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 El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado

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goddesniquel
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goddesniquel
Moira Laquesis - Hiperion
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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeDom Jun 15, 2008 2:41 pm

Shaka, se incorporó y vio al doctor con sus ojos destellando furia_ Me pide que escoja entre la vida de mi esposo y mi hijo, debe estar bromeando, yo hablaré con Mü primero si él se opuso tendrá sus razones, entienda doctor nosotros una vez lo devolvimos del umbral del otro mundo solo con los poderes curativos de mi amigo, y si el puede salvarlos a los dos, téngalo por seguro, que les dejaré en sus manos sin pensarlo dos veces. No aprobaré ningún tratamiento sin consultarlo con Shun, primero y después de haber oído la opinión de Mü.

El doctor, le iba a refutar pero él se alegó rápidamente del lugar, Shaka caminó rápidamente entre el bullicio de personas, sin detenerse ni un momento, subió apresuradamente los pisos de aquel edificio, al pasar por dónde se encontraban Kanon y Radamantis, ambos se alertaron por la perturbación que emanaba su cosmos ¡dioses esto no puede estar pasando! Al llegar a la puerta de la habitación la abrió de súbito, logrando sobresaltar a los que estaban dentro, Shun dirigió de golpe al igual que Mü sus miradas hacia su persona. El fijó su vista en ellos, Andrómeda se encontraba sentado en la silla que antes él había ocupado y Mü tenía entre sus dedos los sedosos cabellos del muchacho y a la vez que lo peinaba, ambos congelaron en sus rostros una sonrisa.

Al ver de quién se trataba Shun le dirigió una de sus mejores sonrisas _ Buen día amor_ Virgo apenas pudo sonreírle y acortó la distancia entre los dos y arrodillándose frente a él, se abrazó a su cintura ocultando su rostro entre su pecho y vientre. Shun había notado lo intranquilo de su cosmos preocupado por su conducta suspiró para guardar su propia calma y le preguntó suavemente _Shaka ¿Qué pasa? ¡dioses me asustas! ¿Qué te tiene en este estado?_ pasó sus finos dedos entre los cabellos dorados y le levantó el rostro para mirarlo de frente, enmarcado entre sus delicadas manos. Virgo tomó sus manos entre las suyas, bajó su vista aquellos dedos, y sus ojos no los apartó de la alianza que lucía en su mano, besándola. Buscó de nuevo el refugio entre sus brazos para calmarse escuchando el latido de su ángel.

Mü, cuéntanos de que trató la charla que tuvieron con el Director de esta clínica ayer_ al escuchar esto un dejo de frialdad casi imperceptible cruzo en la esmeraldas de Andrómeda. Buscó con ellas los ojos violetas de Aries, exigiendo conocer la verdad encontrándose con la mirada calmada de Mü. Quién dejó el cepillo que tenía en sus manos en la pequeña mesa a su lado_ Shun, Shaka, el doctor nos sugirió que les recomendáramos el aborto terapéutico._ Virgo había tomado una de las manos de Andrómeda sosteniéndola entre las suyas, al escuchar las palabras de Aries la misma tembló entre sus dedos. El rostro de Andrómeda reflejó una inflexibilidad nunca vista en él, su entrecejo se endureció _ ¡Definitivamente no!__ afirmó firmemente Quiero salir inmediatamente de éste lugar. Nadie tocará a mi hijo. Si hemos de morir, lo haremos los dos juntos, pero lucharé por mi hijo y en dado caso el sobrevivirá a mí ¿Entendieron los dos?_ les gritó alterado y con una dura mirada en sus ojos.

Yo he me opuesto, amor a tal pensamiento, no se hará nada que tu no quieras, ellos querían mi autorización para hacerlo_ Aries asintió apoyando a su amigo_ El medicamento que este hospital te puede administrar tiene efectos secundarios. Ellos temen que tu hijo al crecer más dentro de ti _ le fue explicando señalando en su vientre el espacio que el niño iría ocupando_ tus órganos se irán comprimiendo y entre ellos tu corazón y al tener esa pequeña falla, que te puedo decir, existe la posibilidad de que colapse. _ Se detuvo unos momentos viendo las miradas de sus dos amigos, suspirando continúo_ En fin, puede ver el resultado de tu ecocardiograma y denote que el daño en el mismo es curable, como explicó Gravas, lo que quiero decir es que mi poder y el del medicamento de Hécate logrará sanarte.

Mü tomó el rostro de Shun con sus manos, acariciando su entrecejo_ Pero necesito su apoyo ¿Entiende?_ Andrómeda dirigió sus esmeraldas a los zafiros de su esposo _y puedo comprender perfectamente la perturbación de los dos. Se incorporó alejándose de un poco de la pareja espero su respuesta.
Shun ¿quieres aceptar el tratamiento de Mü?_ inquirió delicadamente Virgo. _ Yo estoy en tus manos Mü, como en las doce casas. Shaka quiero ir a nuestra casa, todo saldrá bien te lo aseguro y dentro de unos meses alzarás a nuestro hijo, te lo prometo_ le sonrió acariciando su rostro._Aunque tenga que morir en el intento yo_ se dijo para sí mismo. Sus dedos se deslizaron suavemente por sus mejillas hasta tomarle la barbilla a Virgo entre ellos, acercó su rostro al suyo guiándolo a sus labios, para besarlo con todo su amor.
Mü se retiró en silencio, dejándolos solos por unos momentos _Te amo Shaka_ Virgo contempló aquel rostros despejado, con su cabello recogido en una gruesa trenza_ Creo que es momento de hablar con el director del hospital_ Shun tomó las manos de Shaka y las descansó sobre su vientre _ él se encuentre perfectamente, y su cosmos es enorme como el tuyo_ le ánimo sonriéndole dulcemente. Shaka cerró sus ojos sintiéndole por medio de sus manos. Soltándole las manos a su esposo le asió suavemente su cara y besó su frente.

La puerta de la habitación se abrió para darle paso al director del hospital, quién camino hacia ellos. Tomando la bitácora en sus manos ojeó su contenido. Shaka se incorporó para colocarse de pie detrás del respaldar de la silla de Andrómeda. Shun siguió con sus dos frías esmeraldas los movimientos del doctor Gravas, hasta que ese hombre tomó asiento frente a él._ Creo que su esposo le informó sobre su dictamen, respecto a su estado_ esperó en silencio su respuesta

Doctor Gravas, le informo que me niego a recibir ese tratamiento y es mi última palabra acepto la proposición de Mü_ su voz notaba su firmeza y un dejo de frialdad en el mismo instante_ pero no he de negar que cada quince días vendré para los análisis que sean necesarios, y para ver el progreso de mi tratamiento así como el estado de mi niño. Pero bajo ningún motivo atentaré contra la vida de mi hijo, jamás voy a poner mi vida antes que la de él_ expresó levantándose de la silla, con su cosmos encendido que amenazaba con atacar aquel ser frente de él, fue el abrazo de Shaka sobre él quién le detuvo_ Director lo mejor será que nos deje solos_ le indicó acariciando la espalda de Shun y ocultando su rostro en su cuello.

Por otro lado en el Santuario_ ¡Oye Shura! ¿Piensas dejarme esperando todo el día?__ Hyoga ese día había preparado el desayuno de su anfitrión, sentándose frente al mini bar, el Cisne jugaba con el líquido de su vaso generando varias figuras de hielo, aburrido de esperar a su compañero de habitación.

Su cabello lo había recogido en una coleta y todavía llevaba puesta su túnica de entrenamiento corta y estaba descalzo, sentado en el banquillo alto, mecía sus piernas graciosamente. Shura quién le observaba al momento de ingresar a la cocina de su templo, se quedó paralizado ante la escena que llegaba a sus ojos. Capricornio recién había regresado de sus entrenamientos y había pasado directo a sus aposentos privados y se dirigió sin tardanza a ducharse. Al terminar y escuchar el llamado de Hyoga se encaminó a la cocina, el aroma al perfume de su jabón inundó los sentidos del Cisne, quién de inmediato se volvió sonriéndole, saltando se bajó del banquillo y caminó elegantemente hacia Shura.

¿Pero qué haces ahí parado que estoy hambriento?_ acortó la distancia entre los dos y le tomó de la mano, jalándolo consigo, le dirigió hacia el comedor dónde tenía todo dispuesto._ ¿Y esto a que se debe muchacho?_al contemplar todo aquel festín_ Es para agradecerte todas tus atenciones y haberme brindado alojamiento en tu templo_ le expresó sonriéndole galantemente. Shura se perdió en aquella mirada de hielo que le veía con sus ojos risueños.

¿Cómo te fue en tu entrenamiento, Shura?_ le preguntó fijándose en todos sus movimientos. _Pues igual que siempre, nada nuevo._ le comentó bebiendo su té. ¿Y tú ya entrenaste hoy?_ el cisne negó con su cabeza, no he ido, porque Iki, quién es el que me acompaña todo este tiempo, no ha llegado, seguro se ha sentido mal. Creo que pronto me quedaré sin compañero de prácticas, no sé si no es molestia ¿Te quieres convertir en mi compañero de prácticas, como lo era Camus en Siberia?

¿Estás seguro?_inquirió en el momento que dejaba su tenedor al lado izquierdo de su plato y fijó sus ojos oscuros en esos celestes soñadores. El joven asintió alegremente_ Bueno, pero te advierto que soy muy severo, y es por eso que no tengo todavía discípulo. Hyoga se levantó de su silla y alegremente abrazó a Capricornio besando su mejilla y el mayor se sonrojó visiblemente. _Eres un encanto Shura, trataré de no decepcionarte_ Shura suspiró._Vaya lío me he metido_ pensó en sus adentros y le sonrió nerviosamente. Esta vez fue el cisne quién se perdió en aquella sonrisa, que iluminó el rostro sonrojado de Capricornio, y su respiración casi se detuvo, en el instante que su corazón dio un vuelco en su pecho _ entonces mañana estaré listo temprano, por ahora, iré a buscar a Iki, para ver si no se le ofrece nada_ haciendo una reverencia salió como una brisa ligera de su templo. Capricornio suspiró y bajó la vista a su plato. _Es todo un torbellino de alegría.

Aioros, e Iki caminaban por los pasillos secretos, que comunicaban con el Partenón, harían una pequeña parada en Sagitario, el viento era agradable, refrescaba el ambiente, el verano en Grecia, siempre era asfixiante, la brisa fresca proveniente del Mediterráneo esparcía un hermoso perfume para los sentidos. El moreno cuerpo del Fénix cubierto por su túnica de combate negra, dejaba ver su escultural cuerpo enmarcado en la seda de la tela, unas mayas del mismo color cubrían sus musculosas piernas y las krepis resaltaban sobre ellas. Su paso elegante y decidido hacía que todos los pasaran a su alrededor suspiraran o perdieran sus miradas en su caminar sin distinción de sexo, Iki siempre causaba revuelo entre todos los que le miraban.

Aioros por otro lado, caminaba a su lado divertido de ver como Fénix ignoraba a todos los que caían a sus pies, vestía una de sus mejores túnicas un azul marino con bordes blancos, en lugar de su característica banda rojo, llevaban una azul. _ A pesar de acortar camino por el pasadizo no tenían mucha prisa de llegar, caminaba disfrutando de la compañía de los dos en silencio_ Pasaré a mi templo, necesito llevar algunas cosas que el Patriarca me encargó, luego te acompañaré a pedir permiso para que salgamos en búsqueda de tu hermano. Atrayéndolo a su cuerpo, le arrincona contra el muro, y busca fusionar sus labios en un apasionado beso, las manos traviesas de Sagitario acarician todo el cuerpo del Fénix, hasta que lo levanta en vilo dejándolo sostenido sobre su cadera con sus piernas rodeándole.

Mira que eres un delicioso bocado, Fénix, he visto como todos te siguen con las miradas._ Fénix arqueo una de sus cejas ante sus comentarios _No me vas a decir que estás celoso, Sagitario. Las miradas de esas personas me tienen sin cuidado, eso lo sabes perfectamente. Sabes quién es el único que atrae realmente, es la persona que ha engendrado en mi vientre, así que no me vengas con tonterías_ le expresó empujándolo levemente y le separó de él para continuar su camino. Aioros le alcanzó abrazándose a su espalda, le vuelve de nuevo hacia él, para besarlo apasionadamente e Iki, le rodeó con sus brazos, para luego reírse entre sus labios_ Eres un sinvergüenza Aioros, te encanta verme enojado, es eso. Besando fugazmente su boca asintió_ es lo que más me gusta de ti ese hermoso carácter.

Muchachos no deberían dar ese espectáculo a plena luz del día, que puede haber niños por ahí_ la voz risueña del Cisne, les indicó que no estaban solos_ Aioros soltó de sus brazos a Fénix_ sonrió al recién llegado_ No sufras Cisne y has lo mismo, y quítale el mal carácter a Shura de una buena vez, que entre tus piernas la sonrisa volverá a su rostro.

El cisne se ruborizó visiblemente, e Iki no pudo más que reír a carcajadas de ver la expresión que adoptó su cara. _Cuida de mi niño_ le sugirió Aioros al pasar a su lado acariciando su mejilla _ ¿Que crees que pueda cuidarme éste, Aioros?_pero él ya no escuchaba sus quejas caminaba despidiéndose con su mano levantada. ¡Eres un sinvergüenza sin remedio, ladino, desgraciado! _ Le gritaba el Fénix, hecho una furia. Aioros se volvió hacia ellos, con una cálida sonrisa en su rostro, le mandó un beso _Yo también te amo Fénix!

Hyoga acató la famosa frase que le evitaría mayores problemas en su futuro_ Calladito más bonito_ sonrió tímidamente al momento que Iki, fija su mirada agresiva en él, alzándose de hombros. Fénix se acerca a él y le toma por los hombros._Tú me acompañarás al ver al Patriarca, cisne desplumado y ¿Qué eso de que piensas abrirle tus piernas a Capricornio? Cisne se quedó parado en seco _ ¿Cómo crees, cómo haría tal cosa?

Iki entrecerró sus ojos _Hyoga tú mente es como un libro abierto a mi poder, no me vas a negar que lo has pensado de una y de mil maneras, tanto te gusta Shura. Si es así me alegro porque ya es momento de que rehagas tu vida, Shun te adora pero como un hermano, aunque me duela decírtelo, así es como yo acepté que Shaka solo sería mi cuñado y nada más. Aioros llegó a mi vida en el momento indicado así como este bebé que llevó dentro de mí.

¡Pero que tenemos aquí!, si es la ramera que le abre las piernas a Aioros y la de Shura_ la desagradable voz de unos de los perros falderos de Saori, le hizo dirigir su mirada hacia la oscuridad, entre las sombras desde hace un buen rato Jabú observaba todo en silencio, era el espía que les vigilaba de día y de noche sin descanso.


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeDom Jun 15, 2008 2:45 pm

Pero si es Jabú_ siseo el Fénix al tomarlo del cuello y alzarlo contra la pared asfixiándolo entre sus dedos_ Que ya te cansaste de metérsela a la bruja, no ya sé, te cambió por el imbécil de Seiya. Pues acabo de sentir sus presencias en el templo de Sagitario_ sin mediar más palabras, le soltó abruptamente, cayendo sentado el unicornio en el suelo, y él continúo su camino hacia el Partenón, jalando a Hyoga consigo. Una mirada cargada de odio se clavó en su espalda __sabrás de lo que es capaz el Unicornio, Iki, pronto se borrará esa maldita sonrisa de suficiencia de tus labios, cuando ambos vean la cabeza de Andrómeda en la bandeja de plata, que traeremos a tus pies. Veremos quién ríe al último, por ahora debo ir a dónde la señorita Saori, todo esta saliendo como esperábamos.

Iki, tuvo una reunión en privado con Shion, antes que llegara Aioros, del tema que trataron los únicos que se enteraron de que allí se trató fueron Hyoga y Dohko. Al poco rato llegó Sagitario. En pocas palabras Shion aconsejó a Iki de los movimientos que tenía que hacer de ahora en adelante y pidió audiencia privada con Sagitario.

Atenea les tiene bien vigilados, sabes que son los de bronce restantes quienes la apoyan, deberás tener cuidado con tus movimientos, sé que está de más decirlo, pero este momento es cuando todo está a punto de reventar, ahora solo esperarán a encontrar a Andrómeda, pero eso es casi imposible hasta que ellos decidan volver, pero creo conveniente que tú e Iki abandonen el Santuario, en su búsqueda, que tu hijo nazca bajo la protección de Poseidón como es su descendiente._Aioros asintió. Escuchaba cada palabra de Patriarca con atención.

A orillas del Ganges cuatro sombras se acercaban cubiertos por capas negras, el río en el atardecer tomaba un matiz dorado. Sus aguas calmadas cantaban alegremente a su paso. La figura más menuda de ellos se sentó en las gradas. Otra descendió esas escaleras hasta llegar al río, dónde uno de los hombres se descubrió su cabeza, de la capa negra, los estaban en la sombra esperando con sigilo reconocieron sus cabellos dorados y con una candela en su mano, la deposito en el río, esa era la señal, que les indicaría que no había peligro que podían salir.

Cuatro ráfagas llegaron a su alrededor, igual que ellos cubiertos con capas negras, una de éstas se acercó al que estaba sentado en la escalera, y unas esmeraldas cansadas, se cruzaron con unos hermosos ojos celestes, que le veían sensualmente, la pálida mano del más joven le descubrió el rostro, para admirar completamente su faz _¿Afrodita, tu cabello?_ le expresó angustiado, al ver que el que estaba frente a él había cortado su cabello casi al ras._ No es nada, es para pasar desapercibido entre las personas. Mira a Death_ le señaló con su mano, su cabello lo tiñó negro, esto estamos acostumbrados hacerlo cada vez que vamos de incógnito. Y no te preocupes pronto crecerá de nuevo. Andrómeda asintió. _Y tú porque estás tan decaído pequeño._ le preguntó acariciando su rostro.

Es su corazón, Afrodita, por eso hemos tardado más de lo esperado, ha estado hospitalizado, los ojos del caballero de piscis decayeron al piso, al sentir el reclamo finamente escondido por Mü, quién se refugiaba en los brazos de Saga. La mirada fría de Shaka se posó en él, en una silenciosa recriminación. Pero fue la mano delicada de Andrómeda quién le levantó el rostro. _No te apenes por ello, sabes que los dos peleamos con todas nuestras fuerzas, y fue solo mi descuido el que ocasionó esta herida, pero yo también te lastime ocasionándote la muerte. Así que no quiere que nadie le recrimine nada a Afrodita, porque él no fue causante de nada. Así que arriba ese animo, Piscis.

Luego de decir esto dirigió una sonrisa a todos, los estaban allí haciendo una reverencia_ Discúlpenme, por provocar tantas molestias amigos_ se incorporó y camino hacia Shaka que lo recibió en sus brazos. _ Te debemos de nuevo nuestra vida, ya que Atenea, nos abandonó porque deberíamos seguirla, ahora seremos tus guardianes por nuestros propios deseos, más que eso tus amigos, si nos permites_ Declaró Saga sonriéndole.

Al caer la noche entraremos en mi templo escondido caminaremos por las aguas de la vida y la muerte_ Les informó Shaka, en el instante que tomaba en brazos a Shun_ Esta noche dormirás en nuestra casa, amor._Uniendo sus labios en un cálido beso, despidieron al sol en su ocaso.


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeDom Jun 15, 2008 10:57 pm

Capítulo 11 Caminando por el Ganges, hacia el templo escondido del Virgo.



Shun descansa su cabeza en su hombro, en el instante que Shaka envuelto en su poder, terminaba de descender las escaleras, hasta llegar al río, en el cual descendió seguido de los dorados, posando su pie en el agua, empezó a caminar por ella, que al recibirlo, detalló una estela dorada _ Esta es la línea entre la vida y muerte, nuestro camino a mi templo escondido, el mayor secreto del Virgo_ Los dorados que le acompañaban le rodearon caminando a su lado, extrañamente el río absorbía sus presencias, hasta que se desvanecieron, en la oscuridad de la noche, el templo de Brahmán, se encontraba ocultó por medio de una puerta dimensional, que se encontraba en medio del río Ganges. Al llegar al lugar, el camino se encontraba iluminado por numerosas antorchas, al final una réplica exacta del templo de Virgo, pero más grande e imponente vestido con incrustaciones de oro y plata, rodeado de enormes estatuas con las figuras de los tres dioses hindúes principales en el Brahmán, Siva y Visnú así como el jardín de los Salas Gemelos, se encontraba en este lugar. _ Los Salas Gemelos_ Admiró Shun, al verlo a la par de aquel templo. Shaka apresuró su paso hasta llegar a un estatua que se encontraba a un lado de su templo. Era de una diosa con sus dedos enredados en sus cabellos. _ Ella es Aditi, la benéfica, la diosa protectora de los partos y embarazos_ A ella encomendaré tu cuidado y el de mi bebé_ sentenció Shaka.

Los labios de Shun, buscaron los Shaka, los demás dorados esperaron a una distancia prudente dándoles la privacidad que la pareja necesitaba. Con cuidado le deposita en el piso suavemente, y se acerca Aditi, de su cuello toma un amuleto, y después de hacer una reverencia se acerca a Shun y se lo coloca en su cuello sonriendo, acaricia su faz, con sus dedos, observando como el viento jugaba con sus cabellos. Aquel rostro amado le devuelve una cálida sonrisa. _ De ahora en adelante portarás esto para tu protección, y de nuestro bebé, bienvenido a casa, mi dulce ángel. Le abrazó a él suavemente hasta besarlo en su cabeza _ No permitiré que nada malo le pase a nuestro hijo, Shun, en mi casa te protegeré de todo_ se determinó _ y tú corazón sanará, entre Mü y yo te ayudaremos. Shun asintió _ Shaka, no tienes que decírmelo lo sé_, abrazándose a él. Y Shaka le toma en brazos, encaminándose a los demás. Que les esperaban. _Es por aquí muchachos.

Les guío entre las Estatuas gigantes de Oro que parecían que les miraban, causaban realmente intimidación, está es la dimensión en que peleamos, Saga, Camus. Pero no podían ver mi templo porque desde el Santuario solo teníamos acceso a los jardines, lo demás estaba oculto tras una barrera impenetrable, sin embargo al no estar presente en el Santuario la puerta de acceso a este lugar, ha sido retirada _ les explicó. Al traspasar al interior del templo. Allí se sentía una permanente tranquilidad y frescura nunca antes vista, en el centro del mismo un enorme Buda de Oro, precedía el lugar. El olor a incienso reconfortaba los sentidos, enormes candelabros que tendían del techo iluminaban el recinto con una tonalidad, rojiza. Entre las columnas del templo, en los muros de piedras hermosos tapices de hilos de oro, con las representación de Brama engalanaban el lugar.

Sé que deben de estar cansados, les guiare, a las habitaciones privadas, allí también se encuentra el comedor, los monjes del templo les atenderán, vamos para presentarlos_ les guío por los pasillos internos, escasamente iluminados por velas, en silencio de aquel lugar se podían escuchar sus pisadas resonar, como espectrales movimientos. Shun de vez en cuando veía a sus acompañantes, quienes admiraban ese lugar, y sus propias esmeraldas estudiaban el lugar al que debía llamar su hogar. De pronto empezaron a bajar unas escaleras antiguas por ellas llegaron a otro salón igual dónde se encontraban algunos monjes repitiendo sus mantras, en posición de loto. Shaka deposita en el suelo a Shun delicadamente y se dirige al grupo de monjes que al sentir a su señor en casa, cuidadosamente rompieron su concentración y se postraron ante Brahmán. A unísono con un melodioso himno: Brahmán sin comienzo, supremo: “más allá de lo que es y más allá de lo que no es. Incomprensible eres aquella Alma Suprema, ilimitada, no nacida, que no puede racionalizarse e impensable", quién les saludo juntando sus dos manos e hizo una reverencia. _Siento llegar a estas horas, pero me ha sido imposible llegar antes_ tomando la delicada mano de Shun, le acercó a él y camino hacia un pequeño altar, en el cual había una vasija, en ella metió su mano y tomó un poco del Kum Kum sagrado y con su dedo pulgar marcó la frente de Shun una tilak en la raya de su cabello, él es mi esposo, y un punto rojo engalanó su blanca frente, este punto lo llevarás como símbolo de nuestro matrimonio y en este momento completo la ceremonia que comenzamos en privado, y ahora frente a nuestros amigos de testigos declaro que eres mi esposo por toda la eternidad. _Shun le sonrió dulcemente _ y tú eres el mío desde el inicio de los tiempos yo nací para amarte Shaka. Brahmán enmarca con sus manos el delicado rostro de Andrómeda y une sus labios en un apasionado beso.

Saga abrazó a Mü besando su cabeza amorosamente y éste se refugió en su pecho, Afrodita sonrió al momento que Death se abrazó a él tomándolo de la cintura, y esconde su nariz en sus aromáticos cabellos, ahora corto, besando su cuello desnudo. _No acostumbró a verte sin tus sedosos cabellos, largos, la mano de Afrodita asió suavemente la del brazo que le cubría alrededor de sus hombros._Pronto crecerá, eso no es nada, Francesco, mientras Radamantis, Kanon y Camus, admiraban en silencio la escena, en aquella silenciosa sala fueron testigos de la unión de Shaka y Shun, bajo las espectrales luces de las antorchas incrustadas en las antiguas series de columnas que sostenía el techo del templo.

Al terminar el beso se dirigieron a sus amigos y ellos se acercaron a saludarlos, Afrodita dio la mano, tímidamente a Shaka al ver su semblante serio, y cuando iba hacer lo mismo a Shun, este le abrazó calurosamente besando su mejilla. Después de las felicitaciones de todos, Virgo le tomó de los hombros para apegarlo a su cuerpo. Los monjes de su templo permanecían postrados, al él mostrar a su esposo enfrente de él ellos se levantaron he hicieron una reverencia, la cual Shun contestó con la misma solemnidad. Después de hacer esto todos se retiraron en silencio a sus labores.

Vamos al área de los aposentos, quiero que Shun descanse, me preocupa que se esfuerce mucho__ y le tomó de nuevo en brazos para conducirlo a su habitación. Mü se les acercó, Shaka si me das permiso solicitaré que le preparen algo ligero para que cene y tú vigila que descanse, ahora nuestro mejor aliado es una buena alimentación y mucho reposo, algo de ejercicio con moderación y mis poderes curativos, además de las medicinas otorgadas por Hécate. Mü acarició el vientre de Shun suavemente _ cualquier sacrificio es poco, Andrómeda ¿No es cierto? ¡Bueno ahora descansar!

Mü concuerdo contigo, yo evitaré que se esfuerce_ Asintió Shaka en el momento que lo toma de nuevo entre sus brazos y sus compañeros le siguieron, hasta las habitaciones, dónde se les asignó una a cada uno, al fondo del pasillo se encontraba la habitación principal que era la de Shaka, éste abre la puerta e ingresa en ella, cerrando la puerta tras de si, caminó con su ángel en brazos, hasta su lecho _Buscaré algo de ropa limpia, te darás un baño y después a dormir, esto te relajará y será más fácil conciliar el sueño_ Él asintió, en el instante que sus le ven, preparando todo para el baño. Buscó en un gran armario de madera, de él saco unos saris_ esto será lo que vestiremos_ llevando en sus manos las vestimentas, las colocó en la cama al lado de él _ este es para ti_ le entregó un sari de color turquesa y él escogió para sí uno clásico de color blanco. Shun admiró la fina tela con sus dedos y sonrió: es hermoso- Shaka se hinco frente de él_ observó su rostro, vio la tilak que recién dibujó en su frente con su propia mano, su piel sonrosada, aquellos labios suaves, algo resecos, por lo sufrido, en esos día, un poco de ojeras debajo de sus hechizadores ojos, suspiró preocupado, en sus labios se dibujó una sonrisa, al ver sus esmeraldas estudiar los gestos de su cara, para después sus finos dedos acariciaran su faz apartando de su frente algunos mechones dorados y los labios de Shun besaron con devoción_ Es hermosa nuestra casa- le expresó delineando su nariz con su dedo_ vamos quita esa cara de seriedad, Shaka, todo saldrá bien _ Shaka se abrazó a su cintura y las lágrimas brotaron de sus zafiros, sin poderlas retener y Andrómeda paso sus finos brazos sobre él, suspirando trato de contener su propio llanto, pero este brotó como delicadas perlas que resbalaron por su faz hasta perderse en los cabellos dorados de Brahmán.

Virgo alzó su rostro hacia su esposo, al ver las lágrimas descender por aquella hermosa faz, le atrajo hacia su regazo, sentándolo en él, le abrazó besando sus labios y con sus dedos, limpió el manantial amargo de su alma, a la vez que Shun lamía las lágrimas de Shaka _ Si tú lloras, yo lloraré a tu lado, Brahmán, sí ríes yo lo haré también_ Shaka ocultó su rostro en su cuello y Shun hizo lo mismo entre las cascadas de oro de sus cabellos, así permanecieron un gran rato, sintiendo la presencia del otro en sus brazos en silencio. Shaka acarició su espalda delicadamente hasta empezar a quitarle la camisa. Le admiró su blanco torso desnudo, lo rozó con sus dedos suavemente, deteniéndose en su pecho, en el lugar del corazón y empezó a aplicar su cosmos en ese lugar y Shun posó su mano en la de su esposo_ Yo también aprendí de Mü, los dos te cuidaremos, pero prefiero hacerlo yo mismo, Mü se ofreció porque mi cosmos estaba muy alterado, lo lamento no supe reaccionar, el temor de perderlos hizo mella en mi _ Andrómeda apoyó su cabeza en el hombro de Shaka y éste apretó su abrazo sobre él, sin dejar de aplicar su energía curativa sobre él_¡dioses no sé que haría sin ti, mi hermoso ángel!

¡Shaka murmuró al momento de unir sus labios en un cándido beso _Nunca me has desilusionado, ambos lo lograremos juntos_ Con mucho cuidado Virgo se incorpora cargándolo en sus brazos y se dirige al cuarto de baño, le sienta en el borde de la pileta de mármol, y Shun observa aquella habitación era de grandes piedras calizas, como todo templo antiguo, suspiró al ver como Shaka preparaba el agua vertiendo esencias en ella, el agua brotaba de un hueco en la pared, que era regado por un acueducto interno, a la vez era calentada por enormes horno, que se encontraban en los subterráneos, al ver su curiosa mirada_ este templo fue construido durante la ocupación romana, tiene su arquitectura lo única que le hemos quitado son los murales que ellos hicieron y dejamos solo, la estructura inicial.

Shun asintió sonriendo, a la vez que comprobaba la temperatura del agua. El cuarto era alumbrado por antorchas, sonrió a Shaka en el momento que este le toma de la mano para hacerlo levantarse, Virgo, le ayuda a desnudarse, en el momento que le desabrocha el pantalón roza su vientre con sus dedos, y descansa allí su mano, parece que cada día crece más_ Andrómeda le acaricia el rostro__ si cada día nuestro hijo hace notar más su presencia_ Brahmán comprobó con su mano, como había tomado su vientre una forma redonda, y se resaltaba en su esbelta figura, ya había perdido algo de su cintura y con una gran alegría en sus ojos terminó de desnudarle completamente._ Insisto te verás hermoso con tu vientre.

Gracias, mi amado mentiroso, pero esta bien, no me molesta es por nuestro niño y mi figura tarde o temprano la recuperaré_ se sonrió, en el momento que le quitaba su ropa. Y ambos entraron en la tibia agua, Shaka se hincó detrás de Shun y con su mano bañaba sus hombros, le empezó a frotar su espalda con una esponja enjabonada, sintió en su espalda los nódulos de tensión en sus músculos _Tienes tus músculos contraídos_ con sus dedos empezó a masajear las áreas afectadas, Shun cerró sus ojos disfrutando de ese mimo en su espalda, los músculos de su cuerpo habían sufrido por la tensión de los días anteriores y la posición forzada en la camilla del hospital, bajo el cuidado de Shaka el dolor en su espalda desapareció._ Te sientes mejor, tus músculos estaban muy tensos_ le afirmó besando su cuello suavemente, Andrómeda asintió, volviéndose hacia Shaka se abraza a su cuerpo descansando su cabeza en su pecho escuchó su fuerte corazón _ La presión sobre mí ha sido mucha, la incertidumbre me estaba matando. Ahora te toca a ti. Tomándole de los hombros le vuelve _Tú debes estar igual o peor que yo_ Apartó con sus manos el brillante cabello dorado colocándolo sobre uno de sus hombros, con sus manos bañó la espalda con la esponja y sus cabellos también, al pasar su mano sobre la espalda del mayor le acarició suavemente, para luego aplicar un reconfortante masaje en su espalda, besar suavemente la extensión de la misma con devoción ante los suspiros de satisfacción de Virgo.

Mü se dirigió al cuarto de Brahmán, con una bandeja en sus manos, él y los demás estaban en el comedor del templo esperando a los anfitriones para cenar juntos, pero al ver que tardaban, todos se pusieron de acuerdo, que Shun necesitaba descanso y que Shaka le acompañaría, así que Mü fue el encargado de llevarles la cena. Al llegar a la habitación principal toca suavemente la puerta y esperó respuesta, pero no recibió ninguna, repitió la acción con el mismo resultado así, que con su mano libre abre lentamente la puerta y escudriño dentro de la misma, al no encontrarlos allí ingresó en la misma, con la bandeja dejándola en una mesa cercana, pudo percibir las presencias de ambos, dentro de la habitación del baño, así que les tocó la puerta, avisándoles su presencia _ Muchachos, discúlpeme por entrar sin su permiso pero les traje la cena.

Cuando se disponía a salir_ Mü, entra, por favor_ fue la voz de Shaka que le llamó suavemente. El lo hizo, al adentrarse en la habitación encontró a Shaka peinando a Shun, sentados ambos en el borde de la pileta de mármol _ Queríamos agradecerte la esperanza, que nos devolviste, amigo.


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeDom Jun 15, 2008 11:10 pm

Sí amigo, muchas gracias_ le expresó Andrómeda al momento de levantarse y dirigirse dónde él le tomó las manos entre las de él, y Shaka se abraza a Shun por su espalda _Mira lo grande que está ya_ Andrómeda le colocó las manos de Aries en su vientre. Mü sonrió, al sentir el poderoso cosmos del niño en el vientre del Caballero divino de Andrómeda, con su mano libre Shun, buscó la de su esposo, colocándola también en su vientre, asiendo fuertemente las manos de los dos mayores con las suyas. Sus esmeraldas brillaron con dejo de frialdad, algo que no pasó desapercibido para Aries, quién perdió sus brillantes ojos violetas en esas joyas llenas de seriedad _Pase lo que pase conmigo, mi bebé es primero, su vida está por encima de la mía ¿Aries?_ los ojos violetas chocaron con unos zafiros desesperados de Shaka, Andrómeda pudo sentir la mano de Shaka estremecerse bajo la suya. _ Nunca me pidas elegir entre los dos, Shun_ llevándose la mano de su esposo a sus labios, la besó suavemente sin soltar la de Mü, a quién miraba fijamente, esperando su respuesta, Aries se había quedado mudo, y le veía angustiado _ No te estoy dando opción, Shaka. No tienes que escoger yo lo he hecho por ti. Mü, mi deseo, o mi última voluntad, como lo quieras llamar, es la vida de mi hijo primero, si las cosas se complican en mi parto, y no puedes hacer nada por salvarnos a los dos y no pueda expresarme, te lo hago saber hoy, quiero que me jures, Caballero Dorado de la Primera Casa Aries, que cumplirás mi último deseo, aunque Shaka o mi hermano estén en contra. Aries asintió _Te lo juró, Andrómeda, quitó su mirada de la de Virgo, que le dirigía una reproche y Shun le soltó su mano, sonriéndole. _ Gracias Aries, sé que cumplirás tu promesa.

Shun, ¿Por qué? _ le reclamó Shaka. Volviéndole en sus brazos, Andrómeda lo atrajo sobre su hombro descansándole su cabeza en él. No pasa nada Brahmán, es sólo por prevención, no quiero decir que éste pensando morir, pero cabe la posibilidad de que las cosas no resulten bien y quiero asegurar a nuestro hijo y debes vivir para él. Debes prometerlo, Brahmán _ le separó de él un poco, y con sus finas manos enmarcó su rostro, y con una mirada seria sostuvo la de su esposo esperando su respuesta. __ ¿Brahmán?_ acarició su rostro con sus dedos. Y Virgo negó con su cabeza _ No sé vivir sin ti. Shun aprisionó sus labios con los suyos, y él le apegó a su cuerpo. Júramelo si me amas, prométemelo. No estaré tranquilo hasta que lo hagas, vida mía._ Shaka le apegó más a él, besando su cuello y hombros_ ¡Oh dioses! ¿Shun, por qué me haces esto? Te lo juro

Aries observaba la escena con un dolor gigantesco en su corazón, las lágrimas luchaban por salir de sus ojos violetas, llevó su mano a su corazón, aún temblando ahora esa mano recordaría siempre la promesa hecha a ese ángel, ¡dioses, nunca me pongan en ese dilema!_ suplicaba en su mente.

No aguantando la situación corrió fuera de ese recinto con lágrimas en sus ojos, hasta que chocó con Saga, quién le refugió en sus brazos, asustado de ver su estado, le tomó en brazos, llevándolo a su recámara. Aries escondió su rostro en su cuello, sollozando. Saga le besó en su frente suavemente, en silencio, se adentró en la alcoba. Llevándolo hasta el lecho se sentó con Mü en sus regazos _ ¿Mü?_ Aries escondió su rostro en ese pecho fornido que le servía de cobijo, Saga en silencio acariciaba su sedoso cabello_ ¿Mü?_ al momento de levantar su fino rostro desde su barbilla con sus alargados dedos, hasta unir sus labios en un apasionado beso. El menor se asió de su cuello fuertemente y Saga soltaba sus largos cabellos lila, pasando sus dedos por ellos gozando de su suavidad y aroma. _ Saga, he prometido algo terrible, dioses Shaka me va a odiar, por mi promesa.

¿Por qué lo va ha hacer amor? Shaka sería incapaz de algo así, es tu mejor amigo_ Mü le devolvió una mirada llena de dolor _ Shun me pidió que si no puede dar a luz normalmente y tengo que salvar alguno de los dos, fuera a su hijo y le dejara morir a él y Shaka por supuesto no ha querido aceptar. ¡Oh Saga! Vi el reproche en sus ojos al yo jurarle eso a Andrómeda_ se llevó sus manos a su rostro tapándose sus ojos en un acto desesperado por huir del recuerdo de esos zafiros llenos de reprensión. Al ver la actitud de su esposo, Saga se preocupa, aparta sus manos de su rostro, haciendo que sus miradas se encontraran y muy serio le inquirió: Mü ¡dioses! ¿tan mal esta Andrómeda?_ Aries asintió, descansando su cabeza en el pecho del mayor y con sus dedos jugando con los azulados mechones de Saga

Si en la clínica de la Corporación a cargo de la Familia de Poseidón, le sugirieron el aborto terapéutico, pues cuando crezca su niño dentro de él, su corazón no aguantaría y ambos morirían irremediablemente, pues yo me ofrecí a curarlo con mis artes curativas, pero si no puedo ayudarle Shaka se volvería loco, perdería a los dos _ Saga le acalla asaltando sus labios en un apasionado beso, y sus manos iba acariciando la piel de su espalda, adentrándose en sus vestimentas, las cuales fueron retiradas de inmediato, descubriendo su pecho y terminado esto le empezó a recostar en el lecho debajo de él. Aprisionando las manos de Aries con una de las suyas sobre su cabeza besaba toda la extensión de su blanca piel, hasta llegar a sus pectorales delineando con su lengua la tetilla sonrosada, y su otra mano se aventuraba entre los pantalones de Mü, acariciando su miembro directamente y despertándolo. Perdiendo su mirada turquesa en los unos violetas que le miraban nublados

Mü, Shun no te ha pedido nada fuera de lo común, él que quiere que su niño pueda vivir, el niño viene sano, según lo que me has contado, pues si, el tiene más posibilidades que él, pues eso es lo que pedirá, es lógico, el deseo de todo padre, y según tengo entendido, su bebé sería heredero de los Diermissen si es varón y sí es niña compartirá con Pandora Diermissen, el deber de prolongar la sangre Diermissen. Al oír la frialdad de sus palabras Aries tembló, trató de refutar, pero los labios de Saga se lo impidieron, fue soltando sus manos, hasta romper el beso, colocó sus dedos en sus labios, y Mü los lamió suavemente _ El solo te esta poniendo el futuro del Inframundo en tus manos, te han dado una gran tarea, mi amor, se te ha confiado el futuro de los descendientes de Hades_ Aries escuchaba sus palabras hacer eco en su cerebro, algo abrumado por las sensaciones que Saga le hacía sentir, si poder más que responder en sonoros gemidos, al ser su miembro masturbado ágilmente, cuando Saga creyó conveniente, tomó en sus labios la hombría de Mü succionándola ávidamente, a la vez que le separaba sus piernas e introducía sus dedos dentro de su entrada, movilizándolos y lubricándolo, mientras Mü se retorcía extasiado _ Te he extrañado, Mü, hoy volveremos a hacer uno_ el lemurario se estremecía conforme el miembro de Saga, le penetraba de una sola estocada, tomando su cadera la alzó para profundizar las penetraciones entre lentas y rápidas enloqueciéndolo hasta que logra liberarse dentro él, con un ronco gemido tirando su cabeza hacia atrás al sentir la potente descarga en su espina dorsal, su esencia bañó completamente a Aries por dentro, quién lo recibió en sus brazos, acunándolo en su pecho.

Saga_ expresó entrecortado_ yo no me permitiré cumplir esa promesa, haré todo lo posible por evitarla más bien cumpliré esta otra, Andrómeda tendrás a tu hijo en brazos y sobrevivirás a tu parto, si has de morir será por otra causa.

Shaka entre los brazos de su ángel, percibía aquel dulce aroma de su perfume natural, con su pecho sentía el latir de su corazón tranquilo, la suave respiración en el movimiento calmado de su pecho, separándose de él un poco observó sus brillantes ojos como dos esmeraldas refulgentes, la calma y paz que emanan de ellas, sus mejillas volvían a tener ese color sonrosado, no la palidez que le heló el alma, las tinieblas de la muerte se había borrado de su faz, aunque una pequeña sombra debajo de sus ojos, acusaban su débil estado. Le sonrió al rozar sus labios con sus dedos delineándolos con deseo, lentamente los párpados de menor, se cerraron, indicándole que él deseaba también sentir sus labios sobre los de él, con sus dedos suavemente abrió su boca, para luego degustar la miel que manaba de su ser, en un cálido ósculo, los brazos delicados de Andrómeda rodearon su cuello, y las pequeñas manos se perdieron entre sus cascadas doradas. Las manos de virgo recorrieron su espalda en una suave caricia, hasta tomar su cintura apegando su cuerpo al de él. Lentamente fue deshaciendo el beso, apegando su frente a la del menor, sonrió. El cosmos de su hijo empezó emanar fuertemente en el vientre de Shun. -¿Lo sientes? Se ha despertado, ha sentido tu presencia cerca de él. _ le susurró Shun suavemente a tomar con su mano la mejilla de su esposo, Shaka besó suavemente la palma de la misma y asiéndola con una suya, la guío al refugio de su bebé, se postró enfrente de Shun, acariciando su vientre _Bueno, mi tesoro, es la hora de comer algo, y luego de un rato de dormir, quiero verte crecer grande y fuerte, ambos lo queremos, tu papá debe descansar por los dos y yo jugaré contigo un rato, diálogo con a su hijo, sin quitar la vista de los ojos llenos de amor de su esposo_ vamos ayúdame a convencer a tu papá, para que descanse, que nosotros vigilaremos, su sueño_ besó el vientre e incorporándose tomó en asalto los labios de Shun, a la vez que lo tomaba en brazos y lo llevaba al dormitorio_ Shaka, creo que puedo caminar, no debes llevarme siempre en brazos – se quejó suavemente Andrómeda. _ Déjame consentirte, es mi deseo.

Le llevó hasta el lecho, dónde le acomodó recostado contra el respaldar y apoyado en unos almohadones, para luego arroparlo, con elegantes sábanas de seda azul, Shun suspiró derrotado, _ siempre me tratarán como un niño pequeño_ pensó. ¡No es eso amor!- se defendió Shaka. _ Yo no te considero un niño pequeño, simplemente es que te amo, y deseo mimarte en lo que pueda, en tu corta edad, has tenido más batallas encarnizadas que los propios guerreros dorados, has cargado un peso muy grande en tus hombros todo este tiempo Shun y tu cuerpo es él que más lo ha resentido. Eres mi tesoro y te cuidaré, ambos lo son, yo siempre he estado solo, desde mi niñez, en este templo alejado del mundo, meditando por horas eternas, nunca supe lo que era el amor, hasta que te vi en la isla de Andrómeda, ese día el tiempo se detuvo en mi corazón. Encontré mi tesoro más grande, y no pienso volver a cometer el error, de alejarme de tu lado, el de pelear en tu contra, fue lo que ocasionó esto…

Shun le acalló colocando sus dedos en sus labios_ No digas nada que me pueda ofender Shaka, yo pelee, como un guerrero, nunca me pongas a menos, que no lo aceptaré. No quisiera escuchar esta conversación de nuevo perdóname, amor. Y acariciando sus labios _Nuestro hijo reclama ya su cena, mira que me tengo que alimentar por dos. _ Le expresó cambiando su semblante serio en una hermosa sonrisa. Shaka le alcanzó el cuenco con una extraña sustancia dentro, olía bien, pero su aspecto era algo ralo, observó su propio plato y era la misma sustancia, distraídamente se lo ofrece a Shun, quién lo toma en sus manos _Lo siento_ expresó al sentarse frente a él con su plato de comida también para acompañarlo a cenar_ parece que Mü empezó con tu dieta _ al probar un poco, hizo una mueca ante su sabor _ es un poco insípida. Andrómeda fijó su rostro en su cara sonriendo, él ya llevaba varias cucharadas que había tomado sin quejarse y en este momento tomaba otra._ Lo lamento por todos que hoy tienen que comer lo mismo que yo._ Ambos empezaron a reírse de solo imaginarse la cara de Cáncer, que al ser italiano, era amante de grandes banquetes y exóticos sabores _ ¡Pobre, Francesco! Después de ese largo viaje, seguro lloró, tener que comer solo esto. Mü seguro la pasó muy mal oyendo sus quejas._ Shaka rió despreocupadamente como hacía unos días no lo hacía_ es que ni sal tiene. Andrómeda asintió, sin dejar de saborear, aquella sustancia de verduras coladas, Virgo le observó tomarlo sin quejarse y bajo su vista a su plato y continuo el haciendo lo mismo, suspiró antes de llevar a su boca un nuevo bocado de ese brebaje de Aries. Andrómeda le observaba de reojo, al momento de dejar su plato en la veladora a la par de su cama y tomar un vaso con agua y bebe un poco, lo tomó con las dos manos y sus esmeraldas veían como Virgo tomaba a regañadientes su cena, aunque trataba de ocultarlo.

Lo siento, que tengas que comer lo mismo que yo, le diré a Mü que yo me encargaré de mi alimentación, los demás podrán comer normalmente, él único enfermo soy yo, no tienen porque sufrir todos._ Virgo negó, apresurando la forma en que terminaba su cena_ No digas eso, no me molesta comer lo mismo, después de todo no está tan mal, ésta sustancia, huele bien. _ Shun se sonrió_ Mentiroso, no te agrada su aspecto, ni su sabor, aunque yo he comido cosas peores, durante mi entrenamiento. Así me distraeré un rato, que no pienso quedarme para siempre en este lecho, haré mi vida normal, pero sin esfuerzos, y creo que cocinar esto, no será mucho esfuerzo.

Pero Shun, la servidumbre de este templo puede hacer esto, y ellos fueron los que siguieron las instrucciones de Mü_ Shun negó en el momento que tomaba otro trago de agua_ Yo me encargaré de lo mío. _ determinó dejando su vaso en la veladora. Shaka terminó rápidamente su cena_ No, yo comeré lo mismo tuyo. Los muchachos pueden comer los platillos, que deseen, debes recordar que lo juré en las buenas y en las malas, amor_ señalando su anillo, le sonrió_ no me parece justo que sólo tu te sacrifiques por nuestro bebé, ambos lo haremos, además si lo preparas tu tendrá mejor sabor. Andrómeda enarcó una de sus cejas y sonrió _ Tendrá el mismo, pero no aceptaré quejas, así que será mejor que comas igual que los chicos.

Le tendió sus brazos a Virgo y él se acunó en su pecho, tratando de sostenerse en sus manos para no cargarlo con todo su pecho, Shun besó suavemente su cabeza_ estimo que quieras acompañarme en esto, amor, pero no te gustará su sabor aunque le preparé yo. A que tampoco cocino mejor que Mü. Shaka le besó apasionadamente, acariciando su cuerpo, por encima de su túnica blanca. Sabes eres el alimento que quiero todo mis días, si he de ayunar de ti, por lo menos quiero comer lo que prepares, ese es mi mayor sacrificio, el no poder sentirnos unidos, el no poder volver a ser uno, hasta que mejores. Sus manos fueron corriendo la túnica hasta descubrir su pecho, en el instante que le acomodaba debajo de él, besó su pecho en delicados roces, al sentir endurecer sus pezones sonrosados, los tomó con sus labios, succionándolos, y su mano buscó su vientre, posándose allí sus dedos acariciaban la suave piel. Andrómeda acariciaba su espalda desnuda, jugando con sus cabellos y suspiraba profundamente, disfrutando de las sensaciones, hasta que Virgo se detuvo, descansando su cabeza en el pecho de su ángel escuchando su latido.

Brahmán cubrió de nuevo su pecho con la túnica, y Andrómeda le cedió campo a su lado, se acomodó en el lecho y atrajo entre sus brazos a su esposo, ambos, se cubrieron con la sábana, y se dispusieron a descansar.


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeDom Jun 15, 2008 11:15 pm

[justify]En el mirador cercano al templo de Leo, dos figuras descansaban bajo aquel árbol disfrutaban en silencio, el reventar de las olas una y otra vez, aquella noche solo eran alumbrados, por las antorchas que permanecían siempre encendidas en los alrededores de los doce, templos y admiraban en silencio los millares de puntos blancos bordados en el ennegrecido cielo nocturno, el cantar de los grillos, resonaban fuertemente en sus oídos. Iki, suspiraba pensando dónde se encontraría su hermano, y distraídamente acariciaba su vientre, mientras degustaba una fruta a su lado recostado sobre la hierba, bocabajo y sosteniendo con su mano su mandíbula, Hyoga le observaba, mientras sus pies descalzos se movilizaban rítmicamente.

En un resoplido de aburrimiento, movía su cabeza impaciente, desde la tarde, Aioros y Shura fueron convocados a reunión de la Coalición Dorada, aún a estas horas no habían salido, agobiados por el intenso calor de la estación del verano decidieron, esperarlos donde la brisa marina les refrescará, el cisne llevaba túnicas ligeras, no tenía mucha tolerancia al calor, lo que lo irritaba fácilmente, sus ojos se posaron en Iki y al recordar sus vestimentas se estremeció _¿Iki, es que no tienes calor? Yo me muero de la sofocación que siento, ahora recuerdo porque en estás fechas siempre Camus y yo nos íbamos entrenar en Siberia. Iki asintió- si ya quisiera verte descansar tu cosmos dentro de un volcán ahí se sofoca la persona, para mí el clima esta perfecto.

Pues que bonito, cuando me llevas a conocer tu madriguera, eh Iki. _ Sentándose frente a él, fija sus ojos en los acerados de Iki. Buscando como las palabras adecuadas, para preguntar algo nervioso. La mirada de Iki, se posesionaba sobre su cara, seriamente, lo sabía por la forma en que sus cejas se arqueaban, se aclaró la garganta, y bajando su mirada y con su rostro sonrojada se atrevió a hablar:_ ¿Oye amigo, no te incomoda, o sea en tu estado? Iki comprendió completamente la intención de la pregunta y sus ojos se entrecerraron, estudiando la actitud del joven enfrente a él, sabía que le costaba preguntar lo que estaba haciendo, jugaba nerviosamente con su túnica, y él solo permanecía callado, así que se atrevió a hablar de casi como en un susurro _¿Qué se siente tener otro cosmos dentro de ti? Con Shun no me atreví a preguntarle bueno, sabes Shaka siempre estaba cerca de él y me daba pena.

Ahora era Hyoga que levantó sus ojos brillantes como los diamantes hacia el mayor, que asintió cerrando sus ojos, pero podía sentir perfectamente la mirada de su amigo, ansioso por su respuesta. Fénix se quedó pensando lo que le respondería y un leve sonrojo cubrió sus mejillas, para luego abrir sus párpados lentamente y enfrentar aquella mirada llena de curiosidad del cisne. En verdad no es molesto pero si extraño. Fue lo que obtuvo de respuesta, Hyoga sopesó las palabras del Fénix, eran pocas pero tranquilas y no le había matado en el proceso, le estudió su mirada ya no la concentraba sobre él sino en un punto lejano en horizonte nocturno, llevaba distraídamente su mano a la cabeza y acomodándose unos mechones rebeldes que eran movilizados por la brisa marina y continúo, expresándose con el tono de voz con que le hablaba a Andrómeda: _ Más que todo porque no te imaginas, que te pasaría a ti. En cuanto a mi embarazo bueno siempre pensé que mi hermano era el fértil, pero jamás pensé que podía ser yo también. Y tú Hyoga, ¿eres fértil? ¿Te has hecho la prueba? no sea que te vayas a llevar una sorpresa.

Si lo soy, desde hace tiempo Camus, me envío a hacer la prueba, después me dio un largo sermón de cómo cuidarme. Iki le escuchaba mientras mordía distraídamente su fruta, últimamente su apetito había aumentado, pero siempre buscaba algo que no le hiciera aumentar mucho de peso y no había abandonado sus entrenamientos, solo que ahora los hacía, con mayor cuidado, nada peligroso. _ Bueno entonces me ahorras una charla sobre eso, aunque yo no sería el indicado, para dártela_ sonriendo señalo su vientre_ pues no he predicado con el ejemplo. El menor se acercó a él y fénix le hizo recostarse en sus regazos y suspiró_ Hyoga siempre has lo que te dicta tu corazón, no más ni menos, si te gusta Shura, pues ábrele la puerta. Hyoga cerró sus ojos disfrutando del mimo que Iki le estaba brindando, reconocía que era algo que sólo Shun podía gozar, ese lado sensible del Fénix, y bueno ahora que lo pensaba mejor Aioros había sacado a flote, rescatando ese corazón sumido en el dolor. _Iki, sé que pronto partirás del Santuario, ni siquiera Aioros ni el maestro Shion te podrán detener y me quedo completamente solo, yo quiero acompañarte en tu búsqueda, eres lo más parecido a una familia que tengo, aunque he pedido a Shura, que me acompañe en mis entrenamientos y él aceptó, no sería lo mismo, quiero protegerte a ti y a Shun, no quiero consumirme aquí sin saber nada me volvería loco y en tu estado necesitarás ayuda._ La mano del cisne acarició el vientre del Fénix e Iki bajo su mirada para encontrarla con la del menor._Hyoga _ susurró el Fénix.

Por otro en el Partenón, en la Coalición Dorada, cada caballero, daba un reporte de sus actividades y en este momento el informe le tocaba a Aioria, su informe era el más importante, porque era el caballero a quién le tocaba vigilar directamente a Atenea, ella se había alojado en el templo de Sagitario, lugar en que ahora habitaba el guardián de Leo, por ordenes directas de Shion, ambos hermanos intercambiaron templos_ La diosa Atenea, ha mantenido una estrecha relación con el caballero divino del Pegaso, que puede rayar en el intimidad, por decirlo de una manera elegante, en otras palabras el sucesor de Sagitario_ volvió a ver a su hermano con su mirada cargada de pena_ lo lamento Aioros, hermano, tu sucesor es uno de los caballeros que permanecen fieles a Atenea y se ha convertido en su mano derecha, en otras palabras debemos contarlo entre nuestros enemigos, ya no es un caballero de confianza, está en nuestro deber que no tenga contactos con Fénix, ni Andrómeda.

Compañeros, mi posición ha sido neutral e ignorando en apariencia muchas cosas que suceden en el templo de Sagitario. Para ellos, no representó un peligro latente, por lo tanto, se han descuidado, y he podido determinar algunas cosas, he presenciado las constantes reuniones de la diosa con los restantes caballeros de bronce que fueron entrenados por la Fundación Kido, en especial con Jabú de Unicornio, él es el encargado de vigilar a Fénix, ha sido su sombra, durante meses, antes que esto se desatará. Se qué Nachí del Lobo y Genki del Oso, han partido en la búsqueda del rastro de nuestros compañeros y Andrómeda._ Shion escuchaba con atención todo el informe, Dohko preocupado le miraba de reojo. Sabía de la conversación con el Fénix, pero su esposo, anotaba lo que le decían en silencio, ¿cuál sería el accionar que haría él, en este momento? Observó que dirigió su mirada a Aldebarán que había pedido la palabra, y con su mano le indicó que esperará un momento.__ Desde su huida el grupo bajo la protección y liderazgo de Saga, han tenido unas constantes sombras vigilándolos. La Fundación Kido ha esparcido todos sus espías para localizarlos. Lo que noto más difícil en el momento es determinar quién son los que le siguen, son personas comunes, es una espada de doble filo, no representan un peligro real para el grupo, pero a la vez sí, porque son difíciles de localizar, ellos no poseen un aura de combate ardiente como nosotros, pero pueden informar a los caballeros de bronce encargados de guiarlos, además no sabemos todavía que otros caballeros o mercenarios tendrán a su favor _Concluyó Leo. El patriarca le indicó que podía tomar su lugar de nuevo. Y con su mano sin emitir palabra, le indicó a Tauro que podía mocionar.

Lo que Aioria dice es cierto, Shion. Francesco y Afrodita fueron seguidos de cerca, durante su viaje, ellos tuvieron que pasar por varias ciudades de Europa antes de poder ingresar por los Himalayas, tardé en ubicarlos por esa razón ellos estaban despistando a sus sombras, en el momento que peleamos, ellos por medio de sus claves me informaron que habían matado, por lo menos a veinte sospechosos, saben que esos dos son infalibles como verdugos de la Coalición Dorada. Shion asintió en silencio, buscó los ojos de Donko a su lado y ambos confirmaron con sus cabezas, suspirando, cerró su bitácora, dejando la pluma a su lado, dirigió su mirada a los dorados que esperaban ansiosos su veredicto.

Algunas horas, más tarde en Rajastán, Shun despertaba al alba, Shaka a su lado todavía dormía plácidamente, protegiéndole entre sus brazos. Su cuerpo estaba cansado de estar tanto tiempo en el lecho, necesitaba estirar sus músculos, con cuidado de no despertar a Shaka se deslizó fuera del lecho, tomando algo de ropa, se adentró en el cuarto de baño y se aseó para salir de esa habitación. Admirando como le quedaba el Sari, en una gran espejo en unas de las paredes de ese lugar, pasó su mano por su vientre, que ya resaltaba, en su cuerpo _parece que creces todos los días_ aquella tela aguamarina caía sobre sus formas, era ligera y fresca. Y colocó en sus pies unas zapatillas acordes con su vestimenta. Sentía que la mañana iba ser calurosa así que tomó un cepillo y entrelazo su larga y sedosa cabellera en una trenza. Sonrió al ver terminado su trabajo y salió sin hacer ruido de la habitación, camino reconociendo cada uno de los pasadizos sobriamente decorados, cuando se topó con uno de los sirvientes que al verlo bajo su cabeza en señal de saludo con su manos juntas, Shun hizo mismo saludo sonriendo_ ¿Sería tan amable de indicarme, por dónde salgo al jardín?_ El monje le indicó el camino guiándolo _ es por aquí, señor._ Andrómeda asintió_ uno de los visitantes se encuentra en el jardín _ gracias, es muy amable. Vaya en este templo todos son muy formales, sonrió travieso, con razón Shaka era así- se dijo así mismo, mientras se encaminaba a la presencia cercana a los Salas Gemelos.

Sentado a la sombra de los dos enormes árboles, la imponente presencia de Afrodita, engalanaba el lugar, despacio se acercó para cubrirle los ojos con sus manos, pero el Santo de Piscis en un rápido movimiento le tomaba de la cintura, para hacerlo sentarse en su regazo, sonriéndole _ Esta vez no me tomarás desprevenido mi dulce Andrómeda, eres un pequeño travieso y nunca cambiarás _ Una cálida sonrisa iluminó el rostro de Afrodita, y acariciando la mejilla del más joven_ te ves mejor hoy, te ha sentado bien el descanso. Shun yo lamento que pases por esto, por mi culpa. Fue el momento que Shun, notó el rastro brillante en el pálido rostro de Afrodita y sus ojos enrojecidos por el llanto. Con sus dedos limpió el rostro de Piscis _ No llores amigo nada de esto fue tu culpa. Te lo he dicho millones de veces, entre amigos no hay arrepentimientos, en ese caso yo debería disculparme por enviarte al Inframundo, por tu estadía en ese lugar, por ser el hijo de Hades.

Afrodita asintió- Entonces no se hable más del asunto. Shun descansó su cabeza en su hombro _ Amigo, se que puedo confiar en ti, dime cuales son los movimientos de Atenea, sin lugar a dudas, el que Francesco y tu hayan hechos esos cambios tan radicales en su apariencia no es por nada. Quiero la verdad, no me ocultes nada, quiero saber a que atenerme. _ Andrómeda nunca me has dejado de sorprender, Saga tenía razón eres un verdadero león, peleando, no más bien un hermoso Ángel de la Destrucción, eres astuto, y calculador, un verdadero estratega.

Creo que eso lo heredé de mi padre y lo pongo siempre en práctica para cuidar a mis seres queridos, querido Afrodita, dime, que es lo que me oculta mi amado Shaka.


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeDom Jun 15, 2008 11:17 pm

Capítulo 12: Atenea empieza a mover sus fichas, la Coalición Dorada se prepara para la Tormenta.


Afrodita, levantó su mirada hacia los Salas que les daban sombra, las hojas eran movidas por la suave brisa, los cálidos rayos de sol, les bañaban y los aves trinan alegres, todo comenzaban a con un nuevo día, suspiró, acariciando el cabello sedoso del joven en su regazo, rozando suavemente su mejilla, le vio directamente a los ojos. Shun, querido niño, te buscan los espías de la Fundación Kido, por cielo, tierra y mar han enviado a civiles, personas que no poseen un cosmos ardiente, por cual detectarlos. Cualquiera podría ser un enemigo. Francesco y yo eliminamos a todos los sospechosos. En verdad, te digo que el número exacto lo perdimos. Al escuchar las palabras de Afrodita la mirada de Shun se volvía en frías esmeraldas. ¡Mi señor Hades! Atenea le busca para acabarlo y no se detendrá hasta lograrlo. Andrómeda asintió, cerrando sus ojos suspiró. Entiendo, amigo, nunca estaré a salvo, ya sea por mi enfermedad, o porque Atenea, me asesine. Sonrió acomodándose algunos cabellos que rozaban su rostro, recostó su cabeza en el pecho del caballero dorado de Piscis. Guardando silencio, se dispuso a escuchar lo que su amigo tenía que decir: Sabemos que los caballeros del bronce, entrenados por la Fundación, ahora son encabezados por Pegaso y ellos son los que lideran los agentes que nos siguen la pista. El más joven suspiró sonoramente contra su pecho. Comprendo Afrodita, su voz sonaba cansada, eres el único en que puedo confiar para estos asuntos, gracias. Los demás me tratan como a un niño, lo aprecio, pero hay veces que me desesperan, yo necesito saber a que atenerme, para estar prevenido y en alerta.

Afrodita, sonrió y con su mano acarició suavemente el redondeado vientre. ¡Chiquillo pendenciero! ¿Acaso no has visto la magnificencia de este templo? ¿Su solemnidad? ¿No conoces al hombre que yace entre tus piernas cada noche? Shaka era como esto. Tomando su barbilla enfrenta sus ojos tan claros como el agua, contra las brillantes esmeraldas. Brahman no entendía los sentimientos, las emociones para Virgo eran debilidades que no aceptaba en su vida, permanecía siempre en estado de vanidad. Pero aquella visita a la isla de Andrómeda, le cambio. Tú rompisteis todos sus esquemas, su mundo, ahora su corazón desborda de emociones y no sabe como reaccionar, pequeño y el centro de todo ese remolino de sensaciones eres tú, su adorado esposo, el que le hará padre. Tú niño es su otra locura y felicidad. ¿Quién no? Yo también tendría instintos asesinos si lo que más amo estuviera en peligro de muerte, por culpa de otro estupido. Como es en mi caso, así que no seas duro con él cuando me vea con desprecio, para él soy el causante de tu desgracia y la suya. Las esmeraldas de Andrómeda se internaron en los ojos de Afrodita, determinando la culpabilidad oculta en ellos, las joyas que poseía Andrómeda por ojos se entristecieron, llevando su mano al suave rostro de Piscis, acariciándolo. Afrodita, yo… sus palabras murieron en su boca al sentir la presencia de su esposo cerca tras él. El caballero de la doceava casa delineó sus labios con sus dedos. Indicándole callar, suspiró y cambio su semblante al volverse hacia donde Shaka se aproximaba, sonriéndole le saludo con su mano, moviéndose en el regazo de Piscis.

Brahman se acercó apresurando su paso con una sonrisa en su rostro, sus cabellos dorados ondeaban graciosamente a causa de la brisa, al verlo en compañía de Piscis su expresión adoptó un mohín de seriedad. Saludando a Afrodita con el protocolo del templo, Piscis le contesta en la misma forma galantemente. Shaka se coloca a la misma altura de los que estaban sentados en el pasto, tomando el cuello de Andrómeda con su mano y su esposo le rodea con sus finos brazos, unen sus labios en un apasionado beso, ante la sonrisa de satisfacción del testigo de ese primer saludo matinal. Separándose en delicados besos, unen sus frentes. ¡Buen día, mi amor! ¡Buen día, mi niño hermoso! Aún con sus respiraciones agitas y deseosos de no haber roto aquel maravilloso beso. Shaka toma en sus brazos a su niño, sentándolo en su regazo, se dispone a disfrutar un rato con ellos en ese pequeño paraíso, acaricia suavemente su vientre, besando su hombro, sonríe a Afrodita. El caballero de la doceava casa le devuelve la sonrisa, aliviado. ¡Gracias por cuidar de mi tesoro! Es un placer amigo.

¿Hace mucho que estaban aquí? Cuando desperté no te encontré a mi lado. Brahman hace como media hora, es que necesitaba algo de sol y aire fresco, sabes que me encanta sentarme un rato a disfrutar de la naturaleza, me relaja. Virgo asintió. Bueno nos quedaremos un rato luego iremos a tomar algo de alimento, me he topado con Kamus, él después de su entrenamiento matutino, nos espera para que lo acompañemos a desayunar.

¡Por cierto, amigos! Ya he preparado el desayuno para todos, indicó Piscis, jugando una flor entre sus dedos, sus acompañantes le volvieron a ver. ¡Gracias! Le agradeció Brahman. Amigo no sé tu pero no pienso comer nunca más una comida preparada por Mu de Aries, aunque me muera de hambre. Y no pienso permitir que este niño sufra ese tormento de nuevo, era asqueroso ese brebaje. Sé que Shun tiene una dieta estricta, pero tampoco es matarlo de hambre, nadie puede comerse eso, pensé muy seriamente, pedirle la receta sería un buen instrumento de tormento para hacer confesar a cualquiera. Expresó Afrodita haciendo un mohín de asco. Yo sé sobre nutrición, por lo tanto he secuestrado la dieta que envío el hospital ¿Si te parece bien Shun, ambos prepararemos los alimentos? Andrómeda confirmó que estaba de acuerdo tomando la mano de su esposo entre la suya sonrió. ¡Gracias amigo! Shaka también le mostró su agradecimiento con una amplia sonrisa, en el instante que Afrodita coquetamente les guiña su ojo, llevando su mano a su pelo, pasa sus dedos por él y suspira cansado.

No me agradezcan tanto que también lo hago por mí Bajando su rostro, algo sonrojado empieza hablar rápidamente: ¿Creen que pasaré otra noche calmando a Francesco, por culpa de Mu? ¡No! Negando graciosamente con su cabeza. He tenido que saciar su apetito toda la noche y cuando por fin se cansó, suspiró fastidiado. ¡Oh, dioses! No pude dormir nada, saben lo que es tener a tu esposo dormidote a tu lado, después de que te ha despabilado, roncando. Luego cuando quieres conciliar el sueño, bueno oyes a tus amigos, en las habitaciones aledañas en plena acción, primero Radamantis y Kanon. En la otra Saga y Mu les hacían competencia, es de terror, juró que le pediré posada a Kamus, es agotador después de semejante viaje, no poder descansar. La pareja en frente de él casi se ahoga en su propia risa, de solo ver la cara de desesperación del galante caballero de Piscis. Muchachos no se rían que es en serio, es de pesadilla, algo de lo que siempre me ufanado es que uno debe descansar bien, para guardar su juventud y belleza. Aunque sea uno de los caballeros más poderosos de la orden, necesito cumplir con mis horas de sueño, creo que los únicos que descansaron a gustos, fueron ustedes tres.

¡Ay Afrodita! Se compadeció Shun y Shaka le dedicaba una mirada atónito. Afrodita, asintió: Así que por mi salud y la del grupo, he preparado los alimentos de hoy, es comida saludable, no contiene grasa, es como lo especificaba la receta, pero si tiene buena sazón, será nuestra dieta especial, pero si será comestible. Tanto Shaka como Shun sonrieron gozando de su manera despreocupada de hablar. Que más puedo decir, más que Shun también cocina delicioso, así que haremos una buena combinación de platillos orientales y occidentales, los cuales contengan todos los nutrientes necesarios para los dos, tú y tu bebé. Andrómeda volvió a ver a su esposo, Shaka sonreía aliviado. Es lo que pensaba hacer, pude comprobar el tormento culinario de anoche, disculpen fue por mi culpa. Acariciando la mejilla de su esposo, le besó en los labios. ¡Mi pobre amado! No sabía como comérselo, no me imagino el sufrimiento de Francesco.

Brahman tomando su pequeña mano, la besó cariñosamente. ¿Óyeme Shun, en verdad no se cómo hiciste para ingerirlo sin chistar? Shaka soltó su pregunta besando su hombro y los ojos de ambos caballeros dorados esperaban ansiosos su respuesta. ¡Sabía horrible, amor! Protestó Shaka y Shun sonrió: No has oído mi vida, que al mal paso hay que darle prisa. Pues me apresuré a terminarlo, no quería durar con ese tormento, más tiempo que el necesario, pero por favor no se lo digan a Mu, porque se ofendería, expresó sonrojado. Shaka le abrazó contra su pecho besándole la frente. Te prometo, que Mu, solo iniciará tus sesiones de curación nada más, la cocina queda vedada para él en este templo ¡Pobre Saga! ¿Cómo hará para poder comer todos los días? Los tres se estremecieron de solo pensarlo.

Creo que sería bueno encaminarnos a desayunar, mi amor. Brahman toma de la cintura a Andrómeda ayudándole a incorporarse, y Afrodita se alza rápidamente tomando sus manos, le sostiene, para después Shaka se pusiera en pie, adjuntando su cuerpo al de su niño, le abrazó y los tres se encaminaron al palacio de nuevo, en el comedor les esperaba Acuario, los sirvientes ya habían dispuesto la mesa, y su desayuno constaba de una variedad de frutas y un cereal de avena, junto algo de té. Los cuatro disfrutaron de ese suculento manjar y de una amena conversación.

En el templo de Sagitario, Atenea se terminaba de vestir sentada a la orilla de la cama de Pegaso, aún en el lecho, se encontraba desnudo el Unicornio, con sus ojos fijos en el techo, informó con voz apática: Atenea la Coalición Dorada, lleva varias horas reunida, Shion los ha convocado, desde de la mañana de ayer. Tanto Iki como Hyoga, se hospedan en el templo de Leo, el Cisne siempre es enviado a hacerle compañía cuando Sagitario no está con él. Tal parece que la zorra de Fénix, no puede estar sin niñera. ¡Mi Señora! Fénix esta preñado del cazador.

Atenea le daba la espalda como cavilando algo en su mente, mueve sus dedos pensativamente sopesando las palabras de su subordinado, acomodando su cabello se vuelve hacia él, acortando la distancia con es joven desnudo, le ve con desdeño. ¡Mi Señora! ¿Cómo puede preferir al Fénix, sabiendo que le abre sus piernas a ese imbécil de Sagitario? La diosa le veía atentamente, sus retinas violetas, mostraba una mirada indescriptible, los ojos de Jabú se volvían a cargar de deseo perdidos en el escote de la diosa. Atenea acarició los cabellos caoba de su amante. Pero Jabú, por más que quieras compararte con el imponente Fénix, no lo lograrás ni en mil años luz, él es una estrella inalcanzable para ti.

Lo único que eres para mí, una buena diversión, es el bocado de los dioses el que yo quiero, es a Iki. Séme fiel, Unicornio y de vez en cuando volverás a compartir mi lecho. Acarició suavemente su mentón y con su lengua recorría la extensión de su cuello, provocándole una nueva erección a su esclavo como ella le consideraba. Jabú trae a Fénix a mis pies y la cabeza de Andrómeda en una bandeja de plata para mí y siempre gozarás de mi favor, la atrevida mano de la diosa acariciaba su miembro excitado, y le lamía sus tetillas, el Unicornio se gemía enloquecido ¡Señora! La diosa apretó su miembro entre su mano fuertemente, logrando que las lágrimas brotaran de dolor de sus ojos. Tráeme a Fénix a mi lecho, que suplique, porque le permita tomarme, que pague con sangre su rechazo y desprecio ante los caballeros dorados. Mata al niño que lleva en su vientre. Quiero ver sufrir a Aioros, ambiciono que Fénix ruegue, grite y se lamente por su hermanito y hasta talvez te deje gozar de su cuerpo en mi presencia.

En ese instante Pegaso irrumpe en su habitación, se queda estático con su vista fija en su lecho, en los amantes que retozaban sobre el. Atenea levanta su rostro hacia el dueño de la habitación, sonríe ante los ojos desorbitados de Pegaso. ¡Saori! Tartamudeo inmovilizado en la puerta. Entra y cierra la puerta, Seiya, le ordenó. Besando los labios del Unicornio le susurró algo a su oído y el guerrero se levantó y llevándose la mano de la diosa a su boca, le besa. Seiya después de obedecer los mandatos de la diosa, siente su cuerpo inmovilizado, que no podía hacer reaccionar ni un solo músculo. Pegaso me perteneces, eres sólo un sirviente para satisfacer mis deseos, como lo harás en este momento.

Lentamente Jabú se le acerca y con horror, Seiya se ve con su boca asaltada por los labios del Unicornio y los dedos de su compañero de batalla se perdían dentro de su pantalón, manoseando su virilidad. Soltó un fuerte gemido contenido por la boca de Jabú, en un abrir y cerrar de ojos, se vio desnudo ante su diosa y el otro caballero de bronce, ante las indicaciones de Saori, le fue colocando sobre sus rodillas y manos, acariciando su trasero, los dedos le rozaban su entrada en espera de los mandatos de Atenea, ella acomodada en el lecho disfruta de la escena que le brindaban sus esclavos, hasta que veía a Pegaso movilizar su cadera pidiendo más al Unicornio, entre gemidos y suspiros, su ansia aumentó cuando la lengua de Jabú lamía su entrada, no aguantado más se vino contra el suelo de su habitación.

El Unicornio sonriendo lascivamente: ¿Tú eres el caballero divino, más poderoso de nuestra diosa? Siempre te has mostrado orgulloso de eso, pero no eres nada sin la ayuda de los otros, siempre los cuatro restantes caballero divinos, dieron todo en la batalla aunque me cueste reconocerlo, ellos fueron los que ganaron las batallas, tú solo diste el golpe de gracia y te llevabas la gloria de sus victorias. ¿Qué se siente, ser dominado? Estas palabras taladraban los oídos de Seiya, y no pudo contestar al sentir la grotesca invasión de su cuerpo desgarrando su virginal entrada. Sus dedos trataban de asirse del suelo, y sus lágrimas rodaban desoladas por su faz hasta perderse en el suelo y entre sus gimoteos llamaba a Saori, la cual reía desde el lecho gozando del sufrimiento del Pegaso. Entre las embestidas de Jabú y las risas de la diosa, pensó perder la razón, eso debía hacer era una pesadilla, de la cual quería despertar.


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeDom Jun 15, 2008 11:34 pm

Atenea abandonó el lecho hasta quedar a la altura de Pegaso. ¿Sabes? Querido Seiya siempre me has aburrido, si me permití entrar en tu lecho era para poder controlarte, que todos desconfiarán de ti, ahora no eres más que un despojo, no tienes a nadie más que a mí, tomando su barbilla. Nunca fuiste nada sin mi ayuda, Pegaso, y sin la ayuda de los demás, ahora serás mi esclavo y prisionero, me servirás más adelante en lo que tengo planeado, el que siempre me ha sido fiel, es mi querido Unicornio. Levantándose de su posición busca los labios de Jabú y este sale del cuerpo de Pegaso, tomando a la diosa en sus brazos la carga hasta el lecho dónde Saori le permite unirse a ella, ante los ojos desolados de Pegaso que permanece tirado en el suelo sin poder moverse, la sangre manaba entre sus piernas, sin embargo no era su principal dolor, ese era el de observar a Saori en brazos del caballero del Unicornio, y entre gemidos la diosa llamaba al Fénix.

En el Partenón, todos esperaban en silencio el veredicto de Shion, el patriarca permanecía en silencio con sus ojos cerrados, a su lado Dohko, le veía ansioso, sabía que la mente de su querido Shion estaba razonando toda la información recibida, sentía que la guerra santa estaría próxima. Su inquietud se transmitió al bebé que estaba en su vientre, él cual empezó a manar su cosmos fuertemente, en el cuerpo de Dohko, llamando la atención de todos los presentes. Libra se llevó la mano al lugar dónde se refugiaba su niño, sonriendo nerviosamente. Todos se sonrieron cómplices, estudiando la actitud de su líder que sonrojado abre sus ojos, y vuelve a ver a Dohko de reojo, sin apartar la vista de todos sus caballeros que le sonreían orgullosos, se aclaró la garganta, y les devolvió una hermosa sonrisa, en el momento que lleva su mano al vientre de su amado Libra y la descansa allí. ¡Lo siento pequeño! Sé que estás cansado, Dohko, este niño tendrá tu carácter, de eso me doy cuenta. Expreso suavemente besando sus labios amorosamente, y los aplausos de los dorados ahí presentes no se hicieron esperar.

¡Amigos! Debemos movernos rápido, esto cada día se complica más, creo que es el momento de que Fénix, abandone el Refugio, saben que por medio de la diosa Hécate, que se encuentra en el Recinto, me he enterado, que Atenea está pronta a partir del Santuario, la diosa de la guerra, no piensa quedarse, sabe perfectamente que no puede hacer ningún movimiento bajo nuestra constante vigilancia. Y es aquí el momento que no podemos hacer nada, porque aunque su padre Zeus le quitará potestad, él único que puede mantenerla prisionera es él, nosotros todavía somos hijos de humanos, no está en nuestras manos hacerle nada, y cuando ella decida partir, lo podrá hacer libremente. Aioros, he escuchado al Fénix en audiencia, y me ha solicitado que le dejara marchar, tú lo sabes perfectamente. Iki Diermissen, no es una persona que espere sentada. Debes controlar su carácter Aioros, pero concuerdo con él, en que debe buscar a Andrómeda, es lo mejor, que los Diermissen estén unidos, más en este momento en que Shun, no se encuentra bien de salud. Además he estado en conversaciones con Pandora Diermissen

Aioros, se incorporó de inmediato de su asiento, como siendo electrocutado por el mismo, ante la mirada atónita de todos, habló entrecortado ¿Qué tiene Andrómeda, Su Excelencia? Shion tu respuesta es muy importante, porque podría ser una tragedia lo que ocurra, expresó seriamente. ¿A qué te refieres, Sagitario? Señor sé que Fénix me mataría si se entera que he hablado, pero es necesario para el orden de todo. Deben conocer que Shun Diermissen, ya ha extendido completamente las alas del Ángel cuando era un bebé, Atenea intentó matarlo recién nacido, pero fue por esa causa que no lo logró. Andrómeda, exterminó en ese momento a los mercenarios de Atenea y a su madre, incluso a Iki, pero su estrella guardiana Fénix, le salvó pero también le hizo dependiente de Shun, si Andrómeda llegase a morir Iki también. En otras palabras el único de los Diermissen que ha sobrevivido al Ángel de la Destrucción es Shun.

Comprendo, algo así me temía, desde hace tiempo, pero lo que tiene Shun, es en su corazón, el uso de esa técnica, le debilitó en la batalla de las doce casas, y la rosa de Afrodita mordió su corazón, bueno su daño en ese órgano me informó Poseidón, que en general no es mortal, pero el peligro está en su estado de embarazo, ya que su corazón puede colapsar, sin embargo Mu le está tratando con las artes que aprendió de mí. La Corporación Solo también se está ocupando de su atención, por eso es necesario Sagitario, que te partas a Alemania con Pandora, ella los está esperando, de allí les será más fácil obtener información.

Esta vez, no puedo mantener a la orden del zodiaco en el Refugio, Maestros de las casas de los caballeros, debéis, abandonar el Recinto, y buscar un lugar donde resguardar a vuestros discípulos, Atenea buscará la forma de corromper y arrastrar con ella cuanto caballero le sea posible como lo hizo con Seiya.

Shion tiene razón, yo por eso he le pedido a mi alumno que se preparé para retirarse del Santuario y te pido Aioria que cuides de él. Porqué yo me quedaré al lado de Shion, en el Star Hill, y no puedo pedirle a Shiryu, lo mismo. ¿Pero Dohko, en tu estado? Debes ser tú el que se vaya con Shiryu y yo me quedaré al lado de Su Excelencia. Libra negó suavemente, sonriendo: Te agradezco amigo, pero mi lugar es al lado de Shion, no lo dejaré solo por nada de este mundo, ni siquiera por Atenea. Se abrazó al fornido pecho de su esposo, cerrando sus ojos, y la mano de Shion, le acariciaba el vientre.

¡Aioria te agradezco! Pero mis ordenes son: Lideres de los Caballeros, el Recinto ya no pertenece al bien, debéis proteger a la humanidad, con vuestras vidas, Aioros y Shura, los dos acompañarán al Fénix, desde ahora sois espectros bajo el mando de la Familia Diermissen, ese ha sido el convenio con Pandora, debéis marchar de inmediato y lo hará de incógnito como una vez lo hizo, Saga y los demás, exterminar a todo aquel que se acerque a Iki. Shura te encargo el discípulo de Acuario a tu cuidado. Kiki, se quedará con nosotros, él les irá informando de todos nuestros mandatos, ya que de ahora en adelante me dedicaré a recibir, decretos del Tribunal del Olimpo mismo, dónde Dohko y yo estaremos será protegido por los dioses mismos, ellos guiarán nuestros pasos de ahora en adelante. ¡Coalición Dorada! Aunque estemos separados, siempre hemos tenido un solo corazón y una sola voluntad, por la paz de la tierra, ahora nos separamos, pero siempre seremos la Coalición Dorada, la que brilla como el mismo sol.

Los cuatro caballeros ahí presentes, se acercaron a Shion y Dohko entrelazando sus manos entre sí. Alzando sus cosmos, y sus armaduras resonaron en todo el Recinto Sagrado, el lamento general de las constelaciones se escuchó como un grito desolador en aquella mañana, los templos resplandecieron con la luz del mismo sol.

En el templo de Leo, Hyoga dormitaba con su cabeza recostada en el pecho moreno del Fénix, ambos se habían quedado conversando hasta altas horas en la noche, esperando a Aioros y Shura. Fénix le permitió quedarse a dormir en su lecho al Cisne. Hyoga, se quedó dormido en su pecho, acariciando su vientre. Fénix apenas medio reposaba, esperaba a Sagitario, por medio de su cosmos sintió como el poder de los dorados se entrelazó y como una oleada de energía que subía desde Aries y se incorporó abruptamente, despertando al Cisne el proceso, cuando alcanzó la casa de Leo, la armadura dorada se lamento en un rugido ensordecedor. No entendiendo lo que pasa ambos cruzaron miradas, el clamor de todas las armaduras llegaron a sus oídos, y les desquebrajó el alma.

¿Qué ha sucedido? Hyoga presa de una gran inquietud, trató de correr fuera de la habitación, pero Fénix le detuvo, asiéndole del brazo. Espera, lo que sea que suceda, lo enfrentaremos en éste templo. Nada ganas con salir de él. En dado caso, llamaremos nuestras armaduras. ¿Iki, en tu estado pelearías? Fénix, asintió. Pero no creo que sea el caso Hyoga. Parece que la Coalición Dorada, al fin ha terminado de sesionar, pronto vendrá tu querido Shura, por ti, así que será mejor que te arregles, no lo vayas a espantar con esa cara que tienes. Y acariciando los dorados cabellos su acompañante, los arregló. ¡Realmente nos vemos terribles, al despertar!

Hyoga, se sorprendió del comentario del Fénix, se incorporó para ir al cuarto de baño, para verificarlo con sus ojos ¿En Verdad? Hizo la pregunta al aire. Iki con una sonrisa en sus labios vio a su joven amigo ingresar en ese lugar hecho un torbellino. Descansó su espalda en el respaldar de su lecho, suspirando cerró sus ojos acariciando su vientre, sintió a su bebé emitiendo su cosmos, que resonaba con el de las armaduras. La situación debe de estar complicada bebé, ya que tu padre no ha regresado, sé que al igual que yo, mi pequeño estás intranquilo. ¿Sabes? Extraño a tu tío, espero podértelo presentar pronto, sé que le amarás tanto como yo. Además tendrás un primo con quién jugar, él será un poco mayor que tú, pero seré feliz viéndolos jugar juntos y Shun también. A cada una de sus palabras eran contestadas por el cálido cosmos que emanaba de él.

En el salón principal, los caballeros dorados felicitaban a Dohko, abrazándolo como en este momento era alzado por el enorme Tauro como un niño pequeño, se perdía entre sus brazos y Dohko acariciaba su mejilla suavemente. Shion admiraba la escena sentado desde su sede. Tal vez sería la última vez que vería a sus queridos niños, eso eran para él éstos caballeros, desde pequeños, él les había entrenado y guiado, a Dohko, no le había acompañado, por culpa de Atenea, el permanecía horas interminables vigilando el sello de Hades, que equivocados estaban, pensó. Yo fui el primer engañado y lo pagué con mi vida, no volveré a cometer el mismo error.

Se incorporó y caminó elegantemente, hasta los demás que le esperaban, quitándose su casco, sonrió. Tengan suerte amigos, que cuando esto acabe, nos reuniremos de nuevo, en este lugar, bajo la protección de los dioses del Olimpo. Tomando la mano de Aioros, espero poder conocer a tu bebé y que conozcas el mío, amigo, y en caso que llegará a pasarme algo, cuida de Dohko y los demás, recuerda eres mi sucesor. Te encargo que guíes a los demás, serás el líder de este grupo de caballeros, entre tú y Saga, sé que se encargarán de aniquilar los mercenarios de Atenea. Entre Dohko y yo, trataremos que Atenea, sea castigada, por el asesinato de los Diermissen y que Shun puede gobernar al lado de Pandora, el Inframundo. Acompañaremos a Julián Solo, en su causa.

Shion, no te preocupes, tendré muy en cuenta nuestra conversación, amigo. Ahora que sé lo de la enfermedad de Shun, trataré de ayudar en lo posible al grupo de Saga, pero creo que lo mejor es que Iki y Shun, no sé encuentren hasta Atenea, empiece a mover su tablero, esté será un hermoso juego de ajedrez, en que debemos mostrar nuestra astucia, caballeros, estén vigilantes, de todos sus subordinados, no pierdan de vista, a los caballeros de Bronce, en ningún momento. Dohko, cuida que el cabeza dura de tu esposo, no se meta en problemas, confío en tu paciencia y sabiduría, ambos son complemento uno del otro. Dohko asintió: No le permitiré que me deje solo criando a su hijo, Libra se recostó en su pecho, suspirando y Shion le abrazó.

Los caballeros dorados fueron abandonando el Salón y Shion besó la cabeza de Dohko, mi hermoso Tigre, creo que es hora de reposar, has estado demasiadas horas sin descansar en tu estado no es bueno, y tomándolo en sus brazos se encaminó hacia su habitación, ellos harían su vida normal ese día, pero paulatinamente todos empezaría a desaparecer burlando a los espías de la Fundación.

Dohko, al ver la seriedad en el rostro de su esposo, le lamió su blanco cuello, suavemente. Shion se alegró: ¡Vaya! Yo pensé que estarías cansado, mi amado Tigre. Una mirada pícara se deslumbró en sus ojos violetas. Y su querido esposo asaltó sus labios enredando sus dedos entre sus cabellos verdes, sus manos descendía ansiosas por su amplia espalda, Shion acorta rápidamente la distancia con su lecho, y le deposita en él. Con su mirada cargada de pasión, suspiró al tocar la morena tez de Libra, delinea lentamente sus facciones y las manos de Libra le tomaban con ansiedad su rostro, profundizando un beso, entre sus labios le insta a tomarlo. Mi tierno carnero ¿Que esperas torturándome de esta manera? Hazme tuyo de una buena vez, sus dedos, se deshacían ágilmente la túnica ceremonial de Shion, buscando sentir su piel de mármol, Aries le ayuda despojándose el mismo de sus vestimentas, las cuales se fueron a perder en el suelo de es lugar. Y con lentitud se hace a la tarea de desnudar a Libra, besando y lamiendo todo la piel que aparecía a su vista, cuando hubo terminado. Acarició las piernas de Dohko en un suave masaje, hasta abrirlas y colocarse en medio de ellas.

Estudio los gestos de Dohko, lo vio azorado con su respiración agitada, asiéndose de las sábanas del lecho. Su miembro, se erguía al simple roce de sus dedos en su piel, el suyo propio también estaba ansioso, con deseo tomó la erección de Dohko, con su dedo índice, corría la piel de su prepucio haciendo que corrientes eléctricas atacarán la espina dorsal de Tigre, quién se retorcía de placer, acercando su boca al miembro de su amado, saboreo con su lengua, la punta humedecida, durante un rato, mientras que con su otra mano preparaba la entrada con tres de sus dedos girándolos dentro de él. La cadera de Libra se empinaba invitándolo a entrar en ella. Pero no lo hizo hasta que logró que su esencia brotara en su boca, llenándose con su sabor, y se deleitaba escuchando su nombre ser repetido entre gemidos de excitación.

Asiendo con su mano, la inquieta cadera de su Tigre, le acerca a su erección, penetrándolo lentamente, Dohko, se incorpora sonriendo atrapándolo de su cuello, le empieza a besar y lamer su extensión y en un rápido movimiento intercambia posiciones quedando el sentado sobre su erección, sosteniéndose de su cintura empieza a penetrarse él mismo, haciendo que su amado Carnero gimiera su nombre y sus ojos se miraran con ardor, sus pieles desbordaban esa fogosidad de sus encuentros, Dohko, como lo era un indomable tigre hacia presa de su carnero devorándolo sin saciedad. Hasta que acogió su simiente dentro de sus entrañas se derrumba con su respiración entrecortada sobre su amplio pecho. Escuchando la agitada ventilación de su pulmón. La mano de Shion se perdió en los cabellos castaños de Dohko comprobando su tersura, y en su vientre podía sentir la energía de su hijo, manifestarse. Lentamente fue cerrando sus ojos violetas cayendo en un reparador sueño, con su amado descansando sobre su pecho.

El Cisne tardó poco en bañarse, salió ya arreglado, Iki, abre sus ojos y sonríe divertido. En el momento de incorporarse para ir él al baño. Te parece si preparo el desayuno yo, por mientras te bañas, lo voy a preparar para cuatro espero que los muchachos regresen pronto, si no lo guardaremos para más tarde- Solo recibió un gruñido de respuesta, ya que el mayor buscaba algo de ropa para ponerse. Y se adentró en el cuarto de baño. Hyoga terminó de peinarse y salió hacia el comedor del templo, buscó lo necesario para preparar un suculento desayuno. Y distraídamente prendía la cocina, que no se dio cuenta que los caballeros dorados de Sagitario y Capricornio ya habían regresado. Hasta que siente que alguien le cubre los ojos con sus manos, y casi deja caer el plato que tiene entre sus dedos. ¡Shura, me asustaste! Por poco quiebro el plato ¿Cómo se te ocurre, asustarme de esa manera? Aioros ¡Buen día!


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeDom Jun 15, 2008 11:54 pm

Capricornio sostenía el plato con su mano y sonriendo le besó la mejilla. ¿Cómo es que estás tan distraído Hyoga? El menor se sonrojó todo y Aioros, se no pudo ocultar su sonrisa. Pequeño cisne ¿Dónde está mi niño? Hyoga aún haciendo un ademán de enfado contra Shura, sigue preparando el desayuno. En el baño, Sagitario. El cazador le guiñó un ojo galantemente y se adentró en la habitación de Iki, para saludarlo. Tanto Capricornio como Cisne cruzaron sus miradas, y Shura, toma uno de los cuchillos en silencio y ayuda a Hyoga a cortar las frutas. Con su atención puesta en lo que cortaba, pues creo que tardaremos en comer, así que no nos apresuremos, esos dos, van a durar. ¿Tú crees? Me temo que sí preparemos esto y vamos afuera a entrenar un rato, creo que no nos gustaría interrumpir, determinó el caballero de Capricornio.

Aioros cerró la puerta tras de sí, todavía estaba preocupado sobre la información que le había brindado Shion, ¿Cómo haría para explicarle a Iki que no podía ver de inmediato a su hermano? Suspiró cansado, adentrándose en el cuarto del menor, pensó en acompañarlo en el baño. Todavía pensando en lo que le diría se fue desnudando ya despojado de sus vestiduras se dirige al baño y girando el llavín de la puerta, la abrió sin hacer ruido, y se adentró en busca de su amado niño, al cerrar la puerta se apega a ella disfrutando la escena de Iki con sus ojos cerrados bajo el chorro de agua, su respiración se entrecorta, y siente el hormigueo característico de su entrepierna.

Aioros ¿Piensas quedarte ahí parado, solo observándome? Iki le sonrió tendiéndole su mano y el cazador no se hizo esperar. Se adentró con él en la regadera, asiendo de la cintura a Fénix a pega su húmedo cuerpo contra el caliente de él, su miembro erecto choca con el de Iki, despertándolo, y sus bocas se funden en un ardoroso beso, lentamente va arrinconando a su presa contra los azulejos del baño, devorando su cuello y hombros, las manos de Iki se perdía en su espalda acariciándola, Sagitario sostenía el mentón de su amado, descubriendo la longitud de su cuello, al cual mordía y lamía provocando gimoteos de los labios del menor. La otra mano del cazador acariciaba todo su cuerpo, hasta llegar a su miembro el cual comprueba que le esperaba ansioso, con una de sus piernas empuja levemente entre las de Iki, haciendo que éste le brindará espacio entre ellas mientras le rozaba el muslo contra su miembro, causándole un gemido, el cual acalla entre sus labios.

¡Hazme tuyo de nuevo, Aioros! ¡Te amo Iki! Fénix se sostiene de su cuello en el momento que Aioros se agacha un poco tomando sus piernas le alza cargando el peso de las mismas alrededor de su cintura, le desciende sobre su miembro excitado, ingresando suavemente en su acostumbrada entrada, Iki, muerde su hombro para retener su grito de dolor y placer, al recibirlo de esta manera, Aioros espera a que se acostumbre a su intromisión para luego comenzar a movilizarlo en un rítmico vaivén

Los ojos de Aioros se centraron aquellos acerados de Iki. Soltó su cuello y sus manos trémulas rodearon las mejillas acercando su rostro unió sus labios en un apasionado ósculo, Aioros ahogaba sus gemidos ansiosos en sus labios, al igual que el menor, hasta su esencia brotó dentro de él y la de Iki baño su torso. Le sostiene apoyándolo completamente en los azulejos y sus manos se sostiene también allí con su cabeza apoyada en su hombro recuperaba su aliento.

En la explanada de Leo, Shura e Hyoga habían comenzado su entrenamiento, a sus espaldas el mar mediterráneo, brillaba celeste bañado con los calurosos rayos del sol, los barcos se veían navegar en la lejanía, ahora Hyoga se encontraba concentrando su energía en su cuerpo, pequeños copos de nieve caían a su alrededor, Shura permanecía estudiando su postura, veía como sus cabellos dorados eran mecidos por la brisa, la túnica ondeaba alrededor de sus piernas dibujando sus formas. Es muy interesante tu postura, pero para mí no es necesario acércame para acabar contigo, deberás conocer otras técnicas además de tu glacial cosmos niño, fácilmente te podría cortar con mi escalibur, antes que lanzarás tu polvo de diamantes. ¿Es lo único que te ha enseñado tu maestro Kamus?

Hyoga se sonrió: ¡No me creas tan débil, amigo! Recuerda que soy un caballero divino. Que he peleado en encarnizadas batallas, sus ojos cambiaron ese cálido celeste, de un muchacho soñador como lo había catalogado él en un inicio, por unos gélidos diamantes, veo que el entrenamiento va en serio Shura, no creas que Fénix es suave conmigo, Iki es experto en la lucha cuerpo a cuerpo y te digo que le doy buena pelea. En un rápido Hyoga le lanzó un puñetazo directo al rostro, el cual apenas pudo esquivar, el cual iba cargado con su cosmos, su energía pegó contra una roca cercana convirtiéndola en hermoso pedazo de hielo. Y en un rápido giró de su cintura le lanzó una serie de patadas, por el momento Shura no podía encontrar un punto débil por dónde contraatacar y perdido en las hermosas piernas del Cisne, no le ayudaba mucho tampoco. ¿Qué pasó Shura quién era el débil? ¡Mocoso insolente! Le contestó. Reteniendo una de sus piernas que le iba directo al rostro. Hyoga le sonrió girando su cintura le lanzó su otra pierna pegándole en el rostro directamente. Y Shura le lanzó hacia otro lado rechazando su golpe.

Hyoga cayó sentado en el pasto. Desde su posición observaba a Shura limpiándose la comisura de su labio, la cual sangraba, con su mano y con su respiración agitada. El Cisne se incorporó y camino hacia él y con su mano acarició la zona aplicando un poco de su cosmos, pero Shura le asió su mano retirandola de su rostro bruscamente. ¡Lo lamento Shura!

Capricornio entrecerró sus ojos, con su voz tan fría como los mismos glaciales de su tierra: ¿Te he dicho que el entrenamiento ha terminado caballerito de bronce? En guardia. Esta vez es Shura, él que comienza con una serie de ágiles movimientos a la velocidad de la luz, Hyoga trataba de esquivar todos sus avances, había lanzado su ataque Escalibur camuflado en una ágil combinación de técnicas. Su túnica había sufrido con el filo de la espada, la misma se había rasgado en su pecho. Quedando inservible la termina de desgarrar, descubriendo su bronceado tórax. Y con trozo de tela se amarra su cabello en una coleta. ¡Vaya este entrenamiento se pone interesante!

Esta vez, es el Cisne el que comienza a contraatacar mostrando lo que había aprendido de Shura, el caballero dorado, le bloquea su ataque, pero también pierde el equilibrio cayendo sobre el cuerpo de Hyoga, quedando entre sus piernas y con su cabeza en su pecho.

El aroma característico del Cisne, le llenó los sentidos. El cuerpo del Hyoga reaccionó al sentirlo sobre su cuerpo y la entrepierna le empezó a hormiguear dolorosamente. Shura, levantó su rostro dispuesto a incorporarse. Sus ojos oscuros chocan con los diamantes de hielo de Hyoga, el joven los entrecierra observando la sangre que manaba de sus labios. Capricornio se sonrojó, ante aquella penetrante mirada, ¡Lo lamento!

Cuando se iba a impulsar para levantarse la mano de la alumno de Kamus le detiene tomándolo del cuello, acerca rápidamente su rostro al del mayor, lamiendo su labios, le limpia de ella, ante el aquella húmeda caricia, Shura tembló contra su cuerpo ahogando un gemido, que fue atrapado por los labios dulces del Cisne, las manos de Shura se movieron ágilmente por el cuerpo del menor, sintió su insipiente erección contra abdomen. ¡Hyoga! Susurró su nombre con vehemencia, y el caballeros de los hielos le rodeo con sus piernas la cintura de Capricornio, el caballero de la décima casa, lamía y succionaba su cuello, y sus manos empezaban a levantar la faldilla de su túnica, cuando un ruido llamó su atención se detuvo, incorporándose de golpe. ¡Cúbrete! Le ordenó al niño, él cual se quedó con sus piernas abiertas y sus ojos nublados de la excitación. Vamos o quieres que te vean en ese estado, Hyoga se incorporó temblando. Sentándose en la hierba, azorado y tratando de bajar su erección presionando con su mano.

¡Sal de tu escondrijo! Caballero del Unicornio, la voz de Shura mostraba toda su frustración Hyoga atinaba solo a bajar su vista, al pasto deseando que la tierra lo tragará en ese momento. ¿Se te perdió, algo caballerito de bronce? Sabes muy bien que los rangos menores no pueden ingresar en los campos de los caballeros dorados, sin su permiso y tengo entendido que nadie te ha invitado.

Jabú sonrió con malicia, analizando la postura del Cisne. ¡Comprendo, este es el tipo de entrenamiento que reciben los herederos de las doce casas! ¿No es cierto, Hyoga? Es parecido a tus entrenamientos con Fénix, ahora me entra la duda, el hijo de Iki, ¿Será realmente de Sagitario o tuyo? Disculpen, pero solo cumplo un encargo de la diosa Atenea, la que es aun dueña de este Santuario. Ella fue la que me dio el permiso. Hyoga avergonzado, se pone en pie y sale corriendo, sin mirar atrás.

No logra determinar que Shura, ha tomado de su túnica a Jabú y lo golpea contra uno de los pequeños cerros. ¿Jabú, hoy quieres terminar tus días sobre la tierra, perro faldero? ¡Mátame Shura! Y Atenea tendrá la excusa perfecta para pedir que te encierren con tu amante en el promontorio de Atenas, en la prisión de Cabos Sunión. ¡Desgraciado! Ni siquiera eso vale la pena el esfuerzo eres tan poca cosa, no me ensuciaré las manos contigo. Dejándolo caer en el suelo, sale tras Hyoga. Con las carcajadas del Unicornio martillando sus oídos.


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeDom Jun 15, 2008 11:56 pm

Capítulo 13 Un secreto compartido, la visita de la Reina del Inframundo.


Aioros, en este momento descansaba su cabeza en el pecho de Iki, su mano jugaba distraídamente en su vientre, y el Fénix contemplaba inadvertidamente el cielo despejado por medio de la ventana de la habitación. La respiración de ambos era tranquila. El vientre de tu hermano ya se debe notar bastante, soltó la frase, sin quitar la vista de su piel canela, Shaka debe estar embobado tanto como yo, logró que los zafiros de Iki, le dirigieran su atención. Si, me lo imagino, quiero verlo con mis propios ojos, suspiró. ¿Aioros, que me quieres decir? No trates de decirme que ocurre nada, te he notado muy distante, no eres el mismo de siempre. Tus ojos no me mienten, me quieres decir algo, pero no te atreves.

Iki, yo, no sé como lo tomarás pero no te negaré que Shion ha dado su veredicto. Se incorporó sentándose en el lecho, para mirarlo de frente, con sus piernas cruzadas, se apoyó en sus manos, tirando su cabeza hacia atrás, llenó sus pulmones de aire, para luego soltarlo pesadamente. Nos alistaremos para partir de inmediato, pero será con destino a Alemania, dónde se encuentra tu hermanastra Pandora. Ahora hemos sido dejados bajo su mando. ¿Todos? Enarcando una de sus cejas, Aioros reconoció esa mirada de pelea en él. Al alzarse para refutar Sagitario posó uno de sus dedos en sus labios delineándolos. Permíteme terminar, amor. Ramadantis está con Shun, tu hermana recibe información directa de él, por lo tanto, conoceremos todo lo que ocurre con ellos, y a su vez ellos de nosotros. Y no estaremos al alcance de Atenea, yo no seré más un caballero dorado, mi armadura de Sagitario, se convertirá en sapuri, al servicio de Hades. ¡Aioros! Murmuro Iki, Sagitario acarició suavemente su mejilla. No te enojes, amor, ahora seré un espectro al servicio de tu hermano, al igual que Shura que nos acompañará junto al discípulo de Kamus. Le acercó a sus labios, besándolo. Te imaginabas que nuestro hijo sería alemán, le bromeó. Y nuestro sobrino hindú.

¡Oh Aioros! Yo no quiero estar al tanto de las migajas de información que nos den, quiero estar al tanto de todo por mis propios ojos y oídos. Por culpa de la Fundación Kido estuve muchos años, separado de él. Aioros le silenció capturando sus labios en un tierno beso. Entre besos y caricias, le fue calmando. Sé que le extrañas amor, pero es necesario que no se encuentren ahora, tu hermano esta siendo perseguido al igual que tú, Iki yo te llevaré lejos del Santuario. No sabemos de lo que es capaz Atenea, ya mató al anterior sucesor de Hades, en este momento para sus subordinados la cabeza de Andrómeda tiene precio al igual que la de todos los que ostenten el apellido Diermissen, estarán en peligro, hasta que nosotros determinemos, a los guerreros que están con ella, hasta que tu tío el Emperador Poseidón pueda demostrar la culpabilidad de Atenea en la muerte de tus padres, es mejor que estemos con Pandora, por nuestro hijo. Iki entrecerró peligrosamente sus ojos, denotando esa mirada de asesino que helaba el alma de sus enemigos. El Fénix se apartó de sus brazos, molesto: Escúchame bien, Aioros, yo nunca he sido un cobarde, esto termina aquí, si Atenea tiene problemas conmigo, lo arreglaremos ahora mismo.

Se incorporó del lecho, envuelto en todo su poder, las partes de las armaduras divinas se apegaron a su piel, en una velocidad que sobrepasaba a la de la misma luz, Aioros quiso moverse lo más rápido que pudo, pero en el momento que le iba a detener, Iki, le sonrió desapareciendo enfrente de sus ojos. El arquero se vistió lo más rápido que pudo, sabía que Iki se dirigía a su templo para enfrentar a Atenea.

La diosa se encontraba en la habitación de Pegaso, frente a un enorme espejo de plata, cepillándose su larga cabellera lila, sonrió al sentir el poder del Fénix, aproximándose, no fue mucho lo que tuvo que esperar, sin moverse de su asiento frente al espejo siguió cepillando su cabello, disfrutando de las llamas que se formaban a su espalda, ese cosmos fiero, incontrolable, inapagable. Cerró sus ojos y los volvió a abrir, sosteniendo su respiración, dejó calmadamente el cepillo sobre la superficie de mármol negro al frente de ella. ¡Iki! Mi poderosa Ave Fénix, mi indomable guerrero, has venido a rendirme pleitesía. Como lo ha hecho Pegaso, le dijo tendiendo la mano elegantemente hacia el Fénix.

Ignorando el odio de los zafiros acerados de Iki, que la veían con repulsión. La diosa de la Guerra sonrió al verlo estático, frente a ella, incorporándose lentamente con un elegante paso se le acercó, llenando sus pulmones de aire lo soltó muy despacio. ¡No me digas! Quieres acabar conmigo. ¡Mi Feroz Guerrero! Posando su mano en su vientre, sonrió: “Un nuevo descendiente para el Reino Marino”. Iki ¿Ya recuerdas todo? Y aún así, te has atrevido a hacerme frente. Con sus ojos entrecerrados la veía rodearlo sin soltar su mano del refugio de su hijo. El corazón de Fénix golpeaba durante en su pecho y el latido ensordecía sus sentidos, las venas de sus sienes brincaban al desbocado torrente sanguíneo, el cual despertó a su niño, el bebé mostraba su fuerza unida a la de su papá. ¡Vaya, tiene tu fuerza! Tal vez no me sea tan indiferente él tampoco.

Fénix tomó con fuerza su mano retirándola de su cuerpo, estrujándola quiso romper los huesos debajo de su carne y la diosa alzó su energía. Alegrándose de ver el desconcierto en su cara. Si Fénix, recuerda soy la diosa de la Guerra, hasta mi padre Zeus, me temía y aún lo hace. Escúchame bien, Ave Fénix, Guerrero Inmortal de los dioses, soy Palas Atenea, la que mató a los gigantes Palante y Encélado, Niké, diosa de la Victoria acude a mi llamado, presentante en mi derecha y subordina al mítico Guerrero del Fénix. Que Ave Fénix deje de servir a la casa de Hades, y sirva a mis deseos. La centellante diosa apareció en su mano en forma de báculo con el cual intentó golpear el cosmos mental del Fénix.

Iki le evadió, pero de pronto sintió que algo le inmovilizó de improviso, Seiya logró detenerlo, le tomó por debajo de sus hombros, el cuerpo más pequeño del Pegaso le sorprendió pues no había sentido su presencia en el lugar, percibió el cuerpo de Pegaso temblando. ¿Pegaso? Esa distracción le hizo perder su concentración por segundos solo pudo observar el brillante destello del ataque de Atenea, cuando fue jalado por una fuerza invisible, de los brazos de Seiya, cayendo sentado contra el muro de la habitación. Frente al Fénix con una armadura negra, apareció Hécate: Atenea, tanto tiempo sin verte. Tu padre estaría encantado de conocer este incidente, no puedes acercarte a ninguno de los Diermissen.

En ese momento se siente como la puerta del cuarto de Seiya es destruida por el poder de Sagitario, los pedazos de astillas volaron golpeando el rostro de Atenea, tras el destrozo apareció un Aioros agitado, delatado por su rápida respiración. Las profundas esmeraldas de Sagitario recorrieron la habitación, hasta que lo encontró apoyado contra el muro detrás de Hécate. La Hechicera de los dioses, le asintió y el se acercó rápidamente y acuclillándose, rodea con sus brazos a Fénix, alzándolo sin mediar una sola palabra con los presentes sale del Recinto, los brillantes diamantes de Hécate, les siguieron mientras no perdía de vista a Atenea hincada en suelo sosteniéndose su mejilla con su mano, tras sus finos y largos dedos corría su sangre, resbalando por el delgado brazo hasta caer al piso. ¡Maldito Aioros! Lo pagará te lo juro. Le maldijo enfurecida.

Esta vez no dejaré que te acerques a ellos. Yo seré siempre la sombra de mi niño, el hijo de Helena y Zeus. Fue su padre quién lo protegió de ti. Entiende frente a Iki, siempre perderás maldita, pues tiene la protección del Padre de los dioses. Diciendo esto desapareció como una bruma plateada.

Aioros había abandonado apresuradamente su templo, en sus brazos con un aturdido Iki con su mirada pérdida, cavilando los eventos del pasado, Sagitario besó suavemente su frente, y los zafiros de Fénix le observaron sin conocerlo realmente. El recuerdo de ese destello fatídico rondaba su mente. ¿Iki? Le llamó Aioros, pero Fénix no le contestó, deteniéndose en la escalinata, con los nervios a flor de piel, Sagitario se sienta en uno de los escalones y le zarandeaba, sin tener resultados, hasta que la mano de Hécate se posicionó en su hombro. Es mejor que lo llevemos al templo de Leo sin perder tiempo, Arquero. Hécate alzó su poder desvaneciéndolos del lugar.

No había terminado de ocurrir esto, cuando una acelerada huida, Hyoga corría cegado por sus lágrimas por las escalinatas bordeando los templos que le separaban de Acuario, ¿Shun, por qué me dejaste solo? ¡Oh, dioses! Camus me mataría si se da cuenta de la vergüenza que pasé hoy. No regresaré a Capricornio, más. Las escaleras se le hicieron más largas que la primera vez que las cruzó. Me he atrevido a besar a Shura, no tengo cara para volverlo a ver, pero que imbécil he sido no puedo creer que lo hiciera, sintió el cálido torrente de sus lágrimas recorrer su tez y ni siquiera sé si me corresponde, se dijo. En algo tiene razón Jabú me ofrecí como una vulgar ramera. ¡No tengo vergüenza! Trataba con su mano de limpiar algo de esos molestos sollozos que le cegaban la vista. Shura le seguía de cerca, casi le había alcanzado, sin embargo Hyoga en sus recriminaciones no se había percatado.

A esas horas de la mañana el camino de las doce casas se encontraba vacío. Milo de Escorpión había ido al campo de entrenamiento a buscar a los aprendices nacidos bajo su signo, esa sería su prioridad, sus herederos. En Sagitario se hallaba Atenea, así que bordeó rápidamente ese templo, fue casi llegando a loa atrios de Capricornio, que Shura le dio alcance asiéndolo de la cintura, le apegó a su cuerpo ambos con las respiraciones agitadas, el cisne asustado trata de liberarse revolcándose entre su agarre. Hasta que Capricornio empezó a besar su cuello y hombros al descubierto en pequeñas caricias ¡Calma muchacho! ¿Por qué huyes de mí? La armoniosa voz resonó en sus oídos, su mano le retenía contra su atlético cuerpo posada sobre su firme vientre desnudo. Capricornio podía sentir la suave piel entre sus dedos en una agitada respiración.

Acaso tú no eres un caballero divino, deberías ser capaz de callar a un mal nacido como Unicornio. El cuerpo del Cisne se iba relajando entre sus brazos. Lamento dar ese espectáculo, no fue mi intención. No te preocupes, no tendrás que volverlo a vivir Shura, agradezco que me hayas recibido en tu templo, esas palabras dictadas fríamente bajo el rigor de los caballeros de los hielos, enfurecieron al caballero de la décima casa, el cual entrecerró sus ojos, no creyendo lo que estaba oyendo. Es el momento de volver a Siberia, allí esperaré a Kamus, mi maestro.

Shura resopló, todo su organismo se llenó de una furia incontrolable, bruscamente le volvió hasta que le mirará a los ojos y con su voz entrecortada siseo: No creí que fueras tan cobarde, Cisne. Por las palabras de ese, ahora te amedrentas, esa sonrisa seductora, que Hyoga había disfrutado en su estancia en el décimo templo se desvaneció el semblante de Shura le hizo retroceder. Se le veía sombrío y serio, esa mirada que ponía cuando utilizaba su Espada Sagrada. Entonces debo infórmate, que el Patriarca me ha nombrado tu instructor oficial en sustitución de Kamus y deberás partir conmigo a Alemania, en una misión. Pero… Iba a refutar sin previo aviso una sonora bofetada de Shura le hizo caer sentado cercano a una de las columnas del templo de Capricornio. Molesto levantó su rostro buscando el de su agresor. De la comisura de sus labios manaba un hilillo rojo que resbalaba por su barbilla hasta perderse en las lozas del Atrio. Sus ojos como dos diamantes trataron de perforarlo exigiendo una explicación a su actitud.


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeLun Jun 16, 2008 12:26 am

Ahora si estamos a mano, expresó Capricornio sonriendo se agachó acariciando suavemente la tersa y sonrojada mejilla y en un elegante movimiento lamió la sangre sobre su tez, Hyoga contuvo su respiración y su cuerpo vibró cuando los tórridos labios de Shura se posaron sobre los suyos en un abrasante beso, sus manos envolvieron su cuello como guiadas por hilos invisibles y el caballero de la décima casa le alzó consigo, el aroma de Capricornio le arrebató el juicio, su entrepierna reaccionaba en un constante hormigueo, sus estilizadas piernas rodearon la cintura de Shura, el caballero dorado le cargo todo el trayecto que le falta para ingresar a su templo, cruzó sin ninguna ceremonia, frente a la estatua de Atenea en el salón de su templo, lo único que le importaba eran los labios de Hyoga, el cuerpo del joven entre sus brazos. Hyoga lamía su cuello, sus dedos se enredaban en la negra cabellera, ¡Shura, te deseo! Le gimió en su oído, besando esa sensible parte de su cuerpo, el mayor le aprisionó contra él con fuerza, acortando rápidamente el trayecto hacia su lecho, dónde se dejó caer con él. Hyoga, quedó apoyado en su tórax, las manos de Shura acariciaron su espalda desnuda hasta llegar a jugar con su coleta, la cual deshizo embelesado por su sensual caída sobre sus hombros. ¿Eres virgen? Preguntó casi en susurro, en el momento que tomaba uno de sus mechones y lo besaba. Hyoga con sus ojos cerrados y ruborizado asintió. ¡Yo también te deseo! Hyoga posó sus diamantes en la mirada ébano del hombre bajo él, Capricornio sintió el leve estremecimiento en el cuerpo del alumno de Kamus, sus dedos rozaron su rostro, los párpados del Cisne se cerraron, respirando profundamente, sus dedos delinearon su fisonomía, hasta llegar a su mano la cual agarro suavemente llevándola hasta sus vestiduras, y con la mirada le indicó que le desprendiera de ellas. Shura le dejaría seguir su ritmo por el momento.

Los labios de Capricornio se perdieron entre su cuello y la lacia cabellera dorada sobre ellos y sus manos masajeaban su espalda invitándolo a continuar, entre gemidos, se separó de él un poco, sentándose en su abdomen le empezó a despojar de su túnica de combate, descubriendo los pectorales, que le habían robado el aliento todo este tiempo, las manos de Shura tampoco estaban ociosas, le acariciaban sus estilizadas piernas comprobando la tersura de la mismas. Tal vez no sea tan hermoso como Andrómeda, Hyoga, le susurró entrecortado, al ver como el joven le estudiaba sin tocarlo. El Cisne entrecerró sus ojos, negando con su cabeza. No es en él en que pienso en este momento, él nunca me perteneció, su cuerpo y corazón siempre fueron de Virgo. Las lágrimas descendieron por sus mejillas, hasta caer en la piel desnuda de Shura. Simplemente he sido un tonto, Shura. Nunca pienses que eres su sustituto, porque no es verdad, expresó casi en susurros, en estos días a tu lado, has ido ganando mi corazón poco a poco, derrumbándose sobre su pecho le empezó a besar y lamer desesperadamente. Capricornio suspiraba ante ese dulce trato, tratando de acallar su excitación. Lo último que cubría sus cuerpos fue desapareciendo de los mismos.

Tomando la cintura de Hyoga delicadamente, intercambia posiciones dejándolo acomodado entre las almohadas de su lecho, acariciando los lados internos de sus muslos los separa para ubicarse entre ellos, sus dedos acarician su erección, haciendo que el menor se retorciera de placer, tratando de buscar acoplarse al mayor, esas sensaciones aumentaron en el momento que los labios de Shura se dieron a la tarea de succionarlo y sus dedos de Capricornio le fueron preparando al introducirse paulatinamente en su intimidad, todas esas caricias lo estaban volviendo loco, sus manos retorcían las sábanas del lecho su cuerpo no tenía sosiego. Su simiente brotó en los labios de Shura, inundando sus sentidos, con su lengua le limpió todo rastro de su esencia hasta besar suavemente su aún palpitante piel.

Suspiró con deseo al momento en que empieza a cubrirlo e introducirse en él. Hyoga se abraza a su cuello escondiendo su rostro en su hombro sosteniendo la respiración hasta que lo siente completamente unido a él. Shura le guío con delicadeza, en movimientos lentos y pausados, amoldándose a su inexperiencia, hasta que los dos se enfrascaron en el compás que sus cuerpos demandaban, en una sinfonía de sus gemidos y palabras de amor, terminando entrelazando sus cosmos, Shura dentro de Hyoga y el cisne entre los dos. Shura de Capricornio, nunca dudes que te amo, ahora soy completamente tuyo.

En Leo, Aioros recostaba a Iki, en su lecho, sin perder tiempo, los ojos de Iki seguían perdidos ahora fijos en las piedras del techo, Hécate revisó en sus pupilas, es el poder mental del Fénix que se ha activado, para protegerlo de Atenea. Ahora se encuentra en un trance inducido. Ha utilizado sus mismas artes en él. No quería ser controlado por Atenea, él mismo saldrá de este estado en cualquier momento. Suspiró la diosa sentándose en el borde de la cama. Esta noche es la indicada para partir Alemania. Este Santuario ya no es seguro para ninguno. Aioros le escuchaba, sin dejar de acariciar el rostro de su amado.

¿Qué sabes de Shun, diosa Hécate? La Hechicera sonrió: Andrómeda se encuentra estable, sus compañeros no han abandonado al Ángel de la Destrucción, pero llegará el día en que si Atenea no es detenida el inminente enfrentamiento entre el Ángel y la diosa de la Guerra se dé. Tras sonreírse con tristeza: El Ángel extenderá sus alas de Fuego, consumiendo todo a su alrededor, y la sangre de sus enemigos correrá como ríos a sus blancos pies. Ocasionando la muerte de Andrómeda mismo ¿Verdad? Me temo que sí. Pero Hécate tu no sabes que Shun ya ha extendido sus alas siendo un bebé, Atenea lo obligó a hacerlo. La Hechicera de los dioses entornó sus ojos plateados, asintiendo: volveré más tarde, diciendo esto desapareció. Quedando Sagitario solo en el cuarto con un paño humedecido en sus manos, el cual coloco en la frente de Iki. Suspiró descansando su cabeza en el pecho del Fénix, espero en silencio alguna reacción.

Shura, pasaba sus dedos entre los dorados cabellos del Cisne recostado en su pecho, Hyoga disfrutaba de su calmada respiración. Esta noche partiremos, para Alemania, allí tendremos noticias de Andrómeda. ¿Tú sabías que tenía una enfermedad en su corazón? Hyoga alzó su rostro apoyando la barbilla en su tórax, después de aspirar su aroma soltó: Sí, tal vez sea la persona que más conozca de sus cosas, pero realmente no te miento que Shun es una persona muy misteriosa, su corazón guarda muchos secretos, que a nadie ha revelado, él día que Shaka me permitió verlo, Andrómeda estaba dispuesto a morir. Es una posibilidad que siempre ha contemplado, no le tiene miedo a la muerte, muchas veces su personalidad me aterra. Los hermanos Diermissen, ellos dos son muy parecidos, pero son como mi familia, amor. Aún recuerdo el día en que Iki, llegó a la Fundación Kido, como si fuera ayer. Hyoga le fue narrando la llegada de sus dos hermanos, en aquella mañana.

Una joven doncella les contó que la madre de ellos había muerto, hacía unas horas a causa de los golpes sufridos en el accidente de tránsito que ahora ellos eran huérfanos, los recuerdos de Iki,el mayor de los recién llegados, eran confusos, le dijeron que el bebé a su lado era su hermano, nadie lo había cambiado estaba todo sucio y hambriento lloraba desconsoladamente, la doncella se apiadó del pequeño y le traía un biberón y se lo dio, también trajo unas mantas y pañales, alcohol y lo necesario para cuidarlo.

Al notar la mirada curiosa de todos, guió a los pequeños hacia los cuartos del orfanato. Al despertar el mayor de los hermanos por el llanto del menor, se incorporó de improviso, con un fuerte dolor en su cabeza, lo cual le hizo sostenerse ese lugar, fuertemente con sus manos extendidas, resistiendo un gemido ahogado, con sus hermosos zafiros inspecciona toda la habitación en ella se encontraba tres niños uno de ellos era de pelo negro largo, de apariencia oriental, otro era de unos dos años de pelo café y ojos color almendra, la muchacha que los guío lo alzó y lo presentó como su hermano más pequeño, Iki solo asintió también supo que el oriental era Shiryu, el pequeño de pelo castaño Seiya, y un rincón viendolo con unos ojos fríos y el color de su cabello como oro casi blanco un niño de cinco años, lo veía, muy interesado pero sin hablar.

La joven quién se identificó como Seika, le dijo que era extranjero y su nombre era Hyoga, su lengua materna era rusa, por lo tanto no se podían entender. Iki, le habló en perfecto ruso, ya que él contaba con unos diez años, le interrogó con altiva voz: que era lo que veía, sin saber como, ese niño le caía bien, sonrió al ver como veía a su hermano. Nada, le dijo, dando un respingo.

Seika tomó en sus brazos el bebé, para bañarlo y cambiarlo, cuando iniciaba a quitarle las mantas, Iki la empujo, para apartarla, el cargando en sus brazos a su pequeño hermano se lo llevó al cuarto de baño, abrió la regadera y se metió en ella, yo juró que te protegeré mi Centello, el rubio contento de poder comunicarse con alguien se acercó al baño y le dijo es hermoso tu hermano, se llama Centello, se lo puso tu madre.

Iki negó con su cabeza teniendo lástima de aquel niño también necesitado de amigos, le dijo sonriendo, yo se lo he puesto porque es la pequeña luz que me dejó mi madre. El bebé se desperezó abriendo sus ojitos, miró a su hermano quién le sonrió, Hyoga se les acercó, para tomarle la manita, y jugar con ella. A mi me parece un Ángel.

Un Ángel fue como le describí la primera vez que le ví. Eso fue Shun para mí un hermoso ángel, intocable. Shura asintió besando su frente. Vamos Aioros e Iki nos deben estar esperando. Le ayudo a incorporarse, le vio haciendo un mohín de dolor, Lo siento. Hyoga negó con su cabeza: No es nada, que no se pueda disimular con mi orgullo, le expresó guiñandole un ojo. ¿Además algún caballero dorado, notó cuando Iki o Shun, se entregaron por primera vez? Colocándose en pie, suspiró y caminó elegantemente hasta el cuarto de baño, Shura entornó sus ojos y una sonrisa pícara se dibujó en su rostro. ¡Si, y yo nací ayer!

Andrómeda con sus ojos cerrados plácidamente recostado en los almohadones de su lecho, descansaba unos momentos, ya Afrodita y él había preparado la cena, recién se había marchado Mü llevaba casi dos horas en la misma posición dejando que Aries le aplicará su cosmos en su corazón, cada tratamiento se empleaba dos veces al día, una se encargaba Aries y la otra ocasión su amado Virgo, ambos terminaban agotados, ahora mismo el caballero de la primera casa, se había marchado a reposar en su récamara. Shaka se dormía agotado sobre su pecho, todas las noches.

El silencio del lugar, a veces le parecía pesado, de vez en cuando era quebrado por los mantras de los monjes que habitan en él. Bostezó acomodándose de medio lado, acarició su vientre, suavemente, ante su caricia su niño empezó a moverse buscando su mano, por primera vez de forma perceptible, abrió sus ojos. Emocionado, reposó su mano en él lugar que sentía los suaves golpecitos. Ya llevaban varios días en el templo, todos los días la misma rutina, su vientre ya era bastante visible, resaltaba en sus vestiduras, adoraba ver el semblante ilusionado de su amado, cada vez que le acariciaba.

Esta mañana los gemelos, Radamantis, Francesco y Shaka habían salido del templo. Afrodita, Mu y él se habían quedado, mañana sería su cita en la clínica vería a ese tal Gravas, sus ojos resplandecieron como dos esmeraldas refulgentes, mi niño eres mi gran orgullo, sabes mañana podré ver lo mucho que has crecido. Tu papá también estará ansioso de poderte cargar en sus brazos. Suspiró: Yo de mimarte como mi grande tesoro. Esta tarde le he extrañado mucho. Se qué tu también le extrañas, cuando retorne esta noche jugará contigo. Pensó en descansar, pero la cama se le hacía pesada, decidió que daría un paseo por los alrededores. Deslizó sus piernas fuera del lecho, con sus manos acarició el refugio de su bebé.

Vamos a visitar el Jardín, pequeño no pienso quedarme un minuto más acostado en esta cama, sabes a mi me gusta pasar sentado en la hierba horas de horas contemplando, las plantas, las flores, las mariposas, bueno todo lo que pueda haber en un jardín. ¡Oh, el Océano! Del cual es dueño y señor tu tío abuelo Julián, Tío abuelo, se sonrió. Es muy joven aún para considerarse abuelo. Tu abuela fue una princesa del mar, tu abuelo el rey del Inframundo, yo ahora lo regento al lado de tu tía Pandora. Sentando a la sombra de los Salas Gemelos, alzó su vista hacia el lugar de dónde emanaba el cosmos que le había estado llamando insistentemente para presentarse en ese lugar.

Tres siluetas se materializaron enrumbándose hacia él, una joven como de unos veinte años, de cabellera larga color borgoña, ojos violetas, tez pálida, ¡Pandora! Mi amada Pandora, mi niño, tu tía ha venido a saludarte, al lado de ella es encontraban Minos y Eacos. Los cuales se arrodillaron ante su presencia. Hace tiempo que no te veía hermana mayor, le dijo dulcemente. La joven de cabellos borgoña, se levanto de inmediato y corrió hacia su amado hermano, abrazándolo fuertemente. ¡Como has crecido! Casi no te reconozco hace más de cinco meses que no te veo. Le acarició la mejilla, y le acomodo un mechón rebelde de su cabellera esmeralda y has aumentado de peso.


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeLun Jun 16, 2008 12:31 am

Sentándose a la par de él en el pasto, con sus guardianes evitando que fueran vistos por ningún ser humano. Yo aproveché para venir, en este momento que los demás no se encuentran a tu alrededor, para informarte que nuestro hermano mayor, se dirige a Alemania, junto con su pareja. ¿Pareja? Las esmeraldas de Shun captaron toda su atención en su querida hermana. La mano de Pandora no se cansaba de acariciar su vientre, asintió sonriendo ante la cara de asombro de su hermano menor, ¿Quién es la afortunada? Pandora no pudo ocultar su sonrisa, no es una chica. Pero a nuestro Iki, le gustan la chicas, el amó a Esmeralda. Es Aioros, el Caballero de Sagitario. Shun pestañeo tratando de asimilar la información que le brindaban ¡Vaya! ¿Con qué Sagitario? Es un buen hombre, solo atinó a decir eso, todavía cavilando en su mente, para luego suspirar aliviado. Me alegro mucho, pensé que nunca encontraría una pareja con ese carácter que tiene mi hermano, hasta el momento solo pensé que Esmeralda y yo éramos los únicos capaces de entenderlo. Bueno en realidad hermano lo mismo pensé, por eso me asombró mucho cuando Shion, líder de la Coalición Dorada me avisó que él arribaría con Aioros, y que él era su pareja. Sin embargo esa no es la toda la parte de la historia Shun también esperan un hijo, así que seré tía de dos hermosos pequeños. Shun sonrió dulcemente, así que Aioros espera un hijo de Iki, le hará padre. ¡Que alegría, Pandora! Nuestra familia crece. La Reina del Inframundo asintió: Sí, crece, pero no es Aioros el que esta embarazado, es Iki. Ahora si Andrómeda tragó en seco, sus esmeraldas, exigían a su hermana que repitiera lo que había dicho. Tartamudean le interrogó de nuevo ¡Perdona, no escuché bien, Pandora! ¿Qué Iki, esta embarazado, fue lo que me dijiste? Pandora asintió sonriéndole. ¡Vaya! Río alegremente, al momento de abrazar a su hermana mayor. Las risas de ambos resonaron en ese callado lugar. Ya quiero ver a Iki, deseo felicitarlo, Pandora.

La Reina del Inframundo cambió su semblante a uno muy sombrío, sabes que eso no es posible mi niño amado, Atenea quiere tu cabeza. Ya casi lo logra ante la Coalición Dorada. ¿Cómo esta tu sello, amor mío? Perséfone. La voz de Shun cambió a una fría y triste. Eacos, Minos, vuelvan al Inframundo, les ordenó sin siquiera volverlos a ver. Los ojos milenarios de Perséfone estaban fijos en los del Señor de Inframundo, ambos obedecieron sin chistar a su gobernante. Un aura fría se extendió en todo el lugar, los habitantes del templo se estremecieron, Afrodita y Mü, despertaron sobresaltados. Aries corrió a la habitación principal ante aquel cosmos enorme y desconocido, encontrando vacío recinto. Los caballeros dorados, se encontraron de frente ¿Has vistos a Shun? Afrodita negó: La perturbación es afuera, ambos se apresuraron a auxiliarlo.

Amado Hades, muéstrame tu verdadera presencia, déjame ver el sello de tu corazón, Las alas de Ángel de la Destrucción se mostraron en todo su esplendor, la mano de Perséfone se posó en su corazón dónde brillaba el sello de Hades, en el mismo lugar que Afrodita había perforado su corazón, el poder de Niké le dañó, más no le pudo destrozar como ella quería. ¡Mi amado Ángel! ¿Qué es esto que siento? Otro sello se está formando debajo del inicial. Examino detenidamente. Andrómeda sonrió es el amor de Brahman, es su esperanza en nuestro amor y felicidad, la que me mantiene con vida, por la que les hice mi promesa inquebrantable. La reina del Inframundo se abrazó de él, gozando de su presencia, como hace tiempo no lo hacía. Hades, amado, Hades, unió sus labios en un cálido beso. En recuerdo de nuestro gran amor, mi amado señor, así como yo soy la diosa de la Primavera y tú el dios del mundo de los muertos. Sé que esta época tu amor pertenece a Brahman, sin embargo no puedo evitar amarte, perdóname. ¡Perséfone! Su voz fue en un triste suspiro. Te llevaré a fortalecer tu sello, Atenea no se saldrá con la suya. La diosa de la Primavera se abrazó a su pecho besando su corazón. ¡Cuánto desee yo, haberte dado hijos, mi señor! Eso ya pasó mi amada Primavera. Las alas de Fuego del Ángel de la Destrucción, desvaneciendo sus presencias del templo de Brahman. Tanto Aries como Piscis, solo vieron el resplandor del Ángel. Mü lanzó sus cosmos como alerta para Saga y Shaka.

Tanto Capricornio y el Cisne, se aproximaron a la explanada del Leo, desde su ubicación en el Templo de la Virgen, podían observar el portico trasero del quinto templo. De ese lugar salieron apresurados Aioria y Shiryu, desplazándose a gran velocidad por la escalinata, hasta toparse con ellos. Shura se intercepta en su recorrido. ¿Qué sucede Aioria? Leo le mira entrecerrando sus ojos esmeraldas, ¿Es que acaso, los dos son los únicos que no se enteraron? Atenea y Fénix se enfrentaron e Iki no despierta esta como ido. Los diamantes de Hyoga buscaron los ojos celestes de Shiryu, y el Dragón asintió en silencio. ¡Oh, dioses! De nuevo, solo Shun le puede sacar de ese trance. Hyoga se apresuró escaleras abajo. Pero todos se detuvieron en seco, la misma Atenea salió del templo de Sagitario seguida de Seiya, la presencia del Señor del inframundo se sintió en todo el Santuario. ¿Hades? La diosa entrecerró sus ojos molesta.

Iki, se incorporó de súbito, llevándose consigo a Sagitario, Aioros cayó contra sus piernas, Fénix, le vio intrigado, ¿Aioros, qué demonios haces, encima mío? ¿Dónde está Shun? El arquero le sonrió dulcemente, tu hermano no ha estado aquí, aunque le agradezco que haya mandado su fuerza para despertarte, amor. Me tenías preocupado, no había manera que reaccionarás, después de tu enfrentamiento con Atenea. Iki le vio entornando sus ojos, suspiró entonces fue un sueño, se lamentó. Recogiendo sus piernas sobre su pecho ocultó su rostro contra sus rodillas, Aioros le abrazó arrodillándose a su lado. ¡Tranquilo, pronto le verás de nuevo! Es un mensaje para nosotros, tu hermano, no se ha rendido, dónde se encuentre su poder brilla al máximo.

Con el corazón aterrado, Shaka se adelanto a los demás el llamado de Mü, le has había llegado de improviso, el camino que le separaba de su templo, lo recorrió cegado, tras él sus acompañantes, Afrodita y Aries, estaban cercanos a los Salas Gemelos. Shaka se abalanzó sobre Mü, sacudiéndolo violentamente de los hombros ¿Qué pasó? ¿Dónde está Shun? ¿Por qué le dejaron solo? ¡Oh dioses! Entre Saga y Francesco le detuvieron, Virgo estaba enfurecido como nunca se ha visto, Afrodita abrazó a Mü que lloraba desconsolado sin saber que decir. No pudismo hacer nada, logró decir Picis, pero no me equivoco Shun usó las Alas del Ángel de la Destrucción. No tengo duda de ello reafirmó.

Los ojos de Virgo, destellaban su ataque más intenso, el Tesoro del Cielo en contra de sus amigos y compañeros, cuando se disponía a ejecutarlo en su plenitud, y en un segundo todos se detuvo ante sus zafiros, un destello dorado cruzó sobre el cielo, hasta golpear contra el templo, esparció de golpe su energía deshaciéndose del agarre de Saga y Francesco, todos cayeron alrededor de él. Brahman se precipitó hacia el interior del templo, su corazón desboscado, resonando en su pecho, duramente amenazaba con querer romperlo, lloraba y rezaba que fuera su energía, la que había sentido, que no fuera una ilusión de su mente. Casi rompe la puerta de su cuarto al abrirla, sus ojos se posaron en el cuerpo de su amado, Andrómeda dormía plácidamente, en el lecho, se acercó tembloroso hasta él, sentándose en el colchón con sus piernas temblando, acarició su mejilla suavemente, estaba tibia, su respiración calma. Sus nervios se quebraron del todo, sin poderlo controlar, lloraba y reía al mismo tiempo, creyó volverse loco, sus amigos observaba desde el marco de la puerta, como congelados, Andrómeda se despertó sobresaltado sin comprender lo pasaba, le abrazó con sus esmeraldas, a punto de soltar sus lágrimas. ¡Por los dioses! ¿Shaka, qué sucede? Virgo le abrazó fuertemente contra sí. ¡Oh, dioses, gracias!, besaba su cara, su cabeza, sin soltarlo le apretujaba más fuerte.

Andrómeda no entendía, desvío su mirada a los demás, ellos estaban pálidos también, como si hubieran pasado un gran susto. Su bebé se inquieto en su vientre. Sonriendo, para calmarlos se separó un poco de Brahman, le tomó la temblorosa mano, y la colocó sobre su vientre. ¡Amor! Nuestro bebé te quiere saludar. Asiéndole suavemente de sus hombros le recostó sobre sus piernas, cercano a su vientre. Saga comprendió que Andrómeda trataría de calmar a su esposo, así que después de cruzar sus miradas, asintió, cerrando la puerta tras de sí y recibiendo a un Aries, desconsolado entre sus brazos. Afrodita suspiró contra el pecho de Francesco. Ese sin duda era el resplandor del Ángel de la Destrucción, murmuró Radamantis. Kanon le abrazó en silencio, besando sus cabellos dorados. Señor Hades ¿Qué sucede aquí? Se dijo en su mente el primer juez del Inframundo.


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeLun Jun 16, 2008 12:37 am

Capítulo 14 No te dejaré solo.


Plácidamente descansado en su regazo trataba de calmarse, los finos dedos de Andrómeda se perdían en sus cabellos dorados en una rítmica caricia, con su palma posada encima de la elegante tela del sari que le cubría, percibía el movimiento de su niño, sin embargo le inquietaba la extraña desaparición de Shun, no encontraba las palabras para preguntarle. Su vista le examina cada rincón de su cuerpo: nada anómalo, se dijo, sus cosmos está sosegado, con sus ojos aún humedecidos y su respiración agitada de su reciente llanto, analizaba la situación según su costumbre divagaba en su mente: Estas emociones antes me eran desconocidas.

Las suaves yemas de los dedos de su ángel le limpiaron su faz, recogiendo la angustia de su alma e impregnó con ella sus labios, saborear el salado tributo de las lágrimas derramadas: ¡Brahman! Su voz resonaba en sus oídos como queriendo sacarlo de sus meditaciones. Hechizado por su amorosa figura, sus dedos presionaron suavemente su vientre y su hijo buscó su presencia, golpeando contra él, besó delicadamente su refugio. ¿Qué es esto que siento en mi corazón es alegría y temor al mismo tiempo? No quiero perderlos, no lo soportaría, quiero verte hijo mío, quiero tenerte en mis brazos. Se que este mundo es difícil, mi niño, desde el vientre de tu papi, te protegeré, a partir tu concepción la vida te ha expuesto al peligro, me eres más estimado pequeño, porque en tu delicado estado, esta horrible situación que nos ha llenado de dolor y de una inmensa alegría conforme vas creciendo nuestra esperanza lo hace igual y es que sin embargo a todo, sigues luchando, aferrándote a la vida en similar voluntad que tu papi ¡Mi querido ángel! Su cuerpo brilló envuelto en su cosmos, del vientre de Andrómeda una energía gemela emanaba iluminándolo.

Andrómeda sostuvo su propia respiración sintiendo como su hijo y su amado Shaka hacían ese extraño coloquio, sus pupilas como dos esmeraldas cristalinas les veían atónitas, y se sonreía orgulloso, hasta que se atrevió a interrumpir aquella dulce conversación: ¿Shaka, qué sucedió? ¿Por qué, estaban tan angustiados? No lo entiendo. Los zafiros de Shaka, escrutaron en sus ojos: Shun ¿Qué estabas haciendo antes de que yo llegara? Le preguntó seriamente, incorporándose le sostiene de su cintura alzándolo le deposita en su regazo, besando sus sedosos cabellos rodeándolo en un fuerte abrazo, le apoya su cabeza en su pecho, sin abandonar su relajada posición Andrómeda se sonrió: Aparte de aburrirme como una ostra porque tú no estabas, pues ayude un rato a Afrodita y luego estuve con Mü, hasta que terminó, con su tratamiento, al no tener nada que hacer, me dormí un rato por mientras regresabas, pensé en ir al jardín pero luego se me quitó las ganas, le comentó. Pero eso no contesta mi pregunta, amor, porque estabas en ese estado. Shaka acarició sus labios suavemente, él tampoco comprendía nada solamente que estuvo a punto de separarse de él y eso le sacó de cualquier cordura posible y sus palabras se emitieron casi como un suspiró: No fue nada, amor mío, es que me asusté no pude sentir tu energía habías de estar muy dormido.

Shun con una sonrisa magnífica en sus labios le volvió a repetir lo que pareciera el mantra que más le recitaba últimamente: “Brahman, no pienso morir todavía, yo me siento mucho mejor”. Le expresó en su dulce frecuencia: Te lo aseguro amor. Entrelazando su mano a la de Virgo, pronunció con su voz llena de emoción: Siéntelo amado mío, por primera vez le percibo así, antes solo se apreciaba su energía. Shaka asintió con una enorme expresión de alegría en sus labios, pero en su mente no comprendía en definitivo Mü y Afrodita, no habían mentido él había desaparecido, pero por una extraña razón no era conciente de lo que hacía, suspiró para calmarse, no podía perturbarlo, no sabría que consecuencias tendría para su corazón.

Andrómeda sintió como su esposo se volvía en ensombrecer en sus meditaciones, volviéndose en sus brazos, captura sus labios en un demandante beso, rodeando su cuello profundizo su ósculo, entre esa delicada caricia Brahman va reaccionando, sus manos empiezan a recorrer su espalda hasta perderse en sus rizos esmeraldinos, sus pulmones por poco se detienen en el instante casi mágico en que sus sonrojados labios recorren su cuello. Hoy te demostraré que he mejorado, no quiero que vuelvas a esa ducha, a calmar tus ansias bajo el agua fría, no es justo para ti ni para mi, te necesito mi amor.

¡Shun! Su gemido casi ronco brotó de lo más hondo de su ser, los suaves roces de sus labios, le fueron seduciendo, su propio corazón se desbocaba en un alegre torrente reviviendo cada célula de su complexión, en este momento las fibras de sus ropajes estorbaban, como un desapacible clamado de su vigor deseaba tomar posesión de su territorio, del exquisito cuerpo en sus brazos: ¡Te amo Shun! Con ansias le recuesta en el lecho, ahora el tiempo de saborear su piel, en una mezcla de sensualidad le despoja lentamente de sus indumentarias recibiendo el mismo trato de su querido Andrómeda, al estar sus fisonomías al descubierto sin el estorbo de sus vestimentas., se reclina sobre su torso desnudo, deleitándose con su lengua en esa tersura objeto de su deseo, asió los pequeños pétalos sonrosados que en sus labios se despertaban irguiéndose orgullosos, el palpitar en su vientre le instaba a continuar

Recogiendo su aroma en sus pulmones, se detuvo para admirar la belleza que se agitaba debajo de él, provocado por sus caricias, en profundos suspiros su pecho se movía en una acelerada respiración, sus esmeraldas ocultas tras la cortina de sus párpados engalanados por unas hermosas pestañas rizadas, sus zafiros estudiaron todas sus reacciones sus delicadas manos tensas entre las sábanas, sus cabellos esparcidos sobre las almohadas. Adoró esa expresión de entrega total, su piel mostraba parte de una estela brillante de sus besos húmedos, sus dedos rozaron esos sonrojados labios, invitándolos a cederle paso, estos seductoramente se abrieron a sus exigencias capturando esas extensiones, les succionaba como si tratase del manjar más exquisito, una sensación de hormigueo se desplazó por su brazo hasta descender a un lugar insospechado, al sentirlos libres delineo el contorno de su rostro, dibujando cada una de sus formas, llegó hasta sus clavículas, como esculpidas graciosamente sobre su piel, pasando por sus pectorales, descansó sus palmas suavemente, como moldeándolo llegó hasta la curvatura casi imperceptible de su cintura, su cuerpo dejaba ver el avance de su embarazo, su vientre redondeado se elevaba ya varios centímetros en lugar de apagar su belleza, la acrecentaba.

Besó suavemente el refugio de su bebé, se perdió saboreando su ombligo, y sus dedos tomaron su miembro le empezó a masajear aliviando la presión en él, descubrió su punta hasta tomarla en sus labios, jugando con ella hasta succionarla completamente, buscando llenarse con su aroma y sabor, a su vez le fue le preparando en el momento que las piernas de Andrómeda le cedieron campo para que se ubicará entre ellas, bajo la experiencia de su cuerpo logró el néctar que buscaba, acariciando sus piernas las colocó alrededor de su cintura, tomándolo de su cadera le acercó acoplándose en su intimidad deslizándose delicadamente, con sus ojos cerrados aguardó unos momentos disfrutando de su unión.

¡Shaka, Te amo! Sus párpados se levantaron suavemente dejando que sus zafiros se fijaran en unas esmeraldas iluminadas por el amor, esas palabras dulcemente pronunciadas le despertaron de su letargo, buscó sus labios en respuesta a su llamado, apoyándose en sus manos, profundizó su unión en el mismo tiempo que arremetía contra su cuerpo, los finos brazos de su amado Ángel le rodeaban su cuello entrelazados, sus dedos rozaban su espalda y cabellos, se acoplaron en un rítmico canto de suspiros, gemidos, al igual que sus cosmos ardientes.

Los zafiros milenarios de Brahman no veían más allá de unas esmeraldas misteriosas, conocedoras de grandes secretos, lo que las volvían más hechizadoras y fascinantes, el roce de sus alientos, el calor de sus jóvenes cuerpos, la delicia de su piel, el vigor de sus cosmos, los llevaron a la mayor de las cumbres, como cada uno de sus encuentros, hasta quedar exhaustos cada uno refugiado en su verdadero amor. Al caer rendido sobre su pecho agitado, pudo percibir en su oído el latir fuerte y acompasado de su corazón, besó la cavidad en que latía el centro de su universo, sentía sus brazos rodeándolo, su perfume inundaba sus sentidos, se separó de él, recostándose a su lado, le atrajo a su tórax, su mano descansó en su pecho y su cabeza se apoyó en su hombro, con una sonrisa unió sus labios en una caricia fugaz.

Te extrañaba, amor mío, tú nunca me lastimarás, su suave voz, la hacía llegar como un bálsamo para su agitada alma. Brahman besó su frente en el lugar que se representaba la unión de sus espíritus y voluntades, en el tilak que la engalanaba, apartó de su húmeda piel algunos de sus cabellos apegados a ella. Shun, me asustaste, al no encontrarte, todos mi temores se hicieron realidad. La mano de Andrómeda asió la suya guiándola a su abdomen: Brahman no te entiendo, yo no me he separado de tu lado, ni un solo momento, nunca lo haré, como podría vivir alejado de mi corazón.

Shaka asintió aunque llenó su pulmón con todo el aire posible, para luego soltarlo despacio, algo no le calzaba del todo, su corazón temía, sabía que algo le ocultaba, sus zafiros, escudriñaron el techo, en silencio, Andrómeda denotó de inmediato el cambio en su humor, sus esmeraldas brillaron intensamente, en frialdad, tomando su rostro, le guío a sus ojos: No quieras saber más de lo que puedo decir mi amor, hay muchas cosas que es mejor dejarlas en la ignorancia, es mejor vivir en ella que morir en la sabiduría, lo que hago es porque te amo.

Cuando iba a refutar Shun acalló sus palabras uniendo sus labios, y poco a poco le fue cubriendo, hasta que quedar encima de él sentado, devoró todas sus cavilaciones en delicados roces de sus labios en su cuello, entre lamidas y succiones, nubló la voluntad de su Brahman, Shaka fue cediendo a sus deseos, hechizado por sus dos refulgentes esmeraldas, el orgulloso cuerpo de su Ángel se deslizó suavemente sobre el suyo. Hasta aprisionar su hombría que erguía frente a sus ojos en sus labios, brindándole a su instructor, lo que le había enseñando, estaba vez sería el alumno quien daría lección a su maestro.

La melodía de sus gemidos, no hacía otra cosa que excitar su brío, Virgo acariciaba los sedosos cabellos, sin quitar la vista de sus ojos, a pesar de su cuerpo temblaba ante el dulce trato. Brahman separó sus piernas doblándolas para cederle campo en ellas, indicándole que le necesitaba sentir, que le añoraba, sus zafiros le invitaban a seguir, pero sus párpados caían pesadamente sobre ellos, en el instante que su esencia brotó entre los labios de su amado, los dedos que le preparaba abandonaron su tarea, provocando un gran suspiro de ansias por lo que continuaría.

Andrómeda le fue abrigando en sus brazos, devolviéndole la pasión de los mismos hasta quedar unidos de nuevos, el cuerpo de Brahman reaccionó contorsionándose de placer, atrapó con sus labios el suave cuello de ante ellos. Shaka que puedo prometerte, para tranquilizar tu alma, te estoy dando todo mi ser, me perderé en tus sentidos, soy tuyo nadie me podrá separar de ti jamás. Sus palabras acompañaban el compás de su vigor y fogosidad, en cada arremetida quería grabarse en su piel, los zafiros brillaban, no dejaban de adorar su rostro, ni sus labios probar las mieles de su boca. Ya no había más palabras que emitir, solo lo demostrado con el ejemplo. Brindar todo el ardor de su cuerpo en respuestas a sus dudas, hasta caer desfallecido en su torso, rodeado de sus poderosos brazos y enfundado en su ser.

La tarde se les hizo corta ya casi había anochecido Brahman acompañó a Shun, para el salón principal, pensaron en pasar el crepúsculo en el hermoso edén en el cual contemplarían juntos las primeras estrellas de la noche a la sombra de los dos enormes Salas gemelos, en el centro del mismo, el jardín parecía que no tenía fin era como otro mundo, Andrómeda caminaba refugiado entre sus brazos, al salir del templo se adentraron en él, un gran suspiró por parte de Shaka le hizo desviar su mirada a los zafiros que se perdían en el magnifico espectáculo de matices multicolor, el sol enrojecido, daba al cielo un calido resplandor entre anaranjado, y violeta, en hermosos celajes, a lo lejos empezaban a brillar las primeras estrellas del firmamento nocturno.

Por más que vi antes este paisaje, no es lo mismo me parecía sombrío y serio sin tu presencia, le declaro Shaka a su oído, quiero ver correr a mi pequeño en este campo, quiero pasar una eternidad de atardeceres a tu lado bajo la sombra de este árbol, ahora veo que es un lugar de recreo, para nuestra familia, es realmente extraño antes le daba otro significado. Andrómeda le sonrió. “Era un lugar para morir”, le aseguró viéndole a los ojos, dulcemente. Brahman no pudo evitar temblar ante tal declaración. Si, eso es lo que realmente es, se dijo para sí. Pero sus labios dejaron escapar su dolor en una exigente pregunta: ¿Pero qué dices?


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeLun Jun 16, 2008 12:43 am

Andrómeda fijó su mirada en sus dedos que reposaban en el amplio pecho de Shaka, analizó su alianza, reposando su cabeza en el mismo lugar, suspiró, no podía traicionar sus votos, ahora le pertenecía, pero tampoco podía revelar nada más allá de lo permitido. “Que es un lugar para morir”, le repitió tranquilamente, el Virgo le toma la barbilla y se la levanta para poder ver esas gemas esmeraldas que amaba profundamente. No quiero que digas más esas cosas, no pienses en dejarme, que no lo permitiré no te dejaré morir frente a mis ojos, lo entiendes.

No lo haré, le dijo Andrómeda alzándose de puntillas para besar la comisura de sus labios, lo que dije es que este es lugar dónde Buda murió, no es así, mi amor. Por eso es que te llenaba de tristeza, en un principio, a pesar de ser tan bello, no deja de ser un panteón, se siente en el alma, es algo que no se puede evitar. También ha tenido ese efecto en mí, pero no es tan pesado si estás a mi lado. Y si deseo que este lugar ya no sea un lúgubre cementerio, luego se empezó reír amenamente: ¿Pero qué cosas digo? ¿Acaso no soy el hijo del dios de los muertos? Ya debería estar acostumbrado a estos lugares, vaya heredero de la Familia Diermissen, soy. Shaka le sostuvo sus mejillas con sus manos, ¡Shun! Ahora eres mi familia. Si, y tú la mía, pero no puedo eludir mi responsabilidad, Shaka tarde o temprano tendré que tomar el lugar de mi padre, es mi deber como cabeza de la Familia Diermissen, no puedo dejar a Pandora esa responsabilidad, por siempre. Los zafiros de Virgo, le inquirieron en sus ojos, pero éstos no mostraban nada de miedo, más bien orgullo.

En las habitaciones del Patriarca, Shion se terminaba de vestir, recién había salido de la ducha, alistaba sus pertenencias esperando a que Dohko termine de conversar con Shiryu y Aioria. Tomando sus vestimentas, encontró el medallón que le había otorgado Hades, en su reino, éste tenía un significado especial, pero todavía no era el momento de devolvérselo a su verdadero dueño. Esta era su encomienda más grande y debía ser custodiada a cualquier costo. Hasta que los dioses permitieran que le fuese entregada, ahora debía ocuparse de dictaminar los destinos de los caballeros por medio de las órdenes directas del mismo Consejo de dioses en el Olimpo, de seguro Atenea, iría para el mismo, aunque tenía un ambiente desfavorable después del informe de Hécate, sobre su ataque al caballero del Fénix. Admiró toda su habitación, le dolía tener que llevarse a Dohko en su estado a ese encierro, apoyó su cabeza en sus manos, clavando su mirada en las lozas del templo, sabía que en esa mágica habitación nada les faltaría, pero también era incomoda su situación. No sabía cuanto tiempo pasarían en ese lugar, suspiró pensando en Libra, todavía no habían empezado las molestias del embarazo, pero pronto se harían presente, estudió sus circunstancias tal vez sería mejor, que partiera con Leo.

Bueno, pero su querido Tigre, no lo haría, es un testarudo, ni modo. Kiki, tienes todo listo para nuestra estadía en el Star Hill, el pequeño que le observaba, sentado en la ventana de la habitación que daba a los campos de entrenamiento asintió, rascando su rojiza cabellera y con su voz chillona le informó lo que estaba aconteciendo en este momento: Su excelencia, Atenea se dirige a los pies de la estatua de Partenón. Shion abandonó sus cavilaciones para dirigirse rápidamente hacia el lugar dónde se encontraba su alumno, sus ojos violeta, la observaron con detenimiento, iba prácticamente sola, con sus ropajes sagrados, en su mano cargaba con la diosa de la victora en forma de báculo dorado, detrás de ella caminan a varios pasos de distancia, un cabizbajo Seiya con su armadura divina y el Unicornio, con sus galas de bronce.

No lo quedaba dudas Atenea ascendía al Olimpo, su corazón se agitó, casi por encima de Kiki, abrió la ventana, para asomarse a tener mejor una visión de lo que sucedería, en los atrios del Templo de la diosa, se detuvo Jabú, sin embargo Seiya tomó la mano libre de Atenea, la diosa de la Sabiduría como sintiendo su presencia dirigió su vista al balcón del Patriarca, sus ojos inescrutables le vieron directamente a los suyos, en ese momento el tiempo se detuvo para ambos, la dueña del Santuario, penetraba en su mente, y él su ex primer caballero, el que debía guiar sus ejércitos, ante ella significaba blasfemia lo que había hecho y el irrefutable castigo a ese pecado era la muerte, para la lavar la culpa con su sangre, nadie podía culparla por eso ni el mismo Zeus, su corazón se agitó en su pecho, el odio hacia su persona fue notorio, una risa maligna se dibujó en los labios de Palas.

¡Oh, Shion! Nunca aprendiste la lección ahora buscas que te envíe al Reino de tu nuevo amo, le susurró a su mente. En una amenaza explícita alzó su báculo hacia el mirador, el destello iluminó sus ojos violetas, se sintió incapaz de mover un solo músculo, igual que en el momento en que Saga acabó con su vida en el pasado ¡Dohko! Gritó su alma desolada. El rayo le perforaría su pecho sin remedio, el trató de usar su telequinesia pero le fue imposible, permanecía estático para recibir el golpe directamente, en instantes de nuevo se encontraría en las orillas del Estigia, esperando a Caronte.

El impacto se dio, el estallido alertó a todos en el salón del Patriarca, un alterado Dohko, corrió cegado por su adolorido corazón por aquellas oscuras escaleras que daban al pasadizo que guiaban a las habitaciones privadas del Respetado Shion. “Su amado, no de nuevo” Se repetía constantemente en su mente, seguido muy de cerca de Aioria y Shiryu. De la habitación solo quedaban escombros, la puerta arrancada tajo, Libra trató de ingresar al recinto, pero la mano firme de Aioria le detuvo: Espera aquí Dohko, lo mejor es que yo revise, Shiryu no dejes que se acerque. ¡Por todos los dioses! ¡Shion! Gritó desesperado, se sintió mareado, su estómago luchaba por devolver sus bilis, el Dragón angustiado de ver a su sereno maestro, totalmente sacado de sí le abrazó a su cuerpo, las piernas del caballero dorado legendario, perdieron su fuerza, y se dobló sobre su vientre soltando el contenido del mismo en el suelo, sus lágrimas se agolpaban en sus ojos, no quería creer que fuera cierto, cuando unas rocas, se movieron cayendo cercano a ellos, y una nube de polvo, se alzó crispando sus pulmones, en un fuerte acceso de tos y con los ojos irritados tanto del instructor como el alumno se dirigieron al lugar de dónde salía el brazo de Kiki.

Shiryu se apresuró a remover las rocas, haciendo a un lado a su maestro, le sentó en las escaleras, todo el cuerpo de Libra se estremecía, no entendiendo lo que pasaba, logró sacar a un aturdido Kiki, que se aferraba al cuerpo desmayado de su instructor. ¡Están vivos! ¡Aioria, ayúdame! Dohko se arrastró entre las rocas, hasta verificar lo que su niño le decía, como enloquecido se aferró al pecho de Shion escuchado el latir de su corazón, en su sien tenía una cortada que sangraba profundamente, algunos moretes pero nada grave, Kiki, también tenía varias contusiones en su cuerpo.

Aioria trató de apartar a Dohko, pero éste no se dejaba, hasta que los ojos violetas del maestro se abrieron, encontrándose con unos verdes angustiados, ¿Dohko? Logró pronunciar casi en un susurró abrazándolo, le calmó, Libra le aprisionó sus labios en angustiante beso, sin poderlo evitar sus lágrimas rodaron libremente por su faz, llenando sus bocas con el sabor amargo de su dolor. ¡Oh dioses! Shion, no se te ocurra dejarme, entiendes, no te vuelvas a exponer de esa manera. El orgulloso Libra ocultó su rostro entre sus cabellos verdes, en un llanto desolado liberó todo su temor. Sintiendo el fuerte abrazo de su esposo.

Shura e Hyoga esperaban pacientemente en el salón de Leo, ya llevaban más de media hora allí, el cisne con su cabeza apoyada en el pecho de Capricornio que se distraía acariciando sus cabellos de oro. No se habían atrevido a ir a las habitaciones del templo para no molestar a sus habitantes, sabían que necesitaban su espacio. Con delicadeza besó su frente: Hueles delicioso, le susurró acariciando con su nariz la suave cabellera. ¿Estás cómodo? Inquirió sonriéndose. El cisne comprendió perfectamente el doble sentido de su pregunta, si Camus me enseñó a aliviar mis problemas en ese sentido, mí querido Shura, nada que mi cosmos no pueda remediar. Shura alzó una de sus cejas, eso crees tu, más tarde te ayudaré con tu molestia conozco un buen remedio, para ello.

¡Vaya Shura, que gracioso! Si quieres más tarde te demuestro que no estoy adolorido, le siseo apasionadamente a su oído, lamiendo suavemente su lóbulo. Sus labios se curvaron en una cálida sonrisa, si ya veremos. No crees que sea conveniente preguntar si necesitan algo, me impacienta estar aquí sin hacer nada. Su inquietud se mostraba, en un movimiento constante de su pie derecho. Si quieres vamos los dos, le tocamos la puerta de la habitación de Iki, lo más que pueda pasar, es que nos reciba con una de sus técnicas, bromeo. Sin embargo se incorporó del lugar en que estaban jalándolo consigo, Shura se abrazó a su cintura besando su cuello al descubierto, algo que hizo que el Cisne se estremeciera de pies a cabeza.

¡Oye Shura, quédate tranquilo! Es que quieres que todo el mundo se entere lo que pasó, antes que de lo comuniquemos oficialmente. Le regañó con fingido enojo. Los ojos de Capricornio se entrecerraron peligrosamente, sin previo aviso lo arrinconó a una de las columnas, le enlazó sus labios es un ardoroso beso, su muslo masajeaba su intimidad, causando ahogados gemidos que se perdían en su boca. Sus dientes rozaban levemente sus carnosos labios, hasta soltarlos delicadamente juntó sus frentes, ¿Sería tan terrible que se enteraran de lo nuestro, Hyoga? O ¿Es que todavía piensas, en Andrómeda?

Los diamantes del Cisne le vieron adoloridos: ¿Cómo dices esas cosas? Sus palabras apenas fueron un susurro audible: Si me entregué a ti, es porque significas mucho para mí. Eso no lo dudes. ¡Hyoga! No sabes como me gustaría creerte, no dudo que lo hayas sentido sea atracción por mí, pero tú amor hacia el chico Diermissen, es algo de lo que se habla en cada rincón de éste Santuario. Pero sabré esperar, a que realmente me correspondas. Shura, yo… pero su voz fue apagada por otro beso apasionado. Las piernas del Cisne perdieron su fuerza, en el momento que el guardián de la décima casa, se separó de él cayendo sentado en el suelo, con su respiración agitada, le vio dirigirse en su elegante paso a la habitación de Aioros y Fénix, su mano no dudó en tocar la puerta de madera, espero unos momentos y luego ingresó en el recinto.

No pudo contener sus lágrimas, realmente Capricornio no le creía, entonces ¿Para qué se acostó con él? ¿Cómo era posible? Sus diamantes se perdieron en sus manos, es qué nunca tendré el derecho a ser feliz, que alguien realmente me amé. Sin poderlo controlar su cuerpo empezó a temblar. Trató de calmarse abrazándose a sí mismo. No debía estar en ese estado, como pudo se puso en pie, y camino hacia el cuarto del que consideraba su hermano mayor, se cubrió con la insensibilidad aprendida de su instructor. Siguiendo a Capricornio, sus ojos como dos glaciales de los hielos eternos se congelaron en la figura de un Iki, completamente abandonado en los brazos de Aioros, dormido como un niño pequeño en su pecho, aún en su rostro, lucían el rastro de sus sollozos. Un dolor horrible llenó su pecho, buscó los fieros ojos del español y ambos se quedaron sin palabras.

¿Aioros? Le inquirió suavemente su mejor amigo, el arquero le sonrió cansado: Se ha dormido, incorporándose delicadamente, descansa la cabeza de Iki en las almohadas del lecho y camina descalzo hacia sus visitantes. Salgamos, debemos dejarlo descansar en la madrugada partiremos, así que tracemos nuestra estrategia. En ese instante perciben una gran perturbación en el Partenón. Los tres se quedaron absortos, hasta que Shura, corre fuera del recinto invocando su armadura en el momento que el Cisne le iba a seguir Sagitario le detiene: Cuida de Iki, por favor hasta nuestro regreso, Hyoga. Tendré puesto mi poder en esta casa, no permitas que salga de aquí. El más joven asintió suavemente, Aioros tomó eso como un compromiso y siguió a Capricornio en su camino al Partenón en el trayecto de los pasadizos secretos se encontraron con Milo, que se les unió, los tres se apresuraron a llegar a dónde su líder.


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El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 Empty
MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeLun Jun 16, 2008 12:48 am

Hyoga se sentó en el lecho, al lado de Iki, apoyado contra el respaldar, el afluente de su desolación empezó a brotar sin control por su faz, apoyó su cabeza contra la pared clavando sus diamantes en las antiguas piedras ante él, hasta que sintió que lo rodeaban de su cintura y la cabeza del mayor de los Diermissen descansó en su pecho: Somos todo un poema tu y yo, ¡Eh Hyoga! De los dos no se hace uno. Sus palabras resonaban pacíficamente en sus oídos. ¡Oh, Iki! Soy un desastre completo, le abrí mis piernas a Shura, y aún así no cree que lo siento por él es verdadero, ahora no solo me duele mi orgulloso trasero, si no también mi corazón. Se abrazó a él, sollozando desesperado. Cree que amo de otra manera a Shun. Fénix le acunó en su torso, cercano a su vientre acariciando sus bucles dorados. Debes comprender, que tu amor por mi hermano fue muy grande, Shura, solo quiere que le demuestres que realmente le amas, Hyoga. Lo único que él es directo en su trato, no es como Aioros.

Un nuevo día despuntaba en Rajastán, la claridad del día bañaba el rostro de Shaka, ese beso de la Aurora, le hizo taparse la luz con su brazo, deseaba dormir un rato más, se volvió hasta abrazar a Shun sintiendo su cuerpo desnudo, apegado a su piel, en este instante podía sentir a su bebé, estaba despierto, y jugaba en las entrañas de Andrómeda. Suspiró al besar su hombro, debía despertarlo, no podían faltar a su cita, en la Corporación. Gravas les estaba esperando temprano, así también aprovecharían el día para ir de compras, necesitan empezar hacer el ajuar de su hijo, una cuna, y todos los demás accesorios, sabía que Saga y Mü les acompañarían-

¡Amor! Le llamó suavemente en delicadas caricias. Hasta que sus esmeraldas se posaron en sus zafiros, un candoroso roce de sus labios, fue su manera de recibir el nuevo día, delineó con sus dedos su rostro, sé que estás exhausto, pero hoy saldremos a recorrer el Cairo. ¡Vamos animo! Incorporándose con él en sus brazos, sonrió al ver como se acomodaba de nuevo en su hombro para seguir durmiendo, recordó su fogosidad en la noche, y como no iba a estar agotado, además el embarazo le causaba últimamente mucha soñolencia, le llevó al cuarto de baño dónde se ducharon.

Después del desayuno, ambas parejas se encaminaron hacia la ciudad del Cairo, uno de los vehículos de la Corporación Solo, Saga conducía el vehículo, a su lado Mü estaba con todos sus sentidos atentos a cualquier movimiento extraño, en la parte trasera iba Shaka permanecía con sus ojos ocultos en su estado de mayor alerta, abrazando a Shun. El trayecto fue corto, el auto tenía vidrios polarizados, para dificultad que vieran a sus pasajeros.

Al llegar a la clínica, les indicaron de inmediato que el director del Hospital, les esperaba, no tardaron en ingresar a su consultorio, como hace un poco más de un mes, Gravas escribía en silencio, y estudiaba los anteriores exámenes, levantaba su vista de vez en cuando observando el semblante de Andrómeda, esas constantes miradas sin pronunciar palabras, le estaban exasperando sus nervios, estrujaba sus dedos encima de su regazo algo que no pasó desapercibido en Shaka no dudó en asir su mano entre las suyas en señal de apoyo, le susurró: ¡Te amo! Andrómeda le sonrió sin quitar su expresión de seriedad.

Dejando el lapicero de lado, se incorporó: Por favor, me acompañan. Les guío hasta uno de los consultorios aledaños, le indicó el lugar a Shun dónde podía cambiarse, Andrómeda ingresó al vestidor, donde se despojó de sus vestiduras, para colocarse una de esas batas de hospital, la cual cerró al anudar las cintas de la misma en uno de sus costado, cuando estuvo preparado, se encaminó al consultorio dónde Gravas le pidió que subiera a la camilla, Brahman le tomo por la cintura y le sentó con delicadeza en la misma, el doctor cubrió su cadera y piernas con una sábana mientras dejaba al descubierto el vientre, con sus manos ubicó al niño, midió el crecimiento del vientre, y lo apuntó. Luego aplicó el gel para ayudar al aparato del ultrasonido, suspiró al sentir el frío de esa sustancia en su piel, Virgo observaba ansioso todo lo que el doctor hacía, al mismo tiempo Mü y Saga, cercanos a ellos.

¿Quieren saber el sexo del bebé? A estas altura ya sabremos con exactitud que será, Virgo y Andrómeda se volvieron a ver, Shun le tendió la mano a su esposo y este la tomó como indicándole que si, sonriéndose cómplice vas a ver que yo tenía razón, es un varón, luego volvieron a ver a sus acompañantes, ambos se les veía con cara ansiosa emocionados por sus amigos, aún el imponente de Saga, mostraba su lado más tierno en este momento, todos podían admirar al pequeño claramente, en este instante chupaba uno de sus dedos, Virgo maravillado, no podía apartar sus zafiros de su hijo, no pudo determinar en que momento de sus ojos brotaron lágrimas. Shun las secaba con su otra mano cariñosamente.

Adelante Doctor queremos saber, que sexo es, el doctor guío el sensor hasta su ubicación, como era un ultrasonido en 4 D, se le podía ver de forma nítida como caprichosamente se ocultaba para que no determinarán su sexo, la mano de Gravas levemente hizo presión el lugar dónde se encontraba, mientras cuatro pares de ojos veían emocionados cualquier cambio, perezosamente se removió, abriendo los ojos y sacudió sus manos y piernas como estirándose, de espaldas a ellos se volvió a hacer un pequeño ovillo, no dejándose ver.

Creo que es un poco huraño como tu hermano, le murmuró Brahman, sus zafiros relucían llenos de ternura, con cariño le besaba la frente a su ángel, desvió su mirada a sus amigos, y éstos les devolvieron una calida sonrisa y así toda clase de exclamaciones y señalaban la pantalla. Ninguno de ellos notó que Andrómeda observaba la pantalla con un gesto muy serio, como ausente, el doctor como la vez pasada les dio el video del ultrasonido. Esa gélida mirada esmeraldina se posó en Gravas, como analizando sus actitudes ¿Cuál era el interés de saber el sexo de su niño? Había hecho lo imposible por averiguarlo, otro médico lo habría dejado por la paz. Pero bien su pequeño fue astuto, se escondió perfectamente de él.

Bueno en este otro nos tardaremos un poco más, bajo la tela, cubriendo su abdomen y para luego exponer su torso, aplicó el mismo gel en su pecho, y con calma buscó su corazón. Shaka ansioso y con su espíritu apenado, se mordía sus labios, en espera de cualquier informe.

En el Santuario, los tres caballeros dorados que dirigían a Partenón recorrían esa distancia envueltos en su poder, no tardaron mucho en arribar al Salón del Consejos de la Coalición Dorada, sin perder tiempo se encaminaron por las escalinatas detrás de trono de Su Excelencia. Se detuvieron en seco al ver la habitación del Mayor de la Orden, completamente destruida. Aioros se acercó a un exaltado Dohko, que no quería apartarse de su esposo. A duras penas lo logró y entre todos sacaron a Shion de entre los escombros. Llevándolo al templo más cercano, que era el de Afrodita de Piscis. Se adentraron a las estancias de caballero dorado.

Dohko, mandó a Kiki por su equipo médico, el lemurario más joven, se apresuró a conseguir todo lo necesario. Con sus poderes fue en un santiamén y regresó. Libra con una gasa y un antiséptico se dispuso a limpiar a conciencia, las heridas en el cuerpo de su Shion, le preocupaba sobremanera la honda cortada en su frente, no tendría más remedio que hacerle unos puntos en la misma, esterilizó la aguja, y después desinfectar la herida de los granos de cemento y polvo que tenía sobre ella, dirigió sus ojos verdes a los de Aioros. Shion, voy a tener que hacerte unos puntos, la herida es muy profunda. Comprendo, fue su respuesta, en el instante que sus parpados cayeron pesadamente. Aspiró fuerte el aire en sus pulmones, para relajarse, ante el dolor que vendría, Sagitario aferró su cabeza firmemente, evitándolo cualquier movimiento involuntario.

Kiki al ver la mano trémula de Libra dirigir ese instrumento metálico a tan solo centímetros de penetrar en su piel, el pequeño cerró fuertemente sus ojos y tapo sus oídos, no queriendo escuchar gritar a su amado maestro. Pero nada se escuchó casi a regañadientes levantó uno de sus párpados, Shion ni se inmutaba, en cada pinchazo. Aioros relajó su posición. Sin soltar su cara. El pequeño pelirrojo, fue sacado de su aturdimiento, cuando Aioria le agarra el brazo para comenzar a limpiar sus heridas. Se mordió los labios tratando de emitir sollozos, en el instante que siente el escozor del antibiótico en su piel.

Al no sentir más la aguja penetrando su adolorida piel, sus ojos violeta, se ubicaron en el rostro de su esposo, que estaba pálido, sus dedos acariciaron su perfil cariñosamente apartando su cabello del mismo ¿Te encuentras bien? Necesitas descansar, por el momento, Atenea se fue al Consejo de los dioses en el Olimpo, a ocupar su trono. Yo preparé todo para nuestra partida. Se incorporó hasta quedar sentado en el lecho, e hizo el intento de ponerse en pie, pero Dohko le detuvo firmemente. No debes exponerte más tú, también dormirás algo. Sus manos temblaban fijas a sus hombros. El antiguo caballero de Aries. asintió tomándolo de sus brazos, atrajo su pecho, solo reposaré si tú te quedas a mi lado. ¡Mi Tigre! Nada grave me pasó. Le consoló meciéndolo entre sus brazos, y besando sus rebeldes caballeros castaños.

La mirada violeta, se posó en sus caballeros que efectuaban una reverencia solicitando su permiso para retirarse. Shion asintió y todos incluidos el pequeño Kiki, abandonaron el recinto, sus dedos jugaron con el rebelde cabello de Tigre Dorado, exponiendo su cuello le saboreó a su gusto y Libra se dejaba hacer, disfrutando de su mimo, con sus ojos cerrados, hasta que el Patriarca le recuesta en el lecho envuelto en sus brazos, se disponen a recuperar sus energías, abandonados uno en el otro.

El director de la Clínica, repasaba la máquina en su pecho buscando, observaba el monitor, cada vez su mirada se tornaba más seria, como no comprendiendo lo que sucedía. Un par de ojos color esmeraldas y otros zafiros, seguían sus movimientos bastante desconcertados con el nerviosismos del médico. Los dedos de Virgo apretaron suavemente su mano, y sus vistas se encontraron en un silencioso apoyo. Después de apuntar algo en su libreta, Escolapio resopla. No sé lo que significa esto, pero en definitivo esto no pudo ocurrir por que sí.

Las brillantes gemas que poseía Andrómeda por ojos, no apartaban su mirada de sus pupilas tratando de entender lo que quería decir, con su voz tan fría como los glaciales. Doctor Escolapio ¿Qué es lo que pasa? No se calle díganos la verdad, se lo exijo, un muy furioso Shun que le tomó por su gabacha blanca, le zarandea pidiendo explicaciones. Brahman trataba de hacerlo entrar en razón. Aunque el mismo deseaba estrangular a Gravas, con sus propias manos ante su silencio. Sentándose en la camilla con Shun le abraza a su pecho, tratando de calmarlo, en el momento que Saga, aparta al doctor, del poderoso agarre del caballero divino de Andrómeda. Mü se acerca al monitor detallando lo que la computadora emitía, entrecerró sus ojos, en el momento que sentía la mirada de Shaka, requiriendo una rápida respuesta, a sus inquietudes.


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El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 Empty
MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeLun Jun 16, 2008 12:56 am

Capítulo 15: Un día maravilloso en la Ciudad Rosa de Rajastán


Sentía la intensa mirada de Shaka perforando su cuerpo, los nervios de su amigo brotaba de su alma, Andrómeda no se quedaba atrás se sentía casi a punto de emanar las llamas del Ángel. ¡Mü! La profunda voz de Saga, le apresuraba a hablar, el ambiente estaba tenso, Gravas temblaba entre las manos de Saga, como una gelatina, la mirada de Shun era causante de su terror.

Shaka le abrazaba así descansando su cabeza en su pecho, besando sus cabellos suavemente:”No te alteres, te lo suplico, amor mío” su mano acariciaba su vientre, su niño también estaba inquieto, al sentir el cambio de humor de su papi, suspiró al apreciar la angustia de sus tesoros, sin pensarlo dos veces, le alzó retirándolo de la camilla, capturando sus labios en un demandante beso, trató de calmarlos.

Mü tomó los apuntes del doctor, analizó una y otra vez, la imagen del video, hasta devolver una de sus más hermosas sonrisas a Saga, suspiró profundamente como sintiendo que se que se quitaba de encima una gran carga. Lo hemos conseguido Shaka, tu cosmos y el mío lo logró, expresó con un entusiasmo monumental hasta que sus piernas temblaban al sentirse completamente liberado de su promesa y haberse cumplido la suya propia en un tiempo record. Saga se apresuró a abrazarlo, besando su frente, Aries buscó su calor, escondiendo su cara entre sus cabellos azulinos, y el mayor, le rodeaba su cintura, besando su cuello, con sus labios candentes. El cuerpo del galeno cayó sentado en las lozas frías, de ese salón.

Brahman apretó su abrazo sobre su cuerpo frágil, su pecho parecía que quería estallar la alegría al oír las palabras de su mejor amigo, sus zafiros, les observaba envolverse uno en el otro, y el cuerpo de Aries estremecerse en un sollozo de alivio. Su mirada se cruzó con la de su más preciada joya entre sus brazos, sostuvieron la intensidad de su amor reflejados en la ventana de sus almas, esos espejos plasmados en zafiro y esmeralda. Para no perder el equilibrio al sentir sus piernas flaquear de la emoción, se recostó contra la pared a sus espaldas, el sostén de su cuerpo fue resbalando lentamente hasta quedar ambos sentados en el piso, una fugaz sonrisa se dibujó en la cara de los dos, las manos trémulas rozaron la piel tersa, enmarcada en cascadas esmeraldinas, con sus nudillos delineo sus labios, Andrómeda dejó caer sus párpados suavemente disfrutando de la caricia, los labios de Virgo besó cada uno, adorando a su hermoso ángel, sentado en su regazo, sus dedos recorrieron el trayecto a su pecho desnudo y todavía cubierto por el frío gel, hasta descansar en su corazón. ¡Por los dioses! Por fin esta pesadilla terminó, el sonido de su voz fue apenas audible. Los frágiles brazos de Andrómeda rodearon su pecho descansando en él, su vientre abultado rozaba el plano de su Shaka. El aire salió despacio de sus pulmones su mirada se encontró con la de sus hermanos de armas, los cuales abrazados, esperaban en silencio, respetando su enorme alegría.

Gravas, se puso en pie aún temblando, se acomodo su gabacha blanca. Lo que no podía creer, es que su corazón sanará tan rápido, es un verdadero milagro, expresó tratando de guardar lo poco de dignidad que le quedaba. Siguió con sus apuntes: aún así es necesario que lleve un buen control prenatal, no deseamos que haya recaídas. Necesitó que pase, al Laboratorio Clínico, cediéndole una receta a Aries en sus manos, deberá realizarse un hemograma completo, después quiero que vaya dónde este nutricionista, les indicará la dieta que debe seguir, los necesito esta tarde de nuevo, para ver los resultados de las pruebas de sangre. De allí decidiré que tratamiento debe seguir, por el momento seguirá con las vitaminas, que les receté en el inicio. Me alegra que me haya equivocado, concluyó, debo admitir que el poder de curación de los lemurarios es legendario. Pero poco les importó sus palabras, de ser necesario no volverían a verle la cara.

Shun, le escuchaba aún refugiado en los brazos de su esposo, con sus párpados bajos, indagó en su presencia, ese individuo tendría que mantenerlo vigilado, aunque haya dormido a su ser inmortal podría despertar, de ser necesario tendría que aniquilarlo. Lentamente izó sus pestañas y sus esmeraldas brillaron a la nada. “Gracias, Perséfone” Sabes que nunca olvidaré mi deber, mi amada Primavera, hasta que nos volvamos a encontrar, yo siempre cumplo mis promesas a cualquier costo, sus cosmos casi imperceptible viajó hacia el Inframundo, a su querida hermana confirmándole que la renovación de su sello había dado resultado. Pandora quién sentada en el trono de su hermano, estudiaba en silencio a sus vasallos en sus tareas cotidianas suspiró llena de alivio. Con sus dedos palpó su reciente herida sonriendo satisfecha. Se incorporó caminando elegantemente entre sus espectros que a su paso se postraban en sus rodillas.

En silencio se encaminó fuera de Giudecca, hacia la antigua escalinata, recién reconstruida, así como la mansión Diermissen. Se encauzó por ella recordando el día que murió su madre Helena, no pudo evitar temblar, todavía en ese oscuro recoveco se sentía el cosmos brillante de la descendiente de Poseidón, como un triste réquiem resonaba entre las paredes de rocas ennegrecidas, su suave energía abrazaba su cuerpo, se alegraba al verla, le rodeaba. El espíritu cálido de Helena Solo, espera para ver a sus hijos, el mismo de Mijael, se sentía en el mismo Eliseo.

La reciente visita de Shun les había despertado más, ambos se dejaban sentir más ¡Madre! Si nuestro ángel, se ha salvado, lo logramos, sus lágrimas se agolparon en sus ojos, y la figura de Helena se materializó frente a ella, la fantasmal mano se posó suavemente en su mejilla pálida. ¡Mi querida niña, mí amada Pandora! Su voz distorsionada sonaba cálidamente amorosa. Las esmeraldas de sus ojos gemelas a las de su hermano, sus cabellos como los poderosos torrentes del mar ondeaban alrededor de su empalidecida y hermosa faz. ¡Atenea, pagará pronto madre! Poseidón se está encargando. Mi papá te espera en el Eliseo. Juró que liberaremos tu alma del Tártaro, los brazos de la Reina del Inframundo se rodearon a su pilar, a su querida mamá, sollozando como tantos años lo habían hecho, desde el día de la tragedia de los Diermissen, recordó el encuentro entre madre e hijo apenas unas horas antes.

Iki, está próximo a venir y espera un niño también, le informó sonriendo entre sus llantos. Helena se sentó en una de las gradas, a su lado Pandora, una en los brazos de la otra.

Los tres caballeros dorados esperaban pacientemente a que Shun terminará de cambiarse, no fue mucho lo que había tardado en hacerlo, los tres pares de ojos, se posaron en su presencia, por su seguridad traían varios cambios de ropa ahora usaba un elegante vestimenta de lino turquesa una camisa sin mangas que le cubría hasta la cadera, en los bordes elegantes calados en hilos de plata, le hacía juego un hermoso pantalón de lino blanco con que era engalanados con bordados igual de exquisitos que a los su camisa, su cabello recogido en una gruesa trenza. Shaka se le acercó tomando su mano le hizo girarse suavemente para admirarlo, su vientre resaltaba divinamente en su ropa. Se sonrió dulcemente al ver la seducción en reflejada en los zafiros de su marido, sus esmeraldas disfrutaron de lo galante que se veía también en sus vestimentas escarlatas, con sus lacios cabellos dorados alrededor de su hermoso rostro. En su frente encima de su tilak y una piedra de rubí en forma de liz.

Su flequillo, caía en su cara, las suaves yemas de sus dedos acariciaron dócilmente su frente, una sofisticada tela escarlata con hermosos diseños dorados eran las vestimentas de su esposo, sus ojos admiraron la perfección de su figura, con un amor intenso. La mano de Brahman, se posó en su redondeado vientre, fue mucho después que determinó a los demás, en ese momento Brahman lo atrae de la cintura hacia él rodeándolo entre sus brazos. Aries lucía una vestimenta de color corinto, una negra ataviaba a Saga.

Virgo rebusco en el bolsillo de su pantalón una pequeña caja de terciopelo negro, ante la mirada llenada de curiosidad de su ángel que le daba la apariencia de un hermoso niño, expresó suavemente algo sonrojado: Ayer vi esto en una joyería, bajo sus zafiros algo apenado: no te ha había comprado tu presente de bodas, así que pensé en dártelo hoy. Shun atravesándosele un nudo en la garganta, yo… pero Shaka le acalló besando sus labios suavemente, tu regalo está aquí, le expresó acariciando su abdomen. Aunque a Andrómeda no le convencieron mucho sus palabras, él tampoco había podido comprarle nada, bajó su rostro apesadumbrado, Shaka le colocó sobre su cabello una especie de diadema en forma de cadena de oro, encajaba en su frente una esmeralda en forma de gota de agua, en el justo lugar que cubría su tilak. Suspiró, al resguardar sus manos entre las suyas: He decidido celebrar nuestro matrimonio como se debe, esta noche tendremos una pequeña fiesta en casa para festejar que estas sano y que nuestro camino se empieza a despejar por fin. Andrómeda se abrazó a él sonriendo. ¡Te amo, Shaka!

Por ahora Mü te llevará, algunas tiendas, quiero que compres todas las vestimentas que desees, le indicaba sin dejar de acariciar su espalda. Además pronto necesitarás más, nuestro hijo crece rápidamente. Andrómeda anheló: Yo quiero que nos acompañes también le contradijo casi en un susurro, Brahman asintió besando sus cabellos. Saga y yo nos encargaremos de otros pendientes, le explicó algo abatido por no poder complacerlo. Pero como al mediodía nos encontraremos, en un lugar que hemos convenido y Aries conoce, después de comer algo, iremos los dos por el ajuar de nuestro niño, le expresó levantado su rostro al tomarle suavemente de su barbilla y uniendo sus bocas en una leve caricia.

¡Señores, entonces no hay tiempo que perder! Estás dos bellezas iremos de compras, Aries hizo gala de su buen humor, guiñándole a su esposo con ese jocoso comentario, quién sabe Shun a lo mejor tenemos suerte y nos encontramos dos guapos galanes, mejores que éstos dos aburridos, agarrando con delicadeza el brazo de Andrómeda le empieza a jalar para separarlo de su esposo, aún unidos por sus manos ninguno de los dos quería distanciarse, los labios de Brahman besaron sus nudillos antes de soltarlos lentamente. Virgo a pesar de todo no lo quería dejar solo, caminó de nuevo hacia él tomando el manto de su sari, cubrió su cabeza con él atrayéndolo gradualmente le besaba de nuevo, Shun suspirando después de pasar sus dedos entre las cascadas de oro, cubre a Shaka con su manto, le sonríe, el caballero dorado de la primer casa, logra apartarlos, asiéndose del brazo del más joven le guía fuera de la habitación. Unos zafiros ansiosos les siguieron, hasta perderse de su vista.

Saga comprendió la preocupación de Shaka, se encaminó hacia el más joven posando su mano en su hombro: Mü le cuidará como a su vida, no creas que no estoy preocupado también, nuestros tesoros han partido, me molesta también ponerlos de carnada, pero es la única manera de detectar al nido de traidores que anda detrás de la cabeza de tu niño y que nos han estado cazando. Brahman hizo un gesto de disgusto, cerrando sus ojos: Esto me enferma, Saga. Ahora les seguiremos ocultando nuestra presencia, ellos han estado cerca desde que salimos del templo. Lo sé, amigo, probaran lo que es mi tesoro del cielo.

Tanto Aries como Andrómeda, caminaban tomados del brazo, entre las bulliciosas callejuelas de esos suburbios del Nueva Dehli, el bochorno era insoportable, así como ciertos aromas algo agrios que rodaban en el ambiente, las esmeraldas analizaban la zona con detenimiento, sorprendido de los grandes contrastes de la ciudad, suntuosos templos y partes de las barriadas en pobreza extrema, hacinamientos en la pequeñas casas, varios indigentes, en las maltrechas aceras, de vez en cuando se detenía, parecía que el tiempo se había detenido y mantuvieron la ciudad aún en inicios del siglo XX, la diferencia con la alegre e iluminada Tokio, llena de tecnología, o la milenaria Grecia, con sus acrópolis, los lugareños les cortaron el paso, su estremecimiento hizo que Mü detuviera sus pasos, las personas les rodeaban curiosos de sus elegantes vestimentas: “Este es el reino de mi Shaka” el dolor fue latente en su voz, se sentía mareado, Aries trató de avanza, escabulléndolos, algunos pequeños se ciñeron a las piernas de Andrómeda y éste se agachó para alzarlos, abrazándolos. En este lugar crecerá mi pequeño. Aries asintió. Los ojos de Andrómeda se entristecieron, al escuchar las palabras de Mü, quién tomaba en brazos a otro pequeño: Es culpa de la Fundación Kido, la cual es muy responsable de la pobreza de muchas ciudades de este mundo, sé que Poseidón ha ayudado, no ha sido suficiente.

Las esmeraldas de Shun buscaron insistentemente en la zona y cerca de allí encontró lo que buscaba, una venta de comidas, con paso decidido, se dirigió allí, Aries le siguió rápidamente, en un claro hindi se dirigió a los encargados del negocio indicándoles algo y señalando a los vecinos del lugar, a su interlocutor se le iluminó el rostro, asintió poniéndose a elaborar más alimentos. Llevó sus labios al oído del niño más grande en en sus brazos, susurrándole algo, el pequeño asiente alegremente, después de besar su frente le baja delicadamente, al igual que al otro, ambos salen corriendo, haciendo el típico saludo de la región le entregó algo en un sobre al encargado. Aries, le observaba con bastante curiosidad.


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeLun Jun 16, 2008 1:04 am

“Eso es todo, disculpa la demora, Mü”. El lemurario asintió, sin aguantarse quiso saciar su curiosidad: No sabía que conocieras el idioma natal de este país. ¿Qué les has dicho? Una risa traviesa se cruzó en su cara, sosteniendo su manto en su cabeza que amenazaba con resbalar a causa del viento ¡Mü de Aries! Hay demasiadas cosas de mí que desconoces. Pero como no es un secreto que deba guardar, conozco todos los idiomas que se hablan en esta época, le he pedido que les dé comida a todos los indigentes de esta zona, sé que no es mucho, pero con una pequeña bola de nieve se puede lograr una gran avalancha, ¿No crees? Ahora sé en que invertir, mis ganancias, en la Fundación Solo, en la Corporación Diermissen, destinaré algo de sus obras sociales a esta zonas, y las demás que vaya localizando.

Entonces realmente piensas tomar tu puesto como Presidente de las Sociedades Diermissen, Andrómeda asintió, si es algo que no puedo eludir, es mi responsabilidad como actual cabeza de la Familia, Pandora no debe tener ese compromiso por siempre, además crearé una Corporación más fuerte que la Kido, se lo debo a mis padres, y mis hermanos, a mi hijo.

Vaya, pero si tomas tu puesto como presidente, Atenea sabrá de tu paradero de inmediato. La conversación sobre el tema se fue extendiendo, hasta que sin darse cuenta habían salido de las barriadas más pobres, hasta topar con los grandes centro comerciales.

No te miento Mü, creo que solo esperaré a que mi niño nazca y yo éste recuperado, para ir a Alemania, a encargarme de los negocios de mi Familia, además deberé hacer las gestiones para que mi hijo tenga las dos nacionalidades, la hindú y la alemana. No tenía idea de que tuvieras todo planificado, cada paso que darás.

Andrómeda suspiró, así es Mü, suelo ser muy estricto en todo lo que hago, aunque sea muy joven, he madurado a golpes, además deberé gobernar el Inframundo, al pronunciar lo hizo en un hilo de voz apenas audible, recostando su cabeza en el hombro del mayor.

Aries notó de inmediato su cambio de humor, sin ahondar más en el tema, caminó a su lado, hasta que en una alegre interrupción de ese molesto silencio: Mira allá, es el lugar dónde nos dirigimos, agarrándole su mano apresuró sus pasos, hasta detenerse frente a una lujosa tienda especializada en trajes de boda. La mirada extrañada de Andrómeda se posó en el mayor. Saga, ayer me hizo el favor de sacarnos una cita, aún más atónito, trató de comprender lo que Aries quería hacer en el lugar. Aries le guío al interior, en la recepción, la encargada alzó la vista al sentirlos entrar, con una amplia sonrisa, se dispuso atenderlos- Señorita venimos a la cita de Shun Brahman. Poniéndose en pie les guío a un cuarto.

Los ojos de Andrómeda preguntaban en silencio, algo nervioso, sin embargo Mü solo le guiaba sin responderle. Cuando llegaron al lugar se sonrió: Esto es un Hammam, aquí te purificaran física y espiritualmente, haremos completamente el ritual hindú, además te tatuarán las manos y los pies con henna, ponte cómodo amigo porque aquí duraremos como tres horas, es el regalo de bodas de Saga y mío. La joven les dio un muestrario, mientras le preparaban las termas a Shun, para que escogieran el diseño que más les gustaba, la ilusión iluminó el rostro del más joven: mi pequeño, has estado bajo mucha tensión todos queremos que te deleites de una boda como se debe, nos llevará tres días de celebraciones, pero es lo justo, ahora en este lugar, lavaran todas las amarguras de tu alma. Así que relájate y disfruta.

Los zafiros del caballero dorado de la sexta casa llevaban vigilando a dos individuos que no se movilizaban desde la cera del frente, esperaban sin quitar ojo de encima de la entrada principal del negocio donde ambos estaban, les habían seguido desde su salida de la Corporación Solo, a unos pasos de distancia, si ellos avanzaba lo hacían también esos sujetos, si se detenían también. Al parecer eran solo esos dos, Saga tocó levemente el hombro de Brahman y éste en un rápido movimiento tomó del cuello a los dos, desapareciéndoles, de las calles.

“Tenma Kofuku” sus manos brillaron levemente, y los cuerpos de esos individuos se desvanecieron en terribles gritos, se merecen cualquiera de los seis reinos, espero que hayan encontrado el que más les guste. Saga se posó al lado de él. Ni siquiera me dejaste interrogarlos Shaka. Le regaño bastante molesto. ¿Tu crees que nos darían información así de fácil, Saga? No pienso darles ni una sola oportunidad de aproximársele mas, dejar ni uno solo de éstos malditos vivos. Saga bufó irritado: No eras tú el que no deseaba matar de inmediato. Abriendo sus párpados, suspiró: Por Atenea no lo haría, por mi tesoro más grande que es mi familia, sabes que haría cualquier cosa.

Andrómeda admiraba la calidad del arte que una joven realizaba en sus manos, las misma fueron cubriéndose del diseño escogido, su piel fue aromatizada de sándalo y mirra, sus cabellos, bellamente peinados, y su frente engalanada con el presente de su esposo. Mü admiraba la belleza del joven frente a sus ojos, que a pesar de su avanzado estado de embarazo, embriagaba a todo el que le mirará. Pero Mü se supone que Shaka no vea esto hasta la noche, indagó en su amigo. Si pero ellas te pondrán algunas protecciones hasta que sequen completamente, Afrodita y yo te arreglaremos en el templo, así que de eso no te preocupes. Hablando de Piscis, aguárdame un momento aquí. Salió de la habitación sin decir nada más. ¿Afrodita? Su voz fue apenas un susurro.

Cuando hubo finalizado con sus manos, tomó una de sus piernas y comenzó a tatuar su pie, al sentir en sus manos la tersura de su piel la joven sostuvo un suspiro. Admiró algo distante la figura que resaltaba en su blanca tez y pensó en sus hermanos que no estarían para acompañarlo. ¿Iki, se habrá casado? Ahora espera un bebé, como yo. ¿Aioros; como sería el caballero dorado de Sagitario? ¡Ay, Iki! ¿Cuánto deseo que hoy estuvieras conmigo aquí? Ya debes saber de mi embarazo, decirte que Shaka ya es mi esposo, son tantas cosas las que tenemos que hablar hermano, fue interrumpido de sus cavilaciones, cuando una pequeña patada, movilizó un costado de su vientre. Su niño estaba despierto, jugaba dentro de él.

El tiempo pasó rápidamente la joven le cubrió como con un tipo de adhesivo de seda sus tatuajes para protegerlos de cualquier accidente, sonriéndole le dejó solo en la habitación para que se cambiase. Se sentía realmente bien, como si estuviera saliendo de un largo letargo, quitándose la toalla, empezó a colocarse su ropa al ponerse su pantalón de lino, admiró su propio vientre, realmente sobresalía bastante, sería un bebé grande de eso estaba seguro, mi consuelo en el dolor eres tu mi niño. Se colocó las ropas que traía anteriormente, y salió de ese lugar para buscar a Aries, y le encontró en el empaque, esperando algo. Shun tienes que comprar algo de ropa, para estos meses, ven y te ayudo, tiene que ser holgado, para cuando tu vientre crezca, ahora lo hará más seguido solo faltan cuatro meses y medio, es poco tiempo. Rebuscaron en toda la tienda, las telas eran finísimas de distintos diseños, los pantalones de lino con bordados, las camisas holgadas era los que más le favorecían, en especial en colores oscuros. Los que eran que se entrelazaban en el cuerpo también de ellos adquirieron una buena provisión para su guardarropa. Cuando salieron de la tienda no sabían si ellos cargaban los paquetes, o éstos a ellos.

No tuvieron que caminar mucho, cercano allí en un elegante restaurante les esperaban Saga y Shaka. Ambos se pusieron en pie en el momento que sintieron sus presencias, sin tardanza les quitaron todos los paquetes, los colocaron en el suelo a la par de la mesa en un lugar que no estorbaran el paso, galantemente les corrieron la silla en que se iban a sentar, para luego acomodarse ellos, el almuerzo transcurrió tranquilo en una amena charla sin embargo tres caballeros dorados estuvieron atentos a todos los movimientos extraños a su alrededor, pero no notaron que un jovencito al lado de ellos, ya había acabado con más de tres presencias extrañas que les vigilaban desde que abandonaron el Hammam, ahora sus esmeraldas, estudiaban sigilosamente todos los movimientos alrededor suyo. Leía la mente de todos los que les rodeaban al más mínimo pensamiento de que le pareciera sospechoso, les enviaba ante sus dos jueces en el Inframundo. Al terminar de merendar, Aries y Saga se separaron de ellos, pues tenían un sinfín de encargos de sus amigos, que no pudieron abandonar el templo.

Brahman caminaba orgulloso abrazando a su niño, disfrutaban de estar juntos, ingresaron a un centro comercial hacían parada en cada tienda de ropa y artículos de bebé. Compraron principalmente el ajuar para recién nacido, sin duda alguna, todo de varón, aunque no hayan visto cual era su sexo, Shaka, lo supo precisar por la ubicación de su bebé en el vientre de Andrómeda, era parte de sus conocimientos adquiridos en la búsqueda de la iluminación. La dependiente les dio un catálogo con los diseños para amueblar un cuarto, ese lo llevarían consigo y luego encargarían todo, con más paciencia.

Al regresar al templo ambos fueron separados por sus compañeros, Francesco, Saga, Kanon, se raptaron a Shaka, ellos lo arreglarían además no deseaban que viera como ellos habían arreglado el templo para ocasión. Saga traía consigo el traje que él usaría, en instantes se vio ataviado con un hermoso traje azul rey con bordados de plata, su cabello Saga lo recogió en un turbante de color celeste, dejando caer algunos de sus cabellos dorados, realzando su belleza, ellos mismos también se acicalaron, hasta quedar a su completo gusto. “Listos para cazar y arrebatar corazones”

Por otro lado, Camus, Afrodita, Mü se llevaron consigo a Andrómeda, Radamantis, acompañó como siempre a su señor, tenía que preguntarle tantas cosas así como en la tarde había dejado salir su poder en varias ocasiones él siendo su juez, sabía cuando una vida era cegada por el poder del Señor del Inframundo, los caballeros atenienses no eran perceptibles de eso, porque era un poder que actuaba entrelazado con la misma naturaleza, así como los nacimientos y la muerte se daban en la misma frecuencia. Sus ojos dorados no dejaban de inquirir en las esmeraldas de su rey, pero no se atrevía cuestionarlo, admiraba como era elegantemente ataviado, en este momento. Afrodita entregaba su regalo, y era su traje de nupcias, de un color blanco perlado, con aplicaciones doradas, en su cuello colocaban hermosas joyas con brillantes, Camus retiraba cuidadosamente los vendajes que cubrían los tatuajes, el guerrero de los hielos, sostuvo la respiración aquellas obras de arte en su piel resaltaban a la vista hermosamente, en sus delicados pies, Shun les sonrió alegremente, sin dejar de notar la preocupación en su primer juez. Radamantis, no te preocupes le habló directamente a su mente, simplemente eliminé a unos espías de Saori Kido, ahora puedo usar mi poder sin tapujos. Los ojos dorados buscaron a los de su señor y éste asintió cerrando abriendo sus párpados en un coqueto movimiento.

Cuando terminaron de vestirlo, contemplaron su obra y todos sonrieron satisfechos, para luego engalanarse, ellos también. “Creo que hoy nadie dormirá en este templo ni en las subsiguientes noches” proclamó Afrodita orgulloso de su presencia reflejada en ese espejo de pared. Pero inmediatamente se tapó la boca recordando que Camus se encontraba sin su pareja, bajó sus ojos contrariado.

El mago del hielo, le acaricio sus mechones cortos: No te preocupes amigo. No es tan necesario que me estén embistiendo toda una noche, entre mis piernas, esta es la noche de Andrómeda y Virgo, ellos son los que deben complacerse. Todos estuvieron de acuerdo con Acuario, aunque Shun bajó su rostro bastante sonrojado, al enterarse de lo que pensaban los demás de ellos. Afrodita le levantó el rostro, sonriendo le expresó amorosamente: Vamos niño no me vas a decir que esa linda barriguita, es porque los dos soplaban y aplaudían al mismo tiempo. Andrómeda le sacó su lengua, haciendo un mohín de enojo.

Yo creo que los dos son bastantes, fogosos. Si no te hubiera preñado tan rápido, convino a expresar Aries. Además deben de cuidarse de un niño a la vez, ten en cuenta que Shaka es fértil Shun, previno Camus. Andrómeda asintió sus palabras algo atoradas en su garganta por la emoción afirmó: Yo seré quién tengas a nuestros hijos es algo que ya acordamos, pero tampoco le negaré que si Brahman quiere experimentar la sensación de tener un niño dentro suyo, yo le consentiré su deseo, pero ambos estamos concientes que en nuestra condición actual, no es el momento, que apenas con éste bebé será suficiente, hasta que la luz brille de nuevo para nosotros.

Camus tomó su rostro acariciándolo: es por ello que Hyoga te ama y Shaka te adora, no sabes cuanto me alegra, que te encuentres bien, hijo, pero no te comprometas a esforzarte más de la cuenta, debes cuidarte, sé que Shaka es muy cuidadoso, no obstante así la más mínima molestia tendrás que detenerte, le aconsejaba Acuario.

Así es, Shun aunque no haya ninguna prohibición al respecto por el momento, todo lo que hagan con calma, recomendó Aries. Andrómeda guardaba todas las recomendaciones con gran respeto, haciendo una reverencia agradeció a los caballeros dorados sus consejos.


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeLun Jun 16, 2008 1:05 am

Los demás ya habían ingresado al salón del templo y esperaban deseosos a sus parejas. Shaka fue la primera vez que vio su casto y riguroso templo de esta manera adornado, sus zafiros examinaban cada detalle, el lugar estaba lujosamente decorado, Acuario había hecho esculturas de hielo, con motivos nupciales, todas la antorchas del templo reflejadas en la pulida superficie de las mismas les daban matices cobrizos, una gran mesa, con elegantes manteles que estaba servida con exquisitos manjares a la vista, y de seguro al paladar, porque fueron elaborados por Afrodita, con la ayuda de los sirvientes según le habían comentado Kanon y Francesco, era parte de su regalo para ellos, Camus le había encargado a Mü y Saga, algunas botellas de Champagne. Death, le narró todas sus peripecias al tratar de colocar las flores que engalanaban las columnas, ellas fueron creadas por el mismo Afrodita para la ocasión, aromáticas rosas blancas, pero sin ser las rosas sangrientas, aclaró cuando Virgo, empezó a enarcar una de sus cejas, preocupado de que fueran venenosas. Aunque Afrodita lamentó no tener a la mano, las que más le gustaban a Andrómeda que era las de príncipe negro.

Géminis se había encargado de adquirir un mini componente, que era el que amenizaba el salón con su música. No tuvieron que esperar mucho, los demás empezaban a hacer su aparición escoltando en medio de ellos a Andrómeda, Camus y Afrodita que iniciaban el cortejo cedieron paso, asiendo las manos de Shun, le guiaron a caminar al frente, en un sincronizado y gracioso movimiento, que dejó boquiabiertos a los chicos restantes. Shaka fue el primero que reaccionó, contuvo su respiración por segundos, como cuando le vio por primera vez en la Isla de Andrómeda, seducido ante su figura saliendo del agua de ese pequeño oasis, bañada por el reflejo de la hechizadora luna, en su cuerpo desnudo. En un elegante paso, se encaminó a ellos extendiendo su mano, se la ofreció a su esposo, quién en una hermosa sonrisa, haciendo gala de toda su gracia, la coloca suavemente sobre la suya.

Andrómeda admiraba la presencia de su amado Brahman entre sus rizadas pestañas, su cabello recogido en un turbante, sus zafiros resaltaban iluminados por el color su traje azul rey, se sonreía al verse reflejado en esas piedras preciosas, que muy pocos tenían el placer de ver directamente, porque al no tener su permiso significaba la muerte segura. Por su parte su esposo guardaba en su retina su angelical apariencia, sus retinas viajaban por todos sus contornos, envuelto en ese sari blanco perla los reflejos de sus bordados dorados, centelleaban como estrellas, saliendo la tela, dibujaban su figura con gran belleza, sus brazos al descubierto los brazaletes que le adornaban en esa delicada extensión, bajó la vista hasta posarse en sus manos, los tatuajes artísticamente elaborados, reflejaban la constelación de virgo, sus compañeros no habían descuidado ningún detalle, pensó, hasta depositar de nuevo sus pupilas en la faz de su amado Andrómeda. Y de allí no pudo apartar más su vista.

“Más hermoso que la nereidas de Poseidón” exclamó hipnotizado por su perfección. “Que no te escuche, mi tío” Si no estaré en problemas, le bromeo con su voz candorosa. “Ya le he escuchado” la expresión del emperador Poseidón surgió detrás de ellos, al momento de ingresar a su templo. Sonriendo cálidamente abrazó a su sobrino a su pecho: “Y no lo estarás, porque es la verdad, eres el vivo retrato de tu madre y Helena era más hermosa que cualquier ninfa, nereida o sirena que respire en este mundo”. Andrómeda suspiró envuelto en el amoroso abrazo de su tío materno ¡Tú también! Poseidón asintió: “Al menos alguno de tus familiares debía estar presente hoy a tu lado, para entregarte formalmente.”

Dirigiéndose a Shaka, Julián asió la mano de Shun entre la de Brahman y con las dos unidas por el señor de los siete mares. Virgo te concedo nuestro mayor tesoro, nuestro adorado Ángel, para que le cuides y les ames, es la voluntad de Andrómeda Shun Diermissen Solo, Señor del Inframundo, terminó solemnemente, la mano del caballero al escuchar el último apelativo, tembló ligeramente, “señor del Inframundo” se dijo, sus cavilaciones fueron interrumpidas, por una alegre composición musical, el ritmo del Vals llenó el salón, todos esperaban a que ellos iniciarán el baile, como era la tradición. Como saliendo de un trance, atrae a su cuerpo él de su esposo, asiéndolo de su cintura y mano, empieza a deslizarse en un exquisito paso de baile con él.

El melodioso vals resonaba en sus oídos, pero sus ojos no se podían apartar uno del otro, en ese momento el tiempo se detuvo para ellos, no importaba dónde se encontraban, ni quienes les acompañaban, eran solo sus dos almas unidas, lo que le atraía. Sin darse cuenta las otras parejas les acompañaban.

Camus admiraba el baile suspirando apoyado en unas de las columnas, su presencia no pasó desapercibida para el emperador de los siete mares, quién no perdió tiempo, tomándole de la mano suavemente le saca de su ensimismamiento: Me concede esta pieza caballero, le pidió en una distinguida reverencia, ante la belleza del dios, el mago de los hielos se sonrojó asintiendo con timidez, y de un momento a otro se sintió transportado al mismo Eliseo en los brazos de una divinidad.

La festividad fue hermosamente familiar, entre amenas conversaciones, risas, anécdotas de sus entrenamientos, así como una vez Saga envío a Kanon, por error a otra dimensión así fue como ellos descubrieron que tenían ese poder, y como después su gemelo lo persiguió por todo el campo ateniense cuando logró regresar, cosas como éstas. Andrómeda les escuchaba en silencio, se gozaba con sus historias, pero él no participaba en la conversación algo que de inmediato notó su esposo, besando su frente, llamó su atención: “Deseas retirarte, ha sido muchas emociones por un día” Andrómeda asintió: “Estoy algo cansado” susurró: y no quisiera perderme la mejor parte de todo esto, por quedarme dormido, le expresó besando su mejilla. ¡Ay, mi amor, eres incorregible! Virgo comprendió claramente su sugerencia.

Poniéndose en pie junto con él agradece a todos, las molestias y finuras que tuvieron para con ellos: Creo que será mejor que nos retiremos, Shun, necesita descansar, no saben como les agradecemos, toda esta celebración. Andrómeda hace una fina reverencia, a la que todos contestan de igual manera. Sin más palabras que decir, le toma en brazos, y se retiran del salón principal hacia los dormitorios del templo. Entre sonrisas cómplices Aries y Afrodita cruzan sus miradas. Entendiendo el mensaje, cuando sus maridos, querían retirarse ellos se lo impidieron: Vamos, chicos, la noche es joven, asiéndose de sus brazos, les llevaron a empujones a bailar. No vayan a hacer aguafiestas, les regañaron, ellos quieren estar solos en esa ala. Acaso les hubiera gustado ser interrumpidos en su noche de bodas. ¿O quizá no se han dado cuenta, que podemos oír perfectamente lo que hacen los demás en la noche? Francesco hay muchas noches que no concilió bien el sueño, o viceversa Saga no dejas dormir a Afrodita, se puede decir que matamos de tormento al pobre Camus. Aunque quién sabe, pueda ser que esta noche termine, su abstinencia. Comentaron los cuatro al estudiar lo bien que se llevaban Poseidón y él.

Shun observaba a Shaka sacar sus vitaminas, un vaso de agua para que las ingiriera, desde su posición en el borde de su lecho, colocándolas en su mano, no tardó en tragárselas. Con su esposo arrodillado frente a él, empieza a soltarle el turbante, liberando sus sedosos cabellos, que cayeron graciosamente en sus hombros. Así como Shaka quitaba su velo de su cabeza, tomando entre sus manos, la trenza de sus cabellos, la besó. Se incorporó asiéndolo de su cintura, le llevó consigo, con delicadeza empezó a soltar su sari, el cual cayó a sus pies, descubriendo su cuerpo a la vista de sus zafiros. Pronto quedó con su cuerpo tan solo cubierto por las joyas que le adornaban. Fue soltando su cabello hasta dejarlo ondear en su espalda.

Admiró su cuerpo, levantó sus manos en las suyas, observó con detenimiento, el tatuaje, sobre su pálida piel, parecía haber sido bordado cada trazo, sobresaltaba mágicamente. Las volvió para prestar atención al dibujo en su palma era un Fénix envuelto en cadenas, las constelaciones de tu hermano y la tuya. Quise representar mi vida en éstos tatuajes. ¿En verdad? Inquirió besando sus palmas desplazando un delicioso hormigueo por todo su brazo. Acercándolas a su cuerpo le indicó que era su turno, los ropajes de Shaka, fueron abandonando su cuerpo, entre los ávidos dedos de Andrómeda. Al terminar de desnudarlo, rozó sus labios con deseo, acercó su boca uniéndola en una frenética danza de sus lenguas.

Las manos de Shaka le mantenían aprisionado, trayéndole a él, le sostenía firmemente en el momento que le alzó apoyándole en sus caderas, sin dejar de saborear las mieles de sus labios le fue recostando en su lecho. Le dejó acomodado cerca del borde, quedando él fuera arrodillado frente a él asió uno de sus tobillos, deleitándose en su diseño. Con sus labios delineó todos sus contornos, hasta ir escalando en su cuerpo, su orgullosa hombría despertaba frente a su ojos, con sus dedos la acarició en un delicado masaje, en éste momento se tomaría su tiempo, le sentía suspirar a su tacto, completamente abandonado a sus deseos.

Saboreó el palpitante falo, mientras sostenía sus piernas sobre sus hombros. El movimiento de sus labios logró que sus sentidos se llenaran del fruto de su ansia, magnetizado por el aroma de su cuerpo, por el dulce canto de su nombre pronunciado entrecortado entre suspiros y gemidos, por el febril timbre de su voz. Alzando una de sus piernas se ubicó en su entrada, deslizándose suavemente en ella, unió sus cuerpos y almas, en el momento que asaltaba su cuello en delicados besos. Las manos de Andrómeda acariciaron sus brazos rígidos sosteniendo el peso de su cuerpo para no cargarlo en él. Sus dedos rozaron su piel causándole escalofríos. Virgo esperaba encajado en él, su señal para continuar, las esmeraldas y zafiros les reflejan como espejos cada uno de sus rostros, al fin las pequeñas manos se detuvieron sosteniéndose en su cuello, sus finas piernas le rodearon sus caderas invitándolo a continuar, escondió su rostro en su pecho besándolo toda la extensión de su cuello y hombros, sus manos delineaban los músculos que se tensaban bajo sus palmas. Sus cosmos nuevamente se mezclaban, en un rítmico juego, las palabras vibran a sus oídos. Sus vigores se encontraban, sus latidos se fundían en uno solo como él de su bebé en su vientre. El compás de su sonata de amor subía al ritmo de sus demandas, hasta que la nota final llegó en una deseada cumbre, dónde sus cosmos y sentidos estallaron, disfrutando de la presencia del otro. Ahora con sus respiraciones agitadas, Shaka le acomodó en su pecho, cubriendo sus cuerpos desnudos con las sábanas, se disponía a descansar, de un día simplemente maravilloso.


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeLun Jun 16, 2008 1:08 am

  1. Capítulo 16: El Consejo de los dioses



    Respiraba suavemente para no incomodarlo, se veía bastante agotado, su larga cabellera esmeralda esparcida sobre su pecho, su suave rostro aún sonrojado contrastaba, con los matices dorados de las leves llamas de las lámparas de aceite de su cuarto, Shun no tardó mucho en dormirse refugiado en su pecho, lo hacía profundamente, su mano descansaba cercana al corazón de Shaka, quien no se había dormido todavía, su bebé en este momento también se alimentaba de su energía, de su vientre emanaba fogosamente su fuerza, el pequeñito estaba despierto de vez en cuando pateaba las entrañas de su papi y el lo podía sentir, porque su abdomen reposaba contra su costado, su brazo le daba refugio, con su otra mano acarició la suave extensión que descansaba sobre su pecho, pasó sus dedos sobre la suave piel, suspiró suavemente ahora entendía lo que Mü, le explicaba de la urgencia de apresurar el proceso de su curación.

    Brahman era conocedor de los poderes de los chakras, sus insondables ojos empezaron a revisar cada uno de ellos, buscando anomalías, si era necesario él las anularía, al revisarlos uno a uno, divisó los enlaces que se formaron con los de su hijo, se sentía claramente la estrecha unión entre su amado niño y su bebé. Con sus misteriosos zafiros estudio cada uno de ellos minuciosamente, como lo había sospechado la energía vital de su esposo, fluía al fruto de su amor. Lo que le causaba esa somnolencia cada vez más latente. Admiró de nuevo el dibujo de tatuaje, asió su mano con delicadeza con la suya, levantándola de su cuello dónde reposaba, acercándola a sus labios la besó delicadamente toda la extensión hasta los finos dedos, volviéndose lentamente queda frente a él y admiró su cuerpo, su vientre había crecido mucho en menos de un mes. A Shun le encantaba dormir bocaarriba, pero ahora no podía, por lo que buscaba acomodarse de medio lado, si lo hacía sobre su espalda, se despertaba con un fuerte dolor en su cintura cruzó su mano posesivamente en su talle.

    Su mente divagó en los hechos futuros tembló pensando en el momento que las contracciones se presentarán, a pesar de que su cadera empezaba a ensancharse, Shun era muy estrecho, y su hijo se notaba que iba ser grande, se estremeció la apertura total de la misma sería un proceso muy doloroso, con ese pensamiento en su cerebro, besó su frente, y con la mano que aún sostenía entre la suya, la llevó a sus labios lamiendo los delgados dedos. Un gran suspiro por parte de Andrómeda le alertó que estaba despierto, la pequeña mano se movilizó capturando su rostro y los carnosos labios de su esposo siguieron su trayecto posesionando sobre los suyos en un amoroso beso, sus zafiros no se perdieron detalle de ese hechizador príncipe que estaba en sus brazos, hasta que los velos que ocultaban esas dos gemas, revelaron sus más preciados tesoros ocultos. Shaka apretó su abrazo sobre él, rodeándole su espalda desnuda, atrayéndolo encima de él, ahora Andrómeda le cubría profundizando su ósculo, hasta que ambos sienten una patada de su niño, recordándoles su presencia, se separaron en pequeños roces, poco a poco, sin dejarse de reflejar en sus retinas y sonriendo.

    Lamento haberte despertado, la voz cariñosa de Shaka, rompió el silencio y Shun negó suavemente con su cabeza “estaba despierto, pero pensé que dormías, es que cuando nuestro hijo juega dentro de mí, no permite que me duerma”, le explicó acariciando su rostro. A ver, e invirtió cuidadosamente sus posiciones, sentándose sobre sus piernas colocó su mano en el abultado vientre, el cual se movía graciosamente en ondas, Andrómeda acomodó la suya en un costado del mismo, en el lugar exacto dónde su bebé golpeaba con más fuerza mostrando su presencia. Brahman depositó un beso en la cima de abdomen
    ¡Mi pequeño bebé! Es hora de dormir, le habló con dulzura. Sé que no ves, en que parte del día estamos, pero en este momento es de noche y yo y tu papi necesitamos descansar, al igual que tu. ¡Brahman! Susurró Andrómeda, con su rostro iluminado por el amor. Mira, le confesó Shun cerrando sus ojos empezó a emitir su cosmos rodeándose de él, le fue convirtiendo como en una dulce canción de cuna. “Le encanta sentir mi energía más que mi voz, se pone muy contento y se calma, me reclama cuando no siente mi poder y cuando escucha tu voz, se moviliza para llamar tu atención, saca a relucir su presencia para hablarte, justo como ahora, Shaka.

    Brahman asintió elevando un poco su cosmos platicó con su hijo, imitando a Andrómeda y el bebé se armonizó con la fuerza de los dos contestando al llamado de sus papás, demostrando más su presencia. A lo lejos la música se detuvo, por lo que los festejos de su juramento de amor, sabían que las parejas irían a celebrar en privado, unión de dos corazones, los cuales en este momento jugaban con su bebé. Andrómeda suspiró entrelazando sus dedos con los de Shaka, sonriendo al ver el contraste que hacía su tatuaje de henna en sus pieles de mármol, con cariño jaló a Virgo hasta que quedó recostado en su pecho.
    Refugiado cerca de su corazón con sus yemas acarició la pequeña cicatriz en el lugar exacto de su corazón, para después besarla suavemente, cerró sus ojos disfrutando de los mimos que Shun le brindaba enredando su dedos en su cabello de hilos de oro, cada día nuestro bebé crece más, expresó mientras sus dedos seguían el trayecto a su vientre, Andrómeda asintió en el mismo instante que besaba su hombro, apartando las cascadas de oro y le susurró al oído: “No te arrepientes, apenas está creciendo, espera en algunas semanas, estaré tan enorme que no podré moverme bien”, le expresó sonriendo, posando su mano en el vientre suspiró: “me convertiré en un gran globo con pies” una sonrisa hermosa iluminó su rostro, dictaminó en son de broma. Brahman se movilizó seductoramente para capturar sus labios en un cálido beso, no pudiendo retener su risa, se separo apenas un poco, le susurró: “Pero serás mi globito amado”

    ¡Oh Shaka! El mayor asió uno de sus dedos con sus labios degustándolo, mientras perdía sus zafiros en unas esmeraldas que luchaban por mantenerse despiertas: “Duerme amor, estás agotado” Se incorporó de su relajada posición, para acomodarse en el lecho atrayendo a su esposo refugiado entre sus brazos, besó su frente cercana a su tilak, aspirando el olor que de él brotaba a mirra y sándalo, con su mano descansando sobre su pecho, la aire cálido de su respiración que rozaba su tez, en un acompasado ritmo, le vigiló su viaje al mundo de los sueños, apretando su abrazo sobre él, acompañándolo al poco tiempo después, siguió a su familia a ese fantástico universo de las esperanzas.

    En la casa de Leo, Iki e Hyoga, almorzaban, el Cisne había insistido que Fénix debía alimentarse bien, después de llorar sus penas en los hombros del mayor, lo jaló consigo tomado de su mano lo encaminó hacia la cocina del templo y entre los dos prepararon los alimentos: ¡Vaya, así que pronto veremos, a Shun! Exclamó emocionado el caballero de los hielos eternos después de oír que partirían a Alemania juntos, suspiró después de terminar de acomodar la ensalada en lugar indicado, Ya debe estar hermoso con su vientre, aunque tenía como cuatro meses cuando se fue, y no se le notaba mucho, pero ahora debe verse perfectamente, determinó con un rostro de ilusión.

    Iki, le observaba en silencio, y asintió, Hyoga no pudo dejar de notar que se le veía triste, algo que le perturbó. ¿Iki? Inquirió al notar su silencio. Tras sentarse con su plato de enfrente resopló y como un abatimiento en su espíritu, confesó su molestia: “Mi hermano, no me tuvo confianza y a ti sí. Me hubiese encantado compartir ese secreto con él, declamó jugando con su comida. Hyoga dejó de un lado sus cubiertos, al colocarlos al costado de su plato, guío su mano a detener la del Fénix y con convicción se dirigió a él: Tú hermano no quería lastimarte, tú amabas a Shaka y el saber que esperaba un hijo suyo, pensó que te haría mucho daño, por eso calló, pero para hacer honor a la verdad, querido hermano, ni siquiera a mi me dijo el nombre del padre de la criatura, yo me enteré por deducción como tu lo percataste en aquella noche.

    Iki asintió con una sonrisa triste, refutó a Hyoga: Yo lo sabía, que eran pareja, por boca de mi mismo cuñado, bueno también te lo comenté en esa ocasión. Sí, confirmó Hyoga distraídamente, perdiendo su vista en su comida, y suspiró algo cansado de que siempre pensarán que hubo algo entre él y Andrómeda, cuando Shun siempre le había dejado bien claro, que su amor era una hermosa hermandad: Yo nunca supe de sus labios el nombre de mi rival, Shun guardó celosamente el nombre de Shaka. Iki enarcó una de sus cejas no comprendiendo como Hyoga podía ser tan ingenuo en algunas ocasiones y se sonrió al contestarle: Pero, niño de hielo, no sospechabas nada, los celos de Shaka, se hacía notar en cada minuto que alguien pasaba cerca de él, ellos no se separaban, tan solo el rato que Shun me buscaba en la explanada de Leo. Cerró sus ojos recordando la cara de su cuñado: Virgo parecía un León marcando su territorio, sabía que tras mi hermano, había más de un dorado, caballeros de bronce, y de plata, así como algunos marinas, dioses guerreros, enumeró con sus dedos, tal vez alguno que otro espectro. Vaya si a todos los tenía en la mira también para que no se le acercarán, se sonrió para sus adentros al recordar como les había amenazado a cada pretendiente de su hermano, y con el único, que había perdido completamente la batalla fue con Virgo.


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeLun Jun 16, 2008 1:13 am

Pero Shun, es firme en sus sentimientos, aseguró ofendido el cisne, en su reclamó firme alzó su voz alterado al recordar el día en que él se le había declarado a Andrómeda, yo le confesé que le amaba en la casa de Libra y fui completamente rechazado, expresó con angustia, y todos me reclaman que nuestro amor fue de leyenda. ¡Sí claro! El solo me quería como a ti, como su hermano mayor, ante mi angustia y dolor, tuve que verlo portar en su vientre el hijo de otro. El hablar de Shun removió su amargura ante las palabras de Shura, sin saber que el eludido estaba detrás de ellos, al lado de Aioros escuchando ante una mirada de Iki, ambos se quedaron callados. A mí me rechazó, por él, por Shaka. Iki, como te dije aquella vez como me iba a comparar con el tesoro del cielo.

Aunque creyese que sus dos amores más grandes estaban muertos, Tú su hermano mayor, y Virgo su gran amor, su voz siseaba: Iki no tienes idea hasta dónde llega la determinación de nuestro Shun y la gran furia que sintió cuando sus dos tesoros se enfrentaron entre sí a muerte. De esto ninguno de los dos lo ha mencionado nada, pero yo he visto la ira del Ángel de la Destrucción, en plena conciencia, pero creo que mi promesa llegó a su culminó, ¡Shun, nunca creí que un Ángel fuera tan temible como hermoso! Su mente se remontó a los hechos que le narraron así como a los vividos haciendo una recopilación de los mismos a Fénix, relató todo lo que vio al caballero de la inmortalidad

Seiya, Shiryu, yo me haré cargo de Hyoga, lo cuidaré hasta que se reponga y luego los seguiremos, debemos apresurarnos no hay tiempo para rescatar a Atenea, deben llegar al Patriarca y traerlo de inmediato, les exigió Shun.

Mientras ellos se alejaban, Andrómeda se quitó el casco de su armadura dejando caer libremente su sedosa cabellera, se dirigió dónde estaba Hyoga reposando en el piso de la casa de Libra, de seguido se quitó los guantes de su armadura, y con ello liberándose de las cadenas nebulares cuadradas y circulares, ataque y defensa, con su mano desnuda toco la mejilla del Caballero Cisne, esta se notaba endurecida como carne congelada, su piel tenía un aspecto azulado producido por el detenimiento del torrente sanguíneo trató de sentir el latido de su corazón posando sus dedos en la yugular de su compañero de armas, como creyó su corazón no latía, pero su cosmos aún se sentía levemente, en ocasiones sabía que la hipotermia era reversible. Por lo que se recostó a su lado en una forma de lograr de descongelar a Hyoga elevando su fuerza vital tratando de brindarle calor pero no daba resultado por lo que abandono esa posición y pensó definitivamente tendré que usar esa técnica y fue capaz de quemar la armadura de Cefeo, podrá tal vez destruir el aliento frío de Acuario, así que rompió parte de su traje de protección exactamente el de su pierna derecha formando una venda provisional , esto será suficiente para evitar que mis ojos destruyan este templo de libra, luego de esto se sentó apoyado en una de las columnas más cercana y sentó a Hyoga en su regazo mientras apoyaba su cabeza en su pecho, pasó ambos brazos alrededor del cuerpo de Cisne sosteniéndole.

Shun concentró todo su poder, deseaba crear el fuego de la destrucción pero el necesario para salvar a Hyoga, pero no tanto para realizar la técnica completa si abría sus ojos seguro destruiría al menos la casa de libra, escorpión y virgo. La concentración interna de ese poder fue creando un halo de calor que fue descongelando a su amigo, mientras Andrómeda pensaba en todo lo había pasado, ver como su hermano moría llevándose a Shaka con él, si no hubiera hecho la estúpida promesa de no usar esa técnica, hubiera enfrentado sus ojos de la Destrucción al Tembu Hourim de Shaka definitivamente, Iki no hubiera tenido que sacrificar su vida y él estaría al lado de Virgo como correspondía, si alguien debía acabar con Brahman era él y viceversa.

¡Iki!, ¡Shaka! Susurraron sus labios, mientras su cuerpo se estremecía por los sollozos, “Ahora quiero ir a su lado y daré mi vida para que nuestro amigo Hyoga viva”. Las lágrimas se deslizaron por su rostro color nácar, hasta llegar a los ojos de Hyoga que al sentir el cálido líquido y el calor de su cosmos penetrar en su corazón detenido, el flujo de su sangre empezó a correr de nuevo dolorosamente en un horrible hormigueo en su cuerpo, lo que lo hizo gemir y su organismo convulsionó en los brazos de Andrómeda en busca de aire, Shun lo único que atinó fue a sujetarlo más fuerte.

Pero de repente, un doloroso latido atacó su cabeza, y su nariz empezó a sangrar, el torrente de su sangre reaccionaba a su propio cosmos, empezaba a destruirse por dentro, Hyoga, gimió Andrómeda dificultosamente, despierta por favor, Pegaso, el Dragón, y Atenea te necesitan, con su mano sintió la mejilla del caballero de los hielos eternos al tacto se sentía caliente, y tomo su pulso en su cuello entonces supo que el Cisne dormía tranquilamente

Al tener sus ojos vendados no pudo observar que Hyoga, había despertado y le veía asustado, no entendiendo lo que pasaba: “¿Aún estarían en la casa de Géminis? ¿Y porque Shun tenía esa venda, sería que ese caballero dorado le había lastimado sus ojos?” pero a la vez se sentía muy cómodo en sus brazos, y dirigió sus manos a las mejillas de Andrómeda, limpiando las lágrimas que la recorrían. ¿Qué has hecho Andrómeda?, le susurró, al escuchar esto el caballero del sacrificio le sonrió y le fue incorporando hasta dejarlo sentado por si sólo y él se ponía en pie, guiándose por la pared, camino hacia el centro de la casa de libra.

Hyoga has despertado, me alegro amigo, si quieres descansa aquí, y cuando te sientas mejor, sigue a Shiryu y Seiya hasta el templo del caballero Escorpión. Le dijo aparentado que nada pasaba, mientras para apaciguar el dolor que punzaba su frente llevaba su mano a ella para calmarlo, apretando firmemente la zona, sacudiendo su cabeza y luego bajaba la mano, la decisión estaba tomada regresaría a Virgo y destruiría ese templo para acompañar en la muerte de su hermano y Shaka ningún caballero vestiría el ropaje de Virgo, él era el único que podía hacerlo pero no deseaba ese templo, sin Brahman.

“Hyoga escucho la palabra sigue a la casa de Escorpión”, así hizo eco en sus oídos entonces recordó su batalla con Camus y como él había enviado la embarcación de su madre hasta las profundidades del mar congelado en Siberia. El había perdido a su madre, y no podría volver a verla, odiaba a su instructor por eso. Pensaba sin determinar mucho en las palabras y acciones de Andrómeda.

Cuando escuchó duro golpe del metal del peto de la armadura de Andrómeda a caer en las lozas grisáceas del templo dónde se encontraban quedando con sólo su traje de pelea de color rosado, seguido a esto se quitó el cinturón y las botas, sin determinar más palabras y sin mirar atrás se dispuso a salir del templo camino hacia la sexta casa de Virgo. Al ver esa escena el caballero del hielo eterno sintió una dolorosa punzada de presentimiento en su corazón, y le gritó: ¿Qué haces Andrómeda, por que te quitas tu armadura sagrada?, corriendo hacia el chico y se asió del brazo de su pequeño amigo, a lo cual Shun se soltó jalando bruscamente del mismo dejando muy desconcertado al cisne Hyoga.

Andrómeda colocó sus manos en los hombros de Hyoga: Vete por favor sigue a los otros. La venda ahora era de color carmesí, la terrible imagen que sus ojos reflejaban le dejó paralizado de sus labios resbalaba un hilo de sangre. Casi se ahogaba en la hemorragia que inundaba su boca, sus poros pronto brotarían a raudales ese vital líquido, continúo diciéndole, lo prometiste amigo, que no veríamos atrás. Empujándolo levemente por los hombros mientras dificultosamente seguía su camino, ahora debo ir dónde Iki y Shaka mi maestro me esperan, tú continúa. Aquí se cumple lo que me dijeron mis compañeros de batalla, si eres débil mueres y si eres fuerte vives.

Mientras Hyoga le escuchaba con los puños fuertemente apretados y con una mirada llena de furia se levantó, lo cogió por los hombros y le dio una cachetada. Si crees que te dejaré morir aquí estas equivocado niño caprichoso, tu hermano no me perdonaría, sabes, le gritó, sería capaz de salir del mismísimo Tártaro para llevarme con él por permitir que tú mueras. Anda Shun abre tus ojos y dime que crees que eres débil porque no es verdad, nadie puede destruir el aire congelado de camus, como lo hicisteis tú.

El Cisne se dispuso a quitarle la venda que cubría los ojos de Andrómeda, pero él lo agarró por las muñecas firmemente bajando sus manos, mientras le decía con una voz calmada: si abro mis ojos de seguro morirás, estos ojos podrán ser capaz de asolar este lugar, voy a morir para que tu continúes con vida, así que lárgate, entiendes no te quedes ahí parado como un tonto caballero, le gritó hecho una furia, empujándolo hasta casi hacerlo caer.

No bromees, niño tonto, a caso crees que voy a permitir que tú también mueras, ya he perdido a muchos seres queridos y no pienso perderte, tu hermano ofrendó su vida por ti y piensas desperdiciar su valiosa vida, crees que el se sentiría feliz, yo no te lo perdonaría. Le gritó Hyoga abrazándolo por la cintura. El cuerpo de Shun se estremeció en sus brazos y en su mente giraban las palabras “perdido seres queridos” “tu hermano ofrendó su vida por ti”, “su valiosa vida”, “no te lo perdonaría”, llegó a la conclusión Hyoga amaba a su hermano, y no podía hacer nada para devolvérselo. El frágil cuerpo de Andrómeda se estremeció con fuertes sollozos y sus piernas flaquearon bajo la cabeza en los brazos del cisne cayó el torrente amargo de las lágrimas del pequeño, que entre sollozos sólo atinó a decir a Hyoga: “perdóname, tu también has sufrido por mi debilidad, aunque no tenga perdón, has perdido al igual que yo, lo que más amábamos”

¡Andrómeda! Suspiró el Cisne: Sólo que no quiero perderte a ti también, Hyoga soltó todo lo que su alma guardaba en palabras desesperadas: “Mi vida eres tu, y si te vas vendrá la oscuridad completa para mi alma, se que suena enfermizo aunque seas sólo un niño amo esa inocencia tuya, la calidez de tu cosmos, tu aroma, tus sonrisas. Ahora solo veo tu rostro cargado de agonía y lágrimas. Ahora quisiera devolverte a tu hermano, yo soy el débil que no te defendió en Géminis, sólo pudo pronunciar: el que debió morir en lugar de Iki, debí ser yo, no él, perdóname tú a mí, mi amado Shun. Andrómeda negaba repetidas veces con su cabeza, y su dolor era cada vez más intenso y las palabras de Hyoga le martirizaban más, trató de balbucear pero le fue imposible, el sabor de acre le inundó los sentidos. No había terminado de decir esto el Cisne asió con su mano la mejilla de Andrómeda haciendo presión volvió su cara hacia su rostro y cuándo lo tuvo a su altura rozó sus labios con los suyos sujetándolo fuertemente, lo volvió y ésta vez era el cisne quién sujetó las pequeñas muñecas de Andrómeda y le empujó velozmente hacia la pared, dejándole apoyado en ella y el haciendo presión con el peso de su propio cuerpo sobre él de más joven, colocó una de sus piernas entre las de Andrómeda para separarlas y así acercar más su cuerpo, su lengua saboreaba los dulces labios debajo de los suyos provocándolo para que le permitiera la entrada a esa cavidad para que tomar todo el aliento de ese ser.

No, fue el grito desesperado de Andrómeda, yo no te amo, le lanzó lejos de sí, yo amo a otra persona, no te puedo corresponder, sus piernas flaquearon bajo el peso de su cuerpo, unas llamas empezaron a rodear su cuerpo, el templo de Libra, empezaba a cimbrar desde sus cimientos, la venda de sus ojos se desmoronó envuelta en ardientes flamas, y de sus espalda parecía brotar el poder del Fénix, en dos hermosas alas llameantes, al abrir sus ojos, sendos surcos de sangre cruzaron por su faz, de mármol, Hyoga comprendió que no era capaz de soportar su propio poder, que si no hacía algo apresuradamente moriría calcinado, así que reunió todo el poder que le quedaba, y convocó la técnica que aprendió de su instructor. “Ejecución de la Aurora” La cual dio de lleno en el cuerpo de Shun, y él más joven cayó desfallecido a sus pies.

Hyoga se derrumbó a su lado con sus manos limpiaba sus propias lágrimas, nunca había visto en tal desesperación a Andrómeda, su angustia le hacía llorar raudales de sangre. Se cubrió de nuevo con su característica frialdad y tomó el cuerpo de Andrómeda entre sus brazos y se encaminó hacia Escorpión, aunque no le amará no le dejaría que se suicidará, le necesitaba vivo y si lo tenía que hacer a la fuerza lo haría, pero él seguiría respirando.

Se estremeció al recordar esos momentos, yo no entendía en ese instante le comentó a Iki, pero más adelante, Shun, me explicó que ese era su técnica más poderosa, y que la descubrió cuando ganó su armadura sagrada, en el ritual del sacrificio de Andrómeda, sus ojos son el detonante de la misma, si trataba de retenerla como lo hizo para no lastimarme, pues su poder le destruía por dentro, pero si la dejaba fluir libremente, sería la destrucción para todos sus enemigos. Que funciona al revés que la de Shaka, Virgo necesita cerrar sus ojos para concentrar su poder pero al abrirlos Tembu Huorim pierde su postura y se convierte en presa fácil, con Andrómeda es diferente, su mayor fuerza es cuando los mantiene abiertos, si los tratada de retener solo acabará con su propia vida.


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeLun Jun 16, 2008 1:15 am

Yo le logré salvar con el poder de la Aurora, quién detuvo su sangrado y el calor de su cosmos, la ejecución de la Aurora le dejó inconsciente, expresó casi en un susurro, pero tembló al sentir la mano de Shura posarse en su hombro. Entonces se volvió para encontrarse con el rostro de Capricornio, y determinó a Aioros, sirviendo la merienda para ambos, después de hacer esto los cuatro se sentaron a compartir los alimentos y a conversar un rato, a partir de la llegada de los dos mayores, Hyoga permaneció callado y ajeno a la conversación. Se dedicó a comer en silencio, ante la mirada inquisidora del Fénix, que estudiaba las actitudes de los dos y su vista se cruzaba de vez en cuando con la de Aioros.

Hasta que al fin levanta la vista el menor de todos dirigida al Fénix, se mostraba molesta, la tensión se notaba hasta que Iki con su mirada, le indicó que hablará, desde hacía rato leía su mente, y sabía la inquietud que rondaba en ella y la necesitaba develar: “Sus ojos” soltó sin mirar a ninguno, ¿A qué te refieres? Le inquirió el caballero divino del ave inmortal. “El porque tu hermano, no ha muerto, a pesar de utilizar el Ángel de la Destrucción, son sus ojos, yo tuve una conversación antes de partir para Siberia, sus palabras salía de su boca como un autómata, suspiró para retomar aliento, sé que la Coalición Dorada sabe de la muerte de Mijael Diermissen, a causa de esa técnica, pero fue su noble corazón, él que le dio muerte, la técnica es para destruir, digna del Señor de los muertos. Iki me contó… se acalló dirigiendo de nuevo su mirada al mayor buscando su permiso para continuar, ante un movimiento de sus párpados dándole su venia para proseguir: Bueno, realmente es mi teoría, pero por medio de mi propia experiencia, lo que creo que diferencia entre Shun y su padre, es en las ocasiones en que fue utilizada por primera vez.

Andrómeda siendo bebé no tenía conciencia si lastimaba o no y por eso la liberó plenamente, sin tener remordimientos y no recibió daño en su cuerpo. Y de allí la convirtió en su técnica, pero con la conciencia de los años, sentía un poder dentro de sí, demasiado peligroso, por eso evitaba dar pelea a los demás y fue el sacrificio de Andrómeda que probó bajo el Océano el despliegue de su técnica y son sus ojos el factor detonante de la misma, en Libra, él me lo mencionó, evitó mirarme, al hacerlo su poder le consumía por dentro, destrozándolo y fue en ese momento, en que le vi demarrando su sangre por la nariz, boca y lagrimales, tuve que utilizar mi mejor, solo para noquearlo.

Luego conocí de sus labios que entrenaba a escondidas de Albiore Y Shaka para manejar esa técnica a la perfección. Cefeo sospechó algo raro, por eso después del sacrificio, no le pareció que ese poder emanará por casualidad, y menos que pudiera gobernar el poder del Poseidón, con solo el espíritu del un aprendiz de caballero dorado y aspirante a caballero de bronce, por eso lo retó antes de dejarlo partir para Japón. Terminó soltando todo el aire de sus pulmones, es lo que sé del poder del Angel, sé que la Coalición Dorada, sin embargo Shaka y Shun solo nos tienen a nosotros.

A las características de nuestro enemigo, sé que utilizarán el corazón de Andrómeda, para destruirlo, determinó Shura, es lo que nos quieres decir niño, Hyoga asintió.

Vaya muy inteligente de tu parte caballero de los hielos eternos. La diosa Hécate, se abrazó al menor del grupo mostrando su presencia en él lugar a todos, jugó con las hebras de oro de Hyoga. Tengo un mensaje de mi amo, el Señor de los muertos, por medio de la diosa Persefóne: “No podemos perder más tiempo, debéis salir de este lugar de inmediato, en el promontorio de Atenas, un sirviente de la Familia Poseidón, les espera, de ahora en adelante, estarán bajo la protección del Emperador de los Siete mares. La diosa levantó su vista hacia los dos mayores: La Coalición Dorada ha sido acusada de blasfemia hacia Atenea, susurró la diosa, el exterminio de los caballeros fieles al Patriarca Shion ha comenzado. Tanto Aioros como Shura se incorporaron tomando sus posiciones de ataque y la diosa se sonrió ante su desconfianza: No se preocupen, yo sirvo a la casa de Hades y los espectros de mi señor están bajo mis órdenes. Besando los labios de Hyoga, se puso a la altura de su rostro, acariciándolo: No trates de entender los secretos del Inframundo, están fuera de tu comprensión y muchas veces criatura es mejor permanecer en la ignorancia, que morir en la sabiduría, le susurró casi rozando sus labios, el aliento de la Hechicera de los dioses acariciaba su piel, los ojos plateados le reflejaban. El cisne parpadeaba en un desperado intento de escapar de esos insondables ojos. El corazón del caballero de los hielos eternos, vibraba enloquecido en su pecho.

Ahora a los cuatro aquí presente, Atenea no les podrá tocar, al ver a los dos mayores se trataban de acercar para auxiliar al caballero divino, Hécate enredó sus finos dedos en los hilos de oro del Cisne, acercó la cabeza del más joven a sus labios. “Cuando Selene esté en el cenit, será el momento preciso para partir, tu debes conocer al General Marina del Ártico Isaac de Kraquen, les guiará a Alemania, hasta allí les protegeré y en destello plateado, desapareció de su presencia.

Iki iba a refutar pero ella ya no mostraba su presencia, se puso en pie rápidamente, mareándose, cuando perdió el equilibrio Aioros lo sostuvo: Yo no esperaré sentado, juro que… los dedos de Sagitario le acallaron suavemente, Atenea no está en el Santuario, ella casi mata a Shion y Hécate no pudo hacer nada, Palas sabe lo que está haciendo, ante el Tribunal de los dioses somos traidores los caballeros dorados, hemos cometido blasfemia, hasta que el Maestro compruebe la culpabilidad de la hija de Zeus, determinó el cazador y Shura asintió.

Por otro lado, Libra ayudaba a un lastimado Shion a subir la ladera del Star Hill, en compañía del pequeño Kiki, quién caminaba delante de ellos, bastante serio y alerta, el ascenso se hacía difícil, pero el camino que se abría al mayor de los ochenta y ocho caballeros, les ayudaba, pero se detenían de vez en cuando para retomar aliento, sin embargo era poco lo que descansaban debían aprovechar el sol, así que apresuraron su paso, no tardaron en terminar su ascenso, al llegar a la cima se encaminaron por los mármoles que destacaban el camino hacia la Gran Puerta de Oro que brindaba paso al mágico salón de los designios de los dioses. Shion se adelantó y posó su mano en la fría del portal dorado.

Dohko sintió un escalofrío que lo paralizó, al igual que a Kiki. “Este es el lugar dónde los dioses se manifiestan, les explicó. Ahora se sentían como si estuvieran siendo observados. En este momento su alma será expuesta escrutinio de los Olímpicos. Acariciándole la mejilla a Libra, le atrajo a su pecho: En este lugar no se puede hablar, no deberán dirigirse entre sí de ninguna forma. ¿Estás seguro de querer entrar? Puedes todavía alcanzar a Aioria, aquí también seremos puestos ante los ojos de Atenea, Dohko negó contra su fornido torso abrazándose más a él: mi deber es estar a tu lado Shion, no pienso esconderme como una rata, además pasé más de doscientos cincuenta años, vigilando un sello por órdenes de la gobernante de la tierra, en un estado de muerte aparente, el permanecer en silencio a tu lado no me será incomodo, le aseguró con una sonrisa en sus labios, Shion se perdió en esos ojos esmeralda, que le reafirmaban su amor, y confianza, suspiró al besar su frente, enredando sus finos dedos en sus cabellos color almendra. Sintió la energía de su bebé manifestándose, cerró sus ojos disfrutando de la sensación, Libra, a delineó sus cejas y su nariz con su dedo tembloroso.

Dohko, hay que permanecer en alerta, le susurró con dolor en su alma, describiendo como sería su estadía ante la presencia de los dioses, al mismo momento que delineaba sus labios con su índice, no aguantó más sin besarlos tomándolo de la cintura le alzó hasta dejarlo a la altura de su rostro profundizando un ardoroso beso, Kiki suspiró con algo de nostalgia, vio por última vez el cielo, permanecerían en ese lugar encerrados por tiempo indefinido.

Dohko, su nombre fue pronunciado en largo suspiró, no es justo en tu estado, sufrirás horrores, se lamentó impotente. ¡Vamos Shion! He pasado más de dos guerras santas y tu ausencia, esto no será tan difícil, porque estoy a tu lado. Y al momento que el Patriarca le deposita de nuevo en el suelo con delicadeza, después de terminar un nuevo ósculo. Libra rompió su abrazo sobre él y se encaminó adentrándose en ese fantástico lugar, tras él un alegre pelirrojo, después de sonreírle a su maestro, siguió al Caballero del séptimo templo. El patriarca retomó su figura orgullosa al ver a su pequeña familia, esperándolo en medio del altar del Maestro, haciendo una reverencia ante los dioses y como en tanto años lo habían visto meditar a él, Dohko adoptó su misma postura en silencio y reverencia, imitado por el pequeño Kiki, los cosmos de los olímpicos, los reconocieron ante sus ojos y al lado de Dohko, Iliatía, la hija de Zeus y Hera, lo acogió bajo su protección y cuidado, sonriéndole, fijó sus amables zafiros en los violetas del Patriarca y Hebe su hermana rodeo al pequeño lemurario. Asintió a las diosas y con paso orgulloso se acercó al altar y allí se puso presto a escuchar los mandatos del Padre de los dioses.

Su espíritu fue trasladado ante el tribunal del Olimpo, como representante y cabeza de la Coalición Dorada, postrado ante el Consejo de los Doce Olímpicos, Shion de Aries permaneció con su frente reclinada contra los mármoles bañados en oro e incrustados de piedras preciosas. A su lado la diosa Hécate apareció, agarrando el hombro del Lider de la Coalición, la voz de la Hechicera resonó en el recinto, declarando ante el Consejo a favor de Perséfone y Hades: “Atenea sin la presencia del mayor de los ochenta y ocho caballeros, al servicio de los dioses, condenó a muerte al heredero del Inframundo. Yo fui testigo de ello, así como ella ha querido aniquilarlo, en nombre de Hades la acuso de la muerte de Helena Diermissen Solo, Princesa del Reino Marino y madre del vástago de Hades y de que su espíritu vague en el Tártaro.

Atenea se sonrió y refutó con calma: Era mí deber como diosa protectora de la Tierra acabar con todo lo que engendre peligro y Hades sería causante del Gran Eclipse, su nacimiento sería en el día del equinoccio que anunciaba la conjunción de los planetas ante sol, que abrió las puertas del Tártaro, que ella cayera en ese lugar por defender a su hijo, no es mi culpa. Un murmullo general se extendió en el Consejo, y una hermosa sonrisa de inocencia se dibujó en el rostro de la diosa de la Sabiduría. Entonces Hécate le devolvió la sonrisa: “ que me dices del heredero del mar, al cual mantuviste prisionero, sin memoria, Iki Diermissen Solo, además de haber sido golpeado hasta casi morir por tu mano derecha y tiene unas hermosas cicatrices en sus espaldas que atestiguan a mis palabras, además de ser el principal testigo de la muerte de su madre.” Hécate brindaba su argumento.

Atenea la escuchaba sin inmutarse desde el trono que le correspondía como uno de los doce, La de los Ojos de Lechuza, posó su vista en cada uno de los sitiales y perdió su mirada en el vacío del Emperador de los siete mares, intrigada rozó su mejilla distraídamente con su dedo. Trataba de hallar una solución a su intrigante, dónde estaba su principal acusador, que solo envía a sirvientes en su causa, se sonrió Poseidón había perdido algo de fuerza en el asunto.

Ante el paso de la Carroza de Fuego del dios Apolo, las cortinas de las tinieblas con sus bordados de diamantes se cernieron sobre el Mediterráneo, la tarde después de la merienda ambas parejas se fueron a descansar, antes partir. Aioros se mantenía en alerta vigilando su sueño, cadenciosamente acariciaba sus cabellos en un rítmico masaje, preocupado por su hermano, que esa tarde había partido sin rumbo fijo con el Dragón conocía poco del discípulo de Dohko, pero en las limitadas ocasiones que habían tratado, sabía que se dedicó a cultivar la sabiduría de su maestro, se sintió molesto y humillado de no haber podido incidir en la conducta de Pegaso, su alumno, había sido el primero en caer dominado por la diosa corrupta, tal vez sería porque no pudo guiarlo desde pequeño como con los demás caballeros dorados, así Seiya hubiera seguido sus bases y valores, suspiró aunque realmente consistía en el carácter, en sus brazos tenía al discípulo de su hermano menor, conocía que Aioria tampoco había tenido la oportunidad de entrenarles. Pero la nobleza y valía del Fénix era legendaria.

Admiró el rostro de su Iki, delineo su nariz su piel canela, era exquisita, su cuerpo era un dechado de fuerza y gracia, lo que más adoraba eran esos zafiros fieros, pero llenos de verdad, poseía una personalidad indomable, le contradecía, le hacía rabiar, sencillamente fascinante, sin quererlo su miembro empezó a despertar incomodando su postura, el joven entre sus brazos se remueve al sentirlo chocando contra su vientre, aspirando una gran cantidad de aire en sus pulmones y lo suelta suavemente pronunciando su nombre: ¿Aioros? Y su mano se posó en su erección y dirigió sus labios candentes asaltando la boca de Sagitario, que gemía a cada movimiento de sus dedos, jugó con su punta humedecida, volviendo loco al arquero, sin dejar de lamer y mordisquear su cuello, entre gemidos como en vítores su nombre fue pronunciado.

Las manos de Aioros exploraron su espalda hasta llegar a sus glúteos, los cuales masajeo al momento que abría sus piernas cediéndole campo entre ellas al Fénix, quién le murmuró al oído “Hoy serás mi presa” al mismo instante que le lamía el lóbulo. Sagitario sonrió travieso, rodeando la cintura de Iki con sus piernas al hacerlo alzó sus caderas y se sugería contra el miembro anhelante del menor, las manos de Iki le sostuvieron firmemente la cadera, y su falo arremetió con la entrada de su amado cazador, deslizándose con facilidad dentro de él, quién le recibió arqueándose, buscando sus labios sediento, uniendo su boca en un desesperado beso.


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeLun Jun 16, 2008 1:15 am

El Fénix rompió el ósculo apoyándose en sus manos colocadas a cada lado de la cabeza de Aioros, le sonríe al ver su cara llena de pasión y Sagitario empezó palpando juguetonamente su torso, recorría con sus dedos cada músculo dibujándolo, hasta llegar a su ombligo y penetrándolo de forma circular, provocándolo. Cuando estuvo listo se lo indicó al asirse del pecho de Iki, quién entendiendo su deseo empezó a embestirlo con furia y vigor, bajo las caricias expertas del Cazador, al apegarse a su cuerpo, el roce de su vientre atendía la hombría de Sagitario, quién temblaba en sus brazos de pasión con cada arremetida hasta que sus músculos se contrajeron en un clímax avasallador derramándose sobre Iki y su vientre, seguido de su amado niño que le inundó con su esencia, le atrajo a su pecho besando su cabello empapado por el esfuerzo, ambos con sus respiraciones y corazones desbocados, felices momentáneamente, los dos sabían que apenas pusieran un pie fuera de la habitación, los problemas comenzarían.

Iki había tomado posesión de lo que le pertenecía por convicción y Aioros le había hecho suyo uniendo sus cosmos en sus entrañas.

Hyoga por su parte esperaba junto a Shura en la explanada de Leo, a sus compañeros de viaje, ambos ocultos tras negras capas, para dificultar su localización en la penumbra, esperaban a sus compañeros de viaje, Capricornio vigilaba la playa desde el mirador, en silencio. El Cisne sentado en la hierba, bajo el amparo del enorme nogal, dónde Fénix y él habían mantenido largas conversaciones. Su mano descansaba sobre la hierba rociada por el sereno, y no perdía vista del camino secreto, los grillos rompían el hielo eterno de ese silencio, la luna empezaba a brillar después de que algunas nubes le ocultaban su resplandor, una de sus piernas resaltaban fuera de la capa, cual si fuere una estatua de mármol pulido, los ojos de ébano de Capricornio le admiraban con deseo reprimido, su vista siguió sus gráciles movimientos al levantarse de su indolente posición, al minuto que dos figuras se acercaron ocultas tras negros ropajes, ante la sonrisa alegre del más joven que corrió a su encuentro, sin equivocarse se abrazó al Fénix, que lo recibió entre los suyos, al estar los cuatro reunidos, Sagitario dio la orden y como habían planeado, los primeros en irse fueron los dos más jóvenes seguidos de cerca de ellos, listos para abrirles el camino.

En Rajastán, en la habitación principal del templo de Brahman, unas esmeraldas permanecían fijas en un punto en la pared de ese cuarto, contemplando envueltas en su poder, los movimientos de cuatro sombras que abandonaban las estancias del Partenón en Atenas, su dueño se abrazó más fuerte a su esposo y de sus gemas dos lágrimas brotaron, perdiéndose en ese pecho cálido que le brindaba refugio, besó su hombro suavemente, determinando de que por fin estaba profundamente dormido, con cuidado de no despertarlo, se incorporó del lecho, se cubrió su desnudez con una manta y se dirigió a las fueras de su habitación, donde su primer espectro le aguardaba pacientemente investido de su armadura, soltando con delicadeza, la tela que le cubría, muestra su etérea figura a su sirviente, quién poso su mirada ambarina en ese exquisito cuerpo, sosteniendo en sus manos, las galas del dios de los muertos, y le ayudó a investirse con ellas. Los ropajes negros con adornos dorados, el manto dorado que le cubría su túnica, unas krepis, graciosamente entrelazadas en sus finas piernas. Su cabello suelto, engalanado con la joya que le regaló Shaka. El mayor le acarició la mejilla y le inquirió suavemente: ¿Estás seguro? Sus esmeraldas se clavaron en él, fui llamado a audiencia, ahora que Poseidón cuidará de los demás y me deja tomar su lugar en el Consejo, suspiró besando la mano que le brindaba su afecto.

El Emperador de los siete mares, dejó notar su presencia, al colocar sus manos alrededor de su cintura atrayéndolo a su pecho, le abrazó suspirando profundamente, para luego separarlo un poco de él admirándolo, con delicadeza le cubrió con el manto dorado su cabeza, beso los labios de su sobrino, soltándolo lentamente, observa como amo y sirviente desaparecen sin mediar más palabras como una brisa ligera.

Lamento el retraso, su voz resonó como una suave melodía, mirada atónita de Shion que ligeramente alza su vista al recién llegado, las esmeraldas calmas de Andrómeda, se cruzaron con los ojos violeta de la diosa de la Sabiduría, a clavó sus uñas en los antebrazos de su trono, poniéndose en pie, con su mirada cargada de odio, en el momento que Zeus, baja de su trono y se acerca a Hades, descubriendo su cabeza, le toma su rostro elevándolo a su altura captura sus labios en un tierno beso. El Emperador de los siete mares, tenía razón es el retrato de nuestra querida Helena y tomándolo de la mano, le guío al trono de Poseidón, dónde se sentó con actitud altiva, ante la curiosidad de todos.


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeLun Jun 16, 2008 1:21 am

Capítulo 17: Hades Rey del Inframundo


La presencia del dios de los muertos en el Consejo de los dioses causó revuelo, así como el odio de Atenea hacia él se hizo notar en un horrible cosmos que emanaba de la diosa de la guerra y antigua dueña de la tierra, las esmeraldas así como los violetas orbes de Palas se encontraron, ambos sostuvieron sus miradas, la tranquila de Shun contra la turbia de Saori, la criatura en su vientre, se removió nerviosa ante la atmósfera hostil a su alrededor la energía de la adversaria, luchaba por mitigar su confianza, mientras una sonrisa de suficiencia se pintaba en sus labios, suspiró alzando su poder, se encubrió en él, y colocando su mano en su vientre, calmando a su niño, en suaves caricias, los miembros de la Asamblea, siguieron sus movimientos con interés, los olímpicos se asombraron al ver su avanzado estado de embarazo, en un murmullo en general, lo que causó la alegría de su antigua diosa

La mano de Zeus descansó sobre la suya: Eres bienvenido hermano. Le confirmó al momento de besar su frente suavemente, le sonrió galantemente al momento de acariciar sus labios, y le sentó en el trono que correspondía al dios marino. Es impropio, Padre, Hades no debería estar en este Consejo, él renunció a él en la Era Mitológica, reclamó Atenea, poniéndose en pie dispuesta a retirarse, en el instante que el Rey de los dioses, se volvió a ella y sin pronunciar palabras alguna se encaminó a su trono, con su nato orgullo, Te recuerdo que este mundo está regido por nosotros tres: Yo gobierno el Olimpo y las mansiones celestes, Poseidón los siete mares, y Hades el mundo de los muertos, Aunque él abandonase el Consejo, su puesto siempre le ha esperado, somos los hijos de Cronos y Rea, eso recuérdalo, tu eres tan solo de la segunda generación de dioses, si abandonas tu puesto, nunca lo volverás a recuperar, es tu decisión. Le previno con su voz tranquila.

En el momento que la representante del Inframundo y Poseidón, se acercó a su amo, arrodillada con su cabeza baja en señal de respeto, ante la señal de su mano, le indicó incorporarse y la Hechicera de los dioses se acercó a su oído, le comentó todos los argumentos que Atenea, había denunciado, Shun asintió y sus esmeraldas buscaron los ojos del maestro del santuario, el líder de la Coalición Dorada, Shion no se atrevía a romper su postura, solo escuchaba atentamente en espera a la decisión de los dioses. Al sentir aquella intensas esmeraldas en su rostros, alzó levemente su vista hacia él, quién le sonrió para darle confianza, al momento que se ponía en pie, después apretar con cariño el hombro de su servidora, se encaminó hasta quedar enfrente del Patriarca.

Sé que han acusado a la Coalición Dorada, de blasfemia contra Atenea, la imprecación solo se puede cometer contra su dios reinante, pero los caballeros dorados, son mis sirvientes, todos ellos son espectros que volvieron a la vida, por mi poder no por el de Palas. Cada uno de ellos los miembros de la Coalición Dorada, es parte de mis ejércitos. Determinó con fuerza, en su voz. No entiendo si el problema de Atenea, es conmigo, porque mete a los humanos, en este conflicto entre nosotros, y si es con respecto al Gran Eclipse y que mi nacimiento, dice que dictaba el equinoccio de los planetas, a mis diecisiete años, pues, en eso lo único que puedo decir que la muerte de mi padre, quién ostentaba mi título, antes de mi persona, era el encargado de retener el Gran Eclipse a él no poder ejercer su fuerza, el equinoccio no se pudo evitar tanto Pandora como yo éramos demasiado jóvenes, para poderlo impedir, acotó al momento que su mirada se dirigía a la antigua regente de la Tierra.


Una vez, te previne que el equilibrio entre el mundo de los muertos, el Olimpo y los siete mares, así como el reino de la Tierra, era muy delicado, fueron tus fuerzas, las que irrumpieron en el reinado del mundo subterráneo, fue tu ambición lo que provocó el desequilibrio, expresó desafiándola, he visto con mis ojos la pobreza que ha ocasionado en los humanos, el saqueo de las riquezas de los pueblos por medio de la Fundación Kido.
.
Los amatistas de Atenea se centraron en su vientre abultado y una sonrisa de suficiencia se cruzó en sus labios: tras acomodarse en una posición indolente, continúo con algo de sarcasmo en su voz: las riquezas del mundo dices, son los humanos los que han devastado, las tierras, por que le echas la culpa a mis compañías, yo solo he brindado fuentes de trabajo, para que se alimente, vaya si eso, es una falta pues díganme. En cuánto a mis caballeros, se puso en pie y camino hacia Hades y acarició suavemente su mejilla, para luego descansar su mano en su vientre, “aquí tienen mi mayor prueba de que el Caballero Virgo me abandonó por el simple hecho, de que se convirtió en amante de Hades, la criatura que vive en su vientre su progenitor, es Brahman así como, el me traicionó para colarse en las piernas de Hades”

Shaka jamás te traicionó, la sabiduría de Brahman siempre le ha acompañado, Saga y el pudieron descubrir tus intenciones desde un principio, el único tonto aquí he sido yo que luché a tu lado contra el Santuario, contra Asgard y Poseidón creyendo en tus palabras de paz, pero lo que querías era gobernar el mundo. Aún más dices que he influenciado en su decisión, pero si más no recuerdo ambos luchamos a muerte, en ese entonces, a pesar de que nos amamos, cada uno luchó a favor de lo que llamamos Justicia.

Dices que me juraste lealtad Hades, pero aún así atacaste mi Santuario, utilizando a mis caballeros muertos y Shaka lucho otra vez en tu contra reconociéndome como Justicia Verdadera, querías mi cabeza, tu intención era tomar mi Reino, no lo niegues Hades, aún Shaka intentó matarte, para protegerme, aún sí le asesinaste al igual que a mis caballeros, para luego revivirlos cambiando sus sentimientos, ante las palabras de Atenea, Shion se mordía los labios, la diosa iba ganando terreno, las situaciones parecían haber sido planeadas desde Hades para tomar el control del mundo en lugar de ser al revés, con angustia medio alzó sus ojos buscando la mirada del joven que estaba enfrente suyo, quién permanecía sin inmutarse ante las acusaciones.

Era lo justo, Brahman te juró lealtad, su rectitud esta por encima de todo, tu misma lo has dicho, si es cierto ataqué el Santuario, desde dentro de la misma forma en que tu lo hiciste con el mío, asesinando a mi madre, el equilibrio del cosmos así lo demandaba, traición se tenía que pagar con traición, la cabeza de mi padres, por la cabeza de su asesina, pero aún sí te perdoné la vida Atenea y te traje de nuevo a este mundo. En cambió tú buscaste la manera de asesinarme, desde que me llevaste a tu Fundación al igual que a mi hermano. Sus esmeraldas resplandecieron alzando su poder, la diosa tuvo que retroceder, ante la imponencia de su cosmos. O me vas a negar, que cuando estaba herido de muerte y era tu caballero, intentaste acabar conmigo, vas a negar que yo te fui fiel en batalla, dejando mí sangre, piel, fuerza y amistad, en el campo de batalla, que por ti enfrente a lo que más amaba, que mi cuerpo tiene las señales de la guerras que combatí defendiendo lo que tu nos habías hecho creer.

Y que a pesar de que firme la paz contigo, olvidando la muerte de mis padres, regresé a tu santuario, como un simple caballero divino a tu servicios y acepté que me trataras de traidor, sin quejarme, e iba a permitir que me condenarás a muerte en promontorio de Atenas, en la cárcel de Cabo Sunión, dónde Shaka se negó a tal situación, porque los siguientes en desaparecer serían ellos, los caballeros dorados, que ahora conocían la verdad de tu actuar, como ahora está sucediendo, quieres sus cabezas para que no delaten tu ambición que al final sería el mismo trono de tu padre, con el control del Inframundo y el mundo Marino, acabando con la sangre Diermissen Solo de la faz del Universo.

Fue Brahman, quién sopesó en su sabiduría que no podía apoyar a una diosa corrupta como tu, declaró indigno el Santuario, por ti, yo no tuve nada que ver en su decisión, por lo tanto también me has dado la razón los caballeros que estuvieron a tu servicio ahora son mis espectros vueltos a la vida por mi poder, por lo tanto, la blasfemia es totalmente inadmisible. Suspiró, calmándose y dirigió su vista al Consejo, ella perdió en batalla a sus guerreros, los muertos son parte de mi séquito, por lo tanto todo caballero que murió en el Inframundo, o estuvo en él, y ahora respira y anda es por que es un espectro amparado por mi poder, en cuánto a Atenea, pagó con su vida, el haber asesinado a mis padres, aunque nunca pagará completamente hasta su alma sea enviada a su ultimo lugar de destino, para ella le espera el Tártaro, el lugar de los castigos de los dioses, en restitución por el alma de mi madre, que se sacrificó para que el equilibrio no fuera roto antes de que tuviera la oportunidad, salvar a la tierra y nivelar el poder del universo repartido entre los hijos de Cronos y Rea.

Exijo que Atenea, se le quité el rango de miembro de éste Consejo, al cual mancha con su presencia, y su Santuario sea dado a un dios más digno, para ejércelo. Que el Patriarca sea considerado como vocero oficial de ésta noble Asamblea, y siga con su labor en el Partenón, y volviéndose a Shion que permanecía en posición de sumisión, se colocó a su altura, y le puso en pie, él fue asesinado cuando supo el asesinato de mis padres, Atenea controló el poder de Niké por medio de Mitsumasa Kido, trató de asesinarme después de a mi padre. Tomó al descendiente del mar bajo su poder, yo he sido testigo de los maltratos que recibió mi hermano mayor. Hécate es testigo de cómo sus fuerzas irrumpieron en mi Palacio en Alemania, y en la entrada del mundo subterráneo nací, y a su vez Helena, ofrendó su vida al Tártaro mismo, para evitar que nos consumiera a todos por culpa de la diosa de la Sabiduría.

¿Cuáles son tus testigos, Gran Palas Atenea? Menciona uno solo de ellos, que tenga rango divino, y no pueda ser controlado por tu poder, la diosa no supo como contestar, simplemente sus labios se movieron, tratando de emitir palabra, pero si lo hacía sabía que sería para su propia perdición, había perdido esta batalla, más no la guerra, simplemente bajó la mirada en silencio, aunque la rabia que sentía se veía en el resplandor que emitía la diosa Niké en su mano derecha. Ante el alegato de Hades, los restantes diez dioses que conformaban la Asamblea se pusieron en pie, aceptando la moción del dios de los muertos, la mirada asesina que se clavó en él, trataba de perforarle el corazón, como hace unos años atrás, “debí haber acabado contigo en esa ocasión”. Sin embargo una sonrisa, cruzó sus labios, aún tenía oportunidad de hacerlo estaba tan vulnerable y confiando, y ella no tendría que ensuciarse las manos y a su vez se libraría de ese molesto ser mortal.

Unas lágrimas hipócritas surcaron su rostro de mármol, y se postró ante el Rey del Inframundo, colocando a Niké en el suelo, como diosa debo aceptar que he perdido, ante tus palabras, que te debo la vida y que lamento haber atentado contra la tuya, exclamó entre sollozos, se abrazó a sus piernas pidiendo su perdón ante el Consejo. “Juró Hades, que esta humillación, la pagarás con creces” se decía a sus adentros, y sus gemas enrojecidas del llanto se fijaron en su antiguo Primer Caballero, Shion, quien estudio esa mirada de odio, entendiendo que ahora sí su vida estaba vendida.


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeLun Jun 16, 2008 1:31 am

Atenea, creo que tu mejor paga será que devuelvas a todos los seres humanos, lo que les has quitado y que tus empresas sean realmente, fuentes de riquezas para ellos, así como lo serán las mías y las de Poseidón. Fue su respuesta, y con elegancia se deshizo del agarre de sus piernas. Y fue el momento en que se dirigió a Shion, y le abrazó con cariño y le susurró instrucciones al oído mientras su vista cruzaba más allá del Olimpo, al lugar dónde Kiki y el caballero Libra le esperaban y se sonrió al verlos: ve con Dohko a Alemania, repórtate ante mi hermana, no permanezcas en el Star Hill, le sugirió. Sabes que esto apenas es una batalla, que todos los dorados se reporten a mis dominios, el Consejo es voluble, pero hay una regla primordial, ahora son mis protectores, los he reclamado como míos, no podrán volver a Grecia, por su bien. Fue su poder el que le guío de nuevo al lado de Dohko y Kiki, que les esperaban ansiosos, sin romper su postura.

Las piernas de Shion flaquearon y a su lado, la diosa Hécate apareció, rodeándolo con su poder, “ahora deben acatar sus ordenes, por el momento, debéis alcanzar a Aioros y a los demás no pueden perder tiempo, yo les sacaré de éste lugar”. La neblina plateada que ocasionaba la diosa con su poder, los envolvió, sus cuerpos fueron trasladados desvaneciéndose en ella, los tres abandonaron el Star Hill hasta las afueras del Partenón justo en el inicio de la escalinata que conducía a las doce casas en las arenas de la playa, desde allí podían deslumbrar la explanada del templo de Aries, que lucía lúgubre y vacío, sin su guardián, y su armadura: “Ahora, Pandora, les dará las instrucciones que sean necesarias” La sentencia de la diosa surcó sus mentes como una cálida brisa.

Shion se acercó a Dohko, se encontraba sentado en la arena, aún un poco desubicado, al igual que Kiki, tendiéndole la mano, le ayudó a incorporarse, a sus espaldas, el ennegrecido mar Mediterráneo arremolinaba en potentes olas que lanzaba sus espumas blancas ante los golpes secos al estrellarse en las arenas, en la crecida de la noche, podían sentir claramente el movimiento de cuatro cosmos, hacia el Cabos Sunión, en lado contrario, Libra pudo precisar la energía de su pupilo, y la de Aioria, que se encaminaban sin rumbo conocido, suspiró al aferrarse al pecho de su esposo, no tenemos tiempo que perder, el Santuario no será seguro más, nuestras vidas corren peligro, le aclaró a Libra, ahora Hades se encuentra ante el Consejo, ha logrado darnos tiempo, pero como el bien dijo, los dioses son muy volubles, Shun ha querido que nos dirijamos a Alemania con sus hermanos, mientras el está en el Olimpo, las esmeraldas de caballero del séptimo se clavaron en su esposo aterrado ante la idea de que el joven Diermissen se encontrará junto a Atenea. “¿Porqué Shun está en el Olimpo? Shion es peligroso, Atenea es capaz de cualquier cosa, el mayor de los ochenta y ocho le abrazó más fuerte a su pecho, Radamantis está con él, sabes como es el primer juez de Hades en sus responsabilidades, le protegerá con su vida, además esta batalla la ganó el dios de los muertos, por ahora creo que no sufrirá peligro, él sabe lo que hace, Dohko, tiene la sabiduría de su ser inmortal. Le expresó para calmarlo besando su frente, los tres se teletransportaron por medio del poder del Patriarca.

Hasta el momento no habían tenido inconvenientes, sus diamantes trataban de detectar cualquier movimiento extraño y sus piernas el seguir el ritmo del mayor, que a pesar de su embarazo, su agilidad no había disminuido en lo más mínimo, sus pies casi no tocaban la suave superficie de la arena, era un paso difícil de seguir, se veía que su entrenamiento en la isla de la Reina Muerte fue estricto y agresivo, a él le costaba alcanzarlo, la arena era distinta a la nieve, más pesada, y se colaba entre sus botas, atrás sentía que los seguían de cerca los dos caballeros dorados, no fue mucho tiempo en que cruzaron, aquellas playas hasta se acercaron a los limites entre el templo de Atenea y las Ruinas del de Poseidón, allí en el promontorio sus diamantes se clavaron en esa prisión tallada en la roca, ahora visible, al estar la marea baja. “No te detengas, niño” le sacó de sus pensamientos, el mayor, que en este momento escalaba hábilmente por los empinados riscos, un destello en la cumbre, les previno, y su corazón se aceleró al momento que el Fénix pisaba la cima, le vio perderse en dirección del resplandor de energía, lo más rápido que pudo trepó, cuando sus manos, tocaron la cúspide se impulsó en un gracioso salto, y tuvo visión de las ruinas, detrás de él los dos caballeros dorados, le habían dado alcance, sobrepasándolo aterrizaron antes que él dispuestos a atacar, pero se detuvieron en un instante, al contemplar a Su Excelencia, al legendario Libra y al pequeño lemurario. Junto al Fénix, quién esperaba sentado en una de las desquebrajadas columnas de mármol.

“¿Shion?” Inquirió Aioros sobre su presencia en ese lugar, con su voz casi en un susurro, observó como Dohko se separaba de su esposo y se dirigía al caballero divino del ave inmortal, sentándose a su lado le abraza, para hacerlo descansar en su pecho, y le indicó a su amado, que continuará, las esmeraldas del mayor indicaban que era grave lo que tenía que decir, el silencio se esparció en el ambiente, tan solo roto por el incesante ir y venir del mar, los cabellos esmeraldas del maestro, se agitaban mecidos por el viento, sus capas negras les golpeaban el cuerpo, ante la refrescante brisa marina. “Hades, nos ha dado ordenes para ir a Alemania, bajo el cuidado de Poseidón” soltó lentamente cada palabra mirando hacia a las estrellas.

¿Hades, a qué te refieres? Inquirió Iki, tratando de soltarse del abrazo del mayor, su corazón se aceleró, un presentimiento se caló en el alma del Fénix, quién se sintió mareado, al momento que su niño destelló su nerviosismo, en un potente cosmos, sus ojos preguntaron en silencio y de parte del mayor recibió confirmación en un leve movimiento de su cabeza. “El está en el Olimpo, con Atenea y el Consejo de los olímpicos en compañía del Primer Juez” Nos ha reclamado como sus guerreros, como espectros bajo las órdenes de Pandora, les explicó detallando cada una de sus palabras y esperando la reacción del joven Diermissen. ¡Por los dioses! Mi hermano, sollozó acallando con su mano el gemido de su alma. ¿Cómo se le ocurrió a Shaka dejarlo partir solo? Atenea quiere su cabeza a cualquier costo, porque fue sólo, debemos ayudarlo, al tratar de incorporarse Dohko lo acunó otra vez en su pecho, acariciando sus sedosos cabellos: “No puedes ir al Olimpo, todavía, mientras tu tío sea regente de los siete mares, sin embargo tu hermano ahora es regente del Inframundo, y como cabeza de la familia ha tomado esa responsabilidad, va bajo la protección de Zeus mismo, como miembro del Consejo de los dioses.

La verdad es que Shun, sabe lo que hace Iki, no se pondrá en peligro por gusto, le calmó Shion, y su orden inmediata es ir a Alemania, por lo tanto y lo más cuerdo es que nos teletransportemos a la mansión Diermissen de inmediato, a esta hora, no creo que sea prudente, esperar más. Y elevando sus brazos al cielo extendió su gran poder cubriéndolos, ese poderoso fulgor dorado, el poder del mayor de los ochenta ocho caballeros cubrió el lugar, los cuerpos se desmaterializaron en el espacio temporal y en segundos sus pies tocaron las campiñas alemanas justo en los atrios del castillo del Rey del Inframundo.

Rajastán, India
La calma reinaba en el templo de Brahman, eran las primeras horas del día todavía la carroza de sol del Apolo no había comenzado su recorrido, en la habitación principal el dueño del templo, mantenía un sueño intranquilo, su mente divagaba en escenas del pasado.

Sus zafiros estaban nublados por el cansancio de varias noches sin dormir, con sus manos apartó algunos de sus mechones apegados a su rostro, que le molestaba la vista, su corazón se estremecía al verlo prácticamente convulsionar a causa de las altas fiebres, que atacaban su organismo, cada cinco minutos cambia la comprensa fría que colocaba en su frente, con preocupación veía sus mejillas sonrojadas, y su cuerpo tiritar, y el vendaje de su pecho se impregnaba de nuevo de carmesí, por más que Mü o él trataban de sellar esa herida, les había sido difícil, parecía que en vez de mejorar empeoraba cada día más. No había despertado desde que terminó la batalla por las doce casas, con su mano temblorosa asió de nuevo aquel paño, que ahora estaba caliente, y lo remojó en el cuenco de nuevo y con delicadeza se lo volvió a colocar. Posó su palma en su pecho, este estaba ardiendo y alzó de nuevo su energía trabajando sobre la herida. “Te lo ruego, Shun resiste” repetía como su único mantra, su oración a los dioses, era pronunciada a cada segundo por sus labios.

Suspiró al verlo más tranquilo, sin embargo decidió que lo mejor, era darle otro baño de agua fría, eso le aliviada la fiebre, con delicadeza retiro la sábana que le cubría, cuando sintió una mano posarse en su hombro “Shaka” el susurro casi imperceptible del caballero de Aries, llegó a sus oídos. “No he podido reestablecerlo, de nuevo tiene la temperatura muy alta, no podemos dejarlo, así”, le indicó en el momento que se inclinaba para alzar levemente su cabeza, pasando su brazo por debajo de su cuello, y luego repetir la operación con sus piernas, cargándolo cuidadosamente hasta hacerlo descansar en su pecho, Mü asintió al momento que dejaba la bandeja que cargaba en una de las mesas del cuarto, y se dirigió a cambiar las sábanas del lecho por unas limpias, con preocupación observó la sangre impregnada en ellas, jamás pensó que la rosa blanca de Afrodita fuera tan dañina, sus retinas violáceas se orientaron a la puerta de las termas del templo, y se encaminó allí, con las sábanas en sus manos, hasta apoyarse en el marco de la puerta, Shaka, con Andrómeda en sus brazos, permanecía bajo el chorro de agua fría, mientras le acunaba contra su pecho, las lágrimas de impotencia pasaban la barrera de sus párpados, “es mi culpa Mü, yo pelee en su contra, ves las señas en su cuello, fue mi poder, su cadena me conocía jamás me atacaría, y la goberné para que lo embistiera a él, sin embargo, el no se defendió, no lo hizo, quería que lo matará, sollozó más audible, por poco lo degolló, aún inconsciente en el suelo, traté de acabarlo.

¡Oh, dioses! Estaba molesto, no podía creer que él me desobedeciera, su compañero de armas solo asintió, apretando el bulto que traía en sus manos. ¡Lo lamento, Shaka! Soltó casi como ido, no quiero que tu también pierdas lo que más amas, nosotros, Andrómeda y yo peleamos como caballeros de Atenea, por nuestra diosa, yo tuve también que enfrentar a Saga, y verlo morir en castigo a su traición frente a mis ojos, al recordar a su amor perdido, una nueva punzada desgarró su alma y todo su cuerpo se convulsionó de dolor, en un desesperado llanto, dejándose resbalar apoyado contra el muro de roca firme, escondiendo su dolor contra la mullida tela entre sus dedos. “Ya han sido demasiadas muerte, amigo, ya ha sido suficiente de tanta sangre”. Y se incorporó temblando, casi arrastrándose se dirigió hacia el caballero más cercano a un dios y se abrazó a su espalda, tratando de consolarlo y de recibir apoyo a su vez.

Después de esto el caballero del primer templo se retiró y alistó el lecho y algo de ropa limpia para abrigar a Shun, así como vendas nuevas, y algo de los remedios que había encontrado en el jardín del doceavo templo. Tomo en sus brazos, al joven caballero ateniense, y con delicadeza, se sentó con él en la cama, enjugó de su piel con una toalla, toda la humedad de la misma, y le depositó después sobre el colchón. Sus manos se movieron con rapidez y la experiencia de haber atendido infinidad de heridos. “Por favor, Virgo me traerías del primer templo, un frasco de cobre que se encuentra en una de las alacenas del taller de las armaduras, la voy a necesitar, para reestablecer las armaduras de bronce de los que ya han despertado, los demás están completamente sanos, le informó y con una sonrisa en sus labios, ahora mi atención estará completamente, en nuestro pequeño Andrómeda...

Trataba de abrir los ojos, pero los sentía pesados como que algo le impedía salir de esas escenas del pasado, trataba de hablar pero solo gemidos de su garganta salían, su cuerpo se impregnaba de un sudor frío. ¡Por los dioses! Su alma reclamaba no volver a ver esa triste etapa, luchaba por incorporarse pero esa fuerza fue mayor que la suya, sintió como que caía en un abismo, y de pronto se sintió de pie en su templo en Atenas, frente a la armadura dorada de Virgo, bañada por la espectral luz de las lámparas de aceite. Sintió la presencia de su esposo en ese lugar, justo en las habitaciones y al lado de la Atenea, corrió ha ese lugar, con su alma en un vilo, al tratar de tocar la antigua puerta de madera su mano la traspasó la áspera superficie y el impulso que traía le hizo cruzar por inercia hasta encontrarse en su habitación sus zafiros retuvieron la imagen de Andrómeda recostado, con una palidez mortal, sus cabellos esparcidos alrededor de las blancas almohadas a su lado la diosa de la Sabiduría estudiaba su respiración, con sus ojos resplandeciendo, con su mano en su pecho, cuando quiso acercarse no pudo, sus pies se quedaron estáticos al igual que todo su cuerpo, sintió la dolorosa angustia de ver lo que estaba pasando sin poderle ayudar.

“Vamos, deja de respirar, date por vencido, mal nacido” El cuerpo de Shun empezó a resplandecer en un aura de fuego, así como el vendaje bajo la mano de Atenea, se convertía en carmesí, y su respiración se hacía cada vez más pesada. Y se detenía por momentos, pero de nuevo, su fuerza interna brotaba protegiéndolo, la desesperación de Shaka se hacía cada vez latente, emitía todas sus fuerzas tratando de liberarse de esa extraña fuerza que le retenía hasta el habla, sus labios se movían con desasosiego, mas en el momento en que la diosa sacó de sus vestimentas un daga de oro con incrustaciones de piedras preciosas, que resplandeció en sus manos, al emitir Saori su cosmos tratando de romper la barrera impuesta por Andrómeda, presa del terror el grito de Brahman rasgó el silencio de su espíritu. ¡Shun!


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeLun Jun 16, 2008 1:33 am

Su propia energía rodeo el frágil cuerpo desfallecido en el lecho, “Brahman” susurró casi ahogado, y sus párpados lentamente se fueron abriendo en pequeños parpadeos tratando de enfocar todo, sus esmeraldas destellaron, su poder milenario, y recorrieron toda la habitación, hasta que se fijaron en unos angustiados zafiros, y sus labios se iluminaron en un cariñoso gesto de saludo, “Shaka” y siguió la dirección de esos magníficos ojos, y la vio, Atenea, se encontraba apoyada contra el muro, “Saori” balbuceo aún mareado, ella se encontraba con sus manos ocultas tras su espalda, y le sonrió cálidamente y la joven se abalanzó a sus brazos sollozando su nombre, en ese momento vuelve su vista de nuevo a su amado pero él no se encontraba allí, sus esmeraldas lo buscaron en todo el recinto, y pensó que era su ansia de verlo, por inercia movió su mano a los sedosos cabellos de Palas acariciándolos tratando de calmarla, esta imagen aún se contenía en las retinas de Virgo, en el lapso que se ve ingresar a la habitación seguido de Mü, en ese momento sintió una fuerte ventisca que le alzó como si de una pluma se tratase, y se vio arrastrado por ella, y enloquecido gritaba el nombre de Shun, hasta que de golpe sintió caer, y al abrir sus ojos se encontró en su habitación sentado en su lecho, con su corazón agitado, parpadeo creyendo que se trataba de una pesadilla, y se volvió hacia el lado en que dormía su esposo encontrándolo vacío.

Suspiró tranquilizándose, al momento que se deslizó del lecho, y al ver lo alto que estaba el sol ya, comprendió que seguro Shun se encontraba con los demás, y no lo había despertado, y achacó la pesadilla a todo lo vivido en esos días, se adentró en el baño, y se dispuso a ducharse pausadamente para luego alcanzarlo en el desayuno.

En el monte Olimpo, Radamantis no se separaba de su señor, en este momento, era rodeado por los miembros del Consejo, sus ambarinas retinas no se despegaban de cada uno de los movimientos de Palas Atenea, se le veía tranquila, resignada pero el no confiaba en esa actitud, permanecía en silencio, en la misma solemnidad que estaba acostumbrado desde la era mitológica, ese respeto lo había ganado en los Olímpicos, sabían que los tres jueces, son los encargados de custodiar las puertas del Tártaro, el lugar del castigo de los inmortales.

La mano de Hades, se posó en su antebrazo sonriéndole dulcemente, creo que es hora de irnos a casa, detalló calmadamente, y no pudo dejar de notar el nerviosismo de su principal lugarteniente, y cuando se disponía a irse, la mano de Zeus en su hombro le detuvo, ha sido milenios que no contamos con tu presencia, al menos quédate un rato con nosotros, hermano, nos disponemos a celebrar tu regreso, sus esmeraldas se posaron en el rostro de su interlocutor, y en su mente sopesó la situación si desistía de la invitación sería tomado con un acto de altanería de su parte, y debía mantener buenas relaciones con los demás miembros del Consejo, descansó su mano en su vientre, suspiró, retirando su palma del brazo de su guardián y sonrió al rey de los dioses:“Gran Zeus, será un placer, pero temo que les podré acompañar poco tiempo, en mi condición me canso rápido, y deseo regresar a mi hogar a descansar”.

“¿Cómo se encuentra Perséfone?” Inquirió la Reina de los dioses, al acercarse a él, asirlo del brazo para guiarlo al salón principal. Los ámbar de su lugarteniente, le siguieron hasta que se perdió en el templo de Zeus, entre las columnas de mármol con enchapes de oro, bajo su vista y se encaminó a las afueras del salón justo a los atrios a esperarlo.

Hera le ubicó, a su lado en un cómodo diván, enfrente de él había varias mesas pequeñas con frutas, copas de oro con la ambrosía, se acomodó lo mejor que pudo en ese lugar, al frente suyo se encontraba Saori y conversaba amenamente con Artemisa, descendió su vista a su vientre, ya que su bebé se había despertado y jugaba en sus entrañas ajeno a la situación a su alrededor, se obliga a ingerir algo de fruta, y sus esmeraldas se perdían detallando distraídamente los frescos en la cúpula del templo, dónde se encontraba su antepasado, plasmado al lado de Zeus y Poseidón. Y su mano calmaba a su pequeño emitiendo pequeños destellos de su cosmos: “Mi consuelo en el dolor” murmuró en forma audible y en el lapso en que la reina de los dioses colocó su mano en el abultado vientre, “Aquiles” pronunció sonriendo. Le devolvió la mirada e inquirió en sus brillantes topacios, has pronunciado el significado del nombre del héroe, más grande de toda Grecia, le contestó sin tardanza, “el que consuela en el dolor”.

Ya sabes, ¿Que será? Preguntó con interés, hemos decidido que sea sorpresa, expresó ocultando el sexo de su hijo, y pensó en el nombre, que la Reina de los dioses, le había sugerido, y le gustó. ¿Con qué, Aquiles? Pensó, distrayéndose de la historia que Hera, le narraba, y sus esmeraldas luchaba por mantenerse abiertas, cambiando de postura, para evitar quedarse dormido, asió una de las copas bebiendo del néctar de los dioses, y su sabor dulce se plasmó en sus sentidos, así que siguió bebiéndole con más confianza, había pensado quedarse una hora por lo menos y el plazo se estaba cumpliendo. Que habría sido de su vida sin su pequeño bebé y sin Shaka, al que otra vez había desobedecido, de seguro se hubiera dado por vencido desde hace tiempo. Sus esmeraldas se extraviaron en ese mágico elixir, suspiró recordando un cálido momento hace dos años atrás.

Llevaba una semana en que se había ido recuperando poco a poco, suspiró sosteniendo sus piernas entre sus brazos, y escondió su rostro en ese refugio entre ellos, estaba cansado de guardar cama tanto tiempo, hastiado apartó las sábanas que le cubrían y descalzo caminó hacia la ventana, dónde el brillante sol del mediodía, resplandecía en destellos sobre la superficie tranquila del Mediterráneo, aspiró todo el aire que sus pulmones soportaron para luego soltarlo suavemente, y se le antojó sentarse en el marco de esa ventana tallada en la estructura del templo, para disfrutar, esa caricia tibia del astro rey en su piel, quería llenarse de su energía, sus párpados cubrieron sus esmeraldas, su cuerpo investido con una túnica corta blanca perla, le daba la apariencia de un ángel, bañado con los rayos solares, su cabello se mecía libre por la aromática brisa marina, encantado con sentir de nuevo la libertad de Eolo, dejó que sus gemas soñadoras, grabaran los campos griegos, desde su ubicación observaba los entrenamientos de los aprendices, en las diferentes áreas, junto a sus maestros.

Sus pies rozaban la áspera roca, dónde reposaban, como un niño pequeño disfrutó ese diminuto refrigerio de esa paz, pronto Shaka le dejaría salir, aunque no sabía si le había perdonado, el hecho de no regresar a su entrenamiento para caballero dorado. Suspiró al recordar que había sido por Pandora que él había decidido volver a la Fundación porque era la única manera de encontrar a Iki, pero después coincidió con las ideas de Saori, crear un mundo de paz. ¿Pero eso sería posible? Se refutó a sí mismo, y sus dedos rozaron de forma nerviosa el filo de la roca, que se desquebrajaba a su tacto, jugó con el polvo en sus yemas, y su mente divagó, a la casa de Libra, deseó morir realmente, sin Shaka ni Iki. Se sonrió al recordar a sus dos grandes amores. Estaba tan distraído en sus cavilaciones, que no sintió la presencia de uno de ellos en la habitación, que extasiado sus zafiros le reflejaban con cada una de sus posturas, sin hacer ruido se acercó a él, recordó el momento en que le vio en aquella laguna bañado bajo el hechizo de Selene, y ahora por la magia de Helios, sus cabellos destellaban como si fueran la misma piedra preciosa, a que asemejaba su color.

Con delicadeza, asió su mano entre la suya, y esas joyas que poseía por ojos, se fijaron en su rostro, y se sonrió candorosamente, al verse descubierto fuera del lecho, de nuevo desobedeciendo a su instructor. Trató de excusarse, abrió sus labios para pronunciar palabras, pero los labios de Shaka le silenciaron, asaltado su boca en un ansiado y apasionado beso, y sus brazos por inercia su afianzaron en su cuello, no deseando separarse de ellos. Extrañaba esas caricias, y sus labios, desde que se separaron meses antes de ir a Japón.

“Shaka, yo…” trató de explicarle, en estos días, tan solo habían hablado de banalidades pero nada de lo ocurrido en la batalla, sin embargo las yemas del mayor le acallaron. “Te amo, Shun” pronunció lentamente, al momento de juntar su frente a la suya. Y con cariño acarició su mejilla, delineándola con sus dedos, y esas cristalinas pupilas le reflejaron felices, “yo te amo, más que a mi vida, Brahman”. Y con un leve roce de su boca, selló la renovación de la confesión de sus corazones y almas. Se sonrió al cárgalo en sus brazos, al mismo momento que las finas piernas de Andrómeda le rodearon, y escondió su rostro en una cascada dorada, “eres mío, solamente mío” aseguró al apretar su abrazo sobre él, sus dedos rozaron su fina espalda a través de la delgada tela y le sintió estremecerse y suspirar ante ese simple roce, esa reacción hizo que el mismo detuviera su respiración, el tenerlo tan cerca sentir su cadenciosa respiración y su acompasado latido hizo que un líquido recorriera sus venas, no supo determinar si caliente o frío porque sentía las dos sensaciones recorrer todas sus entrañas, como un acido candente, que le llegó a un hormigueo extraño en su entrepierna.

Con elegancia le fue depositando en el suelo, y a su vez le capturó sus labios en un beso más demandante, las suaves y tibias palmas de Andrómeda se posaron en su tórax, gimió ante ese contacto apegado a sus labios, que sabían a miel. Sus manos detallaban cada parte de la etérea fisonomía de su novio, sus dedos se colaban entre la tela que cubría su cuerpo, y los delgados dedos de Shun apretaron sus vestimentas con ansias ante las nuevas sensaciones, Virgo, abandono de momento sus labios, para probar esa piel de mármol que se extendía en su cuello, y las piernas del más joven temblaron y le apegó a su cuerpo, su mente se nubló al sentir el aroma de Brahman y el calor de su piel, no supo el momento en que sus ropas abandonaron su cuerpo, un escalofrío recorrió su espalda, al instante en que Virgo, le hacia encaminarse entre besos, y caricias hacia el lecho, tropezando con sus piernas, cada roce le hacia despertar sus hombrías, y con delicadeza le empuja hasta hacerlo descansar su espalda, en el colchón, sus esmeraldas detallaron cada músculo, y contextura del cuerpo que se le mostraba ante sus ojos, sus cabellos de oro, caían en sus hombros, en graciosas cascadas, guío su mano buscando la de Brahman quién la asió delicadamente, inclinándose sobre él sin cubrirlo completamente, comenzó de nuevo a besarlo con pasión y sus largos cabellos dorados le abrigaron, en mágicas cascadas, y su rodilla rozaba la entrepierna del que yacía bajo suyo.

Las exquisitas piernas de Andrómeda le fueron cediendo campo poco a poco en cada caricia, y su boca acallaba cada uno de sus gemidos, asiéndolo de sus costados, le acomodó en una mejor posición entre las almohadas del lecho, y a su vez, tomó posición entre sus piernas, sus dedos recorrieron la tersura de su piel que se erizaba al toque de sus yemas, nada quedó sin explorar, su vientre plano, el contorno de sus muslos, la perfecta cadera, hasta llegar a su hombría la cual asió delicadamente, y sintió como retrocedió temeroso al primer contacto, y tapó su faz con su antebrazo, contorsionándose a cada roce de su mano, estudio todos sus movimientos y tomó una de sus piernas descansándola sobre su hombro, y lamió tres de sus dedos de su mano libre, sin dejar de atender su hombría, le sentía estremecerse y concluyó que ese era el momento preciso, y acariciando levemente su entrada empezó a presionar contra ella, hasta que logró abrirse paso, y le empezó a preparar, sintió un poco de su incomodidad, ante la intromisión, sin embargo no abandonó su tarea hasta que se relajó y de manera pausada, continúo hasta que sin dificultad los tres, giraban dentro de él, aumentó el ritmo de ellos así acoplándose al de su mano sobre su falo, al rato retiró su mano de él, fueron sus labios los que continuaron con la tarea, y sus dos manos agarraron su cadera manteniéndole firme, en instante que su cuerpo se retorcía de placer y sus jadeos le enloquecían, sus labios no tardaron en obtener la esencia de Shun en sus sentidos, hasta beberla completamente.

Suspiró al momento de acercar su miembro a la entrada inexplorada, y le fue penetrando lentamente, con cuidado de no lastimarlo, al mismo momento que lo cubría buscando sus labios y los brazos de Shun se aferraban a su cuello, buscando su presencia, sostuvo el grito que emitió entre sus labios al romper completamente sus las últimas barreras que evitaban su unión completa quedando acoplados en un solo ser. Con el ritmo impuesto por sus caderas, arremetió contra Andrómeda, en un delicioso vaivén sintiendo las cálidas manos de Shun recorrer su piel y sus gemidos ahogados contra su cuello, pronto disfrutó de una serie de besos y lamidas en esa extensión, su alumno aprendía con genialidad, sus acciones, y ambos empezaron a disfrutar, hasta que sus empujes se hicieron cada vez más fuertes cercanos a la liberación de su ser dentro de él, y estremecimiento como de su cuerpo anunció que su seres se unieron por fin en sus entrañas, al grito unísono de sus nombres, el despertar de una antigua energía en el cosmos, se enlazó en el alma de Andrómeda, que ahora descansaba debajo suyo con sus respiración agitada, y corazón en un desbocado latido.

¿Hades, me escuchas? Inquirió la diosa Hera, en el momento que posaba su mano en su rostro suavemente, y sus gemas enfocaron lentamente el rostro de la diosa, suspiró al dejar la copa en la mesa aledaña, y con elegancia asió la mano que le brindaba ese mimo: “Perdona amada Hera, pero ya no resisto más debo descansar y mi esposo me espera, trataré de venir más seguido, pero deseo retirarme en este momento” La diosa asintió al besar sus labios, para luego sonreír amorosamente, el se puso en pie, despacio para no marearse, en estos momentos en que su niño exigía más de su presencia, generalmente los pasaba en su lecho, ya que él le consumía su energía, se entrelazaba a sus puntos vitales.

Esa perturbación en su cosmos no pareció desapercibida a la de los Ojos de Lechuza, de su cuerpo se emitió una extraña aura, que llegó hasta una sombra que vigilaba a Radamantis desde que llegaron al Olimpo, en sus manos giraba una brillante daga de oro macizo, con irritabilidad admiraba el brillo que emitía, al verse poseída con el cosmos de Palas, ante sus retinas almendras las figuras de Hera y Hades, se marcaron como hierros incandescentes, algo en el interior de su alma, que le hizo perder, todo raciocinio, y en un rápido ataque, se embistió contra el dios de los muertos que al sentirse bajo ataque empuja a Hera escaleras abajo, y trata de reaccionar a tiempo, pero no pudo moverse con la rapidez, que deseaba y sintió que fue sostenido entre los brazos de alguien en el momento que sus cuerpos se desvanecían, a su vez de una fuerte punzada en su hombro que lo hizo gemir sonoramente.


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MensajeTema: Re: El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado   El Angel de la Destrucción (Shaka & Shun) Terminado - Página 2 I_icon_minitimeLun Jun 16, 2008 1:35 am

Cuando se hubo terminado de vestir, Shaka se dispuso alcanzar a los demás en el comedor, al salir de su habitación, se encontró con Poseidón, extrañado de su presencia, sus zafiros inquirieron sin palabras al señor de los siete mares, le vio suspirar abandonando su postura recostado en el muro, le encaró con seriedad “Tenemos que hablar de algo importante y necesito que permanezcas calmado”, Shun no está en el templo, en la madrugada partió para una audiencia en el Olimpo, le explicó pausadamente en el instante que le sostenía de los hombros, tratando de calmar la furia creciente en su interlocutor que salía reflejaba en destellos dorados de esos zafiros. “Son unos inconscientes, ambos, ¿Cómo es posible, que le dejaras partir solo? Atenea lo quiere muerto, llévame al Olimpo de inmediato, te lo exijo”.

¡Lo lamento, Brahman! Pero Shun fue para salvarte, esa era su principal preocupación, y detener a Atenea en nombre del Inframundo, como Hades, Rey del Inframundo. Entiendes que no puede eludir sus responsabilidades, eso pasaría tarde o temprano, así como el bebé que ambos esperan tiene un deber como heredero de los Diermissen. Cuando iba a seguir con su argumento, un potente destello los cegó y como en cámara lenta vieron caer a Radamantis con Hades entre sus brazos, y el piso cubrirse de sangre, el grito aterrado del primer juez, ¡Lo hirieron! Shaka completamente lívido se lanzó en su auxilio tomándolo en sus brazos, al mismo momento que Poseidón le seguía.


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