki, acariciándolo sobre la fina tela de su túnica de color índigo, y en el proceso tomo el pequeño pie de Aquiles entre sus dedos para masajearlo con delicadeza y le acercó a sus labios para besarlo y la misma acción hizo con el vientre de su hermano, para luego encontrar sus esmeraldas con las gemas del Fénix, que se estremeció ante esa elegante y delicada muestra de cariño. Ellos eso serán justo como tu y yo. Por que así les enseñaremos, es la forma en que siempre hemos vivido cuidando uno del otro y no espero menos de nuestros hijos, proclamó con suavidad pero con la certeza de la convicción.
De eso no tengas dudas, a ellos se unirán los que vengan después y los de Pandora, cuando la vea le diré lo hermoso que es su sobrino, que estás bien, la pobre deseaba venir más que nada en este mundo, pero el Inframundo no se puede quedar sin cabeza. Además sirve para que ponga en cintura a Seiya mientras yo no esté. La mano que tenía libre viajó hasta la mejilla de Andrómeda acunándola con devoción. Ahora es momento que comas algo, no me iré Hécate hasta que le vea alimentarse como es debido.
La diosa se materializó tras la joven pareja que eran sus monarcas, para postrarse ante ellos, con su rostro bajo esperando sus ordenes. Brahman suspiró llenó de felicidad, y con delicadeza se incorporó con su apreciada carga entre sus poderosos brazos, para luego sentarlo en una silla al lado de su hermano.
Al colocar una silla más alrededor de la mesa se dirigió a Hécate: Hechicera, levántate, comparte la mesa con nosotros, aquí en mi templo eres de nuestra familia también. El desayuno transcurrió entre risas, anécdotas de cuando eran pequeños, lo que la diosa conocía de cuando Iki y Pandora eran pequeños, Andrómeda escuchaba aquellas historias de sus hermanos mayores con ilusión, y los zafiros de Brahman se perdían esa expresión de admiración, ahora conocía sobre su familia, como era el carácter de Mihael, la bondadosa y cariñosa Helena, comprendió que Shun era el compendio de sus progenitores, esa firmeza, fidelidad y entereza Mihael Diermissen y aquella elegancia, bondad, cariño, amor de Helena Solo.
Iki se abrazó a Andrómeda, con fuerza como no deseando irse, así se quedaron en silencio un gran rato, sin mediar palabras, tan solo sintiendo sus presencias, para luego separarse, sin volverse a ver, y como la brisa Hécate y Fénix abandonaron la habitación, mientras unas esmeraldas y zafiros se buscaron encontrándose en una silenciosa afirmación. Una delicada mano le esperaba tendida hacia la suya y el mayor la tomó para sentarse a su lado y ambos se dispusieron a descansar uno al lado del otro, con su hijo recostado cómodamente en su cuna adormecido después de haber sido alimentado.
Alemania.
La Reina del Inframundo caminaba estrujando su mano nerviosamente, hacia varias horas que Iki y Hécate habían partido, al sentir la alteración de energía de Shun, el parto les había tomado de sorpresa, esa tarde. Ahora en el Templo de Hades en el Eliseo, vagaba de un lado a otro frente al altar de piedra dónde se encontraba la tumba de su padre, el cual emanaba suavemente su energía como para calmarla, se encaminó al que fue su lugar de reposo hincándose frente a su sepulcro descansó su mejilla contra la fría loza de mármol negro. Nadie en absoluto se había atrevido a seguirla a ese lugar, después de calmó otra crisis del antiguo caballero de Pegaso, quién al sentir la ausencia del mayor de los Diermissen, y la conmoción de energías que viajaban por todo el mundo subterráneo, apenas sus espectros pudieron evitarle una desgracia. Apenas cubierta con su túnica y sus cabellos borgoñas libres sobre sus espaldas, así como sus pies descalzos le daban la apariencia de ser una estatua más de ese salón, con su rostro tan pálido como los monumentos a sus antepasados le daba ese aspecto de otra lúgubre obra de arte.
Cerró sus párpados tratando de recordar el abrazo tranquilizante de su padre, su calor y aroma, se encogió sobre si misma deseando que Iki, regrese pronto para no estar tan solitaria como tantos días antes que pudiera contemplarlos de nuevo. No pudo evitar que sus lágrimas bañaran su rostro, ese dolor de nuevo invadió su corazón. Podía entender perfectamente, el alma de Seiya, ya que ella misma padecía de ese desamparo de haber perdido todo lo que amó durante tanto tiempo, ni siquiera el agua del Lete, la había ayudado con esa angustia penetrante.
Cuando el odio y el ansia de venganza son tan fuertes, en su caso siendo señora del Inframundo, su beneficio, no sirvió de bálsamo, solo el saber que Atenea pagaría por todas las desgracias que ocasionó era su aliciente más ferviente. Su voluntad y estado de alerta se encontraban totalmente en el suelo, no supo en que momento sollozaba en el pecho cálido y fuerte de su hermano mayor quién había regresado de Rajastán para encontrarla en el mausoleo familiar. Sus manos aferraron con fiereza su túnica, sin dejar de disfrutar las constantes caricias, hasta que la hizo descansar en su regazo, y la dejó desahogarse en silencio, con la fría pared del sepulcro de su padre en su espalda, apoyó la cabeza contra ella cerrando sus ojos, permaneció en silencio respectando la melancolía de su pequeña hermana.
Hécate como siempre guardaba su vigilancia sobre el Trivium. Cuando regresó buscó en el templo a Pandora, pero las habitaciones estaban vacías, así que no tuvo duda de encontrarla en ese lugar como tantas noches cuando su angustia la gobernaba. En el silencio impuesto por los dos, escuchó el eco de unas pisadas, suspiró que sería alguno de su lugar tenientes para avisar de alguna trifulca en algún lado del Inframundo. Suspiró cansado, sabía que Pandora ahora no estaba en condiciones de atender las largas audiencias que siempre sucedían en estos casos. Asiéndola de sus hombros la incorporó con él. Ve a dormir, no te encuentras bien, yo me encargaré de lo que sucede. Le expresó al momento de besar su frente y acallar su refute con sus dedos. Ya saben de mi carácter, le guiñó suavemente, apenas me vean sentado en el trono de nuestro padre, te aseguró que todos se arreglaran antes de tener que lidiar conmigo. Se sonrió con picardía, al abrazarla y disponerse a encaminarla a su habitación cuando de las sombras de ese mausoleo, vio al guerrero que se acercaba a ellos, envuelto en las tenues llamas de las antorchas que brillaban en ese parpadeante destello milenario.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Vie Ago 15, 2008 3:33 pm | |
| Y se detuvo en seco, logrando que su hermana fijara su vista en su rostro desencajado, para luego seguir la dirección de sus zafiros. ¿Aioros? Murmuró igual de impactada que su hermano que se había quedado sin voz de la impresión con su rostro totalmente serio.
Con su corazón desbocado Fénix, tragó en seco, no sabía cuanto tiempo podía mantener ese teatro que se había montando, apretó el cuerpo de Pandora contra sí, y ella también hizo lo mismo, para demostrarle el apoyo que le brindaba con su presencia. Iki la separó de él con delicadeza, tomando su rostro entre sus manos limpió el rastro de sus lágrimas con sus pulgares, ve a tu habitación, Pandora pronto te seguiré, le expresó como un susurro besando su frente. Al momento que Aioros se decide a hablarle: Vaya he tenido que esperar a que todos bajaran la guardia por el nacimiento de nuestro sobrino, para poder colarme al Eliseo, amor. Le expresó con sus ojos entrecerrados y avanzando peligrosamente con su cosmos al máximo nivel, acortando la distancia con los dos menores. Pandora de inmediato se colocó frente a su hermano llamando a su lanza en el proceso la cual en un destello cegador apareció en su mano para con ella rozar el cuello del mayor.
Pero las manos del Fénix en sus hombros la detuvo: Pandora vuelve a tu habitación, le ordenó con voz firme, sin dejar de mirar las esmeraldas de su esposo. No te preocupes, veré lo que quiere Sagitario, sabes que una audiencia no puede ser negada a nadie. Como te dije yo me haría cargo de ésta. La joven se volvió entre sus brazos, suspiró algo cansada: Como gustes Iki, no te tardes mucho necesitas descansar a tus horas. Le indicó al ponerse en puntillas para besar sus labios. Gracias, pequeña. Le susurró a su oído abrazándola a su cuerpo y ella asintió al momento de separarse de él y caminar entre los dos mayores, de manera altiva, hasta cruzar su mirada con el Sagitario. El cual le sonrió levemente, para luego dedicarse a contemplar a su esposo, el cual se le había escondido todos estos meses.
Espero a que su cuñada abandonara el recinto, y denotó como Fénix le volvía la espalda, sin querer mirarlo, con su túnica levemente bañada del rojizo resplandor de las llamas eternas del lugar de descanso de los descendientes de Hades. Esperó a que el menor le dirigiera la palabra pero esto no se dio. Lo que causó aun más su enojo, mientras Iki en su mente rogaba a Hades y a Poseidón porque se fuera y que se tratara de una ilusión su presencia en ese lugar, pero un rapido movimiento de su esposo lo arrincono contra la fría piedra de ese mausoleo. Y no supo en que momento sus labios se vieron conquistados por los Aioros, en un desesperado beso que logró que sacará de su alma el dolor oculto de tantos meses sin estar a su lado, sus manos traicioneras rodearon el cuello de su esposo, así como sus brazos fuertes le alzaban en vilo.
Las manos ansiosas del mayor acariciaban su espalda y sentía como su vientre rozaba contra el suyo, y esa sensación le fue sublime, abandonando sus labios, degustó su cuello, el aroma que despedía le inundó los sentidos, causándole un gemido ahogado de excitación. Poco a poco le fue despojando de sus vestiduras así como las suyas también abandonan su fisonomía. Se separó de él apenas lo necesario para contemplarlo completamente, su mano viajó a su vientre y sus ojos se llenaron de lágrimas de orgullo y emoción, sus dedos le tocaron suavemente su piel, temblando al momento que él bebé se movió dentro de él y un sollozo salió de sus labios acompañado de una hermosa sonrisa. Nunca pensé que llegaría este momento, expresó ahogado. E Iki no pudo ocultar más su amor hacia él. Es tu hijo que te extrañaba, Aioros.
Si crees que te he fallado por no contarte con quién fue mi primera vez, quiero que me perdones, Iki. Es que él no significa nada para mí. Los dedos del Fénix le acallaron. Negando con su cabeza sin todavía pronunciar palabra alguna. No es eso, apenas le pudo decir. Aioros crees que no sabía o no sospechaba que fue Saga, que no lo leí en tu mente desde nuestra primera vez juntos. Le susurró viéndolo a los ojos. Y cuando quiso separarse del mayor para obtener algo más de espacio. Sagitario se lo impidió con firmeza. Al momento que le ladea la cabeza con cuidado y sus labios se succionan su cuello, rindiendo a sus deseos a Iki, quién de nuevo presa de sus sensaciones le besaba, susurrando su nombre. Aioros marcó esa extensión con su boca así como se adentraba lentamente en su interior uniéndolos en un solo ser, reclamándole como suyo únicamente. Explícate Iki porque realmente no entiendo lo que quieres decir. Le expresó en el momento que le acariciaba el rostro, haciendo que el le pusiera atención, con ese leve masaje. Y sus labios degustaban los del Fénix. No quiero perderte, Aioros, se confesó el menor.
Sagitario suspiró en el momento que arremetió contra Iki suavemente, sosteniéndole de la cintura, se empezó a mover mientras Fénix se recostaba en su hombro, y le contaba todos sus temores, y el plan que Shun y él elaboraron todo este tiempo. Aioros, solo se dedicó a escucharlo y a amarlos con toda la pasión contenida en estos días y colmar el cuerpo de menor de su mismo vigor, el revoleteaba dentro de sus espíritus, su danza cada vez más frenética, más demandante, departe de los dos, dónde no existía ni él uno ni el otro, solo un pensar una sola voluntad, uno solo sentimiento su gran amor. El de Iki que le quería vivo aunque lejos de él, el de Aioros, que no vivía sin Fénix a su lado. Hasta que ambos estallaron en su ritual impregnándose cada uno de sus esencias. Iki se durmió entre sus brazos, y él mayor se sonrió al momento de cubrirlo con su túnica para después acomodarse sus propias vestimentas y con su esposo dormido entre sus brazos, se dirigió al cuarto que estaba destinado al mayor de los Diermissen, pasando entre los jueces, que le cedieron pasó ahora nadie le apartaría de su niño. Ni el mismo Iki lograría esa hazaña, se dijo. RajastánComo a la media tarde, fue que se decidieron todos a visitar a Shaka y a Shun en su recámara esperando al que Andrómeda descansara al igual que Virgo. Recién hace unos minutos Shaka acababa de atender a su esposo, que en estos momentos mimaba a su pequeño bebé entre sus brazos. Mientras Shaka buscaba algo de ropa para arroparlo por el cambio de clima que se daría al momento de que el sol se ocultase. Adelante por favor, les indicó al momento que llamaron a su puerta y el primero en asomarse por ella fue Hyoga, seguido de los demás. Que se adentraron felices en el recinto, Shun les recibió con su rostro iluminado por la felicidad que disfrutaba. Un pequeño balbuceo de Aquiles hizo que todos esos guerreros se deshicieran en alabanzas por cada uno de sus gestos. Hyoga fue el primero en acercarse al lecho sentándose al lado de su hermano afectivo, con sus diamantes, iluminados por la emoción del momento. Hyoga, este es tu sobrino Aquiles, le expresó al momento de depositarlo en sus brazos con cuidado, y éste le acomodó a contra su pecho. Es tan pequeño, aseguró. Así es, convino a decir, Andrómeda, acomodando la cobija de su hijo. En esos instantes Dohko se sentaba a su lado para abrazarlo cariñosamente, descansándolo en su pecho. Lo has hecho muy bien Shun, sus dedos acariciaban sus cabellos, ese leve movimiento hizo que diera un respingo de dolor, ya que le dolía inclinar su cuerpo, de esa manera. Libra le descansó en los almohadones que Shaka le tenía en el lecho. Estas muy lastimado, pequeño, no te muevas tanto, Mü, Shion, por favor ayúdenlo con sus poderes curativos.
Dohko le hizo señas a Hyoga que se incorporara con el niño, al momento que Virgo y él levantaron la sábana que cubría al príncipe del Inframundo y ambos lemurarios se acercaron viendo el cuerpo del pequeño que en su cintura y cadera se podía ver el vendaje que su esposo le tenía junto sosteniendo aún así las comprensas que debía llevar por algunos días. Mü tragó en seco viendo que Andrómeda se encontraba algo pálido además se veía que a duras penas se mantenía despierto. Las manos de los dos caballeros del signo de Aries hicieron destellar sus manos guiando sus energías a su vientre y caderas. Sin embargo Shion fue más allá de eso asió con fuerza la cadera de Andrómeda, para ver cuanto había cedido y si era necesario volverla a montar en su lugar, esa acción hizo que todo el aire que retenía Shun en sus pulmones se viera cortado por el dolor que sintió.
Listo al menos ya no te molestará el acomodo de la cadera en su lugar, ya lo he hecho yo, le expresó seriamente, pero no puedes moverte de tu lecho más que lo necesario Andrómeda, hasta que sanes completamente, eso sería dentro de unos días. Yo me encargaré junto con Afrodita del cambio de tu alimentación, la pareja asintió, al momento que Brahman cubría de nuevo a su esposo. Ha sido un día largo amigos, nos gustaría platicar más, pero Shun debe descansar. Expresó al momento de suspirar algo cansado.
Afrodita se dispuso de manera inmediata a ayudar, cerrando el grueso cortinaje oscureciendo el ambiente. Concuerdo con Virgo, lo mejor en este momento es el descanso mañana vendremos mas rato para verlos, dentro de un rato te mandaré un poco de sopa. No debe comer nada pesado por el momento. Kanon quién este momento sostenía a Aquiles en sus brazos, y se lo enseñaba a Radamantis quién fijaba su vista de manera preocupada en su Rey se sonrió al ver a su pequeño príncipe asir unos mechones del cabello de Dragón marino. Quién trataba de devolverlo a su padre, para retirarse.
El primer juez hizo una reverencia ante su monarca pero Shun le tendió la mano para asir la de su guerrero más poderoso, besándola cariñosamente, en señal de agradecimiento por todas sus preocupaciones, hasta que sus ojos se cerraron nuevamente a causa del cansancio. Tres meses después.En sus brazos, Aquiles golpeaba el agua en que se bañaba junto a sus padres, Shaka, se comportaba como su hijo jugado con él, y a su vez abrazaba a su esposo, la criatura se removía vigorosamente entre los brazos de su papa, al tener tres meses de edad, era un niño muy altivo, pataleaba en el agua y giraba su cabeza tratando de seguir con sus pequeños ojos el rostro de Brahman. Shun reía amenamente, al contemplar aquel hermoso coloquio de su familia, siempre atesoraban esos momentos juntos, en las tardes la pasaba generalmente en el jardín de los salas gemelos, mientras Shaka meditaba Shun, mimaba a Rudra, quién se ponía igual de serio que su padre en esos momentos, Aquiles buscaba en todo momento sincronizarse con los dos.
Al mediodía el rigor del templo le hacía presentarse a audiencia, con su bebé, al cual sentaba en su regazo, y los habitantes de los alrededores venían a buscar los favores e iluminación de Shiva, una de sus principales deidades. Así como a conocer a su papi, nueva deidad de su pueblo, una divinidad de tierras extranjeras al que el gran Brahman había convertido en su todo. Esto ocurría todos los días, el mismo atendía todas las peticiones que su nuevo pueblo le hacía, así como sus empresas se encargaban de dar trabajo y alimentación al pueblo de la India.
Esa mañana un nuevo día comenzaba, ese baño era un ritual que los tres compartían, ninguno de los dos deseaban separarse de Aquiles, en las noches dormía sobre el pecho de su padre, quién acunaba cerca de su corazón sus principales tesoros, trataban de estar el mayor tiempo posible juntos. Shaka suspiró al ver que el baño se había extendido demasiado, besando el cuello de Shun entre sus aromáticos y humedecidos cabellos: Termina de bañarte por mientras vestiré a Shiva, hoy requieren de mi presencia en el templo durante todo el día. Así que tienen la tarde libre. ¿Qué piensan hacer hoy? Cerró sus ojos al momento que los brazos fuertes de Brahman se asieron a su cintura, para apegarlo más a él.
Sé que pronto partiremos por eso necesitas dejar muchas cosas resueltas, expresó soltando suavemente el aire de sus pulmones, y quisiera comprar algún ajuar para Paris parecido al que tiene Aquiles. Pienso salir con Afrodita y Aquiles de compras, así no se hace tan larga la espera. Shaka asintió algo intranquilo no le gustaba que salieran con tan poca guardia, pero Andrómeda había dispuesto de los caballeros dorados acuartelando a los que estaban con ellos en el templo de Brahman.
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| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Vie Ago 15, 2008 3:36 pm | |
| Afrodita es uno de los más temibles caballeros dorados, ambos pasaremos desapercibidos entre muchedumbre, le convino decir, pasaremos el día en el centro comercial, compraré lo de nuestro sobrino y además algo de ropa para Aquiles, nuestro niño deja rápidamente la ropa, cada día esta más grande y hermoso expresó al besar su mejilla, con un cariño enorme, y el pequeño se asía de su cuello con firmeza y sus retinas hechizadoras, aquella mirada que paralizaba a todo el que veía directamente, la clavó en el rostro de su padre, afirmó al momento de ponerse en pie y tomar entre sus brazos a su nene. Las esmeraldas de Andrómeda le siguieron hasta que salieron de la pileta, se giró sobre si mismo hasta quedar apoyado en el borde, y Brahman se puso a su altura para capturar sus labios en un beso. Y la mano de Shun, descansó en la espalda humedecida de su niño, con suavidad le acarició. Tiene frío, será mejor que lo arropes. Le susurro entre sus labios, besándolos repetidas veces, antes de separarse y verlos salir en dirección a la recámara.
Cuando ambos se perdieron de su rango de vista, el río de sus lágrimas cruzaron por su faz, sus esmeraldas destellaron, bajo el poder de su milenaria alma, se volvió lentamente hasta descansar su vista en las cristalinas aguas, de la poza reflejando su propio rostro en ellas, no quiso moverse más, tan solo se miraba directamente reflejado en el agua. En su mente recordaba cada una de las palabras de su promesa y las promesas que se cumplieron hasta el momento ahora, se acercaba el culmino de la suya: “Las Promesas hechas deben cumplirse hasta el final” Padre, nuestra palabra esta empeñada, ambos cumpliremos tus deseos, mi simiente ha dado nuevo príncipe a nuestro clan, es el tiempo para acabar mi misión para ti.
Al escuchar como su esposo jugaba con su niño suspiró, no era necesario que ellos sufrieran con él más de lo debido, volviéndose a cubrir con su misma máscara de siempre se encaminó hasta el recinto, Perséfone, espero que tengas todo preparado, le expresó por medio del cosmos, una melancólica afirmación recibió desde su templo. Ahora el equilibrio debe ser restaurado, se dijo al dejar atrás el cuarto de baño y envuelto en una gran manta de lino ingresaba a su alcoba descalzo. Para encontrarse con Shaka en el lecho, y su hijo sobre su pecho descansando, asiendo entre sus dedos los largos cabellos dorados de su padre. Sus joyas resguardaron esa imagen no solo en su mente si no también en su corazón y las marcaron a hierro incandescente en su abatida alma.
En un suave movimiento se sentó a su lado, para admirarlos con devoción, y sus dedos rozaron la frente del mayor, despejándola de sus cabellos de oro, para besarlo justo en su tilak. Shun, los labios de Brahman le invocaron con deseo. Para luego incorporarse con cuidado de no despertar a Aquiles. Al cual recostó entre los almohadones de su lecho, para dedicarse a su esposo al cual besó con pasión, además que sus traviesas manos trataban de despojarlo de la única prenda que le impedía disfrutar de su cuerpo.
Vamos, Shaka, te esperan, le regañó suavemente, sin ganas de separarse de su lado. Escondiendo su rostro en su cuello, le susurra a su oído, cuando termines tus tareas, seré completamente tuyo. Para luego besar esa extensión con sus labios calientes y con delicadeza empujarlo para que se fuera al lugar dónde le esperaba su pueblo.
Le vio partir algo lánguido pero Andrómeda se sonrió al instante que va en busca de sus vestimentas de entrenamiento, los monjes le habían hecho todo un guardarropa, rebuscó entre todas, esta mañana estrenó una negra la cual ciñó a su cintura firmemente, después de que estuvo vestido, así descalzo buscó el moisés de Aquiles y le acomodó en él, ambos irían a recibir algo de sol, su pequeño Shiva, apenas cubierto de una pequeña batita celeste, con sus brazos y piernas al descubierto, recibían los beneficios de Helios. Saldría esa tarde después de su entrenamiento diario desde que nació Aquiles se esmeraba más en sus rutinas generalmente era quién entrenaba con él, pero esta vez lo haría solo, como era la costumbre después de asolear a su pequeño, buscaba armonizarse con todo a su alrededor, siguiendo las enseñanzas de su esposo.
Este tipo de meditación le llevaba a un alto grado de elevación espiritual, en la cual su alma tomaba todo el control de su cuerpo, liberando las enseñanzas del ser supremo de los hindúes, su estilo de concentración, la así llamada posición de loto, fue la que le ayudó a soportar el dolor del parto, y a no desesperarse el estado de vanidad, la hizo su propia técnica y le ayudó a liberar de su prisión a una de sus más poderosas armas, símbolo de su reinado, y de su poderío sobre los muertos, la espada del juicio labrada en las mismas fraguas de los cíclopes perdida por milenios y encontrada el mismo día que los olímpicos irrumpieron en la casa de su amado cónyuge, el hogar de la casta de las divinidades hindúes.
Llamada por su cadena sagrada, en su danza del sacrificio se incrustó en su mano hiriéndola para traspasar dentro de ese envase de su espíritu a su espacio inmortal, el fondo de su mismo poder, el corazón de su alma, allí se encontraba la funda del arma que juzgó a los titanes, la misma con que su antecesor venció a Cronos, la que tantas veces se unió al tridente de Poseidón y la poderosa centella de Zeus, señor de los cielos y el Olimpo, imitando el movimiento de su cadena llevando su siniestra a la diestra exactamente dónde la cadena penetro sus dedos lo hicieron sustrayendo por el infinito camino hacia el corazón de su fuerza y de allí brotó de su mas pura esencia, el mayor símbolo de su reinado. Abrió sus ojos sosteniendo aquella arma entre sus dedos y fijó su vista en el Jardín de los Salas Gemelos, tan parecido a su Eliseo un lugar para morir, igual de hermoso pero a la vez melancólico ambos dos elegantes mausoleos.
Parpadeo al sentir las caricias de los dioses de los vientos en su cuerpo, y como uno a uno descendían para besar a Aquiles y refrescarlo de la calurosa mañana, no era extraño que los dioses bajos, le visitaran siempre las ninfas, las musas, las criaturas del bosque y de los elementos se complacían en adorar a su hijo.
Suspiró al acariciar levemente su pie, abandonando su posición de meditación, se dedicó a jugar con los dedos de su pequeño suavemente, soltó el aire de su pulmón lentamente al sentir como Radamantis se acercaba recordándole lo que él era. Mi señor, su voz fuerte y firme llegó a sus oídos, sacándole de ese estado de vanidad, elevó su vista hacia el mayor cubriéndose con su mano de los rayos de Helios para encontrarse con el semblante preocupado de su lugarteniente, esa mirada dorada llena de reproche, en un silencioso reclamo.
Bajó su vista, al momento de ponerse en pie y encararlo con su voz suave: Lo que tenga que pasar Radamantis no será tu culpa, no es de nadie, y entre más pronto sea, será mejor para todos. Cuida de Aquiles, es el momento que comience mi entrenamiento. Es tiempo que trate de calmar mi alma, Shaka no se debe enterar de nada Radamantis, le ordenó mientras descendía al lado más plano del jardín, pero su primer juez, le detuvo en seco: le he traído lo que me pidió entre sus manos un antifaz dorado resplandecía, a lo que el menor asintió permitiendo que el mayor se lo colocará en el rostro. Gracias, es conveniente que me prive de uno de mis sentidos para agudizar otros.
El príncipe del Inframundo extendió todo su poder en ese lugar formando una especie mundo alterno, en que le separaba de esa dimensión llevándolo a una que solo él conocía y sus enemigos eran poderosos, casi a su nivel. Alejándose de toda distracción de su hogar, para convertirse en el poderoso guerrero que siempre fue en la mitología y en el presente el cruel ángel de la destrucción.
Radamantis montaba guardia cercano al moisés de su príncipe con sus brazos cruzados seguía la pelea con la vista, su señor tenía una habilidad nata para las espadas, su espada sagrada la maneja con la misma gracia del viento, sus elegantes movimientos hipnotizaban por que era como una danza divina, su cuerpo frágil era tan hábil, como las ondas de sus cadenas al atacar. Cada vez que veo como la espada es parte de tu alma, me asombra, esa arma de los cíclopes es muy útil, proclamo el primer juez sonriéndose orgulloso. Dirigió su mirada al rostro del menor, que todavía portaba esa mascarilla dorada que usaba sus antepasados para entrenar. Cuando el entrenamiento se dio por terminado, se la quitó de su rostro, al momento de dirigirse rápidamente a lado de su bebé que se había despertado y jugaba con su manita.
Se arrodillo frente a el moisés besando los pies de su hijo, para luego elevar su vista a su representante, quién asintió, y Andrómeda soltó el aire de sus pulmones para sonreírle cálidamente. Mi señor todo esta preparado, el auto les espera en la entrada del templo. A lo que Shun asintió sin emitir palabras se incorporó con el moisés entre sus brazos corrió pisando con sus pies desnudos la fresca hierba.
En su camino a su recinto fue interrumpido por los monjes que deseaban saludar a su niño, y el respetuosamente, se inclinaba según la etiqueta del templo de su esposo. Cuando al fin pudo llegar a su habitación se acicaló con un sari, de seda negra con hermosos bordados en oro y plata. Su cabello lo recogió en una coleta y acomodó a su niño en la silla del automóvil que Kanon le había dejado en su lecho. Después de vestirlo para salir de compras.
Pronto Afrodita se presentó ya arreglado para su paseo por Nueva Delhi, al rato se le unió Radamantis y así los tres salieron normalmente del templo, en el automóvil de Andrómeda el cual el mismo manejó con rumbo a las empresa Solo, antes que nada. Allí dejaron el automóvil en el parqueo hasta ese momento todo parecía normal, hasta que se alejaron caminando fuera del rango del detección del emperador Poseidón.
Andrómeda se detuvo al momento de besar la cabeza de Aquiles, para susurrar: Tánatos es el momento que conozcas, a tu abuela, mí querido, vamos de visitar al Tártaro, Radamantis, Afrodita, les ruego, que consigan todo lo que hay en esa lista, expresó sin quitar la mirada del rostro de su pequeño niño. Me perdonan por este inconveniente, siempre han sido los discretos de mis guerreros y mis queridos amigos, trataré de estar aquí, antes que mi esposo termine las audiencias.
¿Shun? Quiso Afrodita detenerlo pero sus ojos eran los que mostraba cuando dirigía a sus ejércitos, como en la batalla contra Atenea, por lo tanto su queja se acalló en ese momento. Al decretar esto, dilató las alas de la Destrucción en su espalda, ellas cubrieron su cuerpo y el Aquiles que extendía sus manitas para asir entre ellas las plumas de fuego que le daban a sus ojos matices de dorado y fuego. La luz de esa zona parecía extinguirse, hasta que el Señor del Mundo Subterráneo desapareció de su vista.
Última edición por goddesniquel el Lun Abr 12, 2010 12:04 pm, editado 3 veces | |
| | | goddesniquel Moira Laquesis - Hiperion
Cantidad de envíos : 667 Edad : 49 Alas de Fuego : 310088 Fecha de inscripción : 04/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Vie Ago 15, 2008 3:45 pm | |
| Rápidamente se encontró de pie en unos adoquines negros, en camino a su primer templo, alejado, resguardado por los propios titanes, los condenados al Tártaro por el asesinato de Hiperión. El lugar que su hijo Helios no bañaba con sus cálidos resplandores, el lugar que perdió el brillo del Fuego Estelar, cubrió con su manto a su niño que se sonríe inocentemente entre sus brazos, al momento que salió a su encuentro el grupo de dioses del antepasado, y en medio de ellos, resplandecía la presencia de Helena.
Helena dejo al grupo atrás corriendo hacia él con una alegre sonrisa en sus labios, llenando con su luz aquella oscuridad del Tártaro, los titanes se hincaron ante su presencia. Y él asintió sin pronunciar palabra, y con un gesto en su mano le hizo ponerse en pie. Guíen a Perséfone al salón del trono de Hades, al igual que a la llamada Palas Atenea. Convoquen a mis furias a la entrada del castillo, que liberen a su prisioneros por este momento de su tormento, me serán más necesarias como mi guardianas.
La forma en que había hablado a los señores de los elementos, hizo que su madre se quedará estática de repente, con su vista baja, las esmeraldas estudiaron su reacción para luego suspirar, y caminar hacia ella. Acaso mi madre no desea verme, expresó casi en un murmullo. No es eso, mi amor. Es que no me parece que tengas trato con Atenea, no confío en ella le expresó al momento de descansar su cabeza en su pecho, y a cunarlo entre sus brazos, yo ofrecí mi vida por la tuya, para que la diosa de la Guerra no levantará entre sus trofeos al Príncipe del Inframundo.
Es algo que se tiene hacer, Helena Solo no debe estar en el Tártaro y Atenea en el Olimpo, ese equilibrio debe ser restablecido, mi sangre fue la que debió correr, no la tuya, ya no pienso seguir atrayendo la desgracia a mi familia. Continuó al encaminarse hacia el Palacio. Este ambiente no es bueno para Aquiles, dentro del palacio hablaremos con más calma.
Concuerdo contigo, hermano. La voz delicada de Perséfone resonó tras ellos, la diosa de la Primavera, igual de soberbia en su presencia que su hermano, se encaminó a lo que más amaba, seguida de Océano, y los dos jueces Minos y Eacos. Y se abrazó a la espalda de Hades. Mi amado Hades, tu Perséfone te acompañará hasta la más oscura tumba del Tártaro, el lugar, dónde la luz del Fuego Estelar se extinguió, la piedra de la traición. La mano fría del Señor del Inframundo se posó en su brazo. Pandora, te he condenado a caminar a mi lado. Se dijo abatido.
No, es mi deber estar al lado de mi Rey, y mi esposo. Hades es el deber de una Reina caminar al lado de su Señor, en el camino del triunfo y el de la muerte en batalla. Es así como siempre ha sido entre nosotros, no hay Hades sin Perséfone y ni Perséfone sin Hades. No se dijo más palabras tan solo caminaron hacia el interior del antiguo castillo.
Señor, el nacimiento de Mnemosis y Lete esta listas, su Majestad, para lo que necesite. En el cuarto que le perteneció a Cronos, informó Océano quien era el vocero de los titanes. Sin volverlo a ver asintió. Pandora, madre aguarden por mi en las habitaciones privadas, les ordenó al momento de quitarse su manto, descubriendo completamente su cabeza y a su niño, sin querer dar más explicaciones, siguió a la parte posterior del trono dónde se haya un antiguo pasadizo que al sentir su presencia se abrió pasando Hades y Aquiles, hacia una interminable escalera que daba un gran pozo, dónde brotaba dos afluentes gemelos, el cantar de su corriente, parecía una dulce melodía. Se sentó en él último escalón de la escalinata, para quitarse sus krepis y después de hacerlo descansa a Aquiles en las lozas de mármol negro para despojarse de sus vestimentas, y a su hijo también.
Caminó por el suave terreno sin vegetación alguna, sus plantas se hundía a cada paso, ante el peso de su cuerpo, la tierra era suave, y calida. El fresco aroma del lugar dónde la memoria y el olvido se encontraba las dos convivían pero no se mezclaban, dando nacimiento a la conciencia humana. Compuesta de memorias y olvidos, una constate lucha entre las dos fuerzas llenaba de situaciones del pasado y el Olvido, tratando de borrar todas las glorias de los destinos.
Este es el lugar, dónde la conciencia del humano se genera, además de la divina. Aquiles en este momento te contaré todo lo es el Inframundo como mi padre lo hizo conmigo. Ahora siempre mi Ángel de la Destrucción.
Shaka permanecía inamovible escuchando los mantras de su pueblo, así como sus ofrendas de sahumerios, los interminables cirios frente a él elevan aquel aroma de delicado del humo, aumentado por el calor, del día le hacían impacientarse, más cuando hace varias horas, Andrómeda y Aquiles, habían salido, una sensación rodeo su corazón y mente, por más que trató de calmar su alma para centrarla en el estado de vanidad, no lo logró, en su corazón solo existía la palabra familia. Se removió algo incomodo. Hasta que la voz de Mu, le sacó de su intento de meditación.
“Shaka, es Dohko creemos que ya es la hora de que dé a luz”, ante sus palabras abrió sus ojos dando por terminada la audiencia de ese día. Algo apresurado bajó los escalones, pasando entre sus sirvientes hacia las habitaciones del templo. Llamó a Hyoga y a Shura, y les dio la tarea de buscar a Shun y a los demás para traerlos de vuelta. Al instante que él lograba hablar con Mü que se disponía a entrar en la habitación para ayudar a los que consideraba sus padres.
Apenas había terminado de cambiarse las vestimentas por las de su pueblo, una elegante túnica negra de la seda de los mismos hilares de las Parcas, adornaron su cuerpo, después de alimentar a Aquiles que se durmió de inmediato al estar a su lado, para luego cederle lugar a su madre. Quien por sus mandatos debía permanecer en esa habitación con su príncipe. No fue mucho lo que esperó por que al rato de haber hecho esto uno de los sirvientes le avisó que la parte negociadora del Partenón se presentó a la hora acordada.
Pandora se incorporó del diván dónde esperaba tocando el arpa en una suave canción de cuna para su sobrino. Helena se puso en pie de inmediato, para asirse de la cintura de su hijo, sollozando. No me hagas esto hijo mío. No permitas que vea tu derrota, quiero ver que sales sano de esta pesadilla. Susurraba entre gemidos de dolor y miedo. Prometo que te liberaré del Tártaro y a los titanes les perdonaré, con tal de que Atenea se pierda en la penumbra del Tártaro.
Se dirigió por uno de los pasadizos secretos, hacia el salón dónde se haría la reunión entonces los tres dioses entraron juntos dejando fuera todos sus guerreros, al final de dos horas de deliberaciones, Atenea salió con una sonrisa en sus labios. Detrás de ella Hades y Perséfone con su rostro tranquilo.
La diosa de la sabiduría se volvió hacia los Reyes del Inframundo para recordarles su pacto: El día que Selene hija de Hiperión se eleve por encima de los héroes inmortales, frente al altar de Hiperión allí te esperare, junto a mis huestes. Ya sabes que lo he prometido Atenea, y nunca faltaré a mi palabra. La diosa asintió a sus palabras con una sonrisa de suficiencia. Tú recuerda la tuya también.
Pandora y Shun se volvieron a ver mas no soportaron mantenerse la mirada, así que la bajaron, sin mediar más palabras ambos se separaron para continuar su vida lo más tranquila posible, hasta que el plazo se cumpliera. Shun apenas ingreso a su cuarto recibió a su madre en sus brazos, que desesperada lloraba amargamente. Trató de calmarla pero no tuvo la voluntad de hacerlo, era lo mejor que se desahogara en ese instante. Para luego tomar su rostro entre sus manos: Que esta sea la última vez que lloras, por mi. Cuando el pacto llegue a su culmino recuerda que eres la verdadera Reina del Inframundo y la Princesa del Imperio de Poseidón. Limpiando su rostro le siguió alentando: No llores frente a nuestros enemigos, no permitan que se regocijen con tu dolor, ni consientas que tus amigos sufran por ti. Debo volver con mi esposo, Brahman me llama y me espera a su lado.
Pandora apareció de nuevo al frente de la tumba de su padre, sin ni siquiera darse cuenta si estaba sola o acompañada, se dejó caer en el suelo frío asiendo entre sus manos la tumba de su padre, y gritó y lloró con una gran amargura.
¿Ahora porque lloras, Pandora? La voz Iki apoyado en el marco de la puerta le hizo tragar en seco. Tú sabes que siempre que vengo aquí termino igual. Con el dorso de mano se limpió el rostro, y se puso en pie, más no pudo mantener la mirada de su hermano sin que este viera la verdad. Y salió corriendo a su habitación dónde pasó el resto del día allí Por más que digas que no lloré por ti, mi alma y mi corazón me lo exigen.
A la mañana siguiente se levanto con un semblante bastante alegre para desviar la atención; los dos mayores, la observaban, estudiaban sus acciones algo que les hiciera enterarse de porque su estado emocional tan cambiante. Hoy Shun y los demás regresan excepto Dohko y Shion, expresó alegremente. Anoche me llamaron al filo del nacimiento de un nuevo día, Ecels la hija del patriarca y el caballero libra nació en la madrugada.
¿Pero si yo me embaracé antes que él, no es posible? Aun parezco globo y nada que mi niño se le ocurre salir. El rostro del mayor de los Diermissen se contrajo de la impotencia y los dos que estaban con en el desayuno se empezaron a reír. A Dohko se adelantó el parto, por consecuencia de Selene. Pero si tu niño decide nacer, será cuando el quiera. Le contestó casi por inercia. Así que paciencia y ayúdame a tener todo listo para cuando los demás arriben. Al decir esto se puso en pie y a su llamado la lanza apareció en su mano. Con esta lanza juro hija de Zeus, cercenare tu horrible cabeza. Hasta que se perdió en el rango de vista de los mayores. Rajastán.Recostado de medio lado, estudiaba todos los movimientos de su esposo con sus esmeraldas que le reflejaban bajo la luz tenue de Helios que se colaba por los cortinajes de su habitación, Brahman depositaba en su cuna a Aquiles que dormitaba después de su baño y su alimentación. Sonriendo después de cerrar su toldo se dirigió a su amado, que le esperaba apenas cubierto con la delicada tela de la sábana. Andrómeda abandonó su posición cómoda en el lecho al momento de recibir entre sus brazos a Virgo, quien bebió de sus labios las mieles de la ambrosía. La sábana que le cubría fue apartada por la mano cariñosa de su consorte, quién de nuevo tuvo visión de su cuerpo, delicado, de su piel que le embriagaba.
Sus dedos jugaron a despertar su vigor, y Andrómeda grabó cada parte del cuerpo de Shaka con su boca, lentamente Virgo le acomoda entre los almohadones, embriagado por el sabor de su piel y el aroma que le colmaba los sentidos, buscó el refugio cálido de su cuerpo para volverse uno de nuevo, Shun le facilitó su labor elevando su cadera contra su hombría y el mayor afirmó entre sus manos su cintura, posesionándose en el cuerpo que le pertenecía ingresó dentro de él deslizándose suavemente, no hubo necesidad de preparación previa, nada más que la necesidad de sentirse unidos a fuego, de manera violenta y placentera.
Brahman, gimió presa de la excitación el nombre de su más ansiado tesoro, mientras Virgo acudía a su llamado uniendo sus labios en el ritual más querido de su vida juntos, buscó las manos que aferraban las sábanas de su lecho para entrelazar sus dedos sobre la cabeza de su amante, mientras el se encumbraba sobre él, mostrando su virilidad y su fuerza arremetió contra él en una rítmica danza que enlazaba todo sus seres, y creaba la explosión más placentera de sus esencias. Andrómeda no quería sentir nada más que ese momento en que formaban un solo pensar, un solo latido, un único vigor, sus respiraciones a unísono, dónde no se sabía el principio de uno ni el final del otro. Hasta que logró soltar ya sus manos de las de sin fuerza de Virgo para acunarlo sobre su pecho, ahora la presa se convertía en cazador, pero tan solo quería sentirlo dentro suyo para siempre. Sabes, logró pronunciar entrecortado.
Cuenta una antigua leyenda: "que entre los titanes se alzó uno que fue el primero en amar sinceramente y se convirtió en símbolo de fidelidad de a su amante y esposa Tea, esa gran nobleza de sentidos le hizo padre del sol y de la luna, de controlar las estaciones además del día y la noche. El Fuego Estelar, Hiperión, olvidado, borrado de la historia por sus hermanos que no le comprendía, su poder era superior al del mismo Cronos” Canta aquella historia narrada por Hesíodo: Tea concibió del amor de Hiperión y dio a luz al gran Helios y las brillantes Selene y Eos, que traen la luz a todos los mortales de esta tierra y a los inmortales dioses que gobiernan el ancho cielo. Esa sabiduría, la belleza y virtud de su familia le atrajo muchos problemas, hasta que un día fue convocado a Torrey hogar de Cronos, el sabía de la envidia de sus hermanos así que asistió solo, dejando ordenes a Tea que se escondiera con sus hijos, esa fue la última vez que le vieron con vida, el fue asesinado por ellos borrado del panteón griego, de él no quedó absolutamente nada, ya que yo mismo no le he encontrado ni el Tártaro ni en el Eliseo ni el lugar dónde descansan los dioses caídos. Las lágrimas agolparon sus esmeraldas sin poderlas retener, el sacrifico todo por su familia, se borró a asimismo de la historia para que ellos vivieran, tan grande fue su amor hacia ellos, que no permitió que tocaran a sus hijos que serían los siguientes en morir. Los zafiros de Shaka le vieron algo extrañados cuando quiso salir de él para acunarlo entre sus brazos, Andrómeda se lo impidió asaltando sus labios, con fiereza y deseo. “Los titanes se condenaron al Tártaro por la sangre del noble Hiperión, Cronos perdió su reinado, y la envidia reinó entre sus descendientes, justo como Atenea.” Tal vez, Shun, logró decir entre sus labios, es por eso que eres tan noble, tienes en tus venas la sangre del amado Hiperión. “Mi amado Shaka que verdad has dicho” le dijo con su mente, sonriéndole cálidamente. “Si has notado que de mis familiares, la casa de Hades, ha amado a Hiperión y ha seguido su ejemplo, hasta el final literalmente. Ante su hija Selene renovaré su pacto. Y en los brazos de Eos me perderé en el infinito fulgor Helios”. Yo creo que Hiperión se convirtió en esencia para su familia, Shaka y vive en sus corazones y el de los que le recuerdan.
Última edición por goddesniquel el Lun Abr 12, 2010 12:06 pm, editado 3 veces | |
| | | fliss_lete Arcangel - Lete - Adonis
Cantidad de envíos : 96 Alas de Fuego : 300302 Fecha de inscripción : 06/06/2008
| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado Mar Ago 19, 2008 12:24 am | |
| snif... shuni... te adoro
godess en este cap tengo un problema una parte del fic me hace suspirar y decir que bonita familia pero cuando shuni le cuenta la historia a shaka una angustia llega y me oprime el corazonssito
que hizo saorii??
cual es el tratooo??
snif por que no le dicen a ikki??
buaaa buaaa | |
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| Tema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado | |
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| | | | El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado | |
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